La bella y la bestia parte 4

Incertidumbre mia por no poder comunicarme con Roberta y violencia de Zacarias

LA BELLA Y LA DAMA

4ª parte

Nos acompaño hasta el coche con Jorge. Nos dimos un beso en la mejilla. Subimos y arranco. Un estado de felicidad invadía mi espíritu. Por primera vez me sentía plena, enamorada y creo correspondida. Mire a mi marido de perfil, iba manejando, pensando seguro en terminar la noche echándose un polvo conmigo y la verdad no quería. Es mas no deseaba hacer el amor con él. Tenía que pensar algo rápidamente, para esquivar tener sexo con él, ya que después de Roberta, para mi no tenia sentido hacerlo con otro, aunque sea mi marido. Para colmo, no podía decirle que estaba menstruando, porque hacia apenas cinco la había tenido y él lo sabía. Me recosté en el asiento del coche y cerré los ojos, mientras mi mente corría a mil buscando la forma de esquivarlo.                                                        Él me miro

ZACARIAS: que pasa amor, te sientes mal?

PAOLA: si me duele terriblemente la cabeza.

ZACARIAS: bueno ahora cuando lleguemos tomas una aspirina y listo. Lastima no lo dijiste allá, así la tomabas.

El seguía pensando en el sexo y yo esquivarlo. Simule tener arcadas y le comente que parecía me había hecho mal la morcilla que había comido. Apenas llegamos fue a la cocina corto dos limones por la mitad y los puso con cascara y todo en una olla con agua y la puso a hervir. Una vez que hirvió sirvió el agua en una taza y me hizo tomar lo mas caliente posible. Era asqueroso, ya una vez, hace unos años la había tomado. En pos de lograr mi cometido no dije nada y lo tome. Sabía que enseguida haría efecto. Y así fue a los cinco minutos corrí al baño y despedí vía anal todo lo comido en el día. Cuando salí del baño estaba destruida, pero había logrado no tener sexo con él. Me acosté y el me dio un beso y que me mejorara.

ZACARIAS: mañana a la mañana no vengas a la oficina, descansa

PAOLA: esta bien y siento haberte estropeado la fiesta que habías pensado esta noche conmigo.

ZACARIAS: esta bien, ya tendremos tiempo de hacerla.

Me di vuelta y esboce una sonrisa, había logrado mi cometido de no tener sexo. Tantas veces me cogió y yo no goce que le pase una a él, no era nada. Me dormí como un angelito pensando solo en Roberta. A la mañana siguiente se fue temprano a trabajar. Yo me quede un rato más en la cama. Mi celular sonó que tenia un mensaje. Era de Roberta, que me pasaba su mail y pedía el mío. Enseguida se lo envié, diciendo que tenía el Messenger abierto y que podíamos chatear un rato, si quería. Enseguida me dijo que mandaba la invitación y así lo hizo. Esos minutos de espera los emplee en arreglar un poco mi cara y mi cabello. Vi la invitación y la acepte de inmediato.

ROBERTA: hola mi bella pecosa, como estas

PAOLA: ahora bien, Roberta

ROBERTA: como ahora, que paso?

Le conté lo que había hecho y se reía a más no poder.

ROBERTA: que locura, porque hiciste eso?

PAOLA: porque no quiero tener sexo con nadie más que contigo amor.

ROBERTA: conecta la cámara, tienes?

PAOLA: si, ya esta.

Ambas aparecimos en la pantalla

ROBERTA: que bella eres pecosa y me llena de orgullo y pasión lo que dijiste. No solo por tenerte sino también por eso que solo conmigo, quiere decir que llegue a tus fibras mas intimas.

PAOLA: no sabes cuanto Roberta, hace una semana que solo pienso en vos, desde el día de la pelea. Soy capaz de hacer la valija e irme tras de ti.

ROBERTA: espera un poco, puede ser que estés encandilada por lo sucedido y no nos conocemos lo suficiente aun para convivir y eso es lo difícil.

PAOLA: Roberta, tengo 29 años y es la primera vez que siento esto y es por vos. No estoy encandilada, como dices, estoy enamorada.

ROBERTA: pero debemos esperar un poco, tener un noviazgo oculto. Luego cuando ambas estemos seguras nos vamos vivir juntas. Por ahora debemos seguir como estamos y aguanta a tu marido.

PAOLA: eso es lo difícil. No tengo deseos de sexo con él, contigo estaría las 24 hs.

ROBERTA: que loquilla eres, amor. Sabes como toda mujer como hacer para no gozar con él, si así lo deseas y solo debes cuidarte no quedar preñada.

PAOLA: si, se la forma de estar con él y no estar. Pero no solo pensar que me va tocar algo que ya te pertenece a vos, me da bronca y asco. En cuanto a preñarme, no hay posibilidades. Primero no quiere hijos y segundo tengo un DIU colocado.

ROBERTA: muy bien entonces no veo no puedas aguantar un poco. No te pido años, solo unos meses.

PAOLA: esta bien, por ti lo hare. Pero solo por ti

ROBERTA: esa es mi mujer. Bueno te dejo voy a entrenar. Besos preciosa

PAOLA: si, besos pero lejanos

ROBERTA: jajaja, chau

Quede sola nuevamente. Esta noche Zacarías va a querer sexo y tendré que dejarlo hacer. Roberta puso como un freno a mi desesperación de querer ya irme con ella. Espero sea como dice ella, que debemos conocernos un poco mas y no porque este, en este momento, con otra relación. Pienso que su resistencia a hacerlo sea más, que aunque es boxeadora y dirima todo sobre un ring a trompadas, una cuestión timidez de su parte. Digo esto por su forma de actuar, tenía que estar muy segura de los pasos a hacer conmigo. Mi situación de casada, la distinta educación que tenemos, la forma de resolver las cosas tan distintas. Hoy descubrí cosas en mí, que ignoraba. Que ella, una pisciana, podía con una canceriana, como yo. Que el centro de la escena giraba a su alrededor. Que yo era como la Luna, satélite, de ella el Sol.                 Pase el resto del día tratando de distraerme, lave, planche ropa. Limpie el armario mío de ropa que no usaba. Luego fui a la cocina a prepararle la cena para él yo solo iba a comer una ensalada. Llego a la noche y apareció con un ramo de rosas. Le agradecí con un beso y tome un jarrón con agua y coloque las rosas en el comedor. Le serví la cena. Ravioles con salsa como le gustan y cenamos, charlando de cosas de la oficina. Levante la mesa y lleve todos a la cocina para lavar.

Me quede sola mirando TV, en tanto él se fue a bañar y esperarme en la cama. Yo me demore a propósito, mirando una película por cable y cuando subí, respire aliviada por verlo dormido. Me desvestí, tratando de no hacer ruido y suavemente me metí en la cama, bien de mi lado y sonriendo me dormí. Pero a la hora y media, sentí que su cuerpo se pegaba a mi espalda y brazo derecho penetraba debajo de mi baby y apretaba mi teta y retorcía mi pezón.

PAOLA: déjeme, por favor, estaba durmiendo.

Como si hablase a la pared, él siguió en lo suyo, me incorpore en la cama apartando su brazo.

PAOLA: déjame te dije! (empujándolo)

ZACARIAS: que te pasa, te volviste loca?

Lejos de contestarle, quise huir de la cama y me tiro del pelo, acostándome de nuevo. Subió arriba mío y de un tirón desgarro mi baby, quedando mis tetas completamente expuestas, ante él. Sentí su pija dura sobre mis muslos. El se incorporo en parte, para sacar mi tanga hasta mis rodillas. Ante mi resistencia me dio una cachetada en pleno rostro y salvajemente me penetro. Seca como estaba, sin poder abrir mis piernas impedida por la tanga, me cogió por la fuerza, hasta dejar dentro de mí su última gota de esperma. Luego de ello saco su pija,

ZACARIAS: si llegas a contar esto a alguien, te moleré a golpes, puta. A partir de ahora, cuando no quieras te violare, así que has lo que mas te plazca. Entregarte o la fuerza.

PAOLA: di la palabra real, me violaste, hijo de puta

Fui a la toilette a limpiarme bien y cuando volvió dormía, quizás soñando con su hazaña. Llore en silencio, mojando mi almohada con mis lágrimas. Lo sucedido no podía contárselo a nadie, no porque me fuera a golpear a mi. Eso me tenia sin cuidado, pero si se enteraba Roberta, podía llegar podría terminar todo muy mal. Tenía mi mejilla enrojecida y dolorida por la cachetada.

A la mañana, se levanto, se ducho, tomo café y luego se vistió delante mío.

ZACARIAS: espero que entres en razones de lo conversado anoche, sino va a ser peor para vos. No quiero verte más en la oficina. Te quedaras en casa, haciendo la limpieza y cocinando, que por lo que veo es lo único que sabes hacer. Entendido!

Asentí con la cabeza y se fue. Quede sola y corrí a la PC, abrí mi Messenger y no esta ella. Deje abierto, un poco desilusionada. Habrá ido a entrenar. Mire mi casilla de correo y no había mensajes. No tuve noticias de ella en todo el día.

Al anochecer volvió mi marido y mi cuerpo se puso tenso, con todos los sentidos en alerta. Le serví la comida y me senté a cenar.

ZACARIAS: últimamente cambiaste tu forma de actuar sexualmente. No creo tengas otro. Trabajábamos juntos, ibas y venias conmigo, así que por ahí no pasa. Es por no querer hijos?

Como no emití palabra, solo miraba mi plato, pego un puñetazo sobre la mesa, que los platos brincaron en su lugar. Me asuste de su violencia.

PAOLA: (mintiendo) si, quiero tener aunque sea uno.

ZACARIAS: pues no lo tendrás. Otra cosa, tu guardarropa esta colmado, así que a partir de ahora te prohíbo comprar ropa, zapatos, lencería, en una palabra todo los que sea para tu uso. Yo diré cuando puedas comprarte algo.

PAOLA: quiere decir que no pisare más un shoppings o negocio

ZACARIAS: si puedes salir, pero no comprar y a la hora que llego debes estar acá con la comida, como hoy y bien producida y lista para coger. Como hoy, que tengo deseos de una buena mamada.

Lo mas triste que tuve que hacerla y no en la cama. Ahí mismo se bajo el pantalón y el slip y sentado en la silla me indico que la mamara. Tuve que arrodillarme ante él, para hacerlo, hasta la última gota. Para ello y para que no parara, tomándome un respiro su mano me tomo de los pelos de la mi nuca y su pija entrara y saliera sin cesar. Hasta que acabo por completo en mi boca.

Que pasaba en mi matrimonio. Esta bien parte era mi culpa, por haberme enamorado de Roberta, pero el comportamiento violento de él a que se debía. Nunca antes me había levantado la mano y menos forzado a tener sexo.