La boda (2)

Mi mujer estaba sentada con los pies encima del sofá con las piernas abiertas y con el dedo se tocaba suavemente la raja de su chochito por encima de la braguita, mirando a su hermana, entonces apartó con un dedo el tanga a un lado dejando ver su raja abierta y empezó a acariciar el clítoris con suavidad masturbándose.

LA BODA (CONTINUACIÓN)

Mi mujer pasó por mi lado limpiando la mesa y con cara de mala chica dijo:

Esta noche viene mi hermana ha tomar una copa con nosotros después de cenar, su marido tiene el turno de noche.

Entonces me acordé del trato que hicimos mi mujer y yo cuando volvíamos de aquella noche loca que fuimos de boda. Desde entonces cada vez que hacemos el amor nos inventamos algo nuevo.

Cogí la indirecta y empecé a prepararlo todo, hice unas llamadas de confianza, cenamos y después de la cena llegó Yoli.

Nos sentamos en el sofá los tres y charlamos un buen rato con unas copas de vino de Oporto, bromeamos sobre lo sola que se queda una cuando su marido trabaja de noche, y los desarreglos sexuales a causa de los turnos de trabajo, está cansado y se duerme, sobre la masturbación y lo útil que es en ciertas ocasiones. Cuando los cuerpos estaban calientes por el Oporto, sonó el timbre de la puerta. Fui a abrir y traje al saló un invitado inesperado para ellas.

Mi mujer y su hermana se quedaron con la boca abierta mirando. El invitado era un muchacho de unos 20 años atlético y fuerte, bien parecido y con aspecto juvenil, muy moreno con el pelo rizado engominado. Lo presenté, se llamaba José, lo hice sentar al lado de mi cuñada.

Mi mujer no dijo nada me miró con complicidad y sonrió, en cambio mi cuñada que sospecho de inmediato lo que era aquel chaval, me miro con desaprobación separándose unos centímetros de su lado.

Al cabo de un rato estábamos los tres hablando y divirtiéndonos, tomamos confianza, entonces me levanté puse música y le dije:

José, ¡haznos un strip-tease, venga!.

Se levantó al momento y con gracia empezó a quitarse la ropa lentamente hasta quedarse en un tanga muy pequeño, en el que apenas le cabía dentro su miembro que marcaba un buen bulto, se giró por detrás mostrándonos sus glúteos firmes sin dejar de bailar, la tira trasera del tanga se le metía dentro del culo, se agachó un momento apartando la tela del interior mostrando todo el agujero del culo y los testículos que le colgaban por detrás, Yoli se puso la mano en la cara como diciendo "aquí que está pasando", pero no dejaba de mirar al muchacho de arriba abajo, mi mujer también estaba sorprendida, no se creía que yo hubiese preparado esto.

De repente, Yoli saltó del sofá poniéndose a bailar como una loca con el muchacho, era música de discoteca con mucho ritmo, a un metro del chico saltando, estaba preciosa, bronceada, con el pelo rubio, muy liso, ojos negros, delgada con un buen culo y senos firmes de 27 años, la falda de vuelo corta saltaba al ritmo del baile, él intentaba arrimarse a ella, pero ella se apartaba y seguía bailando. Estuvieron un buen rato así hasta que mi cuñada cansada se sentó en el sofá, entonces se levantó mi mujer a bailar también saltando, pero cuando el muchacho se le acercó, al contrario que Yoli, no huyó y se dejó restregar por él, que la apretaba con su bulto echando las caderas hacia delante y abrazándola por delante y después por detrás. Mi mujer se dejaba hacer sin dejar de bailar, el muchacho la abrazó, entonces paró de moverse, las manos del chico se posaron en su culo y levantaron su minifalda vaquera, que aunque era apretada subió hasta arriba quedándose como si fuera un cinturón, llevaba una minúscula braga tanga color blanco con encajes, lo que hacía que su culo pareciese un pastel adornado para comérselo, las dos manos se agarraban a los glúteos de mi mujer separándolos dejando ver toda la raja del culo de mi mujer desde el sitio donde estábamos sentados Yoli y yo.

Yoli me mira y sonríe como diciendo, mi hermana se ha vuelto loca, pero noto en su cara un acaloramiento fruto de la excitación que le producía el espectáculo, el muchacho aprieta el cuerpo de mi mujer bailando y con los dedos de una mano le recorre la línea de la raja del culo llegando hasta la parte inferior por donde le sobresalen los pelos de su chochito por detrás.

José se aparta de mi mujer un poco y se saca el slip de un tirón quedando su miembro libre, un pene de buen tamaño de color marrón oscuro, un glande rojo que se contoneaba al ritmo de la música, el muchacho bailó exhibiéndose ante nosotros dejando a mi mujer a un lado con la faldilla arremangada y con los brazos cruzados, lo dejó solo y se sentó en el sillón opuesto al que estábamos Yoli y yo.

El muchacho se acercó con aquel aparato bailando ante mi cuñada arrimándole el pene a la cara, ella respondió girando la cara a un lado y otro huyendo de aquel glande, él insistió sosteniendo con su mano la base del pene apuntándole a la boca, entonces ella no apartó la cara sacó la lengua y con una risa le dio un lengüetazo en el glande y apartó la cabeza, diciendo.

Vale, ya está, ya la he chupado

Pero mi mujer desde el otro lado contestó

¡No vale!, Tienes que metértela en la boca y chuparla.

Mi cuñada sonrió con cara de vergüenza, abrió los labios y alojó todo el glande dentro de su boca, mirando a su hermana como pidiéndole su aprobación, entonces mi mujer le dijo

Ahora mueve la cabeza adelante y hacia atrás para que entre toda en tu boca

Yoli con la boca llena empezó a imprimir un movimiento de bombeo a aquel pene, sacándolo totalmente de la boca y volviéndoselo a meter dentro sucesivamente. Poco a poco mi cuñada empezó a tomárselo en serio por la cara de excitación que ponía, cerrando los ojos y chupando con intención de dar placer a aquel chico y a sí misma, agarrándolo por los glúteos para poder comérselo mejor.

Mi mujer estaba sentada con los pies encima del sofá con las piernas abiertas y con el dedo se tocaba suavemente la raja de su chochito por encima de la braguita, mirando a su hermana, entonces apartó con un dedo el tanga a un lado dejando ver su raja abierta y empezó a acariciar el clítoris con suavidad masturbándose.

Yo, me quité la ropa, me quedé desnudo y fui hacia donde estaba mi mujer con el pene totalmente erecto, haciendo como el muchacho le coloqué el glande sobre los labios, ella me besó justo donde está el agujero del pene, se lo metió en la boca chupándolo hasta ensalivarlo y se lo sacó de la boca, yo estaba de pié ante ella y lo agarró con la mano subiendo y bajando el pellejo que cubre el glande, hizo que me diese la vuelta y acercando su cara por detrás, sin levantarse, empezó a chuparme por la raja del culo hasta llegar al agujero del ano, con la lengua jugueteaba con el aro que forma la entrada del culo, sin dejar de mover la piel del pene de arriba a bajo.

Mi mujer paró de repente, se levantó y empujándome me hizo sentar en el sofá para colocarse de pié delante mí, en la misma posición que estaba yo, inclinando el cuerpo me acercó la raja de su culo hasta la cara. Tenía el chochito totalmente húmedo con los pelitos mojados, con las manos abrí su raja haSta ver los dos agujeros claramente abiertos y empecé a aplicar mi lengua sobre ellos, primero en la vagina subiendo hasta el ano, con las mano por delante le buqué el clítoris para masturbarla, lo tenía tan hinchado que sobresalía de los labios exteriores de su vagina. Mi mujer empezó a apretar el culo contra mi cara untándome de sus jugos vaginales hasta la nariz, mis dedos estaban tan untosos que sin querer se iban hacia dentro de la vagina como si se los chupara.

Se apartó mi mujer y sin decir nada se puso arrodillada en el suelo apoyando los codos en el asiento del sofá, levantó el culo y mirándome a la cara me dijo:

Ya estoy preparada

Entendí sus palabras recordando la promesa que le hice, me levanté y fui hacia el otro sofá donde mi cuñada estaba sentada con las piernas levantadas con el chochito totalmente abierto y el muchacho le chupaba desde el clítoris hasta el ano en un movimiento de sube-baja con su lengua, ella tenía los ojos cerrados y la boca abierta mostrando su placer al macho.

Agarré al muchacho del brazo y se lo quité de delante, dejando a mi cuñada sola con el chochito abierto, lo lleve hasta donde estaba mi mujer con el culo levantado, lo hice arrodillar detrás de forma que se quedó con su pene vibrante a unos centímetros de su culo, mi mujer me miró a la cara, abrió un poco mas las piernas levantando mas si cabe su culo.

Mostraba sus dos agujeros sin pudor, entonces cogí con la mano el pene del muchacho con cierta aprensión, y lo encaminé a la abertura de su vagina, el chico ayudó cercando sus caderas hacia mi mujer, lo restregué en la raja de su chochito hasta alojar el glande en su entrada y quité la mano, entonces el chico empujó clavándosela totalmente si moverse se quedaron los dos unos segundos quietos acoplados, entonces aparté al muchacho desclavando el pene de su interior y lo cogí con la mano, estaba totalmente lubricado por los jugos de la vagina de mi esposa, lo apunté contra el agujerito de su culo y apreté con la mano empujando el pene a su interior. Mi mujer miraba como lo estaba haciendo complacida, entonces el muchacho empezó a clavarlo en su interior poco a poco, ella puso cara de dolor pero pronto cambió a cara de placer diciendo:

Así clávamela despacito,............., así ayúdale así cariño con tu mano, ............., así hasta el fondo,..................., mira como se hunde esta polla en el interior de mi culito.

El muchacho empezó a bombear cada vez más rápido, sacando y metiendo aquel pene dentro del recto de mi mujer, yo puse la mano entre las piernas de mi mujer buscándole el clítoris y me agache para poder acariciárselo, la postura era incómoda, busqué una mejor, les hice abrir la piernas a los dos en la misma postura me acosté en el suelo con la cabeza a la altura de la raja de mi mujer y las piernas estirado en el sentido contrario por debajo del muchacho, así podía ver la introducción perfectamente y al mismo tiempo masturbar a mi mujer con los dedos de una mano moviendo el clítoris y con la otra metiendo dos dedos en el interior de su vagina, metiéndolos y sacándolos en su chochito húmedo.

Desde mi lugar podía ver también a Yoli, que seguía sentada en el sofá con las piernas abiertas y masturbándose con frenesí, con cara de asombro de vernos a su hermana y a mí lo que hacíamos, se levantó y vino hacia nosotros, se acercó a mí y me hizo una señal y dijo:

Sal de ahí debajo y ven

La obedecí, cuando logré salir ella está en el suelo a cuatro patas también pero apoyada con los codos en el suelo con un cojín, el culo totalmente levantado y con las piernas y nalgas totalmente abiertas, me dirigió con la mirada hacia detrás de ella y me coloqué de pie con las piernas flexionadas para poder llegar a encara mi pene en su vagina que señalaba casi hacia el techo a causa del arqueo de su espalda, le puse la polla sobre la entrada moviéndola de arriba a bajo frotando la raja totalmente mojada, flexioné mas las piernas empujando con las caderas y moviendo el culo de atrás para delante, entró todo acoplándose al interior de su vagina como un guante.

Mientras tanto el joven muchacho seguía bombeando el culo de mi mujer, mientras ella se masturbaba con las dos manos, al cabo de unos minutos levantó su cuerpo sin despegarse, con el pene clavado pegando la espalda al pecho del muchacho, fundidos en un abrazo, empezó a dar gemidos diciendo

Me corro, ........... Así tócame el clítoris mientras me follas, ........... Ahhhhggggggg, me corrooooooooooooohhhhhhhhhh.

Entonces el muchacho empujó su polla hasta dentro de su culo gritando también, casi levantándola del suelo con la embestida y la sacó de dentro expulsando un gran chorro de leche sobre su culo, volvió a clavársela ahora en la vagina empujando y levantándola del suelo con la segunda embestida le soltó un segundo chorro en el interior de su vagina a lo que mi mujer grito:

Así me gusta córrete dentro de mi chochito calentito,.............., aasiiiiiii suéltame toda la leche calentita que tengas en tus testículos, .................. que bueno estaaaaahhhhh.

El joven sacó su pene y se lo puso entre los glúteos soltando las ultimas gotas en la raja de su culo, los dos totalmente manchados por al cantidad de esperma se tumbaron en el suelo el abrazando a ella por la espalda.

Yo estaba ya muy caliente, en mis testículos no cabía mas semen, por un momento no podía creer lo que estaba viendo:

Mi mujer, con el chocho untado de esperma, el culo chorreando , se había acabado de follar a un muchacho que le yo había proporcionado, por otro lado mi cuñada la tenía debajo de mí con el culo totalmente abierto, dando gemidos de placer pidiendo que la folle mas fuerte, mientras yo estoy bombeando dentro de su vagina con mi polla a punto de reventar, entonces mi mujer se incorporó dejando el chico solo en el suelo y untando sus dedos con semen que había soltado el muchacho en su vagina, empezó a masturbar a Yoli acariciando fuertemente su clítoris y untándolo con el esperma, mi cuñada empezó a gemir mas fuerte, por delante, con una mano el clítoris de Yoli y con la otra por detrás de mí acariciando mis testículos llegando hasta la raíz de pene, acariciando el trozo de miembro que queda fuera de la penetración con cada embestida.

Sin parar de follar con mi polla, le metí el dedo poco a poco dentro del ano a mi cuñada, se volvió como enloquecida moviendo su culo y sus caderas, gritó y empezó a apretar con fuerza mi dedo con los esfínteres de su culo, yo notaba mi polla totalmente mojada, entraba y salía tan engrasada que tenía que imprimir mas velocidad al bombeo para mantener el contacto del pene con la vagina, tras lo cual noté como una embestida de semen empezó a subir desde lo mas hondo de mis testículos a través de todas la cañerías que llevan hasta el pene, atravesando el canal interior de mi polla hasta llegar a la punta de mi glande, entonces se me contrajeron todos los músculos del pene y del culo para expulsar aquel torrente de leche. Un gran chorro de semen salió con tanta presión que golpeó hasta la matriz de mi cuñada que dio un quejido de gusto, nuestros orgasmos se acoplaron y mi pene soltó cinco o seis chorros de leche que fueron todos hasta el interior de la vagina de Yoli, que apretaba el culo para que no se le escape ni una gota. Por detrás mi mujer seguía metiéndome el dedo en el ano y acariciándome los testículos estrujándolos para que suelten la ultima gota de leche.

Mi mujer, cogiendo el pene por la raíz lo extrajo de dentro de la vagina de su hermana y recogió el resto de los jugos para untarlos por los pelos de su chochito.

De repente sonó un móvil, mi cuñada lo recoge de encima de la mesa, se lo pone en el oído y contesta:

dime cariño, ......................... si aun estamos despiertos, ......................., si cariño, ahora me voy a acostar.

Sin quitarse el teléfono de la oreja se cercó al muchacho, lo agarra de la mano para que se levante, y cuando está de pie, le coge la punta del pene y tirando de él se dirigió hacia la habitación conduciendo consigo al muchacho de la punta de su polla, sin dejar de hablar por teléfono con su marido susurrándole.

Tranquilo cariño, pensaré en ti mucho,................., me voy a la habitación y te llamaré cuando este allí, con las piernas abiertas, masturbándome, para que me oigas y puedas masturbarte escuchando.