La Boda 1

Dominación lésbica. Porque cada vez que veas ese anillo te acordarás de este momento, por mucho que pasen los años el recuerdo que se te quedará será tu a 4 patas con el vestido que tanto te ha costado conseguir, comiéndole el coño a tu ama y no te acordarás de esta boda solo de lo cerda que eres..

Buenas soy

24hF4ToLive

y este es el segundo relato que tenía pensado, espero que os guste más incluso de lo que os ha gustado la historia de Diana. Como siempre espero que lo valoréis, en los comentarios me digáis que os ha parecido y algún consejo, ya que aún no tengo mucha experiencia.


Esta es la historia, del día más importante de mi vida. Soy Nerea tengo 28 años y hoy es el día de mi boda, llevo años soñando con este momento todo bien preparado y nadie podía fastidiarme este día o tal vez si…

Estaba en la habitación del hotel a medio vestir con mi mejor amiga y una de las damas de honor, hoy era el día más especial de mi vida mi boda, no me lo podía creer me iba a casar con el amor de mi vida a unas pocas horas para ver el trabajo de un año llevado a cabo, habíamos invitado a muchas personas incluso alquilamos plantas enteras del hotel solo para que nadie se lo perdiese.

Yo estaba en la parte más alta, en la habitación nupcial o así la llamaban, me estaba colocando el vestido de bodas, un vestido que había tardado muchísimo tiempo en sastres para que sea perfecto igual que el de mis sueños de niña, me miraba al espejo casi sin poder moverme, tenía las manos temblorosas y Raquel me ayudó a calmarme.

-(Raquel) Joder Nerea estás preciosa con ese vestido, quien iba a pensar que con el historial de parejas que has tenido ibas a acabar siendo la primera del grupo que se casase.

-(Nerea) Llevo ya 3 años con Sergio desde el primer día que lo conocí sabía que él era distinto.

-(Raquel) Ya está cielo, mírate en el espejo. Dijo subiéndome la cremallera del vestido.

Yo me miré en el espejo, se me cayó una pequeña

lágrima ya que

llevaba muchos nervios, ese vestido blanco como el de una princesa, agarré las manos a Raquel y le miré a los ojos.

-(Nerea) Gracias Raquel, pero quiero estar solo ahora si no te importa.

-(Raquel) Claro, si necesitas algo estoy en la habitación de enfrente. Dijo mientras cerraba la puerta.

Yo me senté en una silla, respirando como si hiciera meditación mi corazón palpitaba sin parar, aquel día sabía que iba a ser especial, escuché como la puerta se abría, pero no me giré a ver quién era imaginado que Raquel se hubiese dejado algo.

-(Nerea) Raquel no necesito nada gracias.

Escuche como se cerraba la puerta y unos pasos acercándose a mí por detrás.

-Estás preciosa Nerea, cuando hace que no nos vemos.

Me giré asustada identificando aquella voz clara y directa, era Helena una chica la cual conocí hace años y fuimos amantes durante muchos años, con ella había tenido miles de experiencias sexuales durante años y me acordé llevaba 1 año sin verla desde que mi novio me pidió matrimonio justo aquel día…

-(Helena) Que pasa ¿Parece que has visto un fantasma? ¿No te alegras de verme?

Allí estaba Helena, la única mujer que consiguió que tuviera sexo con mujer, aquella diosa que me convirtió en su sumisa durante años, llevaba el mismo vestido negro ceñido de escándalo el mismo que el primer día que la vi.

-(Nerea)

Co

… Como

…has

entrado

…Qu

… ¿Qué haces aquí?

-(Helena) Sergio, tu novio. Dijo mirando mi anillo. O mejor dicho tu futuro marido, soy amiga suya desde hace años, pero nunca me esperaba que se casara contigo y cuando me enteré, aunque dolida decidí venir.

-(Nerea) A

…Amiga

de

…de

Sergio. Dije temblando.

-(Helena) Preciosa con ese vestido, hace años que no te veía, pero no has cambiado.

-(Nerea) Que... ¿Qué quieres?

-(Helena) Solo había venido a darte la enhorabuena o que pasa te has olvidado de todo lo que hemos vivido, eso le dolería mucho a tu ama. Dijo sería.

-(Nerea) No

…Ya

no eres mi ama.

-(Helena) Me duele mucho que digas eso, yo que he venido con el mismo vestido de aquel día seguro que te acuerdas, pero me falta algo, algo que te di aquel día y seguro que lo tienes aquí. Me miró de arriba abajo.

-(Nerea) No

…No

sé de qué me hablas.

Le mentí, me acuerdo perfectamente de cada instante de aquel día y si sabía que le faltaba era el tanga rojo que ella llevaba aquel día, mi ama tenía razón lo tenía conmigo lo llevaba puesto debajo del vestido.

-(Helena) ¿Segura? No te acuerdas de esto. Me dijo sacando su móvil.

Era una foto mía de

las miles

que tenía estaba atada al techo de una habitación con aquel tanga, al ver esas imágenes me acordé de muchos momentos con ella momentos los cuales me pusieron cachonda.

-(Nerea) Si

…Lo

tengo…

-(Helena) Así me gusta ya sabes que no me puedes mentir, ¿Y dónde está?

No le dije nada la mire y agache la mirada.

-(Helena) ¿Qué pasa la zorra lo lleva puesto?

-(Nerea) No soy una zorra y sí lo llevo puesto no recordaba que era tuyo…

-(Helena) Entiendo que lo lleves te hacía un culo de escándalo, pero no me hagas reír eres una zorra y una guarra que te vas a casar con un tanga que solo de ponértelo te mojas ¿Y sabes por qué? Por qué te acuerdas aún de mí.

No le dije nada, estaba temblorosa, mi ama tenía razón me puse aquel tanga a conciencia sabiendo que aquel tanga me daba tantos recuerdos, toqué un momento mi coño y estaba un poco mojado y ella lo sabía. Era una pesadilla o una fantasía, tenía muchos recuerdos de ella, me acordaba todos los días cuando me masturbaba pensado en aquellos recuerdos que tenía con mi ama, pero lo tuve que dejar quería a mi novio así que intente desaparecer, mi ama sabía perfectamente como excitarme, sabía que cualquier cosa que dijese yo lo haría si llegaba a calentarme hasta el punto de no volver atrás.

-(Helena) Zorra arrodíllate.

Yo no dije nada, mi instinto me hizo arrodillarme, aquella situación me ponía como loca verme allí en la habitación del hotel con el vestido de boda puesto, a horas de casarme con el chico de mis sueños, y mi ama allí de pie sonriendo sabiendo que siempre he sido suya y que siempre lo seré.

-(Helena) Parece que no te has olvidado, ven aquí perra chúpame los pies.

Yo fui gateando con todas las dificultades que tenía y me incliné allí mismo chupando sus pies como hace años, no sabía por qué hacía esto, porque había vuelto a mi lado de sumisa que llevaba años sin sacar, aun sabiendo que estaba mal yo estaba allí y no le dije que no, tenía una sensación extraña que nunca había experimentado sentirme así me hacía subir al cielo.

-(Helena) Para no ser una zorra estas de rodillas con el coño encharcando tu vestido de bodas a menos de una hora de pasar por el altar.

Aquellas palabras fueron el detonante en mí, no pude aguantar más mi ama había conseguido que llegase al punto de no retorno.

-(Helena) Venga levántate.

Me levanté con lágrimas en los ojos que ella de un lametón en mis mejillas me limpió.

-(Helena) Vamos a disfrutar, aunque sea por última vez.

-(Nerea) Si mi ama… Dije con la cabeza agachada mirando sus zapatos.

-(Helena) Me va a venir perfecto que el vestido tenga esa falda porque te voy a follar con el puesto.

-(Nerea) Te lo suplico ama, no hagas eso… El vestido no.

-(Helena) Pero si ya lo tienes

mojado cerda

que más te da.

-(Nerea) Tienes razón ama como siempre perdona por esta insolencia.

-(Helena) No has perdido nada de tu

diciplina

.

-(Nerea) La última vez que nos vimos, me entró miedo fue cuando mi novio me pidió matrimonio, le dije que sí, pero en mitad de la noche cogí el coche para ir a verte necesitaba ver a mi ama.

-(Helena) Querida, siempre has sido una zorra desde aquel día que te vi. Dijo mientras con una mano me peinaba y con la otra me bajaba el escote.

Con su dedo, quitó el escote dejando mis tetas desnudas ante ella, le encantaban, y por mi ama dejé de llevar sujetador solo para que se me marcasen los pezones constantemente, comenzó a darme besos en las tetas y a hacerme un chupetón de tal manera que no lo viera nadie, pero a mí me encanto, llevar aquella marca de mi ama en las tetas que en cualquier descuido en el altar mi novio se diese cuenta, jugaba con mis pezones

los lamia

y chupaba, yo solo gemía, ya que en esa planta solo estábamos las damas de honor y la novia. Dejó mis tetas y me dio un beso metiéndome la lengua un morreo que hacía años que no había tenido, se separó de mí y se sentó en la cama.

-(Helena)

Zorrita

sabes que toca. Sacó mi collar y correa.

Me la puso apretada como siempre y me pegó un tirón para que me colocase entre sus piernas, me dejó allí tirada y abrió la puerta de par en par para que mis gemidos retumbasen por todas las paredes de aquella planta.

-(Nerea) Ama nos pueden escuchar.

-(Helena) Alguna vez has tenido ese problema o donde está la Nerea esa que iba a playas nudistas solo para que la vieran follar conmigo.

No le dije nada, ella sabía todos mis secretos oscuros había hecho miles de guarradas con ella y no podía negar mi excitación en hacerlo, que abriese la puerta realmente me puso cachonda que Raquel me viera así estaba a tal nivel de excitación que me daba igual solo quería correrme allí a los pies de mi ama como los últimos años.

-(Helena) Creo que ya sabes qué hacer pedazo de cerda. Dijo abriendo sus piernas.

No llevaba tanga, ya que como había dicho le faltaba el tanga que llevaba yo, cosa que me excitó más saber que mi ama se acordaba al igual que yo de cada detalle de aquel día, conocí a mi ama cuando apenas tenía 18 años, ella era unos años mayor que yo, yo había salido sola sin mis amigas por primera vez y cuando la vi no pude resistirme en menos de 10 minutos estaba de rodillas comiéndole el coño en los baños de aquel bar, me encantó sentirme así y por eso seguimos el contacto durante tanto tiempo, por mucho que tuviera novios durante aquella época siempre que me llegaba el mensaje de mi diosa iba corriendo hacía sus faldas y nunca mejor dicho, daba igual donde o donde estuviera estaba en cuerpo y alma unida a ella, la última vez fue cuando mi novio me pidió matrimonio, aquel día fui a verla y solo me dio un beso no me hizo nada más me dejó durante un año noches y noches esperando este momento el día más importante de mi vida, mi boda y el momento perfecto para que mi ama demostrase que aunque pase el tiempo siempre seré suya.

Me lancé a su coño agarrando sus caderas con mis manos hoy le iba a demostrar todo lo que ella me enseñó, ya que la primera vez era una sumisa inexperta y aunque solo había tenido experiencias lésbicas con ella me había enseñado a ser una buena puta, primero le pegue un gran lametón casi desde el culo hasta el clítoris solo para limpiar el flujo que tenía, después unos besos por los muslos y alguno en su agujero, era algo que a ella le encantaba que fuera directa si no que disfrutase de comerle el coño, ya que no siempre podía, ya que era muy sensible, comerle el coño era un privilegio y podía solo hacerlo en momentos de excitación máxima de mi ama que eso ya me llevaba a mí casi al límite, puse mi lengua dura

i

la introduje lentamente en su coño y comencé a mover mi lengua sin un patrón con un movimiento irregular que recorría todos los puntos de su interior haciendo que ella pusiera los ojos en blanco mirando al techo y agarrándome del pelo pegándome de forma brusca a su coño.

-(Helena) Aquí está la zorra que adiestré durante tantos años y que tanto me ha hecho gozar comiéndome el coño a minutos de casarse.

No paraba de repetirlo me iba a casar y estaba allí engañando al hombre de mi vida, a las primeras de cambio eso me ponía cachonda al ver que seguía siendo la misma cerda que con 18 años que lo único que le gustaba era el sueño con aquella mujer una diosa en la tierra, no paraba de repetirlo quedaban minutos, quedaban minutos para ir al altar y cada vez que lo decía mi coño se mojaba aún más solo con la razón de que he sido, soy y siempre seré de la propiedad de mi ama por mucho que pasen los años.

-(Helena) No veas como estoy disfrutando de tu lengua zorra,

a

merecido esperar un año para este momento, verte convertida en una esclava completa.

Comencé a jugar con su clítoris.

-(Helena)

Ohhhhhhhhhhhh

si dale un buen baile a mi clítoris zorra.

Y eso iba a hacer comencé a lamer y a jugar con su coño haciendo presión o simplemente aprovechar las zonas rugosas de mi lengua para dar placer como ella me había enseñado, toqué un momento mi vestido para comprobar si ya se me notaba la mancha de mi flujo y sí mi coño chorreaba sin parar como hizo aquella vez que la vi, también succionaba su clítoris, ya conocía a mi ama y sabía que ya estaba a punto de correrse y llenarme de su flujo por como gemía y jadeaba mi mirada subió a impactar con la suya tardó uno segundos en bañarme de flujo, tenía su flujo en mi boca,

cara tetas

e

incluso había manchado mi vestido, pero me daba igual me trague todo lo que pude y me levantó con la correa de forma agresiva, con su dedo corazón me cogió un poco de flujo de la comisura de los labios.

-(Helena) Levanta el vestido zorra. Me dijo de forma autoritaria.

Y así hice me levanté el vestido de novia, me bajó el tanga a las rodillas y me metió el dedo corazón en mi coño sin preguntar mezclando sus flujos con los míos.

-(Nerea)

Ahhhhhhh

. Solté un gemido no pude aguantar más.

-(Helena) Se ve que tu coño ha chorreado hoy lo que no ha podido en 1 año ¿Qué pasa follarte la misma polla todos los días te ha acabado aburriendo?

-(Nerea) Si mi diosa, solo he deseado tu coño durante todo este tiempo.

-(Helena) ¿Y sin tan desesperada estabas porque no viniste a 4 patas como la perrita que eres?

No dije nada, su dedo estaba apoderado de mi coño yo no le quité la mirada, ya que sabía que iba a ser peor.

-(Helena) ¡Contesta zorra! Dijo mientras me soltó un guantazo en toda la cara.

Me recompuse como pude, tocando con mi mano mi mejilla roja seguramente me quedaría con aquella marca durante aquel día.

-(Nerea) No lo sé ama no creo que fuera bueno para mi matrimonio yo le quiero y aún ser tu esclava me gustaría casarme con él.

-(Helena) Y lo vas a hacer, te casaras y yo estaré allí para verlo, porque cada vez que veas ese anillo te acordaras de este momento, por mucho que pasen los años el recuerdo que se te quedará será tú a 4 patas con el vestido que tanto te ha costado conseguir, comiéndole el coño a tu ama y no te acordarás de esta boda solo de lo cerda que eres.

-(Nerea) Ama tienes razón me intenté separar de tus pies y no pude porque te necesito si no solo soy una simple y sucia cerda.

-(Helena) Y aún mejor tener una esclava que será mi juguetito toda su vida y encima cornuda y casada ¿Algo mejor?

-(Nerea) Siempre lo seré ama seré suya porque solo sirvo para eso.

Metió tres dedos sin dificultad, ya que estaba

superdilatada

por mis agujeros gracias a miles de guarradas hechas con mi ama y por lo mojada que estaba.

-(Helena) No veas como he deseando volver a follarte el coño pedazo de puta.

Metió sus 4 dedos en mi coño y comenzó a follarme sin parar allí en mitad del salón, yo comencé a jugar con mis tetas pellizcando fuerte mis pezones para disfrutar de aquel momento, nos mirábamos a los ojos conectando nuestros cuerpos y nuestras mentes, me lancé a besarla mientras sus dedos me follaban de manera agresiva.

-(Nerea)

Ahhhhhhhh

.

Escuché unos pasos, en el pasillo y me asusté, pero mi ama tubo una idea.

-(Helena) Mira zorra parece que viene tu amiguita así que vamos a darle una sorpresa.

No me dijo nada sacó sus dedos de mi coño y me los metió en la boca de forma violenta, estiró de mi correa y me llevó allí a la puerta toda empapada incluso con manchas de flujo en mi cara y vestido, sé colocó detrás de la puerta escondiéndose como pudo escondiendo un poco la correa, aunque no me la quitó, yo vi a Raquel acercarse rápido hacía mi habitación ya con su vestido puesto, mi ama me levantó mi vestido y metió 4 dedos y me comenzó a masturbarme sin parar.

-(Helena) A ver qué tan buena zorra eres, tú lo único que vas a hacer es que ella no entre.

-(Nerea)

Ahhhhh

, si mi diosa haré lo que pueda.

No dije nada, no podía casi hablar, tenía las piernas temblando, ya que mi coño estaba siendo follado sin parar por sus dedos, me encantaba como lo hacía me llevaba a los extremos de mi cuerpo.

-(Raquel) Joder Nerea que haces así aun, ¿Y qué te has hecho estás empapada?

-(Nerea)

Na

…Nada

ya

…Ya

bajo dame… 10 minutos.

-(Raquel) ¿No quieres que me quede contigo se te ve nerviosa no paras de sudar? Raquel pasó su mano por mi escote cogiendo un poco de flujo de mi ama.

-(Nerea) No

…N

…No de verdad

…pu

…puedo

sola.

-(Raquel) Vale, pero no tardes. Sé fue hacia su habitación.

Yo cerré la puerta pegando mi pecho a la puerta cayendo rendida a punto de correrme como no hacía en años, pero mi ama me miró sería.

-(Helena) Parece que a esta no tardas mucho en convencerla esta deseando comerte el coño.

-(Nerea) Es mi mejor amiga ama.

-(Helena) Pues ahora va a ser mi nueva mascota ¡A 4 ya zorra!

Me coloqué y me estiró de la correa de forma brusca, me hacía daño, pero yo me iba arrastrando por el suelo siguiendo con dificultad los pasos de mi ama, vimos como Raquel iba hacía el ascensor, pero mi ama la frenó en seco.

-(Helena) ¡Tu zorra ven aquí!

Ella se quedó parada, aunque no se giró, nosotras nos acercamos hasta ponernos enfrente de Raquel, ella estaba temblando cuando me miró así a 4 patas y con aquella correa en las manos de mi ama, no me atreví a mirarla, pero sabía que sentía para ella yo durante toda mi vida había sido una cerda de irme con tíos sin parar hasta que encontré a mi novio solo verme así ya le dio la razón fui soy y seré una cerda.

-(Helena) ¿Zorra cómo te llamas?

-(Raquel) Ra

…Ra

…Raquel.

-(Helena) Bueno zorra te voy a dar la oportunidad de tus sueños y es follarte a esta cerda aquí mismo en el suelo como buenas mascotas que sois las dos.

Yo no me atrevía a decir nada solo miré a Raquel de arriba abajo yo estaba avergonzada y excitada mi coño incluso había dejado un rastro por la planta del hotel, miré a los ojos a Raquel, tenía una mirada de desconcentración, bajé la mirada y tenía el vestido mojado.

-(Helena) A mí no me vas a mentir zorra llevas años

desenado

fallártela así que aprovecha porque será de las últimas veces que lo hagas.

-(Raquel) Va

…Vale

.

-(Helena) Bien cerda tú te vas a tumbar en el suelo a comerle el coño a la zorra esta que se te corra encima como yo he hecho.

Me bajé el escote sacando mis tetas a pasear y me tumbé en el suelo en aquella moqueta de terciopelo rojo, Raquel le dio el tanga a mi ama que se lo colocó, ella igual que yo llevaba un vestido acabado en falda y al quitarse el tanga dejó su coño cayendo en mi cara hasta que se sentó encima de mí, estaba mojada solo de pensar en que yo le comiera el coño así que la hice gozar, le comencé a comer el coño sin parar nada de besos directa a recorrer todo su coño, mi ama nos miraba y se tocaba lenta enfrente nuestra disfrutando de verme así, escuché sus tacones caminar un poco, era unos tacones altos de aguja finos de unos 13 cm, ella levantó un poco el pie indicándome que abriese las piernas me iba a follar con el tacón, eso hizo me introdujo el tacón y me comenzó a follar lento, ya que por la posición era difícil, estaba dejando un charco en la moqueta. Raquel se tocaba las tetas y gemía sin parar, si aún quedase alguien en aquella planta ya la hubiera escuchado gemir no paraba era una perra en celo.

-(Helena) No te contengas zorra hazla tuya demuestra todo lo que has tenido ganas de hacerle en estos años.

Ella giró su mirada y me miró a los ojos, me agarro del pelo y comenzó a moverse moviendo sus caderas haciendo que no pudiese respirar.

-(Raquel) Vamos puta, cómeme

él

coño que seguro que eres una experta.

Me sorprendió escuchar aquellas palabras, me estaba a punto

de córreme

y mi ama lo sabía así que dejo de follarme con su tacón yo me decidí a comerle el coño a Raquel como nunca, comencé a jugar con su clítoris succionándolo, pasando mi lengua sin parar haciéndola explotar casi al instante, levantó un poco su cadera y sus chorros invadieron mi cara, boca y tetas dejando aún

más

mi vestido empapado y lleno de manchas no le bastó eso

sino

que también se limpió el coño en mi vestido dejándolo todo manchando.

-(Helena) Muy bien zorras, ahora creo que toca que se corra la cerda esta que lleva años esperando, tu zorra te puedes ir ya ahora nos toca a nosotras.

Raquel no dijo nada, se fue mirándonos sin

parar, ya que

le gustaba vernos ella estaba aún con más ganas de follarme.

-(Helena) Bueno cerda ahora vamos a ir a mi habitación.

Me estiró de la correa y fuimos a su habitación, llegamos allí y me sentó encima de la mesa del comedor.

-(Helena) La primera vez que te saqué de paseo llevabas este mismo

plug

en el coño y hoy es un buen momento para que te lo vuelvas a poner. Dijo mientras me lo metía en el coño.

-(Nerea) Ama te lo suplico déjame correrme ahora no podré resistir con esto en el altar.

-(Helena) Parece que vas entendiendo mis planes te vas a correr cunado tú quieras solo tendrás que aguantar la vibración en tu coño.

Tragué saliva y asentí sabía que al notar las primeras vibraciones de aquel

plug

me correría como no había hecho en años.

-(Helena) Y encima de cerda cornuda una tardona, venga vámonos. Me quitó la correa.

Yo iba a ponerme de pie, pero no me dejó.

-(Helena) Tu cerda hasta que yo no te diga no vas a andar como una persona.

Y así hice me volví a colocar notando el roce del

plug

entre mis piernas, fui gateando por todo el pasillo mientras mi ama iba delante de mí con paso firme, nos paramos esperando el ascensor, se abrió y allí entramos estábamos en la séptima planta la más alta del hotel bajamos hasta la recepción donde se realizaba la boda.

-(Helena) Venga cerda de pie, hoy es tu gran día sería una pena que alguien te lo jodiese, ahora te casaras y cuando acabe todo el barullo subirás a mi habitación no tardes mucho te echaré de menos.

Me dio un beso en el cuello y un pequeño azote, se abrieron las puertas del ascensor y me dejó sola, me costó un poco caminar por toda la excitación que llevaba encima

, pero

aun así salí viendo a toda la gente que me importaba, mi familia

, amigos

y la familia y amigos de mi novio esperándome, esperando a la tardona de la novia, comencé a caminar por aquella alfombra con todas las miradas puestas en mí, yo disimulaba, era como imaginé de niña

, pero

ya no era aquella niña era una mujer ya no me importaba la boda que todo saliera bien lo único que quería era acabar la ceremonia y subir con mi diosa y follármela y que me follase hasta que ella quisiera estuve andando con una sonrisa que envolvía mi cuerpo hasta que alcé la mirada hacía el altar…


Aquí acaba la primera parte de este relato, he dejado un poco apartado el relato de

Diana, ya que

quería traer cosas nuevas y no aburrir a los lectores.

Espero que os haya gustado y que me digáis que os

ha

parecido en los comentarios pronto intentaré traer la siguiente parte de este relato.

Esto es

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