La Apuesta: Capítulo 6 El Regreso a Casa

La apuesta progresa en favor de Claudio, pero no exenta de dificultades.

Capítulo 6

El sábado nos levantamos relativamente tarde, jugué con los chicos hasta un poco antes del almuerzo, luego ellos se fueron a sus actividades de niños exploradores y quedamos solos con Maite para planificar la siguiente etapa del plan. No sentamos en la sala y me pasa los dos tarjetones, como supondrán son los correspondientes a doña Florencia y Paola, comienzo a leer el primero:

Paola:

Pelirroja de ojos verdes, prima de Mary, inteligente, alegre, un poco aniñada, la considero un demasiado “intensa” para mí gusto, pero soportable, madre de dos niños.

Casada con un tipo gigantesco más celoso que Otello, algo arrogante y pesado, además de ser bastante falto de humor.

Vive en Calle las Acacias 2301, cerca de tu oficina.

Respetada psicóloga, habla inglés, actualmente tiene una consulta a dos cuadras de ti en Av las Américas 2300 oficina 304.

Al igual que Mary, cuando puede asiste al gimnasio BUENFIT.

Dificultad: Su marido ya mandó a un tío al hospital por ser demasiado cariñoso con ella. Es una romántica impenitente y puede que esté enamorada del energúmeno.

Oportunidades: Además de trabajar cerca de ti no las sé. No ha experimentado relaciones homosexuales, ni tríos.

Medidas: Altura 1,76 metros pecho 96 copa D, cintura 68, culo 98

Debo confesar que Paola es una mujer muy atractiva, pero no es mi tipo, especialmente en su forma de ser, aún coincidiendo en muchos de nuestros gustos, como descubrí en nuestra última reunión familiar, incluso más que mis coincidencias con Maite, estaba cavilando en el punto cuando Maite me dice:

  • Como verás, no sé cómo enfrentar este objetivo, ella es un enigma para mí.
  • Claudio: Maite, aún no puedo creer que tengas hasta las medidas de cada una de ellas, pero que bueno, ¡así me imagino que tan buenas están!!
  • Maite: Oye te digo que no sé qué hacer con ellas y solo te preguntas ¿¡como están de buenas!?
  • Claudio: Perdón, pero ver su ficha me calentó de algún modo.
  • Maite: ¡Oye cada día estas más salido!, parece que no te basta con tu mujercita, que estoy tan buena o mejor que ellas.
  • Claudio: Tienes razón, siempre me ha alcanzado y sobrado contigo, pero ahora he descubierto nuevos horizontes de placer tomado de tu mano… en todo caso dime tus medidas, no se las tuyas.
  • Maite: ¿En seri no las sabes?... Mira corazón, mi estatura es de 1,74 metros, mis pechos 98 con copa DD, de cintura 64, y culo 92, estoy ¡más que buena!!!
  • Claudio: Me lo figuraba, siempre he considerado que estás más que buena, dije metiéndole una mano en las tetas.
  • Maite: Calma corazón que tenemos que planificar.
  • Claudio: Tienes razón… sigamos, ¿tienes la otra tarjeta

Comencé a leer la ficha de doña Flor, no pude evitar recordar nuestra última reunión y el diálogo surgido de nuestro viaje juntos de regreso a casa, debo confesar que ella y sus hijas sufren “el mal de la lagartija, la madre mejor que la hija”, especialmente en cuanto a tetas, y de cara creo que la de ella es más dulce y suave, no pude evitar sonreír al pensar en eso. La ficha dice prácticamente lo que pienso y sé de ella:

Flor:

Morena de ojos azules, madre de Carla y Ana, inteligente, refinada, demasiado  seria y contenida con la excepción del sábado pasado, fue profesora de secundaria hasta antes de casarse.

Viuda hace dos años, no se le conoce pretendiente o amante

Vive en Calle los Cipreses 1507, no muy lejos de nosotros.

No trabaja, ni sale mucho de su casa, tiene algunas amigas aún casadas por lo que no se visitan a menudo.

Tiene en su casa una sala para practicar yoga y recibir sesiones de Reiki.

Dificultad: Su reciente viudez y su encierro sin contacto con los demás, además es seguidora del Opus Dei.

Oportunidades: El sábado dejó una “cálida” conversación pendiente contigo. No ha experimentado relaciones homosexuales, ni tríos.

Medidas: Altura 1,66 metros pecho 100 copa E, cintura 68, culo 108, un bombón que me gustaría catar.

A primera impresión los dos objetivos se ven complicados, pero creo que con doña Flor tengo alguna posibilidad, eso basado en la conversación que tuve con ella el fin de semana pasado, en cuanto a Paola, creo que puedo hacer algo, dado los gustos que tiene similares a los míos y tiene su consulta cerca de mi oficina.

  • Claudio: Creo que debo atacar a doña Flor primero aprovechando lo que casualmente avancé con ella.
  • Maite: ¿Lo crees?.... ¿tanto avanzaste el sábado pasado?
  • Claudio: Sí, así lo creo, si la hubieras escuchado también pensaría lo mismo.
  • Maite: Bueno, ¿Cuándo iras a por ella?
  • Claudio: Creo que mañana, antes de misa.
  • Maite: Mejor sería hoy en la tarde, no creo que si va a ir a misa querrá follar.
  • Claudio: Jajaja….Creo que tienes razón
  • Maite: ¿Has pensado en Paola?, a mí no se me ocurre nada.
  • Claudio: Sí y creo que puedo hacer algo si voy a su consulta
  • Maite: ¿¡Cómo!?
  • Claudio: Iré como un paciente muy especial.
  • Maite: No entiendo, ¿Qué tan especial?
  • Claudio: Uno que sufre de “sexopatía” o algo así, jejeje.
  • Maite: Pero que ocurrente

Terminada nuestra planificación “estratégica”, almorzamos en la tranquilidad de la cocina ante la ausencia de nuestros retoños, debo confesar que si bien los extraño, de vez en cuando es bueno estar sin ellos. Después de lavar los trastos, aprovechamos su ausencia para tomar una “siesta mejorada” donde además de dormir, disfruté de Maite y ella de mí.

El sexo comenzó cuando nuevamente la acaricié por sobre sus ropas con mucho morbo, parecía como un niño que intenta adivinar que hay bajo el envoltorio del paquete de regalo, claro que después de todos estos años de casado yo lo sabía, pero ahora que descubrí que si bien el maravilloso hardware de mi mujercita es terreno bien conocido, tiene un nuevo “software sexual mejorado”, hicimos maravillas, ¡tantas!, que nuevamente no dejé ningún centímetro de su piel sin explorar y ninguna “aplicación sexual actualizada sin usar”. Ya completamente satisfechos decidimos que era hora de buscar el quinto objetivo, el que de cumplirse, sería la primera vez en que iría adelante en la apuesta….todo un logro si piensan en como era mi vida anterior al desafío que enfrentaba.

Me preparé con la ayuda de mi mujercita, y gracias a su recomendación pasé a comprar unos chocolates rellenos de licor, los que según me contó le encantaban a doña Florencia. Finalmente concurrí a su casa, durante el viaje me fui pensando cómo abordarla y llevarla a la cama, no se me ocurría nada, pero volví a mis raíces, lo mejor sería improvisar, soy muy buen español, eso se me da bien. Estacioné el coche cerca de su portal y me encaminé a tocar su timbre cuando ella abrió la puerta y me dijo

  • Pero que sorpresa, adelante Claudio, pasa.
  • Claudio: Ehh… gracias Flor, que bueno ser tan bien recibido, le traje este pequeño presente.
  • Flor: Ahh, chocolates de los que me gustan... eres un amor, hacía años que ningún galán me traía un presente… ¿qué te trae por aquí?
  • Claudio: El placer de verla; el que aumenta de verla así de feliz como no la veía hace mucho tiempo, dije dándole dos besos, el último le rocé los labios, inmediatamente me di cuenta que se puso roja como una quinceañera.
  • Flor: ¿Quieres una café?, señalándome un asiento mientras se dirigía a la cocina.
  • Claudio: Sí, claro, siempre será bienvenido ese oscura brebaje, jejeje… sobre todo luego de un largo y cansador viaje.
  • Flor: Ah, verdad que estuviste de viaje de negocios… ¿cómo estuvo eso?, me preguntó desde la cocina.
  • Claudio: Muy bien contesté mientras me dirigía a la cocina
  • Flor: ¿Para qué vienes? Ya llevo el café….me dijo mientras yo me ponía cerca suyo.
  • Claudio: Para acompañarla y ver si puedo ayudarla.
  • Flor: Gracias, eres un amor…. Podrías sacar el azúcar del gabinete superior, pues como ya casi no la uso no la tengo a mano
  • Claudio:¿Por qué no la usa? le pregunté elevando mi mano al sitio indicado mientras le rozaba el culo con parte de mi cuerpo (no quise ser muy descarado para no espantar la presa)
  • Flor: Porque estoy muy gorda….
  • Claudio: No… no lo está….
  • Flor: Pero me sobran varios kilitos….
  • Claudio: Los tiene justo donde deben estar…… Flor está preciosa y como dicen los gringos, es toda una MILF ….le dije sin dejar de rozarla
  • Flor: ¿Tú crees?.... me pregunto mientras acomodaba su portentoso culo para aumentar el contacto conmigo.
  • Claudio: Claro que lo creo, es la mujer más deseable que conozco.
  • Flor: Pero estoy vieja y tengo todo caído.
  • Claudio: De vieja nada y en cuanto a lo caído, no lo puedo asegurar, pero me parece que tiene de todo en abundancia, vamos que usted es una mujer de bandera.
  • Flor: Pero que dices, indudablemente eres un mentiroso.
  • Claudio: Flor usted es preciosa, es la más bella que conozco.
  • Flor: ¿Y tu mujercita?, dijo tomando la bandeja para llevarla a la sala.
  • Claudio: Es la segunda…. Pero no se lo diga o me matará, jejeje.
  • Flor: No, no se lo diré, será nuestro secreto, jajaja
  • Claudio: Gracias, no sabe cómo se pone cuando está celosa.
  • Flor: ¿Celosa de mi? ¡por favor!
  • Claudio: Por supuesto,… no sabe cómo me interrogó cuando la acompañé el sábado pasado.

Nos sentamos en el sofá y nos preparamos sendos café, no pude evitar mirarla con ojos llenos de deseo, creo que ella lo notó, pues estaba algo nerviosa y se sentía el centro de toda mi atención, parecía una quinceañera que era visitada por primera vez por un pretendiente.

  • Flor: Mmm sí que nochecita, jejeje….hacía tiempo que no me divertía tanto, pese a las tonterías que decía mi yerno Raúl.
  • Claudio: Sí, fue muy divertida y su yerno es divertido y estaba como un poco sublevado, ya me vengaré, jajaja.
  • Flor: Y yo estaba algo eufórica también….
  • Claudio: Pero encantadora, y como dije en esa oportunidad, tenemos una conversación pendiente.
  • Flor: No lo creo, recuerda que estaba un poco pasada de copas….
  • Claudio: Por eso mismo Flor, los niños y los pasados de copas dicen la verdad, jejeje.
  • Flor: Eres malo…..
  • Claudio: No, creo que soy lo suficientemente bueno para usted. Tanto como para que tengamos esta conversación
  • Flor: Es que estaba contenta y nostálgica de las atenciones de un galán como tú.
  • Claudio: Por eso mismo, aprovechamos que está contenta y que tiene toda mi atención le dije dejando mi taza de café en la mesita de centro, ella me quedó mirando con su taza en las manos, por lo que aproveché de besarla sin permiso

Cerró los ojos y no se movió, mi beso fue cándido y solo nuestros labios se estrecharon, pero en ningún momento me sentí rechazado, es más note que pese a sus nervios y al rubor que le subió por sus mejillas ella estaba feliz.

  • Flor: No debiste hacer eso, eres casado y soy mayor que tú…
  • Claudio: A Maite no le importa que esté aquí y no eres tan mayor, es más, ¡estás preciosa!
  • Flor: No te creo… ¿No es celosa Maite?, ¿No se enojará porque me viniste a ver?
  • Claudio: Para ser franco, a mi mujercita le gustan las chicas voluptuosas como tú y le pone mucho que yo las haga disfrutar y luego le cuente….
  • Flor: ¿En serio?.... ¿eso le gusta?....
  • Claudio: Sí, es más, le encantaría participar a ella también…
  • Flor: No te creo, lo dices para seducirme.
  • Claudio: Créame, además ya ambos sabemos que queremos disfrutar de nuestra mutua compañía.
  • Flor: Qué vergüenza hablando de sexo contigo…. No me lo puedo creer.

La volví a besar, ahora ella alcanzó a dejar la taza en la mesita y me acarició la cara mientras mi lengua buscaba entrar en su boca, se separó un poco de mí colocando sus manos en mi pecho como queriendo detener mis avances y ver algo más allá de lo evidente. La miré a sus lindos ojos azules y la volví a besar, ella profundizó mi beso abrazándome, no me lo podía creer, ¡estaba cerca de mi quinto objetivo!

Posé mis manos en su cintura, nuestras bocas no se despegaban ni un milímetro, ella estrechaba su abrazo cada vez más. Al notar la buena receptividad de mis caricias comencé a subir mis manos a sus tetas las que comencé a amasar por sobre su vestido, ella intentó bajar mis manos, pero su actuar era más una aceptación que un rechazo, por lo que bajé una de ellas y la posé en una de sus preciosas piernas, deslizándola por sobre las medias hasta sentir la desnudez de su carne trémula, entonces ella me dijo

  • Esto es una locura… no podemos hacer esto.
  • Claudio: Sí, es una locura, pero podemos y haremos esto…

Mientras la miraba a sus lindos ojos azules llenos de deseo reprimido por mucho tiempo, comencé a subir mi mano aún más, pese a que el ceñido vestido oponía resistencia a mi osado avance, me encontré con los extensos límites de unas grandes bragas, sin importar nada continué,… finalmente logré llegar a su abundante culo, la atraje hacia mí, nuestros cuerpos se fundieron en un aún más apretado abrazo. Mientras ella se dejaba amasar el culo con la otra mano sin que ella se diera cuenta o se opusiera (no lo sé en realidad), logré descorrer el cierre de su vestido, sin mediar más explicaciones le bajé uno de los tirantes dejando medio descubierto su sujetador, el que apenas podía contener esas apoteósicas tetas, lo poco que pude fijarme de su indumentaria que contenía la mayor fijación de mi libido, es que era un sujetador sin mucho arte, solo estaba destinado a poder mantener el precioso tesoro en su lugar.

  • Ummm, estas yendo muy rápido…. Ya me tienes toda desarmada.
  • Claudio: No puedo evitarlo, es casi imposible contenerse con tan bella mujer

Sin claudicar en mis intenciones continué con mi tarea de sacar a la luz aquellos melones, centro de mi fijación en el momento, claro que no por eso dejaba de acariciar las abundantes posaderas de mi quinto objetivo. En ese momento mi verga solo pujaba por salir de su encierro, pero doña Florencia aún se reprimía, solo me dejaba actuar, pero ella más allá de las caricias “convencionales” por decirlo de alguna manera, no hacía nada más, en ningún momento intentó tocarme mi enhiesta verga.

Cuando tenía ambos tirantes del vestido abajo y con el suficiente espacio para manipular su sujetador, no lo dudé ni un instante, como el más diestro de los amantes los solté en un instante, ella intentó evitar la caída del sujetador vencido por el peso de sus tetas, obviamente no lo logró y las tomé con una mano y mi boca, por lo que ella lanzó un profundo suspiro.

  • Eres igual que mi marido que en paz descanse, parece que mis tetas te ponen como loco.
  • Claudio: Es imposible evitar la tentación Flor, su marido era un ser humano de carne y hueso como yo.
  • Flor: Mmm… y las tratas tan bien como él lo hacía.

Comencé a comerle las abundantes tetas con pasión, ella siempre pudorosa no me decía o pedía nada, se dejaba hacer, por lo cual sacando la mano que tenía en su culo, la puse en su coño por sobre las bragas. Descubrí que el acceso a la delicada rajita cubierta de pelos, estaba completamente cubierto por una bragas grandes, casi gigantes, solo podía sentir su abultado Monte de Venus, el que despedía un calor intenso. Cuando por fin la rocé con los dedos nuevamente suspiró, pero esta vez abrió sus piernas lo suficiente para recibir mis caricias sobre su rajita sin problemas.

Demás está decir que su coño ya estaba mojado por los flujos vaginales, comencé a buscar una entrada por las orillas de las bragas junto con acariciar su rajita, era difícil pero no imposible, luego de un denodado esfuerzo logré introducir un dedo por una de las orillas de las bragas, doña Flor abrió sus piernas tanto que su vestido quedó como a las alturas de sus caderas, todo el asunto del acceso a tan preciados manjares había sido atareado, por lo que me excitaba mucho. Comencé a “dedearla” entre gemidos y suspiros, en ningún momento dejé de comerle las voluptuosas tetas, las que me tenían afiebrado de caliente

  • Mmmm…ahhhh, no eres casado y….ahhhh, yo soy mayor…..que…
  • Flor, estoy autorizado y tú no eres mayor…..mmm, eres “rica”, eres una diosa.

Pese a los remordimientos y la tenue oposición logré correrle las bragas a un lado y me saqué la verga lo necesario para evitar los atisbos de arrepentimiento que notaba en mi objetivo, una vez afuera me arrodillé entre sus piernas y procedía a envergarla, ella lanzó un profundo gemido cuando sintió mi endurecida verga en las profundidades de su humedecido coño, ¡que goce mas delicioso y morboso!, había logrado meter mi verga en tres generaciones de una misma familia.

Comencé un frenético mete saca aún con los pantalones puestos sujetos de mi cinturón y mi objetivo que ya no presentaba oposición alguna casi completamente vestida, de hecho su sujetador si bien estaba casi absolutamente afuera aún pendía de sus brazos. Flor ya no oponía resistencia alguna, como tampoco esgrimía algún argumento para a oponerse a la follada que le estaba dando. En algún instante algo cambió en ella, podía sentir como movía el culo para profundizar mis embates y sentir mi daga de carne hasta el fondo, sus suspiros y gemidos ya eran acallados, la sala de su casa ahora era el escenario de la liberación de Flor.

Continué follándola con su ayuda incondicional, por lo que aproveché de sacarle el sujetador y amasarle las tetas sin nada que me entorpeciera, mientras la miraba a su preciosa cara iluminada sus bellos ojos azules, podía adivinar las ansias acumuladas y su pasional aplacado por años de compostura, su bella mirada lo decía todo. Yo por mi parte, no podía negar que estaba disfrutando su apasionada entrega, hasta que tras una serie de fuertes gemidos, casi alaridos diría yo, ella se corrió como una burra. Fue tan imprevista la corrida, que no alcancé a correrme con ella, por lo que saqué mi verga y quise ponérsela en la boca para correrme con una mamada de tan bella mujer, pero

  • No, nunca he tenido una verga en la boca….
  • Claudio: ¿En serio?...... pero creo que lo disfrutará…. Es como chupar un helado o una paleta de dulce.
  • Flor: Mmme … me da asco….. nunca se lo hice a mi marido…
  • Claudio: Vamos Flor, atrévase, rompa los moldes… disfrute de la vida, no la ha probado aún, pero las chicas que si lo han hecho no están arrepentidas, argumenté.

Se la puse delicadamente en los labios y ella cerrando los ojos abrió tímidamente la boca, debo decir que sus dientes me rasparon el Glande un poco, pero una vez adentro comenzó a lamerla y chuparla. Por supuesto que no era una experta, pero dado el morbo y la delicadeza de sus caricias para mí era más que satisfactorio. Por primera vez podía quitar “la virginidad de boca” de alguien, lo que me puso bastante. Mientras me llevaba al edén, comencé a amasar sus tetas y pasarlas por mis cojones, su suavidad de alguna manera estimuló toda mi corrida llenando de leche su boca, trató de tragar parte de ella pero se trapicó y comenzó a toser por lo que tuve que sacar mi verga so riesgo de perderla, parte de mi entrega llegó hasta su barbilla y tetas (me dio risa pues la situación era muy “sui generis”).

Me senté a su lado ambos estábamos cansados, pero satisfechos, se limpió lo que pudo con una mano (la que quedó pringada de mi leche), luego me pasó la mano libre para que se la tomase, me miró como queriendo decir algo pero no se atrevía hasta que le dije:

  • Claudio: Vamos Flor, sé que quieres decir algo, dime que es.
  • Flor: Fue…. Maravilloso, pero no sé si fue bueno para la familia.
  • Claudio: También creo lo mismo, pero a diferencia tuya, si creo que esto nos unirá más y tienes un aliado en mí y una persona dispuesta a ayudarte en loque sea menester…
  • Flor: Gracias pero tu esposa….
  • Claudio: Flor, mi esposa solo querrá saber si quedó satisfecha conmigo, y querrá que le haga lo mismo que le hice a usted, y si alguna vez usted se atreve, querrá que hagamos un “ménage à trois” …
  • Uyyy…. Que vergüenza que sepa lo que hemos hecho…. No sé si podría mirar a la cara a tu esposa si supiera que hemos…. Tenido sexo.
  • Claudio: Florencia para que se acostumbre vamos a hacer lo siguiente….
  • Flor: ¿Qué?....
  • Claudio: Nos grabaremos mientras hacemos el amor….así podrá ver lo bella que es y que no tiene nada que avergonzarse.
  • Flor: ¿Estás loco?.... si alguien lo ve…
  • Claudio: Solo lo veremos usted y yo, y si se decide, lo verá Maite.
  • Flor: Pero ya lo hicimos….
  • Claudio:¿Hicimos qué?
  • Ya hicimos el amor… y hemos terminado.
  • Claudio: Está equivocada, aún no hemos terminado
  • Flor: Pero es que antes con mi marido lo hacíamos una vez y luego….
  • Claudio: Soy una persona diferente, mire como ya tengo a mi amiguito dije mostrando mi erección.

La volví a besar de tornillo, descubrí nuevamente como era mi gusto a semen (en realidad es algo asqueroso pero no se lo quise decir a ella), nuevamente le tome una de las tetas, cuando en eso me di cuenta que aún estábamos casi vestidos, por lo que la puse de pie y terminé de desnudarla, saqué mi móvil y comencé a grabar como iba quedando en la medida que se desnudaba, su desnudez pese a la tripita que lucía era fantástica, los kilitos demás la hacían lucir voluptuosamente bella, claro que sus grandes tetas estaban caídas, pero así y todo, eran más que deseables por mí. También noté como su cara se encendía a un tono rojo intenso, reflejando la vergüenza de que la gravara, pero lo hacía incluso con gracia, casi como si fuera una stripper…. Su actitud me encendió completamente y le pedí ayuda para que me desnudara mientras nos grabábamos

Estando ambos de pie dejé granado mi móvil desde un aparador y le pedí que pusiera un pie sobre el sofá de la sala y apuntando mi verga a su coño la volvía ensartar, ella ahora comenzaba a tomar confianza acariciándome con ¿cariño?, creo que eso lo define mejor, pues no era un deseo pasional. Mientras hacíamos eso, le amasaba su grandioso culo en el que podía apreciar un poco de celulitis, nada terrible ni que la afeara o me causara algún impacto negativo, dona Florencia era una bella y madura mujer, con todas las curvas que uno puede soñar.

No dejé de besarla y decirle que mirara a la cámara para que ella pudiera ver después lo bella que se veía haciendo el amor, pese a su vergüenza lo hacía y me acariciaba con ternura en recompensa a mis palabras, estuvimos un buen rato en eso y pese a lo cansador de la pose adoptada nos corrimos casi perfectamente sincronizados, nos sentamos nuevamente y ella sin siquiera pedírselo me limpió la verga llena de los restos de corrida tanto suyos como míos.

  • Mmm  nunca había sentido dos orgasmo seguidos….. fue maravillosos.
  • Claudio: También me encantó Flor…. Fue extraordinario que nos corriéramos juntos.
  • Ay…. Te corriste adentro…. ¿Qué haré?
  • ¿Cómo?...
  • Es que no tomo ninguna precaución desde que enviudé y te corriste.
  • Pero no es problema, puede que no estés en un día fértil y siempre se puede usar la píldora del día después… o ser padres, cosa que no me molestaría, al contrario…
  • Flor: Pero Claudio, yo casi estoy para abuela, además eso de la píldora…. Tal vez para una joven que no sea tan católica, pero no me gusta eso de las píldoras abortivas… es un crimen.
  • Claudio: En todo caso Florencia…. Serías la “madre-abuela” más linda del mundo y yo un dichoso padre le dije como ¿consuelo? (no me imaginé algo así, pero no quise agravar el problema con más cuestionamientos)

Luego le mostré la grabación, nuevamente estaba roja como tomate, pese a que los dos estábamos desnudos, se tapaba la cara con las manos, pero miraba entre sus dedos, aún cuando hubiésemos tenido sexo recién, parecía más una adolescente que una mujer madura. Yo me reía de su candor, nunca pensé que me encontraría con una bella mujer madura que a su edad pudiese ser tan ¿inocente?, o así de pudorosa.

Jugueteamos un poco, ya que me divertía como ella intentaba escapar de mis agarrones y lujuriosas caricias, pese a que mis intenciones no eran tener más sexo, pues estaba seguro que Maite me haría pagar en carne la conquista de mi quinto objetivo, debo confesar que me divertí como un adolescente, creo que tanto como ella o más. Ya al anochecer nos vestimos y la dejé ¿contenta?, o a lo menos más relajada. Antes de marcharme me pidió que le enviara el video a su móvil…. Parece que le gustó lo que vio.

Llegué a casa casi junto a Maite que había recogido a los niños que regresaban de su paseo a la sierra, nos saludamos contentos de volver a vernos, ellos comenzaron a relatar sus aventuras, mientras mi mujercita me miraba con la típica cara de pregunta, a lo que con el mismo asentimiento de otras veces le confirmaba la conquista de mi quinto objetivo, claro que solo pudimos conversarlo cuando el último de los chicos por fin cayo rendido de cansancio.

  • ¿En serio que lo lograste, corazón?, me preguntó excitada
  • Claudio: Sí mira…. No fue fácil pero lo logré.
  • Maite: Eso significa que podremos ganar, me dijo con sus ojos claros luminosos por la felicidad.
  • Claudio: Sí, ahora ya lo creo posible.

Que les puedo decir, mi mujercita después de ver el video donde me follaba a Flor y escuchado mi acabado relato de lo acontecido, me dijo que tenía que hacerle lo mismo. Debía ser lo más fiel a lo sucedido, tan apegado a lo acontecido era su deseo de recrearlo, que se cambió y puso una indumentaria similar a la de Florencia, por lo que le hice lo mismo que a mi quinto objetivo, claro que ella no se contentó con solo eso, si no que me indujo a que en los juegos finales le comiera el coñito mientras ella daba cuenta de mi hinchada verga en un perfecto sesenta y nueva, finalmente nos dormimos contentos, para amanecer disfrutando en familia lo que restaba del fin de semana.

El inicio del lunes fue de lo más corriente, casi igual que los otros tantos lunes vividos desde que teníamos niños, pero no nos podíamos quejar me aclaró mi Maite, pues cuando le dije que

  • Mmm otro lunes más de vuelta a la rutina.
  • Maite: No, queridito, ya nunca volveremos a la rutina….. es más te aseguro que tu linda secretaria estará esperándote para que la folles, por lo que no será un lunes más. Apropósito no te olvides de tu sexto objetivo.
  • Claudio: No, no lo haré, llegando le pedirá a Paula que me agende una hora al psicólogo, jejeje
  • Muy bien ese es mi macho, yo por mientras pensaré en la zorra de Ana, jejeje

Llegué a la oficina a la hora acostumbrada, mi secretaria Paula me esperaba con un cerro de carpetas y su agenda abierta sobre mi escritorio, se veía muy linda, me parecía mucho que se había preparado especialmente para la ocasión, pues su peinado era de peluquería, su manicura sumamente cuidada, su falda era la más ajustada que las que alguna vez le había visto, y lucía una medias con encaje digno de ser portada de un catálogo de alguna marca de lencería.

  • Paula: ¿Cómo le fue en el viaje jefecito?.... ¿me extraño?
  • Claudio: Muy bien, por supuesto que te extrañé, es más te traje un pequeño presente del viaje, no es precisamente alemán, pero es austriaco, bombones tan deliciosos como tú, le dije sin ningún corte.
  • Paula: Gracias jefecito, le tengo una pregunta, follamos antes o después de que revise los pálpeles y pendientes….
  • Claudio: ¿Qué me sugieres tú?
  • Paula: Follar antes, aunque sea uno rapidito, jejeje
  • Claudio: Muy bien, que alguien te reemplace…
  • Paula: Eso ya lo tengo cubierto, jejeje.
  • Claudio: ¿Por quién?
  • Paula: Pilar, la secretaria de don Raúl, que está fuera de la ciudad hasta la tarde.
  • Claudio: Le vas a deber un gran favor, jejeje
  • Paula: No si usted después se lo paga en carne….jijiji.
  • Claudio: Eres una salida, ¿en serio se lo tengo que pagar?
  • Paula: Solo si usted quiere, ella es bastante abierta en estas cosas, no como yo que prefiero solo su regalo, jijiji.
  • Claudio: Bien, cierra la puerta

Cerró la puerta, fu hasta mi escritorio, se afirmó de la cubierta y separando sus piernas empinó su adorable culo hacia mí, yo me senté en mi silla con ruedas y puse una mano en su coñito, ella gimió y comencé a sobarle el monte de Venus mientras pasaba mi cara por su adorable culo aún cubierto. Contrario de mi objetivo número 5 o sea doña Florencia, Paula vestía una tanga mínima oculta bajo su linda falda, la cual levanté para comerme ese delicioso culo que sinceramente extrañaba (uno se acostumbra fácilmente a las cosas buenas de la vida), por otra parte mi dedo medio exploraba su rajita con avidez.

Cuando la sentí bien mojada le bajé la tanga y la senté a horcajadas sobre mí, metiéndole toda la verga en su ajustado coño, ella dio un pequeño alarido (espero que nadie lo haya escuchado, pero creo que Pilar a no ser que sea sorda debió sentirlo), ella sin siquiera pedirlo o inducirla comenzó a dar botes sobre mi amiguito, dada tanta disposición le tomé las tetitas desde atrás y comencé a magrearlas, no estaba usando sujetador, por lo que fácilmente logré asirme a sus pezones invisibles para mí bajo su linda blusa.

Estuvimos un buen rato hasta que ella se levantó y girándose nuevamente se sentó de cara a mí envergándose, diciéndome que así sentía mejor mi verga sobre su botoncito de placer, nuevamente comenzó a botar hasta que un tremendo orgasmo la alcanzó, tensó su espalda, gimió clavando sus tetitas en mi cara, para luego derrengarse sobre mí, casi no podía respirar y percibía su aroma a hembra, mezclado con perfume y sudor. En eso suena el teléfono y Pilar me dice:

  • Don Claudio, su esposa quiere hablarle, no aceptó que usted estaba en una reunión importante, excúseme.
  • Claudio: Pásamela Pilar, no te preocupes.
  • Claudio: Hola corazón, ¿qué es tan urgente?
  • Maite: En verdad como estaba caliente necesitaba saber si ya te has follado a Paula.
  • Claudio: Umm estaba en eso, es más se acaba de correr y casi desmayarse sobre mí, ¿quieres hablar con ella?
  • Maite: Sí me gustaría, ponla al teléfono.
  • Claudio: Paula, Maite te quiere hablar….
  • Paula: Doña Maite, que desea.
  • Maite: Solo saber si te gusta la verga de mi maridito y si después de la oficina me vendrías a comer el coño.
  • Paula: Pero doña Maite…. Me da…
  • Maite: Mira zorrita, si quieres seguir follando con mi maridito, me tienes que comer el coño, o se acaba.
  • Paula: No se preocupe doña Maite iré hoy sin falta.
  • Maite: Bien, despídeme del amito, jejeje
  • Claudio: ¿Qué te dijo Maite?
  • Paula: Don Claudio, su esposa quiere que vaya a su casa a comerle el coño, que me despidiera de usted y siguiéramos follando (dijo algo turbada).
  • Claudio: Tranquila, es la moneda de cambio que ella quiere, si no lo deseas lo entenderé.
  • Paula: Es que no he comido ni deseo comer coños…. No sé si  me entiende, pero deseo seguir siendo suya.
  • Claudio: No te preocupes, hablaremos con ella, pero ahora voy por tu culito, en todo caso podemos irnos junto a mi casa y lo aclaramos con Maite, después te vas a la tuya en taxi.
  • Paula: Mmm gracias usted es muy comprensivo…. Me puede culear cuando quiera.

La levanté y la puse en cuatro patas en el sofá de mi oficina, la hice mamar mi verga para lubricarla mientras yo le dilataba su ojetillo, una vez que creí todo en orden, la enculé sin miramientos dándole duro solo para mi placer…. ¡Es que Paula tiene un culo de diosa!, luego de unos minutos me corrí en su anito dejándolo lleno de mi leche, ¡estaba extasiado!, terminado el sexo, nos pusimos al día en el trabajo.

Como a eso de las 10 de la mañana tuve reunión con los abogados y Andrés sobre lo avanzado en Alemania, todos quedaron tan contentos como yo lo estaba, dispusimos las tareas y llamé a Raúl por móvil para informarle lo mismo junto a su hermano, objeto que él se enterara y avanzara en lo que le correspondía, durante la conversación me acordé de Carla, Fernanda, Flor su suegra y Pilar su secretaria (sonreí pensando que solo me faltaría follarme a la más chica de su familia y tal vez al gato, desconociendo si era hembra o macho). Andrés me miró intrigado por mi “mirada divertida”, cuando me di cuenta que estaba reflejando ese pensamiento con la cara, no pude evitar dejar escapar una risita. Antes de salir de la sala de reuniones Andrés me dijo:

  • Te veo muy risueño, ¿cómo te ha ido?
  • Claudio: Bien ¿y a ti?
  • Andrés: No tan bien como quisiera, pues solo me he follado a Pilar la secretaria, Angustias la amiga de mi suegra, Amelia la abogado y a Merche. No he podido concretar con la tía Patricia y avanzo lentamente con Bárbara, pero creo que es lesbiana, pues no acepta nada
  • Claudio: Ya caerán, paciencia, jejeje
  • Andrés: ¿Y tú? además de Berta.... ¿Cayó Mary?
  • Claudio: Sí cayó.
  • Andrés:¿Alguna más?
  • Claudio: Sí….la hermana de tu esposa.
  • Andrés: ¿En serio? Cayó la puta de Carla.
  • Claudio: Sí, cayó.
  • Andrés: Bueno que esperas ¡muéstrame tus conquistas!!

No me quedó más remedio que mostrárselas, vio como follaba con Mary, pese a que sentí unos celos tremendos al mostrarla a su vista, lo que no me pasó con Carla, a la que no le tengo demasiado aprecio, quizás por ese motivo incluso le encontré razón cuando dijo que era muy buena mamadora de verga, que alguna vez debería catarla. En eso se me ocurrió algo perverso pero que tal vez me aseguraría ganar la apuesta…. Podría follarme a uno de sus objetivos y obligarla a que no acepte ser follada por él, sobre todo que él tenía claramente la posibilidad de sabotear mi último objetivo si lo deseaba.

Salí rumbo a mi oficina pensando a cual me debería follar, pensé que Bárbara podría ser posible, pues a la tía Patricia lo veía muy poco probable, pues sería raro concurrir al jardín de infantes a conversar sobre mi sobrino con ella. Cuando llegué a la oficina, Pilar que estaba hablando con Paula me informó que mi cita con Paola estaba concertada para las 16:00 horas, si tenía suerte hoy me follaría a las tres P, Paula, Pilar y ¿Paola?

  • Claudio: Gracias Pilar, podrías pasar a mi oficina que quiero agradecerte tu buena voluntad de cubrir a Paula.
  • Pilar: Encantada don Claudio….
  • Claudio: Paula querida, no quiero llamadas ni que me molesten, a no ser que sea mi esposa.

Pilar cerró la puerta y me miró con nunca cara de zorra caliente, como no pensé que una chica tan modosita y de  mirada angelical pudiese poner, se acercó a mí y se sacó sus gafas dejándolas en mi escritorio, se soltó el pelo y me besó profundamente, su lengua jugaba con la mía, mientras ponía ambas manos sobre mi pecho, nos acariciamos por un buen rato comenzando a desnudarla. Ella imitando mi ejemplo me comenzó a desnudar, cuando ambos estábamos solo en paños menores, la tomé por su culito y la apreté contra mi entusiasmada verga, ella suspiró y todo comenzó; para ser sincero, las caricias y besos fueron en plan suave, casi como si quisiéramos hacer el amor, cosa que me extrañó, sobre todo después de haberla visto como se la follaba Andrés.

Para no ser reiterativo solo les diré que al igual que un torero faené a Pilar con toda mi galanura por casi hora y media, solo la dejé irse un poco antes de almorzar para que recibiera al cornudo de su jefe. En fin la envergué y follé por todos sus agujeros; debo reconocer que esta rubia tiene mejores tetas que Paula, pero su culo no está a la altura de mi secretaria; pero tiene la gracia que es más empeñosa que cualquiera de mis últimas conquistas, incluso podría decir que más que Maite y ya eso es mucho decir. Antes de estar completamente vestidos y compuestos me dijo

  • Pilar: Fue maravilloso que me hiciera el amor, no me gustan los desesperado como Andrés o Raúl.
  • Claudio: ¿Te gustó?
  • Pilar: Me encantó, me gustan que sean suaves conmigo y usted lo fue.
  • Claudio: Me alegro, pero si lo quieres puedo ser un poco más rudo, aún cuando como lo hicimos me acomoda a mi forma de ser.
  • Pilar: No, para la próxima vez deseo que sea igual de dulce, siempre se lo agradeceré, me gusta que sean suaves conmigo, tanto que ya no me involucro con Andrés ni con Raúl desde hace mucho, los dos son desesperados y casi violentos.
  • Claudio: Mmm no lo sabía (puedo usar eso en mi favor pensé)

Almorcé con algunos ejecutivos, dormí una pequeña siesta y luego trabajé hasta las 15:30 con el propósito de no llegar atrasado a mi cita, me fui caminando pues me apetecía y la oficina de mi objetivo número seis quedaba cerca.

En el trayecto me sentía increíblemente feliz, cuando pasé cerca de una farmacia se me ocurrió comprar más pastillitas azules, pues con tanto trajín me parecía imperioso apoyar a mi amiguito, aún cuando no me fuese bien con Paola. Llegué a su consulta con unos pocos minutos de adelanto, hable con la secretaria de la recepción, una chica muy mona que me sonrió con amabilidad y quedó de avisar a Paola. Estábamos en eso cuando una voz me llama, era Paola que despedía a una paciente en la puerta de su despacho.

  • Paola: Claudio, pero que sorpresa, ¿qué te trae por aquí?
  • Claudio: Vengo a ser paciente tuyo
  • Paola: ¿En serio?.... bueno ¿a qué hora te toca?
  • Claudio: Me parece que en unos minutos más.
  • Paola: ¿Natalia, el es el siguiente?, le pregunta a la recepcionista.
  • Natalia: Sí Paola, es el.
  • Paola: Entonces pasemos Claudio
  • Claudio: Si vamos pues creo que para mi caso necesitaras horas extra, jejeje.
  • Paola: Esperemos que no, jejeje.

Entré, me hizo ponerme cómodo en un sillón bajito aledaño a su asiento, el que era un poco más elevado, debo decir que se veía muy bien son su jersey que le destacaba sus grandes tetas y le dibujaba sus caderas, parecía una hermosa guitarra o guitarrón, ya que esta pelirroja de ojos verdes es alta y voluptuosa (parecida en cuerpo a mi Maite). Una vez cómodos tenía 30 minutos para hacerla caer en mis redes.

  • Bueno junto con llenar tu ficha me debes decir que te trae por esta consulta.
  • Claudio: Me da un poco de vergüenza, empecemos por mi ficha le dije

Llenó mi ficha en su laptop mientras preguntaba por Maite y me consultaba por mi viaje con Mary, ya que me comentó que ella llegó muy contenta, casi como cuando era soltera, a lo que le comenté que:

  • Claudio: Tal vez fue por mi maravillosa compañía, jajaja.
  • Paola: Sí, siempre te he considerado la mar de simpático y el maridito de Mary es un cretino, jajaja.
  • Claudio: Gracias, pero así y todo tengo un gran problema…. El que me costó reconocer y más me costó enfrentar, por eso estoy aquí.
  • Paola: No creo que sea para tanto, pero dime ¿cual crees que es tu problema?.
  • Claudio: ¡Soy sexópata!!
  • Paola: ¿Por qué crees que eres sexópata? (dijo seriamente pero con incredulidad)
  • Claudio: Busco tener sexo con cualquier mujer que se me cruce, no descanso ni duermo pensando en follar o estar follando con la primera que se me cruce… gasto más en condones, que en licores o cualquier otra cosa, Maite está cansada de mi (lo que es falso), dije simulando llorar, tapando mis ojos con las dos manos (todo un actor)
  • Paola: Calma Claudito, todo tiene solución, nosotros los psicólogos somos especializados en el tratamiento de problemas emocionales y del comportamiento, puedo enseñarte a través algunas estrategias y técnicas a controlar tus deseos o impulsos incontrolados.

Lo primero que me pidió que le explicara que sentía cuando veía a una mujer, luego que tipo de mujer me atraía, posteriormente me preguntó como intentaba conquistarlas o mejor dicho como llegaba a follarlas, le relaté mis encuentros con todas las chicas (claro que los ejemplos más frescos eran las de las apuesta y las secretarias), obviamente u ocultando los nombres para “proteger a los inocentes”. Notaba que se ponía algo nerviosa cuando mis descripciones eran demasiado explícitas, pero siempre se mantenía en su papel profesional, pero de pronto me hizo una pregunta que me descolocó, pues no pensé que pudiese hacerla de buenas a primeras.

  • Paola:¿Por qué pensaste en venir a verme a mí?
  • Claudio: Eh… por….porque… bueno eres psicóloga… creo que no necesito un psiquiatra y porque….
  • Paola:¿Por qué?
  • Claudio: Porque me atraes,… te encuentro bella y salga de aquí sano o no, me pareces la mejor.
  • Paola:¿La mejor en qué?
  • Claudio: En todo sentido eres la mejor opción, primero porque te tengo confianza, tanto como psicóloga, como pariente de Mary, o como eventual amante… ya que eres la pelirroja más preciosa y amorosa que conozco, además de tener los mismos gustos que yo…
  • Paola: Pero soy casada y me estás viendo en forma profesional.
  • Claudio: Entiendo eso, pero estoy dispuesto a correr el riesgo de sanar contigo o follar contigo hasta la muerte.
  • Paola: ¿Eso piensas? dijo más que nerviosa.
  • Claudio: Sí, pero relájate no te voy a atacar, nunca te haría daño,... pero en este momento solo pienso en ti y en sexo.
  • Paola: Te advierto dos cosas, primero mi marido ya envió a un amigo demasiado cariñoso al hospital, y lo segundo, que si sigues la terapia que te daré, debes cumplir al pie de la letra mis indicaciones.
  • Claudio: Lo tendré en consideración y lo acepto…

El tiempo se pasó sumamente rápido, tanto que no me di cuenta cuando le anunciaron que llegó la siguiente paciente, nos despedimos con dos besos, señales de que nuestro dialogo no la había molestado en demasía, o por lo menos eso pensaba yo, pero no había avanzado en alcanzar el objetivo, hasta que se comunicó con la recepcionista y le dijo:

  • Paola: Natalia Apunta don Claudio con dos horas seguidas lo antes posible, ya que iniciamos la terapia a la brevedad, si hay dos horas continuas mañana apúntalo, y así hasta completar diez sesiones iguales dos veces a la semana, incluso creo que sería mejor día por medio... o sea tres veces ¿A qué hora te acomoda am o pm?.
  • Claudio: Preferiría am cerca del almuerzo…
  • Paola: Natalia tienes cerca del almuerzo para mañana
  • Natalia: Sí…ah a las 12:00 y a las 12:30…
  • Paola: Estupendo, fíjate que las otras sean similares, gracias…ponte de acuerdo con él.
  • Paola: Adiós Claudito, nos vemos mañana y ven preparado, de seguro que sanaremos tu afección, se acercó a mi oído y me dijo: ya no desearás follar con nadie más.

Sus últimas palabras me dejaron con la duda de ¿a qué se refería? Así que me retiré después de coordinar con Natalia la recepcionista el detalle de las horas para la semana y la siguiente, sin más me fui a la oficina a trabajar y pensar en mis siguientes movimientos para poder ganar la apuesta. Llegando a mi oficina entra Andrés para conversar conmigo, me pregunta sobre mis avances y yo como siempre lo desvío del tema, aduciendo que desde nuestra última conversación no ha pasado más que unas pocas horas, creo que está preocupado, no sé por qué ya que supuestamente el va ganado.

Cerca de las seis de la tarde mi cariñosa secretaria me pregunta si necesito algo más de trabajo o si quiero follarla antes de irnos a mi casa a comerle el “conejito” a Maite, cosa que rechacé con la mayor gentileza posible. Me doy cuenta que mi secretaria es una furcia sedienta de sexo aún cuando no es boyera. Finalmente salgo de la oficina rumbo a casa a eso de las siete de la tarde, estoy agotado después de ponerme al día en el millón de cosas pendientes que tenía.

Tomé mis cosas y nos dirigimos a mi coche pues quería volver pronto a casa y darle por el culo a mi Maite, claro que después de que ella le comiera el coño. Paula que estaba sentada a mi lado en el coche, me tomó la verga y mirándome me preguntó si quería que la mamara, cosa que me negué mientras pensaba que tenía la reserva de energía justa para follar con mi Maite pues el viagra es bueno pero no totalmente milagroso.

Todo marchaba bien hasta la entrada de la cochera, donde encuentro un auto estacionado en mi lugar (maldigo para dentro) sin poder hacer otra cosa más que bajarnos del coche, lo miro bien para identificar al truhan que mancillo mi estacionamiento, me parece conocido pero no puedo identificara a su dueño. Entro saludando y llamando a Maite indicándole que vengo con Paula para conversar y de ser posible aplaque a mi Maite y sus más oscuros deseos. En ese momento pienso que mi único problema es que los chicos se diesen cuenta de lo que sucedía con sus padres, pero cuando sale a mi encuentro, me dice.

  • Maite: Hola cariño, ¿a que no sabes quién está?
  • Claudio: Hola corazón… ¿Será la persona que está ocupando mi estacionamiento?
  • Mary: Hola Claudito, perdona si quieres lo saco de inmediato.
  • Maite: No, cálmate, ya nos acomodaremos y Claudio es la mar de amable.
  • Claudio: ¿Yo?, jajaja….. hola Mary… Mary te presento a Paula, mi secretaria que venía a conversar con Maite.
  • Mary: Hola Paula un gusto conocerte.
  • Paula: Hola Mary el gusto es mío.
  • Maite: Hola Paulita querida, perdón me había olvidado de ti, espero que tengas un tiempo para esperarme.
  • Paula: Sí no se preocupe doña Maite.
  • Claudio: ¿Cómo va todo y como encontraste la familia?
  • Mary: No muy bien, por eso estoy aquí.
  • Maite: Paula querida, te invito un café en la sala.
  • Paula: Doña Maite, si es problema podemos posponerlo para un mejor día.
  • Maite: ¿No te molesta?
  • Paula: No doña Maite, siempre que mantengamos lo acordado.
  • Maite: Por supuesto, ¿te pido un taxi?

Maite se llevó a Paula y la acompañó hasta la llegada del taxi, la pobre Maite se quedó con las ganas de que le comieran el coño. Por otra parte mi secretaria se merecía una recompensa por su buena disposición para el sexo aún cuando no estuviera en ella eso de comer coños. Más tarde lo haría yo con Maite para disfrutar lo que venía después de la fallida comida de coñito. Por mi parte, continué conversando con Mary, la que me explicó su presencia en la casa.

  • Claudio: ¿Qué te pasó?
  • Mary: Tan solo al llegar, reñí con mi marido y me echó de la casa.
  • Claudio: ¿Pero cómo?
  • Mary: Wuahhh, es que le ….sniff… le dije que me… snif que me acosté contigo…
  • Claudio: ¿Pero por qué le dijiste eso?
  • Mary: Es que ahhh… es que snif quiso tener sexo snif…snif conmigo y no quise, me resistí.
  • Maite: Bien hecho es un puerco,... no debes dejarte hacer así como así si no hay cariño ni ternura, dijo apareciendo de vuelta.
  • Mary: El me forzó y yo no quería, solo pensaba en ti, snif, snif y no lo quería dentro de mí y le dije que era un picha floja y que no le quería… snif le dije que tú eras mil veces mejor….
  • Claudio: ¿Pero que te dijo?
  • Mary: Primero que te iba a matar y luego a mí, que se quedaría con las niñas y nunca más las vería.
  • Claudio: ¿Y tus niñas?
  • Maite: Están aquí jugando videos con los niños
  • Claudio: Ah que alivio… aquí no corren peligro.
  • Mary: Pero tú sí, el es un demonio y te buscará para tomar venganza.
  • Claudio: Vamos, que se le pasará la furia, y por más que después quiera vengarse, esto solo puede llegar a la justicia y las demandas no matan a nadie.
  • Mary: El no te demandará, vendrá con su escopeta y te volará la cabeza, lo conozco es muy capaz.
  • Claudio: Tranquila, la puerta de casa es de alta seguridad y no podrá entrar y en la empresa tenemos guardias… dime ¿te hizo daño, estás bien?
  • Mary: Sí, cuando me forzaba y me quiso penetrar, le pegue con todas mis fuerzas en los bajos y sin darle posibilidad de recuperarse, tomé a la niñitas y me vine de inmediato.
  • Maite: Bien hecho, aquí están seguras todas.

Seguimos conversando un tiempo más que nada para tranquilizar a Mary; dado lo alterada que estaba le dimos una tila de “melisa” con “paz y flora”, hiervas que en ocasiones como esta, usamos para dormir relajados, todo natural como le gusta a Maite. Estábamos en eso cuando escuchamos el timbre en forma insistente, ¿¡adivinen quien era!?… sí era él, que venía con su escopeta, contesté el citófono

  • Claudio: ¿Diga?
  • Cornudo: Maldito sal afuera para arreglar esto, sal y enfréntame como hombre.
  • Claudio: Mira, puedo salir, solo que deja tu escopeta lejos y hablamos.
  • Cornudo: Mira maldito te voy a meter la escopeta por el culo si no sales.
  • Claudio: Cálmate, hablemos pero sin amenazas.

En eso escucho el primer disparo, que destrozó la chapa del portón de entrada, pese a ser de fierro y madera pesada. Comencé a preocuparme en serio, tanto que en un minuto quise ir por un cuchillo a la cocina gritando a Maite que llamara a la policía, ya que en casa no tenemos armas de ningún tipo como para defendernos. Asustadas por las amenazas y el disparo, Maite y Mary se refugiaron con los niños en nuestra habitación. Luego siento que otro disparo impacta la puerta de entrada y un grito desaforado, me acerco con cautela a ver que pasaba, miro por el visor de la puerta y lo veo a “Cuernitos” tendido en el suelo; no sé que le pudo pasar, dudo que hacer, pero mi piedad y humanidad pueden más yme arriesgo, abriendo la puerta con cautela. Afortunadamente la escopeta de dos cañones ya estaba descargada y “Cuernitos” sangra de algunas partes.

  • Claudio: ¿Estás bien?
  • Cornudo: Ahhh… maldito ¡que si estoy bien!, estoy herido y me has puesto una cornamenta gigante con mi mujer…ahh, maldición #$@%#.
  • Claudio: ¿Necesitas ayuda?
  • Cornudo: Sí, ay madre mía, pero de ti nada mal nacido.

Aparentemente disparó su escopetazo contra la puerta de seguridad demasiado cerca, y las esquirlas o perdigones le dieron a él en la cara manos y cuerpo, no está mal herido pero creo que debe doler. Rápidamente le quité la escopeta y fui a llamar a emergencias. La ambulancia como la policía llegaron a los pocos minutos, pero antes le di agua y unos analgésicos al herido, colocándole un cojín bajo su cabeza para su comodidad, pero no lo entré a la sala por precaución.

  • Cornudo: Te mataré…. Te juro que te mataré.
  • Claudio: Vamos hombre, no estás en condiciones de nada y si intentas matarme yo lo haré primero contigo, ya que estás en mi casa armado… me asiste la legítima defensa, así que calma que ya viene la ayuda.
  • Cornudo: Maricón te follaste a mi mujer… eres un maldito, tengo el derecho a matarte.
  • Claudio: Incluso si fuera cierto, no me puedes matar, hace mucho tiempo que en este país no puedes andar matando gente o tomarte la ley en tus manos (le dije con la intención de evitar dejar en posición desventajosa a Mary ante un juicio).
  • Cornudo: Ahora lo niegas…ahhh
  • Claudio: Mira, debo reconocer que tienes una esposa bellísima pero yo ya tengo una muy bella. Te has detenido a pensar que si actuaras mejor, con más afecto, ella te querría y no hubiese querido escapar de ti.
  • Cornudo: Pero ella me dijo que eras mejor follador que yo, significa que te la follaste.
  • Claudio: Mira sueco tonto, si intentas forzar a una mujer ella te rechazará y te dará donde más te duele, en el caso tuyo puso en duda tu hambría y para herirte más hizo esa comparación…. Solo me resta decir que eres un gilipollas.
  • Cornudo: ¿Pero acaso no te la follaste?
  • Claudio: No, para que follarme a la prima de mi esposa, que es a quien amo. Es más, podría tener otras mujeres que no me causen problemas, como el que ahora tenemos.

No sé si se tragó lo último que hablamos, pues en eso llegaron los servicios de emergencia y se llevaron a “cuernitos” para curar sus heridas y dejarlo a buen recaudo hasta la audiencia con el juez. Terminado eso me fui a consolar a los aterrados refugiados que tenía en casa, debo confesar que estaba nervioso y la adrenalina comenzaba a hacer efecto en mi, después de todo mi aplomo y calma me vino un estado de exaltación mezclado con congoja que me fue difícil ocultar, gracias a Dios, que solo Maite se dio cuenta de cómo me sentía.

  • Maite: ¿Estás bien?
  • Claudio: Sí, solo es el bajón post apremio, jejeje, intenté reír.
  • Maite: Sí, que susto pasamos, creo que deberíamos llamar a Berta.
  • Claudio: No, no la molestemos, por lo pronto la situación está en calma, pero debemos hablar con Mary.

Nos reunimos con Mary en mi despacho de la casa para aclarar un poco la situación, pues como fuese el riesgo de que “cuernitos” se presentara otra vez con un arma se alejó por unos días pero estaba latente.

  • Claudio: Mary tenemos que definir qué haremos.
  • Maite: Te propongo que te alejes del energúmeno de tu maridito.
  • Mary: Sí creo que tienes razón, pero las niñas…
  • Claudio: Las niñas sea lo que sea que hagamos, deben seguir viendo a su padre si él lo desea así.
  • Mary: No sé qué hacer, snif…
  • Maite: Vamos Mary no llores, por lo pronto te puedes quedar con ellas en esta casa, tenemos dos cuartos extra.
  • Claudio: ¿Dos?
  • Maite: Sí, el de invitados y este.
  • Claudio: Ahh, ¡sí! tenemos dos cuartos, pero te puedes quedar en nuestro cuarto para no desarmar este, siempre serás bienvenida a nuestra cama, jejeje.
  • Maite: Uhmm, no sé si quieres follarla de nuevo o no perder tu despacho, jajaja.
  • Mary: Vamos chicos… que estoy en una situación difícil. Claro que quedarme con ustedes no me vendría mal, el problema son mis niñas, ¿Cómo le explico que me quedo en la cama de ustedes?
  • Claudio: Como eso está decidido, ya veremos como explicarlo, pero hay algo más prioritario, ¿qué harás con tu maridito?
  • Mary: Divorciarme, no puedo vivir ni un minuto más con ese cretino.
  • Maite: Nuestro amigo Jorge es abogado y puede gestionar el divorcio.
  • Claudio: El problema es si el presenta una demanda por infidelidad a pesar de que yo lo negué todo… podría ganarla y tener el control de las niñas, creo que debes adoptar la misma posición y decirle que lo nuestro fueron mentiras para darle celos.
  • Maite: Lo veo difícil, no es de esos hombres que se creen “Kramer” (por la película Kramer versus Kramer).
  • Mary: Sí, él no es de esos que se preocupa de las niñas, pero por hacerme daño puede pedir la custodia de las niñas.
  • Claudio: Le daremos batalla y créeme que ganaremos, todos los testigos estarán de nuestro lado.

Las niñas se quedaron en el cuarto de invitados, mientras Mary se quedó con Maite, siendo yo relegado al sofá de la sala, dado que no sabíamos como explicarles a los chicos que Mary se quedaría en la misma cama nuestra, cosa que me pareció del todo mal, pero no pude cambiar ante la lógica de la decisión. Dormí bastante mal, a diferencia de Maite y Mary, que por lo que sospecho, se consolaron mutuamente durante la noche.

Al otro día descubrí un nuevo problema, mi niño mayor se hacía el “lindo” con la chica mayor de Mary. Debo decir sin ser muy sabio, que lo de mezclar juventud pletórica de hormonas en un espacio confinado, es un riesgo latente muy alto. Pero nada podía hacer, pero sin dudarlo eso también será necesario que sea supervisado y tal vez controlado por mí. Finalmente por la mañana Maite y Mary salieron a hacer los primeros trámites legales necesarios para el proceso de divorcio, como también advertir al colegio de las niñas de la situación, lo que se resumía como que las únicas personas que podían retirar a las niñas eran ellas. Yo por mi parte fui a trabajar alertando al personal de seguridad del tema, cosa que llegó a oídos de mis socios los que no pararon de fustigarme e interrogarme por la medida adoptada; al respecto el más divertido era Andrés que sabía todo el entuerto.

Mi secretaria casi como una costumbre me recibió con una mamada de ensueño (cada día lo hace mejor), para luego pedirme que la follara rapidito, contenta y satisfecha me informó de la agenda del día y que Berta había pedido una cita conmigo a eso de las seis de la tarde (creo que mi policía favorita le pica el coño). Por lo visto mi agenda estaba muy copada si considero que debo lograr follar a Paola en su consulta.

Algo más tarde volvió Andrés reclamando que no tenía avances con Bárbara, por lo que debía ser lesbiana y que la tía del jardín de infantes era una monja y no una mujer, me pidió avances de mi parte y solo por joderlo un poco le conté que me había follado a Fernanda, cosa que lo inquietó en exceso, incluso me dijo que podíamos dejar la apuesta hasta aquí, cosa que no acepté, nuevamente lo hice ¡por joder!

El trabajo acumulado fue saliendo con fluidez, mi secretaria nunca había demostrado tanta eficiencia, a eso de las once de la mañana apareció Pilar la secretaria de Raúl, me entregó unos documentos para revisión dejando deslizar que no vería mal si la follaba, cosa que le dije que no podía ser ahora, ya que estaba muy pero muy ocupado (no quise decirle que no me sentía capaz de cumplir con mi agenda sexual si la incluía a ella este día). A eso del medio día concurría a la cita con mi psicóloga, me dirigí con buen humor, pese a que no había dormido bien y los requerimientos que me hacían me tenían un poco atosigado.

  • Hola Natalia, he llegado para mi cita de las 12:00 horas.
  • Natalia: Muy bien don Claudio, le preguntaré a Paola si lo atiende de inmediato ya que la paciente anterior acaba de salir.
  • Natalia: Paola, se encuentra don Claudio, ¿lo hago pasar? Pregunta por intercomunicador…. Pase don Claudio, lo esperan.

Continurá....