La aventura de mi vida 2ª parte
Comienza mi primera noche con Jonás
LA AVENTURA DE MI VIDA
2ª PARTE
La mañana de ese sábado para mí fue tormentosa. Dentro de mi estaba la parte que si quería salir con él y la que no. Era una lucha infernal. Para colmo días antes había depilado mi cuerpo y había ido a la peluquería y nada tenía que hacerme. Entonces tenía más tiempo en pensar en la salida.
Una parte de mi decía que no debería salir con él porque sabia que iba a quedar atrapada en su red y su merced. Al regreso de la cena seguro querría entrar al departamento y entonces como pararlo diciéndole que no. Que aun era muy pronto. Sabia que si entraba indefectiblemente caería en la cama entre sus brazos. Debería llamarlo por teléfono postergando la salida hasta ver de conocerlo más.
Mi otra parte me decía que aceptara salir y recibirlo en el departamento siguiendo mis instintos y acostarme con él sin más, entregándome en cuerpo y alma a él.
El no salir o tener sexo con él, no era por ser de color, raza o religión distintas a mí. Si bien nunca tuve sexo son un hombre de color no tendría problemas en hacerlo, si llegara el caso. Lo que me frenaba era que aun no lo conocía bien, que lo había conocido la noche anterior, que no sabia de su vida, pero si sabia que era un seductor innato.
Sabia que era un ex jugador de rugby, tres años menos que yo, pero sabia a que dedicaba ahora, que hacia en la embajada, nada de nada. Él si sabia que era divorciada, que tenia un hijo lejos, que trabajaba y esa era mi transparente vida.
A medio día almorcé preparándome algo en casa con lo tenia y luego me tire en el diván del living a mirar TV, para no pensar en nada. Solo se que a medida que pasaban las horas estaba mas ansiosa e indecisa.
Parecía obrar por impulsos. Me bañe, retoque el depilado de mis piernas y axilas. Me pinte las uñas de los pies de un color transparente y las de mi mano igual. Me maquille como siempre, casi a cara lavada ya que no me gustaba usar tanto maquillaje.
Me puse una bombacha blanca con encaje y un sostén al tono. Dude y al final no me puse enaguas. Me puse unas finas media de nylon con uno zapatos de tacos no muy altos. Al final me puse un vestido negro con la espalda al descubierto y sin mucho escote adelante. El largo era hasta unos centímetros sobre mis rodillas. Tome la cartera negra y verifique que estuviera mi documentación y espere.
Faltando muy poco para la hora llamo diciendo que estaba abajo esperando. Seguro el chismerío del barrio estaría caminando por la vereda o tomando un helado justo en el comercio debajo del edificio. Me puse un poco mas de perfume y salí cerrando bien con llave la puerta del departamento. Tome el ascensor y venían dos chicas que las conocía de haber charlado ocasionalmente alguna vez. También parece iban a pasear.
Una vez bajamos ellas se fueron para un lado y yo me quede buscando el BMW y no lo veía, en ningún lado, ni en doble fila.
En eso frena frente al edificio una moto Honda de alta cilindrada y mire por mirar. Cuando lo vi con su casco, me quería morir. Si hubiera sabido hubiera venido con pantalones.
JASON: (dándome un beso en mi mejilla, ante la vista de todos) vamos cariño, ponte el casco.
Me acomode el casco y él me saco de mi mano la cartera que colgó sobre sus hombro derechos.
OLIVIA: si sabía venias en moto, me hubiera puesto pantalones.
JASON: así estas hermosísima. Tomate bien de mí que salgo.
No termino de decirlo y salió raudamente. Tuve que pasar mis brazos por delante de él para agarrarme. Agarrada como pude, pegue mi cuerpo al suyo. Mis tetas apretadas en su espalda, cada vez mar fuerte,
JASON: (si hubiera visto mi cara enrojecida no lo habría dicho creo yo) que hermoso es viajar así, sintiendo tu cuerpo pegado al mío. Traje la moto porque es más cómoda para estacionar
Solo atine a decirle si. Mi cabeza de costado pegada a su espalda y ante cada acelerada o pirueta que hacia, mas me pegaba a su cuerpo.
No se a que restaurante iríamos, pero me pareció un viaje eterno, tenia los ojos cerrados para no mirar los coches que pasábamos a centímetros o los giros que hacia él para pasar entre ellos y adelantarse. Por fin llegamos, era un restaurante típico de comidas exóticas. Mientras él aseguraba la moto en el lugar, me saque el casco y zarandee un poco mi cabellera, que había estado comprimida bajo el casco. Con el casco en mi mano derecha lo espere parada a pocos metros de la entrada.
El caminando cansinamente y sacándose el casco, se acerco, con su mano derecha tomo mi izquierda y tirando de ella entramos.
Estaba lleno, no había mesas libres, pero él había reservado y cuando el maître se acerco se dieron la mano y nos guio al piso superior. El piso superior era una galería que rodeaba la planta baja y era toda de reservados, para dos o cuatro personas. El maître abrió la puerta y entramos. Era un lugar de más o menos cinco metros cuadrados, era para dos y tenia alrededor de la mesa sillones con fundas rojas. Una pequeña heladerita con bebidas desde gaseosas a champaña. Sobre ella, en un estante copas para las distintas clases de bebidas y botellas finas vino, whisky, coñac y tequila.
La mesa tenía un mantel y servilletas cuadrille rojos y blancos y fina vajilla. Mire hacia fuera y se veía toda la planta baja con las mesas llenas y el escenario donde una banda de rock tocaba en ese momento. Lo que no podía ver y ni ellos a nosotros eran los reservados de enfrente. Un toque suave en la puerta y el permiso de él, entro el maître con un mozo, que se iba a encargar de nuestra atención.
Jasón hizo el pedido y quedamos solos de nuevo. En todo el lugar y el personal eran negros. En planta baja solo algunos blancos y solo vi dos mujeres blancas más.
Jasón me ayudo a sacarme el saquito y cuando vio me espalda desnuda y mi vestido
JASON: realmente eres una belleza, suerte la mía conocerte ayer.
OLIVIA: gracias, no es para tanto
Nos interrumpió el maître con un ramo de hermosas rosas rojas.
MAITRE: (entregándole el ramo a Jasón) Sr., su pedido
JASON: (una vez solos de nuevo, besos las rosas y me las entrego) con mi mas profunda admiración de tu belleza.
Roja de pies a cabeza, le agradecí. Vino la comida regada con un exquisito vino tinto y conversaciones triviales mechando él algunas veces piropos hacia mi persona.
JASON: así que eres divorciada con un hijo
OLIVIA: así es.
JASON: y ellos están en EEUU y tú sola acá.
OLIVIA: verdad, mira (sacando una foto de mi cartera le mostré la foto de Junior) este es mi hijo.
JASON: (tomo la foto con su mano) lindo muchacho, tiene la belleza de su madre. Nunca te visita
OLIVIA: por ahora no
JASON: y ti estas solita en la vida, sin padre, ni hermanos ni parientes
OLIVIA: lo único que tenia, eran mis padres y fallecieron en un accidente hace mas de 10 años.
JASON: (tomando mi mano entre la suya y besándola) ahora tienes alguien mas, un amigo
Le agradecí. Entre el ambiente que estaba él creando en el reservado y a música, sentí que estaba un poco húmeda. Trate de serenarme y seguimos la cena. Luego los postres y no podía faltar la bendita champaña. Se levanto y se sentó a mi lado, que tuve que achicarme un poco. Paso su brazo por detrás mío apoyándolo en el respaldo. Uf, otra vez sentí calor.
Acerco su cabeza a mi cuello como oliendo mi perfume y me dio un beso.
JASON: que hermoso perfume. Déjame adivinar “embrujo de amor”?
OLIVIA: (roja) si, ese es, me alegro te guste
JASON: todo me gusta de ti, hasta cuando te sonrojas.
Paso suavemente su mano por mi desnuda espalda y sentí, no se, como un calor subiendo por mi cuerpo. Aprovecho y acerco mas su cuerpo al mío, tocando su pierna la mía. Los mire y acerco sus labios y me beso la colorada mejilla. Se ve no quería aun apurarme, yo lo agradecía. Gire mi cuerpo y subí la pierna flexionada sobre el sillón y tome distancia, al quedar de frente a él y mi espalda recostada en parte de la pared. Eso no lo amilano, para nada, al contrario para exacerbarlo más. Sonrió mostrando su blanca y perfecta dentadura. Avanzo con su cara hacia mi, y sentí que no tenia mas escape. Solo si lo paraba en seco enojada.
Me miro a los ojos, estando nuestras bocas a pocos centímetros.
Y me beso, primero suavemente y luego mas fuerte, abriendo su boca y su lengua buscando la mía. Y claudique a sus encantos. Respondí sus besos uno por uno. Me abrazo, puso sus manos en mi desnuda espalda acariciándola. Seguimos besándonos. Su mano se apoyo en mi rodilla e instintivamente le cerré el paso apretando mis piernas. El sonrió y siguió besando mis labios y mi cara. En tanto, sin yo notarlo había bajado los breteles de mi vestido, quedando solo con mi sostén. Quise separarlo y no pude. En un momento, el maître llamo a la puerta, y yo suspirando aliviada subí mis breteles y arregle mi vestido.
MAITRE: tal cual solicito, acá tiene su cuenta Sr.
Saco el dinero de su billetera, molesto porque justo estaba en ataque, le pago dejándole una muy buena propina. Se fue y me levante. El me ayudo con el saquito, aprovechando a besar mis desnudos hombros. Salimos y fuimos hacia la moto. Nos pusimos el casco y partimos hacia la ciudad. No hablo ni hable nada en todo el camino. Había poco tráfico y llegamos enseguida a la puerta del edificio. Baje me saque el casco y moví de nuevo mi pelo. Iba a darle el casco como despidiéndome de él, cuando vi que apago el motor y bajo, empujándola hacia la pared. Le puso candados.
JASON: bien, hoy creo me invitaras a subirá tomar café.
Yo muda solo atine a asentir con mi cabeza. Nunca me pasó algo así, con ningún hombre, siempre estuve tranquila, segura, pero hoy mis piernas parecían no responder en ese momento y mi mente corría a mil, en una carrera abierta con mi corazón.
Era acaso que me gustaba demasiado él? Que esta dispuesta a entregarme? No se, en ese no tenia respuestas. Solo sabia que entrabamos a mi casa, subimos al ascensor, junto a las dos chicas de hoy, que venían de bailar, y que en pocas horas el edificio y el barrio, sabrían que salía con un hombre negro. Llegamos a mi piso y bajamos, ellas se quedaron mirándonos con la puerta abierta
Jasón se dio cuenta y caminado a mi lado puso su mano sobre el muslo derecho de mi culo. Ellas vieron todo y yo no podía sino apartarme. Sonó la chicharra de puerta de ascensor abierta y ahí cerraron la puerta y siguieron su viaje. En tanto yo abrí la puerta del departamento y entre seguida de él. Le señale el sofá para sentarse y fui a la cocina a preparar café, no sin antes escucharlo decir.
JASON: curiosas las chicas no?
OLIVIA: curiosas no, chusmas. En pocas horas todos sabrán que vine con alguien al departamento.
JASON: y negro encima no? Eso es lo que tiene mal
OLIVIA: no para nada. Ya te dije no tengo prejuicios, pero podías no haber tocado mi culo, sabiendo que miraban y era la primera vez que te veían.
JASON: (mintiendo a sabiendas) fue un impulso.
OLIVIA: voy a hacer el café.
Me metí en la cocina, dando la espalda a la puerta, pensando en lo sucedido, encendí la hornalla y puse la pava con agua a calentar.
Cruzada de brazo esperando hirviera, pensando en lo del pasillo.
Abstraída en mis pensamiento no me di cuenta que estaba detrás mío hasta no sentir sus brazos sobre los míos unido por delante de mi cuerpo. Pegue un brinco que el susurrando en mi oído trato de calmar
OLIVIA: tu porque eres hombre y no te interesa, pero no soy una pendeja para hacer eso. Mañana seré la comidilla de todos.
JASON: bueno cálmate
Vi que su mano derecha cerraba la perilla de la hornalla, y el agua ni siquiera esta tibia. Me dio vuelta y apretándome contra su cuerpo y la cocina, me beso largamente.
JASON: ven, vamos al living, ya no deseo café.
Me llevo de la cintura hasta el living y nos sentamos en el sofá grande. Me beso largamente en los labios y en el cuello y sentí que iba a ser suya esta noche.
JASON: ve y ponte un poco más cómoda, yo te espero acá.
Le di un beso y me levante yendo hacia mi dormitorio. Sabía que dependía de mí y solo de mí que hoy fuera de él. Entre y me di una pequeña ducha. Me puse una bombacha negra de encaje y sin sostén. Me puse un deshebille negro, que dejaba ver la trasparencias. Retoque mi siempre suave maquillaje. Termine de secar con un secador ni rojiza cabellera. Me eche perfume, en especial en las partes intimas y fui a abrir la puerta.
Pensé, debo sacarme de la cabeza todos los tabúes que podía tener y disfrutar esta noche especial para mí. Este hombre ya teniéndolo cerca, en las solo 24 hs que lo conocía, sentía más deseos que con los otros que tuve juntos, incluido mi ex.
Abrí y salí. El había puesto música melódica suavemente. Era un CD de Luis Miguel cantando en ese momento “No se tu” mis piernas temblaron, no solo por la música, sino que él se gavia sacado los zapatos, la campera y la camisa, quedando solo con el pantalón y supuestamente el slip. Admire se cuerpo, de espaldas a mi, su espalda ancha, bien de deportista, fibroso y sus brazos con unos músculos tremendos. Ya me imaginaba apretada en su pecho y me mojaba. El sintió algo y se dio vuelta y se quedo parado, como admirándome. Dio unos pasos y se paro delante de mí. Me beso al tiempo que sacaba mi deshaville quedando sola con la bombachas.
Jugo con su boca en mis tetas libre, chupando y mordiendo mis pezones, en tanto yo trataba de desabrochar la hebilla de su cinturón. El al darse cuenta ayudo y sus pantalones cayeron al suelo. Yo solo con mi bombacha y el en slip. Mire su prenda y note mucho bulto en ella. Me tomo en sus brazos y besándonos me llevo al dormitorio.
Suavemente me deposito en la cama. Yo tirada en la cama lo mire y parecía un adonis de ébano. Se inclino y saco lentamente mi bombacha besando repetidamente mi sexo. Luego di media vuelta y se saco su slip. Se puso otra vez en su original posición y lo vi entero. Su pene era enorme, parecía un sable listo para entrar en combate. Mirando su tamaño y grosor temí que fuera asimilarlo.
El se tiro a mi lado