La Boa

- ¡Sos la más puta!. Comenzó con un mete y saca frenético, nunca me había sentido tan llena. Ya estaba que acababa de nuevo cuando.

Estábamos tomándonos unos tragos, sin molestar a nadie, cuando de repente mi marido me dice que va al baño, la verdad es que se demoró un poco, después me explicó que al estar los baños algo sucios, prefirió salir del local e ir al serví-centro que estaba como a cinco cuadras.

Ese día andaba vestida muy bonita para mi esposo ya que como salimos poco, no quise deslucir, llevaba puesto un vestido de una sola pieza, escotado en la espalda y que dejaba ver algo los hombros, bastante ceñido al cuerpo, con tacos altos que hacía que se me marcara bastante la cola.

A esa altura, como las cuatro de la mañana, y con bastantes tragos en el cuerpo, al quedarme sola me comenzó a dar sueño, debo haber tenido cara de aburrida, ya que se me acerco un chico para invitarme a bailar, a lo cual me rehusé, deben haber pasado un par de minuto y volvió, obteniendo la misma respuesta, le dije que no que estaba esperando a al alguien. Viendo que este chico iba a seguir insistiendo decidí llamar por celular a mi esposo, para decirle que se apurara y contarle lo que estaba pasando, a lo que me contesto, que se iba a demorar un poco por que parece que todos habían decido ir la mismo baño y que aun estaba en la fila, pero que por él no había problemas que si quería podía aprovechar de bailar mientras el llegaba y ya que como el baila poco no se iba a enojar.

Para mi sorpresa cuando corte el teléfono se acerco nuevamente este joven ahora sí con dos tragos en la mano diciéndome que ya que me había rehusado a bailar con el no me podía a negar a compartir una bebida. en vista de su insistencia y de las palabras de mi esposo acepte, creo que era un tequila margarita, mientras bebíamos se presento, dijo llamarse Ale, que era universitario y que estudiaba una carrera relacionada con trabajo social o algo por el estilo. En una conocida universidad de la ciudad, y que constantemente asistía a ese local y que era la primera vez que me veía, que por eso le había llamado tanto la atención, a lo que respondí que salía poco y por no quedar en menos que cuando lo hacia iba a locales donde suele asistir gente un poco mayor, que me gustaba vestir bien y que en esos lugares con tanta juventud como que desentonaba. Al preguntarme que con quien hablaba por teléfono a esa hora y si es que estaba esperando a alguien, le conteste que precisamente lo hacia con la persona que estaba esperando, que no fuera tan preguntón y que mejor nos íbamos a la pista a bailar.

Accedió con gusto, cuando llegamos a la pista se encontraba repleta, por lo cual me tomo de la mano para llevarme hacia el otro extremo, en ese momento pensé que era un salido, estuve apunto de volver a sentarme, pero al vacilar me jalo aun con más fuerza, seguramente creyó que no podía pasar producto del gentío, viéndome obligada a seguirlo para no quedar como una tonta.

Cuando nos paramos a bailar estaban tocando algo bastante movido (Regatón), comenzamos a una distancia prudente el uno del otro, debo confesar que el chico lo hacia muy bien, más tarde comprobaría que no es la única cosa que sabía hacer bien. Continuando con la historia habían pasado como quince minutos desde cuando hable por teléfono con mi esposo, por lo cual tendría que estar por llegar si es que ya no estaba por ahí buscándome, esto me puso algo nerviosa, momento que el aprovecho para acercárseme un poco, miré hacia todos lados y al no ver a mi esposo decidí concentrándome en el baile, me tranquilicé al pensar que hay era difícil que nos encontrara, por ser el lugar más alejado de la pista, además estaba como en penumbras. Bueno y además no estábamos haciendo nada malo y por último el me había autorizado.

De a poco Ale como que se estaba acercando cada vez más hacia, en un principio le hacia el quite, a lo cual el volvía a insistir, como que se empezó a transformar en un juego, donde el se me acercaba y yo me escabullía, no se si su habilidad en este juego aumento o yo ya no me escapaba tanto la verdad es que cada vez se prolongaban más los tiempos en que nuestros cuerpos se juntaban, en una de esa se coloco detrás de mí y yo seguí bailando como si nada, momento que aprovechó para refregarse contra mí cola, dado la finura del vestido, pude notar su miembro erecto contra mis nalgas. Estuvimos bailando así bastante rato, por un instante se me olvido que no andaba sola y que mi esposo nos podía estar viendo, hacia tanto tiempo que alguien no me intentaba seducir que solo le seguí el juego, total luego me iba junto a mi esposo y hay quedaba todo, como un simple coqueteo. Aprovechando el tumulto de la gente, me tomo de la cintura y me aprisiono contar su cuerpo. Iniciando un toqueteo por mi cintura con sus manos, al notar que iba avanzando le tome de las muñecas y le retira sus manos hacia atrás, no paso pasaron ni 20 segundo y ya había bajado nuevamente, estas ves llego un poco más lejos, y me apretó uno de mis glúteos como se me diera un pellizcón. Pensé que esto iba demasiado lejos así que me separé me di vuelta, para no hacer un escándalo seguí bailando, pues pensándolo bien yo me había prestado para el jueguito, terminando la canción me iba a sentar y listo. En eso tocaron un lento yo hice el ademán de retirarme, pero este chico no sabía lo que era un no como respuesta, me dijo bailemos la última y nos vamos a sentar, no se por que accedí, creo que en el fondo me estaba empezando a gustar este jueguito de el gato y el ratón. Me atrajo nuevamente hacia el, ayudado por lo estrecho de la pista, con ambas manos me tomo de la cintura, permanecido así un tiempo durante el cual pude comprobar la dureza de su pene, hacia presión contra mi ombligo.

Sentía como jugaba con sus manos en mi espalda, recorrieron mis hombros, mi parte media y de apoco comenzaron a bajar hacia mi cintura. Una parte mi quería que terminara luego ese tema la otra que durará para siempre. Mientras con una mano me apretaba fuertemente contra él con la otra comenzó a tocar mi cola, le tome la mano y se la subí, parecía que mi cola tenía un imán ya que al instante ya estaban hay, y esta vez eran las dos, -Hoo,. Se me salio un suspiro. Lo debe haber tomado como una aprobación ya que de inmediato sentí una mano bajo de la falda ahora lo deje, esa parte de nuestros cuerpos estaba protegida por la gente, cuando me toco la entre pierna se me salio un gemido, no mi importo que se diera cuenta como estaba de mojada, empezó a jugar sobre la tela del calzón, me estaba volviendo loca, a la hora que introduce uno de sus dedos acabo.

Saco la mano de entre mis piernas para llevárselas a lo boca y decirme que era una puta, que le había dejado la mano llena de jugos y que si no me había hecho acabar era por que eso vendría más tarde, a lo cual no encontré que responder, me volvió a tomar de la mano y me llevo hacia el lado de los baños, podía sentir la humedad de mis jugos en su mano. Debía conocer muy bien el lugar por que llegamos a un recodo donde se formaba un pequeño pasillo, sin iluminación, habían otra parejas besándose y morreándose, es más me pareció que una hacia el amor, me afirmo contra la pared y comenzó a besarme, primero la boca, luego los hombres hasta llegar a los pechos, sus manos no estaban quietas mientras me besaba recorrían mi cuerpo ya estaban nuevamente jugando con mi ropa interior, pero esta vez si pude sentir como uno de sus dedos se habría paso entre los labios, lo cual le resulto facilísimo ya que estaba mojadísima, no podía recordar cuando fue la última vez que me sentí así.

-Vamos puta que te lo voy hacer acá mismo. Al oír esto ya no puede más y comencé a tocar su miembro sobre el pantalón, estaba durísimo, y para mi sorpresa se notaba de un tamaño considerable.

Mí ropa interior ya iba a mitad de los muslos, se puede decir que estaba desnuda.

  • ¡Que esperas puta, sácalo tu misma y vas ver que pedazo de polla te vas a comer esta noche!. Mire hacia todos lados y al notar que nadie se fajaban en nosotros, si no que estaba todos en los suyo, me atreví a liberar esa bestia, no se puede decir de otra forma ya que era tremendo parecía una boa. En comparación al de mi marido que es de tamaño normal 15 cm, este me pareció gigante. Debe haber medido unos 25-28 cm de largo, el diámetro no se, pero no me cabía en la mano. Me asuste.

  • Relájate putita. Me dijo -Que otras más señoritas que tu se lo han comido y ya vas a ver como se te hace poco, mira que tu de señorita no tienes nada. Al escucharlo habla así se me acabaron todas las dudas, ahora lo único que quería era sentir ese pedazo de bestia dentro mío.

Me giro la falda para que quedará la partidura hacia delante, tuvo esa delicadeza, la verdad es que no me hubiese importado si es que me la saca, estaba que me quemaba por dentro. Apunto su verga contra mi entre pierna, comenzando a empujar de apoco, para ayudarle abrí mis piernas lo más que pude. Era demasiado grande pasaba de largo, era como estar sentada sobre una vara que se encontrara horizontal.

  • ¡Espera puta que una vez que se moje vas a ver como entra!

  • Por favor métemelo, que no aguanto. ¡Ho no cresta haaay que me duele!. No podía evitarlo.

  • ¡Ho, no cresta, Ho por favor más despacio!. De apoco se había ido acomodando a la entrada. Podía sentir su cabeza tratando de entrar. –Ho mierda me vas a partir, para por favor para.

  • ¡Tranquila puta, tranquila!.

  • ¡Maldito hijo de perra de apoco. Ho no, no, no, no hay mierda, hijo de perra, Hoooo., dios mío!. Llevaba como la mitad, creí que me desmaya ahí mismo, de verdad que era grande.

  • ¡Vamos perra te voy partir!.

  • ¡HOOOOOO, NOOO, HAY, HAY!. El madito me la enterró toda de un viaje, nunca en mi viada había sentido tanto dolor, pese que eso era lo máximo (que equivocada estaba). De apoco el dolor se fue calmando, se fue transformando en placer. – ¡HOO, HAAAAY, no te muevas que acabo. HOOOOOOOO mierda HOOOOO vamos mueve te cabrón HAAAYYY!. No lo pude evitar y me vine como una perra, fue el mejor orgasmo de mi vida, eso que con mi esposo disfrutamos bastante del sexo.

  • ¡Sos la más puta!.

Comenzó con un mete y saca frenético, nunca me había sentido tan llena. Ya estaba que acababa de nuevo cuando.

RIN, RIN, RIN, RIN, RIN, RIN. Estaba sonando el celular, o no podía ser, había perdido la noción del tiempo y seguramente era mi esposo que me llamaba-

  • Vamos contesta perra, que de seguro es el chulo ese que estabas esperando.

  • Halo, ¡siii!.

  • Hola no te oigo claro. Menos mal o si no se daba cuenta que a su mujercita se la estaban culiando.

  • ¡Hay, haay!, ¿llegaste?.

  • Si, te he andado buscado y no te encuentro.

El maldito no paraba, me venia de nuevo.

  • ¡Vamos zorra habla, que se de cuenta que te estoy follando!.

  • Estoy en el baño, voy en cinco minutos.

  • Tomate tú tiempo que yo me tome el mío.

Esta vez no le pude contestar y solo corte.

  • ¡Hoo Ale, hijo de perra, me corro de nuevo me coorroo, hayy!.

  • Espera yo también te voy a llenar esa zorra que tienes.

  • ¡Hooo, vamooooos quiero sentirte dentro. Hooo, mierda me vas a partir, o me estas llenando, Hoooooo, hayyyyy!.

Al sentirlo acabar dentro fue delicioso, no pude más que besarlo en forma de agradecimiento. Permanecimos besándonos, me acomodé la ropa como pude y me retire hacia el baño. Acá me lave un poco y me limpie los restos de leche que corrían por mis piernas. Me debo haber demorado como 10 minutos en esto, ya que esperé a que se volvieran los colores al rostro, me pinte, pensé en lo bueno que era que las mujeres anduviéramos siempre con la cartera llena de cosas.

Cuando llegué a la mesa donde me esperaba mi esposo, casi se me cae la cara, estaba sentado junto al Ale, si aun que no lo crean así era.

-Siéntate, te presento un amigo que acabo de conocer, Ale, creo que se llama.

A lo único que atine fue a saludarle de un beso en la mejilla, momento que aprovecho para decirme al oído, -PUTA.

Continuará.