La boda de mi hermana

El dia de la boda de mi hermana me encontre con dos hombres...

Era el día de la boda de mi hermana mayor, ese día fue agotador, toda la mañana la habíamos pasado preparando los últimos detalles y arreglándonos para su gran día. Esa noche traía puesto un hermoso vestido dorado, que era el mismo que usaban todas las damas de honor, pero mis curvas hacían que resaltara más que las demás. Llevaba un corsé demasiado ajustado que hacía resaltar mis enormes pechos, parecía que estos se podrían salir en cualquier momento. La falda era holgada y larga y debajo de esta sólo llevaba una diminuta tanga. Traía tacones muy altos y el pelo recogido dejando descubiertos mis hombros y mi espalda, acentuando aun más mi escote.

Llegada la noche los invitados iban llenando el salón, y después de haber saludado a la gran cantidad de familiares y amigos lo único que quería era relajarme. Decidí sentarme un rato en la mesa donde se encontraban dos de mis amigas para poder tomar algunos tragos con ellas, ya pasado un gran rato una de ellas me comentó que había invitado a su novio y a dos amigos más. Me pareció una buena idea, no porque la estuviera pasando mal con ellas si no porque sentía que le hacía falta algo a esa noche tan especial.

Cuando por fin llegaron, note que los dos amigos del novio de mi amiga eran bastante guapos, ambos de traje, al momento no pude decidir a cual de ellos dirigir mi atención. Continuamos tomando y divirtiéndonos pero después de unas horas decidimos salir un rato a tomar aire y alejarnos de la multitud. Nos dirigimos al auto de uno de ellos que se encontraba estacionado justo frente al salón, del lado contrario de la calle.

Después de un rato nos subimos al coche ya que hacía frío, pero no queríamos regresar a la fiesta ya que sabíamos que adentro no podría pasar algo más. En la parte de atrás se subieron mis dos amigas y su novio y yo me senté adelante en medio de los dos amigos. Ya empezaba a sentirme un poco mas desinhibida, y estar sentada en medio de los dos hacía que pasaran pensamientos indecentes por mi cabeza. De repente comencé a besar a uno de ellos, inmediatamente sentí un calor que recorría todo mi cuerpo, sus besos eran largos y apasionados, mientras acariciaba con ambas manos mi rostro. Al mismo tiempo sentí unas manos recorrer mi recorrer mi espalda, agarrándome fuertemente de la cintura, giré mi vista y vi a mi otro amigo que me miraba con deseo. No pude contenerme y comencé a besarlo también.

Así, mientras besaba a uno el otro comenzó a agarrar mis pechos. Lentamente fue bajando mi corsé hasta dejar mis pechos descubiertos. Al verlos ninguno de los dos pudo contenerse, así que ambos empezaron a lamerlos, uno en cada pecho. Los succionaban y los mordían, yo sentía como vibraba todo mi cuerpo de placer, como mi vulva se mojaba y crecía. Sentí que la mano de uno de ellos recorriendo todo mi cuerpo, levantando mi vestido hasta llegar a mi pubis. Empezó a frotarlo por encima de mi tanga, yo sentía como se humedecía cada vez más. Podía ver que mis amigas me miraban desde el asiento de atrás, sorprendidas de ver lo que estaba pasando pero no podían quitarme la vista de encima.

Mientras uno seguía acariciando mis pechos el otro comenzó a bajarme la tanga, sentía las manos de ambos recorriendo mis piernas hasta tocar mi sexo, uno de ellos bajo para besarlo, lamiéndola de abajo a arriba, introduciendo su lengua haciéndome gemir de placer. Después introdujeron un dedo cada uno moviéndose de forma diferente haciéndome sentir placer como nunca lo había sentido.

Uno de ellos se pasó al asiento de atrás donde estaba otra de mis amigas, ellos comenzaron a besarse, yo podía ver como ella frotaba su miembro, después desabrocho su pantalón dejando ver la gran erección que tenía. Ella comenzó a lamerlo, a succionarlo con fuerza, yo no podía dejar de verlos. Me calentaba muchísimo la imagen de mi amiga mamándosela.

Así que, me recosté en uno de los asientos y el otro se coloco encima de mí, fue levantando mi falda, yo empezar a frotar su miembro, lo tenía durísimo, sentía como se movía dentro de su pantalón como ansiando salir de ahí. Baje sus pantalones y tome su pene con fuerza, introduciéndolo en mí. Y entonces él empezó a penetrarme con fuerza, como si quisiera lastimarme, pero solo lograba que me gustara más. Yo lo tomaba de su trasero, jalándolo hacia mi, deseando que me penetrara más adentro. Mi otro amigo estiro la mano desde el asiento trasero y masajeaba mis senos. Mientras que uno me besaba el cuello. Yo estaba tan extasiada que ya no podía mas, comencé a venir, a gemir y a gritar de placer. Los dos comenzaron a venirse también, uno dentro de la boca de mi amiga y el otro dentro de mí. Yo me retorcía empujaba mi cuerpo hacia él, hasta que estalle en un orgasmo delicioso. Disfrute de la sensación y de la vista unos segundos más.

Después regrese a la boda como si nada, pero con una sonrisa que nadie me podía quitar.