La aventura del bosque

Hoy nos perdimos en el bosque y mientras cogíamos nos vieron pero no nos importó

Luego de una semana sin vernos con Rafa, empezamos a hablar sobre los relatos que habíamos escrito en días anteriores, y él me comentó que sólo de leerlos se había puesto duro y que deseaba masturbarse, mientras estaba en una reunión, a lo que yo automáticamente contesté: “ven papi para chuparte la verga”, obviamente la emoción llegó a mí, sabía que después de tantos días sin él, iba a volver a estar en sus brazos, anhelaba tener su verga entre mis manos y poder chuparla cómo a él le gusta, así que pactamos un encuentro.

Una hora después llegó a mi casa, cuándo me subí al carro, ahí estaba él, tan guapo y sexy como siempre, queríamos hacer una locura y mientras conversábamos él introdujo su mano debajo de mi vestido y empezó a tocar mi conchita, entonces yo no pude contener el deseo de saborear su verga, me agaché y empecé a chuparla despacio mientras él manejaba. Dentro de las fantasías que hemos cumplido y que en otros relatos lo sabrán, tenemos un lugar especial en la montaña, dónde siempre íbamos a coger, el plan era ir allá, pero camino a ese lugar encontramos un monte y en seguida él supo que ese era el sitio perfecto para hacerme suya.

Nos bajamos del carro y caminamos varios metros mientras nos introducíamos entre los árboles, buscábamos un sitio seguro, dónde podamos soltar toda la pasión que teníamos; de repente encontramos el lugar, él se acercó a mí y me dio el beso más rico de todos, después de eso, Rafa se bajó el pantalón y el boxer, dejándome ver así su verga bien dura y parada. Se acostó en el césped y automáticamente me arrodillé para pasar mi lengua sobre toda su verga, empecé con la punta y luego me la fui metiendo de a poco hasta que llegara a mi garganta, definitivamente estaba disfrutando de ella, mientras acariciaba sus bolas; luego la saqué de mi boca y empecé a chupar sus bolas, en ese momento vi cómo salió un poco de leche y esa es mi debilidad, así que volví a meter su verga en mi boca; mientras lo hacía él admiraba mis grandes tetas.

Después de un tiempo de chupárselo, decidí que era hora de metérmelo en mi conchita así que me coloqué encima de él, con mi mano tomé su verga y me la introduje, de a poco empecé a moverme y a disfrutar de ella dentro de mí, después él se sentó y sacó mis tetas del vestido y me dijo que quería comérselas, yo empecé a ver cómo lo hacía y eso me alocaba más, me excitaba ver cómo disfrutaba de esas tetas que él sabía que sólo eran suyas, yo empecé a gemir del placer, y Rafa me decía que no lo haga tan fuerte, que quizás alguien nos podía escuchar, pero a mi no me importaba, estaba perdida en el placer.

Mientras lo cabalgaba vi pasar a varias personas a lo lejos en un camino encima del monte en el que estábamos, pero no me importó, en ese momento sólo éramos él y yo, cuándo Rafa se dio cuenta que nos podían ver se asustó, y me propuso cambiarnos de sitio, pero yo estaba tan arrecha que no quería sacar su verga de mi concha lo abracé y le dije que no importaba mientras me movía encima de él.

Tenía los senos al aire y le puse las tetas en la boca, me encanta que me las chupe. Quería que me deje chupones para que todos sepan que tengo dueño. Mientras me movía, sentía que me excitaba más y más el saber que la gente pasaba y veía que estaba cabalgando con la verga adentro. Sentía su dureza en mi, y me excitaba más y mas. Rafael quería que salgamos de ahí, pero también sabía que le gusta que sea toda una puta, así que me lo tenía sometido y sabía que su nerviosismo le provoca que termine mucho, así que de repente me dijo voy a terminar, y yo contesté que me llenara de leche, entonces explotó dentro de mí, me quedé un momento encima de él y luego me levanté, al hacerlo vi cómo toda la leche que le había sacado rodó de mi conchita, ahí supe que lo había exprimido completamente, eso es lo que más me gusta de él. Siempre me da mucha leche, ver las cantidades que produce cuando lo caliento es la mejor parte de cogerlo. Hoy fui yo la que lo cogí.

En ese momento pensé en agacharme y con mi lengua recoger toda esa leche, pero era tarde y debíamos irnos, así que nos vestimos y fuimos rumbo al carro, yo iba con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que mi Rafa estaba en shock, no podía creer que nos habían visto coger. Sin embargo, conversamos en el auto y cuando volvió en si, me dijo que fue muy excitante. El siempre es el de las ideas, y esto siempre quisimos, pero por otro lado hoy lo sorprendí y supe que le gustó aunque estaba asustado, estoy segura que mi actitud, mi deseo por él y verme tomar el control, le excitó. Él volverá por más días como hoy.

Pronto volveremos con nuevas locuras.