La Apuesta: Capítulo 7 A Un Objetivo de Ganar
Los planes de Claudio parecen resultar y por fin logra estar más cerca de la victoria, pero surgen algunas complicaciones
Capítulo 7: A Un Objetivo de Ganar
Entré al despacho de Paola, pese a que no esperaba nada en especial, ella me recibió mucho más amigable que las vences anteriores si eso es posible, además estaba muy linda, se notaba que se había maquillado mejor que lo habitual, tal vez como para ir a una fiesta y sus ropas, que no puedo decir, no vestía una bata o algo anodino como de costumbre, es más el jersey y la falda resaltaban sus preciosas curvas, que sin ser exuberantes daban ganas de admirarlas sin descanso, ¡sinceramente la encontré que estaba matadora!, por lo que tuve que decírselo:
- Mmm hoy te ves preciosa Paola.
- Paola: Gracias pero estoy igual que siempre….
- Claudio: Bueno siempre estas preciosa, pero hoy estas deslumbrante.
- Paola: Vamos hombre no seas adulador que soy la de siempre
Me senté en el sofá y ella en la silla alta, comenzamos a conversar, ella me preguntaba, solicitándome que le narrara mis experiencias sexuales, por lo que nuevamente recurría a las tenida desde que me desvirgué en el último año de secundaria a la fecha, agregando algo de fantasía para adornar las narraciones y en cada momento que le decía algo que ella encontraba interesante de donde “tomarse”, profundizaba sus preguntas, creo que me exprimía mis pensamientos, ahondando en mi psiquis. Pasado los primeros minutos nada me hacía presagiar que la follaría, sinceramente me parecía que cumplía con su labor profesional con total dedicación.
- Paola: Mira Claudio, por más que quiero clarificar un diagnóstico, no puedo decirte que sea un “sexópata”, tal vez un poco intenso en el sexo, pero nada más.
- Claudio: Paola, tal vez no lo sea según tú, pero al ver una chica me muero por poseerla y de hecho cuando te miro me muero por ti, es más, te deseo con locura.
- Paola: Mira, el sentir deseos por otra persona no necesariamente es ser un desequilibrado o “sexópata", creo que tienes la libido alta y hay varias formas de regularla, puede ser meditación, sesiones de caricias con tu mujer….
- Claudio: ¿Pueden ser las sesiones de caricia contigo?
- Paola: Entiendo que deseas recuperarte o equilibrar tu vida, pero sesiones de caricias conmigo puede que te provoquen un problema… especialmente conociendo a tu mujer….
- Claudio: Las sesiones si las hago con mi mujer probablemente me mande a freir monos al África, ella es algo fría conmigo, si tú me haces las sesiones creo que me harán mejor.
- Paola: Pero ese tipo de sesiones son para parejas, creo que les haría bien a los dos, incluso puede desencadenar en sexo muy placentero…
Me puse de pie y sin ningún tapujo la tomé de la mano y la conduje para que se sentara a mi lado en el sofá en que ella sienta a los pacientes y le dije:
- Probemos una sola vez, para ver si mejoro
- Paola: Si lo hacemos los dos…creo que no vas a mejorar, solo levantaras tu libido más de lo que ya la tienes.
- Claudio: Paola, el probar no me provocará problemas, solo apaciguará mis ansias de sexo
- Paola: Mira no creo que sea bueno, si se llega a saber nos puede provocar problemas familiares…
- Claudio: No creo que solo caricias nos pueda provocar problemas, ni con mi mujer ni con nadie, es que solo que no resisto que me comprendan como tú lo haces.
- Paola: Pero Claudito, yo soy casada y tu también.
Sin decirle más la besé con todas mis ansias, ella intentó rechazarme como unos dos o tres segundos pero rápidamente sucumbió a mis caricias, me separé de ella un instante, para ver que sus ojos estaban llenos de deseo, por fin estaba donde yo la quería… Continué con el magreo, a lo que sume caricias por todo su cuerpo, ella intentaba tomarme las manos para controlarlas de alguna forma, claro que sin mucho éxito, cuando por fin le tomé sus tersas tetas, ella se entregó a mis caricias sin mayor reparo, solo pronunció a unas vanas palabras entre sus gemidos y suspiros:
- No, Claudio, mmm no debemos…ahhh, no soy casada….mmm no es…
- Claudio: Paola pese al riesgo de ser molido a golpes por tu marido, debo confesarte que me tienes embrujado.
- Paola: Pero….mmm, no debemos….
La seguí besando hasta que metí una mano bajo su falda posándola en su Monte de Venus por sobre sus bragas, su coño se notaba caliente y húmedo, probablemente desde que le narré todas mi aventuras, ambos ya estábamos muy calientes, tanto que en un momento le tomé una mano y la puse sobre mi verga.
- Paula: Mno, no debemos hacer esto, es una locura si se entera Maite nos mata…
- Claudio: Mmm Paola, no es una locura…. Mm en realidadsí pero te deseo y en cuanto a Maite, lo único que quiere es que te folle para salir de mi locura.
- Paola: ¿Ella lo sabe?.... ¿se lo dijiste?
- Claudio: ¡Sí!, es más si quieres la llamas y le preguntas…
- Paola: No te creo, estás loco…. No puidiste hacer eso
- Claudio: Mmmm sí lo hice, puedes llamarla cuando lo desee le dije mientras liberaba mi erecta verga de su encierro
- Paula: No insistas que lo puedo hacer….dijo mientras tomaba mi candente hombría y la pajeaba suavemente
- Claudio: ¡Hazlo!.... sí así veras que mi mujer es una zorrita como tú.
Paola, de pronto dejó mi verga y yendo a su escritorio toma su móvil mirándome fijamente a la cara mientras busca el número de Maite, como queriendo ver mi reacción, yo la miro con lujuria pensando (cree que me echaré para atrás), cuando comienza el llamado me levanto de mi asiento y me aproximo a ella…abrazándola por el culo pegándola a mí.
- Paola: Hola Maite, a que no adivinas ¡con quien estoy!
- Maite: Hola Paola, ¿cómo estás?….. ¿estás con mi maridito?
- Paola: Síiii…bien, adivinaste.
- Maite: Lo sabía, pues me dijo que acudiría a ti por sus tonteras.
- Paola: Tal vez no sean tonteras, creo que ustedes tienen un problema…mmmm.
En medio de la conversación le amaso los cachetes del culo metiendo mis manos bajo su bragas, besándole el cuello que la hace estremecer, parece que he descubierto un lugar interesante.
- Maite: ¿Sigue con que es sexópata?
- Paola: Sí, pero yendo al caso, tu maridito insiste en que te pregunte algo (lo dice mirándome a los ojos, mientras le sobo el coñito y el culo)
- Maite: Lo que quieras, todo para que se le pase su obsesión.
- Paola: Tu marido me dice que tu sabes que desea follarme…(cuando dice eso le tomo las dos tetas y dejo mi verga apoyada en su ya anegado coño)
- Maite: Sí, y al igual que él, creo que si te folla, se le acabaran todas sus ansias y rarezas.
- Paola: Pero…. No te pones celosa por eso.
- Maite: A estas alturas, sé que no me dejará por otra y que mientras me tenga tan bien servida, que se folle a quien quiera, claro que sin dejarme pringada de alguna peste, jajaja
Paola sorprendida tanto por mi osadía como por la respuesta de mi mujer no reacciona y se deja hacer, le amaso sus tetas y la miro mientras aún sostiene el celular, ella perturbada sigue con la conversación:
- Paola: Pero en serio dejarías que tu marido te engañe con otra.
- Maite: No, no dejaría nunca que me engañe, el siempre debe contarme la verdad… por eso cuando insistentemente me dijo que quería follarte, me aburrí y le dije que lo intentara, pero de hacerlo me tenía que contar..
- Paola: ¿Pero en serio no te da celos…?
- Maite: No, mientras el no me mienta y las reglas sean parejas para los dos.
- Paola: Pperoo, mm mientras, el te pone los cuernos tú estás muy relajada.
- Maite: T elo dije… el folla a otra y yo hago lo mismo…jajaja
- Paola: Te… te tengo que cortar…¡tú marido me quiere follar!....
- Maite: Pásalo bien, el folla como los dioses, jejeje
Para cuando terminó el llamado, le tenía las tetas al aire y le acariciaba los pezones duros como piedra, por fin ella me miró con sus lindo ojos tan bien maquillados, dejando escapar u profundo suspiro, dejó su móvil a un lado y sacó el cinturón de mis pantalones, bajó el cierre de mi bragueta dejándome desnudo como “el Pato Donald” para que lo comprendan mejor, se arrodilló y comenzó a darme una mamada en regla. Ahora ella se sentía totalmente autorizada a proceder libremente, lo más extraño es que de ese momento, todo transcurrió en el más completo silencio, por fin mi objetivo número seis estaba casi completamente conquistado.
- Claudio: Vamos Paola que quiero follarte, hagámoslo en el sofá.
- Paola: Mmmm…bie…bien.
Al dejar mi verga y ponerse de pie, la tomé por su orondo culo y la besé de tornillo, ella respiraba agitadamente mientras le amasaba sus posaderas, lo que junto con la lucha de lenguas que se desarrollaba en nuestras bocas nos calentaba más y más. Luego le subí la falda y le puse mi verga entre las piernas por sobre la rajita del coño; el que solo estaba cubierto por sus bragas, lentamente la llevé al sofá, sin siquiera despegarnos un poco, sentía como su Monte de Venus y piernas rozaba mi verga, estaba que perdía la razón, me senté en medio del sofá, alcancé a ver como ella se corría a un lado la tanga y se montaba a horcajadas sobre mí, para meterse mi verga hasta la empuñadura.
Seguimos en silencio, le liberé sus tetas para darme un festín con ellas, sin ser grandes, estaban coronadas de unos lindos pezones y unas areolas que sobresalían con un tenue rosado un poco más intenso que su nívea piel.
Todo era suave cuando de pronto, ella comenzó a cabalgarme con mayor intensidad mientras sus tetas imposibles ya de comer con pausada calma saltaban frente a mis ojos, por lo que comencé a acariciarla por todas partes, no quería dejar ningún retazo de piel sin explorar.
- Mmm que rica está tu verga…. Me llena mucho.
- Claudio: ¿Te gusta?, porque tú me encantas.
- Paola: También me encantas, desde siempre te encontré atractivo, pero mmm mi marido es terrible...
Seguimos follando por varios minutos hasta que ella comenzó a gemir y decir barbaridades en voz baja, creo que deseando que no se escuchara en toda la consulta, al poco me dijo el oído:
- Mmmee… coorrooo, sigue dale duro, me cooorrooo.
- Claudio: Te gusta tu sexópata…..te gusta que te envergue tu degenerado…
- Paola: Siiii…. Me encanta dale correte dentro…mmee corrooo.
- Claudio: Ufff…. Yo también, me corro.
Al sentir como su vagina se estremecía por el placer alcanzado me apretó de tal forma mi verga que me hizo correr profusamente, me abrazó pegando sus tetas a mi cara casi sin dejarme respirar quedando pegada a mí (debo decir que morir asfixiado por esas deliciosa y turgentes tetas es la muerte digna de un guerrero).
Paola es una delicia de mujer, su ternura invade a todos y en especial a mí, lo que me hacía ser cariñoso con ella. Noté eso sí, que al acariciarla con suavidad, los pelitos de su cuerpo se erizaron y me dijo que por favor no la tocara, que no resistía ningún roce más de mis dedos, estaba como electrificada, cosa que encontré increíble; a Maite y Mary le había pasado cosas parecidas pero para ella los simples roces le resultaban casi imposibles de soportar, cosa que me causaba mucho morbo; pero no quería espantarla con esa dulce tortura, por lo que me quedé quieto hasta que se recuperó pasado unos pocos minutos.
Al sentirse recuperada, Paola nuevamente me miró y tomando mi morcillona verga, se la metió a la boca y empezó a estimularla, sentía como su lengua recorría mi frenillo, acariciaba mi glande y daba mordisquitos a mi tronco, era realmente una maestra en el arte del felatio, pronto me tuvo en condiciones nuevamente y sin más se giró sentándose encima de mí dándome la espalda para decirme:
- Agarra mis tetas aprétalas duro y lléname el coño con la verga. Dame duro de nuevo, quiero que me des sin parar y después me acabas en la tetas.
- Claudio: ¿Te gustaría eso?
- Paola: Si me has puesto muy zorra, nunca me lo han hecho, pero siempre lo he querido. Pero el energúmeno de mi maridito no sale del misionero y rara vez me saca una corrida.
- Claudio: Bueno si así lo quieres, así será, ¿te gustaría inmortalizar tu corrida?
- Paula: ¿Cómo?
- Claudio: Con el móvil.
- Paula: ¿Pero….mmmm, no será peligroso?
- Claudio: No ya que es solo para mí y para ti.
- Paula: Mmm bueno, ¿dónde está tu móvil?
- Claudio: En mi pantalón.
Ella se salió tomó mi móvil, me pidió la clave y comenzó a gravar el video, quedé anonadado cuando ella se hacía verdaderos acercamientos a su coño siendo ensartado por mi verga, también me pidió que le tomara sus tetas y juntara sus pezones mientras ella botaba sobre mí, sin que dejara de apretarlas. Paula quería sentirse muy puta según sus propias palabras, siguió grabando, hasta que al correrse me pasó el móvil. La saqué de encima y la senté en el sofá, para después de correrme sobre sus tetas, dejando mucha lefa, como se diría las pringué con todo, incluso me reí cuando ella juntaba mi leche con una mano y se la metía a la boca con sus dedos y los chupaba con desvergüenza.
- Claudio: Mira Paola, después de ver como gozas con el sexo, creo que la sexópata eres tú, jajaja
- Después de tener sexo contigo debo reconocer que solo sería sicópata contigo, me tienes que dar duro a lo menos dos veces a la semana, jajaja.
- Claudio: No sé si pueda Maite me demanda mucho al igual que las otras chicas. jejeje.
- Paola: Prométeme que me darás una buena cogida, a lo menos una vez a la semana.
- Claudio: Te lo prometo.
Los restantes minutos de la consulta que tuvimos, solo nos dedicamos a componernos y besarnos como unos adolescentes, Paola es una chica tierna y divertida, lamentablemente casada con un energúmeno que si bien no la maltrata, la tiene más como un objeto de colección que como su amada.
Al momento de salir de la consulta le dijo a su asistente Natalia, que me anotara doble hora para la semana siguiente, cosa que ya había hecho la chica basada en nuestra conversación anterior. Con la conquista número seis adjudicada, salí contento rumbo a mi oficina, mientras caminaba solo pensaba en mi último desafío y la forma en que podía bloquear la posibilidades de Andrés de vencerme. El tiempo para los dos se nos terminaba y no teníamos tiempo que perder.
Llegando a la oficina mi secretaria Paula me advierte que Andrés está esperándome en el interior, cosa que solo significaba una cosa, que había logrado otro de sus objetivos y venía a solazarse de mis pocos éxitos, por lo que debería soportar sus burlas, cosa a lo que no estaba dispuesto.
- Hola Claudito me dijo tan solo al entrar…
- Hola Andrés ¿qué te trae por aquí?
- Andrés: Bueno saber cómo estás y contarte que logré una conquista más.
- Claudio: Mmm, ¿si cual?
- Andrés: Bárbara la amiga de mi mujer, me costó pero lo logré, incluso llegué a pensar que era lesbiana, pero no, resultó que era normal, jajaja.
- Claudio: Te felicito, te faltan menos….
- Andrés: Y a ti como te va…
- Claudio: Muy bien, solo me falta una.
- Andrés:¿Qué? ¿Solo una?, pero eso es imposible.
- Claudio: No, solo me falta la última.
- Andrés: No te creo demuéstralo.
- Claudio: Muy bien, deberás tener paciencia, pues son seis videos.
En la medida que le iba mostrando los videos su rostro de confianza y de canchero fue cambiando, hasta que al ver el video de Paola me decía incrédulo que era imposible, luego alegaba que la familia de su esposa eran todas unas putas y que la apuesta era inválida y un montón de tonteras al ver que yo estaba demasiado cerca de vencerlo, ante lo cual le dije:
- Claudio: Andrés, si te declaras perdedor no iré a por tu esposa y terminamos la apuesta.
- Andrés: No, aún me queda tiempo para las dos últimas chicas, además que mi Ana me será totalmente fiel.
- Claudio: Recuerda que es un trato de caballeros, por lo que no se vale poner a las partes sobre aviso.
- Andrés: No…. no lo haré, no le diré a Ana.
Efectivamente no le dijo a Ana, se lo dijo a Maite, la cual como la mejor actriz de teleserie hizo todo tipo de escándalo cuando Andrés se lo contó, tanto que hasta Mary nuestra “protegida” se enteró de la mencionada apuesta. Al llegar a casa me encontré con un panorama que fue tragicómico por un lado tenía a Maite divertida y con ataques de risa.
Por otro lado me encontré con una Mary con cara de pocos amigos y ojos llorosos, por lo que luego del relató con todo tipo de pormenores dado a mi mujercita, me dediqué a conversar con Mary, la cual se sentía muy dolida y engañada, porque según ella solo había sido una apuesta y no un sentimiento real. Me costó casi una hora convencerla de que no era como ella lo pensaba y si no hubiese sido por el apoyo de mi Maite, creo que nunca la hubiese convencido de lo contrario.
En la noche me escabullí a mi cuarto y les hice el amor a las dos, no fue solo sexo, realmente les hice el amor, no puedo decir que fuese un trío o “ménage à trois”, porque partí por Mary ante la atenta mirada de Maite y luego seguí por mi Maite, ante la avergonzada mirada de su prima preferida, lamentablemente después fui devuelto al sofá.
Al día siguiente me encontré con otra sorpresa antes de salir a trabajar, ni más ni menos mi hijito mayor Martín, me pide hablar un tema de hombres, cosa que no pude negar y nos encerramos en mi pequeño despacho unos minutos antes de que saliera a su colegio.
- Dime ¿qué quieres hablar Martín?
- Martín: Papá, creo que estoy enamorado de mi prima Alexa.
- Claudio: ¿Por qué crees eso?
- Martín: El estar cerca de ella y hablar con ella me vuelve loco, mi corazón late fuerte, siento cosas raras, me emociono y cosas así, pero no sé si puedo hacer cosas con ella, pues es mi prima.
Claudio: Mira Martín, es normal sentir cosas por una joven tan linda como es Alexa, no sé si será amor,… puede ser como puede que solo sea un “enamoramiento”, lo que solo el tiempo puede aclarar… lo único que te puedo decir son tres cosas:
Tienes que decírselo aunque te cueste y seas rechazado
- Si no eres rechazado, debes tratarla como una mujer… o sea no son diosas, ni ángeles ni un ser diferente, son humanas
Y por último si llegan a algo más, no hagas nada sin tomar precauciones.
Martín: Pero papá, ¿qué pasa si ella me rechaza?
- Claudio: Es mejor saberlo que estar toda la vida en las tinieblas de la duda y como dicen los verdaderos hombres, el que no se arriesga no cruza el río, pero no por ser arriesgado se hacen locuras, ¿entendido?
- Martín: ¿Eso tiene que ver con el tercer punto?
- Claudio: Sí hijo mío, claramente en la situación que vivimos no te puedo prohibir que quieras tener algo con Alexandra, pero si llegan a desearlo ambos, que no se perjudiquen el futuro; los dos recién están saliendo de la niñez y hay errores que no hay que cometer a esas alturas de la vida.
- Martín: Pero tener hijos no es un error.
- Claudio: A tu edad si lo son, por más bello que sea engendrar una vida, por lo cual al igual que en los partidos de futbol que tu juegas, ¡siempre se juegan con la camiseta puesta!.
- Martín: Lo entiendo papá, una última cosa.
- Claudio: ¿Cuál?
- Martín: ¿Cómo se compran camisetas y si puedes comprarlas por mí?
- Claudio: Jejeje, se compran por talla al igual que las de futbol, es algo personal, pero te puedo acompañar si te da algo de vergüenza.
- Martín: Gracias papá, te espero por la tarde para comprar las camisetas y estar preparado.
- Claudio: Veo que estas decidido y demasiado optimista, jajaja.
- Martín: Como dijiste, el que no se arriesga no cruza el río, jejeje.
Luego de salir de casa me dirigí a la oficina y le dije a Paula que me comunicara con la tía Patricia del jardín de infantes de mi sobrino, a lo que mi secretaria curiosa me pregunta
- ¿Para que quiere hablar con una maestra jardinera?
- Claudio: Mira Paula, no es de tu incumbencia y no te lo puedes imaginar, pero te lo diré. Simplemente para ganar una apuesta.
- Paula: Perdón don Claudio, es que….
- Claudio: No importa, por favor comunícame.
Pasó un buen rato, en el que me entretuve con las carpetas e informes de trabajo que me demandaba mi quehacer normal, luego de casi dos horas Paula me llama y me dice
- Le paso el llamado de la Señorita Patricia.
- Patricia: Hola ¿con quién hablo?
- Claudio: Perdón tía Patricia, soy el tío de Julito NNNN, quería hablarle de mi sobrino.
- Patricia: Perdón pero no puedo hablar de alumnos con personas que no son sus apoderados y menos si nos los conozco en persona.
- Claudio: Tía Patricia le encuentro toda la razón, por lo que le pediría una entrevista, si puede ser a la brevedad, en lo posible hoy mismo.
- Patricia: Mmm no sé, ¿sobre qué tema sería?
- Claudio: No lo puedo decir por teléfono, solo en persona
- Patricia: Bueno, por la tarde de 19:00 horas a 19:30 lo puedo recibir si es urgente.
- Claudio: Lo es, estaré allí a esa hora.
Por la tarde, tuve que mantener a raya a Paula y a Pilar que querían disfrutar de mis atenciones, pero lamentablemente no soy de acero y tanta actividad me agota, por lo que debía reservar mis pocas fuerzas en otros objetivos, el primero sería tía Patricia y el segundo sería Ana, para el cual debía conversar con Maite, pese a que con la experiencia adquirida creo que ya no necesitaba de asesorías, pero no quería restar a Maite, toda vez que ella la deseaba con pasión.
Luego pasada las 18:00 horas, llegó un llamado de Berta que pedía “cita” para mantener sus ansias calmadas, por lo que le pedí pasar por la oficina al día siguiente temprano, acordamos a las 09:00 horas, luego me llamó Fernanda diciéndome que necesitaba una clase particular de cálculo para el viernes o sábado, acordamos que fuese el sábado y finalmente Carla, que me pedía que le hiciera el amor el miércoles o cuando yo pudiera, la verdad es que las consecuencias de la apuesta se me estaba escapando de las manos.
Cuando creí prudente salí en dirección al jardín de infantes de mi sobrino Julito para hablar con la tía Patricia, cual con una puntualidad inglesa me recibió en un pequeño despacho aislado de los infantes que aún no eran retirados del establecimiento, debo reconocer que esta joven trigueña de ojos color miel me impactó por su belleza delicada, la verdad es que me gustaría ser un infante para recibir sus enseñanzas cada día, pero ya soy algo crecidito. Pasado mi momento de contemplación, me señaló un asiento y me dijo:
- Patricia: Dígame que pasa y veré si puedo ayudarlo.
- Claudio: Ehh, la verdad… es que
Mi mente en un momento se llenó de tribulaciones, no supe que decir o lo que había pensado me pareció idiota, pero debía continuar y preferí ser “idiotamente sincero”.
- Patricia: Don Claudio, por favor no sea tímido, estoy para escuchar cualquiera que sea su problema si es que atañe a Julito.
- Claudio: La verdad es que más que un problema de Julito, es un problema mío y de su padre.
- Patricia: No le entiendo, ¿Cuál es el problema de ustedes dos?
- Claudio: Nos gusta la misma mujer….
- Patricia: Pero eso no es problema mío.
- Claudio: Si lo es, pues esa mujer es usted…
- Patricia: ¿Pe… pero qué dice?
- Claudio: Lo que oye, tanto al padre de Julito como a mí nos atrae usted, perdón si la incomodo, pero tenía que decirlo
Ella se levantó y me dijo que me retirara con una cara trasnfigurada de bella y dulce a lívida y enojada, lo que había escuchado de mí no era para nada de su agrado, en todo caso no me importaba si eso demoraba la conquista de Andrés, el que se merecía ser rechazado por la bella joven por su treta que me jugó con mi Maite. El momento en cuestión fue muy desagradable pero creo que funcionó, Andrés no se podrá acercar a ella por un tiempo si es que ella lo perdona.
Marché a casa donde me esperaba un optimista y ansioso hijo…. Continuará….