La Boda (acto 2)
2ª parte del realto la Boda.
La Boda (acto 2)
Después de la cena el primer baile como siempre había sido para los novios, un vals bastante largo que nos dejó un tanto atónitos a todos por lo bien que lo hacían.
Lo debían haber ensayado muchas veces. Poco a poco fueron empezando al bailar el resto de los invitados. Yo no me encontraba con muchas ganas de bailar así que me quede alejado de la pista de baile.
Pasado el rato ya no podía apartar la vista de Yolanda, después de lo que acabábamos de hacer hacía apenas unas horas. En la vida se me paso por la imaginación que Yolanda acabara pidiéndome semejante favor.
Con esa imagen en mi mente Salí a la calle a tomar el aire, aunque lo intente no era capaz de dejar de pensar en tema.
- ¿Se puede saber qué haces aquí? – Pregunto Yolanda saliendo por la puerta maniobrando con el aparatoso vestido.
- Tomando el aire.
Enebro su brazo en el mío y apoyo su cabeza sobre mi hombro.
- ¿Cómo puedes estar tomando el aire el día de mi boda?
- Nada, ¡Algo que me ronda la cabeza!
- Pues no pienses y acompáñame. – Dijo tirando de mí.
Para llegar a la sala de la boda teníamos que atravesar un jardín enorme. Poco antes de acceder a la sala dio un giro a la derecha llevándome a una zona oscura apartada de la puerta.
Se colocó en cuclillas frente a mí y me desabrocho los pantalones. Mi polla quedó frente a su cara completamente empalmada.
- ¡Vaya! ¿esto es por mí?
- ¡Ya te digo!
Entonces se la metió en la boca y comenzó a chupármela haciéndome una de las mejores mamadas que me habían hecho en mi vida.
Le cogí la cabeza y comencé a follarle la boca contoneando las caderas adelante y atrás mientras sus labios me apretaban cariñosamente la polla.
La acción de meter y sacar no tardo en producirme unas inmensas ganas de correrme. Intente sacársela de la boca pero ella no me dejo y siguió chupándome.
El relax me llego cuando poco a poco descargue mi semen dentro de su boca. Yo extasiado me caí de espaldas contra la pared. Yolanda se levantó haciendo el gesto de tragar.
- Vamos de dijo. – mientras trataba de que el vestido no le entorpeciera los andares.
- ¿Te los has tragado?
- ¡Uhnn ¡ -- gimió a la vez que se relamía.
Luego se fue al salón de la boda y mientras yo estuve allí apartado a un lado intentando recuperar el latido de mi corazón.
La mejor boda de mi vida.