La belleza interior versión de Esther 2

La historia sigue

La belleza interior versión de Esther 2

El viaje se me izo eterno, sabía de la fortaleza de Daniel, pero no podía dejar de sentir miedo, miedo de perder a mi hermano.

Cuando llegue al hospital, teresa me estaba esperando se le veía cansada, desecha y con una tristura profunda.

Algo me decía que aquí había algo más que el accidente de mi hermano, lo primero que ice fue darle un cálido abrazo a mi cuñada.

Cuando entramos y me llevo a ver a mi hermano no pude evitar ponerme a llorar aunque me prometí a mi misma que no lo haría, Teresa también rompió a llorar y entonces le pregunte.

Esther- ¿Qué está pasando aquí Teresa?

Teresa- Estoy en un lió Esther necesito tu ayuda.

Esther- Cuéntame.

Me contó el acoso que recibía por el nuevo médico, la encerrona que le preparo en el baño, lo mal que se sintió al no poder evitar excitarse y el video que le mando mientras enculada a la viuda del compañero de Daniel y la follada a su amiga Silvia.

Esther- ¿Cómo dices?, ¡a ese cabrón lo mato!

No pude evitar echar un juramento en plena planta de las UCI, pidiendo después perdón a todas las personas que había molestado con mi improperio.

Teresa- No sé que hacer Esther, si acudo al director del hospital acabaré en la calle y ahora Daniel me necesita más que nunca.

Esther- Teresa Daniel es fuerte saldrá de esta y tú también te ayudaré, deberías de denunciarlo a la dirección del hospital.

Tienes pruebas contundentes contra ese cabrón.

Teresa- Silvia está dispuesta a declarar, pero no he hablado con Sara y la viuda no se pondrá en contra de Álvaro, esta enamorada de él.

Esther- Tienes que hablar con esa tal Sara e intentar hablar con la viuda y tantear el terreno.

Teresa se marchó con la intención de hablar con esas dos mujeres y yo me quede un rato viendo a mi hermano, tenía quemaduras peligrosas, encima se le habían infectado, nunca había rezado en mi vida, pero pedí a todos los dioses que ayudaran a mi hermano.

Entonces note otra presencia al lado mío, un guaperas con bata de médico era parecido a Vlad y tenía la misma mirada de serpiente que te apuñala por la espalda.

Álvaro- Soy Álvaro compañero de Teresa, ¿tú eres la hermana del Herido verdad?

Lo miré y me dieron ganas de hacer dos cosas, escupirle en la cara o partírsela de un puñetazo, decidí ser educada de momento.

Esther- Si soy la hermana del herido y cuñada de teresa.

Álvaro- ¿Eres muy hermosa nunca te lo habían dicho?

Esther- Si, pero viniendo de ti me lo tomaré como un insulto en vez de un halago.

Álvaro- cuanta hostilidad, solo quería ser amable.

Esther- Pues se amable a cien metros de distancia de mí.

El médico se fue disgustando y a mí se me había acabado la hora de poder visitar a mi hermano, Teresa me había dejado las llaves de su casa y tenía muchas ganas de ver a mi sobrina helena.

Cuando llegue a casa, un torbellino en forma de Helena se me echo encima comiéndome a besos, después me llevo a su habitación para presentarme a todos los peluches que sus padres le habían comprado.

Todos tenían nombre, se me paso la tarde volando y estar con mi sobrina había hecho que se me olvidara el hecho de haber perdido a mi propio Hijo/a.

Llego teresa y saludo a su hija con un beso y a mí con un abrazo, después me miro de una forma que tuve que preguntar.

Esther- ¿Qué ocurre?

Teresa- viéndote con helena, serías una gran madre haber cuando asientes la cabeza.

No pude evitar ponerme triste, llevaba mucho tiempo guardándomelo y se lo conté a la persona aparte de mis padres y hermano que más confiaba.

Esther- Me quede embarazada de Vlad, hubo complicaciones y tuve un aborto, creo que no era el momento, eso quiero creer, puesto que ese pensamiento me mantiene de pies y evita que me derrumba.

Teresa- Cuanto lo siento, porque no nos llamaste estamos para eso, tienes que estar destrozada.

Teresa me abrazo mientras las dos llorábamos amargamente.

Esther- La verdad que estas horas que he pasado con Helena me han ayudado mucho, no pierdo la esperanza cuñada, se que en el futuro seré madre algo dentro de mí me lo dice.

Teresa- Para eso tendrás que encontrar el candidato perfecto.

Esther- ya lo he hecho pero es candidata.

Teresa ya savia de mi bisexualidad y me miro toda intrigada, no pudo contenerse y me pregunto.

Teresa- ¿Cómo se llama?

Esther- Se llama Lena es una sueca de un metro ochenta rubia con un pelo liso y brillante y unos ojos azul celeste que te pierdes.

Teresa- ¿Cómo se lo piensas vender a tu madre?, conociéndola pondrá el grito en el cielo.

Esther- De momento para todos estoy saliendo con un hombre maravilloso, cuando llegue el momento si todo sale bien con Lena la llevaré a casa y tendrá que aceptarlo.

Esther- Deja de sonsacarme cosas y cuéntame que tal te ha ido a ti.

Teresa- ¡Mal!, ninguna de las dos testificarían una tiene miedo a perder a su prometido y la otra esta profundamente enamorada de Álvaro y es su sumisa.

Esther- Por lo menos Silvia esta de tu parte.

En ese momento sonó mi móvil, las dos pegamos un salto del susto lo cogió poniéndolo en manos libres, era Sara, estaba llorando cuando dijo.

Sara- Tenías razón, ha enviado los videos viejos y el que grabo la noche que nos vistes, mi prometido me ha dejado deforma fulgurante.

Teresa- ¿Lo siento Sara, puedo ayudarte en algo?

Sara- ¡Testificaré!

Teresa- Muy bien gracias Sara, si necesitas hablar y desahogarte sabes donde vivo la puerta siempre estará abierta para ti.

Esther- Ya tienes a dos dispuestas a testificar en contra de Álvaro.

Teresa- Va a dar igual, el director del hospital es un machista y encima amigo de Álvaro no moverá un dedo más que para tapar todo.

Esther- ¿Cuñada, tus sabias que el hermano del uno de los hombres que salvo Daniel es comisario de policía de una comisaría de la ciudad?

Teresa- No ni idea.

Esther- Lo del Director del hospital también lo vamos a arreglar, conozco a la delegada de sanidad de la comunidad y te aseguro que esto no le va a gustar nada.

Tú pon la denuncia de acoso y enséñale los videos al director yo are lo mismo con la delegada, si el director pasa de hacer lo que debe que se prepare.

Cogí el móvil y llamé al comisario.

Esther- Que es de tu vida Paco, seguro que tienes más tripa y menos pelo.

Comisario (Paco)- chiquilla, cuanto tiempo sin saber nada de ti lo poco que se es lo que tu padre me cuenta, siento lo de tu hermano.

Esther- ¿Te parece si mañana quedamos donde siempre y te contamos?

Comisario (Paco)- Muy bien hay estaré.

Quedamos en un pequeño bar donde Paco solía desayunar con mi padre y nos invitaba a churros a Daniel y a mí.

Cuando nos vio llegar se levantó y después de saludar dijo.

Comisario (Paco)- Gracias Esther le debo mucho a tu hermano, ¿quién es la mujer que te acompaña?

Esther- Mi cuñada.

Comisario (Paco)- Nunca podré pagarle a su marido que salvara la vida de mi hermano pequeño (con lágrimas en los ojos)

Esther- Tal vez puedas.

Le enseñamos los videos que mando Álvaro y también le enseñamos los mensajes, el comisario se puso rojo de ira.

Comisario (Paco)- Por favor acompañarme a la comisaría a poner la denuncia de acoso, ese medicucho se va a enterar, le vamos a enseñar buena conducta.

Llegamos a la comisaría, puso la denuncia, el comisario mando hombres de su confianza para hablar con Silvia, Sara y Marga.

Mientras tanto yo fui a hablar con la delegada de sanidad que no era otra que Sofía, esperaba que tuviera ganas de verme.

Esther- Cuanto tiempo Sofía.

Sofía- ¿Qué te trae por aquí?

Esther le contó toda la historia, mi acoso los videos, los chantajes y como el director miraba para otro lado.

Sofía- ¿Tienes pruebas?

Esther le paso un pendrive lleno de videos y la delegada estaba roja de ira.

Sofía- Esto es inadmisible, iré enseguida a poner orden y a destituir a ese incompetente.

Después Sofía y yo mantuvimos una agradable charla más bien me izo un tercer grado la muy burra.

Sofía- Ya me enteré lo que te paso con ese hombre, lo siento mucho Esther.

Esther- no te preocupes eso ya es agua pasada, veo que tú sigues casada con tu trabajo.

Sofía- Mi trabajo es un amante muy exigente.

Esther- Deberías buscarte a alguien, en el futuro te veo rodeada de gatos.

Sofía- ¿Y tú ya has encontrado otro candidato?

Esther- Candidata.

Sofía se le quedó mirando con un semblante triste, pensando que esa podría haber sido ella, pero se recuperó en seguida y felicito a Esther.

Esther- De momento no tenemos nada, así que no descorches la botella de champán.

Sofía- Siento mucho lo ocurrido entre nosotras Esther.

Esther- Si puedes ayudar a mi cuñada daré el asunto por zanjado, ¡con una condición!

Sofía- ¿Cuál?

Esther- ¿Qué quedemos de vez en cuando te parece bien?

Sofía- muy bien.

Nos despedimos con un abrazo y me fui pensando en que el pobre director me deba un poco de pena, muy poca no sabía con quién se iba a jugar los cuartos.

Sofía se tomaba su trabaja muy en serio y no tenía pelos en la lengua.

Después de estar con Sofía volví el hospital y pase un rato con mi hermano, después me fui a cenar con Teresa y Helena, mis días libres se habían acabado y tenía que volver a mi ciudad.

Teresa y helena vinieron a despedirse de mí, les prometí que volvería pronto y que cuidaría del cabeza hueca de mi hermano.

Cuando llegue a mi ciudad, a los pocos días teresa me puso en antecedentes, el tal Álvaro también se follaba a la mujer del director del hospital y que al Alvarito le salió mal el juicio.

Me dijo que Sofía puso en su sitio al director del hospital, me sentí orgullosa de mi amiga y examante.

Cuando me presente el primer día en el parque de bomberos note a Lena muy extraña como muy nerviosa y ansiosa, desayunamos juntas y no pare de coquetear con ella en todo momento, me merecía ser feliz y si me tenía que dar de morros contra la pared, que fuera cuanto antes.

Mientras hablábamos de banalidades, le empecé a subir el pie que me había descalzado despacito casi hasta tocarle el coño sobre el pantalón, me la estaba jugando, pero no tenía nada que perder.

Lena se levantó, pensé que me soltaría un guantazo delante de todo el mundo, pero no fue así me beso, fue un beso tímido, se volvió a sentar y agacho la cabeza roja como un tomate.

La mire cogí su barbilla y acerque mis labios a los suyos y le di un beso en toda regla, casi nos ahogamos, pero mereció la pena. Entonces Lena hablo.

Lena- Me gustaste desde el primer momento que te vi, pero como salías con un hombre, pensé que no te gustaban las mujeres y me resigne a mirarte desde lejos.

Lena empezó a llorar la tensión había sido mucha y todavía esperaba mi respuesta.

Esther- No me gustan las mujeres, me gustas tú y mucho.

Lena dejó de llorar, me abrazo con todas sus fuerzas, casi me parte en dos y entonces sí que me dio todo un señor beso, me enseño toda la tornillería.

Fuimos a mi casa y paso una cosa que dejo a Lena sin palabras, debajo del mono de bombero no llevaba nada, estaba desnuda, mi coño estaba brillante de humedad y Lena se empezó a relamer como una loba en frente de su presa.

Se arrodilló, olio la fragancia que desprendía mi sexo y soltó un suspiro que izo que casi me corriera en ese mismo instante, me comió el coño de tal manera que tuve que sujetarme al armario tirando dos estanterías en el proceso.

Esa mujer sabia lo que hacia, la mujer vergonzosa había desaparecido y estaba poniendo toda la carne en el asador.

No aguante mucho más y solté toda mi corrida en la boca de esa valkiria rubia y preciosa.

Pose mi espalda contra la pared para recuperarme de tan brutal orgasmo, en ese momento Lena se quitó toda la ropa y al quedarse desnuda vi el mejor cuerpo que hubiera visto jamás, me moje de nuevo.

Lena se sentó en el sofá, levanto las dos piernas enseñándome su coñito abierto y brillante, para mí fue como si una canción de sirena me llamara, me acerque y solo el olor me puso a cien.

Saboree ese coñito durante mucho rato, no se si fueron segundos o minutos, pero tenía una cosa clara era muy feliz.

A partir de allí nos amamos durante toda la tarde y parte de la noche hasta que el cansancio nos venció y nos quedamos dormidas.

A la mañana siguiente tenía una llamada perdida de mi padre, me preocupe mucho pensando en que a Daniel le hubiera pasado algo, llame corriendo.

Padre- Hija siento si te he despertado.

Esther- ¿Le ha pasado algo a Daniel?

Padre- no, tranquila te llamaba por otro asunto.

Esther- Tú dirás.

Padre- Quiero que ocupes el puesto de tu hermano mientras él se recupera y después me gustaría que te quedaras aquí a trabajar con tu hermano y conmigo.

Esther- Papa, no quiero que mama se entere todavía, he empezado algo con la paramédica jefa de mi parque de bomberos y estoy convencida de que no es un capricho me gusta de verdad.

Padre- No te preocupes hija, después de lo pasado a tu hermano también hemos puesto paramédicos en nuestro parque de bomberos, pero están muy verdes, tal vez tu novia podría echarnos una mano.

Esther- Todavía no es mi novia papa, pero me gustaría que lo fuera.

Colgué y espere a que Lena se levantara, mientras aproveche para preparar el desayuno.

Mientras estaba en la cocina con un delantal como única prenda, note como unos turgentes pechos se posaban contra mi espalda y un suspiro cerca de mi oreja hacia que todo mi cuerpo se erizara, me di la vuelta la bese y le indique que se sentara que el desayuno pronto estaría listo.

Como prenda llevaba una camiseta vieja mía que justo le tapaban los pechos, no me iba a poder concentrar.

Esther- Lena tenemos que hablar.

Lena- Tú dirás.

Esther- Mi padre me ha pedido que ocupe el puesto de mi hermano hasta que se recupere, después tendría un puesto fijo allí y voy a aceptar.

Lena se quedó mirando al suelo muy triste y empezó a llorar.

Esther- ¿Lena, que contrato tienes con los paramédicos de nuestro parque de bomberos?

Lena- Estoy adiestrándolos, cuando termine será Lidia la que se quede como jefa y a mí me destinaran a otro lugar.

Esther- Bien, mi padre me ha dicho que te diga que tiene un puesto para ti como jefa de paramédicos en su parque de bomberos, ¿qué te parece aceptas?

Lena se puso a saltar solo decía si repetidamente y lloraba, me abrazo y nos besamos.

Esther- ¡Es hora de hacer el petate!

Continuará.