La Bestia Interna

Soy asiduo lector de los relatos de la pagina por asares del destino o alguna señal sobrenatural cuando aun era soltero comencé a leer los relatos descritos en la sección de intercambios, lo repito ni idea por que me llamaba la atención el tema sin embargo me provocaba morbo y excitación pensar que la infidelidad pudiera causar tanto revuelo en la vida sexual de una pareja.

La Bestia Interna

Soy asiduo lector de los relatos de la pagina por asares del destino o alguna señal sobrenatural cuando aun era soltero comencé a leer los relatos descritos en la sección de intercambios, lo repito ni idea por que me llamaba la atención el tema sin embargo me provocaba morbo y excitación pensar que la infidelidad pudiera causar tanto revuelo en la vida sexual de una pareja.

Soy de la ciudad de Guadalajara en México, al occidente del país es una ciudad con costumbres tradicionalistas hermosa pero como los propios habitantes en sus entrañas esconde historias y relatos que nos e atreven a salir al publico.

Me case hace apenas unos meses, mi mujer es una persona sencilla muy seria y formal es delgada, baja de estatura rondando el 1.58 cabello castaño y unos ojos color miel que expresan mucha seguridad pero bastante timidez, su piel es en extremo blanca al igual que sus atributos.

Cuando aun éramos novios se entero que le había pintado el cuerno, era una ocasión que había salido a beber unas copas con unos amigos del lugar en donde trabajaba, seria la primera ni la única vez pero esa fue de la que ella se entero….

Yo estaba bebiendo como lo dije anteriormente, nos encontrábamos en la mesa 2 mujeres y 3 hombres conversando y riendo de aspectos triviales incluso de cuestiones de la misma oficina, estábamos platicando cuando por debajo de la mesa comencé a sentir una mano, era la mano de Paula la chica de la oficina que tenia los ojos un poco rasgados dándole un poco el aspecto oriental, su figura era bella su piel tersa y suave unos senos grandes redondos incluso un poco vencidos por la gravedad, ya había sido madre de un niño, y unos pies divinos tengo que confesarles que tengo un fetiche por los pies, su mano recorría mi rodilla una y otra vez y a la vez note que también tocaba la de su acompañante al lado de ella de nombre Ismael, su cara de deleite lo hacia evidente los dos estaban pasados de copas mientras que yo por mi parte aun podía controlar mi razón y la situación decidí que jugáramos un poco así que deje que las cosas continuaran.

Salimos del bar dispuestos a partir a nuestras casas mañana era día de oficina por lo que no podíamos seguir nuestra fiesta, Ismael y Paula se trenzaban a besos a las afueras y los otros tres éramos testigos del acto, los besos de Paula eran ardientes incluso se veía como mordía a nuestro amigo provocando en el una gran excitación de pronto se me vino una idea a la cabeza y los interrumpí le dije a Ismael que tenia que llevar a nuestros otros dos amigos a su casa ya que solo el y yo teníamos auto, por lo que yo llevaría a Paula a la suya ya que me quedaba de paso, El solo me dedico una sonrisa y me hizo caso, subió a los otros dos a su auto y partieron yo por mi parte le sonreí a Paula abrí la puerta y sentí mi calor interior trepando mis entrañas.

En el primer semáforo ya camino a nuestra casas Paula volteo hacia mi, y me beso fue un beso apasionado dulce sensual pero había gente mirándonos en otros autos, me sentía algo incomodo y continué conduciendo ella acariciaba mi pierna y no decía nada tal vez jugaba conmigo a sabiendas de que no podía resistirme, tomaba mi paquete una y otra vez y saboreaba su boca con el se pasaba su lengua por encima de sus labios y eso hacia que mi fuego creciera llegando al punto de envolver toda mi razón.

Aparque en una colonia a la mitad del camino frente a un parque en cuanto llegamos ahí Paula se abalanzo sobre mi besando apasionadamente y gimiendo al hacerlo. Sus gemidos hacían que mis manos buscaran asirla para controlarla el miedo de que llegara la policía se fue esfumando y ahora me disponía a controlar la situación no iba a ser ella la que me poseyera yo seria el dueño de su ser en esos instantes por lo que baje por la tanga diminuta que llevaba y comencé a acariciar su depilada puchita, ella gemía como loca y solo me decía despacio, hazlo despacio a lo que yo respondía metiendo mis dedos dentro de su ser mojando mi mano de ella y saboreando el momento su alma me pertenecía para ese entonces por lo menos esos minutos por lo menos esos instantes yo era dueño de su pasión y eso, eso me tenia a mil.

Su cara se transformo los vidrios comenzaron a empañarse a gran velocidad era una situación única de la que todo hombre espera vivir saco mi pene del pantalón y lo comenzó a succionar esa mujer en verdad sabia saborear un pene me estaba llevando al éxtasis mientras ella me decía aun con mi pene en su boca "¿te gusta?" uff esas palabras esa preocupación por que yo gozara me hacían repetirle una y otra vez que si, mi vista apuntaba hacia el exterior y las sonrisas no dejaban de correr en mi boca era mi momento tenia a esa hembra para mi buscando mi satisfacción tenia a esa niña chapándome la verga sin parar haciéndolo con una maestría inmensa mi verga estaba a tope cuando le dije, te quiero penetrar.

Ella se levanto, tomo sus medias y rompía la parte de en medio de sus piernas se sentó en mi y comenzó a cabalgar una y otra vez dejando escapar los gemidos de ese gran deseo que estábamos desfogando ambos sus movimientos eran pausados pero profundos note como mi asiento se mojaba, de sus jugos que rico que la estaba pasando la niña de ojos rasgados que rico que me la había mamado, mas rico aun penetrarla sin condón sentía su calor interno su puchita buscando mi verga una y otra vez eran sensaciones estallantes.

Sus gemidos se transformaron en un ya, ya ya… y los vidrios ya no me dejaban ver al exterior, ella me pedía que me viniera sin embrago yo no tenia conocimiento alguno si se cuidaba con algún método, al final de cuentas mi razón se nublo tomándola por su cintura y eyaculando dentro de ella su sonrisa la delataba se había corrido junto conmigo y gozaba teniendo mi pene chorreante dentro. Me dio un beso y se pasó al asiento del copiloto abrí los vidrios y de nuevo emprendimos el camino hacia su casa.

Llegando a la misma me dio un beso sonriente me dijo nos vemos mañana y me volvió a preguntar algo que no imagine me dijo..

¿Te gusto?

A lo que yo correspondí diciéndole que si, que me había gustado. Dicho esto partí dejándola en la puerta de su casa esperando que la persona con la que vivía no se hubiera dado cuenta que yo la lleve.

Mi Bestia Interna había quedado satisfecha, pero mi razón se apoderaba de mi, ¿y si la embarace? Y ¿si tiene alguna enfermedad venérea?, ahora tenia que purgar esas preguntas en mi mente mientras la bestia reposaba en mi interior dormitando hasta que el éxtasis la llamara de nuevo….

Gracias por sus comentarios

labestiainterna@hotmail.com