La belleza interior versión Esther 4
Todo lo bueno tiene un final.
La belleza interior versión Esther 4
Daniel- ¡Esther!
Ese grito de mi hermano hizo que me parara en seco, Vlad me miraba con una expresión entre miedo y odio, yo lo miraba como si fuera una cucaracha a punto de ser aplastada.
Daniel- Vlad márchate de aquí, ya has hecho suficiente.
Vlad- Vale me voy, tendréis noticias de mis abogados.
No podía con su chulería y me arranqué contra el otra vez, esta vez fueron Teddy y mi padre los que me sujetaron y me pidieron que me tranquilizara.
Una vez que Vlad se fue caí de rodillas en el suelo y me eche a llorar, la mujer que amaba se encontraba entre la vida y la muerte por el humo tóxico que había inflado al rompérsele la máscara.
En ese momento me di cuenta, la quemadura de su rostro que dejaría una marca visible en él no me preocupaba, yo quería que viviera para poder compartir con ella el resto de mi vida.
Pase la noche con ella a su lado, sujetando su mano, rezando a todos los dioses para que despertara, no fue así esa noche no por lo menos.
Lena despertó a los dos días, le costaba respirar, pero por lo que me dijo Silvia su saturación en sangre de oxígeno había aumentado y eso era muy buena señal.
Yo no había dejado de sujetar la mano de Lena mientras hablaba con Silvia, entonces Lena me hablo.
Lena- Esther eres tú, veo un poco borroso.
Silvia- Hola Lena soy tu doctora, es normal verás así hasta que tus ojos se acostumbren otra vez a la luz.
Yo no pude contenerme y abrace a Lena con todas mis fuerzas, estaba muy contenta de que hubiera despertado, temí que la perdería para siempre.
Silvia- Lena Esther no se ha separado de ti en todos estos días, a estado día y noche cuidándote, te quiere mucho.
Lena sonrió, pero no hacia más que tocarse la venda de la cara, yo se lo impedía, pues me dijeras que lo mejor era no tocarse para evitar infecciones.
Lena- ¿Por qué tengo esta venda en mi cara que está ocurriendo?
Mire a Silvia y esta me hizo un gesto afirmativo así que se lo conté.
Esther- Cuando el subordinado de Vlad rompió la puerta la deflagración te causo quemaduras en parte de tu rostro, si no permito que te toques es para evitar que se infecte.
Lena empezó a llorar, repetía una y otra vez, no rostro no, mi rostro no por favor, se me partía el alma e icé lo único que se me ocurrió.
Abrazarla fuerte para que supiera que no estaba sola y que lo superaríamos juntas, Lena dejo de comer, dejo de hablar solo miraba al frente con la mirada perdida.
Pensé que se había rendido y había echado la toalla, fueron los peores días de mi vida, la mujer que amaba había perdido las ganas de vivir y no sabía como devolvérselas.
La visito un médico de psiquiatría, le puso un tratamiento antidepresivo, yo la verdad que no veía mejoría y eso me estaba matando.
Ice lo que jamás pensé que haría pedir consejo a la persona que más se había opuesto a esta relación, mi madre.
Esther- Mama, no sé cómo ayudar a Lena estoy desesperada (llorando).
Madre- Ya sabes lo que opino de esta relación, pero yo no he educado a mi hija para que tire la toalla a primeras de cambio.
Mire a mi madre con los ojos como platos y la boca abierta.
Madre- No me mires así hija, es de mala educación.
Esther- Lo siento.
Madre- Vi como te destrozo la traición de Vlad, lo echa polvo que estabas y la aparición de esa mujer te devolvió no solo la sonrisa sino la vida.
Esther- Yo pensé que lo desaprobabas.
Madre- Y así es, pero te quiero y si quieres a esa mujer tanto como dices y te hace feliz tanto como dices deja de llorar y ayúdala a salir del bache.
Mire a mi madre con incredulidad y orgullo, sus palabras me dieron mucho ánimo, de camino al hospital pase por una floristería y le compre a Lena esos bombones que tanto le gustaban.
Cuando llegue al hospital Teresa estaba discutiendo con Vlad y decidí intervenir.
Esther- ¿Qué está pasando aquí?
Vlad- Esta enfermerucha no me deja pasar a ver al monstruo.
Lo prometí, pero fue superior a mí, se comió un tortazo que casi le desencajo la cabeza de los hombros.
Esther- ¡Aquí el único monstruo que hay eres tú!
Vlad- Vamos, se sincera no serás capaz de mirarla a la cara y le dejarás tirada, yo he venido a darle mi polla para que se consuele y me deje romperle el culo (riéndose).
Se volvió a comer otro tortazo, esta vez fue en el otro lado.
Esther- Tú no entiendes nada cabrón, yo no quiero la cara de Lena, yo quiero a Lena.
Lena es fiel, cariñosa, atenta y cada vez que me acaricia siento en todo mi ser lo mucho que me quiere, ¿crees que una cicatriz hará que mis sentimientos cambien por ella?
Esther- ¡Márchate de aquí antes de que pierda la poca cordura que me queda!
Entonces se oyó como Lena me llamaba desde la habitación, era la primera vez en semanas que hablaba, corrí dentro de la habitación y me encuentre a una Lena llorando y con los brazos abiertos esperando un abrazo, le di un abrazo donde le exprese todo lo que sentía por ella.
LENA
Sentí ruidos y al despertar oí como Esther discutía con alguien, horror era Vlad el mal nacido que me había hecho esto, me llamaba monstruo y si Esther opinaba lo mismo.
Entonces Esther hablo.
Esther- Tú no entiendes nada cabrón, yo no quiero la cara de Lena, yo quiero a Lena.
Lena es fiel, cariñosa, atenta y cada vez que me acaricia siento en todo mi ser lo mucho que me quiere, ¿crees que una cicatriz hará que mis sentimientos cambien por ella?
Esas palabras me confirmaron que Esther me quería por encima de todo, por primera vez desde que paso el accidente llore, pero de felicidad.
La llamé, necesitaba su contacto, su risa la fuerza que emanaba todo su ser.
ESTHER
No podía dejar de abrazar y besar a Lena, mi valkiria estaba viva, sus ojos estaban vivos otra vez y tenía un semblante lleno de decisión.
Esther- Me tenías muy preocupada.
Lena- Lo sé Esther, me rendí, pero tus palabras me han sacado del agujero en el que me había metido.
Me senté a su lado en la cama y la bese, por primera vez toque su cicatriz por encima de la venda, Lena hizo amago de quitarme la mano, pero no lo hizo, sonrió y poso su mano encima de la mía.
Cogí su otra mano y la metí dentro de mi pantalón hasta llegar a mi coñito, quería que viera lo mojada que estaba y que esa calentura me lo provocaba ella solo con su presencia.
Saco la mano corriendo mientras se reía, y me dijo.
Lena- Que haces loca, que nos van a echar y yo todavía estoy convaleciente.
Antes de terminar la frase, Lena chupo la mano que estaba impregnada de mis jugos y me puso como una moto.
Esther- Lena no me tientes, no me tientes.
En ese momento se abrió la puerta y entraron papa y Teddy.
Padre- Veo que estáis contestas, Lena tus padres llegaran esta tarde, me costó mucho dar con ellos.
Teddy- ¿De qué trabajan tus padres?
Lena- Son Arqueólogos y a veces se pierden en desiertos o en selvas donde no tienen cobertura, pensé que Esther ya os lo abría contado.
Teddy- ¡Esta cuenta lo que le interesa!
Nos reímos todos hasta que mi padre y Teddy se pusieron serios.
Esther- Que ocurre papa.
Papa- Tenemos indicios para creer que Vlad es el que origina los incendios que luego el mismo apaga.
Esther- ¿Qué pasa que es pirómano?
Teddy- no, mira estos dos planos, en el primero están señalados los edificios que ardieron y en el segundo están señalados los edificios que ha construido el padre de Vlad.
Joder casaban perfectamente, ese cabrón quemaba los edificios hasta los cimientos para que los tiraran y así su padre pudiera ganar muchos millones.
Lena- Lo malo es que todos sabemos el poder que tiene el padre de Vlad y no creo que sea fácil encontrar pruebas que los incriminen, ¿además que abogado se enfrentara contra un hombre que podría destruirle su carrera?
Liz- Si, nosotros.
De repente se abrió la puerta y entraron Liz acompañada de se maridó Bruce, Liz era hija de Teddy y socia del bufete de abogados más poderoso de Londres.
Que decir de Bruce, según mi padre tenía suficientes recursos como para no temer a alguien con el poder del padre de Vlad, cuando había que encontrar pruebas que eran imposibles le llamaban a él.
Liz nos estuvo haciendo unas preguntas, nos dijo que el padre de Vlad tenía tentáculos en todos los países, su bufete estaba colaborando con otros y distintas policías para detenerlos a los dos.
Había pasado un mes, a Lena le operaron el rostro y la verdad que quedo muy bien, le había quedado una cicatriz, pero para mí le hacía más atractiva, a ella le daba mucho apuro y empezó a dejarse crecer el pelo para disimularla.
Quiso volver al trabajo, dijo que esto era como aprender a andar en bicicleta, si te caes y no te montas enseguida le cogerás miedo, cuando llego al parque de bomberos esperaba caras de rechazo, pero lo que encontró fueron caras de admiración.
Esther- cariño, tus subordinados te ven como una heroína, te ven como alguien en quien fijarse para ser mejores en tu trabajo.
Lena- ¿Cómo lo sabes?
Esther- Porque es lo que siento yo cada vez que te miro.
Lena se puso roja como un tomate y se metió corriendo a si box, al rato fui yo y le deje un uniforme de bombero sin estrenar sobre la camilla.
Lena- ¿Y esto?
Esther- Te conozco, sé que te la volverás a jugar viniendo a mi lado y de esta forma estarás protegida.
Lena- Yo pensé.
Esther- ¿Pensaste que te prohibiría ir no es cierto?
Lena- Sí.
Esther- Pues te equivocas, para lo bueno y para lo malo.
No tardo mucho tiempo en estrenarlo pues tuvimos una llamada de incendio a los cinco minutos.
Lena al principio se quedó en blanco, pero cuando le cogí la mano sonrió y volvió a ser el paramédico decidida de la que me enamore.
Cuando llegamos el parque allí estaban Liz, Bruce, Papa y Teddy.
Padre- Bruce ha conseguido encontrar a uno de los hombres de Vlad que está dispuesto a delatarlo y conseguirnos pruebas.
Esa misma noche iban a provocar otro incendio y ese hombre llevaría un micro para grabar toda la conversación.
Hombre- Jefe estás seguro de que esto que hacemos está bien, la última vez hubo heridos y no me parece bien.
Vlad- A ti que te pasa, luego no te oigo quejarte cuando te llevas tu parte.
Hombre- Si, pero.
Vlad- ¿A qué vienen tantas preguntas?
Cuando Vlad se acercó a su hombre viendo el nerviosismo de este, el móvil de Vlad se acopló al micro y este hizo un sonido delatando a su hombre.
Vlad al verse traicionado por su hombre saco un cuchillo y lo apuñalo varias veces matándolo, después se deshizo del micro y empezó a echar más gasolina de la que debía para poder deshacerse del cadáver pero calculo mal.
Su primer error fue no cerciorarse de que ese hombre llevara más micros, en este caso una micro cámara que bruce le puso y la cual lo grabo todo.
Y el segundo, poner más acelerarte del que tenían calculado, al prender fuerzo este se dispersó demasiado deprisa atrapando a Vlad dentro del edificio, con la mala suerte que la explosión hizo que parte del techo se desplomara atrapándolo.
Todos teníamos en mente que Vlad se merecía eso y mucho más, pero éramos bomberos extinguimos incendios y salvamos gente aunque algunos no se lo merezca.
Entramos en el edificio tres e mis hombres, Lena y yo, nos costó llegar hasta donde estaba Vlad, tenía la pierna atrapada por un escombro muy pesado que le había fracturado el hueso dejándoselo al aire con una muy fea herida.
Lena le empezó a hacer las curas, Vlad como buena serpiente empezó a insultar a mi novia, mi valquiria le demostró que era toda una profesional haciendo caso omiso a sus insultos y curándole sus heridas.
Vlad- ¡Cómo veo que tu monstruo me ignora te lo diré a ti, dile a tu monstruo que me quite sus apestosas manos de encima!
Esther- Bueno Vlad, tal vez eso tendríamos que hacer, salir de aquí y esperar pacientemente a que estas llamas te devoren despacito haciéndote gritar, ¿eso es lo que quieres?
Vlad- No, sacarme de aquí (muerto de miedo).
Con la ayuda de unos gatos hidráulicos conseguimos levantar los escombros y Lena consiguió que Vlad no se desangrara y no perdiera la pierna.
Vlad fue detenido por el asesinato y la implicación en los incendios que habían provocado donde hirieron a Lena y murió uno de sus hombres, para rebajar su condena le propusieron que delatara a su padre, este como buena rata acepto.
Lo que no tuvo en cuenta es que después del juicio y traicionar a su padre este le dijo que se lo pagaría caro, desde que Vlad entro en prisión día a día espera su horrible muerte, muerto de miedo.
Vlad es consciente que está muerto, pero lo que no sabe será cuando y de que forma será, esa orden depende de su padre que por casualidades de la vida termino en la misma cárcel que él.
Esa noche invité a cenar a Lena, nos pusimos de punto en blanco, estaba preciosa.
El vestido le quedaba como un guante y tenía que hacer esfuerzos sobrehumanos para no arrancárselo u comérmela viva.
Cuando entramos en el restaurante la gente la miraba, se la veía incomoda yo le cogí la mano y le dije.
Esther- Pasa de ellos tú solo tienes que fijarte en esto.
Le puse algo húmedo en su mano y enseguida se dio cuenta de lo que era.
Lena- Está empapado.
Esther- Sí, es por ti.
Lena se sonrojó, pero se relajó y desde ese momento dejo de prestar atención a la gente y se lo paso bien, no fuimos a tomar una copas y a bailar y terminamos haciendo el amor en la azotea de nuestro edificio de bomberos.
Cuando su lengua hizo contacto con mi encharcado coño estalle en un orgasmo y le puse perdida la cara a la pobre, sonrió y se volvió a sumergir en mi coño arrancándome corrida tras corrida.
Yo hacia lo propio con el suyo, haciendo un magnifico sesenta y nueve, después escale hasta sus turgentes pechos y termine saboreando sus bonitos labios.
Fue una noche muy especial, terminamos abrazadas tapadas por una manta y admirando las estrellas.
EPILOGO
De aquella noche han pasado dos años, las dos competimos para ver quien se quedaba embarazada antes y me gano, tuvimos una niña preciosa que nos cambió la vida para mucho mejor.
Compramos una casa cerca del parque de bomberos porque si no era a ella me avisaban a mí, mi padre y mi hermano se descojonan los cabrones, pero son felices por las dos igual que Teresa y mi madre.
Otra que al principio no quería y término queriendo a Lena más que a mí, ahora me encuentro en una playa contemplando a Lena jugar con nuestra hija mientras yo termino de escribir mi historia.
Yo me enamoré de una mujer escultural cuya belleza se encontraba en su interior, una belleza que me cuida, me mima y me hace la mujer más feliz del universo.
Fin.