La banda de las flores
Cuatro delincuentes andan sueltas
3 años pasaron hasta que la señora Gutierrez se sentó delante de la Agente Díaz para contarle como un 1 de Noviembre cambió su vida, incapacitada laboralmente desde ese día, tuvo que abandonar su cargo de jefa de estudios en el instituto.
El compañero de la policía ya le entregara la tila a la ex profesora que destrozada acababa de contar toda su historia a la joven policía que muda y aterrorizada acababa de escuchar una historia macabra.
Cree que habrá más víctimas? preguntó la policía
Seguro, muchas más.
Las encontraré
Mi vida no tiene solución pero igual arreglamos la de otra gente.
Despues de despedirse, el compañero de la agente Díaz acompañó a la señora Gutierrez hasta la salida mientras la recién nombrada subinspectora ordenaba sus fichas despues de semejante relato.
3 AÑOS ANTES -----
Tras la reunión de padres, Ricardo, un importante empresario se convenció de que tendría que solucionar el problema. La jefa de estudios estaba crucificando a su hijo y a dos amigos más en el instituto, amonestaciones, partes, castigos, expedientes... su hijo no era un ángel pero tenía que tomar medidas y conocía a la gente apropiada.
Vlad Iounescu, uno de los lacayos en los negocios turbios de Ricardo le dio su palabra, la profesora no molestaría más.
En un pueblo cercano a la estación de esquí, una mansión apartada de la civilización recibió a Vlad que aparcó su coche en un garaje subterráneo antes de reunirse con la llamada "banda de las flores". Las cuatro mujeres de un lado de la mesa, de la otra Vlad...
Amapola, la más joven de las cuatro, escasos 20 años, piernas infinitas, alta y con melena ondulada castaña, guapísima.
Violeta, 28 años, la más alternativa, enfundada en cuero, bajita, pelo casi rapado, grandes tetas y un buen culo, varios piercings y tatuajes recorrían su cuerpo.
Margarita, 32 años, cuerpo escultural, siempre viste buenos trajes y vestidos, 95-60-100, un culo de infarto que junto a su melena rubia y ojos azules hacen que sea una hembra de los pies a la cabeza.
Por último, Rosa, la jefa de la banda, 58 años. Mantiene una belleza de su juventud a pesar de su madurez. Fría, arisca y muy peligrosa.
Dejalo de nuestra mano, Vlad, ya conoces nuestra tarifa
El dinero no será el problema
Cuando recibamos el adelanto empezaremos, al finalizar, si conseguimos nuestro objetivo nos darán el resto. Con voz firme Rosa cerraba el trato.
No fue consciente la señora Gutierrez de como Amapola le realizó el seguimiento y anotó todos sus movimientos durante los 10 días previos al 1 de Noviembre para que la banda eligiera precisamente ese día para sus maléficos planes.
DOMINGO 1 de NOVIEMBRE - Un pequeño pueblo
Otro 1 de Noviembre más, la familia López Gutierrez pasaría el día de todos los santos en el pueblo, el cumpleaños del abuelo reunía a la familia. El padre de la señora Gutierrez, viúdo, cercano a los 75 años recibía a su hija, la señora Gutierrez (51) y a su marido (58) acompañados de su hijo Sergio (27) y su mujer Elisa (27).
Los cinco tomaban café despues de que el mayor de la familia soplase sus velas mientras eran ajenos a la que se les venía encima.
Rosa tenía el plan de entrada y de salida muy meditado. Violeta se encargaba de la acción. Amapola ya había hecho el seguimiento y Margarita ejecutaría el plan para beneficio de Vlad y su cliente.
El marido de la profesora se levantó para abrir la puerta despues de oir el sonido del timbre. Amapola estaba del otro lado. Puso su pie en la puerta y con rapidez sacó su revólver apuntando a la cabeza del asustado marido de la señora Gutierrez.
Entra. Amapola acompañó al asustado marido hasta el resto de la familia que palidecieron viendo la estampa
Y ahora todos tranquilitos os vais poniendo de rodillas con los brazos en la nuca rapidito
La familia tardo un ratito en reaccionar pero obedeció. Amapola sacó su teléfono móvil y dió una señal. Al colgar ya eran dos los revólveres que empuñaba con maestría pese a su juventud.
Tu, arriba, sal por la puerta y acompaña a mi amiga. Le dijo Amapola a señora Gutierrez. Obedeció la señora Gutierrez mientras su marido rogaba que se llevaran lo que quisieran pero no les hicieran daño
Las órdenes las doy yo asi que callate.
Amapola fue acompañando con el revolver la salida al exterior de la señora Gutierrez a la que Violeta agarró al pasar la puerta y metio en un todoterreno conducido por Margarita y que se escapó a toda mecha.
A donde me llevan? que cojones quieren de mi?
Que dejes de tocar las narices a todo el mundo en tu trabajo, amargada. Contesto Rosa girando su cabeza desde el asiento del copiloto con una sonrisa malvada
Unos 35 minutos duró el trayecto en el que Rosa fue explicando a su víctima los motivos por los que se encontraba en esta situación. La señora Gutierrez no podía creer su suerte y pensaba quien podía estar detrás de todo eso y lo que es peor. Qué era todo eso.
Aun era de día cuando Margarita bajó a la profesora del coche con fuerza y la empujó a un almacén cerrando la puerta detrás de ella. Cuando levantó la mirada la madura profesora vio a tres negros, uno de ellos flacucho y desgarbado que no tendría ni 20 años, los otros dos cercanos a los dos metros y a los 120 kilos lo flanqueaban a los lados. El más jovencito, sin camiseta y preocupantemente delgado estaba bien ataviado de cámara de fotos y de video y se apartó para comenzar su reportaje.
Uno de los negros agarró a la profesora y por el aire la puso encima de su hombro derecho. La tiró en una especie de tarima y ambos se fueron bajando los pantalones y los calzoncillos. La señora Gutierrez estaba aterrada, el miedo y el pánico hicieron que aun no se fijara bien en el tamaño de los miembros de los dos hombres.
Me vais a violar... yo no os hice nada... no se que hago aquí
Adelante. Sorprendentemente era el jovencito el que daba la orden
Los machos avanzaron y de un golpe rompieron la camiseta de la madura profesora que dejó su sujetador a la vista. Sus pechos no eran muy grandes. Mientras uno se encargaba de la parte de arriba el otro desabrochaba el vaquero y sacaba sus zapatos para dejarla en bragas.
Señora Gutierrez, que parte de su cuerpo cree que es más apetecible para un hombre. Le preguntó el jovencito mientras era acariciada por los dos grandes hombres
Dejadme en paz ya joder. Empezó a llorar casi al momento en que la primera bofetada cayó en su cara
Volveré a empezar, de usted depende salir con vida de aquí, Señora Gutierrez que parte de su cuerpo cree que es más apetecible para un hombre.
La situación era de indefensión total, tendría que seguirle el juego a esa tropa, intentar que acabase cuanto antes, quizás no colaborar significaba que su familia también corría peligro.
El culo
Bien, vamos a verlo. Los hombres giraron a la profesora dando la espalda al jovencito que grababa y sacaba fotos con una pericia fuera de lo normal. Los negros estaban consiguiendo justo lo que la profesora temía, empezar a excitarse casi más que atemorizarse. La verdad es que el culo de la madura era apetecible, redondo y duro fruto del gimnasio.
Señora Gutierrez, y a usted que le gusta de estos dos hombres. La profesora no quería decir "sus pedazo de pollas" pero era evidente que no podía quitar ojo de ellas desde hacía un buen rato. No podía creer como alguien pudiera tener eso entre las piernas
Me gusta todo. Dijo tirando por el camino fácil pero como se estaban frotando los hombres y que sus miembros aún acababan de crecer más su excitación le pudo y no pudo evitar posar sus manos en las pollas negras para empezar a pajearlas. Uno de los hombres metio su lengua hasta la campanilla de la profesora que empezó a masturbar más y más a los dos hombres. El que no la besaba le retiró su ropa interior y de rodillas empezó a comerle el coño a la señora Gutierrez mientras el otro le lamía toda su cara. Los gemidos de la profesora eran cada vez más y más evidentes, la gran comida de coño junto la sobada que les estaba haciendo el otro a sus tetas y a su culo la estaban llevando a la gloria. El que le comía el coño se levantó de nuevo y le susurró al oído "comer tu". La profesora se agachó rápidamente y comenzó a mamar los dos mástiles alternamente. Estaba mojadisima, nunca había sentido semejante fuego en su interior a sus 51 años se acababa de correr mientras chupaba dos pollas negras de gran tamaño.
Señora Gutierrez desea que mis amigos hagan alguna otra cosa por usted
Que me apaguen mi fuego. Dijo mientras sacaba la polla de la boca
Eso que significa
Que me follen!!!
Como si fuesen palabras mágicas uno de los negros la apoyó en una mesa y desde atrás metió sin compasión su mástil por el coño de la madura. La señora Gutierrez lanzó un grito inmenso pero en dos segundos lo transformó en gemidos. El bombeo era efectivo se venía el segundo orgasmo de la profesora empapada en sudor y flujos. Gritó mientras se corría y pedía más y más polla. Había perdido el recato y llamó al otro negro para mientras uno la penetraba el otro recibiera otra mamada.
Señora Gutierrez, dicen de usted en el colegio que tiene mala uva porque está malfollada
Ojala me follaran así todos los días joder
Seguro que alguno en el colegio querría hacerlo, debería intentarlo
Me los follaría a todos joder, me encantaaaa. Dijo mientras el tercer orgasmo coincidia con el semen del negro impactando en su vagina y del otro en toda su boca.
------ CONTINUARÁ