La ayuda sobrenatural
Nuestro protagonista, chico tímido y con poca suerte con las mujeres, recibe la visita de una súcubo con la promesa de hacer realidad todas sus fantasías.
Recostado en su cama, Dante se encontraba mirando atentamente su laptop, desde que había tenido que cambiarse de su ciudad natal por sus estudios, el joven dante podía gozar de momentos de soledad, pues sus madre, quien era la única que mantenía su casa luego de que su padre hubiera fallecido años atrás, había conseguido suficiente dinero para enviarlo a una prestigiosa universidad al otro lado de la ciudad, desafortunadamente por el costo de esta y por la distancia solo podía viajar uno solo, el cual efectivamente seria dante, quien lleno de alegría por entrar a la universidad y por la buena madre que tenía, estaba inspirado a sacar buenas notas para así en un futuro labrarse un nombre y llenar de orgullo a su familia, desafortunadamente la realidad siempre es otra y ya en su segundo año, el pobre de dante no gozaba de buenas notas, apenas podía decirse que pasaba y si podía reconocer la verdad, sabía que gran parte de sus notas aprobadas era porque los maestros le tenían pena y aumentaban su nota lo suficiente para pasar.
Por supuesto esto no quería decir que dante no fuera una persona inteligente, al contrario, para su edad, era una persona con una inteligencia más que competente para afrontar la vida adulta y con suerte y algo de esfuerzo ganar suficiente reconocimiento para que al salir de la universidad conseguir un puesto más que aceptable para un joven como el, desafortunadamente el problema de su notas era otro.
A la edad de 19 años dante podía reconocer que ese libido que siempre va de la mano con la adolescencia pero que desaparece con la edad adulta nunca se había extinguido en él, es más, podía decir, aunque sin pruebas, que con el paso de tiempo parecía aumentar.
Recordando cuando era más joven, el solía masturbarse por lo menos una vez cada tres o cuatro días siempre que lograba controlarse pero con el pasar de los años este deseo fue creciendo cada vez más, ya no era simplemente una vez algún día de la semana, ahora solían ser dos o tres veces al día, logrando solo aguantar uno o en los momentos en que esta estresado, hasta dos días sin dejarse llevar por el onanismo y por las perspectiva del presente este problema solo iría en aumento según pasase el tiempo.
Claramente tenía un problema, pues, siendo la persona tímida e introvertida que era, a la vez que todo su dinero era centrado en sus estudios le era imposible pagar por compañía por lo que el único medio que tenía para satisfacer sus necesidades no era con otra cosa que no fuera su mano derecha.
Y aprovechando los momentos de soledad que tenía luego de haber terminado una de sus tareas asignadas, dante se encontraba masturbándose recostado en su cama mirando atentamente su laptop y la escena porno que ahí se desarrollaba.
Era una que tenía guardada para los momentos en que se encontraba aburrido por lo que solía ser una de sus favoritas, una chica totalmente desnuda siendo follada por dos hombres, igual de desnudos en medio de la carretera, sin ninguna preocupación por visto por algún transeúnte, así duran un rato hasta que al cambiar de posición, más específicamente con la corrida del primer hombre esparcida por todo el rostro de la chica, la cual se encontraba de pie siendo follada por el que aún faltaba por correrse, pasan varios autos que al percatarse de la escena bajan la velocidad de su auto y empiezan a grabar, al ver esto las embestidas del chico se hacen más rápidas dándole más placer a la chica por como sonaban sus gemidos.
El video entonces termina con la chica recostada en la orilla de la carretera, con las piernas abiertas y ambos hombres, el primero en haberse corrido, habiéndose empalmado nuevamente en algún momento del video cubriendo el cuerpo de la chica con su esperma.
Concordando con el climas del video el joven dante termina eyaculando imaginando que se sentiría estando en el lugar de esos dos hombres, follar a una bella chica en el medio de la calle, con personas caminando y presenciando la escena, totalmente desnudos y sin ningún pudor, por supuesto no era algo que el pudiera lograr en su vida, aparte de que tener sexo en medio de un lugar público y transitado atentaba contra el orden público, su timidez le hacía imposible el siquiera tener sexo con otra persona mirando, no es que si quiera haya tenido una primera vez con una chica para ser claro.
Aun recostado en la orilla de su cama mientras veía el desorden que había hecho en su piso con su eyaculación y disfrutando aun de los últimos momentos de vida de su orgasmo dante es sorprendido por una voz literalmente surgida atrás de su espalda.
-wow, wow, esa fue una buena corrida tengo que reconocer- exclamo una voz proveniente desde atrás de dante, el cual, sorprendido pues claramente vivía solo en la habitación de apartamento que su madre le había conseguido, voltea solo para que su sorpresa pasara a ser miedo.
Una chica joven totalmente proporcionada de un cuerpo de infarto, senos los suficientemente grandes para ser un placer a las vistas, curvas en donde deben de estar para que tanto su vagina como su trasero sean apetecible incluso al más asceta de la tierra, flotando encima de su cama al lado de él, si, flotando, pues aparte de que la chica se encontraba desprovista de cualquier indumentaria con tal de resaltar su cuerpo de ensueño, poseía tanto alas de murciélago que al moverse ligeramente le permitían flotar por el lugar, una cola ligeramente encima de su trasero, unos pequeños cuernos en su cabeza y la piel totalmente roja haciendo juego con sus ojos amarillos, ojos los cuales se encontraban mirando fijamente la corrida del chico cubriendo el suelo de la habitación mientras en sus labios se relamían.
Sin tiempo que perder el chico se levantó sobresaltado mientras su mente divagaba sobre cómo alguien había entrado en su habitación, ciertamente recordaba haber cerrado bien su habitación antes de salir hoy a la universidad, rápidamente sus pensamientos pasaron a la propia anormalidad de la chica pues que él sepa, no había chicas desnudas volando por ahí.
-¿Q-qué se supone que eres?- pronuncio el chico claramente nervioso mientras pensaba en como escapar de la habitación y alejarse lo más rápido posible de la chica, llamar a la policía estaba descartado por el momento, pues aparte de que no sabía si la chica sobrenatural le daría tiempo para el buscar su celular, marcar y esperar a la policía, estaba el hecho de como él le explicaría que había una chica, la viva imagen de un demonio estereotipado, volando en su habitación, si el no consideraba el hecho de que tal vez se haya vuelto loco, la policía si lo haría.
-tranquilo, tranquilo cariño, no tienes que estar asustado, (por lo menos no mucho) vine en son de paz, además, si me dejas aconsejarte, te recomendaría no llamar a la policía ni mucho menos salir sin pantalones, con tu herramienta al aire, gritando que hay una chica volando de piel roja en tu habitación, consejo personal.- pronuncio la chica para luego descender lentamente hasta estar cerca de donde la corrida del chico termino cayendo, para luego recoger un poco con uno de sus dedos y llevarse a la boca.
Justo al momento de ser este ingerido por la chica, todo su cuerpo da un pequeño salto y un chillido de felicidad proviene de la chica extasiada por el sabor del semen del chico.
-¡como extrañaba el saboooor!- pronuncio la chica alegre para seguir recogiendo semen y llevárselo a la boca para ingerirlo.
-¿Qué se supone que eres, eres real?-exclamo el chico aun sin creer en toda la escena que se presentaba en su habitación, sacando con ello del pequeño éxtasis en el que se encontraba la chica.
-cierto, cierto, los modales, es lo que pasa cuando pasas mucho tiempo encerrado sin dialogar con alguien-respondió la chica volviendo en si para mirar fijamente a dante a los ojos y con una traviesa sonrisa revelaría su identidad.
-pues mi nombre es, pronunciado en idioma humano, ta’al y como notaras, no soy humana, soy una súcubo.-dijo la chica enseñando los dientes y sacando pecho, que más que aparentar una figura de terror solo aumentaba el erotismo que su imagen desembocaba.
-estuve encerrada varios años por un pequeño crimen que cometí y cuando digo varios años me refiero a varios años, pasado mi sentencia me encuentro en la labor de recuperar mi poder si es que deseo volver a pisar mi hogar en el reino oscuro, pero hay un pequeño problema, no puedo hacerlo sola, necesito la asistencia de un humano.
Luego de escuchar las palabras del súcubo, dante no hace más que ponerse nervioso, en su mente solo podía recorrer imágenes de él siendo asesinado por un demonio para luego pasar a que había hecho el para merecer dicho castigo, ¿iría al cielo o se quedaría como un fantasma por ser asesinado por demonio? El aunque era creyente no era una persona muy devota por lo que no sabía a donde iría a parar su alma.
-oye, oye, relájate un poco, sé que suelo ser un poco aterradora pero no es para tanto, después de todo, te dije que necesito tu ayuda si es que quiero volver a mis tierras, no voy a matar el que sería mi pasaje de vuelta a mi hogar ¿no crees?-exclamo la súcubo acercándose lentamente pero con esfuerzo de no seguir aterrando al chico.
-¿vez? Una linda y muy sensual chica humana, o casi, jaja-pronuncio ya cerca dando una vuelta para que el joven pudiera apreciarla mejor y ya más calmado, aunque aún a la defensiva el chico proceso a acercarse.
-¿entonces, si eres real?-dijo dante para dirigir su manos hacia el cuerpo de la chica, obviamente no tocando una parte intima de esta, pues, aun un nervioso, solo quería saber si no se estaba volviendo loco.
-sí, soy real, como podrás comprobar si posas tus manos aquí-respondió la súcubo agarrando las manos de dante para posarla en sus monumentales senos.
-y también soy real aquí.- volvió a hablar dirigiendo nuevamente las manos del chico hacia su entrepiernas y su trasero respectivamente y en respuesta, activando el nerviosismo y timidez de dante haciendo que este alejara sus manos del cuerpo de la chica como si de tocar fuego se tratara a su vez que su rostro se tornaba rojo y en sus ojos un brillo de deseo mal contenido empezaba a deslumbrase.
-jajaja, totalmente rojo, lo que daría cualquier chico por poner sus manos en mis cosas y tú las quitas tan rápido jaja.
-¿Q-que es lo que quieres, si no vas a matarme, que es lo que necesitas para volver a tu hogar? De antemano te digo que mi alma no está en juego.-dijo rápido el chico con la intención de acabar con las burlas de la chica respecto a su timidez.
-no, no, dejamos de hacer eso de comprar almas, hace 700 años, ahora lo que hacemos es que nos alimentamos de energía fuertes, como por ejemplo, la ira, el odio, o en mi caso, la pasión, más específico, la surgida por el acto sexual.
-aunque si lo que quieres es que tome tu alma, puedo hacerlo con relativa facilidad- exclamo coqueta para luego pegar sus senos con el pecho del chico el cual, sin control sobre sus reacciones daría un sobresalto para mantenerse alejado de la chica.
-jajaja, por el oscuro, eres una ternura con tu rostro rojo por la vergüenza.
-está bien, está bien, no soy muy bueno manteniendo la compostura con las chicas ¿está bien? Si tal vez, te pusieras ropa me sería más fácil, a todo esto aún no me has dicho como puedo ayudar porque sospecho que no me dejaras hasta que te ayude.
-ya quisiera, pero para los de nuestra clase no es posible vestir indumentaria alguna, se puede decir que debemos estar lo más apetecible para los humanos, respecto a lo segundo, pues si, necesito tu ayuda, y dudo encontrar a alguien con tus “especificaciones” tan rápido, por lo que eres mi mejor opción a corto plazo, relativo a tu ayuda es muy sencillo, tan solo necesito que consigas suficiente energía erótica para llevarme a mi mundo de vuelta.
-¿Q-que?-fueron las últimas palabras pronunciada por el chico al escuchar las últimas palabras pronunciada por la chica.
-ohh vamos, soy una súcubo ¿Qué pensabas que me haría más fuerte? ¿Flores y un lindo atardecer? Nos gusta el sexo y mientras más fuerte y rudo sea, mientras más pasión haya desembocada en el acto, más nos alimentamos, así es como subsistimos, provocando humanos para que tengan sexo desenfrenado con una pareja humana o en el peor de los casos, con nosotros mismos, desafortunadamente el número de humano que puede soportar lo último es casi inexistente por lo que nos conformamos para hacer que solo lo primero ocurra.
Recostándose en su cama, respirando hondo y haciendo acopio de su fuerza mental para estar racional en el momento, dante volvió a hablar con la súcubo, esta vez un poco temeroso de la reacción que pueda causar en la chica al pronunciar sus siguientes palabras.
-sería un placer ayudar, pero veras, nunca he estado con una chica y apenas puedo hablar con una sin ponerme nervioso, casi ni siquiera puedo verte por estar desnuda, así que dudo poder ayudarte a conseguir la energía necesaria.- pronuncio el chico avergonzado de sí mismo, tenía que reconocer la verdad, él no era para nada bueno con el sexo femenino y sus nervios a penas impedían hacer algo relacionado a enamorar a alguien, mucho más si la intención era llevarla a la cama.
-es que para eso estoy yo aquí cariño, ¿no te acabo de decir que soy una sucubo? Una de las más eficientes, si se me permite presumir, puedo hacer incluso que te corras hasta 10 veces seguidas antes de hacer que te desmayes del placer, por ejemplo, hace unos momentos acabas de correrte, calculo una media hora antes de que puedas volver a estar excitado y a mí me basta solo posar mi mano aquí para hacer que otra vez vuelvas a estar duro, mira así.- y terminando de hablar dirigía sus manos hasta la entrepierna del chico y posándola en su miembro bastarían su simple toque para que otra vez esta vuelva a estar erecta, más que erecta, estaba prácticamente en su mayor grosos y el pobre de dante totalmente excitado por un simple toque.
-¿P-pero Q-que acabas de hacer?- dijo el chico totalmente excitado más considerando que la chica había empezado a mover su mano de arriba abajo, torturándolo literalmente de placer, si habían dudas de que ella no era un súcubo estas habían quedado descartadas con el simple toque de ella.
-pues, mi trabajo, obviamente.-exclamo la chica con su rostro lleno de placer y relamiéndose los labios al ver como la polla del chico palpitaba por sus movimientos.
-oye… ¿no te gustaría que te haga una mamada ahora?-pronuncio el demonio esta vez posicionándose delante del chico, “acostada” en el aire en posición de cuatro patas con el trasero ligeramente inclinado hacia arriba y su cabeza hacia abajo, cerca del miembro del chico, permitiendo incluso que su frio aliento cubriera la punta de su polla y dándole aun ms placer al combinarse con los movimientos de la mano de la chica subiendo y bajando sin parar.
-N-no, gracias pero no.- exclamo el chico como si su aliento estuviera por irse tan solo por concentrar su mente en pronunciar esas únicas palabras.
-¿Cómo qué no? ¿Acaso no quieres saber que se siente la boca de un demonio?-respondió la chica acercando más su cara al miembro del chico y mirándolo a los ojos para tentarlo a aceptar.
-T-tu dijiste que si un humano tiene sexo con una súcubo muere, no quiero morir.
-jajaja, no seas tonto, eso solo aplica si te permito usar mi vagina o ano, con mi boca es posible, a menos que tengas problemas del corazón, en ese entonces lo mejor sería usar mi mano, y vamos, tu no tienes problemas del corazón ¿o me equivoco?-pronuncio esta vez apretando levemente su mano en la polla de dante.
-ohh maldición, está bien, está bien, solo empieza, ¡me quiero correr ya!-exclamo el chico perdiendo toda su resistencia hacia el placer que estaba recibiendo y sin decir más, la súcubo poso sus labios en el miembro del chico para luego engullirlo por completo.
Con toda la polla del chico adentro de su boca, el súcubo procedió a mover su lengua desde adentro para lamer la punta del chico, pasado un rato volvió a sacar su boca dejando un pequeño hilo de saliva como conexión entre su boca y la polla del chico.
-por el oscuro, tanto tiempo encerrada hace que uno olvide como se siente tener una polla metida en tu boca, realmente necesitaba eso.- y dicho esto procedió a darle lamidas de arriba abajo hasta llegar a las bolas del chico que obviamente, no evito probar hasta que pasado las lamidas iniciales llego a metérselas en su boca a su vez que sus manos volvían con la paja del chico, por su parte este último se encontraba sin palabras.
Casi sin control de sus actos dirigió sus manos hacia la cabeza del súcubo y le volvió a instar que se le la chupara, ni corta ni perezosa, el súcubo acato la orden y volvió a meterse el miembro del chico en su boca.
Tanto la cabeza de la chica como la pelvis del chico se movían de arriba abajo simulando prácticamente una follada no es hasta que la propia chica saca su cabeza de entre las piernas del chico para suplicar que termine ya, que lo tire dentro de su boca para no perder ninguna gota, escuchando esto el chico no se hizo de rogar y volviendo a sujetar la cabeza de la chica para meter su polla en la boca de esta y con unos cuantos movimientos correrse dentro de ella.
Así sin quererlo el pobre de dante caería agotado en su cama con la única imagen de la súcubo chupando su polla antes de caer dormido en un profundo sueño, no sin antes de parte de la súcubo lo mucho que se divertirán juntos.
La alarma programada para el inicio del día había empezado a sonar, por su parte el sol no se había quedado atrás y detrás de las cortinas de la habitación ya podían asomarse los primeros rayos del sol, por su parte dante acababa de despertarse con su habitual cansancio y es que a pesar de los años, el joven nunca había logrado acostumbrase a despertarse por las mañanas, mucho menos a tener un despertador tan cerca de sus oídos que lo despertara bruscamente cada mañana para asistir a la universidad.
Ya más consiente pudo percatarse de los restos de la corrida que tuvo en la noche anterior, aparentemente había caído dormido luego de haber terminado de ver el video, es entonces cuando inconscientemente los recuerdos llegan a él, la imagen de una mujer de piel roja, con alas, una cola y cuernos en su cabeza, la viva imagen de un demonio o en su caso, de una súcubo.
Nuevamente los recuerdos de ella chupando su miembro inundando su cabeza recordando más el enorme placer que sintió al recibir un simple acto como ese que cualquier otra cosa del momento pero nuevamente recurriendo a su cordura lo dejo pasar como un simple sueño, un sueño muy vivido, pero hasta donde el sabia, todo lo de ayer no era posible que ocurra en vida real, por lo que olvidándose de esos pensamientos, procedió a limpiar la mancha en el piso e irse a bañar para asistir a la universidad.
Pasado el trayecto que daba su habitación en donde se hospedaba con la universidad dante por fin había olvidado la situación para centrarse nuevamente en los repasos de la clase que tocaba, desgraciadamente el hecho de estar rodeado prácticamente de mujeres no lo dejaron concentrarse mucho, pues nuevamente el libido del chico volvía a hacer acto de presencia requiriendo usar toda su fuerza mental en bajar la carpa de sus pantalones y centrarse en sus apuntes que en su alrededor.
Por suerte para él ya había conseguido llegar a su universidad y dirigiéndose directo al aula pues sus clases ya estaban por empezar se sentó en su habitual pupitre, con la clase a punto de empezar había logrado centrar sus pensamientos pero para bien o para mal el destino no quiso que esto ocurriera.
Una de sus compañeras, Alexandra, una chica de piel blanca, cabello negro y unas caderas que muchas veces eran objeto de deseo por parte de dante había empezado a sentarse un asiento delante de él, el motivo no era nada relacionado a él, como había pensado por primera vez, si no, simplemente aprovecharse del cargador que había al lado del asientos y así distraerse de las clases.
Ese día venia vestida con una t-shirt y unos pantalones jeans que prácticamente marcaban sus caderas para placer de dante que solo se quedaba mirando estupefacto a la chica y considerando la idea de hacerse una paja en honor a ella.
Por su parte la clase continuo sin ninguna novedad, el profesor, debes en cuando viendo como Alexandra escondía pobremente el móvil solo para voltear la mirada, razón principal de unos rumores que decían que ella se acostaba con los profesores a cambio de notas, cosa extraña pues en todas las ocasiones en que no podía salirse con la suya demostraba un buen dominio del tema las veces que le tocaba responder una pregunta.
Ya finalizada la primera clase todos los demás integrantes del aula se retirarían, algunos simplemente para tomar aire fresco en espera de la siguiente clase u otros para escaparse y hacer alguna que otra travesura, con los minutos al final quedaron dante y Alexandra solos, el primero porque nunca acostumbraba a salir del aula hasta que fuera momento de irse a su hogar, y la segunda porque simplemente estaba muy entretenida revisando su celular.
Es entonces cuando inconscientemente voltea su rostro al escuchar una voz dirigiéndose a él, efectivamente no era persona que ta’al, la súcubo que conoció la noche anterior.
-vamos, vamos, no pongas esa cara, sabias muy bien que iba a volver a hacer acto de aparición y no hay mejor momento que este.- termino de decir la chica ante la cara estupefacta del joven quien ya pensaba en ir a un hospital ante lo irreal de la escena.
-que te dije que soy real, ofende que te miren como una cosa rara ¿sabes?- respondió ante los pensamientos del chico con un puchero mal simulado.
-¿Q-que haces aquí?-pregunto nervioso el chico dirigiendo su mirada instintivamente hacia el cuerpo desnudo de la súcubo en su aula solo para que todo el esfuerzo que hizo en mantener su erección bajar fuera inútil ante la nueva que amenazaba con surgir.
-estoy usando mi celular, ¿te molesta?- respondió Alexandra con la idea de que la pregunta iba dirigida a ella, pues como ya había ponderado él era el único que podría ver a la súcubo.
-probablemente consideres buscar otra forma de hablar conmigo cuando estés en público, no querrás que ocurran malos entendidos ¿verdad?-dijo la súcubo acercándose y pegando sus pechos en el cuerpo del chico quien, rojo por la vergüenza tuvo que dar una respuesta para calmar a su compañera de algún malentendido.
Es entonces cuando escribiendo en su cuaderno vuelve a comunicarse con el demonio.
“¿A qué vienes?”- escribe percatándose de no generar sospechas en su compañera de curso.
-ya te lo dije, voy a ayudar a que me ayudes, y antes de que lo preguntes, no, no planeo chupártela aquí, eso solo haría que te desmayes con la energía que posees, vengo mejor a guiarte para conseguir energía para mí.
No necesitando mucho esfuerzo mental dante rápidamente maquina sobre las palabras de ta’al y volteando la vista hacia la compañera que tenía en frente rápidamente vuelve a escribir en su cuaderno.
“eso no va a funcionar, ella hasta donde se tiene pareja, además, soy bastante malo hablando con las chicas y todavía sigo pensando que no eres real”- escribió y ante lo cual la súcubo solo rio, se acercó hacia las pertenencias de la chica y con un poco de esfuerzo (aunque por alguna razón, dante, sintió que se estaba esforzando un poco más de la cuenta) uno de los cuadernos de forma inexplicable es tumbado del escritorio, instintivamente la chica luego de ver el cuaderno caer miro a dante extrañada pero eliminando cualquier sospecha se levantó para recogerlo y seguir usando su celular.
-¿ahora si crees que soy real?-pronuncio victoriosa ta’al al saber que ya no habían dudas de su existencia, por su parte el chico tenia preguntas, muchas preguntas, pero no queriendo hacer enojar a la demonio, simplemente siguió la corriente y pregunto, ¿Qué quieres que haga? Y con una sonrisa en rostro, la súcubo le pidió que no preguntara y se parara en frente de Alexandra, un poco nervioso lo hizo, después de todo, la súcubo dijo que lo protegería y confiaría en sus palabras.
Siguiendo las palabras del súcubo, dante se quedó un pequeño rato parado al frente de su compañera Alexandra, que al ver que este no se iba dirigió su vista extrañada hacia él.
-¿se te perdió algo, dante?-pronuncio la chica mirándolo extrañada y un tanto nerviosa, en parte por la repentina acción del chico como del rostro nervioso que este tenía.
-muy bien, tu solo relájate y deja todo en mis manos, es hora de demostrarte las habilidades que pude recuperar con tu ayuda ayer en la noche, te dire lo que tienes que hacer pero recuerda que debes decirlo con autoridad-exclamo ta’al para posicionarse al lado de la chica, no sin antes haberle susurrado a dante lo que tenía que hacer y detrás de Alexandra bastaría solo mirar a dante con una sonrisa para que empezara a hablar.
-quiero que me chupes la polla, ahora.-dijo el chico con la voz más autoritaria que pudo poner, a pesar de esto era obvio por la expresión de su rostro que los nervios lo inundaban, confiaba en ta’al pero no podía negar que la situación le sobrepasaba y deseaba sobre todas las cosas no haberse vuelto loco.
Por su parte Alexandra al escuchar esto miro con el ceño fruncido a dante y por un momento pareció quererse levantar pero las manos del súcubo le impidieron cualquier movimiento, es aquí donde ella hace uso de sus habilidades.
-¿porque tendría que hacer eso?- pronuncio la súcubo a lo cual fue seguido casi al terminar de las mismas palabras repetidas esta vez por la joven.
-¿Por qué tendría que hacer eso?- pronuncio Alexandra extrañada de ella misma por las frase que había dicho, más considerando que tenía el deseo de retirare pero algo parecía impedírselo.
-porque eres una puta, por eso, una puta que quiere que le ordenen que hacer y que disfruta ser usada por mí de entre todas las cosas.- dijo dante esta vez más confiado y mirando el rostro de la chica pudo percatarse del obvio ceño fruncido que adornaba su rostro.
-no lo soy y a mí nadie me dice que hacer, mucho menos una mierda como tu.- exclamo enojada, efectivamente tocando los puntos sensibles del chico, el cual sin ninguna duda acerco su entrepierna hacia el rostro de la chica y volvió a pronunciar sus palabras.
-he dicho que lo eres y me obedecerás, ¿verdad?- pronuncio enojado solo para ver como el rostro de la chica, ahora con la entrepierna del chico y su miembro asomándose dentro de sus pantalones, quedar embobada con el miembro que ahí se ocultaba.
-sí, está bien, ¿quieres que te chupe la polla?- exclamo la súcubo mirando orgulloso al joven.
-sí, está bien ¿quieres que te chupe la polla? Pronuncio la joven, un tanto incomoda por la situación, pues aún desconoce cómo aún no se había retirado del lugar pero si debía decir la verdad tampoco le estaba desagradando.
-adelante, eso es lo que espero.- respondió el chico y sin perder tiempo la joven fue desabotonando su pantalón para liberar su miembro.
-ya casi está a nuestra merced, sería difícil que nos cuestione algo ahora, bebe.- pronuncio la súcubo posicionando al lado de dante para poder ver mejor la escena, por su parte la joven ya había terminado liberar la polla del chico de toda la ropa que le protegía.
-Dios, he visto algunas pollas pero no creo haber visto una que se vea mejor que la tuya.- pronuncio la chica embobada observando el miembro del chico, este último miro extrañado a la súcubo.
-bueno, tal vez haya lanzado algún que otro hechizo en tu pene, no es que este mal, pero es más divertido así ¿no crees? Jeje.-respondió ta’al alegre, para luego dirigir su mano hacia la cabeza de la chica y ya ahí, encaminar su cabeza hacia la polla del chico, sin oponer ninguna resistencia, Alexandra fue directo hacia la polla del chico y metiéndosela en su boca empezaría a chuparla.
Unos cuantos segundos pasaron y la chica ya había empezado a perder el control y chupaba como si su alma se fuera en ello.
-No puedo ni creerlo, sabe mejor que la de mi novio o la de los profesores.-pronunciaría la chica extasiada luego de sacar la polla de su boca para respirar un rato, rato que no duraría mucho tiempo pues nuevamente había vuelto a ingerir el miembro de dante.
-¿se siente bien verdad? Me basta utilizar solo un poco de mi energía para saber qué cosas le gustan a una persona y por lo que descubrí, a ella le gusta mucho el chuparla, razón principal de porque me tome la molestia de hacer tu polla más apetecible, tan solo mira como esta.- dijo ta’al señalando las fuertes envestidas que daba Alexandra chupando el miembro del chico.
-de hecho, ¿Por qué no intentas alejarla de tu miembro ahora que esta fuera de sí? Jeje te prometo que será divertido.- diría la súcubo a lo cual dante procedió a hacer caso y agarrando la cabeza de su compañera intento delicadamente alejarla de su polla solo para que su accionar fuera rechazado por la fuerza de la chica volviendo a bajar para insertarse la polla en su boca.
Así siguió un pequeño rato hasta que dirigiendo su vista hacia la súcubo se encontró con una mirada divertida en su rostro, es entonces cuando entendió los movimientos que estaba haciendo, más que intentar alejar a la chica de su miembro le estaba follando la boca sin parar o darle un descanso a la pobre chica.
Ahora consiente de lo que hacía y viendo que más que disgustarle, la chica lo estaba disfrutando, agarro más fuerte su cabeza con las dos manos y acelero todavía más las embestidas, que, combinado con el hecho de que la chica había sacado parte de su lengua y aprovechaba las embestidas para que esta chocara con los huevos del chico, este ya estaba muerto de placer necesitando utilizar toda su fuerza para sacarse la cabeza de la chica de su polla.
-¡nooo!-grito afligida la chica chocando levemente con los pupitres cercanos a ella, es aquí cuando dante se percata de como ella en algún momento había metido su manto en sus jeans y había empezado a masturbase frenéticamente dejando visible una pequeña marca de sus excitación en estos.
Volviendo a mirar a ta’al y sin tener que decir ninguna palabra, ella ya sabía lo que preguntaría por lo que con un ademan de manos le insto a hacer lo que le plazca, única señal necesaria para tener la valentía suficiente para hacer su petición.
Sentándose en uno de los pupitres cercanos y abriendo ligeramente las piernas, le exigió a la desesperada chica que le lamiera los huevos, sin hacerse de rogar esta fue directa hacia los huevos de este y en pocos segundos, había abierto más las piernas del chico, una mano pajeando su polla y toda su lengua recorriendo los huevos del chico ahora adentro de la boca de esta, basto tener la imagen de su compañera de clases, con sus bolas en la boca, pajeandolo y mirándolo a los ojos para que ya no pudiera aguantar más el correrse.
-¡córrete en mi boca por favor!, no quiero perderme tu semen, ¡por favor! ¡Por favor! ¡Por favor!- repetiría incansablemente luego de haber sacado las bolas del chico de su boca y teniendo el miembro de frente en su rostro pero aun así, esperando que el chico cumpliera su petición.
Y teniendo disponible el cumplir una de sus fantasías, el chico cumplió los deseos de su compañera y metió su polla en la boca de esta para correrse dentro.
Habiendo tenido uno de los mejores orgasmos de su vida, dante había empezado a llenar la boca de la chica con su esperma, temblando levemente con cada disparo de su masculinidad, por parte del súcubo esta se había posicionado detrás del chico y abrazándolo, empezó a besarle el cuello repetidas veces.
-por el oscuro, realmente tienes un rostro lindo cuando te sonrojas.- exclamo ta’al continuando con sus besos, basto que el chico volteara su rostro hacia ella para que el objeto de sus besos no fuera el cuello de este si no sus labios.
Agarrándolo por detrás de su cabeza, ta’al mantenía muy bien agarrada la cabeza de dante y ya sea en contra de su voluntad o no, la súcubo había logrado meter su lengua de entre los labios de este saboreando cada rincón del chico, fuente de su poder.
Habiéndose separado, un pequeño hilo de saliva sale de entre los labios de ambos y mirándose a los ojos, la escena rápidamente amenazaba con tornarse erótica nuevamente.
-¿ahora de verdad confías en mí, bebe? Ya te lo dije, necesito tu ayuda para volver a mi mundo, por lo que no haré nada que te perjudique.
-supongo que sí, no estoy encontrando motivos para desconfiar de ti, al contrario, te debo agradecer por lo que me has hecho en simplemente una noche y un día.-respondió dante dirigiendo si vista hacia los senos de ta’al solo para ver como esta tenía su respiración entre cortada y una sonrisa pervertida sonrisa surgía de ella.
-aun quieres marcha por lo que veo, tigre, bueno, aquí debajo todavía tenemos a alguien que te ayude y cumplirá con cualquier orden que digas.-exclamo ta’al dirigiendo su manos para acariciar la cabeza de Alexandra que, luego de haberse tragado toda la corrida de dante, solo se quedó en cuclillas, masturbándose frenéticamente y saboreando la polla de dante como si fuera lo más delicioso que había probado en mucho tiempo.
-En este momento está completamente en nuestro poder, podríamos pedirle que vaya completamente desnuda por la universidad o por el contrario, que vaya y tenga sexo con su padre, tu solo pide y nuestra mascota no tendrá otra opción más que obedecer.-pronuncio el súcubo acariciando tiernamente la cabeza de la chica.
Agarrándola por los hombros, dante dirigió a su compañera para ponerla por encima de la mesa de su profesor pudiendo apreciar de cerca el enorme culo de la chica que muchas veces habían sido objeto de sus pajas.
-¿deseas que te folle? No hare nada que no quieras.- pregunto dante aunque, ya habiendo confiado en la súcubo, sabia la respuesta a esa pregunta, más en cambio, quería escuchar a su compañera decirlo.
-¡Si, Dios, por favor!, follame, follame, lo necesito, por favor, necesito tu polla adentro de mí, que me golpe hasta adentro y me llene con tus jugos, por favor, por favor, empieza ya.- suplico Alexandra quien ya había empezado a pegar sus caderas en la entrepiernas del chico y moverlas frenéticamente de arriba abajo en un intento desesperado por insertarse ella misma la polla a pesar de seguir aun con sus Jean.
Sin perder más tiempo, dante le bajo los jeans procurando mantener el control, desafortunadamente dicho control desapareció al este encontrarse con las bragas de la chica terminando rompiéndolas en un intento de empezar ya a folllarla.
-tiene un culo verdaderamente apetecible ¿no crees cariño?- dijo la súcubo pasando sus manos por las grandes caderas de la chica, en entonces cuando dante se percata de pequeños arañazos en el cuerpo de la chica, justamente en los lugares en donde ta’al había posicionado sus manos y al darle un pequeño vistazo a estas noto como sus garras parecían más grandes y afiladas.
-ohh, no te preocupes por esto, es un pequeño efecto secundario, no le des mente, mejor sigue con enorme asunto que tienes entre manos.- exclamo la súcubo quitándole importancia al asunto y dirigiendo la atención del chico hacia las enormes nalgas de su compañera rebotando en su polla.
-sabes, una de las habilidades innatas de nuestra clase es saber las fantasías sexuales ocultas de las personas por lo que puedes dar fe a mis palabras cuando te digo que esta chica en este momento lo que más quiere es que le estrenen ese culo que tiene.
Terminadas estas palabras, dante dirigió su atención el ano de la chica, prácticamente en el trascurso de una noche y un día, había tenido su primera mamada y ahora su primera vez con el culo de una de las chicas más deseadas de su universidad.
-Alexandra ¿quieres que te estrene el culo?
-nunca nadie lo ha hecho antes y si hablo la verdad me gustaría pero me da algo de miedo.- lo segundo era normal, pensó dante pero lo primero lo dejo extrañado pues considerando lo apetecible que eran sus caderas era extraño que nadie lo haya pedido antes.
-¿puedo saber porque?
-mi primer novio era un imbécil y no le quería dar ese gusto, mi segundo era muy tímido aunque me gustaba y el actual considera que eso es asqueroso.- respondió la chica de forma automática.
-vamos, vamos, deja los preámbulos y pártele el culo a esta perra ¡no puedo aguantar más!- pronuncio desesperada ta’al mientras tanto sus garras como sus cuernos parecían hacerse más grandes, pero dante, también excitado, lo dejo pasar y ya sin poder aguantar las ganas, posiciono su polla directo en el culo de la chica.
-voy a follarte el culo por primera vez ¿estás de acuerdo con eso cariño?
-Sí, si, por favor, no quiero otra cosa que tener tu polla adentro de mmm.- no pudo terminar, pues ,sin previo aviso, dante, había empezado a metérsela lentamente sin ninguna preparación por parte de la chica y en un lento mete y saca la chica había empezado a gemir y las piernas temblarles del placer.
-¿Qué pasa? ¿Acaso le cogiste compasión a esta chica? ¡Pártele ese culo a la perra y que no pueda sentarse en una semana!- ordeno emocionada ta’al enseñando los colmillos en su sonrisa y acatando la orden, dante empezó a embestirla rápidamente emocionando, si cabe más, a su extasiada compañera.
-AHAA, si, sigue, sigue, Dios, pero que delicia, no pares, no pares.- gritaba Alexandra muerta del placer mientras se levanta la parte superior de su cuerpo y recibir mejor las embestidas de su amado, momento que aprovecho para besarlo, presa del placer y consecuente con esto, ta’al también se acercó y se unió al beso de lengua entre los tres.
-bebe, no deseo acabar con tu diversión, pues yo me alimento de eso pero debes darte prisa, ya no estoy aguantando mucho y voy a perder el control.-suplico la súcubo lo cual extraño un poco a dante pero entendiendo que si lo decía era por algo, y en vista de los cambios que estaba teniendo en su apariencia, acelero sus embestidas para correrse lo más rápido posible.
Justo cuando faltaba poco para correrse, dante quiso salirse para correrse afuera pero es detenido repentinamente por Alexandra.
-por favor, por favor, tíralo adentro, quiero que mi primera vez termine con el culo lleno de semen, por favor, por favor, lo necesito.-suplicaba la joven desesperada a su vez que movía sus caderas hacia atrás, evitando que dante saliera de ella.
Cumpliendo con su petición, dante volvió a insertar su polla dentro de ella y tratando de llegar lo más profundo posible se corrió dentro de su culo, la chica solo podía gemir y tener las piernas temblando ante la corrida, presa del placer del momento, es entonces cuando en un rápido vistazo a sus caderas, la joven no solo tenía el culo lleno de semen saliéndose, si no, toda su entrepierna mojada producto de varios orgasmos del momento.
-las demás personas ya están por llegar, ordénale rápido que se ponga su ropa, y tú también o será difícil explicar esta situación.-pronuncio ta’al, a lo cual, dante ordeno a su compañera que se vistiera rápido mientras el mismo se dirigía a su asiento para buscar sus pantalones, ya ahí le dio un vistazo rápido a su compañera, sus ojos parecían vacíos pero su rostro aún mantenía un semblante de placer y lujuria.
Ella se puso sus jeans y camino con pequeña dificultas hacia su asiento tratando de mantener la normalidad, cosa un tanto difícil pues a pesar de que ya empezaba a dolerle tanto su mandíbula como sus caderas por el esfuerzo anterior, en sus jean se asomaban tanto los jugos de su repetido orgasmo aun presente en su entre pierna como la corrida de dante, curiosidad le daba al chico el saber cómo la chica podría ocultar eso de sus compañeros.
-aunque esta consiente de lo que hizo, aún está bajo nuestro control ¿sabes? Todavía esta tan excitada que aun hará cualquier cosa que le ordenemos, ohh, y por si te lo preguntas, estuve jugando un poco con el tiempo para que tuvieras tiempo de sobra de disfrutar de tu compañera, habría sido una pena para ambos no tener tiempo suficiente para saciarte si tus compañeros empezaban a entrar en el aula.- dijo ta’al apareciendo al lado de dante a lo cual no pudo evitar preguntarse que más cosas podría hacer la súcubo con un poco más de fuerza, después de todo, si había mantenido en control a la chica así como congelar por una pequeña fracción el tiempo, miedo daba saber que podría hacer con todo su poder al completo.
“supongo que habrás conseguido alguna nueva habilidad después de lo de hace un rato ¿no? Por cierto, ¿Qué fue lo de hace un rato? Tu apariencia empezó a cambiar lentamente, te veías mas aterradora-pregunto el chico escribiendo en su cuaderno dirigiéndose hacia la súcubo.
-pues, que te digo, eso es lo que pasa cuando me sobreesfuerzo y te aseguro que cualquier cosa relacionada con el tiempo es un sobreesfuerzo, en esos momentos puede que me ponga un poco más traviesa de lo normal, jaja.- respondió la súcubo tratando de que su compañero no le diera mente al asunto, por su parte este dirigió la vista hacia la multitud que empezaba a entrar en el aula y en como algunos dirigían su mirada hacia Alexandra, extrañados por el tono rojizo que se deslumbraba en su rostro.
-respecto a tu primera pregunta, pues, estuve gastando un poco de esos poderes en mantener el tiempo, pero si, pude recuperar unos cuantos.- volvió a responder la súcubo esta vez atenta a como Alexandra respondía a las insinuaciones sobre su rostro rojizo, “mi novio me envió unas cuantas cosas por WhatsApp el muy cabron sabe cómo me pongo” respondió la pobre chica esperando que su mentira tuviera efecto, lográndolo en cierta manera cuando la profesora entro en el aula.
“¿Tal vez puedas decirme que habilidades tienes ahora?”
-jeje, eso sería hacer trampa, después de todo ¿no crees que sería más divertido ir descubriéndolos sobre el momento? De todas formas, es mejor que te pongas a atender a tu clase y dejar de escribir en tu cuaderno.- sentencio la súcubo señalando a su profesora, quien ya había empezado a escribir en la pizarra y explicar la clase de hoy.
Pasando un rato en el que dante hizo caso al consejo de ta’al y estuvo prestando atención en clase, esta se posiciono detrás de él pegando sus senos y empezar a frotarse detrás del, pasando sus manos por la cintura del joven y bajando hacia su entrepierna notando como otra vez la potencia sexual de su compañero volvía a despertar.
-tu y yo vamos a divertirnos mucho, de eso te doy mi palabra.-dijo ta’al mientras empezaba a besar el rostro del chico, quien solo se quedó quieto para no perder la compostura en medio del salón a la vez que pensaba sobre las palabras de la demonio ¿Qué aventuras le esperarían de ahora en adelante?