La Apuesta: Capítulo 9

El tiempo pasa y corre contra Claudio, en un momento los dos contrincantes están empatados y necesitan alcanzar el último objetivo, pero Andrés no siempre juega muy limpio

Capítulo 9 Vamos por el último objetivo.

Comenzando la última semana de plazo para completar la apuesta me sentía complicado, pues mi mujercita Maite me entregó sus escasos conocimientos acerca de su cuñada Ana, esposa de Andrés, casi tan escasos como los míos. Por la mañana al terminar el desayuno familiar, todos salieron a sus respectivos quehaceres, los niños a la escuela siendo llevados por Mary que gentilmente se ofreció para tal efecto.

Dada la escases de ideas y conocimiento sobre el último objetivo, retrasé un poco mí salida a la empresa para poder conversar con Maite y materializar un plan o idear una estrategia que me permitiera acercarme a Ana y seducirla, hasta ese momento no había pensado mucho, pero era hora de hacerlo:

  • Claudio: Maite, ¿tienes alguna idea para abordar a Ana?
  • Maite: La verdad es que pese a que en un principio lo vi todo muy fácil con ella, al hacer su ficha me di cuenta que no tenía nada.
  • Claudio: ¿En serio?, ¿qué tienes en la ficha?
  • Maite: Como te dije, traté de hacer una ficha sobre Ana y me di cuenta que solo tengo una buena impresión de ella, junto con un solo tengo un dato relevante, el que me confesó en una reunión de mujeres. En esa oportunidad me comentó: “que un día de éstos, voy a vengarme de todos los cuernos que adornan mi cabeza”, obviamente gentileza de mi hermanito, o sea su “buen marido”. Por lo que aún pienso que es totalmente alcanzable, pero no sé nada más, ningún renuncio o grieta en su relación familiar.
  • Claudio: ¡O sea el optimismo inicial no es tal!!
  • Maite: La verdad es que pienso que tienes oportunidad de follarla, ya que eres increíble conquistando mujeres, ¡lo has demostrado!, lo que pasa es que no sé como abordarla sin que te mande a freír monos al África. Pero ten la ficha léela.

Ana:

Morena de ojos azules, cuñada, muy seria, amigable, cariñosa con sus tres niños, y además es bonita. Como te comenté, me encantaría follarla. Sabe que su marido la engaña, pero parece ser la esposa perfecta, no le conozco ningún renuncio o salida de madre.

Vive en Av. Las América 705X departamento 1203, algo más lejos de nosotros que el resto de la familia

Casada con Andrés mi hermano menor (tienen la misma edad), él que tiene varias amantes, pero de ella no sé nada.

También asiste al gimnasio BUENFIT, lunes, miércoles y viernes, ocasionalmente se junta con su hermana Carla en ese lugar.

Además del bricolaje, no tiene grandes aficiones, eso sí, una vez me comentó que algunos viernes asiste al Casino de Juegos, ocasionalmente los sábados, cuando tiene algún dinero extra para ello y los niños están con su abuela.

Asimismo en vacaciones le gusta ir a la playa para dorarse según ella completa.

No ha experimentado relaciones homosexuales, ni tríos que yo sepa.

Oportunidades: Su marido la engaña en forma permanente.

Medidas: Altura 1,63 metros pecho 98 copa DD, cintura 63, culo 95

Nos quedamos mirando, la oportunidad existía, pero no la tenía tan clara, pues lo poco que la conocía me hacía coincidir con Maite que ella era bastante seria, no tenía muchas amigas y que nosotros sepamos, ninguna de ellas se porta mal.

  • Claudio: ¡A que playas va?
  • Maite: A Playa de Artola-Cabopino y otras cercanas a su chalet en Marbella
  • Claudio: La verdad es que no es mucho.
  • Maite: ¡Tal vez debas preguntarle a Carla o a su madre!
  • Claudio: Sí tal vez eso sea lo mejor…. Pero no sé si están dispuestas a colaborar a que me folle a Ana…. Creo que ya debo marchar.
  • Maite: Sí, ya pensaré en algo,…. mándale saludos a tu secretaria, que no te estruje mucho…. jajaja
  • Claudio: De tu parte, pero hoy no me estrujará, ya que me dedicaré a trabajar y planear lo necesario para terminar con esta apuesta, que solo ha traído estrés y cambios a mi vida
  • Maite: Mm, no solo a ti; eso sí, que no todos los cambios fueron para mal… ¿no crees?
  • Claudio: Mmm es cierto, ahora tenemos una gran familia y lo pasamos bien, especialmente este fin de semana, dije sonriendo, bueno me voy, adiós amor.
  • Maite: Adiós pardillo mío…. ¡Ahh! por si no lo sabías la playa que te mencioné es nudista.
  • Claudio: ¿En serio?, no pensé que era así de desinhibida.

Como todo día lunes en la mañana me esperaba la reunión de coordinación a eso de las 09:30, como llegué algo más tarde, solo alcancé a pasar por la oficina unos breves minutos, donde  Paula me esperaba como de costumbre con un café y las informaciones bursátiles de inicio de la semana básicas, la saludé mientras ella me seguía en dirección a la oficina.

  • Paula: Aquí tiene la carpeta jefecito (noté que ya no me llamaba don Claudio).
  • Claudio: Gracias, ¿algo importante para la reunión?
  • Paula: No, pero debo contarle algo para que no se sorprenda.
  • Claudio: ¿Qué cosa?
  • Paula: Según Pilar, don Andrés se follo a su prima Patricia ya que usted la dejó plantada.
  • Claudio: ¿¡En serio!?
  • Paula: Bueno eso me dijo Pilar, así que le recomiendo que se apure con eso de la apuesta.
  • Claudio: ¿Qué apuesta?
  • Paula: La apuesta que tiene con don Andrés.
  • Claudio: ¿¡Pero cómo sabes eso!?, pregunté sorprendido.
  • Paula: Me lo contó Pilar, ella me dijo que Patricia era parte de la apuesta, y que don Andrés para demostrar que usted era tan pervertido como él, le había confesado todo, cosa que aparentemente sumado a dejarla plantada, la convenció de follar con don Andrés.
  • Claudio: ¡Maldición!
  • Paula: ¡Lo siento!, ¿Puedo preguntarle algo?
  • Claudio: Sí  es corto por supuesto, ya que debo irme a reunión.
  • Paula: ¿Yo también fui parte de la apuesta?.... sea sincero…
  • Claudio: No,… en realidad contigo aprendí a enfrentar el tema de la apuesta.
  • Paula: ¿Cómo así?
  • Claudio: Mi querida Maite,vio que ante su hermanito yo era un pardillo sin experiencia, y me dijo que aprendiera a seducir a las chicas, y que tú eras una que ella consideraba digna para que yo la engañara.
  • Paula: ¿En serio le dijo eso?
  • Claudio: Sí, debo decir que me enseñaste y apoyaste mucho en esto.
  • Paula: Gracias, ¿le puedo hacer otra pregunta?
  • Claudio: Bueno la última, pues debo ir a la reunión.
  • Paula: ¿Le gusto? o solo fui un medio para su fin, me dijo con los ojos medios llorosos.
  • Claudio: Me encantas, no pude haber tenido mejor profesora y créeme si te digo que me gustaría que estuvieses conmigo para siempre.
  • Paula: ¿Cómo secretaria solamente?
  • Claudio: ¡Esa es otra pregunta!, pero te la responderé. No solo como secretaria sin no que también como amante.
  • Paula: Es un amor, me lo comería aquí mismo, pero llegaría tarde a la reunión, ¡váyase rápido!, me dijo sonriente

Así me fui, y dado lo tarde que se me hacía, ahora casi corría por los pasillos para llegar a tiempo (no me gusta hacer esperar a nadie), nada más entrar comenzamos la reunión, durante esta, Andrés me miraba divertido, como si quisiera mofarse en mi cara de sus logros. Las dos horas de reunión para planificación y coordinación, fueron para mí demasiado largas, ya que estaba impaciente por volver a pensar en la apuesta, no quería ni podía darme el lujo de perder.

Finalmente terminó, lo que fue casi un martirio mental, todos comenzaron a salir de la sala, solo nos quedamos con el gerente de finanzas y Andrés, comentando algunos asuntos menores, hasta que el primero se marchó a sus labores, ante lo cual mi cuñado me dijo:

  • Estamos empatados, como me imagino, sabrás que me follé a la tía Patricia.
  • Claudio: Algo me dijo mi secretaria, pero conociéndote necesito que me lo demuestres.
  • Andrés: Ningún problema, ¡mira!, me dijo pasándome su móvil. Además debo agradecerte que la hayas dejado plantada, ya que me facilitaste el tema y ella al sentirse traicionada y utilizada para ganar una apuesta, se comportó como una verdadera furcia, jajaja
  • Claudio: De nada, pese a que no fue mi intención hacerlo, en ese instante se me ocurrió transmitirme alguno de los videos del móvil de mi cuñado mientras simulaba ver sus destrezas amatorias, agregando, ¡sí, tienes razón se comportó como una puta!
  • Andrés: En todo caso no me lo agradezcas a mí, díselo a ella, jajaja.
  • Claudio: Lo haré…. En cuanto la vea, dije pasándole su móvil después de enviarme tres videos.
  • Andrés: Hazlo, total ya la follé y ahora voy por Ainhoa….
  • Claudio: Yo iré por Ana.
  • Andrés: Hazlo, ella me es fiel como una perra, nunca me ha engañado, jajaja.
  • Claudio: ¿Cómo lo sabes?... puede…
  • Andrés: Lo sé, ya que siempre la he vigilado.
  • Claudio: ¿En serio?, pregunté incrédulo.
  • Andrés: Sí, no solo tengo mi casa llena de cámaras, las que chequeo a diario, si no que le mando a vigilar, cosa que no me cuesta mucho ya que es muy casera, sale por los chicos y al gimnasio con Carla, solo me inquieta cuando algunas veces al Casino de Juegos, pero se sabe comportar, no como las otras furcias de su familia, jajaja.
  • Claudio: ¿Tan poca confianza en tu mujer?
  • Andrés: Verás, conociendo a los hombres tanto como me conozco a mí, nunca se es demasiado precavido. Tú eres una de las excepciones que no anda buscando sexo en todas partes, pero la mayoría lo hace, yo que tú cuidaría que a tu mujercita no se la follen, ya que mi hermanita está cada día mejor, jajaja
  • Claudio: Maite tiene en casa lo que necesita….
  • Andrés: Ah verdad, ¡ya que ahora cómo ustedes viven con Mary todos felices!, en especial ella que ahora puede comer coñito que tanto le gusta, jajaja.
  • Claudio: ¡¡Oye que es tu hermana…!!
  • Andrés: Por eso lo digo, sé que mi hermanita le gustan más los coñitos que las vergas, jajaja, aún no sé por qué se casó contigo, ¡tal vez vio tu lado femenino!, jajaja.
  • Claudio: Eres un estúpido, ahora con mayor razón te ganaré la apuesta…
  • Andrés: Debes apurarte pues Ana se va de viaje con los niños este viernes por la mañana, jajaja

Salí más que enfurecido de la sala de reuniones, estaba tan mal que no sabía que haría con los pocos días que me quedaban, sin siquiera mirar a Paula entré a mi oficina agarrándome la cabeza para tirar mis pelos con un sentimiento de derrota casi absoluto, cuando en eso entra mi “Leal Paula” y me pregunta:

  • ¿Está bien Jefecito?
  • Claudio: No, para nada, le contesté con amargura.
  • Paula: Veo que habló con don Andrés
  • Claudio: Sí, fue lo único que atiné a contestar.
  • Paula: No se amargue, aún puede ganar, por lo que sé, solo le falta una y le queda hasta el domingo…
  • Claudio: No solo hasta el jueves, ella sale de viaje con sus niños el viernes.
  • Paula: Aún son varios días, si me cuenta quién es ella, tal vez le pueda ayudar con ideas…
  • Claudio: Es la mujer de Andrés, Ana… ¿Qué sabes de ella?
  • Paula: ¿En serio?... ¿él la apostó a ella?
  • Claudio: No exactamente, pero ella es la última.
  • Paula: En todo caso, aunque no lo crea, se algunas cosas…
  • Claudio: ¿Sí?... ¿qué?
  • Paula: Además de lo bonita e inteligente, sé que conoció a don Andrés en el Casino de Juegos.
  • Claudio: No lo sabía eso en particular, pero ya sabía que en ocasiones le gusta ir al casino, de hecho me lo dijo Andrés y eso no me ayuda.
  • Paula: Ahí es donde se equivoca jefecito, ¿y si le digo donde está su error?, ¿qué me dará?
  • Claudio: Si la información es tan buena como crees, te daré el día libre, te conseguiré un aumento o lo que tú quieras.
  • Paula: Gracias las dos primeras ofertas son buenas, el día libre quiero que sea el próximo lunes y necesito un aumento de… digamos: doscientos euros más… y una última cosa….
  • Claudio: El lunes está bien, lo tienes; los doscientos euros más, los tienes, ¿Cuál es la tercera?
  • Paula: Simple, que me folle bien follada, no aquí,…. en un hotel. Para no alterar su vida puede ser a la hora de almuerzo. Eso sí, por lo menos me debe hacer gozar un par de horas.
  • Claudio: Bueno si eso quieres lo haremos, haz la reservas correspondientes.
  • Paula: Esos hoteles no se reservan, se llega y ya, por lo que debemos salir temprano, jejeje.
  • Claudio: Bueno dime lo que sabes y si es bueno iremos cuando quieras.
  • Paula: ¡Ana era ludópata!, don Andrés la rescató del juego, por lo que le controla todas sus idas al casino.
  • Claudio: ¿Ludópata? ¿Cómo lo sabes?
  • Paula: Por Pilar, cuando fue secretaria de don Andrés, ella llamaba a doña Paola para pedir hora a su consulta, si quiere le pregunta a ella, pero así fue.
  • Claudio: No es necesario, te creo… mmm es una información interesante…
  • Paula: ¡Es más que interesante! diría yo, por lo que me merezco que me folle hoy mismo.
  • Claudio: Es cierto,… comunícame con Paola antes de que salgamos.
  • Paula: Muy bien jefecito, dijo divertida por no decir muy alegre.

Preparé mis cosas y le dije a mis socios que saldría al medio día de la oficina para trámites personales; luego llamé a Maite y le dije todo lo que ahora sabía y el costo de la información, a lo cual mi mujercita se rió y me dijo:

  • La zorrita de tu secretaria es una caja de sorpresas, lo que te dijo si es cierto puede ser algo a favor, ¡qué bueno! Dale duro a la zorrita y dile que me debe una comida de coño, jajaja.
  • Claudio: Se lo diré, el problema es que Andrés le dijo a una de sus objetivos sobre la apuesta, puede que esto ya no sea tan secreto,
  • Maite: Mmm, eso no es bueno, creo que tendré que hablar con Mary al respecto,
  • Claudio: Pero podría ser malo que ella lo sepa, a lo mejor se pone furiosa u otra cosa.
  • Maite: No te preocupes déjamelo a mí, pardillo mío, adiós que tengo cosas que hacer.
  • Claudio: Adiós amor.

Quedé meditabundo hasta que al poco rato Paula tenía en línea a Paola, la cual me contestó muy contenta:

  • Hola Claudito, como está mi amante pardillo.
  • Claudio: Hola Paola, bastante bien y tú.
  • Paola: Deseando que me folles bien follada, ya deseo que sea miércoles al medio día para recibirte en la consulta, jejeje.
  • Claudio: Yo también deseo fo… verte, jejeje.
  • Paola: Que bueno, ¿pero para que me llamabas?, espero que no sea para anular la hora.
  • Claudio: No anularé, solo necesito saber si Ana ludópata
  • Paola: ¿Quién te dijo eso?
  • Claudio: Paolita, necesito saberlo, se que tú la trataste.
  • Paola: No puedo decirte nada sobre eso, ya que eso se encuentra dentro de la confidencialidad de terapeuta paciente.
  • Claudio: Me acabas de confirmar que la trataste, pero necesito tener la claridad sobre si realmente lo es hoy en día.
  • Paola: Claudio yo te quiero mucho pero no puedo decirte nada sobre eso.
  • Claudio: Pero si yo te preguntase, respecto a que si Ana tiene algo parecido a lo mío ¿qué responderías?
  • Paola: Que es tan ludópata como tú sexópata,…. Solo puedo decirte que le gusta el juego, como a ti el sexo, podría decirte que es como su afición principal, no te puedo decir más.
  • Claudio: ¿Pero le gustaría poder jugar más?
  • Paula: Pienso que sí vamos, como a todo el mundo que se divierte mucho con lo que lo apasiona, pero no puedo decirte más; si quieres saber algo más, puedes preguntarle a tía Florencia; ella está más al tanto de esa parte y puede responder tus preguntas con libertad.
  • Claudio: Gracias Paola, lo haré, nos vemos el miércoles, para el tratamiento.
  • Paola: ¿No estás enojado conmigo?
  • Claudio: No Paolita, para nada, solo que prepárate que te daré duro, por ser mala chica, jejeje.

La conversación no había sido del todo reveladora, pero me daba una orientación a quien dirigirme, para obtener la última pieza faltante de información, con la cual podría analizar plan requerido para ganar la apuesta, sobre todo que ya no me quedaba tiempo para divagar. Ahora tenía que ser resolutivo al máximo, por lo que debía llamar a doña Florencia.

  • Claudio: Paula comunícame con doña Florencia.
  • Paula: Claro Jefecito, pero después saldremos ¿verdad?
  • Claudio: La llamo y después saldremos, no te preocupes
  • Paula: De inmediato jefecito… comunico:
  • Florencia: Hola Claudio, a que se debe el placer de tu llamada.
  • Claudio: La verdad es que quería hacerle una pregunta sobre Ana.
  • Florencia: ¿Después de lo que hemos hecho aún me tratas de usted?... vamos dime Flo…
  • Claudio: Flo te tengo que hacer una pregunta sobre Ana.
  • Florencia: Si puedo ayudarte ¡por qué no!
  • Claudio: ¿Es ella ludópata….?
  • Florencia: ¿Por qué preguntas eso?.... ¿Te pidió dinero para apostar?
  • Claudio: No pero necesito saberlo.
  • Florencia: Mira Claudio, es un tema delicado para hablarlo por teléfono, pero si pasas por casa podemos hablarlo y después lo comentamos “largo y tendido”.
  • Claudio: Puedo pasar por la tarde luego del trabajo, tipo 18:30 horas.
  • Florencia: Claro y en una de esas te tengo una sorpresa.
  • Claudio: No es necesario nada especial…
  • Florencia: No te preocupes, creo que te quedarás encantado con la sorpresa…
  • Claudio: ¿Pero qué sería? pregunté intrigado.
  • Florencia: Una sorpresa, si te lo digo no lo será.
  • Claudio: Okey, nos vemos en la tarde Flo.
  • Florencia: Hasta la tarde

Por lo que entendí, ella me confirmaría la información sobre Ana, pero quería algo a cambio y sin ser adivino, eso sería sexo, a lo que si sumamos que en un rato más me voy  a follar a Paula, pensé necesitaré refuerzos, por lo que tomé una pastilla azul, y comencé a echarme crema humectante en “mi amiguito”, no quería salir lastimado de la próxima batalla. Terminado todo eso, salí de la oficina, le dije a Paula que me siguiera y le avisamos a Raúl y Andrés que me tomaría la hora de almuerzo para algunos trámites por si me buscaban, ella salió por la puerta principal del edificio y yo por los estacionamientos, de hecho le di algo de tiempo para que llegara al punto donde la recogería, no quería que la gente de la empresa pensara mal de nosotros (pese a que tendrían razón)

Salí del estacionamiento y enfilé al punto de reunión, al verla a lo lejos me di cuenta que varios transeúntes la miraban con ojos de deseo y tal vez pensaban en como entrarle a un bombón como ella, detuve el coche y ella subió presurosamente, enfilando al hotel que ella había seleccionado.

Luego de poner su ubicación en el GPS, iniciamos el viaje en un silencio algo incómodo, hasta que Paula comenzó a hablarme de cosas triviales y de temas de la oficina, yo le respondía en forma automática con monosílabos, mientras pensaba en como materializar mi plan de follarme a Ana, hasta que en un momento ella me dice:

  • Jefecito usted no me está escuchando para nada.
  • Claudio: La verdad es que no, disculpa Paula, no deseo conversar.
  • Paula: ¿Está preocupado?
  • Claudio: Sí un poco.

Dicho eso ella guardó silencio y con una mano comenzó a amasar a mi amiguito por sobre el pantalón, a lo que yo reaccioné mirándola junto con decirle:

  • ¿Paula qué haces?
  • Paula: Relajarlo, no se preocupe, déjelo en mis manos y en mi boca, jejeje
  • Claudio: ¡Perdón! ¿Qué me dices?

No me respondió, liberándose de la parte superior del cinturón de seguridad, se agachó y con ambas manos liberó mi verga que ya con tanto toqueteo estaba dura como palo, se inclinó aún más y se la zampó hasta el mango, casi reacciono mal ante la siguiente luz roja, afortunadamente no pasó nada. La mamada me preocupaba, no fuese a que por frenar brusco ella apretara sus dientes y me causase una fea herida.

Vamos, que Paula me tenía por decir lo menos, ¡muy perturbado!, su cabecita subía y bajaba acunando mi erección en su boca, cuyos labios aprisionaban mi troco y y su lengua con las caricias derretían mi frenillo, yo apenas me concentraba en manejar. En el trayecto de solo quince minutos, logró que me corriera como nunca, pese a que le advertí que lo iba a hacer no paró en su afán. ¡Afortunadamente llegamos vivos a nuestro destino!

Al respecto puedo decir que una mamada es una muy eficaz de botar el estrés y algo más (ahora entiendo al Presidente Clinton). Terminada su mágica intervención, Paula se irguió sonriente, justo estábamos llegando en un semáforo en luz roja distante pocas cuadras de dónde íbamos. Luego de detenerme, a nuestro lado se detuvo un automóvil conducido por una dama de unos sesenta años, la que miró al interior de mi coche justo cuando Paula se levantó. La pobre dama estupefacta, se avergonzó aún más  cuando mi adorable secretaria le mostró mi leche en su boca, para luego tragársela toda, la mujer en cuestión desvió la mirada y partió a toda velocidad apenas cambió la luz; la verdad es que ahora Paula era una verdadera putilla, y eso me encantaba.

  • Paula: ¿Más tranquilo?
  • Claudio: Yo sí, pero la señora que nos miró no mucho, jajaja, además me estrujaste mucho, no sé que podré hacer en el motel.
  • Paula: No se preocupe jefecito, ya veremos, jejeje

Después de eso, pronto llegamos al discreto hotel elegido por mi eficiente secretaria. A los dos nos gusto desde el momento en que entramos, estaba muy bien ambientado y limpio, rápidamente pedí una habitación al hombre de la garita el cual me ofreció varias opciones, elegí la que contaba con jacuzzi, sin más que agregar me dio las instrucciones que me permitían llegar al estacionamiento que daba acceso a la entrada del cuarto, ambos descendimos del auto y tomando a Paula de su amplio culo la levanté para aproximarme a la puerta, ella me rodeó con sus piernas y me besó profundamente.

Extendí mi mano para abrir y empujar la puerta de entrada a la habitación; al ceder y abrirse, perdí pie y ambos caímos al suelo afortunadamente alfombrado; mi secretario dio con su culo y yo sobre ella, afortunadamente sin consecuencias, nos reímos como niños y en la misma alfombra comencé a acariciarla con pasión por todas sus curvas, ella respondió con igual fogosidad y prácticamente nos arrancamos la ropa a tirones…

Pasé mi afiebrada mano por sobre su pantimedia acariciando su monte de Venus que parecía más prominente que de costumbre y con algo de ayuda le saqué una teta de su sujetador para devorar su precioso y erecto pezón. Estábamos tan calientes que no necesitábamos o en realidad no alcanzamos a llegar a la cama, mis manos apretaban su hermoso y abundante culo, creo que nunca había estado tan apasionado por mi secretaria, y ella se dejaba llevar por las caricias.

Afiebrado como estaba, pasé mi boca y lengua por todas partes, sus labios, sus ojos, su ombligo su coño, su culo sus piernas y por primera vez en mi vida sus dedos de los pies, quería comerme a Paula por completo y ella me quería comer a mí, creo que nunca había tenido tanta imaginación en el terreno sexual, pero mi Paula me superaba. Si cortarse un pelo ella tomó la iniciativa de ahí en adelante, y sacándose la pantimedia me tendió boca arriba, luego se corrió sus braguitas a un lado y se empaló en mi verga, para comenzar una alocada cabalgata, yo era su semental y ella la jinete, ¡Ajua!.... Paula se corrió como una burra y yo estuve a un tris de hacerlo, cayendo derrumbada sobre mí.

  • Vamos a la cama corazón, por primera vez en mi vida le dije una palabra dulce
  • Paula: Vamos jefecito, hay que aprovechar la cama que parece que está muy buena, jejeje
  • Claudio: ¿Y que te parece el jacuzzi?
  • Paula: También, pero después de la cama, jejeje

Bueno, solo me resta decirles que una vez más Paula se comportó como lo que realmente es, una chica caliente y alegre a la hora del sexo, por fin me relajaba después de un inicio de día bastante poco halagüeño, en que tenía más preguntas que respuestas. Solo me resta decir que usamos todas las comodidades del agradable motel, incluso comimos unos emparedados con gaseosas para no morir de hambre entre polvo y polvo, las dos horas que estuvimos fue de una entrega llena de caricias y pasión, especialmente cuando le rompí una vez más su delicioso y prieto culo. Después volvimos al trabajo como si cada uno hubiese salido por su cuenta o eso suponía yo.

  • Andrés: ¡¡Hola Claudio hombre!! ¿cómo estuvo la follada con tu secretaria?
  • Claudio: ¿¡Pero como dices eso!?
  • Andrés: ¡Vamos hombre!, recuerda que tengo mis medios para saber todo, jajaja
  • Claudio: Tan buena como la que le daré a tu mujercita, jajaja, contesté con algo de encono.
  • Andrés: No lo creo que puedas, mi mujercita me ha sido fiel hasta el día de hoy, no veo que vaya a cambiar o la puedas convencer, la tengo muy bien servida, con unos lindos hijos y con todas sus inquietudes satisfechas, jajaja, esa tarea de la apuesta la vas a tener dura y ya no te queda tiempo.
  • Claudio: Como a ti tampoco, ¿cómo te ha ido con Ainhoa?....
  • Andrés: La verdad que no muy bien, me ha dicho que tiene novio y ella es toda una dama, pero tengo hasta el domingo, jajaja
  • Claudio: Conozco a Ainhoa y no se dejará convencer por ti… Aún podemos terminar la apuesta.
  • Andrés: No lo creo, es solo cuestión de tiempo y dinero para que sea mía, jajaja
  • Claudio: Puedes tener el tiempo pero no creo que ella se deje seducir por el dinero.
  • Andrés: Eres un cuarentón pardillo e iluso, ¿no sabes que todos tienen su precio?

La verdad es que su última frase hizo que surgiera en mí una idea que completaba el curso de acción que emprendería y que calzaba a la perfección el esbozo de plan que ya tenía en la cabeza, solo me faltaba conversar con Florencia dentro de unas pocas horas, el día mejoraba cada vez más.

El resto de la jornada me dediqué a laborar en mi tareas y destiné algo de tiempo para “hacer gimnasia bancaria” y juntar dinero, pues como dijo Andrés, todo el mundo tiene su precio y suponía que el de Ana no sería muy bajo, pero si no ganaba la apuesta el precio sería la quiebra, así que lo tomaba como una inversión para ganar mucho más.

Al término de la jornada Paula entró y cerrando la puerta se acercó a mí para decirme

  • Jefecito, debe irse para ganar su apuesta.
  • Claudio: No te adelantes, aún necesito afinar algunos detalles, pero gracias por los buenos deseos.
  • Paula: Sé que ganará, lo presiento, abrazándome cuando me puse de pie.
  • Claudio: Mmm que buen abrazo, pero como dijiste debo irme.
  • Paula: Lo dejo ir si me besa como usted sabe…

Nos dimos un morreo de padre y señor mío, quedé con unos cuanto grados más de temperatura, debo reconocer que su culo me vuelve loco, pero por otra parte, cada instante más perdía el ascendiente sobre mi secretaria, en ese minuto recordé lo que decía mi padre, “ni en la cocina, ni en la oficina y menos con la vecina”, por suerte mis vecinas no son muy accesibles, ya que de un lado era octogenaria y la del otro lado le gustaba más Maite que yo, y en cuanto a la cocina, no teníamos a nadie para el servicio.

Con mi puntualidad casi suiza llegué a la residencia de doña Florencia, toqué el timbre y esperé impaciente que me abriera, a los pocos segundos se abre la puerta y era Fernanda, cosa que me sorprendió, ¿sería esa la sorpresa?

  • Hola Fernandita, que sorpresa, tu por aquí.
  • Fernanda: lo mismo digo tiito, no sabía que vendrías a ver a la Lita (por Abuelita).
  • Claudio: Si vine porque tengo que conversar un tema importante.
  • Fernanda: ¿Por lo de la apuesta?
  • Claudio: ¿Apuesta?
  • Fernanda: Ay tiito, no te hagas el gilipollas que sabes perfectamente a lo que me refiero, por algo nos follaste a las tres….
  • Claudio: ¿Quién te lo dijo?
  • Fernanda: No pongas esa cara… me lo dijo mamá y ella lo supo por Andrés.
  • Florencia: Mmmm veo que ya descubriste la sorpresa….
  • Claudio: Hola doña Florencia… aparentemente, sí, contesté avergonzado.
  • Carla: Hola follador de la familia… vienes a reírte de nosotras.
  • Claudio: No para nada, nunca me reiría de ustedes….
  • Florencia: Pero si te aprovechaste y nos follaste a las tres, como también a las otras tres y solo te falta una, maldito pervertido, eres un degenerado, ya lo sabrá Maite.
  • Claudio: Ella lo sabe todo….
  • Carla: ¿Y te acepta que te folles a tu familia?
  • Claudio: La verdad es que sabe que todo es por una buena causa….
  • Florencia: Sí darle verga a mujeres desesperadas y mal folladas, esa es la causa que dices.
  • Claudio: En parte…. solo en parte, lo que en realidad queremos es vencer a Andrés y tome algo de su propia medicina.
  • Fernanda: ¿Qué es eso de que tome de su propia medicina? se atrevió a decir por sobre la voz de sus mayores…
  • Claudio: Andrés, como Erick incluso como tu propio padre, no fueron la luz de la casa si no todo lo contrario, abusaron de todas sus mujeres… y el caso que una vez que acordamos la apuesta, con el fin de vencer fácilmente no tuvo empacho en apostarlas a ustedes….
  • Carla: Pero tu aceptaste follarnos…
  • Claudio: En ese momento con las copas de más y deseando bajarle los humos de la cabeza acepté, pese a que después quise terminar la apuesta, cosa que no aceptó, y si la pierdo, mi vida será hacer todo de nuevo y ya no tengo 20 años.
  • Carla: Debiste pensar antes de embarcarte en ella, el alcohol no es pretexto ni exime de culpabilidad
  • Claudio: es cierto, soy un gilipollas, pero créanme que nunca quise dañarlas, es más cuando estuvimos juntos, a ninguna le hice daño o la dejé a medias, me entregué por entero.
  • Fernanda: eso es cierto, se atrevió a decir nuevamente.
  • Carla: Tú cállate mocosa, que a tu edad yo era aún virgen…
  • Florencia: Vamos Carla, que poco después te fuiste de vacaciones con tu primer novio a espaldas de tu padre, engañándonos con la golfa de tu amiga Violeta
  • Carla: ¿Cómo supiste eso?
  • Florencia: Todo se sabe en esta vida… de hecho me lo contó Violeta hace unos años cuando me la topé en casa de los Perez.
  • Carla: Bueno lo que dije es aún cierto.
  • Claudio: La verdad es que no lamento haberles hecho el amor, lo único que lamento es que piensen que yo me aproveché de ustedes, la verdad es que cada vez que estuvimos juntos hice lo posible porque disfrutaran tanto como yo.
  • Carla: En eso tienes razón.
  • Florencia: Carla como dices eso, este pervertido se aprovechó de nosotras.
  • Fernanda: Ay Lita, puede ser que se haya aprovechado, pero a mí me dejó más que contenta y yo creo que a ustedes también, ya que desde que nos folló todas andan como resplandecientes.
  • Florencia: Pero que dices mocosa, tan rápido te convences de que todo está bien.
  • Carla: Pero mamá, creo que Fernanda en eso tiene razón, Raúl me tenía muy abandonada por follarse a su secretaria y la amante de turno, con Claudio, ya no tengo que buscar aventuras con mi profesor de golf o con cualquier patán.
  • Florencia: Eso hacías, eres una zorra…
  • Carla: Vamos mamá, que cuando papá te ponía los cuernos te encerrabas con tía Encarna y se lo pasaban de lo mejor.
  • Fernanda: ¿¡En serio Lita!?, ¿¡le dabas a los dos lados!?, preguntó sorprendida.
  • Florencia: No era para tanto y Encarna siempre fue y ha sido de lo más discreta, no sé como supiste…
  • Carla: Al igual que tú, todo se sabe en la vida y fue la propia tía Encarna que me lo contó cuando a los 19 años se aprovechó de mí cuando tu no estabas en casa un día…
  • Florencia: ¿¿¡¡Esa bruja de Encarna se aprovechó de ti!!??, preguntó escandalizada
  • Carla: Sí pero la verdad es que me gustó, fue diferente que estar con un hombre, claro que prefiero a Claudio…
  • Fernanda: Igual que yo mamá…
  • Florencia: Pero que dices mocosa…
  • Carla: Vamos mamá, es mejor que le guste su tío a que sea boyera y tenga una vida con traumas sociales.
  • Florencia: En todo caso a mí me gusta el sexo normal… no soy boyera como dices tú.
  • Fernanda: Y te gusta que te folle Claudio, ¿no es cierto?
  • Carla: Vamos mamá, di la verdad, ¿es cierto que te gusta que te folle Claudio?
  • Florencia: Ehh… no me preguntes eso delante de Fernandita.
  • Carla: Vamos confiésalo, no es malo que te guste un hombre como Claudio, tierno, apuesto, de buen corazón y que folla como los dioses.
  • Fernanda: Sí Lita, es espectacular, nunca estuve con alguien como él, claro que no tengo como demasiada experiencia.
  • Carla: Vamos Fernanda no digas con cuantos has follado que me siento mala madre de inmediato.
  • Claudio: Vamos chicas, dejemos de recriminarnos, creo que podemos superar todo esto, dije intentando aplacar las “malas vibras”.
  • Carla: Te encuentro toda la razón, podemos superar esto si mamá te perdona… ¿qué dices mamá?
  • Florencia: Es que no me siento cómoda ante un hombre que se ha follado a la abuela, a la madre y también a la nieta y que se quiere follar a la que falta de la familia.
  • Fernanda: Ay Lita, no sea cortada, a él lo conocemos de toda la vida, el no cambiará, y podemos perdonarle que nos haya follado.
  • Carla: Sí mamá, podemos mantenerlo en nuestra vida, ya sabemos que él será discreto y no tendremos que andar por ahí buscando a un follador que puede hasta estar pringado de cualquier enfermedad.

La conversación de ser una encerrona de castigo pasó a ser un acto de liberación, donde la mayor había querido darme un escarmiento, pero de alguna forma casi sobrenatural todo cambió, ahora me miraban con cariño o comprensión, no lo sé realmente, en sus ojos había desaparecido la furia, aún así no me atrevía a preguntar lo que me inquietaba para ganar la apuesta, hasta que Florencia finalmente respondió.

  • Florencia: te perdono Claudio, la verdad es que tu llegada a mi cama fue como un bálsamo que alivió mi pena y debo reconocer que contigo he tenido el mejor sexo que he disfrutado en toda mi vida, mi esposo era de los que se preocupaba de él  solamente, pese a que muchas veces me hacía ver el cielo, pues era un buen follador.
  • Carla: Está Bien mamá, pero es mucha información acerca de papá.
  • Fernanda: Maravilloso, ahora podremos seguir follando con tío Claudio, jejeje
  • Carla: Oye nadie dijo seguir follando, solo lo hemos perdonado.
  • Fernanda: Pero yo creí que podemos….
  • Florencia: Vamos Carlita, no sea hipócrita, todas queremos seguir follando con Claudio.
  • Claudio: Gracias por el perdón, en cuanto a seguir follando, no tengo problema.
  • Fernanda: ¿Estará bien que lo hagamos ahora?
  • Florencia: ¿Pero estamos las tres?
  • Fernanda: ¿Y por qué no las tres?, ¿tú puedes tiito?
  • Claudio: Pienso que sí.
  • Carla: Por mí no hay problema, ¿y tú mamá?
  • Florencia: La verdad es que me da vergüenza, ustedes son jóvenes y hermosas.
  • Claudio: Como lo es usted doña Florencia, es de una belleza madura, pero bella del todo
  • Fernanda: Sí Lita ya me gustaría tener las tetas que te gastas y a mamá también, déjate llevar, lo pasaremos bien, es como ir de paseo familiar
  • Carla: Sí un paseo muy especial, jajaja
  • Florencia: Pero vamos a cometer una locura.
  • Fernanda: Será nuestra primera orgía con un Toy Boy
  • Florencia: ¿Un qué?
  • Carla: Mamá no le hagas caso, Claudio es de todo menos un Toy Boy, jajaja
  • Florencia: Aún no sé a qué te refieres.

No podía creerlo, de estar al borde del repudio total, ahora las tres chicas querían que las follara, cada cual más bella, y cada cual más diferentes en su forma de actuar, se me presentaba un gran desafío y el día había sido pesado, esperaba que las precauciones tomadas funcionaran, si no que la apuesta terminaría antes de empezar cuando muriera en el intento.

La verdad que en un comienzo, ninguno supo que hacer exactamente, estábamos como paralizados, nos miramos las caras, Fernanda, tenía su acostumbrada cara picaresca de cómo cuando quiere que la follen sin tener que pedirlo, Carla miraba nerviosa a su madre, como queriendo ser autorizada para avanzar y Florencia, la verdad que no sabía qué cara tenía, fue como si pasara un angelito, nadie hablaba, por lo que me atrevía a iniciar el avance, estaba nervioso pero excitado, creo que mi amiguito estaba listo para saltar fuera de mi pantalón.

  • Claudio: La verdad es que al verlas es mirar al cielo, me atreví a decir para romper el hielo.
  • Fernanda: ¿Será por qué somos unos angelitos?, jejeje, rió divertida.
  • Florencia: Somos ángeles caídos
  • Claudio: Sí así son, tal vez deba irme al infierno, jejeje, dije avanzando hacia Florencia

Estábamos cada vez más entusiasmados cuando en eso Florencia me detuvo con sus manos sobre mi pecho, la miré algo extrañado, intentando abrazarla cuando ella soltado un llanto profundamente angustiado me dice:

  • No puedo, ya es mucho que folle contigo…. No soy capaz de follar con ellas presentes, buaahhh, ¡no!, soy una pervertida.
  • Claudio: Calma…no…

Ella me empujó suavemente y salió corriendo hacia su habitación, mientras los tres restantes quedamos paralizados, hasta que Carla reaccionó y nos dijo

  • Voy a ver qué le pasa mamá, Fernanda cuida de Claudio
  • Fernanda: Sí mamá, ve por Lita.

Pasaron unos dos minutos y con Fernanda nos paseábamos nerviosos, hasta que ella se me acercó para besarme comenzar a restregar su cuerpo contra el mío.

  • Fernanda: Parece que no volverán…
  • Claudio: Démosle unos minutos.
  • Fernanda: No, ahora haremos lo que dijo mamá, empujándome hacia el sofá.

Claro que me dejé caer, ella sería incapaz de lograrlo si no lo permito, nos desnudamos casi sin darnos cuenta, y ella sin dudarlo se montó sobre mí, metiéndose mi verga en su conejito. Que les puedo decir, ella conserva la firmeza y estrechez de la juventud y su fogosidad no cesó ningún momento, saltaba sobre mi sin miramientos, diciendo todo tipo de linduras y alabando mi verga como si de un ídolo juvenil se tratara, follamos unos buenos 40 minutos, pero en tanto, Florencia como Carla seguían si asomarse a la sala. Debo decir que disfruté el follar a mi sobrina, pero no totalmente, dado que mi mente seguía preocupado por lo que pasaba con Florencia, tanto que en un momento Fernanda me dijo:

  • Tiito, ya me corrí, no sigas… ¿qué te pasa?
  • Claudio: Perdón pero no puedo dejar de pensar en Florencia y tu madre.
  • Fernanda: ¿Tan caliente te dejaron?
  • Claudio: No, en realidad no, solo que estoy preocupado por su reacción y no han regresado.
  • Fernanda: Entonces vamos a verlas.
  • Claudio: Sí vamos.

Nos levantamos desnudos como estábamos y nos dirigimos al cuarto de Florencia, Fernanda iba delante de mí, tiene unas espaldas preciosas y un culito que eleva mi lujuria de solo verlo, tanto que en los diez segundos de trayecto mi adormecida verga despertó. Al llegar al cuarto, Fernanda llamó a la puerta para que de su interior una voz que parecía la de Carla nos hiciera pasar.

Estaban las dos abrazadas y con los ojos enrojecidos por el llanto, me dio pena verlas así, Fernanda se sentó en una punta de la cama mientras yo permanecí de pie hasta que Florencia me hizo un gesto de que me sentara, para a continuación decirme:

  • Perdón por lo sucedido, es que no soy lo suficientemente evolucionada como para compartir mi macho al mismo tiempo con mi parentela, especialmente si son tan directas como mi hija y mi nieta, jejeje, rió como forzándose a aparentar alegría
  • Claudio: Perdóneme usted a mí, no quiero forzar las cosas….
  • Carla: Vamos Claudio, que aquí somos todas mayorcitas y nos dejamos llevar.
  • Florencia: Dejemos todo hasta aquí, tal vez en el futuro pueda suceder que nos folles a las tres, ahora si quieres follarte a Carla y Fernanda, puedes hacerlo en la habitación de invitados, yo me quedaré aquí.
  • Carla: ¿En serio mamá que no te molesta?
  • Florencia: Ve con él, que te haga ver las estrellas.
  • Fernanda: Yo voy pero solo a participar de lejos, ya vi las estrellas con tiito Claudio y estoy satisfecha por el resto del día, jejeje.
  • Carla: Eres una loca, no esperaste y ya te follaste a tu tío.
  • Fernanda: Vamos mamá, que tú también follaras.

Fuimos a la habitación de invitados y me follé a Carla con pasión, creo que en gran medida gracias a la pastillita azul, desde un silloncito su hija Fernanda participaba sin mucho ánimo, más que nada actuando de voyeur, pues creo que estaba presente más que nada por el morbo que significaba ver a su madre teniendo sexo con su amante, la verdad es que no fue como lo supuse en algún minuto. En otras palabras no fue algo espectacular, incluso creo que en anteriores ocasiones con ellas por separado fue sexo increíble y ahora solo fue sexo.

Llegada la noche, nos vestimos casi en silencio, y yo después de una rápida ducha me preparé para marchar a casa, sentía que no había avanzado ni un solo paso en toda la tarde y al día siguiente era martes y no quedaría nada para el viaje de Ana, aún mi plan no estaba bien definido. Me despedí de Carla y Fernanda con suaves y tiernas caricias, que lo que había partido muy prometedor, se había transformado en una crisis de moral de las chicas, de todas formas me fui a despedir de Florencia que no había asomado ni la nariz por el cuarto.

Cuando llamé a la puerta ella me hizo pasar, estaba en unos pijamas “mata pasiones”, que me llegaron a dar un poco de risa la que difícilmente logré disimular, pero de alguna forma ella notó.

  • Florencia: Se que no me veo para nada atractiva….
  • Claudio: Es imposible que se vea mal doña Florencia… Puede que no esté arrebatadoramente sexy, pero bella de todas formas, jejeje
  • Florencia: Eres un adulador encantador, jejeje…. Como verás ya se me pasó la crisis… Además debes tratarme de Flor o Florencia, nada de usted, ¿entendido?
  • Claudio: Entendido, lo intentaré, en todo caso créeme que no me gusta causar penas.
  • Florencia: La verdad es que tú sin contar con este episodio solo me causas alegría y me gustaría seguir siendo tu amante.
  • Claudio: ¿Lo dice en serio?, aún cuando lo sea de las chicas.
  • Florencia: Sí lo digo en serio…
  • Claudio: Es bueno saberlo, solo me falta despedirme.
  • Florencia: No, te falta algo más….
  • Claudio: ¿Qué?
  • Florencia: Hacer la pregunta que me tenías y escuchar mi respuesta
  • Claudio: ¿Ana es ludópata?
  • Florencia: Lo fue, no sé si ahora lo es o no, ya que Andrés la tiene muy controlada en el tema y solo le da solo doscientos euros cada viernes, y ella solo va al casino el sábado cuando ha ganado el día anterior.
  • Claudio: ¿Pero podría escapar al control de Andrés?
  • Florencia: No lo creo, ya que Andrés ni siquiera le tiene tarjetas de crédito y la cuenta de gastos de la casa la controla permanentemente.
  • Claudio: ¿Pero por ella iría más al casino?
  • Florencia: Si salió a su padre, de todas formas, pero no tiene como financiar su pequeño vicio, pues nadie de su círculo cercano le daría dinero para jugar.
  • Claudio: Entiendo, gracias Flor, le dije abrazándola y dándole un buen morreo, al que ella respondió con suave ternura.

Marché por fin a casa ya tenía un plan y lo pondría en ejecución a contar del día siguiente, de hecho mi ánimo fue cambiando y llegué contento a casa, tarde pero contento. Mi Maite y Mary me estaban esperando con la cena y ansiosas por saber que era lo que tenía planeado y como me había ido con doña Florencia, ahora que prácticamente todos sabían de la apuesta, parecía que no solo yo estaba ansioso por ganarla.

  • Hola corazón le dije a Maite, para a continuación saludar a Mary con un hola preciosa.
  • Maite: Hola cariño, ¿cómo te fue?
  • Mary: Hola bombón, ¿todo bien?
  • Claudio: En verdad que fue un día difícil, pero al final de la tarde se compuso y todo marcha bien, espero que mañana sea mejor.
  • Maite: ¿Ya tienes un plan?
  • Claudio: Eh… después te lo cuento gesticulando que Mary estaba presente.
  • Mary: Ya lo sé todo, no existen secretos en esta familia.
  • Claudio: ¿No te molestó?
  • Mary: La verdad es que sí, me sentí profundamente utilizada y apenada, pero Maite me convenció que tú me querías desde siempre y que si me hubieses conocido antes yo sería ella.
  • Claudio: ¿En serio no estás molesta?
  • Maite: La que debería haberse molestado cuando supe tu atracción por Mary debí ser yo, por lo que ella entendió lo sucedido y que su integración a esta familia es una situación afortunada y que nos llena de felicidad.
  • Claudio: Pero como sabías que Mary me atraía desde siempre.
  • Maite: Desde que te vi como la mirabas cuando la conociste, las mujeres no somos tontas y afortunadamente para ti, me di cuenta que nos mirabas igualmente a las dos, por lo que si bien sentí celos, yo estaba en la posición dominante.
  • Claudio: La verdad es que las dos me vuelven loco y las quiero con todo mi corazón.
  • Maite: Lo sabemos, ahora volvamos al plan.
  • Mary: Sí dinos que harás.
  • Claudio: Como saben Ana es una mujer engañada por su marido y lo que no saben es que es ludópata.
  • Maite: Algo me habías dicho.
  • Mary: ¿Pero que tiene que ver una cosa con la otra?
  • Maite: ¡Oh por Dios! que eres inocente Bombón, dijo Maite usando el mismo apelativo que yo. Significa que solo hay que empujarla un poco para que tome venganza por los cuernos y el empujón va por el lado de juego ¿o me equivoco Corazón?
  • Claudio: No te equivocas, por ahí la atacaré.
  • Maite: ¿Apostarás algo con ella?
  • Claudio: No exactamente, pero igual necesitaré dinero para ello, por lo que retiraré una buena suma para ganar.
  • Maite: Pero no tenemos mucho…
  • Mary: Yo puedo prestarte unos 1500 Euros… todo sea con el ánimo de que ganemos.
  • Claudio: Gracias por la oferta bombón, pero usaré una parte de los ahorros que tenemos con Corazón.
  • Maite: ¿Cuántos?
  • Claudio: Unos diez mil Euros.
  • Maite: ¡Tanto!
  • Claudio: Como dijo Andrés, todo ser humano tiene su precio y para ganar esta apuesta hay que arriesgar a jugar fuerte, jejeje.
  • Maite: ¿Pero qué harás?
  • Claudio: Lo primero es tener acceso a ella sin su familia y sin sus vigilantes
  • Mary: ¿Vigilantes?
  • Claudio: Sí Mary es vigilada por Andrés constantemente, para ver que no caiga en el tema del juego, pero también creo que también para evitar ser víctima de los cuernos que él le pone a ella.
  • Mary: Ah, es entendible, a cornada, cornada y media, jejeje.
  • Claudio: En efecto, uno de mis problemas como les dije es aislarla del seguimiento y de la familia, pues podría reprimirse al verlas cerca.
  • Maite: Llámala de tu oficina y la invitas a salir.
  • Mary: No creo que acepte, conociendo a tu hermano ya le dijo de la apuesta, y lo más probable es que no acepte, pues ya debe saber que la vigilan.
  • Maite: Bueno la traemos de visita aquí, puede ser a tomar té con pastelillos por la tarde y cotillar, eso le encanta a ella y luego nos vamos bajo cualquier pretexto.
  • Mary: Es casi lo mismo, no va a venir a la casa de Claudio sabiendo sus intenciones y el espía la delatará apenas entre por el portal, creo que debieses llevarla a casa de su madre y follarla allá.
  • Maite: Pero por lo que Claudio nos contó de lo que pasó con doña Florencia, no creo que se preste para que su casa sea el lugar donde se follen a Ana.
  • Claudio: Tal vez no sea tan loca la idea, ya me follé a Fernanda y Carla en su casa a sabiendas, puede ser que ella acepte que me folle a su otra hija. El problema es que debe ser antes del viernes, pues viaja con su familia, a instancias de Andrés.
  • Maite: Ese es el torcido de mi hermanito, siempre sacando ventajas de las situaciones…. Por lo que antes es mejor, primero la llamaré para que venga por la tarde, en una de esas no tienes que ir donde Florencia y como dicen en la Tv te la follas en la comodidad de tu hogar, jejeje,
  • Claudio: Buena hazlo aunque no creo que funcione,… en fin mientras antes mejor, si no acepta aún queda el camino de Florencia.
  • Mary: Mmm pero si lo haces mañana, hoy no podremos jugar un poco,… lo digo para que no estés muy cansado, dijo algo apesadumbrada
  • Claudio: Algo puedo hacer…hoy
  • Maite: Fóllatela sin problemas, en cuanto a mí, te quiero en forma y cuando está de ánimo.
  • Mary: Gracias prima corazón. jejeje
  • Maite: De nada prima bombón. jejeje

Nos fuimos a acostar, Maite tardó todo lo que quiso mientras yo me enzarcé con Mary, la follé con suavidad y dulzura, ella realmente se sintió querida y deseada, lo cual era mi propósito, pues de alguna manera quería compensar su desilusión por lo de la apuesta. Luego Maite se nos unió, pese a que había dicho que la follara en otra ocasión, se acostó entre las piernas de su prima y se lo comió, ya que como ella lo expresó “el coñito de Mary la tentó”. No sé qué hora sería cuando nos dormimos, pero fue tarde, ninguno puso el despertador y fue Alexa al día siguiente la que nos despertó, luego de haber iniciado las actividades de la casa y comenzar a preparar el desayuno.

Todos salimos corriendo a nuestras actividades, confiando que Maite invitaría a Ana a el famoso té, costumbre que tenía la familia de mi mujer luego de haber estado todos estudiando en Inglaterra en su juventud, en una de esas no tengo que convencer a doña Florencia.

Llegando a mi oficina, Paula, comenzó a “torearme”, lo cual rechacé amablemente, pues estaba  concentrado en lo debía de hacer con Ana, lo primero fue revisar mi cuenta bancaria, los 10.000 Euros que pedí de mis inversiones ya estaban en la cuenta corriente, por lo que debería ir a retirarlos, luego esperé impacientemente el llamado de mi mujercita, que a eso de las diez me dijo:

  • No hubo caso, Ana se negó a venir, pues debía de preparar su viaje, que lo podíamos dejar para su regreso.
  • Claudio: No es problema, aún nos queda hablar con Florencia, la llamaré de inmediato.

Luego firmar los documentos más importantes y nuevamente rechazar el acoso de mi secretaria, llamé a Florencia la que me costó ubicar pues no contestaba su móvil y tampoco estaba en casa. Seguí trabajando algo alterado por que el tiempo corría en mi contra, y realmente más atento a los llamados que a los papeles, cuando a eso de las diez cuarenta y cinco, recibí su llamado de vuelta

  • Hola Claudito, encontré unas llamadas perdidas en mi móvil a la salida del SPA y te llamo para ver que necesitas de mí.
  • Claudio: Hola Flo, necesito tu ayuda.
  • Florencia: Por lo menos ya me tuteas, estamos empezando bien, jejeje, ¿qué necesitas de mí?
  • Claudio: Poder encontrarme con Ana en tu casa así la vigilancia de Andrés no lo alertará.
  • Florencia: Vaya-vaya, no pides nada…. Por un minuto pensé que me deseabas tan intensamente que llamabas para descargar tu pasión en mí, jejeje.
  • Claudio: Eso siempre lo tengo presente (noté que estaba de muy buen humor), por lo que podemos arreglarlo.
  • Florencia: Por mi encantada, en cuanto a Ana, ella vendrá por la tarde a casa a despedirse y recibir unos dinerillos para que me traiga un encargo que le pedí a razón de su viaje, ¿será eso suficiente?
  • Claudio: Claro, pero no debe ir con su familia.
  • Florencia: No, no irá, a los niños los pasará a buscar mucho más tarde, ya que pasará por casa después de almuerzo tipo 14:30 horas y ellos salen a eso de las 16:15 después de  sus actividades extra programáticas…
  • Claudio: Sería maravilloso poder hablar con ella…
  • Florencia: Supongo para ver si puedes follarla y ganar la apuesta.
  • Claudio: Para ser sincero, ¡sí!, no tengo otra opción.
  • Florencia: ¿Pero crees que ella se entregará a ti así como así?, sinceramente lo dudo y más si me encuentro yo en casa.
  • Claudio: En ese caso le pediría que saliera de casa…..
  • Florencia: ¿Y que haré fuera de casa mientras tu intentas follar?
  • Claudio: Le diré a Maite y a Mary que la saquen a dar una vuelta después de almuerzo.
  • Florencia: Mmm veo que tus otras concubinas te apoyan, dijo con algo de encono.
  • Claudio: Sí, porque saben que soy un buen tipo y que no les fallaré.
  • Florencia: Te creo…. Lo haré con una sola condición.
  • Claudio: ¿Cuál sería?
  • Florencia: Que seas bueno con ella también y no le hagas daño.
  • Claudio: Bueno, créame que nunca lo haría me vaya bien o mal, iré a su casa, ¿Cómo a qué hora le acomoda?
  • Florencia: ¡No pártanos de nuevo con el usted!... te invito a almorzar a eso de la 13:00 pero mejor llega antes, así me cobro el favor, jejeje

Después de la conversación llamé a mis “mujeres”, y les pedí el favor de sacar de casa a Florenci inmediatamente después de almuerzo, ellas aceptaron gustosas, agregando que todo lo hacían por ganar la apuesta. Después de eso, salí rápidamente al banco a retirar los Euros para poder “elevar la apuesta”, dado el monto me hice acompañar por uno de los encargados de seguridad de la empresa.

Ya con el tiempo en mi contra me dirigía a casa de Florencia, la que me estaba esperando ansiosa por verme, tanto que al solo entrar me hizo pasar a la sala y contrario a su comportamiento normal que es recatado y mesurado en todas sus formas, me robó un beso, cosa que me sorprendió y me hizo reír.

  • Florencia: ¿Te ríes de mí?
  • Claudio: Sí y no…. En realidad me causa risa que mi adorada Flo se comporte como una adolescente y refleje su felicidad por que lo haga conmigo, ya que significa que estas disfrutando de la vida después de lo que recientemente vivimos.
  • Florencia: Eres un mago para salirte de apuros, dices las cosas de tal forma que pese a ser ofensivas una queda contenta.
  • Claudio: Perdón, nunca fue mi intención ofenderte con mis palabras y mi risa no fue de burla, al contrario fue de diversión, tal vez felicidad…. Nada más lejos que de burla.
  • Florencia: Estás perdonado con una condición….
  • Claudio: Cual sería….
  • Florencia: Que me folles hasta que quede sin ganas de sexo por una semana.
  • Claudio: es una condición difícil de cumplir con tan preciosa mujer…

No tengo que explicar que nos fundimos en un abrazo que terminó casi una hora después, con tiempo justo para almorzar frugalmente antes de que apareciera por casa de Florencia su hija Ana. Durante la conversación que tuvimos, Florencia me explicó que había decidido seguir el consejo de Carla, respecto de vivir la vida con menos ataduras y más libertad de la que había gozado con su marido, el cual había sido siempre manipulador y mezquino de cariño, y eso era exactamente lo que estaba haciendo.

Un poco antes de la hora señalada por Florencia, llamaron a la puerta, la escena fue como de película, ahí estaban Maite y Mary vestidas como para ir de safari al África, ¡sonrientes y dicharacheras!, entraron sin que Florencia fuese capaz aún de preguntarles ¿qué era lo que buscaban al vestir así?. La hicieron vestirse con unos jeans que le calzaban perfecto, una blusa deportiva y una chaquetilla que realzaba sus encantos, la verdad es que las tres estaban para comérselas en ese mismo instante, luego casi a la rastra la sacaron de su casa, quedándome solo en ella.

Aproveche de husmear por ahí, viendo fotografías y abriendo el cajón del velador de Florencia, ahí descubrí un consolador negro de gran tamaño, tal vez un poco más grande que mi amiguito, además el control remoto de un sistema de seguridad asociado al televisor del cuarto. Me llamó mucho la atención y encendí la tv y comencé a manipular las diferentes entradas, en una estaban los canales públicos captados por la antena, en otra el cable, con todos los canales que uno pueda imaginar, incluso los pornográficos, en otra el sistema de vigilancia del perímetro de la casa y luego el del interior, en ese me quedé un buen rato, hasta que descubrí que tenía un sistema de grabación que cubría muchas de la habitaciones por no decir la totalidad, al revisar lo grabado, pude verme follando con Fernanda, luego con Carla y por supuesto con Florencia, ahora podía ver el lado lascivo de Florencia, estaba en eso cuando tocaron el timbre y acudía a abrir, no sin antes dejar el sistema como lo había encontrado, o sea grabando todo lo que sucedía en la casa.

  • Ana: Ahh… ¿Claudio?, ¡que sorpresa!
  • Claudio: Hola Ana, Florencia tuvo que salir y me dejó a cargo del castillo pues me dijo que venías.
  • Ana: Me podría haber dicho así no pierdo el viaje.
  • Claudio: ¿En realidad piensas que el verme es perder el viaje?
  • Ana: No… lo que pasa… es que… me venía a despedir y recoger un encargo de mamá.
  • Claudio: Entonces pasa, el encargo lo dejó en la mesita de noche de su cuarto, ella me lo dijo.
  • Ana: Gracias….gracias voy por el, dijo aún más nerviosa que al principio
  • Claudio: No es nada, ¿te apetece un café o algún refresco?
  • Ana: ¡Joder! ¡realmente estas a cargo de la casa!, dijo dejando escapar el primer improperio que alguna vez le hubiese escuchado.
  • Claudio: Algo así… la verdad es que tu madre me dejó a cargo para que pudiésemos conversar con calma lejos de la vigilancia de tu maridito.
  • Ana: ¿Por qué dices que mi marido me vigila?
  • Claudio: Vamos, creo que lo sabes de sobra, si hasta tu madre lo sabe.
  • Ana: Sí es cierto pero no es porque yo sea una casquivana o una furcia
  • Claudio: Eso lo sé, nunca he pensado mal de ti, dije mientras entramos al cuarto de su madre a tomar el dinero.
  • Ana: Ah… ya tengo el dinero, me puedo marchar.
  • Claudio: Pero antes dame unos minutos para hablarte.
  • Ana: Si es sobre la apuesta no tenemos nada que hablar…
  • Claudio: ¿Sabes de la apuesta?
  • Ana: Andrés me lo confesó todo y dijo que luego de Follar a Ainhoa no me engañaría nunca más .
  • Claudio: La verdad es que no hablaré de la apuesta, aún cuando creo que veo difícil que Andrés cambie.
  • Ana: Lo sé pero él me salvó de mis vicios y me cuida.
  • Claudio: ¿Cuáles vicios?... el es tan o más vicioso que tú…. ¿¡que te guste el casino!?.... y a quién no.
  • Ana: Pero yo antes apostaba fuerte…
  • Claudio: Pero ahora te controlas, ¿cuánto gastas en juegos… 200 o 300 Euros?
  • Ana: 200 y si gano guardo para el día siguiente…
  • Claudio: ¿Eso no te dice algo?
  • Ana: Claro me dice que soy jugadora.
  • Claudio: Pero no compulsiva, una jugadora compulsiva o ludópata no podría dejar para el día siguiente.
  • Ana: La verdad es que no había pensado eso…
  • Claudio: Te aseguro que si te diera 200 Euros no saldrías corriendo a jugarlos….
  • Ana: Tal vez corriendo no, pero si iría…. Además no me los darás, jajaja
  • Claudio: ¿Quién dijo que no te los daré?
  • Ana: Dámelos.
  • Claudio: No es tan fácil, debes ganártelos.
  • Ana: ¿Cómo?, follando contigo, olvídalo, no soy puta.
  • Claudio: No, no te pediría follar contigo por 200 Euros, pero sí que hicieras algo sencillo
  • Ana: ¿Cómo qué?
  • Claudio: Mostrarme las tetas… no es muy distinto a ir a la playa.
  • Ana: Solo eso y me das 200 Euros.
  • Claudio: Sí, equivale a toda una tarde de diversión con solo mostrarme las tetas un minuto.
  • Ana: Es mucho tiempo, creo que solo 30 segundos es suficiciente.
  • Claudio: Bien, vale, pero tu cuentas ya que yo estaré mirando tus tetas.
  • Ana: Muy bien, pero antes dos advertencias,… primero quiero ver el dinero sobre la mesa y la segunda nada de tocar.
  • Claudio: Bien, vale.

Dejé los doscientos Euros en una mesita del cuarto de Florencia, mientras Ana se sacaba su campera dejando por fin ver sus pronunciadas curvas, la verdad es que era una chica entre exuberante y gordi-buena, luego desabotonó su blusa blanca e intentó liberar sus tetas del sujetador sin abrirlo por completo, pero no pudo, ya que para contener tanta belleza el sujetador era casi una camisa de fuerza. El solo verla en ese cometido me calentó como nunca, mi verga ya despertaba, finalmente optó por sacarse la blusa y soltar el broche del sujetador, por fin vi esas montañas de tetas, firmes aún levantadas pese a sus tres hijos y lo grande que eran. El ver tanta maravilla me perturbó hasta que ella comenzó a contar:

  • Ana: Mil, dos mil, tres mil……….treinta mil…. Listo terminado dijo tapándose las tetas con un brazo.
  • Claudio: Los 200 Euros son tuyos, puedes tomarlos, ¿pero no te gustaría ganar otros 200?
  • Ana: Puede ser ¿Qué tendría que hacer?
  • Claudio: Dejarme acariciarlos por treinta segundos
  • Ana: Dije nada de tocar.
  • Claudio: Vamos, ¿por 400 Euros?... dos tardes más de diversión por 30 segundos, donde prometo no hacerte daño alguno, solo unas pocas caricias.
  • Ana: Uhmm, bueno, comienzo a contar.
  • Claudio: Espera a contar de ahora ya dije tomando esos bellos melones con mis dos manos

Comencé a acariciarlos, eran pesados, su piel era tersa y suave, sus areolas de una textura que llamaba a paladearlas, sus pezones pronto se pusieron duros y asomaron como percheros, la verdad es que estaba alucinando de caliente y creo que ella también

  • Ana: mil, dos mil, tres mil……….treinta mil…. Listo terminado dijo tapándose las tetas con un brazo y sacando mis manos de ellas.
  • Claudio: ¿Me dejarías chuparlas?... digamos por otros 400 Euros.
  • Ana: ¿Por 600?, dijo con sus azules ojos brillantes por la oportunidad de tres tardes de juego más.
  • Claudio: Es un trato
  • Ana: Quiero ver esos 1000 Euros.
  • Claudio: Pero que desconfiada, aquí están dije dejando un pequeño fajo en la mesita
  • Ana: Comienzo a contar.

Tomé sus deliciosas tetas y me prendí de una de ella con mi boca recorriendo cada rugosidad de la areola con mi lengua y jugaba con el otro pezón con dos de mis dedos, comencé a notar que Ana agitaba su respiración y despedía pequeños gemidos, casi imperceptibles, estaba en el limbo de la excitación cuando ella dijo:

  • treinta mil…. Listo terminado dijo tapándose las tetas con un brazo y sacando mi cabeza y manos de ellas
  • Claudio: Ana estoy tan caliente que me gustaría que me tomaras el rabo mientras te como las tetas por un minuto, dije apostando fuerte,… ¿qué te parece 800 Euros por un minuto de tu vida?
  • Ana: ¿800?... pero me parece que es mucho tiempo.
  • Claudio: Vamos no es mucho, ni me alcanzaré a correrme.
  • Ana: Bueno, pero no contaré el tiempo…. Por lo que será aproximado.
  • Claudio: Muy bien, que sea aproximado.

Saqué mi verga que ya estaba morada de tanta sangre acumulada, ella como que se sorprendió al verla, pero no hizo ningún comentario, me aproximé a comerle los melones mientras ella tomaba mi hermanito y comenzaba un suave pajeo, la verdad que no era muy experta en el tema, pero sus gloriosas tetas lo valían, su respiración se hacía más profunda y claramente sentí un gemido de ella que intentó disimular, estaba próximo a conseguir lo que por un momento creí imposible, pero ya llevaba 2000 Euros e menos de cinco minutos.

La verdad que los dos casi perdimos la noción del tiempo, lo sé porque con tanto pajeo y calentura yo también comencé a suspirar y acercarme peligrosamente a una corrida, afortunadamente ella me apartó de sus tetas brillantes de saliva y con los pezones duros como piedras, definitivamente ambos estábamos calientes

  • Claudio: Déjame probar tu conejito por digamos 1000 Euros.
  • Ana: Dije nada de follar.
  • Claudio: No lo haré con mi boca eso no es follar, solo quiero probar tus flujos embrujadores.
  • Ana: Pero solo la boca….
  • Claudio: ¿Si pongo 200 Euros más te puedo acariciar el culito con mis manos mientras te como el conejito?
  • Ana: Mmm no losé, además no hemos fijado el tiempo….
  • Claudio: Dos minutos y tú controlas el tiempo…
  • Ana: Bueno (lo aceptó de inmediato, ni siquiera negoció)

Se sacó los zapatos deportivos que vestía y le ayudé a bajar sus jeans elasticados que resaltaban su figura, para luego bajar sus bragas, ahora Ana estaba completamente desnuda ante mí. Se sentó en la cama subió sus piernas y me dejó su conejito totalmente expuesto, su monte de Venus era abultado, no tenía vello púbico, era un manjar digno de los dioses, incluso su barriguita, que mostraba unos rollitos y algo de tripita, hacían que me calentara aún más. Sin pedir permiso o esperar que ella iniciara la cuenta o dijera listo a comenzar, me lancé a por ella. Mi boca intento abarcar el máximo de extensión de su monte, ahora dejó escapar un profundo suspiro y ya sin tapujos empezó a gemir, luego tomó mi cabeza para profundizar mis caricias, especialmente cuando mi lengua comenzó a apropiarse de su rajita y la penetró para catar sus fluidos.

Ahora el tiempo pasaba pero no había una cuenta real por su parte, Ana estaba entregada al goce que le propinaba con mi boca y lengua, cuando ya comencé a rozar su clítoris con la punta de mi lengua, ella me tomó mi cabeza y comenzó a mover sus caderas, lo que me permitió meter mis manos bajo sus nalgas, las que apretaba y masajeaba. Hasta que ella de pronto aceleró el ritmo de sus caderas y lanzó un tremendo alarido.

  • ¡Ahhhh!!!!  Mmeee corro cabrón sigue, sigue, sigue……

De pronto apretó su pubis contra mi boca y dejó de moverse, casi no podía respirar pero mi boca y lengua no pararon de someter su coñito a mis caricias, prácticamente Ana estaba derrengada sobre la cama con su respiración más que agitada

  • Claudio: estas bien Ana.
  • Ana: Ahh… sí… solo déjame que tome aliento…
  • Claudio: Ana…. Te deseo…..
  • Ana: No nada de follar…. ¿Cuánto me darías por una mamada?
  • Claudio: 200 Euros, pero 600 si hacemos un 69.
  • Ana: Pero eso es… la interrumpí.
  • Claudio: Eso no es muy diferente a lo que ya hemos hecho, tu coñito y tu anito seguirán como siempre, eso no es engañar a nadie y serán otras tres tardes de ensueño por solo tres minutos de tu vida que tú controlarás.
  • Ana: Bien, pero sácate la ropa, quiero que estemos en las mismas condiciones.
  • Claudio: Muy bien dije y procedí a cumplir con lo requerido

Me tendí en la cama y ella se puso rápidamente en posición, miró el reloj de la pared y dijo listo, a lo que yo procedí colgarme de su coñito mientras con mis manos acariciaba alternativamente el culito y las tetas, mientras ella daba cuenta de mi verga, que nuevamente se endureció después de que se había calmando un poco cuando la había hecho correrse con solo la boca.

Sentía como sus labios y su lengua acariciaban mi verga con un profundo deleite, es más, increíblemente llegué a notar sus labios en mi ingle, cosa que nunca me había sucedido en ninguna mamada anterior, y pese a que ahora tenía bastante más experiencia en aquello; su cabeza se aceleraba en la medida que yo le acariciaba el clítoris con mi lengua, los dos estábamos frenéticos, tanto que dudaba que ella llevara la cuenta de los minutos, menos de los segundos

Mis manos que alternaban en sobar sus curvas sentían como sus tetas se endurecían al igual que sus pezones, también sentía la suavidad de su culito, que era como acariciar terciopelo o seda, o tal vez mejor, su suavidad era incomparable o eso era lo que yo sentía, pasado unos minutos, ¡no sé cuantos!, estaba por correrme.

  • Claudio: Mghhf….me me corro.
  • Ana: ¿Cuánto por correrse en mi boca?, dijo deteniendo un instante la mamada.
  • Claudio: 400 Euros.
  • Ana: ¡Mgugh bienghf!, dijo sin sacarse mi verga de la boca.

Pronto comencé a derramar mi simiente en Ana, sintiendo como limpiaba todo su interior o cataba mi leche con su lengua, era un delirio sentir como una chica que creía seria, era realmente una profesional de las mamadas, ya no tenía muy claro de cuanto llevaba gastado, pero valía la pena cada centavo aún si perdía la apuesta.

Pese a haberme corrido profusamente, no dejé de comerle el coñito a Ana, pues no quería que su calentura bajase, y al cabo de otro minuto sentí como colapsaba en un tremendo orgasmo, en el cual literalmente me baño la cara de fluido vaginal, derrengándose sobre mí, apoyando su mejilla derecha en mi flácida verga.

La atraje hacia mí y la recosté a mi lado sin decir ninguna palabra. Como había tomado la pastilla azul, pese a no tener muchos deseos después de la monumental corrida mi verga se volvía a endurecer, comencé a acariciarla si decirle nada, mientras mi amiguito impulsado por la química se colocaba enhiesto nuevamente.

  • Ana: Te estás aprovechando
  • Claudio: Perdón no era mi intención, ¿qué tal 200 Euros por las caricias?
  • Ana: Muy bien, ¿Cuántos Euros llevamos?
  • Claudio: Mmm, no sé, déjame sacar la cuenta, le contesté mientras le acariciaba el coño y luego le besaba el cuello.
  • Ana: Veamos, 200 por la mostrada de tetas, 400 por la tocada de tetas, 600 por la chupada de tetas, 800 por la paja, 1000 por la comida de conejito….
  • Claudio: Más los doscientos por la sobada de culito.
  • Ana: Ah verdad, 200 más,… ¿cuántos van?
  • Claudio: 3200 Euros, más 600 de ahora…
  • Ana: No dejes de lado a los 400 de la corrida…
  • Claudio: verdad, le contesté mientras le acariciaba una teta con mi mejilla y la dedeaba en el coño sin que ella reparara en algo.
  • Ana: O sea, son
  • Claudio: 4200 Euros dije automáticamente, pero podemos redondearlos en 5000 si me dejas metértela…
  • Ana: Pero eso… no es lo que acordamos, dijo mientras mis dedos le martirizaban en coño, y se apoderaban de su clítoris, ya de por sí sensibilizado por mi lengua.
  • Claudio: ¿Lleguemos a 6000?
  • Ana: ¿En serio?
  • Claudio: Son 30 días de libertas en un casino o de descanso en algún resort con casino por una semana… Piénsalo, todo para disfrutarlo sin que nadie te vigile….
  • Ana: Mmmm no lo sé, me sentiría como una puta.
  • Claudio: Pero una linda y acaudalada putita y ¿si lo subimos a 7000 Euros?
  • Ana: Mmm puede ser, pero no le dirás a nadie….
  • Claudio: La verdad que solo a uno…
  • Ana: ¿Pero que pasa si me repudia y me abandona….?
  • Claudio: Solo le estarías pagando con la misma moneda y tengo pruebas suficientes como para que no le convenga divorciarse, jejeje.
  • Ana: ¿Tienes pruebas……?
  • Claudio: Sí en mi celular…¿quieres verlas?
  • Ana: No, no es necesario, me convenciste.
  • Claudio: Que bueno dije automáticamente, sin dejar de acariciar su coño, cosa que creo que la convenció más que todos mis argumentos, ya que estaba perdida de cachonda.

Mientras ella se montaba a horcajadas sobre mi verga, apuntándosela a su coñito, yo pensaba que estos 7000 Euros eran la mejor inversión de mi vida, y los iba a disfrutar sin ningún miramiento, primero porque Ana es una preciosidad, luego porque Andrés se merecía que lo “cornamentaran” y tercero que los 100.000 Euros me vendrían muy bien, para la casa que queríamos con Maite.

No alcancé a terminar mi pensamiento cuando sentí el estrecho coñito deslizarse a lo largo de mi verga, era una delicia, sobre todo cuando Ana dijo

  • Uff, la tienes más gordita que Andrés…
  • Claudio: Y tú la tienes más apretadita que Carla

La verdad es que se me escapó, creo que no fue bueno compararla con su hermana, pero de pronto ella comenzó a botar sobre mí con furiosa pasión, casi como con ira, mi pobre amiguito apenas se mantenía dentro del cálido coñito, pues Ana se había transformado en una fiera.

  • ¿Quién es mejor, yo o mi hermana?
  • Claudio: La verdad es que son diferentes…. Y aún no terminamos….
  • Ana: Te demostraré que yo soy mejor, dijo rasguñándome los pectorales…

Cosa que me dolió y me provocó que le agarrara su culo y apretándolo hacia mí, profundicé las estocadas, mis caricias ya no eran caricias eran verdaderos agarrones, como queriendo estrujar los hipnóticos melones que tenía frente a mí.

Estuvimos follando por casi dos horas, hasta que me dijo que iba a buscar a sus chicos al colegio, y sin ducharse siquiera se vistió para salir corriendo, en todo esto solo logré captar lo mínimo de la sesión con mi móvil, lo que no era un problema ya que todo lo acontecido había quedado grabado en el sistema de vigilancia de la casa.

Cuando se marchó de la casa, revisé los videos de vigilancia, hice una copia en un pen-drive que tengo el llavero, luego me hice un café y aún pensando en la apuesta, le mandé a Andrés un lacónico mensaje que decía: “Has perdido…” Al cabo de unos minutos Andrés me llamó diciéndome:

  • ¿Pero qué coño dices…? no creo que Ana se halla dejado convencer por ti, lo dudo.
  • Claudio: Hola Andrés, repito que has perdido te envío un botón de muestra, usando el whatsapp, le mandé un juego de fotos captadas del video, donde claramente se veía como le daba duro a su mujercita.
  • Andrés: Eres un malnacido….hijo de pu…
  • Claudio: Un momento, el único mal nacido e hijo de puta que hay aquí eres tú, además te di la oportunidad de evitar lo que pasó, no me vengas con tonterías, además tu mismo dijiste, una apuesta es una apuesta y entre caballeros es un compromiso de honor. Así que cuando quieras me la pagas, pero no te demores mucho o tu mujercita será famosa por internet y tú famoso como el mayor astado de la manada.
  • Andrés: Muy bien, te pagaré, pero nada debe salir a la luz…
  • Claudio: Te doy mi palabra y no castigues a Ana, ya que la culpa es toda tuya.
  • Andrés: Adiós infeliz.

Luego llamé a mis chicas que a los pocos minutos llegaron con Florencia hecha un desastre, luego de hacerla caminar por los bosques cercanos a la ciudad, remar en una laguna y escalar unos cerros en busca de aves y otros animalito, como si fueran admiradoras de National Geographic. Cuando les pregunté el motivo de su aventura, me dijeron que solo les pareció divertido, nada más.

Para celebrar a Maite se le ocurrió que nos ducháramos los cuatro en el gran cuarto de baño de Flor, ella aunque avergonzada, se dejó llevar por mi mujercita, y de un momento a otro, me encontraba en la ducha comiendo tetas, acariciando culos y mi mujercita comiendo coños, la verdad es que ella disfrutó más que yo dado que no me podía ni mi alma de cansado.

Epílogo:

Andrés pagó la apuesta sin demora, cosa que le reconozco; al hacerlo me dijo “cuñado una apuesta es una apuesta”. En todo caso no he vuelto a apostar en los meses siguientes y no creo que lo haga en el futuro, en especial con mis cuñados, pues por su afán de ganar o vengarse, todo puede ser y nuestra sociedad comercial se puede ir al trasto.

En cuanto a las chicas involucradas en la apuesta y aquellas que sin ser parte de ella fueron víctimas inocentes de todo, comenzaré por decir que fue del destino inmediato de las que eran blanco de mi cuñado, el cual sigue como si nada hubiese pasado, o así aparenta ser:

  1. Amelia Abogado que era amiga Ana, ya no lo es, y varias cuentas que llevaba en su círculo de amistades se terminaron, pues se corrió el rumor de que no era trigo muy limpio, en eso creo que la familia de Florencia tiene algo que ver.
  2. La secretaria de Raúl, fue despedida al poco tiempo a instancias de Andrés, pues ella se había enganchado con él muy fuerte y como ya saben “ni en la cocina, ni la oficina ni la vecina”, creo que fue una medida salomónica (solo veo la paja en el ojo ajeno).
  3. La Tía Patricia nunca más intimó con Andrés ni conmigo, creo que lo que hizo solo fue venganza.
  4. En cuanto a Merche, su marido supo del Affaire con Andrés y él junto con un hermano, le dieron una brutal paliza a Andrés, que si no es por la Policía no sale vivo, luego fue dejada por el cornudo.
  5. Bárbara la amiga de Ana, ya no lo es, poco y nada he sabido de ella.
  6. Doña Angustias lo acosó un tiempo, pero al ver el rechazo dejó de hacerlo, buscando a otro gilipollas que la tomara en cuanta.
  7. Ainhoa nunca se acotó con Andrés y ha sido fiel a su novio y próximamente se casará, a la boda estamos todos invitados.

Por mi parte, mi vida si cambió, creo que en forma casi dramática, ya que de ser un pardillo en asuntos de sexo y aventuras fuera del matrimonio, ahora debo lidiar con las consecuencias de la apuesta.

  1. Mary, la prima de Maite…digamos que es mi otra esposa, la verdad es que los tres nos llevamos muy bien, sus niñas son encantadoras y al igual que los míos se han adaptado muy bien a la singular familia que hemos formado. Alexandra, ha modificado a mi Martín a su antojo, creo que para mejor, o así lo espero.
  2. En cuanto a Berta, sigue siendo amiga de Maite y en algunas ocasiones hemos hecho un trió e incluso un cuarteto con Mary, afortunadamente no ha sido muy seguido, pues ha encontrado un novio que aplaca un poco sus bajas pasiones.
  3. Carla la esposa de Raúl volvió con su profesor, aduciendo que yo estoy muy demandado y no tengo tiempo para ella, lo cual de alguna forma es cierto, ¡Gracias a Dios!
  4. Fernanda la hija de Carla, que cada día está más guapa se ha liado con Martín y Alexandra, ya no suspira por mí y creo que es mejor así, ¡uff ya no soy un viejo verde!
  5. Florencia o Flor como le gusta que le diga, me tiene como amante permanente y dos días a la semana debo cumplir con mis “obligaciones”, en alguna de estas ocasiones me ha acompañado Maite e incluso Mary, la que ya se adaptó al estilo de vida de Maite. En todo caso la veo feliz y muy activa, participando en un club de observación de aves.
  6. Paola, la prima de la prima (Mary) de Maite dejó al marido y se fue a vivir a un piso cercano a casa, la verdad es que ahora me atiende gratis a domicilio por mi Sexopatía. Todos incluso los chicos hacen bromas al respecto, son otros dos días en que me tengo que “sacrificar”
  7. Ana no ha vuelto a repetir conmigo y según sé, no fue al casino, solo cambió de coche y obligó a Andrés a dejar de espiarla, aparentemente cada uno vive a sus aires.

Como corolario, desde la apuesta, Pilar va a mi oficina una vez al mes para que le dicte una carta mientras la follo, en cuanto a secretaria Paula, ella ahora se cree propietaria de mi verga, por lo que a lo menos una vez a semana debo satisfacer sus deseos y llevarla en cada viaje de negocios que tengo, incluso si al viaje me acompaña Maite o Mary. ¡Ahhh! se me olvidaba decirles que he bajado 10 kilos en seis meses, el sexo es una buena forma de estar en forma (si no se mueren en el intento), espero poder seguir aguantando, pero les recomiendo no apuesten.