La Azafata (2)
Recomiendo leer la primer parte publicada el 7 de agosto. El éxito continúa.
La Azafata, segunda parte.
Había pasado algo más de un año y Mariana continuaba alternando su tarea en el cabaret con trabajos particulares de sexo. Su cuenta bancaria se incrementaba día a día, pero eso no era vida. ¿Dónde habían quedado aquellos sueños del Príncipe Azul? ¿Dónde estaban esas fantasías de tener un hombre a quién serle fiel? Todo eso parecía muy lejano y casi imposible. En París muchos la conocían por haberse acostado con ella u verla actuar casi desnuda en el cabaret. ¿Podría encontrar un hombre respetable aunque dejara su trabajo?
"Los hombres son muy exigentes a la hora de formalizar una relación. No les gusta hacerlo con una puta", razonaba. Ella era conciente que tenía sexo en el 99 % de los casos simplemente por dinero. Tenía que tomar una determinación, pero no le resultaba sencillo. Había que trabajar duro, pero no privarse de ninguna gratificación material le sentaba muy bien. ¿Qué hacer? No quiso apresurarse.
Casi no quedaba duda que si quería cambiar de vida, debía irse de París y radicarse en otro lugar. El problema sería cuál sería su trabajo. Si bien había acumulado una buena cantidad de dinero, era muy joven y se acabaría pronto. Podría sí darle el gusto de no trabajar un tiempo, pero no podría mantener esa situación. Por otro lado si dejaba pasar el tiempo sin conchabarse en algún club nocturno, luego le sería difícil incorporarse. Siempre querían carne muy fresca y cuanto más jóvenes, mejor. ¿Qué hacer?
Envidiaba a esas jóvenes de su dad, de alrededor de 25 años, que eran empleadas de una oficina que, que cumpl¿ían un horario y luego corrían a encontrarse con su pareja a disfrutar. Ella no podía hacerlo. Quizás esas mismas jóvenes podrían envidiarla pensando en su cuenta bancaria y la libertad con que gozaba. ¿Libertad con que gozaba? Estaba claro que cada una miraba sólo una parte de la cuestión.
Luego de mucho meditar decidió dejar el cabaret, las cogidas por dinero, empaquetó sus cosas y se fue a Londres. Allí iniciaría una nueva vida.
Una vez acomodada en la ciudad, comenzó a buscar trabajo como recepcionista. Había tenido cuatro o cinco entrevistas pero la prueba final siempre era la misma, tener sexo con el gerente, a lo cual ella se negó rotundamente en todas las oportunidades. Había ido a Londres para cambiar de vida, no de clientes.
Hacía ya más de dos meses que no recibía una polla en su interior y las estaba extrañando. Fue entonces cuando concluyó que no solamente lo hacía por dinero sino también porque era una necesidad. Le hubiese agradado toparse con Gustavo Maderna, el piloto que podía satisfacerla adecuadamente, pero estaba en ciudad de México y ni siquiera sabía su teléfono. Era imposible contactarse con él.
Fue entonces que se le ocurrió llamar a las oficinas de PIJA en Londres, para tratar de encontrar algún piloto o comisario de aborde de la compañía que ella conociera. Quizás podía trabajar de recepcionista en la aerolínea o, por lo menos, tener sexo con algún piloto que calmara sus ansias.
Quiso la casualidad que en la Oficina de PIJA se encontrara con Guillermo Rasuir, que era el segundo comandante cuando ella era la azafata.
-¡Mariana!¡Tanto tiempo sin verte!¿Qué haces aquí en Londres?-
-Por ahora nada y eso es lo que quiero cambiar. Vine aquí para ver si puedo trabajar de recepcionista o algo similar.-
-¿Pero no estabas en Craszy Horse? Yo te ví allí una vez que pasé por París. ¡Eras la que mejor bailaba! ¿No te gustaba esa tarea?-
-Me cansé de esa tarea y de la que hacía en los ratos libres. En ese momento era por mucho pero ahora es por poco. Estoy sin trabajar.-
-¿Qué quieres decir?-
-Que hace mucho que no estoy con alguien.-
-¿Te refieres que no tienes relaciones?-
-Exactamente.-
-Si quieres puedo ayudarte. Algo similar a lo que hiciste con Gustavo.-
-¿Sabías de eso?-
-¿Crees que somos tontos y ciegos? ¡Mariana, no seas ingenua!-
-¿Y qué me propones?-
-¿Y a ti que te parece que te puedo proponer? ¡Pues complementar tu cuerpo y calmar tu ansiedad. Yo salgo para Oslo mañana al mediodía. ¡Mira si tenemos tiempo para calmarte!-
-No seas grosero.-
-¿Grosero yo? Simplemente quiero cogerte.-
-Vamos a mi departamento pero luego debes ayudarme a conseguir un trabajo más regular.-
Ambos se dirigieron al departamento de Mariana. Ella estaba más caliente de lo que suponía y apenas llegó comenzaron a abrazarse, besarse y Mariana comenzó a quitarse la ropa. Poco después estaba arrodillada frente a Guillermo chupándole el falo como ella sabía hacerlo, con un alto grado de profesionalidad.
Siguió luego una penetración vaginal. Los movimientos que lograba hacer Mariana con sus músculos excitaban cada vez más a Guillermo que deliberadamente prolongaba el polvo y el gozo. Los movimientos eran lentos y acompasados mientras acariciaba los pezones de la joven y la besaba en el cuello. Ambos estaban gozando de la situación. Mariana trataba de ganar el tiempo que se había pasado sin coger, mientras que Guillermo se sorprendía de las habilidades de su ex compañera.
Una vez que ambos se corrieron, se recostaron a descansar.
-¿Te ha gustado el polvo?-
-Tienes una buena polla y hace tanto que no la recibía que estaba realmente caliente.-
-He descubierto que eres muy buena en la cama. Ahora entiendo la frecuencia con que Gustavo pasaba las noches contigo.-
-Cuando estaba con Gustavo tenía mucha menos experiencia que ahora. Yo aprendí mucho como puta y mejoré enormemente en las técnicas a usar. ¿Sabes? Un japonés me enseñó a disfrutar del sexo anal. Lo había hecho una sola vez con Gustavo pero luego nunca quise probar, hasta que llegó el japonés.-
-¿Te gustó que te la metieran por el culo? Yo nunca lo he hecho. Tengo la sensación que voy a lastimar a quién estoy clavando por atrás.-
-Es una historia larga. Como te dije el primero que me hizo el culo fue Gustavo. Luego por un tiempo me negué totalmente a esa práctica, pero una vez con un japonés Ese sí que fue un buen polvo por el culo. Lo hizo tan bien que luego lo incorporé como práctica habitual si alguien me lo pedía. Por la entrada por atrás cobraba un extra. Si quieres me haces el culo.-
-Creo que descargué toda la leche en tu concha. Será difícil que se endurezca lo suficiente para penetrarte por el ano.-
-No creas. Descansaremos un poco u luego te hago una buena mamada y verás que te queda la polla para cualquier penetración.-
-Veo que estás muy segura de tus encantos. ¿Crees que me la podrás poner en condiciones?-
-¡Por supuesto!¡Soy una profesional!-
Descansaron un rato y luego Mariana se deslizó hasta poner su boca a la altura de la polla, flácida en este momento, de Guillermo. Abrió su boca y con la punta de la lengua comenzó a acariciar la punta. Poco a poco la polla fue aumentando su tamaño y rigidez, momento en el cual la joven se introdujo toda la glande en su boca y continuó succionando y acariciando an su lengua.
Efectivamente el tratamiento estaba dando resultado y la polla aumentaba su tamaño. Mariana se introdujo más profundamente el miembro ajustando sus labios alrededor. Ni el mismo Guillermo podía creer la mamada que estaba recibiendo. Se estaba calentado y mucho. Era cierto, Mariana era una profesional.
Cuando consideró que estaba en condiciones de penetrar su ano, Mariana se untó la entrada con crema lubricante y expuso el pulo para que la penetrara.
-Ya está en condiciones. Comienza a empujar. Lo más difícil es la entrada de la punta, luego la puedes meter hasta el final.-
En silencio Guillermo comenzó la penetración. Su polla muy rígida y el agujero algo dilatado y bien lubricado permitieron una entrada hasta al fondo casi de inmediato. Comenzó el movimiento de entrada y salida mientras Mariana manejaba adecuadamente los músculos para aumentar la sensación del coito anal.
Esta primera experiencia le resultaba agradable y muy caliente. Una de sus manos se dirigieron al clítoris mientras que la otra magreaba las tetas de Mariana y pellizcaba los pezones. Contrariamente a lo que había supuesto sentía que estaba próximo a correrse, cosa que ocurrió poco después.
-Mariana, eres una puta de muy buena calidad, verdaderamente una profesional. Indudablemente has aprendido mucho y entiendo que los hombres estuvieran dispuestos a pagarte una buena cuota por tus servicios.-
-Ya te dije que era una profesional y no una puta barata que revolea la cartera por allí. Si querían cogerme, debían pagar y bien.-
Luego de alguna otra conversación y caricias se quedaron dormidos. Guillermo abazaba el cuerpo desnudo de Mariana, mientras que ésta se sentía rodeada por los fuertes brazos de Guillermo.
A la mañana siguiente desayunaron juntos Mariana insistió en que a su regreso debían discutir las posibilidades de trabajo para ella. Luego Guillermo salió para el aeropuerto para tomar servicio. Mariana quedó pensando en qué podía ocupar su tiempo. Estaba ansiosa por poder conversar (y algo más) con Guillermo de sus posibilidades de trabajo.
Tres días más tarde Guillermo la llamó desde el aeropuerto.
-Mariana ¿estarás en tu casa? Estoy en el aeropuerto y pensaba ir a tu casa.-
-Sí, estaré aquí. Te espero. ¿Debo aguardarte vestida o ya desnuda para no perder tiempo?-
-No seas irónica Mariana. Quiero visitarte y platicar contigo ¿o es que tienes otros planes?-
-Yo sí, pero seguramente tú también -
-Bueno, luego lo platicamos. Salgo para allí.-
Mariana de inmediato cambió su ropa. Una bragas diminutas, un sostén algo transparente, un pantalón ajustado que marcara sus glúteos y una camisa que realzara sus tetas.
Poco después arribaba al departamento de Mariana. Le traía un hermoso ramo de flores.
-¡Que amable! No esperaba estas flores. Muchas gracias.-
-Es lo menos que podía hacer luego del trato recibido cuando estuve aquí. ¿Cómo estás tú? ¿Has conseguido trabajo?-
-No, nada. No sé en qué rubro buscar. Recepcionista hay muchísimos postulantes. Empleada de tienda no me agrada.-
-He estado pensando mucho en eso Mariana. Creo que no puedes desaprovechar la experiencia y habilidad que tienes con el sexo.-
-¿Me propones que vuelva a trabajar de puta?-
-No exactamente, pero sí que dirijas una agencia de acompañantes-putas. Algo similar a lo que hacía Adrián Bergali suministrando chicas a hoteles y otras instituciones.-
-Es casi volver a trabajar de puta.-
-¡De ninguna manera! No estoy pensando en que tú te ofrezcas. Habrá que contratar mujeres para que hagan la tarea y tú administras y les enseñas cómo hacerlo mejor. Tienes experiencia en eso. Eventualmente podrás tener algún cliente especial, quizás un japonés que te la dé por el culo.-
-No seas irónico. Me arrepiento de haberte contado lo del japonés. ¿Crees que podré organizar algo así?-
-Yo creo que sí. Puedes ser la jefa de la organización y buscar chicas jóvenes, de buen nivel que comiencen su carrera de acompañantes pero dispuestas a ceder su cuerpo. Es decir que se inicien como putas.-
-No es una mala idea. El negocio lo conozco bien y por lo menos en París tengo buenos contactos como para empezar. Quizás lo más difícil sea conseguir las chicas dispuestas a prostituirse.-
-No lo creas. Hay más de lo que puede suponerse. Hay que ser perspicaz. Algunas universitarias u otras que finalizan la secundaria son buenas para iniciarlas. Tú le puedes enseñar los secretos de la prostitución.-
-Necesitaré tu ayuda para evaluarlas en la cama y para enseñarle algunas cosas hace falta una buena polla natural, nada de consoladores.-
-¿Me propones que antes de largarlas al ruedo las folle para ver cómo lo hacen?-
-No solamente para ver cómo lo hacen sino para darles algunas indicaciones. Quiero que las putas que trabajen conmigo sean unas verdaderas profesionales del sexo y no cualquier putita que lo único que sepan hacer es abrir las piernas.-
-En eso tienes razón. Hay que ofrecer putas muy jóvenes pero que lo hagan muy bien y puedan salir a cenar con el cliente sin hacerles pasar vergüenza y que luego en la cama sean unas muy buenas acompañantes.-
-Putas querrás decir.-
-Debemos pensar en acompañantes, no en putas. A las chicas le asustará si le dices que la tarea es de putas, pero si les dices que es de acompañante, les sentará mejor aunque les aclares que deberán bajarse las bragas.-
-Es una buena observación. Habrá que buscar acompañantes entonces. Pero ¿por qué no comienzas a enseñarme cómo hay que follar?-
-¿Yo enseñarte a ti cómo follar? Vamos Mariana. ¡Tú puedes ensañarme a mí! Ya me enseñaste cómo cogerte por el culo. ¿Hay algo nuevo para hoy?-
Mariana comenzó a quitarse la ropa. A medida que se quitaba una prenda el bulto de Guillermo crecía, cosa que la joven advirtió de inmediato. Poco después se quedaba solamente con las pequeñas bragas que apenas cubrían su coño y se metían entre los cachetes del culo. Guillermo estaba muy excitado. Luego de quitarse algunas ropas y liberar su polla, bajó las bragas de Mariana y se acostaron en la cama.
Mariana también estaba muy excitada, no solamente por la polla de Guillermo que pugnaba por entrar en su conchita sino también por la conversación que acababa de tener. Apartó este pensamiento y se concentró en disfrutar del polvo. Entre caricias, penetraciones y felaciones pasaron más de dos horas al cabo de las cuales ambos se habían corrido varias veces y se encontraban agotados. Luego de un breve descanso se dispusieron a continuar con la conversación de negocios.
-Mariana, me gusta ver tu cuerpo desnudo. ¿Puedes quedarte así mientras platicamos de cómo organizar tu trabajo?-
-Creo que te vas a distraer si me quedo así mientras platicamos. Por lo menos déjame ponerme unas bragas y un sostén.-
-¡Sostén, no! Tienes unas hermosas tetas que sería casi criminal cubrirlas con un sostén.-
-Bueno, me pongo solamente las bragas. ¿Quieres un café?-
-Bueno prepara el café mientras te acaricio las tetas.-
-Déjame un momento. Luego si quieres follamos de nuevo.-
-Sí, y quiero follarte por el culo.-
-Parece que no olvidaste eso de follar por el culo. Si quieres te lo daré también, pero hablemos de negocios.-
-Creo que deberás irte a París. Allí conoces a los administradores de los hoteles y será una buena fuente de clientes.-
-Eso es posible, especialmente si abro mis piernas con alguno de ellos. Pero ¿dónde conseguir chicas?-
-Debes dar vueltas por el Barrio Latino y preguntar en los albergues y pensiones para estudiantes. Allí encontrarás las acompañantes. No debes asustarlas, invitarlas a alguno de bares de la zona, hablarles de las enormes posibilidades que tiene el ser acompañantes, etc. Luego le dices que debes hacer una prueba, las llevas a tu departamento y les tomas unas fotos en ropa interior y también totalmente desnudas.-
-Una vez que elegimos a las candidatas, entonces comenzará el entrenamiento. Saldremos tú, la postulante y yo a cenar un día y luego una prueba más intima, en la cual la follaré y le enseñaré a chuparla y saborear la leche.. ¿Qué te parece el plan?-
-Magnífico. Así sí es posible que encontremos jovencitas para brindar un servicio acorde a las necesidades de algunos viajeros.-
-Puedes permitirte atender personalmente a los japoneses que se alojen en los hoteles.-
-¡Guillermo! ¿Por qué me dices eso?-
-Pues porque te gusta que algún japonés te la ponga por el culo ¿O no es así?-
-Sí, es cierto. Si lo hacen bien me gusta que me claven por el culo. Pero sigamos analizando el negocio.-
-Creo que quizás para algún cliente destacado puedes ofrecer tus servicios, con honorarios bien altos.-
-¡Honorarios! Nunca había escuchado esa palabra para pagar los servicios de una puta.-
-Olvida lo de puta. Todas serán acompañantes y tú una acompañante muy especial.-
-Bueno creo que tendré que pensar en mudarme nuevamente a París. Buscaré algo que además de mi vivienda pueda ser la Oficina de Operaciones.-
-¡Qué título tan rimbombante!, pero está bien, puede ser un buen lugar para recibir a las chicas, fotografiarlas y cogerlas.-
-Bueno ahora vayamos a la cama. Quiero que me hagas el culo.-
-Voy a hacerte el culo, la boca y la raja. Quiero disfrutar de ese hermoso cuerpo. Ya me veo que luego deberé pagar una fuerte suma de dinero para cogerte.-
-Tú tendrás el privilegio de poder cogerme cuando quieras, sin costo alguno. ¡Te debo tanto !-
Poco después ambos, desnudos en la cama se dedicaban a los placeres sexuales. Mariana tenía la polla de Guillermo en su boca que acariciaba una y otra vez con su lengua mientras sus labios la rodeaban. Sus manos recorrían una y otra vez las bolas del Piloto. A su vez Guillermo acariciaba y estrujada los pezones de Mariana.
Luego siguió la penetración por la vagina. Mientras Mariana tenía sus piernas sobre los hombros de Guillermo este se movía entrando y sacando su polla lentamente y con buen ritmo. Luego fue el turno del culo.
Mariana se puso en posición y con sus dos manos se separó los glúteos dejando a la vista el agujero, del ano, apretado, tan cerrado que parecía inviolable. Sin embargo con la ayuda de una crema lubricante y mientras Mariana relajaba el esfínter, la polla se fue introduciendo. Mientras tanto Guillermo manipulaba el clítoris. Muy poco después Mariana se estremecía con un orgasmo casi comparable al que le había proporcionado el japonés.
A continuación un abundante chorro de semen se deslizaba por las paredes del recto de Mariana. Ambos, felices y exhaustos, se dejaban caer en la cama.. A continuación Martiana abrazaba a Guillermo mientras por su cabeza daba vueltas la idea de volver a coger con frecuencia. Después de todo debía reconocer que era una puta que le gustaba cogerpor sobre todas las cosas y si lo hacía con alguien que le despertaba simpatía, tanto mejor.
Ese había sido un muy buen polvo, quizás no el mejor de los había tenido, pero Guillermo era un hombre que sabía tratar a las mujeres. Esperaba que lo pudiera ver con frecuencia para ofrecer su cuerpo y que ambos gozaran en la cama. A pesar de haberse corrido le pidió a Guillermo que le metiera dos dedos en la vagina y el pulgar en el culo. Necesitaba sentirse penetrada aunque fuera con unos dedos. Así se quedaron dormidos por media hora.
Al día siguiente partió, regresando nuevamente en unos días. Mariana comenzó los preparativos para la mudanza pero antes quería explorar nuevamente París para estar segura de instalar allí su agencia de acompañantes.
Alquiló un pequeño departamento por una semana y se dispuso a buscar chicas que trabajaran para ella. Fue a uno de los bares en que ella solía desayunar. Allí conocía al dueño. Le expuso el plan de contactarse con chicas estudiantes que quisieran tener un ingreso extra.
-No te será difícil. Suele venir Marylin, una rubia americana que creo le gusta el dinero. Está por aquí alrededor de las 2 de la tarde a almorzar a la salida de la universidad.-
Mariana regresó a la hora indicada y por una seña del dueño del local, le indicó quién era Marylin. Ella se acercó a la mesa.
-¿Me permites? Joaquín, el dueño, me indicó que eres americana.-
-Me imagino que te envió para que me cobres los almuerzos que le debo. Espera unos días, no tengo dinero.-
-No te preocupes. Si es por una deuda con Joaquín, yo lo arreglo. ¡He arreglado tantas deudas con él!-
-Me tienes que dar la fórmula. Le debo como 100 euros.-
-No te preocupes por eso. Veo que necesitas dinero. Tengo una posible oferta para solucionar el problema.-
-¿Algún trabajo más o menos libre?-
-Sí. Mira he sido azafata y actualmente me ocupo de acompañar a viajeros a que conozcan París, o ir al teatro y cenar con ellos, se gana bien. Mi nombre es Mariana y sé que tú eres Marylin.-
-Seguramente también te piden que te acuestes con ellos.-
-Mira a veces sí pero otras no. De todas maneras es gente muy educada, generalmente ejecutivos importantes. A mí no molesta hacerlo.-
-Supongo que suelen ser unos viejos depravados.-
-Esa es la vieja idea de que un ejecutivo que busca un acompañante es un viejo depravado. La mayoría son de 30 a 40 y, lo más importante, tienen una buena polla y no te crean compromisos.-
-Pero eso es algo así como trabajar de puta.-
-Te equivocas. Una puta es otra cosa. Nosotras somos acompañantes de la soledad.-
-Me da un poco de miedo salir con un desconocido y luego coger con alguien completamente desconocido.-
-Mira, los que se alojan en los hoteles 5 estrellas no hacen pavadas. Generalmente ocupan puestos altos en importantes compañías y no van a perder esa posición por una acompañante. Son más cuidadosos que nosotros.-
-¿Y tú trabajas aquí en París?-
-Me había tomado un descanso y me fui a Londres, pero en un par de semanas estaré de vuelta aquí.-
-Me gustaría no perder el contacto contigo. Siempre llego a fin de mes con un faltante de dinero. La beca de universidad no me alcanza.-
-Creo que esa puede ser la solución. Mira, exactamente en dos semanas te encuentro en este mismo bar a esta misma hora. Yo cancelaré la deuda con Joaquín para que no te moleste. Luego arreglaremos las cuentas.-
Marina salió del bar felicitándose a sí misma. No hubiese creído que en el primer intento tenía la posibilidad de encontrar una "acompañante".
Hizo algunos contactos más. Algunos tan afortunados como el Marylin y otros no, pero ya tenía contacto con cuatro jóvenes estudiantes universitarias. Regresó de inmediato a Londres para preparar definitivamente el regreso a París. Al día siguiente de su llegada, también arribaba Guillermo. Le contó lo sucedido en París.
-Estaba seguro que tú podrías encontrar buenas chicas para este trabajo.-
Guillermo, necesito tu ayuda. Debo instalarme y tú debes probar a las chicas. Además debemos tomarles algunas fotos para poder vender la mercadería. ¿Puedes tomarte dos meses de licencia? Estoy dispuesta a hacerme cargo del sueldo que pierdes.-
-Puedo tomar la licencia. Lo del sueldo luego lo discutiremos. Manos a la obra Mariana. ¡Las putas nos esperan!-
-No seas así. No le puedes decir putas a unas jovencitas que trabajarán de acompañantes.
Rápidamente hicieron los arreglos para instalarse en París. El día indicado Mariana y Guillermo fueron a encontrarse con Marylin, la primera de las postulantes. La joven novata estaba algo excitada pensando en solucionar sus problemas económicos. A Joaquín, dueño del bar, ya de debía algunos almuerzos nuevamente.
Tanto Mariana como Guillermo fueron cuidadosos en la conversación en la que la fueron llevando al tipo de tarea que debería realizar Marylin.
-Ya te he dicho que he sido azafata de una línea aérea y mis estadías en París comencé a trabajar de acompañante. Realmente las cosas me iban bien hasta que decidí dejar el trabajo fijo y trabajar de acompañante solamente.-
Guillermo me está ayudando en esta nueva etapa. Él es piloto de la compañía de aviación en la cual trabajaba y se ha tomado unos días de vacaciones.-
-¿Qué debo hacer para iniciarme en esta tarea.-
-Te pido que vengas a mi departamento. Allí te tomaremos algunas fotos y podrás hacer un a prueba con Guillermo.-
-¿Qué tipo de fotos?-
-Marylin, fotos en las cuales se muestren tus atributos.-
-¿Es con ropas sugerentes?-
-Ropas sugerentes y en ropa interior. Tengo una buena colección de bragas y sostenes adecuados. A los señores hay que entusiasmarlos con un buen cuerpo.-
-¿Cuándo quieres que vaya?-
Cuando quieras y acomodando tus horarios.-
-¿Puede ser hoy alrededor de las seis de la tarde? Tengo luego tiempo libre. Mañana tengo clases en la universidad a partir de las 9 de la mañana.-
-Bien te esperamos esta tarde a las seis. Yo pago los almuerzos que tienes pendiente con Joaquín.-
-Muchas gracias Mariana. Será hasta luego.-
Marylin se retiró y tanto Mariana como Guillermo quedaron satisfechos de esta primera entrevista. Tenían, seguramente, la primer joven que trabajara para ellos.
A la hora convenida se presentó Marylin vistiendo una falda muy corta y una camisa ajustada. Sed destacaban sus curvas y su cuerpo muy bien formado. Mariana comenzó el diálogo.
-Comenzaremos tomándote algunas fotos como te habíamos anticipado. Guillermo es un experimentado fotógrafo.-
Comenzaron algunas tomas con la ropa que traía, luego quitándose la camisa mostrando su sostén. A instancias de Mariana cambió varios modelos de sostenes los cuales cada vez mostraban más partes de piel sin cubrir. Luego le hicieron quitarse las medias y los zapatos. Marylin mostraba unas hermosas piernas, mientras la falda apenas cubría las bragas .
Luego le indicaron que se quitara la falda. Ahora mostraba su cuerpo cubierto solamente por una diminuta tanga y el sostén. Con estas prendas tomaron varios fotografías. Fue entonces cuando Guillermo le pidió que se quitara el sostén.
-¿Tienen que fotografiarme con las tetas desnudas?-
-Mira, es muy importante tener fotos de tus senos. Son hermosos y hay que aprovecharlos.-
Marylin se quitó el sostén. Aparecieron un par de tetas espectaculareres. Continuaban las tomas.
-Ahora quisiera que te quitaras las bragas. Estoy seguro que podrás mostrarnos un hermoso culito y la culminación de los muslos.-
-¿Totalmente desnuda?-
-Sí Marylin, totalmente desnuda.-
Con algo de rubor se bajó la tanga. Un vellón abundante de pelos rubios ocultaban su concha. Fue Mariana la que intervino.
-Antes de fotografiarte hay que depilar un poco ese pubis y los labios de la concha. No queda elegante tanto vello púbico, Debe quedar apenas una línea siguiendo la línea de la concha. Yo te ayudaré.-
Las dos mujeres se dirigieron al baño para proceder al recorte de los pelos del pubis y depilar otros. Guillermo ya sentía la erección. Era un ejemplar como para calentar a cualquiera.
Unos quince minutos después ambas mujeres regresaron a la sala donde se encontraba Guillermo. Marylin mostraba su cuerpo cubierto por apenas unos pocos pelitos, mientras los labios vaginales estaban turgentes y brillantes. Las tetas apenas se balanceaban al caminar, ya que eran muy firmes y de tamaño B ó C de corpiño.
Guillermo se dedicó a tomarle más fotos mostrando todos sus atributos. Al finalizar había disparado más de cien veces la cámara. Fue entonces cuando Mariana sugirió que tomaran un café antes de continuar.
-¿Más fotografías necesitan?-
Mariana se apresuró a hablar.
-No Marylin, más fotos creo que no son necesarias. Lo que debemos hacer es que Guillermo te enseñe algunas cosas en la cama. Supongo que no eres virgen.-
-No no lo soy. He tenido relaciones con algunos compañeros de la Universidad.-
-¿Y que eres mamando vergas?-
-¿Mamar vergas? Nunca he hecho semejante cosa.-
-Guillermo te enseñará cómo hacerlo. Yo misma puedo hacerte una demostración de cómo se pone el miembro en la boca y se chupa una verga. Dime, ¿tampoco te la han metido por el culo?-
¿También deberé dejarme coger por el culo?-
-¡Pero claro! Una acompañante debe satisfacer a su cliente en todo, pero lo mejor es dejar a Guillermo que te conduzca. Verás qué bien te sientes luego de acostarte con Guillermo. Te lo digo por experiencia propia.-
-No pensé que terminaría cogiendo hay aquí. Sin duda tú Mariana tienes experiencia de qué debo hacer, pero me cuesta meterme en la cama y que Guillermo me clave la concha.-
-Primero debo calentarte para que realmente desees que te clave. No sería propio de caballero llevarte a la cama, obligarte a separar las piernas y usar tu vagina sin más. Verás que todo irá bien. Vamos a la cama. Tú Mariana quédate atenta si debes ayudar a Marylin en algo.
Mientras caminaban al dormitorio, Guillermo comenzó a acariciar el culo de la joven. ¡Qué piel suave!¡qué carnes firmes!
Se recostaron sobre la cama y Guimermo comenzó a besarle los pezones y acariciar su vientre. Luego comenzó a bajar sus mano hacia la concha, que al llegar a tocar el clítoris, Marylin se estremeció pero permitió que Guillermo continuara calentándola. Luego de algo más de un cuarto de hora de chupadas y besos, Marylin estaba deseosa de ser penetrada, cosa que Guillermo aprovechó colocándose encima de la joven y apuntando su verga a la entrada de la concha.
Apenas unos minutos más tarde ya la tenía toda adentro, mientras continuaba acariciando las tetas de la joven, que estaba perdiendo el control de sí misma, dejándose llevar. Sin embargo Guillermo no quería correrse dentro de Marylin, ya que no estaba seguro que tomara anticonceptivos y no pensaba dejarla embarazada.
Retiró la verga de la concha y la acercó a su boca. A pesar que nunca lo había hecho y pensaba que no podría hacerlo, abrió su boca casi con desesperación para sentir el miembro rozando su lengua. Mientras tanto las manos de Guillermo acariciaban una y otra vez los labios vaginales y el clítoris haciendo olvidar a la joven dónde estaba.
En estas condiciones de repente sintió cómo se estremecía todo el cuerpo de Marylin y se convulsionaba con un fuerte orgasmo, mientras ella no dejaba de chupar. Fue entonces cuando Guillermo con suavidad retiró la verga de la boca y dando vuelta la joven comenzó a penetrarla por el culo.
Por alguna rara circunstancia el ano estaba completamente relajado y aunque con alguna pequeña dificultad, terminó metiéndose completamente en el culo. Mientras tanto volvía a masajear el clítoris. La excitación de Guillermo era altísima por lo que no demoró mucho en correrse dentro del recto de Marylin, mientras ésta experimentaba otro orgasmo.
Finalizaba así la primera lección para convertir a la joven en una buena acompañante.
-¿Cómo ha ido Marylin en la cama? preguntó Mariana.
-Más que aceptable. Creo que ya está en condiciones de trabajar pero creo que debería volver en tres o cuatro días para perfeccionar el comportamiento.-
-¿Estás de acuerdo Marylin de comenzar a trabajar?-
-Sí, por supuesto, pero quisiera saber cuánto voy a ganar por cada salida.-
-La tarifa es de 60 euros la hora con un mínimo de una hora y media. Es decir que cada salida ganarás mínimo 90 euros. Si logras estar con el cliente más tiempo, pues es más dinero para ti.-
-Estaré esperando el llamado de ustedes para dirigirme al lugar que me indiquen.-
Cuando se retiró ambos socios se felicitaron mutuamente.
-Tiene un cuerpo hermoso. Creo que cuando la conozcan será muy requerida. Guillermo, ¿por qué crees que debe volver?¿No estuvo bien en la cama o puso remilgos por algo?-
-En realidad lo hace muy bien, pero me gustaría cogerla otra vez, por eso le he pedido que vuelva para completar su aprendizaje.-
-¡Eres un pícaro! Todo una excusa para aprovecharte de ella gratis.-
-Así es. Siempre es bueno cogerse a una jovencita.-
-¿Me estás diciendo vieja? Marylin no debe ser más de dos años menor que yo.-
-Pero tú eres una experta en la cama. Pensaba en alguna muchacha joven e inexperta, lo cual no quiere decir que no siga cogiéndote todas las veces que pueda.-
De manera similar pasaron las cuatro postulantes restantes. Cintia, Ivonne, Claudina y Mary Ya quedaban cinco jóvenes "acompañantes". Todas fueron probadas por Guillermo.
De inmediato se preparó una cartilla con seis fotos de cada una de las candidatas para dejar en los mejores hoteles de París. La tarifa que se cobraría sería de 500 euros por los primeros 90 minutos y 300 euros por las horas subsiguientes.
Hicieron la presentación en varios de los lugares que conocían a Mariana lo cual facilitaba las cosas. Todos conocían la seriedad de la "madama" y apreciaban la calidad del material que ofrecían.
Ya al día siguiente recibieron el primer llamado para una de las jóvenes se presentara en la recepción del un hotel y le indicarían la habitación a la cual debían dirigirse. Según manifestaba el cliente quería a la joven por tres horas, entre las 19 y las 22 horas.
Mariana se comunicó con Marylin para darle la buena nueva.
-Debes ir al hotel de la calle Le Fesanderie 325. Allí en la recepción te indicarán la habitación.-
-¿Deberé acompañarlo a algún lado?¿Por qué no nos encontramos en el vestíbulo del hotel?-
-Marylin, me sospecho que quiere tener un momento de intimidad, sin ruido y sin miradas molestas.-
-¿Eso quiere decir que me tendré que desnudar?-
-Muy probablemente.-
-Bueno, pensaba que por lo menos la primera vez no tendría que separar mis piernas, pero veo que va a querer cogerme -
-Seguramente sí, pero ha pedido tres horas, es decir habrá 180 euros para ti y si queda conforme te dará una propina. No está mal.-
-No está nada mal. 180 es mucho dinero. Gracias Mariana. Me prepararé adecuadamente. ¿Qué bragas me recomiendas que use?-
-Yo suelo usar color piel y bastante pequeñas. No te olvides de afeitarte la concha y dejarla como te quedó luego de la prueba.-
-No te preocupes por eso. Estaré depilada y perfumada.-
-Cuando salgas del hotel llámame para saber cómo te ha ido. ¡Buena Suerte Marylin!-
Guillermo y Mariana sonrieron. De inmediato hicieron cuentas.
3 horas, 1050 euros.
180 para Marylin y 105 para el "concierge" del hotel. Resultado 765 euros por la organización. Ya se pagaba con creces lo que Mariana había adelantado por la deuda de Marylin con Joaquín.
Pasadas las diez de la noche, Marylin telefoneó a Mariana.
-¿Cómo te ha ido con el cliente?-
-Creo que quedó conforme. ¡Me dio cien euros de propina!-
-¿Alguna cosa que quieras comentar?-
-Nada en especial. Era una máquina de coger. Se corría y a los minutos ya la tenía dura otra vez y con un poco de ayuda de mi boca, pero todo bien. Apenas llegué, comenzó a tocarme por todas partes y a desnudarme. En menos de diez minutos estaba como cuando vine al mundo. Me empezó a coger casi de inmediato.-
¿Tu culito quedó entero?-
-Sí, ni siquiera insinuó metérmela por el culo. A propósito, pregúntale a Guillermo cuando debo regresar para completar mi comportamiento?-
-Me dice si puedes mañana a las 16 horas.-
-Mañana a las 16 estaré por allí.-
Nuevamente sonrieron. Habían elegido bien a la chica. Que le hayan dado cien de propina no era despreciable. Buen comienzo.
El día viernes era generalmente de bastante actividad. Guillermo se regocijaba de tener nuevamente a Marylin entre sus brazos y penetrarla por el culo.
Eran cerca de medianoche cuando llamaron nuevamente. Un cliente de otro hotel quería urgente a Cintia. Mariana la llamó a su celular.
-Acabo de ducharme y me disponía a dormir.-
-Pues tienes un cliente que te espera en el Hotel Eiffel.-
-¿Es para coger?-
-¿Y para que crees que te llaman a un hotel a esta hora? Quiero que te portes muy bien y hagas buen dinero. No olvides que pueden pedirte cualquier penetración.-
-A mí por el culo solamente me la puso una vez el señor Guillermo. ¿Me hará doler el cliente?.-
-Si te la quiere meter por el culo, debes lubricarte la entrada y relajarte. Con el año relajado la penetración te gustará. Recuerda, pórtate muy bien con el cliente como sabrás hacerlo. No quiero quejas.-
-No señora Mariana, no tendrá quejas. Verá que me sé comportar en la cama.-
Alrededor de las 7 de la mañana siguiente llamó Cintia para avisar que acababa de desocuparse. Estaba extenuada. Había pasado toda la noche sin dormir.
-No se imagina lo que fue esta noche. No solamente tenía una polla considerable sino que además parece que sus huevos eran un depósito de lecho. Comenzó, luego de desnudarme y no dejando parte de mi cuerpo sin tocar, me cogió por la concha. Hasta allí normal aunque era de grueso normal pero muy larga. Luego se chupé apenas y ya me la quiso meter en el culo.-
-¡Qué experiencia señora! Parecía que no terminaba de entrar. A mí me dolía un poco pero me resultaba excitante que un desconocido me quisiera coger por el culo. Estuvo largo rato moviéndose hasta que de repente sentí en líquido caliente que se metía en las tripas.-
-Descansamos un poco, nos lavamos y otra vez la mamada. Cuando estuvo dura, ¡otra vez a separar la piernas para que me la metiera. Llegó al orgasmo pero apenas salió un chorrito. Era el tercer polvo. Para no aburrirla le digo que estuvimos así hasta ahora.-
-Dime, ¿Qué te ha parecido esta experiencia?-
-Recuerde que yo he sido educada considerando que el sexo era algo sucio. Puede ser que lo sea pero no me resultó nada desagradable hacerlo con un desconocido, aunque debo confesarle que desde las 3 d la madrugada quería que eso terminara.-
-¡Pero Cintia! Más tiempo, más dinero. Tú lo necesitas para terminar tus estudios. Recuerda que hoy es sábado y puedes descansar. Es posible que esta noche tengas trabajo.-
El fin de semana transcurrió con mucha actividad. El trabajo era un poco duro pero muy rendidor. En un fin de semana cada una de las jóvenes ganaba suficiente para pagar sus estudios, vivir cómodamente y darse algunos gustos.
La semana siguiente Marylin combinó para ir al departamento y recibir una nueva lección de Guillermo. Era martes y al día siguiente no tenía clase. Podía dedicar mucho tiempo al estudio y las lecciones de Guillermo.
-Lo primero que quiero indicarte es que cuando entres, te quites toda la ropa y permanezcas desnuda. Te parecerá un absurdo pero es para que te acostumbres. Una buena puta no debe ruborizarse por desnudarse. A propósito, ¿Qué ropas usas para dormir?-
-Unas bragas y un pijama.-
-¡Eso es una falla! Debes acostumbrarte a dormir desnuda. Puedes comenzar haciéndolo sin las bragas y luego sin pijama. Nada más lindo para un cliente que pasará la noche contigo, que permanezcas sin ropas. Recuérdalo. Pero ahora vamos al grano. Quiero cogerte estando en la cama apoyados en nuestros laterales. Así el hombre puede acariciarte el culo.-
-Déjame primero desnudarme. Eres tan apurado que ni siquiera puedo concentrarme en la tarea.-
Marylin se quitpo rápidamente la ropa quedando totalmente desnuda. Se recostó sobre la cama, con sus piernas juntas para ocultar la conchita. Guillermo volvió a apreciar e cuerpo de la joven. Era realmente hermoso.
-¿Tienes vergüenza de mostrarte?-
-Creo que hacerles desear un poco los calienta más.-
-Me parece bien, Debes mostrar y ocultar. Por supuesto me gusta todo tu cuerpo, pero tus tetitas tan firmes y con esos pezoncitos hinchados despiertan el deseo de cualquiera.-
-Me gusta que me digas esas cosas Guillermo, pero enséñame a coger sobre los laterales.-
Ambos se pusieron de costado enfrentándose. Marylin levanto su pierna apoyándola sobre la cadera de Guillermo. Quedando su conchita abierta. Guillermo comenzó acariciándole el culo para ir acercándose a la entrada de la vagina. Grande fue su sorpresa cuando la notó muy húmedo. Cuando introdujo el dedo índice en el canal, éste estaba inundado de fluidos vaginales.
Continuó con las caricias en el culo y llegaba hasta el clítoris, con lo cual Marylin estaba cada vez más caliente y mojada. Por su parte comenzó a acariciar el pene y los huevos con verdadero delirio. De pronto se soltó de el abrazo y caricias del hombre y llevó su boca a al polla que se la introdujo totalmente. Hacía una mamada como la mejor y más experimentada amante, sin dar la impresión en absoluto, que lo hacía por comercio. Indudablemente estaba disfrutando ella también de la chupada.
Mientras tanto Mariana observaba desde la puerta, con ojo de "madama" el comportamiento de Marylin. Evidentemente no se había equivocado cuando la eligió. Era muy buena como puta y sin duda también, aunque lo lamentaba, Guillermo era un muy buen profesor. Le daba un poco de envidia ver cómo gozaba cogiéndose a una de sus pupilas.
Luego de una buena mamada, Guillermo le metió la polla en el coño y con movimientos lentos se acercaron ambos al climax. Marylin se corrió primero con una serie de estertores que convulsionaron todo su cuerpo. La corrida también se sintió en el dedo que Guillermo tenía metido profundamente en el culo de la joven. Muy poco después y cuando aún no habían finalizado las contracciones en la concha, sintió la descarga de semen en su vagina.
Quedaron abrazados un momento, pero Marylin, sin perder mucho tiempo se puso la polla nuevamente en la boca y comenzó a acariciarla con la lengua. Cuando ya estaba dura se dio vuelta y ofreció su culo para ser penetrada por allí.
-¿Siempre ofreces el culo sin que te lo pidan?- le preguntó su instructor mientras la acariciaba las tetas con una mono y el culo con la otra.
-No. Mi culito ha sido penetrado muy pocas veces. Te lo ofrezco a ti a modo de agradecimiento por todo lo que me enseñas. Es lo menos que puedo hacer por ti. Si no hubiera sido por Mariana y por ti, creo que no podría seguir mi carrera universitaria.-
-Marylin, que trabajes de puta es una cosa absolutamente circunstancial. Tu carrera profesional es lo más importante. Por supuesto que queremos que sigas con nosotros y con los sabios consejos de Mariana, pero no creas que puta podrás ser toda la vida. Esto es una cosa pasajera.-
Guillermo le hablaba más como un padre que como un chulo. Sin embargo las caricias ya la habían calentado y separándose los glúteos ofreció su ano para que se la follara por allí. Guillermo olvidó los discursos y se dispuso a cogerse ese lindo culito que se le ofrecía.