La belleza interior versión de Teresa 2

Teresa sigue relatando los peores momentos de su vida

La belleza interior versión de Teresa 2

Al día siguiente era mi día libre lo pasaría con mi hija Helena, quería olvidarme por unas horas de todo.

En ese parque había pasado unos de los momentos más felices de mi vida, Helena se divertía y reía todo el rato a esa edad no caben las preocupaciones, el estrés todo son risas y despreocupación.

De repente me vino a la mente la polla de Álvaro, apreté los dientes y el puño derecho con tanta fuerza que me ice hasta sangre, Helena se preocupó al ver mi semblante.

Dulcifique mi rostro y sonreí a mi hija que tan feliz me hacía como su padre, no pude evitar pensar si en el futuro podríamos volver, si Daniel conseguía salir del coma como se tomaría esas cicatrices y yo le volveré a mirar igual o le quitaré la cara horrorizada.

Solo de pensar en hacerle eso a Daniel me dieron ganas de vomitar, se repuso y seguí jugando con su hija, la pobre se había subido a la Txirristra (tobogán) y le daba miedo lanzarse.

Solo basto verme que la esperaba con los brazos abiertos y se lanzó, la cara de orgullo que tenía mi hija no tenía precio.

Sabía que Daniel lucharía por su hija por mí y yo estaría allí para esperarle y para amarlo, En la salud y en la enfermedad.

No pude contener una sonrisa cuando recordé esa frase que el cura dijo el día de nuestra boda.

Llame a la canguro para saber si a la tarde estaría libre un par de horas.

Teresa- Hola, te vendría bien esta tarde para cuidar de helena un par de horas.

Canguro- ¿Vas a visitar al señor Daniel?

Teresa- Si por eso necesito que cuides a helena.

Canguro- Allí estaré a la hora que me digas.

Teresa- gracias.

Después de colgar volví al lado de Helena teníamos que ir a casa tenía que comer, me costó dios y ayuda para separar a mi Hija de esa txirristra (tobogán).

Después de comer mientras fregaba los platos me llego un mensaje al móvil era de Álvaro.

Álvaro- Que te pareció lo de anoche era para ti para que vieras lo bien que nos lo íbamos a pasar.

No conteste al mensaje, no le iba a dar ese gusto a ese degenerado, no podía entender como podía ejercer la medicina un hombre al que le importaran menos las vidas humanas a no ser que le beneficiaran a él.

Me preparé para cuando vino la canguro y me puse de camino al hospital, me puse lo más cómodo que encontré por casa, solo quería estar al lado de mi marido.

Después de estar con Daniel en la UCI, iría al funeral del segundo de mi marido, cuanto le debía a ese hombre de no ser porque se puso de escudo es muy probable que ninguno hubiera salido de ese edificio con vida.

Calcule el tiempo que tenía para estar con Daniel y el que tenía para volver a casa y vestirme para el funeral.

Cuando llegue a la UCI, me encontré con los familiares de los dos novatos que trabajaban con Daniel, ellos también estaban en la UCI estaban en coma inducido por las quemaduras aunque su estado era menos grabe que el de Daniel.

Se acercaron donde estaba yo, se pararon en frente de mí y me dijeron.

Familiares- ¿Usted es la mujer del jefe Daniel verdad?

Teresa- Así es, quienes son ustedes.

Familiares- Somos las madres de los dos compañeros que salvo su marido, solo queríamos agradecerle que su marido salvara sus vidas.

Teresa- No hay de que solo hacia su trabajo.

Familiares- Izo mucho más créanos.

Les agradecí el gesto, con cada persona que me hablaba de Daniel era para decirme cosas buenas, le cogí de la mano intentando transmitirle toda mi fuerza para que volviera con su hija y conmigo.

El rato de visita había terminado y decidí volver a casa para vestirme he de ir al funeral, si no me daba prisa llegaría tarde.

Al llegar a casa hay estaban helena y la canguro sentados en la mesa con todos los peluches de mi hija y tomando el té.

La risa de Helena me daba fuerzas para seguir adelante, después de saludar a la canguro y besar a mi hija me fui al dormitorio a vestirme.

Cuando llego a la iglesia vio a la viuda del compañero de Daniel y se acercó a darle el pésame.

Teresa- No nos conocemos soy la esposa de Daniel, siento mucho su perdida.

Mujer del compañero- Gracias Teresa, mi marido hablaba maravillas del tuyo, rezo para que se reponga lo antes posible.

Teresa- muchas gracias.

Mujer del compañero- ¿Si me disculpas?

La despedí y al girarme no me lo podía creer hay estaba el motivo de todos mis problemas, el médico más incompetente del Hospital.

Teresa- ¿Qué haces aquí me estás acosando?

Álvaro- No, he quedado con la viuda que ayer mientras enterraban a su marido yo enterré mi polla en su culo, le gusto tanto que hoy quiere repetir.

Teresa- eres asqueroso.

Álvaro- Lo estás deseando, sabes que tu marido se quedara como un monstruo al que no podrás mirar y vendrás a mí (mientras reía).

Me fui de su lado hecha una furia, si algo tenía claro era que no follaría con ese hombre, pero lo de las cicatrices me dejo pensativa, y si tenía razón y le rechazaba, eso mataría en vida a Daniel.

Decidió que ya era hora de volver a su casa, tenía ganas de estar con su hija que conseguía hacerla olvidar lo mal que se lo estaba haciendo pasar ese hombre.

Al llegar a casa despedí a la canguro, y me dispuse a hacer la cena para Helena y para mí, mientras estaba en ello sonó el móvil era un mensaje, pegue un salto del susto que me lleve.

Pensé lo peor, incluso que a Daniel le había ocurrido algo o lo peor de todo que hubiera muerto, tome el móvil con las manos temblando y di abrir al mensaje.

Lo que vi me dejo sin palabras y con los ojos como platos, en el video se veía la zona donde incineran los cuerpos en los tanatorios y se veía a la viuda a lo lejos.

El que filmaba el video le izo una señal con la mano para que se acercara, la mujer se acercó hasta él y le dijo.

Mujer del compañero- ¿Álvaro que haces aquí?

Álvaro- Dar las condolencias y consolar a la viuda (con una sonrisa)

Mujer del compañero- Aquí no Álvaro están mis hijos.

Álvaro- También estaban tus hijos aquella vez que acompañantes a tu marido hacerse las pruebas y bien que volviste con él con la boca llena de leche jajajajaja.

Mujer del compañero- Vale esta bien, aquí al lado hay un baño que no usa nadie porque es exclusivo para los trabajadores, te mamo la polla y te vas.

Álvaro- Me vas a limpiar la polla primero y después de que salga de tu culo.

En las imágenes vi como esa mujer tan amable de la tarde se agachaba, desabrochaba los pantalones de Álvaro y cogía con la mano la erecta polla de este.

Mujer del compañero- la tienes sucia guarro, huele fatal.

Álvaro- Huele a coño de doctora señora viuda y tú me lo vas a limpiar ensalivar bien y te la vas a meter por el culo, procura no gritar para que no nos pillen.

La viuda apoyó los brazos en la pared del cubículo del baño y saco el culo hacia fuera, Álvaro no tuvo ningún cuidado y se la metió bruscamente, no veía la cara de la mujer, pero vi como se mordía la mano.

Eso duro un par de minutos, cuando su culo se acostumbró volvió a apoyar las dos manos y era ella quien echaba el culo hacia atrás, las penetraciones eran violentas, pero la mujer gozaba, sus jadeos así lo indicaban.

Álvaro no aguantó más y se corrió dentro de su culo, saco la polla y ordeno a esa mujer que se arrodillara y se la limpiara.

La mujer puso cara de asco, pero se la mamo hasta dejarla reluciente volviendo a correrse.

Después ella salió del baño a toda prisa pues por lo que parecía la follada había durado más de la cuenta y parecía que la andaban buscando.

El video traía un mensaje que decía, “cuando serás tú la que esté con mi polla en tu precioso culo”.

Apague el móvil asqueada, no podía creer que la viuda se prestara a eso cuando estaban incinerando a su marido.

Decidí ir a jugar con mi hija y después me metería en la cama no tenía ganas de cenar, no podía conciliar el sueño, que tendría ese hombre para que todas las mujeres cayeran en sus redes, estaba bueno y era guapo, pero no era para perder la cabeza.

Mientras estaba inmersa en mis pensamientos, otro mensaje llego al móvil, al abrirlo me lleve las manos a la cabeza.

En él se veía a mi amiga en el hospital Silvia, una mujer de reputación intachable y que estaba convencida de que su familia era su prioridad.

En el video se le veía a Álvaro tumbado en una camilla y a Silvia dándole la espalda botando sobre él con la polla de este metida en el coño, los berridos de Silvia eran atronadores le decía – dame más maldito cabrón, párteme el coño en dos, ¡me corro!

Silvia estaba disfrutando como una loca al punto que cuando Álvaro le pidió que le comiera el culo esta ni lo dudo.

Pensaba hablarlo con ella, pero se veía que el muy cabrón me estaba cerrando todas las puertas para obligarme a pasar por el aro, lo tenía claro.

Prepare una carta de dimisión por si llegaba a acorralarme del todo.

No podía entender como Silvia le estaba siendo infiel a su marido, no era como Álvaro, su marido era bajito, con barriga, pero un buen hombre y mejor padre y marido.

En dos días había visto a dos compañeras de trabajo siendo infieles a sus parejas, ¿cuántas más habría?

Podría denunciarlo al director del hospital, follar en el hospital está penado, el cabrón sabe que no delataré a mi amiga, además el director es un machista y amigo personal de Álvaro.

Fue el quien lo contrato, todavía no sé por qué pues es un médico malísimo, yo no le dejaría usar ni la fregona.

Mientras seguía sumergida en mis pensamientos, volvió a sonar el móvil, si es otro video prometo que estamparé el móvil contra la pared, no era un mensaje, sino una llamada, la cogí.

Hospital- Teresa a tu marido se le han infectado las quemaduras, su estado es grabé.

Se me cayó el móvil al suelo me puse a temblar primero y a llorar después, llame a la canguro le explique la situación, me dijo que en un cuarto de hora estaba en casa y ella pasaría la noche con Helena.

Yo volé hacia el hospital, casi me mato un par de veces por el camino, pero al final aparqué el coche y entre corriendo a la zona UCI.

Allí estaba Silvia que era la doctora que me había llamado y la que trataba a Daniel.

Silvia- Teresa, le hemos puesto los antibióticos más fuertes que tenemos las siguientes veinticuatro horas serán cruciales.

Silvia se dio cuenta de que la miraba de forma rara, como no hacerlo si había presencia la infidelidad de mi amiga con un baboso, decidí aparcar eso de momento.

Teresa- hora mi primera prioridad es Daniel, pero tú y yo tenemos que hablar.

Silvia- Bien en una hora tengo descanso y hablamos.

Decidí llamar a mi mejor amiga y cuñada, su hermano estaba grabé y necesitaba a la única persona de la que podía confiar a mi lado.

Teresa- Ester, a Daniel se le han infectado las heridas esta grabé.

Esther- Voy para allí enseguida ya se puede poner mi jefe como quiera, a la mañana me presento en el hospital.

Teresa- Gracias.

Esther- No hay de que cuñada.

Tenía una noche larga por delante y la conversación con Silvia, tenía mis sospechas y quería oír su versión.

Me dirigí a la sala de descanso de esa planta para enfrentarme a mi amiga, no iba a ser nada agradable pero necesitaba respuestas.

Teresa- ¿Desde cuándo le eres infiel a Pablo?

Silvia- ¿Qué dices te has vuelto loca?

Teresa- Toma y luego dime que la del video no eres tú.

Silvia palideció y empezó a llorar no entendía como había llegado ese video a mis manos.

Teresa- me lo ha mandado Álvaro, quiere follarme y cree que con estos videos caeré rendida a sus pies o ensartada en su polla.

Silvia seguía llorando.

Teresa- Deja de llorar y explícate, porque pablo no se merece esto.

Silvia me empezó a explicar que en la cena de navidad que yo decidí no ir porque Helena estaba con fiebre y la verdad que no me apetecía aguantar al doctor muerte.

Silvia me explico que después de la cena fueron a un local a tomar unas copas, todo parecía ir bien, yo estaba divirtiéndome mucho, con el trabajo y los niños hacia mucho que no me divertía.

En un momento dedo me entraron ganas de mear, el baño estaba a tope cola quilométrica, pero sabía que en el segundo piso estaba el baño de la zona VIP que estaba cerrada, quien se iba a enterar.

Subí las escaleras y con disimulo entre al baño, al entrar escuche unos gemidos, venían de uno de los cubículos, me metí en el de al lado y mire, sé que no debía pero mire.

En el otro cubículo estaban Álvaro y una de las camareras la más joven, este se la estaba follando desde atrás, menuda follada no te lo puedes imaginar, no pude evitar tocarme.

Álvaro acabó dentro de esa chica y salieron con disimulo mee y decidí salir al rato, cuando llegue a la barra esa misma chica besaba a otro camarero, según me dijeron era su novio.

Acababa de ver una infidelidad y de lo que no me di cuenta es que Álvaro me había visto, me confronto en el hospital y me insistió hasta que no aguante más y esa noche que me tocaba guardia termine con los pantalones en los tobillos con la polla de Álvaro metida en el culo y aullando como una loba en celo.

Al día siguiente consciente de mi error fui hablar con él, se rio el muy cabrón y me enseño la grabación de mi enculada.

Me dejo claro que si no seguía follando con él, el video terminaría en manos de mi marido y mi vida se iría por el retrete.

Después de contarme eso se echó a llorar, no se lo merecía pero la abracé.

Teresa- ¿Cuándo llegue el momento me ayudarás?

Silvia- ¿Qué vas a hacer?

Teresa- Denunciarlo, claro.

Silvia- no puedes hacer eso si esto sale a la luz Pablo quedara destruido por mi culpa.

Teresa- Pablo se merece enterarse por ti y no por un video, haz lo correcto.

Silva se lo pensó un buen rato y accedió, sabía que la única oportunidad que tenía para salvar su matrimonio era contando la verdad.

Saque un sándwich de la máquina para llenar el estómago me tome un café y espere a la loca de mi cuñada, solo podía confiar en ella.

Esther cumplió su palabra y a la mañana se presentó como un clavo en el hospital me abrazo y fue corriendo a ver a su hermano.

Esther- Daniel es fuerte, saldrá de esta y tú también.

Teresa- Ester estoy en un lío y necesito tu ayuda.

Esther- Cuéntame.

Le conté el acoso que recibía por el nuevo médico, la encerrona que me preparo en el baño, lo mal que me sentí al no poder evitar excitarme y el video que le mando mientras enculada a la viuda del compañero de Daniel y la follada a su amiga Silvia

Esther- ¿Cómo dices?, ¡a ese cabrón lo mato!

Continuará.