La belleza interior versión de Esther
Esta es la historia de Esther.
La belleza interior versión de Esther
Yo me icé Bombero igual que mi padre y hermano y aunque pareciera mentira la mayor detractora en mi casa fue mi madre, mi padre siempre me apoyo igual que mi hermano.
Ambos opinaban que sería un bombero tan buena o mejor que ellos, mi padre me enseño todo lo que él sabía para qué estuviera a salvo, ese no era el único quebradero de cabeza que le traía a mi madre, aparte de los hombres también me gustaban las mujeres.
En un principio teresa tendría que haber sido mi presa y con esa intención me acerque a ella esa noche de sábado, la verdad sea dicha que me sorprendió muy gratamente, Teresa era un ser humano excepcional y me quedo claro que era estrictamente hetero.
Mientras Teresa estudiaba para ser enfermera yo me preparaba para ser bombera y tenía la intención de no cejar hasta haberlo conseguido.
Cuando aprobé las oposiciones, fue uno de los días más felices de mi vida, el primer día en el parque esa sonrisa se me borro, la mayoría de los hombres que trabajaban allí opinaban que este era un trabajo para hombres y que yo no pintaba nada allí.
Me enfadé mucho con mi padre y hermano por no sacarme la cara, empecé a pensar que ellos también pensaban lo mismo de mí.
Una noche que teníamos guardia, era una noche muy fría de invierno, mi padre se me acerco con una taza de chocolate con leche que tanto me gustaba, me miro y me dijo.
Padre- Ellos no te quieres aquí, demuéstrales que se equivocan.
Esther- ¿Cómo puedo hacerlo papa?
Padre- Que tu trabajo hable por ti, gánate su respeto.
Esther- ¿Y si eso no funciona?
Padre- Tu hermano y yo siempre estaremos para apoyarte.
La verdad que me esforcé como la que más, pero ninguno cambiaba la opinión sobre mí solo me respetaban mi hermano y su mentor, la persona que en el futuro se convertiría en su segundo.
Mi relación con Teresa era fantástica era la hermana que siempre quise y no tuve, así que decidí que si no podía ser mi hermana sería mi cuñada que a efectos prácticos era lo mismo.
La noche que nos invitamos a una fiesta de la universidad líe a mi hermano e ice una cita doble, mi hermano y teresa y yo con Sofía (la futura delegada de sanidad).
Sofía me gustaba mucho, era inteligente hermosa, pero tenía un defecto, su carrera estaba por encima de todo, dicen que el amor es ciego, el mío aparte era gilipollas.
Aquella noche fue cuando se crearon los cimientos de la relación de mi hermano y Teresa y eso me izo sumamente feliz, yo seguí con Sofía un tiempo más, la gota que derramo el vaso fue que después de hacerle una comida de coño fabulosa, hacer que se corriera como una loca en mi cara, cuando le tocaba hacerme llevarme a mí a la cima del olimpo me dejara tirada por una llamada de teléfono.
Me levante y con mi cara llena de sus flujos le pregunte.
Esther- ¿Esto va a ser siempre así?
Sofía- Sabes que mi trabajo es importante para mí.
Esther- ¿Más importante que yo también?
Sofía- Si, lo siento mucho Esther.
Le miré con cara de resignación y me di cuenta de que no podíamos seguir así, tampoco haría un drama de eso Sofía era una gran mujer y una amiga, lo mejor seria terminar en buenos términos no quería perderla en mi vida.
Esther- Sofía, será mejor que dejemos esta relación aquí antes de hacernos daño, ¿no te parece?
Sofía- Tienes razón, nunca fue mi intención hacerte daño (llorando).
La abrace y la bese en la frente, quería tranquilizarla.
Esther- No te preocupes, lo único que no te perdonaré será que perdamos el contacto.
Sofía- No será así te lo prometo.
Seguía llorando, pero por lo menos tenía una pequeña sonrisa, así acabo mi primera relación con una mujer.
Al poco tiempo mi relación con ciertos bomberos de mi parque no había mejorado y me estaba planteando irme a otro parque de bomberos a ver si allí tenía más suerte, mi estancia allí estaba perjudicando a mi padre y hermano y no iba a consentirlo.
Padre- ¿Sigues con la intención de trasladarte?
Esther- Sí.
Padre- Conozco a un jefe de bomberos de otra ciudad que necesita gente, te he recomendado y hoy vendrá para conocerte.
Cuando le vi entrar se me cayeron hasta las bragas era de la edad de mi hermano, su nombre era Vladímir, pero le gustaba que le llamaran Vlad.
Era el hombre más guapo que hubiera visto nunca, creo que fue amor a primera vista.
Vlad volvió a su ciudad y yo me quede sin poder quitármelo de la cabeza, era guapo, simpático buen conversador y seguro que tenía que ser un hacha en la cama.
Llame a teresa para contárselo.
Esther- El bombero que me presento mi padre, ufff Teresa para comérselo y repetir.
Teresa- Mira que eres burra.
Esther- Si, si burra, ya me dirás cuando lo veas.
Pasado una semana decidimos hacer una salida doble y así presentaba a Vlad a mi hermano y mejor amiga, Daniel en su línea no dijo nada y fue correcto, pero la cara que puso teresa no me gusto.
Esther- ¿Qué pasa Teresa, a que ha venido esa cara?
Teresa- No lo se Esther, hay algo en ese chico que no me da confianza no me gusta.
La contestación de Teresa no me gusto nada y se notó mi mala actitud hacia ella en toda la cena.
No quería admitirlo, teresa tenía buen ojo para esas cosas y que fuera tan rotunda me preocupo.
Esa noche decidí no darle más vueltas al asunto y nos pusimos ciegos a chupitos, con tan mala suerte que me desperté en la habitación del hotel de Vlad desnuda y con claros signos de que habíamos follado pero bien.
Si me preguntan si era bueno o malo en la cama, no lo sabría decir por qué no lo recuerdo, pero que tenía la puntería de un francotirador doy fe de ello.
Al final pedí el traslado y empecé a trabajar a las órdenes de mi novio pues esa misma noche decidimos empezar a salir, al final de ese mismo mes me di cuenta de que estaba embarazada, Vlad se alegró mucho y llame a Teresa y a mi familia para contárselo.
Teresa se alegró mucho y me dijo que cuando tuviera un día libre en el Hospital quedaríamos porque ella también tenía algo que contarme a mí.
Por su tono me di cuenta de que no sería nada bueno, le insistí, pero se negó hablar, pensé que ya me lo contaría cuando ella quisiera.
Desde el día que Vlad se enteró de que iba a ser padre se empezó a comportar de forma extraña, decía que se alegraba de que fuéramos a ser padres, pero algo me decía que no me estaba diciendo la verdad.
Yo lo achaqué al estrés del trabajo porque no quería reconocer que la realidad era que Vlad no quería ese niño y su intención era dejarme.
También sospechaba que si no me había dado la patada todavía era por no quedar mal delante de mi padre, pues Vlad le debía un gran favor.
Vlad cada vez era más distante conmigo, no discutíamos porque apenas nos cruzábamos dos palabras en todo el día, por eso mismo me negué cuando me pidió que viviera con él, yo no necesitaba a un hombre para criar a mi hijo/a cuando este naciera.
Nadie del parque de bomberos sabía que estaba embarazada, solo Vlad y yo, pensé en decírselo al capitán pues llegaría un momento en que no podría trabajar.
Una de las noches un compañero me llamo para decirme donde estaba Vlad que estaban intentando localizarlo pues este se había saltado su guardia y no respondía al teléfono.
Esther- ¿Qué es lo que ocurre compañero?
Compañero- El fuego se ha iniciado en una fábrica química está descontrolado y necesitamos que Vlad coordine todo.
Esther- Iré yo, ¿si te parece bien?
Compañero- me parece perfecto Esther, necesitamos más gente.
Colgué el teléfono, me puse el uniforme y me fui para allí sin pensármelo dos veces, tendría cuidado por mi bebe, pero no podía dejar morir a mis compañeros.
Donde se encontraría Vlad, y que estaría haciendo.
Cuando llegue el compañero me indico que otros cuatro compañeros se encontraban dentro y que al derrumbarse parte de la fábrica se habían quedado atrapados.
Me puse a coordinar todo, le dije que estaba embarazada, pero que coordinaría todo desde fuera, el compañero me felicito y me llamo jefa, cuando llegaron hasta donde estaban, dos de ellos ya habían muerto y los otros dos estaban inconscientes.
Consiguieron sacarlos y después de una ardua noche de trabajo conseguimos extinguir el fuego, llame a un amigo de Vlad y me cite con él para desayunar.
Esther- ¡Donde esta!
Amigo- No sé Esther yo.
Esther- ¡No me jodas, han muerto dos hombres y él sin aparecer!
Amigo- Esta en esta dirección te es infiel Esther lo siento, ya le dije que no me parecía bien.
El amigo de Vlad me dio unas llaves que habría esa casa y me fui para allí, se iba a enterar ese cabrón de lo que era bueno, al llegar vi que el coche de Vlad se encontraba estacionado al lado de otro que no conocía.
Al entrar vi ropa tirada por el suelo y los típicos ruidos de dos personas que se lo están pasando a lo grande, cuando llegue a la habitación no podía creer lo que estaban viendo mis ojos.
Vlad se encontraba de pies mientras una de las chicas le comía la polla y al mismo tiempo otra de ellas le comía el culo y por lo que estaba viendo el muy cabrón estaba en el mismísimo cielo.
Amante- ¿Qué te parece esta forma de acabar la noche mi amor?
Vlad- Sublime, aunque me corra no creo que me salga leche me habéis exprimido (riéndose).
Cuando iba a entrar y liarla me pare y puse mi teléfono a grabar, en la conversación decían lo bien que se lo habían pasado en el nuevo club que habían abierto y la suerte que habían tenido en conocer a la nueva camarera.
Me fui de allí, me vengaría de ese cabrón y romperle la cara me habría sabido a poco, volví al parque de bomberos y el compañero me pregunto.
Compañero- ¿Has localizado a Vlad?
Esther- Si mientras nuestros compañeros morían él estaba de juerga por hay.
Compañero- ¿Cómo lo sabes?
Le puse la grabación para que lo comprobara por sí mismo.
El compañero me dio un abrazo y me dijo que lo sentía, no pude evitar llorar de rabia, cuando me calme subí las escaleras y deje la grabadora en la oficina del capitán sin que nadie se enterara de que fui yo, sería un secreto entre el compañero y yo.
Cuando el capitán oyó la grabación, se cabreó tanto que daba más miedo que un volcán en erupción, llamo a Vlad y lo despidió.
Capitán- ¡Vlad, estás despedido!
Vlad- Capitán yo.
El capitán lo mando callar y le dio media hora para recoger sus cosas, yo le miré como si fuera una cucaracha, ya no solo por serme infiel, sino por desentenderse de sus subordinados.
Paso una semana estaba jodida, pero por lo menos tendría a mi hijo/a, empecé a sentir un dolor agudo en el estómago y el mismo capitán me llevo a urgencias.
Tuve un aborto, fue muy duro para mí, aunque su padre era un cabrón me hacía ilusión ser madre, me sumergí en el trabajo a tal punto que el capitán me ascendió a jefe, todos estaban de acuerdo.
Compañeros- Todos estamos de acuerdo jefa, y sentimos mucho lo del aborto.
Esther- Gracias, chica.
Compañeros- Estamos para lo que necesites jefa.
Aunque estuviera muy deprimida, las palabras de mis compañeros me reconfortaron como una manta calentita en una tarde fría de invierno.
Pasó un mes y no me podía quitar algo de la cabeza, ese cabrón pagaría con la misma moneda, esa noche se vistió para matar, sabía por donde se movía la amante de Vlad y esa noche no se le iban a escapar ni ella ni la camarera.
Cuando la amante de Vlad vio que semejante mujer se sentaba a su lado no pudo dejar de mirarle el escote a Esther y esta pregunto.
Esther- ¿Te gusta lo que ves?
Amante- Si, mucho.
Esther- A mí también me gusta lo que veo, pero hoy me gustaría follar con dos mujeres a la vez.
Amante- ¿No hay problema, ves a la camarera de allí?
Esther- ¿A la pelirroja?
Amante- sí, estará encantada de montárselo con las dos.
Esther- También tengo hambre de polla, dime que eso también lo tengo solucionado.
Amante- Si, mi amante es bombero y llegara un poco más tarde, podríamos empezar las tres.
Pensé que Vlad era un bicho que ni siquiera le había dicho a su amante que le habían despedido.
Cuando llegamos a la misma casa que donde vi la infidelidad de Vlad, deduje que era la casa de su amante, cuando entramos las tres no perdieron el tiempo, me desnudaron casi arrancándome el vestido, mientras la camarera me comía los pezones con maestría llevándome a mi primer orgasmo, la amante de Vlad se sumergió en mi coño que parecía un océano.
En ese momento entro Vlad y cuando vio la escena se le cayeron las llaves al suelo y se quedó blanco.
En ese momento yo dejé de estar excitada, mi coño se secó y una vena del tamaño del dedo pulgar empezó a crecer en mi cuello.
Esther- Te gusta lo que ves Vlad, es lo mismo que vi yo la noche que nuestros compañeros murieron.
Vlad- ¿Eres una zorra quien te has creído que eres para hacerme esto a mí?
Vlad se arrancó contra Esther, pero cuando este vio como apartaba a las dos mujeres y se le encaraba paro en seco, Esther aparte de tener mucha fuerza por su entrenamiento para ser bombero, también practicaba artes marciales y era muy buena.
Pensó que lo mejor que podía hacer era huir, si Esther le ponía la mano encima con el cabreo que tenía lo partiría en dos.
Las dos mujeres estaban muy asustadas, me acerqué y acaricié la cara de la amante de Vlad.
Amante- Lo siento, perdónanos no nos hagas daño.
Esther- No, perdonarme vosotras a mí por utilizaros, jamás os haría daño.
Amante- Pero el té ha engañado conmigo.
Esther- ¿Tú sabías que yo existía?
Amante- No.
Esther- La próxima vez búscate a una pareja más fiable, con eso me conformo.
Me vestí y salí de ese piso, al final la amante de Vlad que se llama Maria no era mal chica, se quedó prendada de un bombero y fue a elegir a la rata más grande.
Paso un mes desde esa noche y al parque se incorporó un equipo de paramédicos que nos acompañarían para curar a los posibles heridos, la jefa de equipo era una sueca de un metro ochenta de altura, cabello rubio liso y muy brillante y los ojos azul celeste más bonitos que haya vista en mi vida, su nombre era Lena.
Nos quedamos un buen rato mirándonos las dos hasta que sonó el móvil era Teresa.
Esther- ¿Qué ocurre Teresa?
Teresa- Daniel ha sufrido un accidente esta muy grabé.
Esther- Voy para haya mañana a la mañana me presento en el hospital.
Continuará.