La apuesta
Cuator adolescentes, dos chicos y dos chicas hacen una apuesta y los que ganan humillan a los otros.
LA APUESTA
Hola me llamo Alex, soy un chico de 18 años y voy a contarles algo que me sucedió hace dos años cuando iba al colegio y por culpa de una apuesta sufrí una de las situaciones más humillantes de mi vida.
Mi amigo Eduardo y yo solíamos salir con unas chicas del mismo curso, Patricia y Natalia, lo pasábamos bastante bien, pero no éramos novios y nosotros siempre estábamos intentando tener sexo con ellas, pero no había forma, ellas no accedían.
Éramos bastante buenos estudiantes y solíamos sacar notas aceptables. Normalmente yo era el que mejores notas sacaba, después Natalia y después Patricia y por último Eduardo era el que iba más justo, pero también solía aprobarlo todo.
Una tarde mientras estábamos los cuatro estudiando porque teníamos un examen de historia y las chicas empezaron a decir que ellas eran más listas que nosotros que siempre estábamos perdiendo el tiempo pensando en el fútbol y en el sexo. Nosotros les dijimos que de eso nada que nosotros éramos más inteligentes. La cosa fue subiendo de tono y decidimos hacer una apuesta. Ellas propusieron que en el examen de historia sumaríamos las notas de Eduardo y la mía por un lado y la nota de Patricia y Natalia por otro. La suma mas alta permitiría que los que hubieran ganado pudieran obligar a los otros durante una tarde a hacer todo lo que quisieran, Nosotros aceptamos encantados pensando que si ganábamos tendríamos la oportunidad de tener sexo, por fin con ellas. Yo me moría de ganas de poder tener a mi disposición a Patricia que me tenía loco y pensé que podría ser una buena oportunidad.
Llegó el día del examen y la cosa empezó a torcerse porque primero a mi no me salió demasiado bien porque una pregunta no me la sabía muy bien. A Eduardo le fue peor aún. Ellas estaban tan contentas lo que parecía indicar que les había salido bien el examen.
El día que iban a darnos las notas estábamos todos nerviosos por comprobar quien había ganado y podía hacer lo que quisiera con los otros. El profesor fue diciendo las notas. Primero dijo la mía, tenía un 6. Bueno no estaba mal del todo. Siguió con Natalia tenía un siete. Mal asunto. Luego Eduardo, llegó al 5 justito. La cosa se ponía bastante mal. Solo faltaba Patricia para saber que pasaría. Por fin leyó su nota, tenía un 8. Habíamos perdido.. Así que ante la sonrisa burlona de nuestras amigas quedamos emplazados en el chalet de los padres de Patricia el sábado por la tarde para cumplir la apuesta.
Llegamos el sábado al chalet y ellas ya estaban allí. Nos abrieron y nos hicieron entrar. Lo primero que Patricia nos dijo fue:
Bien esclavos ahora vais a desnudaros para vuestras amas vean la mercancía. Vamos!
Nosotros empezamos a quitarnos la ropa hasta quedar totalmente desnudos ante las miradas burlonas de nuestras amigas y amas por un día.
Bueno,.- Dijo Natalia. Os explicaré lo que haremos. Ahora os vais a masturbar el uno al otro para que se os ponga bien dura la polla a los dos. Fuimos a negarnos pero Patricia había sacado una cámara de fotos y nos había fotografiado desnudos y nos amenazó con enseñar las fotos a todo el mundo.
Eduardo y yo empezamos a tocarnos el uno al otro ante las amenazas y las risas de las chicas. Yo nunca había masturbado a otro chico , es mas me repugnaba la idea. Me gustaban las chicas. Patricia sacó una cámara de video y fue grabando como nos masturbábamos Eduardo y yo muertos de vergüenza. Cuando nuestras pollas empezaron a crecer, Natalia dijo:
Bueno ahora os la vamos a medir y el que la tenga más pequeña será convertido en chica.
Yo me quería morir de vergüenza porque a simple vista se veía que Eduardo la tenía mas grande que yo. Primero se la midieron a Eduardo y tenía 15 cm. Luego me la midieron a mi que solo llegaba a los 13 cm. Empezaron a reírse y a decirme que sería la chica. Me llevaron con ellas al cuarto de baño para depilarme como si fuera una chica. Tuve que pasar por la humillación de que mis amigas me afeitaran las piernas, los pocos pelos que tenía en el pecho, en las axilas y cuando llegaron al pubis me dejaron un triangulito para que pareciera un coñito. Me ataron la polla hacía atrás para que pareciera que no tenía y eso me obligaba a hacer pis sentado. Una vez acabada la depilación, me llevaron a la habitación de Patricia para vestirme. Me tuve que poner unas braguitas blancas con puntillas y un sujetador a juego, una minifalda de color rosa y un top rosa también. Alli estaba yo convertido en toda una nenita mientras mis amigas me llamaban Sandra y empezaban a maquillarme poniéndome colorete, pintándome los ojos y los labios y me hacían salir asi vestido al salón donde esperaba Eduardo completamente desnudo. Además yo llevaba el pelo bastante largo y eso me daba un aspecto más femenino. Patricia no dejaba de grabarme en video. Entonces Natalia me dijo:
Bien quiero oírte decir que eres una putita dispuesta dejarte follar por tu macho.
Yo me negué. Pero ella me dijo que si no quería que todos me vieran vestido de nena más me valía hacerlo. Así que no tuve mas remedio.
Soy una putita dispuesta a dejarme follar por mi macho.- Dije medio llorando, mientras ellas se reían y seguían grabandome.
Bien, putita, ponte de rodillas y empieza a chuparle la polla a tu macho.- Me ordeno Natalia
No podía hacer otra cosa y no valía la pena discutir, así que me puse de rodillas y llorando me metí la polla de Eduardo en la boca y empecé a chupársela . Me sentía humillado vestido de chica, de rodillas y chupándosela a mi amigo. Después de un rato chupándosela, Natalia me dijo:
- Bueno ya está bien de chupar, putita, ahora te van a desvirgar.
Eso era demasiado para mí. Les rogué, les supliqué llorando que eso no, por favor. Pero solo conseguí que me dijeran que llorando parecía más una nena y tuve que ponerme a cuatro patas, dejar que Eduardo me bajara las braguitas hasta las rodillas y menos mal que cogieron un bote de vaselina y me untaron el culito virgen. También Eduardo se untó la polla bien de vaselina para que me entrara mejor y la apoyó contra la entrada de mi culito y poco a poco me la fue metiendo toda.
Queremos que gimas como si fuera una chica, zorrita.- Dijo Natalia
Tantas ganas de tener sexo que tenías pero no esperabas que ibas a ser tu la folladita, no nene?.- Dijo Patricia.
Allí estaba yo como una nenita siendo desvirgada y gimiendo como una perra en celo mientras me follaban el culo, hasta que Eduardo no pudo más y se corrió abundantemente en mi culito virgen llenandomelo de semen caliente. Después me hicieron quedarme un rato a cuatro patas viendo salir el semen de mi culito y grabandolo en video y luego me dijeron que debía llevar bragas durante una semana y que ella lo comprobarían a cualquier hora y en cualquier momento y lugar y si no llevaba bragas enseñarían el video a todo el mundo. Durante esa semana siguieron humillandome hasta que me entregaron el video y durante esa semana yo estuve planenado mi venganza., pero eso se lo contaré en otra ocasión.