La Boda - 1

El que tu mejor amiga te pida un favor no es raro, el que te meta en algo que parece sacado del guion de una película de comedia romántica, si.

La Boda - 1

Me encontraba sentado en la terraza de un Café en el centro de Madrid, estaba esperando a Eva, mi mejor amiga. Yo a los 16 años media un metro cincuenta escasos y era muy delgadito por no decir escuchimizado. A las pocas semanas de cumplir los años me dieron unas fiebres que aun a día de hoy ni los médicos saben que es lo que pasó. Tres años prácticamente en cama, solo podía moverme con gran esfuerzo con dos muletas y enormes dolores, después de eso, cuando las fiebres pasaron, media más de metro noventa de altura. Después de eso me pase otro año recuperando mi musculatura y tratando de volver a mi vida anterior. Para cuando cumplí los veinte y terminé por fin con todo, pesando entonces noventa kilos, y un cuerpo perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de esos tres años de cama mis amigos poco a poco se fueron olvidando de mi con una única excepción, Eva, quien en ningún momento me dejo de lado y estuvo apoyándome durante todo ese tiempo. Para que os hagáis una idea, tras esta experiencia, mis amigos los clasifico en dos categorías, Eva, y a mil kilómetros de distancia, los demás. Esto lo explico para que entendáis el porqué de algunas de las cosas que voy a contar estando Eva de por medio, porque con ella, voy a muerte.

Eva me había llamado dos días antes para quedar, porque según dijo, me quería pedir un gran favor, algo que por supuesto y tratándose de ella, a poco que estuviese en mi mano pensaba hacerlo sin pensármelo dos veces, fuese lo que fuese. Me había adelantado, no me gustaba llegar tarde, unos veinte minutos. Mientras esperaba aprovechaba para tomar café y ojear un poco el periódico, en eso estaba cuando la vi venir por la acera acompañada de una mujer a la que reconocí como una de sus mejores amigas del su ámbito de trabajo, ya que la había visto desde lejos alguna que otra vez cuando habíamos quedado y había ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestión era una de esas mujeres que cuando entraba en algún sitio todos los varones se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral si podía evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas las mantenía perfectamente compartimentadas, amistades como podéis suponer, incluidas. Cuando llegaron y tras presentarnos, toco el turno de los saludos, a Eva le di dos besos, mientras que a su amiga Susana simplemente le tendí la mano, que ella estrecho mientras le dirigía una mirada de curiosidad a Eva por la presencia de esta. Fue entonces, justo antes de sentarnos cuando a mi espalda sonó una voz femenina llamándome por mi nombre, Pedro. Cuando me volví una rubia me salto a los brazos dándome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi última ex. Saludó a Eva y a su amiga, para después mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba para abajo

· Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo que siempre · Tu que me ves con buenos ojos… La que, sí que esta impresionante eres tú, chica, solo has cambiado para mejor · Adulador, que eres un adulador… -me sonrió. · Bueno Ana, ¿y qué haces por aquí?, pensé que estabas en Valencia. · Y allí sigo, estoy aquí por trabajo, regreso esta tarde… Y por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte… Me ha encantado verte · Y a mí, aunque sea como la visita del médico -se rio de mi comentario. · Si, tienes razón, para la próxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar y ponernos al día, ¿hace? · Hace… Te tomo la palabra Tras esto y decirme ella que me llamaría, nos despedimos, saludando Ana a Eva y su amiga, marchándose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me senté sonriendo, observando también a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafés para ellas dos, después estuvimos hablando durante aproximadamente unos cuarenta minutos de diversas cosas, la amiga de Eva me pareció una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y desde luego yo no pensaba decir nada mientras estuviese su amiga delante, mentiría si tenia alguna idea del motivo de venir con ella cuando supuestamente Eva y yo habíamos quedado para pedirme un favor

· Vaya, veo que Eva tenía razón cuando me dijo que eras muy discreto -soltó repentinamente Susana. · ¿Perdona, como dices? · Susana tenía dudas de si debía de pedirte ayuda mas que nada por si podrías mantener la discreción o no. Le he dicho según veníamos, que tú no sacarías delante de ella el tema del favor que te quiero pedir -me sonrió Eva. · Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ¿verdad?, que tiene que ver ella con todo esto, no creo que me conozca de nada. · Si del todo, a lo de perderte me refiero -dijo Eva soltando una carcajada-. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompañes a Susana a una boda, por eso esta aquí… -se quedó mirándome sonriente. · A ver, a ver, a ver, que me he vuelto a perder de nuevo… Primero, sabes que dado que me lo pides tú si puedo lo hare, y eso no será problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado también en mirar · Tal y como dices, si, es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado… ¿Entonces es si, acompañaras a Susana a la boda? · Si, claro, pero… joder, es que no me lo creo -me pase la mano por la cara-, esto parece el guion de una comedia romántica de Hollywood · La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar -se rio Eva acompañada por Susana. · Pero hay algo que no entiendo, perdóname si soy un poco brusco -me dirigí a Susana-, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, también muy inteligente, divertida y además tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrías al hombre que quisieses · ¿Supongo que lo que no entiendes es porque razón Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompañante por mi cuenta? · Básicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello · La idea fue mía -replicó Eva-, Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podría ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes yo más o menos podía tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase a venir, aunque simplemente fuese a conocerte… y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida -repuso irónica mientras me fije en que Susana se sonrojaba. · Bueno, no diré que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros -sonreí arrancándole a las dos una carcajada-, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaría saber qué es lo que ocurre con esa boda, supongo que será algo tan trillado como un exnovio, o una amiga… digamos que en plan víbora, ¿o me equivoco? · Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de comedia romántica, no te lo niego, casi, casi da hasta repelús si lo piensas un poco -repuso riéndose Susana-. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos ambos la carrera, se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar el ir, evidentemente la invitación era para los dos, pero al romper… -la interrumpí. · Ahora estáis invitados los dos por separado, y el va a acudir con su nueva pareja, y tu no quieres ir sola, pero si, con alguien en quien al menos puedas confiar, que tu ex se pueda creer que sea tu nueva pareja, que no sea de vuestro grupo de conocidos o amigos y que además no va a tratar de aprovechar la ocasión contigo. Ademas supongo que ninguno de los dos, tu ex y tú, tanto al acudir como a firmar de testigos para no crear fricciones entre ellos, ¿no? · Eso es, tal cual lo has dicho -suspiró-. El problema es que todos en los que hemos pensado las dos, o son unos babosos, o no saben luego tener la boca cerrada, o seguro que, y perdona lo cruda de la expresión, se iban a tratar de meter entre mis piernas a la más mínima ocasión. Sinceramente el único motivo por el que he aceptado venir a conocerte, es porque por un lado ya estoy desesperada, y por otro el que Eva ha puesto la mano en el fuego por ti. Conociéndola como la conozco, para mi eso es el equivalente a que por lo menos tenia que darte el beneficio de la duda. · Bueno, aparte de que sigo diciendo que esto cada vez parece mas el guion de una película, dime, ¿te sirvo? · Desde luego, además de lo que me dijo Eva, he visto por mi misma que eres discreto. Te agradezco que me ayudes, espero poder devolverte el favor en algún momento · Ya, mira Susana, si Eva te ha hablado de mí, también te habrá dicho que soy muy claro cuando hablo -vi como asentía-. Perdona si soy un poco brusco, pero tú a mí no me debes nada, el favor se lo estoy haciendo a Eva, que es quien me lo ha pedido, no a ti. Por lo tanto, a quien se lo debes es a ella, no a mí -para mi sorpresa vi que me sonreía aún más. · No te preocupes, ya me aviso Eva que es lo que me dirías, y pese a ello, también te digo yo, que os debo una muy gorda a ambos, a ti, y por supuesto a ella. Y antes de que me digas nada, también se, que solo has aceptado porque es Eva quien te lo ha pedido -no pude por menos que asentir. · Créeme que si no es por eso no me meto yo en un embolado de estos ni de broma… Pero ya que estamos con los dos pies metidos en el lio, creo que tu y yo vamos a tener que quedar para que me pongas al día sobre todo lo que tenga que saber y ponernos de acuerdo para cuando nos interroguen, que, si es una boda normal, lo harán, y poder contestar los dos lo mismo. En este caso, aun con más motivo. · Ten este pendrive -me extendió la mano para dármelo-, en el hay un archivo en el que te lo explico todo, también está mi número de teléfono para que si tienes cualquier duda me llames. Lo siento, pero mañana tengo que salir de viaje por trabajo y no voy a estar de vuelta hasta la semana que viene, ¿te parece que quedemos para cuando regrese?, antes de ir a la boda y así cambiamos impresiones. · Si, me parece perfecto, le daré un vistazo a este pendrive, si no tengo algo claro te llamaré, pero es una buena idea la de quedar antes de irnos y terminar de aclarar cualquier duda que tengamos. · Te recuerdo que también tienes la despedida de Soltera -replico Eva dirigiéndose a Susana-, tenéis muy poco tiempo disponible para quedar. · Si, es verdad, tendría que ser el martes según regrese, porque el miércoles es la despedida y el jueves tenemos que irnos por la mañana hacia donde van a celebrar la boda · Perdonad un momento las dos, ¿irnos a donde van a celebrar la boda? · Si, es en un hotel en la costa, en el mediterraneo, la boda es el sábado, pero todos los amigos llegaremos el jueves para estar juntos unos días, por eso se celebra durante este puente -explicó Susana mientras a Eva se le escapaba una media sonrisa, lo que no es que me diese mucha tranquilidad conociéndola. · De acuerdo -asentí. Tras esto volvimos a pedir otra consumición y continuamos hablando los tres durante otra hora mas o menos antes de marcharnos, ellas dos por un lado y yo por otro. Al llegar a casa lo primero que hice fue usar mi ordenador con el pendrive y echarle un vistazo a lo que Susana me había preparado, después de eso, me preparé algo para cenar y tras esto, antes de acostarme, llame a Eva para que me contase algo más sobre su amiga, ya que era la culpable de verme en semejante embolado. Tras hora y media aproximadamente hablando los dos de Susana y que Eva me la vendiese como él no va más, no puede por menos que preguntarle por sus intenciones con todo esto

· Oye Eva, con todo esto no te estarás metiendo a casamentera ¿verdad? · ¿Yo?, como crees que haría algo así… pero hombre, venga ya · Que nos conocemos hace mucho Eva, que nos conocemos · Pues por eso mismo no deberías ni de habértelo planteado · Ya, claro, por eso mismo llevamos hablando hora y media de ella y no ha salido ni un mal inconveniente, todo es perfecto en el cuento de hadas de tu amiga Susana. Vamos, que casi en lugar de una mujer esto parece la anunciación de la virgen, no me jodas Eva, te repito, que nos conocemos · Bueno vale, no te he mentido en nada, pero quizá tampoco te lo he dicho todo · ¿Y? · Como te he dicho es muy dulce y bastante clara hablando -se rio-, pero también es cierto que tiene un carácter endemoniado, cuando se enfada es de armas tomar. · ¿Solo eso? · Solo eso, de verdad · Bien, vale. Pero conste que no por ello dejo de estar con la mosca detrás de la oreja contigo… Seguro que aun te guardas algo, no me trago que solo sea eso · Pues tu mismo guapo… y tira para la cama, que yo mañana tengo que madrugar, que tú te puedes levantar cuando te dé la gana pero yo no. Nos despedimos, y de verdad, que empezaba a sospechar de Eva, el que ni ella ni Susana no pudiesen encontrar a ningún chico "valido" para que acompañase a esta última no terminaba de convencerme por muy lógica que sonase su argumentación. Eva tenia un puesto de relevancia en un Banco y por lo que me dijo, Susana era ejecutiva recientemente ascendida en una multinacional, por lo que ambas tenían un buen nivel de vida y físicamente ambas eran toda una belleza, especialmente en el caso de Susana que como ya he dicho es de esas mujeres que cuando pasan al lado de un hombre la mayoría se da la vuelta para seguirlas con la mirada. Yo ya sabia que Eva tenia a alguien en su punto de mira por lo que de ser en su caso no cualquiera le serviría para ello si esa persona no se prestaba, pero según me dijo, Susana no tenía novio ni proyecto del mismo, por lo que cualquiera con un mínimo le podía haber servido, y estaba seguro que ambas conocían a un montón de hombres mucho "mejores" que yo que les pudiesen servir.

Durante el periodo que estuve con las fiebres saque los cursos a tropezones con unas notas más que justas, lo justo para pode llegar a la universidad cuando me recupere. Y todo esto gracias a una particularidad mía que nadie conocía, ni siquiera se lo había revelado a mi familia, y no era otra que el tener memoria eidética, o lo que es lo mismo, memoria fotográfica. Me bastaba con dar un vistazo a cualquier cosa durante un instante para luego recordarla con total exactitud hasta en sus menores detalles. Por eso cuando me recupere me dedique durante los tres primeros años a cursar mis carreras a distancia mientras jugaba en los casinos al blackjack, mi habilidad para de un solo vistazo recordar cada una de las cartas, más mi que facilidad para los números, una buena planificación por adelantado y mi inteligencia me permitieron hacerme con una muy, pero que muy buena cantidad de dinero sin despertar sospechas. Un dinero que invertí con mucho acierto, multiplicándolo con cierta rapidez varias veces otorgándome una economía muchísimo más que saneada. Hice mis carreras en función de ese dinero que tenia planeado ganar con el juego y después con mis inversiones mediante un plan perfectamente calculado durante esos años en que estuve en cama sin poder hacer nada.

En el Juego sabía que no podía ser muy ambicioso para no despertar sospechas sobre mi "suerte", por lo que unas veces ganaba y otras no, pero al final siempre que me retiraba de un casino para pasar a otro lo hacía con una bonita cantidad. Ese dinero se fue multiplicando, y todo ello, trabajando desde "casa". Evidentemente, mi dinero en efectivo, mis cuentas y demás, quedaron por supuesto bajo el control de Eva en su banco. Ya que tenia a mi mejor amiga, y alguien de máxima confianza, en una buena posición, quien mejor que ella. Pese a esto y saber Eva perfectamente el dinero que tenía, ni por un solo instante me preocupo que pudiese haber hablado de ello con Susana, sabía que antes que hablar de datos concretos de un cliente se dejaría despellejar viva. En ese momento mi empresa contaba con un total de una treintena de empleados y marchaba tan bien que incluso había tenido que frenar un poco para estabilizar su crecimiento.

El martes siguiente, sabiendo por la conversación en la cafetería que Susana regresaría por la tarde, la llame por la mañana para quedar, me ofrecí para recogerla en el aeropuerto y así no perder tiempo. Fui a recogerla con el coche, un compacto de once años. Cuando la acompañaba a que dejase sus cosas en casa me invito a cenar para, según ella, poder hablar con mas tranquilidad de todo, además de que estaba muy cansada y no tenia ganas de salir por ahí. Acepté, cuando llegamos a su casa, me hizo la visita turística, luego se metió en su habitación a cambiarse para ponerse "cómoda", que fue quitarse los tacones junto con el traje de ejecutiva, ponerse una falda más amplia con jersey y después directa a la cocina a preparar la cena, con lo que la estuve ayudando. Por cierto, que debo de reseñar que Susana resulto ser una magnifica cocinera, según me confeso, era su hobby. Durante la cena hablamos de multitud de cosas, no fue hasta acabar, retirar todo y ponernos a tomar tranquilamente un café, cuando Susana decidió entrar en materia

· ¿Bueno, y que te ha parecido el dosier que te he preparado para la boda? -sonrió. · Mal, francamente mal -se le borro la sonrisa de un plumazo. · Como dices · Susana, te reconozco que has hecho una labor magnifica, pero lo has complicado mucho, así nos van a terminar por pillar. Exceso de datos que aprender y exceso de mentiras que contar. · Pues no sé, alguna idea… -se aturullo. · Si, simplificar, decir la verdad, dentro de la mentira que es · Explícate -me miro muy seria · En como nos conocimos has metido seis párrafos explicándolo. Dices que fue en el gimnasio, me estás dando información del mismo en el que por cierto dices que llevas mucho tiempo y que supongo que tu ex conocerá bien. Ante cualquier pregunta excesivamente concreta que me haga me va a pillar. Sería más fácil decir la verdad, que nos presentó Eva porque nos encontramos en Gran Vía, tomamos café y luego que por culpa de ella hemos terminado por comenzar a salir, aunque llevamos poco tiempo, solo tendríamos que adelantar la fecha del encuentro dos meses y arreglado… me sigues con la idea… -se quedó pensativa dándose golpecitos en la barbilla con el dedo índice · Como tenemos juntos solo un mes o un par como mucho, todavía nos estamos conociendo, que vamos despacio y con los horarios de trabajo que son un problema para coincidir todo lo que nos gustaría. Así no tenemos por qué conocernos aún mucho y siguiendo tu ejemplo, sobre como nos conocimos solo tendríamos que ponernos de acuerdo en la fecha, todo lo demás, tal cual fue, ¿no? · Mas o menos, podemos quedar en algunas cosas, pero de este modo, solo tendremos que memorizar unas pocas, no las dieciséis hojas que preparaste… era una pasada de datos Susana… nos pillan seguro -sonreí. · Vale, si, lo reconozco, es mejor tu idea, nos permite mas margen de maniobra, e incluso de meter la pata en algo tampoco sería un desastre… Además, cualquier pregunta incomoda o que no tengamos claro si nos pueden pillar se podría justificar fácilmente como que nos estamos tanteando aun y vamos despacio. · ¿Entonces? · Idea aceptada, incluso podemos ponernos de acuerdo en las pocas cosas que nos pueden preguntar sin ser la verdad mientras vamos a la boda y así matamos el tiempo del viaje -se rio. · Pues perfecto -sonreí a mi vez. · Oye Pedro, ¿te puedo hacer una pregunta un poco personal? · Depende de lo "personal" que sea. · Es sobre la rubia aquella con la que te abrazaste cuando llegamos Eva y yo, ¿es cierto que era tu ex? -preguntó con una cara de curiosidad que tiraba de espaldas. · Si, es mi última ex, y antes de que me lo preguntes, si, nos llevamos estupendamente bien. Aunque supongo que también te lo habrá dicho Eva, ¿no? · Bueno si, pero es que no terminaba de creer que me decía la verdad. Es mas, creo que es la primera vez que veo algo semejante, y mas si como me dijo Eva hacia poco mas de siete meses que lo habíais dejado · No es tan raro, ten en cuenta que fue de mutuo acuerdo, le salió una oportunidad de oro en su trabajo, y cuando lo estuvimos considerando ambos nos dimos cuenta que lo nuestro no nos llevaba a ningún lado, mas que pareja éramos solo dos amigos con derecho a roce, la convivencia era muy buena, el sexo también y nos teníamos cariño, pero no más que eso, el cariño no es amor… Una vez aclarado eso, seguir adelante ya no tenía el menor sentido. Además, el que se tuviese que trasladar nos ha venido bien para poder cerrar esa etapa y quedar como buenos amigos · Bueno, con esa explicación lo veo mas lógico, no entiendo porque me dijo Eva cuando le pregunte que en ese aspecto contigo alucinaba… -dijo pensativa. · Bueno, veras, por circunstancias, como tal, solo he tenido tres relaciones, la última Ana, y con ella me llevo igual que con mis dos anteriores ex, que también son dos buenas amigas. Quizá por eso · A ver, a ver, que yo me aclare. ¿Me estas diciendo que la relación con todas tus ex es idéntica a la que tienes con la que vi el otro día? · Si, eso mismo… con las tres. · Joder, ahora si que puedo decir que de verdad entiendo a Eva cuando dice que contigo en ese aspecto lo flipa… no me extraña, ahora mismo yo también estoy alucinando · Bueno, y cambiando ahora de tercio, me toca preguntar, ¿qué te paso a ti con tu exnovio?

CONTINUARA