La asaltante 6
La semilla que germina
Eva le agarró de los brazos, Maria estaba nerviosa porque el varon de la familia le lubricaba su concha, dentro de su mente empezaban a aparecer los soldados borrachos, riendo, bajandose los pantalones mientras ella peleaba por escapar de su violacion.
Pero Eva la agarró de la cabeza y le dijo.
-mirame a mi, mirame a los ojos.
Asi hizo, los hermosos ojos de Eva estaban llenos de preocupacion, Maria trataba de sonreir, pero dio un respingon al notar algo duro entrando en ella, Eva reaccionó inmediatamente besando a su amante.
Los brazos ahora libres de Maria, tenian el primer deseo de escapar, pero el beso hizo que aquellos brazos abrazaran la cabeza de Eva.
Eva abandonó la boca de Maria y empezó a lamer los pechos de la croata.
Maria gemia, pero todavia estaba nerviosa, sentia al hermano de su amada dentro de ella, pero era mucho más suave de lo que recordaba, más…. Tierno.
Maria decidió lanzarse y pellizcar los pezones de Maria con sus dientes.
Eva soltó un gemido que excitó a su hermano, pero el sabia cual era su papel.
Los labios de Eva recorrieron la parte baja de los pechos de Maria mientras la punta de las uñas de la española rozaban el vientre de la chica del este.
-si, asi – gemia la croata.
La lengua de Eva recorria la punta de los senos de Maria y acto seguido, acarició los pezones con los suyos.
Maria acarició el rostro de Eva y la hizo mirar a sus ojos.
-te amo, perdoname….
-no hay nada que perdonar.
Ambas mujeres se besaron, en ese momento, el varon vació su carga genetica en el interior de Maria, la cual lo notó y rompió a llorar.
-¿te ha dolido? – preguntó Eva.
-no, snif, ha sido, snif dulce, snif, pero, snif pero sob, no puedo parar de llorar.
-¿esta bien Maria? - preguntó su hermano aun dentro de la croata.
-está bien, es muy emotiva, mantente dentro un poco más – dijo Eva.
Maria continuaba llorando mientras Eva la consolaba y el varon esperaba pacientemente.
-creo que ya puedes desacoplarte, a estas horas ya estará fertilizada.
-bien, que habia partido hoy – dijo el hermano separandose.
-¡ya has estropeado el romanticismo! – protestó Eva.
Cuando se fue, Eva apartó la cortina y puso a Maria de pié, viendo como el semen de su hermano salia de los hermosos labios vaginales de Maria.
-no mires, es mi marca de la traicion – dijo Maria avergonzada.
-miro porque no es una marca de traicion, miro al bebé que ha entrado en ti y vivirá en tu cuerpo.
-el bebé, nuestro bebé – dijo Maria antes de llorar emocionada agarrandose el vientro mientras Eva la abrazaba dulcemente.
Y nuevamente lloró cuando su test de embarazo salió positivo.
-caray Maria, si supiera antes que eras tan sensible, me hubiera preñado yo – dijo Eva sorprendida de las lagrimas de Maria.
Comunicaron el embarazo a Sofia, esta recibió alegre la noticia mientras decia.
-espero que sea niño.
-¿y si es niña? – preguntó Eva.
-prefiero que seas tu que tengas las niñas madre, porque tienes más armamento que ofrecer – decia Sofia.
-la ak es mia Sofi…. – Maria interrumpió la frase al ver a Eva tocarse los pechos, ella se fijó en los suyos, que no eran tan grandes como los de Eva.
-¡ey! – protestó Maria.
-es la verdad, por cierto ¿Qué tal fue con la concepcion?
Maria quedó pensativa, no le gustó, pero tampoco le disgustó, sus unica experiencia fue cuando cinco serbios la violaron uno detrás de otro, fue doloroso, cruel y humillante, pero esta concepcion, fue agradable, nada dolorosa, tal vez mecanica, sin pasion, vacia.
-me quedo con tu madre – decia Maria acariciando a Eva.
-bien, ahora que surge el tema ¿puedo ir a la fiesta de pijamas de mi amiga? Porfi – decia Sofia.
-¿no habra chicos? – preguntó Maria antes de que Eva hablase.
-no, solo chicas ¡no soy una niña! – protestaba Sofia.
-si vas a experimentar, pide permiso ¿eh? – advirtió Maria.
-ok, gracias tia – dijo Sofia.
Al irse, Eva preguntó.
-¿experimentar con que?
-esta mañana me preguntó sobre el sexo, si era mejor con un hombre o una mujer.
-cielos, no esperaba tan pronto eso – dijo Eva preocupada.
-por cierto ¿tu que prefieres? ¿hombres o mujeres?
-¿a que viene eso? – preguntó Eva.
-te embarazó un hombre ¿Cómo fue?
-b-bueno, decepcionante, solo metermela y puf, se corrió.
Maria estalló en carcajadas ante la sonrojada cara de Eva, pero se calmó y dijo.
-yo me temo que mi cuerpo nunca será de un hombre o de una mujer.
-¿y eso por que?
-por que soy tuya Eva, mi cuerpo, mi mente, mi alma, te pertenecen.
Eva no dijo nada, se sintio tremendamente halagada, le besó en sus labios mientras le susurraba.
-¿Qué te apetece comer antes de tomar el postre?
-esas hamburguesas con patatas fritas que tan bien haces, haz muchas, he de comer por dos – dijo Maria sonriendo.