La animadora y el entrenador

Esta es la historia de una animadora que, por salir con un chico que le gusta, es capaz de entregar su virginidad al entrenador del equipo de futbol.

Esta historia comienza en un instituto de Alabama, en Estados Unidos. Rachel era una animadora del equipo de futbol del instituto, uno de los mejores de la liga universitaria, sobre todo gracias a Mike, el quarterback del equipo. Mike era el típico guapo de universidad que, a pesar de tenerlas a todas locas, debido a su timidez no había tenido relaciones sexuales con ninguna chica a sus 19 años. Muchas eran las chicas que estaban dispuestas a ser las "primeras", pero el esperaba a la chica especial.

Rachel era esa chica especial. Una chica muy guapa por la que los tios babeaban, pero que tenía fama de estrecha ya que no le gustaba ir de "flor en flor", por lo que a sus recien cumplidos 19 años era virgen (cosa excepcional en el equipo de animadoras). Rachel era el tipo de mujer que uno ve por la calle y no mira con ojos lujuriosos, ya que no tenia unas tetas impresionantes ni era sumamente voluptuosa , simplemente era "perfecta", cuerpo bien formado con curvas aunque no exageradas, con unos pechos talla 90, ligeramente blanquita de piel (lo que unido a sus ojos azules intensos le hacían parecer un angelito). Todos los tios querían tenerla, quizás más por su inaccesibilidad que por otra cosa, ya que el resto de las animadoras también estaban muy buenas pero estaban repasadas por demasiados tios.

A Rachel siempre le había gustado Mike, aunque éste debido a su timidez nunca le había dado a entender que le gustara ella, aunque la realidad era que él también estaba loco por ella. Un día sucedió lo inevitable en una de las típicas fiestas de "fraternidad" universitarias americanas. Ya sabéis, esas que se ponen un par de letras en griego tipo "alfa-beta-gamma", excusa para ponerse ciegos y tener mucho sexo en una fiesta de desmadre total. Rachel aquella noche decidió salir a por todas, y le contó lo que sentía a Mike, y éste sobreponiéndose a su timidez le confesó que a él también le gustaba ella, por lo que empezaron a salir juntos. La única pega de todo esto es que el entrenador del equipo, el Sr. Spiers, era un hombre muy estricto que no quería que sus jugadores salieran con chicas a esas alturas de la temporada, ya que según él esto "distraía a sus jugadores", y por supuesto jamás admitiría que a la estrella de su equipo la "desconcentrara" una animadora, y muchísimo menos cuando sólo quedaban tres partidos fundamentales en los que su equipo se jugaba la temporada.

Un día antes del último y definitivo partido que decidía la temporada, el entrenador Spiers se enteró de la relación que Rachel tenía con Mike, por lo que llamó a Mike a su despacho.

  • Me he enterado de tu relación con una animadora, Mike. ¿Qué tienes que decir a esto?

  • Sr. Spiers, llevo poco tiempo saliendo con Rachel y le aseguro que es una buena chica.

  • Seguro que sí, Mike. Pero sabes perfectamente lo que pienso de las relaciones de mis jugadores, y más si tenemos en cuenta que nos jugamos la temporada en éste partido. No podemos fallar!!!. Mike, me veo obligado a pedirte que dejes esa relación cuanto antes. Si no lo haces, me temo que no te daré la recomendación para que puedas llegar a ser profesional.

  • Pero señor, por qué haría eso!!! Me he esforzado mucho para llegar a donde estoy!!!

  • Lo siento, pero o dejas esa relación o me veré obligado a pasar un informe diciendo que eres un jugador conflictivo. Piénsalo y dame una respuesta mañana mismo.

Mike estaba frustrado. Quería mucho a Rachel, pero el fútbol americano era su futuro y su sueño desde que era un niño, por lo que se preparó para lo peor, decirle a Rachel que lo suyo no podía ser.

Cuando Mike le contó lo que le había pasado en el despacho del director y lo que éste le había pedido, Rachel lloró desconsoladamente. Tenía que hacer algo. Se había enamorado de Mike y no permitiría que nada ni nadie se lo quitara. Era el único chico decente que se había encontrado. Haría lo que fuera y una idea le empezaba a rondar por la cabeza. Lo que había decidido era intentar convencer al entrenador Spiers para que dejara a Mike salir con ella, y lo convencería como fuera, aunque ello supusiera perder su más preciado tesoro, su virginidad. A Rachel le parecía atractivo el entrenador Spiers. Era un hombre cuarentón, que debido a su condición de deportista se conservaba bien, con un cuerpo bien formado aunque ya se le empezaban a notar unas entradas que los años no perdonan. A pesar de estar casado y tener una hija pequeña, el entrenador Spiers tenía fama de seductor, y le gustaba tontear con las chicas universitarias.

Rachel, decidida, entró en el baño de las chicas vestida con el atuendo habitual de las animadoras, una minifalda muy cortita con unas bragas blancas debajo y una camiseta ajustada que insinuaba mucho. Para ir al despacho del Sr. Spiers se había recogido el pelo en dos pequeños "coquitos" que la hacían parecer una colegiala de esas de las películas porno. De esta guisa, Rachel pensó que sería fácil seducir al entrenador y quién sabe si también convencerle de que la permitiera estar con Mike.

Rachel se dirigió al despacho del Sr. Spiers con paso firme, y cuando se encontraba en la puerta de su despacho, llamó sabiendo que el entrenador estaba en allí.

Toc, toc, toc.

  • Pase.

  • Hola Sr. Spiers. He venido a hablar con usted. Ya sé que no tengo cita, pero necesito hablar con usted de algo muy serio.

  • Ya lo sé, vienes a hablarme de Mike, no es así?

  • Sí, entrenador. Yo le quiero y no creo que le distraiga por tener una relación sana como la que tenemos Mike y yo.

  • Lo siento, pero ya sabes lo que opino de las relaciones de mis jugadores en plena temporada.

  • Sr. Spiers, no hay ninguna manera de convencerle de lo contrario? -dijo con cierto tono pícaro Rachel.

  • No, mi decisión es firme...

  • Si permitiera que Mike y yo estuviéramos juntos yo haría lo que fuera, lo que fuera- recalcó Rachel con tono seductor.

  • Bueno, quizás... si no llevaras esa ropa tan ajustada... no desconcentrarías a mi jugador -dijo Spiers bajando la persiana de su despacho.

Rachel sabía que tendría que pasar al plan "B", entregarse al Sr. Spiel.

  • A ver, tal vez si te quitaras esa falda que llevas... creo que es demasiado insinuante -dijo Spiers, comenzando a tocarse los genitales lentamente.

Rachel, obediente se quitó los zapatos, los calcetines y se bajó la falda, quedándose en bragas ante el entrenador. Spiers contemplaba la preciosa figura de aquella animadora con cara angelical mezclado con morbo, ya que con los coquitos parecía una colegiala viciosa.

  • Y tal vez si te quitaras la parte de arriba... creo que marca demasiado.

Rachel obedeció un poco tímida. El entrenador se levantó y se acercó a Rachel.

  • Estas bragas que llevas creo que te aprietan mucho y no favorecen la circulación... -dijo tocándole las caderas de arriba a abajo.

  • Sí, entrenador, creo que será mejor que me las quite.

Rachel se quitó el sujetador y las bragas, quedándose totalmente desnuda ante aquel profesor, lo que la cortaba muchísimo. Era el primer hombre que la veía desnuda, aunque no se arrepentía de la decisión que había tomado, ya que Mike le gustaba muchísimo. Una vez desnuda, el entrenador se abrió la bragueta y sacó su polla, de buen tamaño pero no exagerada, aunque para Rachel era gigantesca, ya que era la primera que veía.

  • Ahora me vas a hacer una mamada, nena -dijo el entrenador acercando su miembro a Rachel.

La cogió de los coquitos y la puso de rodillas, acercándole su polla a la cara de Rachel.

  • Pero señor, yo no se hacer eso, no lo he hecho nunca.

  • Vaya, vaya. Una monada como tú y todavía Mike no te ha hecho nada. Creo que voy a tener que destabilar a ese chaval. Métela en la boca y chúpala.

Rachel obedeció, chupándola como si fuera un helado.

  • Así no es, yo te enseñaré. Tienes que meterla en la boca, lamiendola bien y sacándola de vez en cuando para chuparla como si fuera un pirulí. Utiliza también las manos para moverla de arriba a abajo mientras la chupas.

Rachel, que se había quedado con la lección, comenzó a hacerle una buena mamada al entrenador, lo más rápido que podía. La sensación de tener ese trozo de carne en su boca no le era desagradable, le gustaba aunque cuando le dolía la boca de tenerla abierta por tener esa polla dentro, la sacaba y le daba unos lametones en el capullo y recorría su polla con la lengua hasta llegar a los huevos. Observaba la cara del entrenador, ya que se daba cuenta lo que más le gustaba al Sr. Spiers por la cara que ponía.

  • Ohhh, sí. Lo estás haciendo muy bien nena, lo haces mejor que la zorra de mi mujer. Sigue así, chúpame un poco más los huevos.

  • Prométame que no se correrá en mi boca, Sr. Spiels.

  • Lo que tú digas, nena -dijo sin mucha convicción Spiers.

El entrenador la cogió de los coquitos y le subió la cabeza. Una vez estaba de pie, comenzó a comerle las tetas. Le lamía el pezón como si le fuera la vida en ello, cosa que Rachel agradeció, ya que le estaba dando un gusto increíble, haciendo que se mojara tremendamente.

  • Ahora ven aqui, a ver como sabe tu coño.

La tumbó en la mesa de su despacho, abriéndole las piernas y metiendo su cada vez menos poblada cabeza entre ellas. Cuando Spiers comenzó a comerle expertamente el coño, Rachel vió las estrellas. Le empezó a chupar el clítoris con la punta de la lengua, muy despacito y haciendo círculos. Lo hacía muy bien, bajando después la lengua hasta hacerle pequeñas metiditas dentro del coño con su lengua, cosa que a ella le gustó mucho. Cuando llevaba un buen rato comiéndole el coño, el entrenador la bajó de la mesa y la tendió en un sofá que tenía en su despacho. Una vez allí, se colocó su polla en posición a su boca y le pidió que chupara un poco más, ya que se le había bajado un poco el tamaño con la inactividad. Pronto recuperó su tamaño erecto gracias a los cada vez más expertos lengüetazos y movimientos con la boca de Rachel. Cuando el entrenador lo estimó oportuno, le sacó la polla de la boca y se fue directo a su coño.

  • Eres virgen?

  • Sí, entrenador -dijo con voz temerosa Rachel.

  • Entonces esto quizás te duela un poco, pero no te preocupes que pronto no te dolerá y empezarás a disfrutar.

Dicho esto el entrenador cogió su polla con la mano y la guió hasta el coño de Rachel, que temblaba ante lo desconocido. El, que notaba como temblaba, lo hacía con mucha delicadeza. Le fue metiendo poco a poco el capullo hasta que encontró la resistencia y empujó un poco, soltando Rachel un pequeño gritito. Rachel notaba como le empezaba a doler, pero pronto este dolor pasó a ser placer, ya que las embestidas del entrenador eran cada vez más rítmicas. Spiers bombeaba cada vez más rápido, mientras le comía las tetas. De pronto pensó la suerte que estaba teniendo. Casi sin darse cuenta, a sus cuarenta y pico, se estaba follando a una jovencita preciosa y la estaba desvirgando!!!. Este pensamiento hizo que bombeara con más aínco, notando como Rachel se corría. Rachel empezó a gemir ya que notaba como una sensación de placer, un hormigueo que le subía estómago arriba la estaba invadiendo. Era su primera corrida. Spiers notaba como Rachel ya se había corrido y pensó que era la hora de que él se corriera también. Cuando notó que le iba a venir el orgasmo, rápidamente le sacó la polla del coño y se la metió en la boca. Con un gemido le dijo "chupa putaaa" y se corrió en la boca de Rachel. Como él no le dejaba otra opción, ya que apretaba su polla contra su boca con fuerza, se tuvo que tragar todo lo que salía de su polla. Con la lefa del entrenador asomándole por la comisura de su boca, Rachel le dijo al entrenador:

  • Me dijo que no se correría en mi boca.

  • Lo siento, pero a cambio dejaré que salgas con Mike -dijo el entrenador cayendo sudoroso en el sofá. Este ha sido uno de los mejores polvos de mi vida.

  • Gracias entrenador.

Con la sensación de haber hecho los deberes, Rachel sabía que ya no tendría más problemas para salir con Mike. Y aunque a Mike le extrañó el repentino cambio de opinión de su entrenador con respecto a su relación con Rachel, lo asumió con gran alegría. Por supuesto, Rachel jamás le diría a Mike el por qué de este cambio de opinión...

Tanto si os ha gustado como si no, escribidme vuestras opiniones. Hasta la próxima y no dudeis en leer mis otros relatos!!!!! jejeje