La Boda - 2

Llegamos al Hotel y la primera sorpresa en la frente, por fin entiendo porque esas dos buscaban a alguien de confianza...

La Boda – 2

Como recordareis, tras hablar de mis exnovias, le devolví la curiosidad, preguntándole a Susana sobre su ex…

• Bueno, y cambiando ahora de tercio, me toca preguntar, ¿qué te paso a ti con tu exnovio?

• Pues que se quemó la relación. Llevábamos un par de años con ella un poco tocada por culpa del trabajo, nuestros horarios, económicamente no íbamos mal, pero tampoco como para tirar cohetes. Al poco de conseguir este trabajo y mejorar mi situación laboral, en vez de mejorar, empezamos a discutir casi por cualquier cosa, luego se agudizo aún más con mi ascenso y los viajes que tengo que realizar cada dos por tres… Al final la relación no aguantó, y terminó saltando por los aires… -vi como sus ojos parecieron perderse, mientras por mi parte comenzaba a ver por dónde iban los tiros.

• Supongo que con este trabajo que tienes ahora, desde el principio empezarías a ganar más dinero que él, ¿no?

• Si, veo que has visto rápido el fondo del problema…

• No ha sido muy difícil tal y como lo has explicado…

• Al comenzar a trabajar en este puesto y comenzar a entrar aún más dinero en casa por mi parte, en lugar de relajarnos como pensé que pasaría, pues podríamos ir mucho más desahogados y tomarnos las cosas con más calma, el muy gilipollas trato de aumentar su ritmo de trabajo para igualar mis ganancias. Cuando estábamos juntos discutíamos casi por cualquier cosa. Luego, cuando me ascendieron y al mayor aumento de dinero se unió el comienzo de mis viajes, llegaron los celos y sus sospechas sobre lo que hacía o dejaba de hacer en ellos… Un fin de semana, cuando regresé de una reunión en Lisboa me encontré con la casa vacía, se había marchado llevándose todas sus cosas, como despedida me dejo una simple hoja de papel acusándome de todas las sandeces que se le ocurrieron, incluyendo el engañarle con otros en mis viajes…

• ¿Y lo hiciste?

• No, nunca -negó con la cabeza apoyando su afirmación-. Cuando estoy con alguien soy leal con mi pareja, además, en estos viajes ni aunque quisiese -se sonrió. Excepto para trabajar y dormir, los demás no sé, pero yo no veo como poder sacarle más horas al día para hacer otra cosa diferente. Siempre veo el aeropuerto, la habitación de mi hotel y el sitio donde tengo que reunirme, he viajado a muchas ciudades y no he logrado ver ni una sola todavía más allá de los trayectos en taxi…

• Los celos son jodidos y muy malos consejeros… ¿trataste de arreglarlo y hablar con él después?

• No, tengo que admitir que una vez se me paso el cabreo inicial por la forma tan cobarde de romper, me dio igual, entre comillas. Sinceramente me molesto más por las acusaciones que vertía que por el dejarme de ese modo, incluso a la larga me alegré de evitarme el enfrentamiento, no sé cómo habríamos salido si lo que me escribió me lo llega a decir a la cara. Me di cuenta de que lo nuestro estaba acabado, pero eso no quita para que a ese mierda hijo de puta lo tenga atragantado, pero por otros motivos, no por la ruptura como tal. Como compartimos muchos amigos, me enteré que apenas un mes después de largarse, comenzó a salir con una que por lo visto había conocido en su trabajo… y muy poco después se fueron a vivir juntos.

• Y ahora tú sospechas que mientras te acusaba a ti de engañarle, él sí que te los estuvo poniendo a ti con su actual pareja, ¿no?

• Efectivamente, conociéndolo no me cuadra el registro de tiempo que me han contado, y varias personas, algunas de confianza que se que no me mentirían en eso, por lo que me lo creo. No trago con eso de que en menos de un mes salga con ella y que dos meses después de separarnos ya estuviesen viviendo los dos juntos sin más, sin haber tenido más relación antes que la de simples compañeros de trabajo. Sinceramente, a estas alturas ya me da casi igual si fue así o no, pasé página, entendí que no merecía la pena amargarme por ese impresentable. Pero no quiero ir sola a la boda, sé que me va a restregar a la tía con la que está en los morros solo por joder en cuanto no venga nadie conmigo… -para decir no importarle ya casi, su tono desde luego destilaba rencor a raudales.

• Bueno, eso ahora está solucionado -decidí cambiar de tema-, vas a ir con nuevo novio, solo espero que te hayas planteado bien lo que esto significa si quieres que cuele…

• Si, se a lo que te refieres, besos, abrazos, complicidad… lo sé, y créeme que estoy dispuesta a ello… -replicó con firmeza.

• Joder, lo has dicho como si fuese a ser un calvario y prefirieses ir al dentista sin anestesia antes que hacer algo como eso… Muchas gracias por lo que me toca… -sonreí irónico.

• Tenía razón Eva, eres un poco cabrón -se rio-, sé que me has entendido perfectamente, así que no me vas a enfadar para ver el genio que me gasto…

• Así que la buena de Eva también te aviso, ¿no?

• Si, me contó lo que hablasteis por teléfono la noche que nos conocimos y me advirtió que antes o después tratarías de enfadarme para verme "en mi salsa".

• ¿También te contó que le pregunte si se estaba metiendo a casamentera entre los dos…? -la mire sonriente.

• Si, cuando yo misma le hice también esa pregunta, me comento que ya se la habías hecho también tú, y supongo que igual que a mi, te juraría y perjuraría que no lleva esa intención…

• ¿Y tú la crees?

• Si no llega a ser porque no me presiono ni un solo instante con que aceptase ir contigo, no la hubiese creído. Pero dado que me dejo a mi libre albedrio el que fueses tu o no, y cuando nos reunimos prácticamente llevaba el no por bandera, si, la creo.

Después de esto la conversación se dispersó en varios otros temas, al final cuando me marché eran las once de la noche pasadas. Quiero aclarar que el Dúplex de Susana era como el doble de tamaño que mi propio piso, con ser este bastante grande, con tres amplias habitaciones con baño más otro en la planta baja, una principal de tamaño más que considerable, cocina comedor tipo americano, terraza con jacuzzi y barbacoa de obra incluidos. Durante la conversación logré sacarle que se lo había comprado al ser ascendida junto con un coche nuevo, supuse que, si el dinero ya era un problema entre ambos, esa muestra de poder económico por su parte termino de darle a la relación un golpe mortal en toda la línea de flotación. Los restantes problemas de celos y demás por parte de su ex, considere que no eran más que el efecto colateral que termino por destruirles como pareja por completo. De esto pasamos a hablar de nuestros respectivos trabajos, si bien ella se explayo bastante, por mi parte fui un poco oscuro con el mío, sin dar los suficientes detalles como para que supiese de verdad lo bien que me ganaba la vida, exactamente igual que con todo el mundo. Lo cierto es que, pese a todo lo que hablamos y pese a ser algo que deberíamos de haber hablado por si preguntaban, supongo ahora toro pasado que a ninguno nos interesó por nuestros propios motivos, ya que ni en un solo instante salió a relucir por parte de ambos el nombre de la empresa en la que trabajábamos. Susana y yo teníamos la misma edad, de hecho, ella es mayor que yo por veinte días, fue una de las cosas que comentamos por si preguntaban por los cumpleaños, y demás.

El jueves Susana paso por mi casa para recogerme muy temprano, ya que quería salir antes de que nos pillase caravana. Antes de salir la invite a subir a la misma para enseñarla. Quería que supiese como era, la distribución de mi casa y demás por si acaso nos hacían alguna pregunta al respecto, tanto de su casa, que ya había visitado, como de la mía. El coche de Susana era un BMW X7 que por su matrícula tendría más o menos un año, verlo me acabo de confirmar que tanto el dúplex como ese coche debieron de suponer un torpedo directo a la línea de flotación de su relación si como ella me explicó, ya estaban teniendo problemas a costa de que ella ganaba más dinero que él. Durante el viaje estuvimos de lo más entretenidos intercambiando datos, tratando de crear una historia convincente de modo que tuviésemos que falsear lo menos posible para evitar pillarnos los dedos. El hotel era una autentica preciosidad a orillas del mediterráneo.

Cuando llegamos se hicieron cargo de nuestro equipaje y del coche de Susana, hicimos el registro y fuimos acompañados a la suite que ella tenía reservada. Tras dejar allí nuestras maletas, le di una buena propina al botones para después cerrar la puerta y recorrer la habitación, donde me llevé la primera en la frente cuando vi la enorme cama de matrimonio que había…

• ¿Y esto? -señale a la cama.

• Pues obvio, la cama, ¿no? -sonrió.

• Por tu sonrisita supongo que no es ningún error y que en todo momento has sido consciente de esto, ¿o me equivoco?

• Para nada, y antes de que me preguntes, si, Eva también lo sabía…

• Empiezo a entender porque buscabas que te acompañase alguien de "confianza" a esta boda y no encontrabais a nadie -crucé los brazos mirándola seriamente.

• Obvio, aunque en la sala de estar hay un sofá muy cómodo…

• Bien, me gusta eso de que vayas a dormir en el sofá…

• ¿Cómo dices? -frunció el ceño.

• Digo, que, si es tan cómodo, vas a estar en él en la gloria, porque ya te digo desde ahora, que yo pienso dormir en la cama.

• Vale, igual que yo. Dije lo del sofá por si te sentías incomodo durmiendo conmigo, no porque te estuviese diciendo que lo hicieses allí.

• Entonces no te importa compartir cama conmigo, ¿no?

• La verdad, no, en absoluto, Eva responde por ti y yo confío plenamente en ella. Además, por lo poco que he visto de ti se que no te me vas a aprovechar de la situación, dormiremos los dos la mar de a gusto y relajaditos… -me dio unas cariñosas palmaditas en un hombro que me sonaron poco menos que a recochineo con un toque de ironía.

• Pues mira, después de esta jugarreta, yo que tu no estaría tan segura de que no decidiese aprovechar "la ocasión", como tú dices. Oye, que igual hasta te pone que lo haga… -le trate de devolver la pelota.

• Pues nada, hazlo, tu pásate, aunque solo sea un poquito, que veras como te va a poner de marchoso la patada en los huevos que te iba a meter… -sonrió de forma beatifica, pero echando chispas por los ojos.

• Bueno, bueno, eso ya lo veremos… -le piqué riéndome.

• Dejando esto a parte, que te parece si nos vamos a ver los pueblos cercanos y de paso comemos por ahí…

• De acuerdo, me parece un buen plan.

• Pues venga

• Oye Susana -se volvió para mirarme-, sabes que antes o después vas a tener que encontrarte con él y con todos tus amigos, ¿verdad?

• Si, lo sé -me contesto seria-, pero la verdad es que estoy un poco cansada del viaje y ahora mismo no me apetece aguantar a nadie, ni   a los suyos, ni a los míos y muchísimo menos al imbécil ese. Por eso prefiero que nos vayamos los dos por ahí… si te parece bien.

• Ya te dije que sí, que el irnos esta tarde y hacer un poco de turismo los dos me parece una magnifica idea. Además, se nos esta echando encima ya la hora de comer, y te confieso que tengo hambre.

• Pues venga, vámonos antes de que nos crucemos con alguien y se nos apunten…

Cuando llegamos a la puerta del hotel el coche nos estaba esperando, supuse que Susana en algún despiste mío habría llamado a recepción para que nos lo llevasen. Tanto las visitas como la comida estuvieron de lo más entretenido, Susana la verdad es que como pareja de visitas o de comida era muy entretenida y merecía la pena ir con ella. Después de la comida hice intención de llamar a Eva mientras íbamos de un pueblo a otro, estaba comenzando a marcar cuando Susana me pregunto si llamaba a Eva, ante mi afirmación me pidió que esperase un momento y configuro el manos libres del coche para mi teléfono. Al mirarla sorprendido me dijo que ella también quería hablar con Eva y de ese modo podíamos hacerlo lo dos a la vez… No me negué, además, sonreí para mí al pensarlo… Tras responder Eva e identifícame…

• Eva cariño, sabes que eres un poquito hija de puta, ¿verdad? -pregunte con retintín.

• Veo ya has descubierto que solo tenéis una habitación para los dos y la cama es de matrimonio -me soltó irónica mientras se reía.

• Es toda una putada, esta te la guardo…

• Venga no te enfades, eras el único tío en el que podía confiar que no pretendiese aprovechar la ocasión… Deberías de sentirte halagado de ello…

• Eva no me toques las narices que me lio la manta a la cabeza y le meto mano a tu amiga a la primera que se me presente. Que menudo fin de semanita que me has preparado… te aseguro que de esta te vas a acordar mona… -mire de reojo a Susana a la que le estaba costando no soltar la carcajada al escucharnos.

• Menos lobos, no te hagas el mártir que no cuela... mono -me soltó con recochineo.

• ¿Qué no me haga el mártir? Eva, que me has metido a compartir cama con tu amiga Susana… Que esta buena no, lo siguiente, que tiene media docena de polvos y la voy a tener a centímetros durante la noche y en la misma cama… -me sonreí al ver como a Susana al escucharme le dejo de parecer graciosa la situación.

• Como Susana te escuche decir eso de ella… -se rio.

• Bueno, pues teniendo en cuenta que vamos en su coche y con el manos libres, diría que nos ha estado escuchando, y que por su cara creo que muy atentamente…

• ¿Susana…? -preguntó sorprendida Eva.

• Hola Eva. Oye, ¿estas segura de que tu amiguito Pedro aquí presente de verdad no es un capullo? -estalló en carcajadas siguiéndola con ellas Eva a través del teléfono.

• Un poquito si, pero solo lo justo, querida, ten en cuenta que es un hombre, tampoco le podemos pedir peras al olmo… -dijo riendo Eva.

• Vaya par de brujas -me reí-. Oye Eva, ahora en serio, me lo tenías que haber dicho, lo de la cama me refiero.

• ¿Te hubieses negado?

• Sabes que no, me lo pedias tú y no, no me hubiese negado, pero no me gusta lo que has hecho

• Lo siento, fue una chiquillada, pretendía que fuese una broma, sabia de sobra que aun así no te negarías. Créeme que si hubiese tenido alguna duda te lo habría contado para que decidieses…

• Disculpas aceptadas, pero me esta me la debes, y mucho más gorda que antes…

• Vale, te debo una gordísima. Susana, ¿todo bien por ahí?

• Perfectamente, tenías razón en todo, y muchas gracias por esto. Y yo te debo una a ti muy gorda.

• Bueno, eso será si no te enamoras de Pedro, ¿no? -empezó a reírse escandalosamente.

• Sera más bien, si él no se enamora de mí, ¿no? -le replicó, estallando a su vez en carcajadas…

• Bueno, os dejo que tengo que prepararme, tengo planes para esta noche y ya voy retrasada… chiaooooo… -tras eso colgó.

Tras colgar Eva, a Susana la risa todavía le duro un par de minutos más. Durante toda la tarde y hasta la cena, estuvimos viendo los pueblos de los alrededores, y lo cierto, confieso, que me lo pase muy bien con ella, prácticamente como si hubiese estado Eva conmigo, el mismo plan de colegueo. Después de cenar y mientras nos marchábamos de regreso al hotel vimos un desvió donde se indicaba la presencia de un mirador en lo alto del acantilado de la costa, le pedí a Susana que lo tomara. Estuvimos allí un buen rato, sentados en el murete que hacía de pared hacia el mar y que nos llegaba más o menos a medio muslo. Estuvimos hablando allí de sus amigos y amigas, de quien era cada uno, de lo que podía esperarme de ellos y quienes eran los… "peligrosos". Estábamos para irnos ya casi cuando se me ocurrió una opción que no había tenido en cuenta todavía y que preferí aclarar…

• Susana, una pregunta…

• Dime…

• Se me acaba de ocurrir, no me lo había planteado antes porque mi intención era estar únicamente contigo y no tontear con nadie, dado que se supone que soy tu novio. Pero no sé qué opinas tú de esto, entonces si surge algo, ¿cómo lo hacemos? o, mejor dicho, ¿qué hacemos?...

• Como has dicho, oficialmente estamos saliendo, por lo que no debe de haber "algo" con nadie por ninguna de las dos partes -contesto muy seria.

• Vale, punto aclarado. Ahora el siguiente, si alguien se pone pesado o pesada, ¿interviene el otro o cada uno solucionamos nuestro problema? -vi cómo se quedó un momento pensativa.

• Creo que lo mejor sería que cada uno trate de solventar la papeleta por su cuenta, solo si vemos que es "complicado", entonces sí, que intervenga el otro.

Después de esto decidimos regresar al hotel y acostarnos, porque con la tontería ya eran las once de la noche pasadas y al día siguiente no queríamos levantarnos muy tarde. Esa misma noche recibí la primera en la frente con Susana, si, ingenuo de mi al principio pensé que para dormir sabiendo lo de la cama de matrimonio usaría algún tipo de pijama, me saco de mi error a los diez minutos de estar en la habitación. Se metió al servicio para cambiarse mientras yo lo hacía en la habitación, pensando que ponerme para dormir, ya que pensando en habitaciones separadas para ponerme no tenía más que un par de bermudas que de milagro y pensando en el mar había metido en la bolsa de la ropa. Por lo menos cuando entramos dejamos tan solo un par de pequeñas luces encendidas en la habitación, lo que la dejaba en poco menos que una semipenumbra, no sabéis como después di gracias por ello.

Cuando Susana salió del baño lista para acostarse casi me da un soponcio, la niña llevaba para dormir una braguita y un top que le quedaba medio palmo por encima del ombligo… y con el par de tetas que se gastaba… Bufff. Me empalme al instante, cosa que, pese a la poca luz, se notó perfectamente, aun con el bóxer, los bermudas y la camiseta por encima de este, para colmo la cabrona se dio cuenta comenzando a reírse a carcajadas. Confieso que se me cruzaron los cables, ni corto ni perezoso me quité los bermudas ante sus asombrados ojos, luego me metí tranquilamente en la cama con el bóxer, la camiseta de manga corta y una carpa que hacía que las del circo se quedasen pequeñas… Y no penséis que la hija de su madre se inmuto, que no, tardo aun unos minutos en dejar de reírse por "la carpa" y meterse también en la cama. Tardo poco en dormirse, parecía que estuviese sola en la cama, y no con un tío empalmado que prácticamente estaba solo con la ropa interior a su lado. Confieso que me dormí, aunque tarde lo mío, acordándome de Eva y de todos sus muertos por el embolado en que me había metido, pensando en los días con sus noches que aún me quedaban por pasar junto a Susana, pero sobre todo y casi en exclusividad, en las noches, en la misma cama… en cómo estaba de buena la hija de su madre, y para colmo de males con esa ropita para dormir… ¡¡¡Madre Mia, que noches me esperaban, joder la que se me avecinaba!!!

CONTINUARA