La boda

La boda es una historia real, en la que Marcos le es infiel a su novia con una amiga de esta.

LA BODA

Hoy era un día de esos en los que uno se tiene que comportar ,dar una buena imagen , sobre todo pensando que la siguiente boda sería la mía. Para colmo de mis males mi novia era dama de honor ya su prima del alma Marta era la que se casaba , lo que me obligo a sentarme en el primer banco de la iglesia.

Lo peor de todo era la mesa en el banquete. Sus amigas eran bastante descerebradas y a parte de hablar de ropa y maquillaje poco más. La mesa estaba ocupada por diez personas de las cuales solo tres éramos hombres. Pero el sexo masculino era del mismo palo que el femenino.

Decidí pues abstraerme de las conversaciones y observar a las chicas que allí había. En la mesa que ocupaba había alguna que estaba muy bien , sobre todo una , Miriam.

Miriam era una chica morena con grandes ojos oscuros y una sonrisa de color perla. Pero lo mejor de ella era su sonrisa que no dejaba de emitir en ningún momento.

Llego la hora del baile , mi novia se dirigió a la pista de baile con sus amigas y yo decidí acercarme a la barra. Desde lejos divisaba el percal que había y como no en especial a Miriam.

Mis ojos se fijaban una y otra vez en aquel vestido asimétrico de color negro y blanco que dejaba a la vista una hermosas piernas morenas. Yo notaba que ella me devolvía las miradas. Con el transcurrir de la noche cada vez lo hacía más , hasta el punto de mirarnos fijamente durante largos segundos.

Me gire y pedí otra copa al volverme estaban frente a mi Miriam y Susana. Susana era la prima mayor de mi novia y creo que Miriam era su mejor amiga. Sin duda Susana era la que mejor me caía de su familia. Ambas me cogieron del brazo y me arrastraron a la pista de baile. Querían que bailase , pero yo no estaba por la labor , así que Susana me ofreció conversación. Seguía cruzándome miradas con Miriam más de cerca sin importarme a escasos metros estaba mi novia. Notaba que yo cada vez era más descarado , quizás por el alcohol , miraba su cadera su escote. Así que decidí retirarme. Me acerque a mi novia para decirle que me iba y que si se quería quedar. Ella asintió y Susana dijo que no me preocupara que la llevaría ella de vuelta a casa.

Recorrí el largo pasillo del Hotel , para atajar ya que mi coche se había quedado en el parking de arriba subí la escalera que daba al restaurante , ya cerrado ,y antes de salir me dirigí al baño. Cuando mi mano toco la puerta note una ligera caricia. Me gire , era ella tras una mirada que duro unos segundos ella recorrió la distancia que nos separaba y me beso. Continué aquel beso cada vez más apasionado. Ella se retiro y cogiéndome de la muñeca miro a ambos lados y me introdujo en el baño. Observe el entorno y decidí colocar una pesada papelera para que nadie nos molestara.

Mi americana ya estaba en el suelo como su bolso de mano. Mis manos en sus caderas y mientras caminábamos en dirección a la larga meseta de mármol. Ella me quito cada botón de la camisa a la vez que su lengua tocaba mi pecho e iba descendiendo , al llegar a mi pantalón abrió la hebilla y saco mi pene. Comenzó a chuparlo mientras yo emitía pequeños gemidos de placer. Observaba como ella introducía mi miembro por completo en su boca y a la vez masajeaba mis huevos con su mano. Mis gemidos iban en aumento y en vista de que me correría si seguía chupandomela la levante del suelo y la subí encima de la plataforma. Seguíamos besándonos apasionadamente mientras mis manos bajaban la cremallera situada en su espalda dejando al descubierto unos pechos redondos con una aureola negruzca y los pezones erectos que me hizo casi instintivamente lamerlos.

Miriam a largaba su mano a mi pene y me masturbaba mientras yo seguía chupando. Me eleve de nuevo y metí mis manos bajo el vestido al llegar a la ropa interior hice fuerza para bajársela. Ella elevo su culo del mármol favoreciendo mi maniobra. Su vestido quedaba totalmente plegado en su cadera como si fuera un cinturón. Ante mi un coño hermosísimo. Su bello púbico se limitaba a una estrecha tira en el centro mientras que el resto estaba totalmente rasurado. Me excito más aún si cabe y no pude más que agacharme y disfrutarlo. Comencé a lamer su sexo húmedo por las circunstancias , haciendo hincapié en su clítoris lo que produjo unos largos suspiros , pronto note que se venía y eleve mi cabeza mientras seguía acariciando su clítoris ,ella movía su pelvis con movimientos atropellados mientras con su boca totalmente abierta emitía fuertes gemidos.

Una vez acabado su orgasmo me dijo : " metemela de una vez , metemela". Saque mis pantalones y calzoncillos del todo y acercando mi miembro a su rajita lo introduje de un empujón sin ninguna dificultad. Comencé a darle cada vez más fuerte. Aquel frío mármol producía además una sensación contrapuesta a nuestro calor que favorecía más nuestra satisfacción. Sus tetas se movían como pequeños flanes entre pequeños susurros de ella pidiendo que siguiera. Decidió cambiar y con un leve empujón así me lo hizo saber. Se bajo de la piedra y tras una sonrisa me dio la espalda frotándome su hermoso culo con movimientos giratorios. Apoyo sus brazos en la meseta y bajo su espalda dejando su trasero en forma de pompa a tiro.

Me acerque por detrás y volví a introducírsela. La nueva posición me permitía que mis movimientos fueran aún más profundos. Aproveche para acariciar su clítoris lo que produjo grandes suspiros de placer. Ella elevaba su cabeza con lo que su pelo caía por su espalda a la vez que seguía susurrando "dame más , por favor , dame más". Todos aquellos flases almacenados en mi retina en forma de imágenes producían que cada vez mis movimientos fueran más fuertes , de tal manera que iba acercando su cadera de nuevo a la piedra , hasta por fin tocar con ella. Mi excitación me hizo tomar la iniciativa y cogí su pierna derecha a la altura de su rodilla y la eleve colocándola en la plataforma. Esto produjo que mis envestidas fueran más profundas lo que derivo en un nuevo orgasmo de Miriam.

Sus convulsiones produjeron en mi una reacción y dándole la vuelta de nuevo la cogí en volandas y la apoye contra la pared. Introduje mi miembro ,ella estaba completamente en el aire y su cara y la mía estaba a escasos centímetros. Hizo aquel momento hizo aquello más intimo. Nuestros gemidos se transformaron en susurros a la vez que nuestros ojos se miraban fijamente. Poco a poco mis movimientos eran más rápidos y los gemidos más seguidos.

Un golpe en la puerta nos sobresalto haciendo girar nuestras caras hacía ella. Por un momento nuestros corazones parecía que nos iban a salir del pecho , cuando la persona al otro lado desistió al notar el peso de la papelera. Miriam agarró mi cara colocándola frete a la suya de nuevo y susurrándome : "sigue follandome, sigue".

Mis envestidas fueron otra vez a más mientras ella seguía diciéndome cosas "sigue" o "dame más". Mi eyaculación era inminente y ante la falta de preservativo me retire bajando a Miriam al suelo. Ella actuó quitando mi mano y frotando ella mi pene mientras se agachaba. En pocos segundos una generosa corrida baño sus pechos y parte de su cara. Ella continuo masturbándome hasta que salió mi última gota de esperma.

Alargue mi mano y recogí varios trozos del papel para secar las manos y se los ofrecí a Miriam que una sonrisa se incorporo y los recogió. Terminamos de recoger la ropa y vestirnos , me peine para maquillar lo que había ocurrido. Ella me pidió que todo quedara entre nosotros y así fue. Disimuladamente volvió a la fiesta y yo a hurtadillas me fui a casa , no en balde yo me había marchado a caso hacía una hora. Recuerdo aún aquella experiencia como la mejor de mi vida por lo que estoy muy agradecido a Miriam por el placer que me brindo y su silencio.

Ocho meses después acudió a mi boda y alguna sonrisa picara nos hizo recordar aquella historia.