La belleza interior versión Sara 2

Sigue la historia de Sara

La belleza interior versión Sara 2

Llegue a la facultad de Medicina/Enfermería llena de ilusión, el desengaño que tuve con Javier se fue pasando poco a poco gracias al apoyo recibido por Jorge y su novia Nuria.

Lo malo, pues que Jorge cursaría medicina en la facultad de otra comunidad autónoma, Era la mejor universidad de medicina y le habían admitido, felicite de corazón a mi amigo, pero no pude evitar sentir mucha tristeza porque no le vería por lo menos hasta el verano que viene.

Nuria y yo estrechamos mucho nuestra amistad y ella se matriculó en la misma universidad que yo.

No estaríamos en la misma facultad pues ella cursaría ingeniería, lo bueno que su edificio estaba cerca del mío y que tenían una buena cafetería donde además daban de comer bastante bien según tenía oído.

Cambiando de tema me he dado cuenta de que no me he descrito ni a mí no a Jorge, también describiré a Nuria.

Yo mido un metro setenta y cinco centímetros, tengo el cabello negro como la noche más insoldable y los ojos azules como el cielo más despejado, tengo un cuerpo proporcionado y bonito, pero no soy ninguna top model ni nada parecido.

Jorge es un chico de lo más corriente, lo que más destaca en él es su altura un metro noventa, tiene el cabello castaño y ojos oscuros, su cuerpo es normal.

Nuria sin embargo era una preciosidad rubia de ojos verdes con un cuerpo de escándalo, hacia que todos los hombres se giraran a mirarla por donde pasaba.

Era una mujer con los pies en el suelo o por lo menos eso era lo que había demostrado hasta ahora, y su sentimiento por Jorge parecía sincero.

En el primer día de clase tuve claro que esto no tenía nada que ver con el instituto, el ritmo era otro y aquí no me valdría solo con mi inteligencia, tendría que hincar los codos y meter muchas horas, pero estaba dispuesta hacerlo.

Como me enseño mi padre, “quien quiere peces se tiene que mojar el culo”.

Cuando salí de casa en dirección a la universidad, les dije a mis padres entre lágrimas que jamás podría devolverles el esfuerzo que estaban haciendo por mí.

Padre- Hija eres la primera persona de esta familia en ir a la universidad, esto no es un sacrificio para tu madre y para mí (con una gran sonrisa).

Madre- No podríamos estar más orgullosos de ti hija, eres nuestra hija lo daríamos todo por ti.

Yo les abrace entre lágrimas, me fui a la parada de autobús, al llegar a la marquesina seque mis lágrimas y puse mi mejor sonrisa, Tenía que esforzarme mucho también por ellos.

Al terminar mi primer día de clase salí agotada, habían sido muchas emociones, las asignaturas serian duras, pero me gustaron todas y estaba muy emocionada, si todo iba bien terminaría vistiendo de azul en un hospital, no podía evitar sumergirme en mis sueños cuando una voz me saco de ellos.

Era Nuria, me estaba diciendo algo que no entendí por no prestarle atención.

Sara- Perdona Sara no te estaba prestando atención.

Nuria- ¡Tú como siempre en las nubes!, te preguntaba si te gustaría comer conmigo en la cafetería así probamos el menú.

Sara- Si claro, avisare a casa para que no me esperen para comer.

La cafetería estaba muy bien y la comida pues no estaba mala, pero ni punto de comparación con la que prepara mi madre, Nuria me presento a algunas chicas que había conocido en el primer día, no sé por qué, pero me pareció que no les caía bien.

Estaba muy claro lo que pasaba la diferencia social, ellas llevaban ropa de marca e iban a la universidad en coches caros, yo llevaba ropa que no era de marca y mucho más normal y me movía en trasporte público.

El curso siguió su curso, yo metía horas como una condenada, me habían concedido una beca y tenía una media que mantener si bajaba de esa media adiós beca.

Mientras yo me pasaba casi todos los días metida en mi habitación estudiando, tened en cuenta que yo salía un sábado por la noche al mes, Nuria se lo pasaba en grande con sus nuevas amigas, poco a poco nos fuimos distanciando.

Lo único que nos unía en realidad era Jorge y no se encontraba allí, de vez en cuando hablábamos y me contaba lo bien que se lo pasaba con sus amigas, un día le pregunte si había llamado a Jorge.

Nuria- No, ¿Por qué tendría que haberle llamado?

Sara- ¡Porque antes de ayer fue su cumpleaños!

Nuria- Joder es verdad se me había olvidado (echándose a reír)

Negué con la cabeza y le dije que llamara a su novio en seguida, ya le dije a jorge que las relaciones a distancia no funcionaban.

Me volví a recluir en mi habitación era un viernes por la tarde y Nuria me había invitado a una fiesta que se iba a hacer en la casa de alguien de la universidad.

Había terminado todas mis tareas y lo más importante el trabajo que debía entregar el lunes, guarde todo apague mi portátil y llame a Jorge.

Jorge- Hola Sara como te va todo, espero que no andes tan atareada como yo que no salgo de mi habitación.

Sara- Pues más o menos, ¿oye te ha llamado Nuria?

Jorge- No, casi no hablamos y lo poco que lo hacemos la noto hastiada y con poco interés.

Yo intenté quitarle hierro al asunto, pero la verdad que no sonaba nada bien.

Sara- Estará atareada como nosotros.

Jorge- ¿Tú tampoco la ves?

Sara- Como voy a verla, si no salgo de mi habitación con todos los trabajos que me mandan.

Jorge se rio y después de estar hablando de banalidades me dio recuerdos para mis padres y yo para los suyos y colgamos.

Llego el sábado por la noche, me puse una blusa azul marino y unos pantalones blancos que me hacían buen culo, con unos zapatos negros.

Iba divina hasta que llego Nuria a buscarme y su vestimenta me dejo a la altura del betún, en el coche también iban sus dos nuevas mejores amigas.

Pusieron mala cara, pero a mí me dio igual, me senté delante en el asiento del copiloto Nuria conducía.

Nuria- Estáis preparadas chicas, en la fiesta habrá machos de los buenos.

Sara- ¡Te recuerdo que tú tienes novio!

Amiga- Ya hablo la aguafiestas, ¿ojos que no ven verdad Nuria?

Nuria paro el coche le miro muy enfadada y le dijo.

Nuria- ¡Cállate la puta boca ostias!

La amiga agachó la cabeza y nadie dijo nada más hasta que llegamos a la fiesta, en cuanto vi la clase de fiesta que era me di cuenta en seguida que yo allí no pintaba nada.

Durante el siguiente hora y media me dedique a ir de aquí para allí, de vez en cuando me tomaba un refresco, yo allí no bebía alcohol ni loca.

Una de las veces vi como Nuria subía al piso de arriba con un chico de la mano, me temí lo peor y les seguí, mi intención era hablar con Nuria para parar esa locura, cuando llegue a la habitación la pareja estaba hablando.

Chico- Joder que morbazo el otro día cuando te llamo tu novio y tú te pusiste hablas con el mientras te taladraba el coño a cuatro patas (riéndose).

Nuria- Eso me puso mucho, no estuvo bien, pero me enciendes tanto que luego no puedo negarme a tus caprichos.

Chico- Hoy quiero hacer lo mismo mientras te doy por el culo, mira como la tengo solo de pensarlo.

Nuria sonrió se agachó y le empezó hacer una soberbia mamada, el chico estaba en el séptimo cielo, yo empecé a grabar, Jorge tenía que saber esto.

Cuando Nuria se cansó de mamar se puso a cuatro patas, el chico saco un condón y lubricante y empezó a preparar el culo de Nuria, cuando ya lo tuvo preparado y empezó hacer presión sobre el ano de Nuria esta cogió el móvil y llamo a Jorge.

Nuria no podía evitar gemir cada vez que la polla de ese tío entraba en su culo, Nuria le contó que había salido de fiesta con las chicas y estaban en un local bailando de hay la música y los jadeos.

El chico empezó a imprimir más fuerza en la penetración, se corrieron a la vez, el grito de Nuria se escuchó en toda la barriada, la incógnita es si habrá colgado antes de gritar o no.

Pare de grabar asqueada, salí de esa casa y me fui a coger un taxi para volver a mi casa, no estaba lejos, pero de noche me daba miedo ir sola.

Bufaba de rabia como Nuria había sido capaz de hacer algo así a Jorge, al día siguiente pensaba quedar con ella y ponerle los puntos sobre las íes.

Quede con Nuria para comer pues la mujer no quería madrugar, a saber a qué hora llegaría a casa, le esperaba en el restaurante y llego con cara de resaca y gafas de sol.

Nuria- ¿Por qué te fuiste anoche?

Sara- ¡Porque pasaste de mí y sobre todo por esto!

Nuria abrió los ojos como platos, después se enfadó por haberla grabado según ella no tenía ningún derecho, no la deje acabar.

Sara- Te doy veinticuatro horas para contárselo a Jorge si no lo haré yo.

Nuria- ¡No te atreverás!

Sara- ¡Tú pruébame!

Nuria se levantó de la mesa sin probar bocado hecha una furia, espere a que pasaran las veinticuatro horas y llame a Jorge.

Jorge- ¿Qué pasa Sara?

Sara- ¿Has hablado con Nuria?

Jorge- No, ¿por qué?

No le conteste, apreté el botón de enviar, la llamada seguía activa, pero al otro lado de la línea no contestaba nadie hasta que se oyó como alguien lloraba al otro lado.

Sara- Jorge cojo un autobús y me presento en tu ciudad mañana sin falta.

Jorge- No, falta poco para los exámenes y para tu cumpleaños, yo iré en esas fechas para estar contigo, no te preocupes me ha dolido, pero hacia ya tiempo que Nuria y yo no estábamos bien además en realidad me gusta otra mujer.

Jorge corto la llamada hay intente llamarlo, pero no contesto más, me dejo muy preocupada, llame a sus padres y su madre me dijo que no me preocupara que estaba con ellos, que ellos lo cuidarían.

Al día siguiente fui a mi facultad a la hora de siempre y allí estaban Nuria y sus acolitas, muy cabreadas todas.

Nuria- Eres una zorra, me ha dejado por tu culpa-

Sara- no es verdad y tú lo sabes.

Nuria- ¡No tendría que haberse enterado te enteras!

No me dio tiempo a contestar, me dio un puñetazo tan fuerte que me pitaban hasta los oídos, caí al suelo y luego me molieron a patadas.

Cuando terminaron me dejaron tirada en el suelo sangrando, después de ese día no volví a ver a Nuria nunca más, pero la cosa no acabo hay, unos días después todavía dolorida el director me llamo a su despacho.

Director- Tengo malas noticias para usted, se han recortado los fondos y las becas han sido revocadas.

Sara- No puede ser, sin la beca no podré seguir estudiando.

Director- Si no paga la cuota del trimestre que viene no podrá seguir estudiando en esta universidad.

Salí de su despacho derrotado, tenía dos meses para conseguir el dinero para pagar la cuota o si no tendría que despedirme de ser enfermera, primero me preocuparía de pagar el siguiente trimestre y después ya buscaría un trabajo para la matrícula del año que viene.

No encontré nada, me rechazaban en todos los sitios, solo me decían dos cosas, falta de experiencia o ya le llamaremos, hable con todas mis compañeras haber si alguna sabia de algún trabajo, pero nada, me senté en un banco con la intención de aceptar la realidad.

Mientras estaba inmersa en mis pensamientos se acercó la amiga de una compañera de mi clase y se sentó a mi lado.

Compañera- ¿Necesitas dinero no es así?

Sara- Sí.

Compañera- Yo podría ayudarte.

Sara- ¿Cómo?

Compañera- Yo suelo follar con hombres a cambio de dinero, eso me permite pagarme los estudios y esta ropa cara no esta tan mal créeme.

Sara- Me estás diciendo que me prostituya.

Compañera- Eso es.

Sara- No sé, no me convence nada.

Compañera- Tu misma, aquí te dejo el teléfono de uno de mis clientes, das el perfil que está buscando y paga muy bien, lo podrías hacer esa vez, pagar la cuota y después buscarte otra cosa.

Sara- Me lo pensaré.

Cogí el teléfono en mis temblorosas manos, llegue a su casa y lo metí en un cajón, prostituirme no entraba en mis planes, seguro que encontraba algo.

No fue así y la fecha se iba acercando, hundida en la más profunda de las desesperaciones cogí ese número de teléfono y llamé.

Hombre- ¿Si?

Sara- Llamaba por la oferta de trabajo

Hombre- ¿Dónde has conseguido este número?

Sara- Me lo ha dado una tal Silvia.

Hombre- muy bien que te parece si quedamos mañana en la cafetería del hotel xxxxx y así nos conocemos.

Sara- vale (nada convencida).

El hombre colgó y Sara era un manojo de nervios esa noche no ceno y no pego ojo en toda la noche.

A las ocho me presenté como un clavo en la cafetería y un hombre me estaba esperando, era el hombre más guapo que había visto en mi vida, la conversación fue muy fluida era educado y me izo sentir segura en todo momento, una parte de mí tenía todas las alarmas encendidas, pero como una imbécil acepte.

Hombre- Muy bien Vanesa tú preséntate el sábado a las siete de la tarde en esta dirección.

Sara- Vale así lo haré.

La semana se me paso volando, esa noche me prepare como él me lo había pedido, llegue a la dirección que el hombre me había dado y toque la puerta y me abrió.

Solo llevaba una toalla, la verdad es que estaba muy bueno, pero estaba tan nerviosa que no daba pie con bola, no perdió el tiempo y se quitó la toalla, me indico con la cabeza lo que quería y yo actué como un autómata, escabulle esa polla y me la metí en la boca, mi mamada era torpe y así me lo indico, pero con sus indicaciones, lo empecé hacer mejor o eso creo porque no se quejó.

Me indico que me pusiera a cuatro patas mirando un espejo que tenía en la pared y me intento penetrar, estaba tan nerviosa que tuvo que recurrir a un lubricante para poder lograrlo.

Después de follarme durante un buen rato, consiguió que me corriera, pero yo seguía estando muy incómoda y lo peor era que cada postura que hacíamos tenía que ser mirando a ese dichoso espejo, eso me ponía muy nerviosa.

Al final se terminó corriendo en mi cara, nos duchamos primero él y luego yo, me pago y me fui de allí corriendo.

Esa noche saqué dos cosas en claro que yo no valía para ser prostituta y que no lo volvería a repetir, nunca se sintió tan incomoda he sucia como se sintió esa noche.

Cuando llegue a casa escondí el dinero y le llame a Jorge, le conté que me habían quitado la beca y que no podría hacer la carrera de enfermería.

Jorge se rio y me dijo.

Jorge- Vente a mi universidad, en la cafetería de medicina necesitan una camarera no pagan un gran sueldo pero suficiente para poder pagarte los plazos trimestrales.

Sara- ¿Y dónde voy a vivir?

Jorge- La casa que han alquilado mis padres tiene una habitación de invitados podrías quedártela tú.

Sara- Yo de gorra no vivo, te pagaré algo.

Jorge- Muy bien te pondré un alquiler simbólico y así volveremos a estar juntos, ¿aceptas o no?

Después del chasco de esa noche quería poner tierra de por medio y me apetecía mucho estar otra vez con Jorge, lo he echado mucho de menos, por la mañana hablaría con mis padres.

Estos sabiendo que me quedaría con Jorge no pondrían pega y además si ya iba con un trabajo desde aquí pues menos todavía.

Sara- Acepto.

Continuará.