La bocazas y el cabrón

Comenzando a darme una tremenda mamada, sacándosela sin llegar a verse mi capullo para volvérsela a tragar hasta llegar a la base de mi miembro… uuuffff!, mientras se ayuda con su mano izquierda en magrear mis genitales… ooohhh!.

La bocazas y el cabrón

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias. Os debo de pedir disculpas por este tiempo sin publicar, no es motivo por la falta de experiencias cosa que no es así, sino más bien por falta de tiempo. Pero bueno ya es hora de poneros al día, quizás en otra ocasión os explique esos motivos, bueno a lo que vamos…

Lo ocurrido me paso a comienzos del mes de julio del pasado año, mes que como es natural es caluroso y aún más si lo pasas en Sevilla. Por motivo de trabajo como suele pasar a muchos, mi jornada laboral no es como la de los funcionarios, aunque muchos me llamen de esta manera, sino que la retomo por la tarde. Fue uno de estos días, cuando tras salir de casa un poco cabreado por tener que ir con corbata y chaqueta, dirección al coche. Coche que precisamente no lo tengo en el garaje sino en la calle, coche que tuve que aparcarlo un poco lejos, no porque no hubiera sitio cerca de mi casa, sino porque los huecos libres estaban al sol.

Bueno sigo, tras llegar al coche, lo primero que hice fue quitarme la chaqueta y colocarla en el asiento trasero, me dejé caer sobre mi asiento al tiempo que metía la llave, giraba esta y tras arrancar salta el aire acondicionado y la radio, normalmente en este orden. A dichas horas no suele haber mucha gente en la calle por no decir ninguna, bueno siempre hay el que saca al perro a ser sus necesidades, pero estos o estas son pocos. Pero en ese preciso momento y por mucho que a día de hoy me sorprenda, paso una chica hablando con el mano libre de su móvil.

Chica que iba contoneando sus caderas, chica que no me quedo más remedio que clavar mi mirada en ella, sobre todo en ese culito tan marcado… uuuffff!. Chica joven, pequeñita… diría que no pasaba del metro sesenta y cinco, con un cuerpo muy bien proporcionado… no es delgada pero tampoco digo que le sobrara algún kilo. Pechos grandes, pero a simple vista muy bonitos, ojos preciosos, y ese corte de pelo tan masculino le da cierto atractivo, pudiendo apreciarse que incluso algún que otro tatuaje.

No me quería precipitar, pues aunque por su carita no le echaba más de dieciséis años, cosa que me puedo equivocar, pues las mujeres que hoy en día aparenta menos. Aunque también es verdad, que fue por su forma tan provocativa de vestir, incluso por esos enormes melones que apenas ese top podía sujetar… uuummm!. Pues su vestimenta como he dicho, era un top blanco y una faldita mini vaquera, vestimenta que no pude reprimirle soltarle…

  • "Menudo polvazó tienes niña”.

Esta descarada se vuelve, chica que ahora dudo por sus aires de machota, fijándome ahora en el piercing que tiene en la nariz y otro en el ombligo. Eso y los tatuajes, grandes y diferentes en brazos, donde aparece como un camino de pétalos que comienzan desde su cuello y finaliza en sus tobillos, y alguno más pequeñito. Esta tras mirarme con malas pulgas, me responde sin pelos en la lengua...

  • “Y vas a ser tu quien me lo vas a echar… verdad”.

Callo por no esperarme tal respuesta, suelta…

  • “Viejo pervertido, deja de mirar que se te cae la baba”.

No respondo, me tiene achicado, pero esta vuelve a la carga, diciendo…

  • “Anda abuelete, que seguro que eres de los que mucho pico y luego nada”.

Me quede blanco sin saber que decir y menos actuar, pero viendo esa carita de zorrona provocativa, me armo de valor y le replico...

  • "Todo depende de ti niña, quizás eres de esas que calienta al personal y luego nada, ya sabes… una calientapollas".

La chica con rostro de ofendida, vuelve a replicarme, volviéndome a dejarme en evidencia con su respuesta...

  • "Vamos a ver abuelete, yo soy de las que dan la talla y luego me dejan a medias”.

Prosiguiendo…

  • “Mira abuelete, mejor que te quedes calladito que estas más guapo, pues creó que el tamaño de tu pico no va acorde con tus pretensiones".

  • "¿Qué eres de mucho hablar y poco hacer?".

Le respondo molesto, no por las insinuaciones que suelta, sino por llamarme abuelete, cosa que ni lo soy y que me falta bastante para serlo. Soltando aireado...

  • "Pues vas a tener que demostrarme que esa boquita que tiene, vale de la misma manera de como sueltas".

Coge la chica y tras girarse, camina hacia mí coche, baja la acera y se dirige hacia donde estoy, colocándose frente a mí, mientras yo la miro absorto, sentado como estoy en mi asiento del conductor. Mira de derecha a izquierda, asegurándose que no hay nadie que nos vea, cosa que justificaba yo de lejos. Tras hacerlo se inclina lo justo para que con ambas manos pueda bajarme la cremallera, introduciendo su mano derecha en el interior del pantalón. Mano que tras bordear mi short, agarra mi miembro y sin dejar de mirarme a los ojos, tira de él hasta sacármelo fuera, soltándome...

  • "Pues creía que lo ibas a tener más grande, pensé que iría acorde con tu altura o con esa bocaza que tienes".

Calla y vuelve a mirar sin soltar mi miembro de izquierda a derecha, deslizando su mano a lo largo de mi tronco hasta la base… uuuffff!. Soltando…

  • “Grande te digo que no la tienes mucho, ¡pero sí que es bastante gruesa… uuummm!”.

Tras cerciorándose una vez más que no hay nadie, cosa que no parecía del todo segura. Coge y se inclina hasta introducirse llevarse mi capullo a su boca… uuummm!, abriendo está e introduciéndose al menos la mitad de mi miembro dentro... uuuaaauuuffff! (¡Joder¡, menuda atragantada me da). Claro está me sobresalte y quien no lo haría, retrocedió sin llegar a sacarse mi glande, apoyando su brazo izquierdo sobre mis muslos al tiempo que apoyaba sus rodillas en la parte inferior de mi coche.

Comenzando a darme una tremenda mamada, sacándosela sin llegar a verse mi capullo para volvérsela a tragar hasta llegar a la base de mi miembro… uuuffff!. Descendiendo hasta llegar a mis huevos, lamiendo primero uno para continuar con el otro… ooohhh!, intentando llegar aún más lejos, todo esto y sin dejar de pajearme. Yo me derretía con lo que me estaba haciendo… no era para menos, menuda boquita tenía la chica que habilidad, se le notaba que no era la primera… ooohhh!. Simplemente veía esa cabeza subir y bajar, me daba mucho morbo por donde estábamos, y no digamos su peinado con ese corte de pelos medio corto y medio largo, cabellos negro y rubio… ooohhh!. No pudiéndome contener deslice mi mano izquierda por su espalda hasta sus nalgas al tiempo que posaba la derecha sobre sus cabellos, sacándosela de la boca como un resorte para decirme…

  • “Cuidadito con lo que hacemos… eeehhh!”.

Fue decir esto y tras sujetar mi tronco con su mano derecha, volvió está a metérsela en la boca, no sin antes restregarla por sus labios… uuuffff!. Vuelvo a la carga, no puedo contenerme, acaricio su espalda y voy descendiendo hacia su culo… uuummm!. Acaricio por encima de su corta mini, tan corta es que apenas me tengo que esforzar por rozar sus nalgas con las yemas de mis dedos… uuummm!. Y cuando mejor lo estaba disfrutando, coge esta y tras sacársela de la boca me suelta...

  • "Veo que no quieres correrte todavía… eeehhh!”.

  • ”¿Qué pasa que eres de los tardones en venirte o qué?”.

  • “Pues sabes que, vas a demostrarme cuanto aguantas, vale".

Suelta esa niña déspota por esa boquita, volviendo a atacar…

  • "Quizás no sea por el tamaño por donde pierdes fuelle, pero vas a tener que demostrarme cuanto puedes… abuelito".

Diciéndome esto, coge y mirando a nuestro alrededor, acaba montándose encima, colocando una rodilla a ambos lados, quedándosele como una amazona, no esperando a que nos vayamos a un lugar más oculto. Coge y ella misma que ni le es necesario subirse la mini falda, echa a un lado el hilo del tanga y al tiempo que se deja caer. Ooohhh!... suspiro que soltamos ambos en unísono, tras varios gemidos de placer emitidos por ambos... uuuffff!. Es está la que me suelta…

  • “Joder, no pensé que la tenías tan gruesa… uuuffff!, o quizás no estaba yo tan caliente como pensaba”.

Comentario sorprendente y al mismo tiempo grotesco, salido de esa boquita a pesar de su comportamiento. Pero no era para menos, aún más cuando se le había introducido de una sola vez toda… aaahhh!, ella no deja de gemir y suspirar… ooohhh!... uuuffff!. Soltando entre gemido y gemido algún que otro comentario obsceno, comenzando a acelerar la cabalgada… uuummm!.

Intento besarla a pesar de su incesantes movimientos, ella elude mi boca pero eso no quita que algún muerdo nos demos… uuummm!. Aprovecho esos momentos para tirar de su top hacia abajo, saliendo solos sus enormes pechos y dejar a mi vista esos empitonados y duros pezones… uuuffff!. Pezones que me los llevo a la boca, chupándolos al tiempo que amaso sus pechos con ambas manos… ooohhh!. Ella tomándome por la nuca con una de sus manos, me oprime contra ellos… uuummm!, aprovechando por lamer sus aureolas y mamas, mordisqueándoselos y chupárselos con ansias… aaahhh!. Chupo con avaricias, absorbiendo esos pezones como si yo fuera un bebe… uuuffff!, chupando con glotonería sin que la chica deje de gemir y botar, siendo ella la que al final acaba besándome con fogosidad, besos con lengua, juguetea con la lengua e incluso me muerde los labios… ooohhh!.

Me dejo llevar en esos momentos para acariciar sus nalgas, duritos glúteos que me deja magrear e incluso cuando mis dedos se alojan entre ellos… aaahhh!. Siendo ella quien acaba por introducir su mano derecha entre su vientre y mi pelvis, mano que cuyos dedos comienza a hacerse un dedo… uuuffff!. Y entre convulsiones soltar…

  • “Siiii… sigue… sigue… aaahhh!”.

Y cuando no llevaba está más de quince minutos cabalgando, coge y me suelta…

  • “Ni se te ocurra parar ahora… uuuffff!, ¡ahora no… si no quieres que te corte las pelotas… aaahhh!”.

  • “Uuuffff!... ooohhh!... uuummm!”.

Momentos en que ni por mi cabeza había pasado la idea de pararme, menos aún recordarle a la chica que lo estábamos haciendo a pelo, cosa que yo no tengo problemas. Era ella quien marcaba las embestidas… uuummm!, no dejaba de moverse… uuummm!, no dejaba de botar encima de mi… aaahhh!. Pero lo mejor de todo es su pasividad cuando deje de acariciar sus nalgas, comenzando por meterle mi dedo corazón dentro de su orificio anal… uuummm!. Quizás fue su cara de zorra quien me envalentono a ello, no dejaba de gemir e incluso morderse el mentón inferior de su labio, gemía y suspiraba… uuuffff!. Siendo ella la que finalmente entre una mezcla de estremecimientos y gemidos, espasmos y suspiros, finalizando por convulsiones acabo por venirse, llegando a pensar que se había orinado por los fluidos que soltaba.

Ahora por mucho que me cueste decirlo, acabo quedándose callada, no deje de mirar su rostro cuyos ojos parecían ahora brillar con más intensidad. Sus ojos llorosos unido al sudor de su rostro, daba sensación de que nunca había roto un plato, mientras no dejaba de suspirar y su respiración era agitada, como si le costará respirar. Pero aun así, no dejo de cabalgar a pesar de ir ahora a un ritmo más calmado, llegando a decirme…

  • “Joder, no te vas a correr… uuuffff!, yo ya no puedo más… uuummm!, vente ya coño… aaahhh!”.

Extrañado por sus palabras, no por como habla sino por lo que alardeaba, acabe por insinuárselo, cosa que acabo por responderme…

  • “Tienes razón en todo, pero me deje llevar por ese comentario machista, cansada de tanto tío que quiere abarcar tanto y luego nada de nada”.

  • “Te debo una disculpa y un nuevo encuentro, pues ahora muy a mi pesar te debo de dejar así, no te preocupes que la próxima vez seguro que hablare yo con razón”.

Fue decirlo y levantarse, saliendo mi miembro erecto de su interior, miembro impregnado de sus jugos, chorreante como pocas veces he visto. Saliendo del coche, repuso sus ropas, no dejando de mirar a los lados, bajando la mirada hacia mi polla y agradecida acabo por metérsela en la boca. Cuya mamada comenzó a arme con énfasis, pajeándome y magreando mis genitales con ganas, deseando que me viniera, cosa que forcé a hacerlo y oprimiendo su nuca se lo hice ver… aaahhh!. Acabe por descargar, lanzando una serie de chorros que solo ella debió de saber, ella que trago hasta la última gota y que me la dejo limpia. Soltándome…

  • “Menudo semental estas echo… eeehhh!, que calladito te lo tenías”.

Explicándole a modo de quitarle importancia…

  • “Que va, no es para tanto. Lo que pasa es que me has cogido bastante caliente, no suelo durar siempre mucho… tengo mis días”.

Ella que tras cogérmela me la volvió a guardar dentro de mi pantalón, costándole introducirla y dándose cuenta como estaba otra vez, sonriéndome maliciosamente me dijo…

  • “No me seas malo, no me provoques que te vas a enterar… hoy no puedo, ¡me has dejado toda escocida pero la próxima vez no te escapas… eeehhh!”.

Coge y se marcha, caminando en dirección hacia donde iba, caminando al tiempo que contonea ese pedazo de culito… uuummm!, culito que falto poco para que fuera mío… uuuffff!. Bueno hasta aquí llego mi anécdota con la bocazas, no os diré que no lo he vuelto a ver… mentiría si lo dijera, pero sí es verdad que tiene los dieciocho años y trabaja como peluquera, cosa que no me extraña por su corte de pelo y estilo. Lo cierto es que no haya día que no la busque con la mirada, no fue un encuentro muy amigable pero el resultado es lo que vale. Yo fui a lo mío, no quería demostrarle nada, pienso que más me utilizo ella para su propio placer que otra cosa, pero bueno acepto con satisfacción que haya sido su objeto de placer.

Bueno creó que es mejor dejarlo aquí, no es por ser un cabrón y quizás dejaros con la miel en los labios, pero no desearía que se alargara demasiado, mejor será que continúe en otro relato, vale. No me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email es… Jhosua1974@Gmail.com