La aventura de mi vida 4ª parte

No se que poder tiene Jonás sobre mi, que firme voluntariamente un contrato de esclavitud con él

LA AVENTURA DE MI VIDA

4ª PARTE

El resto del domingo lo pase muy dolorida y utilizando mucho hielo. Cuando me acosté a dormir era un dolor general de mi cuerpo. También la paliza que había recibido por parte de esa bestia no era menor. Cuando me acosté a dormir no sabía como ponerme en la cama. Posición que me ponía, posición que dolían todos los huesos.

El lunes a la mañana parecía estaba peor, no había centímetro de mi cuerpo que no doliera. Llame a la oficina para informar que tenía un estado gripal y que no iba a ir toda la semana. Por suerte, como no soy faltadora, un tuve problemas. Encerrada en casa todo día, recién pude bajar a comprar algo a última hora del día, para evitar que alguna me viera en el deplorable estado en que estaba.

La semana paso rápido y el sábado ya estaba mucho mejor. Salí de día a comprar, lo único era que tenía algunos dolores. Mi cara estaba bien.

De Jonás, de quien esperaba yo acaso un llamado telefónico, disculpándose, nada de nada.

Mi vida retomo su ritmo normal. Trabajo, cine y salidas generales con amigas. De baile poco. Ya pasados los dos meses de la paliza, me acosté con un muchacho de mi edad. Nada, no es que defraudara totalmente, pero querer compararlo con el negro era loco.

La imagen recurrente de Jonás volvia hacia mi, en especial de noche, pensaba en él, sentirse mojada y terminar masturbarme era todo uno. Al día siguiente entre a un quiosco a comprar algo y vi las cabina de teléfono. Socite una y sacando de mi celular el número llame. Escuche la voz del otro lado de la línea.

Hola,   hola hable, quien es?”

Colgué,  pague la llamada y salí. Había sido la voz de Jonás que contestaba mi llamado. Me dije que era una estúpida que después de más de dos meses, tras semejante paliza, dada por él, aun lo llamaba por teléfono.

Fui a casa y trate con un baño de agua caliente se me quemaran las ideas. Salí directo a la PC entre al MSN, que solo tenia a mi hijo de invitado y espere a ver si aparecía.

JUNIOR: hola mamá como estas

OFELIA: mi amor, como estas, volvieron de las vacaciones

JUNIOR: si ayer. Conecta la cámara asi no vemos

OFELIA: oh si, disculpa, con la emoción de estar contigo, olvide ponerla. Ahí esta.

JUNIOR: siempre hermosa mamá

OFELIA: pero mas vieja, en cambio vos estas enorme. Recibí las fotos que me mandaste, ya tengo un álbum lleno de ti.

JUNIOR: no sabes como te extraño. Ella es muy buena, pero vos eres mi madre.

OFELIA: esta bien hijo. Los estudios como van?

JUNIOR: muy bien. Voy a ver si dentro de 6 meses hablo con papá y me envié a allá a verte. Ahora tengo que dejarte

OFELIA: si mi amor, como tú quieras, serás bienvenido. Besos

Y corto y quede vacía. Mi hijo estaba hermoso, lejos y yo acá sola, triste. Me largue a llorar en silencio. Me sentí más sola que nunca. No se como tome mi celular inconscientemente y un nombre y llame.

JONAS: hola, cuando vi en la pantalla tu nombre, no podía creerlo. Que cuentas Olivia.

OLIVIA: bien y vos, veo que también. Equivoque al marcar, quise llamar debajo de tu nombre.

JONAS: esta bien, que la pases bien

OLIVIA: epa no cortes, charlemos ya que estamos.

JONAS: bien de que quieres hablar?

OLIVIA: no se, de lo que quieras

JONAS: no quiero remover cosas pasadas, llamas y no sabes de que hablar. Cortemos entonces.

OLIVIA: no, espera un minuto por favor

JONAS: si dime

OLIVA: no se como empezar

JONAS: empieza por el principio o donde quieras pero empieza.

OLIVIA: bien, ahí va. Jonás quiero volver contigo.

JONAS: después de lo que paso!

OLIVIA: si, toda es mi culpa.

JONAS: tu llamaste ayer desde un numero desconocido?

OLIVIA: si fui yo y no me atreví a hablarte, discúlpame. Pero hoy no aguante más. Por favor Jonás tienes que perdonarme, te necesito.

JONAS: bien mañana hablaremos en el bar que nos rescontrábamos siempre a las 20 hs.

OLIVIA: siii, mañana estaré sin falta, gracias por comprenderme.

JONAS: hasta mañana entonces, pero no te hagas ilusiones, hasta que yo diga si o no

OLIVIA: hasta mañana Jonás y gracias.

Quede sola en el silencio del departamento pensando como me había rebajado y regalado con él, recién. Después de lo que me había hecho, yo lo llamo y le pido regresar a él.  No podía creerlo, parecía que dentro de mí, convivieran dos Olivia. Una, que se resistía a pensar en él y la otra que deseaba vehemente volver a ser de Jonás.

No se, pero todas las noches pensaba en él y ahora que termine de hablarle estoy toda mojada, y eso no me ocurre con nadie.

El día siguiente transcurrió normalmente en lo laboral pero mi cabeza estaba puesta en la noche del reencuentro con Jonás. Las horas parecían no pasar y mi mente estaba ocupada solo en que me iba a poner para ir a verlo. Salí de la oficina volando a casa para bañarme y vestirme. Mientras pensaba lo que había hecho y lo que vendrá

Haberlo llamado porque lo hice. Después de la paliza que me dio. Estaba tan caliente con él para pedirle me deje volver. Era yo una mina que le gustaba que se la cojan bien y encima golpearla. Me gustaba la paliza que mío dio y buscaba otra, aparte de coger.

Me puse zapatos de tacos chinos, una blusa blanca que traslucía mi sostén blanco, una pollera cuadrille roja y blanca hasta un poco antes de las rodillas. Con muy poco maquillaje salí a la calle y pare un taxi. Le indique la dirección. Iba tan abstraída en mis pensamientos que n cuenta me que había llegado y el chofer me llamaba. Pague y entre en la confitería. Me senté en una mesa alejada del bullicio de la gente. El aun no había llegado y pedí un café. Paso más de media hora y lo veo entrar con una negra joven.

Me quede mirando, pensando si no estaba equivocada en haberlo llamado, porque había aparecido con otra. El se acerco y saludo de palabra, cuando yo esperaba al menos un beso en la mejilla. La mujer se sentó en otra mesa a nuestro lado y escuchaba todo. Vino el mozo y el pidió un whisky doble y un café para ella.

JONAS: y bien, asi que quieres volver conmigo

OLIVIA: si, te lo ruego (rebajándome)

JONAS: sabes que si vienes, tendrás que compartirme con otras, por ejemplo con ella.

OLIVIA: (no lo sabia, pero mas el estar con él) si lo se.

JASON: bien, ahora no puedo estar mas contigo, tengo que irme

OLIVIA: cuando puedo verte, dime

Abrió su brazo derecho lo estiro hacia la negra y chasqueo sus dedos. Ella llevaba una carpeta bien forrada de color rojo. Se la dio en mano.

JASON: bien acá tienes esta carpeta, léela bien y completa, relees lo que no entiendas. Y en tres días no encontramos en un restaurante, previo llamado tuyo acordando vernos. Ahora debo marchar. Chau.

Y como vino se fue. Tuve que pagar toda la consumición de él, ella y mía.

Pare el primer taxi que pasaba y fui a casa. Esa carpeta quemaba mis manos y quería sabe que decía.

Llegue a casa, me senté en el living y abrí la carpeta. Lo primero que vi, me inquieto de entrada al mismo tiempo que me mojaba.

Era un contrato para ser esclava de él. No sumisa, esclava. Ávidamente comencé a leer y era mayor mi excitación. El contrato era por 15 años, sin derecho a nada de mi parte y todo para él. Me podía vender cuando quisiera a cualquiera, sin derechos míos a negarme. Yo tenia entendido que los contratos era de 1 a 5 años, pero este excedía todos los plazos, era casi de por vida, ya que obtendría mi libertad a los 49 años.

Decía tener todos los derechos sobre mi y que además de venderme podía alquilarme, prestarme y llegado el hasta regalarme. Todo eso era lo base de mi esclavitud.

Iba a tener un periodo de instrucción a fin aprender posturas, caminar, comer y educación. Que luego volvería a mi departamento a vivir con otra mujer, en espera de órdenes de trabajo. Que el Amo podía visitarme en los días y horas que quisiera. Que luego se me informaría de mi ropa a llevar.

Quede impresionada, tire de costado la carpeta y me dormí. Pero dormí mal, solo dormite. A la mañana siguiente fui a trabajar como una autómata, no por mal dormir, sino que mi cabeza estaba ocupada por lo leído en la carpeta. Pasaron tres días y yo había leído y releído todo.

OLIVIA: hola Jasón

JASON: hola perrita

Ya me trataba como su esclava

OLIVIA: podemos vernos?

JASON: si, esta noche en el restaurante de la calle….., a las 21 hs.

Era el restaurante de ultima moda y concurrido durante todo el día y mas de noche.

OLIVIA: es muy concurrido, no podemos en otro

JONAS: cual te dije?

OLIVIA: el de la calle……….

JONAS: bien, ahí a las 21 hs, vestida como el otro día.

Y corto, dejándome sin contestación. Tenia que ir con la blusa blanca trasparente, sostén, corpiño y la pollerita corta hasta más arriba de las rodillas. Con zapatos de tacos chinos, tal cual el otro día.

Me bañe, me vestí, maquille y tome un taxi hacia el lugar.

Entre y el maître me indico la mesa reservada por Jonás. Me senté a esperar, era una mesa casi céntrica rodeada de muchas llenas de gente, que comía, reía, charlaba. Yo estaba seria esperando.

Otra vez esperándolo. De pronto su alta y negra figura se vislumbro en la puerta y me puse nerviosa. Entro sin esperar al maître, dirigiéndose adonde estaba yo. Debido a la frialdad de la vez anterior, no sabía como recibirlo. Opte por esperar.

JONAS: hola perrita

OLIVIA: hola Jonás

JONAS: a ver la carpeta?

Fue directo al grano. Yo pensé cenaríamos y charlaríamos pero no, fui directo.

JONAS: bien, que hasta la has firmado, muy bien. Entonces a partir de ahora eres mi sierva.

OLIVIA: si Jonás

JONAS: si Amo. A ver como lo dices?

OLIVIA: (roja ya) si Amo

JONAS: muy bien, asi debe ser siempre “si Amo”

OLIVIA: aunque haya extraños

JONAS: aunque estén las cámaras de un canal firmando. Entendiste?

OLIVIA: si Amo.

JONAS: bien veremos como te comportas delante del mozo.

En ese momento se acerco el mozo con la carta, que Jonás rechazo diciendo que sabia el menú de hoy

JONAS: primero una buena botella de vino, de una buena cosecha, una soda y una botella de agua mineral de un litro.

El mozo fue a buscar lo solicitado y le hizo catar el vino. Dio el Ok y pidió.

JONAS: para mi un matambrito tiernizado a la parrilla, a la provenzal. Y para la señorita tres salchichas y una ensalada mixta. Las salchichas sin aderezo. No es asi querida?

De vergüenza, bajando la vista

OLIVIA: si amo

El mozo que estaba escribiendo el pedido, levanto la vista y me miro incrédulo por lo que dije. Yo estaba más roja que un tomate.

Se fue y vi comentaba con otros mozos lo que escucho.

Trate de serenarme, ante semejante humillación ya que no seria la última vez.

Vino el mozo y comimos, yo mis tres salchichas sola y la ensalada, mientras el saboreaba su matambrito. Tenia que tomar toda el agua mineral de 1 litro que había traído y asi lo hice.

JONAS: veo que tienes sostén y seguro bombacha.

OLIVIA: si Amo

JONAS: sácate el sostén y dámelo ahora.

Me levante como para ir a la toilette para sacármelo.

JONAS: adonde crees que vas?

OLIVIA: a la toilette a sacarme el sostén Amo

JONAS: no, hazlo acá

Creí que el piso se abría debajo de mí. Me volví  a sentar

OLIVIA: Amo, me van a ver todos.

JONAS: y a mi que me importa, demás no es tan difícil sacarse un sostén

Saque la blusa de la pollera. Mirando a un lado y a otro, la desabroche y pase mis manos atrás y desabroche el sostén. Para esto mis tetas habían quedado a la vista esos minutos. Lo saque, me abroche rápido la blusa y por debajo de la mesa le pase el todavía calentito sostén.

JONAS: pásalo por arriba

Me quería morir, estaba roja, nerviosa y encima ya algunos comensales miraban nuestra mesa y en especial a mi. Lo tomo en sus manos y casi me agarra en infarto. Lo abrió todo tomando de cada bretel. La gente estaba expectante.

JONAS: tienes una buena medida, ni grande ni chica. Mas bien chica, pero me gustan asi. Ahora la bombacha

Lo mire incrédula. Como haría para sacarme la bombacha. Estaba nerviosa, temblando.

JONAS: para ello mejor vas al toilette, te la sacas y vienes. Ten en cuanta que al entrar al salón hacia la mesa, deberás traerla en la boca.

Mis piernas temblaron, era una locura venir con una bombacha en la boca frente a todos. Lo tuve que hacer. Fui al toilette me la saque y la traje en la mano hasta entrar al salón. Ahí, azorada como estaba me la puse en la boca y me acerque a él. El tomo de mi boca, me senté. Todos me miraban a mi, los hombres como envidiando a Jonás y las mujeres despreciándome a mi

JONAS: (abriendo la bombacha en toda su dimensión) buena medida, oye esta muy mojada.

No sabia adonde meterme y el con una sonrisa cínica guardo todo en los bolsillos de se saco.

Llamo al mozo y pidió la cuenta, ante el alivio mío.

Salimos del restaurante hasta la enorme playa, llevándome asida de su mano en mi brazo, hasta el coche. La playa estaba muy bien iluminada. Llegamos a su BMW.

Sin abrir la puerta del coche se apoyo en él, de espalda, me atrajo hacia él y cuando creí me besaría

JONAS: (ya tenía su pija en su mano) arrodíllate y chúpala

OLIVIA: (arrodillándome) nos pueden ver acá Amo

JONAS: (golpeándome con su pija en los labios) y?

No había caso, tendría que hacerlo, cuando él dijo

JONAS: espera a ver si ensucias esa blusa tan linda (de un tirón hizo saltar todos los botones y quede con las tetas expuestas.) ahora si, comienza.

Mientras chupaba su enorme pija, miraba hacia los costados a ver si aparecía alguna persona y trataba de apurar para que acabase rápido. El parecía no importarle y parecía dominar su acabada. En eso apareció uno de la vigilancia de playa.

Yo quede paralizada con el bulto en mi boca. Parece todos lo conocían a Jonás.

JONAS: tú sigue. Hola, como le va

GUARDIA: bien, no se preocupe, no lo molesto y lo dejo tranquilo.

JONAS: esta bien, quédese Ud. a mirar

Yo hundía mas mi cara en la entrepierna de Jonás de la vergüenza que sentía, por suerte acabo y tuve que tomarla toda.

JONAS: muy bien perrita. (Y diciéndose al guardia) sáquela Ud. que le haga un servicio también.

El guardia ni lento ni perezoso la saco y fui obligada por Jonás a chupársela y tragarla. El hombre parecía hacer varios días no se bañaba. Un ves que termine, me ordeno a subir al auto. Tapándome como podía mí tetas con la blusa sin botones subí. El se despidió del guardia y arranco el coche.

JONAS: muy bien perrita, tuviste un buen debut. Ves que fácil es ayudar a la gente. Este hombre me atiende deferentemente, asi que imagínate después de lo de hoy.

Con lágrimas silenciosas que caían de mis ojos, pensé que para él era fácil, porque el cuerpo lo ponía yo. Bueno no podía quejarme, yo elegí este modo de vivir de ahora en más y tenia que aguantármelas. Lo que si que estaba completamente encharcada entre las humillaciones y el trabajo realizado. Salimos rumbo a su casa.