La boda de mi hermana trajó a mi tío de Florida
A la boda de mi hermana vinieron familiares de muchos lugares. Todos ellos fueron bien recibidos pero uno en especial ...
Hola a todos los lectores.
Quiero contaros lo que me ha pasado este verano, algo inesperado para mi pero queme resultó muy placentero. Espero que disfrutéis con la lectura.
Este verano, concretamente a finales de agosto, mi hermana mayor se casó. Por fin. Despues de una relación con el que era su novio de más de 15 años decidieron dar ese paso, un poco empujados por el deseo de ambos de tener descendencia. Es algo que no entendí muy bien cuando me lo explicó. Si no habían querido casarse hasta entonces, ¿por qué la perspectiva de quedarse embarazada le empujaba hasta ello? Lo cierto es que creo que mi hermana heredó todo el puritanismo que a mi me falta ...
El caso es que la boda se celebró por todo lo alto (la familia del novio es de clase alta). Vinieron familiares de casi toda España: Madrid, Bilbao, Sevilla, ... Quienes también vinieron fueros la hermana de mi padre y su novio. Os cuento. Mi tía vivía en Florida desde hacía ya muchos años, tantos que yo casi ni tenía un recuerdo de ella. Y de vez en cuando nos llamaba o nos mandaba alguna postal de la zona. En una de ellas nos había dicho que se había casado pero no profundizaba en el tema así que hasta que no fui a recogerles al aeropuerto no comprobé que el marido de mi tía (que tiene 56 años) era todo un buenorro cachas de unos treinta años. Si hubieráis visto mi cara cuando me lo presentó ... todo un poema. ¿Cómo había enganchado un tiarron así? Vale que mi tía estaba de buen ver, pero de ahí a eso ... no lo entendía.
Los acompañé a casa, que era donde se iban a quedar los días que estuvieran con nosotros. Me reconfortó ver que toda la familia se sorprendía tanto como yo del novio de mi madre ... era un espectáculo observar las caras de todos ... desde el asombro de algunos, a la envidia de otras, pasando por la de satisfacción de mi tía. Ese día no pasó nada más que contar.
Al día siguiente, quien más quien menos tenía que hacer algo: ir a la peluqueria, comprar el complemento que le faltaba, recoger el coche de alquiler, ir al catering ... Como yo ya tenía lo mío hecho, decidí darme un bañito en la piscina y luego tomar algo de sol, a ver si pillaba algo de colorcito para lucir palmito en la boda. En esas estaba yo, tomando el sol boca abajo, cuando siento que me estan mirando. Me doy la vuelta y allí estaba mi "tío", a escasos metros, mirándome. Yo no sabía el tiempo que llevaba ahí porque no le había escuchado llegar pero me daba la impresión que bastante. Y lo mejor de todo es que sólo llevaba puestos unos calzoncillos muy ajustados. Notó mi sorpresa al verlo así y en un español muy pobre me intentó explicar que quería darse un baño pero que no tenía bañador. Yo le dije que no pasaba nada y él se metió al agua. Yo me hacía la dormida pero no paraba de mirarlo. No sólo tenía un cuerpo de escándalo si no que también era muy atractivo y simpático. Cada vez lo entendía menos.
Como el sol apretaba decidí meterme yo también en el agua y refrescarme. Ya una vez dentro nos acercamos para hablar. A él le costaba mucho expresarse en español y a mi me daba la risa. Era una situación un tanto cómica. En esas estábamos cuando mi padre se asomó desde la terraza para decirnos que iba al sastre y que nos quedábamos solos. Una idea pasó por mi mente, y no estaba segura de que fuera una buena idea.
Entre risas empecé a tirarle agua y él también lo hacía ... una cosa llevó a la otra y cuando me quise dar cuenta estaba subida a su espalda intentando hundirlo, pero no había manera. Si casi ni darme cuenta consiguió cogerme y ponerme delante de él, mi espalda contra su pecho, y me rodeó con sus brazos para atrapar los mios.
- Ahora no puedes ahogarme - atinó a decir.
¡Como si prefiría hundirle a sentir su paquete en mi culo! jaja.
Yo hacía como si me intentara zafar pero lo que procuraba era restregar mi cuerpo lo más posible con el suyo para excitarlo, y a juzgar por la dureza que sentía entre mis nalgas lo estaba consiguiendo. Él no abría los brazos pero comenzó a tocarme los pechos disimuladamente, supuestamente como consecuencia del forcejeo ... La cosa iba viento en popa.
En un momento dado mi tío me dio la vuelta y me puso mirándole a él, tras lo que me abrazó con fuerza y nuestros cuerpos se pegaron sin espacio ni para agua.
- Y ahora no puedes hacer nada - me dijo con una sonrisilla picarona.
Que no! Ingenuo! Ahora podía hacer lo que quisiera! Rodeé su cintura con mis piernas y antes de que él pudiera reaccionar le planté un beso lo más profundo y apasionado que pude. Él al principio no reaccionó pero en cuestión de instantes su lengua buscaba la mía y sus brazos pasaron de abrazarme a cogerme del culo para que con fuertes movimientos me restregara contra él. Se nos nostaba a los dos con ganas y muy excitados, demasiado para no hacer más cosas y ahí mis vecinos podían vernos. Desenrosqué mis piernas de su cintura y le miré con deseo. Salí de la piscina, me enrollé la toalla y me saqué el bikini. Se lo lancé y le dije:
- Te espero en el sotano -
Nuestra casa tenía un sótano muy grande en el que estaba el salón de juegos, con un sofá enorme en el que yo perdí la virginidad hace ya muchos años. Así que me senté en dicho sofá, abrí la toalla y me quedé esperando. Por un momento pensé que se había echado atrás pero por fin apareció por la puerta. Me miró. Yo tengo bastante buen tipo. Mis tetas son grandes y duras, soy delgada y tengo buen culo. Podía ver como los calzoncillos no le bastaban y la punta de la polla le salía por encima. Hacía tiempo que no veía una de ese tamaño y estaba deseando que fuera mía, por lo que en cuanto se acercó a mi me eché para adelante y comencé a besarle los abdominales mientras con una mano se la sacaba. Era larga pero lo que más me impresionó de ella era su grosor. Comencé a lamersela entera, de arriba a abajo, jugando con sus huevos mientras le pajeaba. Lo debí de hacer bien porque él no paraba de suspirar y de cogerme la cabeza para empujarme contra ella. Estaba deseando que se la comiera y el deseo era mutuo.
Por fin me la metí. Tuve que abrir bien la boca. Comencé a comérsela como mis años de experiencia me han enseñado. Con suavidad, de arriba a abajo, jugando con la lengua, ayudándome con una mano y con la otra jugando con sus huevos y siguiendo más abajo hasta su culo. Esto nunca me ha fallado. Cuando llevábamos así un rato, Charly comenzó a ponerse tenso y me apartó. No quería terminar aún. Eso me gustó.
Se reclinó para besarme mientras sus manos acaraciciaban con delizadeza mis pezones ... Una comenzó a bajar y llegó a mi vagina. Buscó y encontró mi clitoris ... Comencé a gemir y me eché para atrás, tras lo cual el se arrodilló delante de mi, me abrió las piernas y comenzó a darme una de las mejores comidas que hasta la fecha me han dado. Me devolvía el favor y ahora era yo la que le empujaba la cabeza contra mi. Alternaba su lengua juguetona con sus dedos, que no sé ni cuantos me metió ... y al igual que yo había hecho con el suyo, él también jugaba con mi culo. Aunque yo, a diferencia de él, si que me corrí. Fue un oirgasmo muy intenso y sentido.
Despues se sentó a mi lado y yo sin dudarlo me senté sobre él. Comencé a frotar mi empapado coñito con su polla hasta que ésta volvió a estar dura y grande ... y con un poco de maña y sin necesidad de tocarla, me la metió ... la primera vez poco a poco ... pero cada vez más rápido. Me follaba cada vez con más fuerza, cogiéndome de la cintura para moverme con sus fuertes brazos. Mis tetas saltaban y de vez en cuando él conseguía lamérmelas. Notó que me iba a correr y cambió el ritmo para que sus embestidas fueran lo más profundas posibles. Grité. Vaya que si grité. Si hubiera habido alguien en la casa sin duda nos habría oido.
Sin haberse corrido él aún, hizo que me parase y me levantara. Me hizo dar la vuelta y así como estábamos, él sentado y yo delante de él, me abrió las nalgas y comenzcó a lamerme el culo. Primero fue la lengua y luego los dedos. Los pasaba por mi coñito para mojarlos y luego me los metía en mi culito. Yo seguía suspirando y no veía la hora en que me lo follara también. Cuando estuvo suficientemente dilatado me atrajó hacía él y me fui sentando poco a poco sobre su polla, que lentamente se habría paso dentro de mi culo. Cuando por fin entró toda supé que lo peor ya había pasado. Comencé a moverme poco a poco y el ardor inicial se convirtió rapidamente en placer. Él me dejaba hacer y, mientras una mano jugaba con una de mis tetas, la otra jugaba con mi clitoris ... Comencé a moverme cada vez más deprisa. Quería que se corriera dentro de mi y devolverle todo el placer que me había y que me seguía dando. Entre mis gritos pude oir como su respiración se aceleraba, comenzó a gemir, noté como se le tensaba el cuerpo, iincliuda la polla y quise salirme para que acabara sobre mi, pero él me cogió y me siguió moviendo hasta que sentí como se corría. Paramos. Me levanté. Noté como mi coñito y mi culo goteaban. Me pasé un dedo por los dos y empapado como estaba me lo llevé a la boca, mirándole con cara picarona, y lo lamí. El se rió. Yo me reí y me marché a la ducha.