La bella y la bestia parte 3

Mi primera vez lesbica, disfrute momento a momento ese dia con Roberta

LA BELLA Y LA BESTIA

3ª PARTE

Empujada suavemente por ella mientras me besaba, fui retrocediendo hasta el rincón de la pared, donde quede a merced de ella.

Sabía y no sabía porque esto iba a pasar. Que no había sido indiferente mi presencia en el ring, la semana pasada. Así también sabia yo, que por primera vez en mi vida iba a entregarme a otra mujer y mansamente como un corderito me entregue a sus brazos y besos. Mientras me besaba sentí sacaba el alfiler de gancho de mi pollera, metiendo su mano hasta alcanzar mi concha ya completamente húmeda.

ROBERTA: uh, que mojadita estas, mi amor.

PAOLA: hace una semana que vivo así. Desde que te vi, mi estado natural es mojado. He tenido que cambiarme la tanga o bombacha varias veces al día. Por ti, solo por ti. Ahh, ahh, buffff

ROBERTA: me encantas y chupare y besare cada peca de tu cuerpo

Dejo mi concha y siempre besándome comenzó a desabrochar mi blusa, sin resistencia de mi parte, hasta sacarla y arrojarla al suelo. Luego me abrazo fuertemente y desabrocho mi sostén que cayo entre nuestros pies. Se saco y la ayude con la musculosa para sacársela y aparecieron dos enormes tetas, mas que yo. Enorme y oscuras con los pezones renegridos y grandes con un brillo que llamo mi atención. Así nos abrazamos tetas a tetas, sintiendo el calor de ambas. Bajo mi pollera y quede en tanga como único ropaje. Besaba y saboreaba mis pezones, mordiéndolos y chupándolos. Fue bajando y con sus dedos bajo mi tanga quedando a si vista mi depilada concha, a quien lleno de besos.

PAOLA: ahh, si Ro, cuanto te desee en esta semana, hasta dos veces que me cogió pensaba era vos quien lo hacia.

En ese momento me vino una chipa de lucidez y pensé en que el mismo predio estaba mi marido con otros jugando cartas, ella se dio cuenta y dijo

ROBERTA: no temas, están lejos. Además el capataz no deja pasar a nadie sino es conmigo a las caballerizas.

Me recostó en el limpio piso de paja. Parada ella frente a mí, mientras se sacaba el pantalón, al ver semejante cuerpo fibroso me sentí muy pequeña. Se tiro a mi lado y nos besamos apasionadamente mientras su mano pellizcaba mis pezones, haciéndome estremecer. Luego bajo a mi concha con su mano derecha y fue tanteando mis labios vaginales, ante mi desesperación al tirar mi primer orgasmo. Metió dos o tres dedos en mi concha hasta encontrar el clítoris a quien toco y apretó con los dedos pulgar e índice. Yo parecía navegar en una galaxia desconocida. Levantaba mi tórax y volvía a caer, también mis caderas. Me estaba matando de placer, de un placer que nunca había sentido. Mi mente estaba en blanco, solo para el goce y me olvide de todo. Solo sabía que estaba con ella y me estaba volviendo loca de amor. Se incorporo y abriendo bien mis piernas puso las suyas entre la mías, hasta que nuestras conchas se tocaran fregándose una a la otra en medio de nuestro delirio.

Ohhhhhhhhh.siiiii Ro, no pares te lo imploro. Siii, ahhh ufff.

Un nuevo orgasmo, esta vez juntas pareció que nuestras conchas ardían en medio de un fuego. Siiiiiiiiiiiiiii Ro, te amo, te amo. ahhhhhhhh, ufff que placer. Se incorporo ante mi desesperación y ruegos no lo hiciera y se lanzo con su boca en busca de mi concha y ofreciéndome la suya, ahí a solo 10 cm. Yo por primera vez en mi vida la chupe, pasando mi lengua a lo largo de su concha, abriendo sus renegridos labios vaginales y chupando y pajeando su clítoris. Se estremecía y yo sentí sus jugos entrar en mi boca. Parecíamos no querer separarnos, fundidos en uno nuestros cuerpos, buscando solo placer. En verdad nunca en mi vida había sentido. Con Zacarías varis veces tuve que fingir orgasmos pues se iba demasiado pronto. Con ella, parecía que toda nuestra vida, día a día, hora a hora hubiésemos estado aparejadas como ahora. Acabamos y se recostó a mi lado, las dos en silencio como tratando de salir del trance y poder articular algunas palabras. Pero no solo no mirábamos tiernamente y lo maravilloso que parecíamos entendernos como una pareja de más de 10 años juntas. Luego se levanto y estiro su mano para ayudarme a levantarme y di con mi cuerpo en el suyo duro, pétreo. En ese momento supe que me había enamorado de ella incuestionablemente. Me puse el sostén y fui a ponerme la tanga y ella me saco de la mano

ROBERTA: la guardare como recuerdo de la mujer que me hizo vibrar de pasión y amor.

PAOLA: oh mi vida, que tierna eres.

Terminamos de vestirnos y salimos caminando hacia la casa. Los hombres seguían con sus partidas de juego y no se dieron cuenta de nuestra presencia. De su mano subimos la escalera hasta su dormitorio. Era espacioso, con una cama matrimonial enorme, placares y dos mesas de luz. Una TV suspendida desde el techo y una botonera con cambios de luces. Había una heladera de regular tamaño, una silla fuerte y el baño en suite. Este era casi tan grande como el dormitorio. Una bañera circular enorme en el centro del mismo. Ducha. Espejos por todos lados. Un botiquín cargado de cosmética. Era una baño y ante baño. Creo que 4 o 5 personas podían estar cómodamente ahí. Roberta saco de la heladera una botella de champaña y dos copas bien frías. Descorcho la botella y sirvio las dos copas, brindando ambas por el nuevo amor surgido entre nosotras. Fui de nuevo al bañoy de vuelta en la habitación, vi que Roberta tenía en sus manos, un arnés con doble pene. Se los poni en la cintura y metía uno de ellos en su concha y el otro para la mía. Se coloco laparte para ella y se sentó en la silla, con las piernas bien abiertas. Me hizo  montarla bien abierta y meterme la otra pija en mi concha. Sentada así, con ese pene hasta el fondo, poniendo su cara frente a la mía, sintiendo su aliento en mi cara. Ya era un estado de sofocón increíble. Sumado a nuestras lenguas que se cruzaban fuera de nuestras bocas. Ella movió su pelvis hacia arriba e interprete que debía cabalgar sobre ella. Fue tremendo ese subir y bajar en tanto mis firmes tetas subían y bajaban y Roberta tratando de morder los pesos erectos míos.

Me tire un poco para atrás como buscando un pequeño descanso, en tanto mi concha lloraba flujo a lo loca, mezclándose con las de Roberta. Ella al ver tiraba mi cuerpo hacia atrás puso sus dos manos en cada teta mía, apretándolas fuertemente. Descontrolada, loca de placer grite gozosa.

Siiiiii, ahhhhhhhhh Roberta, te amo siiiiiiahhhhhhhhhhhhufffffff me muerooooooooo, dame tu amorrr, siiiiiiiiii

Ella estaba igual que yo. Soltó mis tetas y mi  torso se fue hacia adelante, estaba sin fuerzas y mis tetas se unieron a las de ella. Mi boca busco la suya.

PAOLA: te amo Roberta, no me preguntes nada del porque, solo se que en vos encontré el amor que siempre soñé. Eres mi eterna gladiadora.

ROBERTA: chiquilla me haces muy feliz.

Me recosté  en la cama con mi cabeza apoyada en medio de sus tetas, al tiempo que ella con mucha ternura acariciaba mi cara. No se cuanto, pero nos quedamos dormidas. Empezaba a caer la tarde y fuimos al comedor, con estaban terminando de jugar.

JORGE: hola chicas, estarán aburridas, ni siquiera les dimos bola en toda la tarde.

ZACARIAS: si, deberíamos haber traído más chicas. Que hicieron Uds.

Con una mirada cómplice entre las dos

ROBERTA: no, la pasamos muy bien. Charlamos, caminamos por todos lados

PAOLA: si, hay mucho para recorrer y mirar acá. Pero a lo último tuvimos que apurarnos

Los hombres se desperdigaron por  diversos lados, unos al toilette y otros a la cocina agua mineral fresca. Quedamos solas varios minutos.

ROBERTA: dame tu celular, te llamo ya. No atiendas es para que ingreses el mío.

PAOLA: si y dame el fijo también

ROBERTA: (con doble intención) sabes que si , que todo te doy, hasta mi corazón

PAOLA: te amor Roberta, en serio lo digo.

ROBERTA: quiero verte seguido. Lo nuestro será un secreto de amor de las dos.

PAOLA: si amor. Un amor clandestino. Llámame y correré hacia ti.