La amiga de mi novia
Yo ya no aguantaba las ganas de poseerla y ella cada vez que estábamos juntos la notaba más y más caliente.
Hace casi un año que entre a una escuela de computación de esas con horarios flexibles para trabajadores, ese mismo día también se había inscrito una chava en la misma clase y pues como los demás ya estaban mas avanzados la maestra nos puso juntos desde el primer día comenzamos a charlar, su nombre obviamente no es Angélica pero así la llamaré, es bajita como de 1.60 trigueña delgadita pero con un gran trasero y unos senos preciosos no exagerados pero que si resaltan dado lo menuda que es.
Rápidamente trabé amistad con ella, me comento que vivía sola ya que venia de otro estado de la republica, que se había peleado con su familia y por ello trabajaba para mantenerse aparte de haberse decidido a estudiar ya que le habían ofrecido un empleo de secretaria y necesitaba aprender rápido computación. Con el pasar del tiempo nos fuimos haciendo más cercanos hasta que llegamos a ser pareja y aun lo somos.
Los compañeros siempre me han dicho que me envidian ya que a ella le gusta vestir muy sexy resaltando sus atributos y eso me pone a mil; Siempre al salir del trabajo paso por ella y vamos a mi depto.
Los primeros meses no pase de fajármela con la ropa puesta ya que del lugar donde vienen son muy conservadores, así que si trataba de meter mano de mas ella me ponía un alto muchas veces después de dejarla en la casa de asistencia donde vive me veía en la necesidad de terminar las cosas por mi cuenta, ustedes sabrán a lo que me refiero.
Yo ya no aguantaba las ganas de poseerla y ella cada vez que estábamos juntos la notaba más y más caliente. Pero cuando yo intentaba ir mas haya ella me detenía, no sabia que hacer a la escuela llego una secretaria nueva que pronto se hizo amiga de mi chica y mía por consiguiente; la muchacha era muy guapa también y súper agradable.
En varias ocasiones Lilia nos encontraba en mi auto antes de entrar a clases y al entrar yo notaba que se me quedaba viendo el paquete. Un día que mi chica no fue porque se sentía mal llegue a la escuela y Lilia se puso a platicar conmigo de tanta tontería se podrán imaginar; hasta que cambio la conversación a mi novia, sin mas me dijo que ella le había contado que tenia miedo de hacerlo conmigo ya que era virgen, pero que ya no podía aguantar las ganas, por lo visto mi chica le tenia mucha confianza ya que le había contado de nuestros encuentros tanto en el auto, como en mi depto y de cómo me ponía el alto cada vez que estábamos a punto de lo mas interesante.
Lilia me pidió que le ayudara a llevar algunos papeles a la bodega y pues así seguir platicando en el camino me dijo que mi chica le había pedido consejo acerca de acostarse o no conmigo y ella aun no le respondía, así que yo debía hacer meritos ya que mi futuro se encontraba en sus manos; entramos a la bodega y cerro la puerta acto seguido se me lanzo y comenzó a besarme yo no la rechacé claro esta, toco mi paquete y me dijo que me ayudaría a aliviarme ya que notaba como me dejaba Angélica.
Poco a poco se comenzó a desnudar y yo no podía creer lo que tenia frente a mí, como ya mencione Lilia no estaba para nada mal, estaba un poco pasadita de peso pero eso le daba un cuerpo exuberante.
Al quitarse la blusa pude apreciar un par de senos bastante grandes con marcas de bikini los pezones eran también enormes me abalancé sobre ellos para estrujarlos, Lilia no atinaba mas que a acelerar la respiración con el trabajo que hacían mis manos sobre sus deliciosas masas de carne, sus manos mientras tanto se dirigieron a mi pantalón, como lo hizo su boca poco después, me lo bajo a los tobillos y comenzó a darme una mamada de antología, la verdad que era una maestra, con una mano me apretaba el trasero y con la otra masajeaba mis huevos mientras su boca recorría centímetro a centímetro mi verga, yo estaba en la gloria, en un momento introdujo tanto mi miembro que sentí con el glande su garganta, siendo honesto no pude aguantar mucho su trato, así que tome su cabeza y la aferre a mi miembro mientras me vaciaba en su boca, al principio opuso algo de resistencia pero vi complacido como después de aguantar mi semen se lo tragaba satisfecha.
Le dije que había sido la mejor mamada que me habían dado ella sonrió y entretanto se bajo la falda mostrándome la ausencia de una braga que cubriera una abundante mata de pelo, aun con algo de mi semen en la boca me dijo que porque no le devolvía la cortesía mientras señalaba su panochita.
La recosté sobre una mesa que estaba en la bodega y abrí sus piernas y de inmediato me aplique a mamar ese rico chochito, eso si la abundancia de bello me dificultaba un poco la labor, eso si el sabor era delicioso y la verdad estaba ya muy mojadita debido a su excitación a estas alturas mi miembro ya estaba de nuevo preparado para la batalla, los gemidos de Lilia se convertían en gritos conforme mi lengua tocaba su bello botoncito, totalmente excitada Lilia me rogó que la penetrara, pero yo seguí trabajando su concha con mi lengua; era espectacular como se contorsionaba ya no aguantaba mas y le introduje mi herramienta empezando a bombearla con un ritmo lento pero haciendo la penetración profunda.
Así dure unos minutos y la puse de lado apoyando su pierna en mi hombro, sus gemidos ya eran muy fuertes, sin sacar mi verga de su cueva la baje de la mesa y la doble sobre la misma así la seguí penetrando desde atrás pasados unos minutos, sentí como de su vagina chorreaban sus fluidos la niña se estaba vaciando con mi verga adentro, sin ninguna contemplación aumente el ritmo y esto hizo que su cuerpo se convulsionara, la jale de su cabellera levantándola de la mesa, sus senos quedaron colgando y el vaivén hacia que desde atrás se pudiera apreciar como se movían sus grandes montañas con mi otra mano tome uno de sus pezones y lo pellizqué provocándole un gran grito, mientras tanto con la voz entrecortada me suplicaba que no parara que siguiera con ese ritmo, de repente sus piernas se doblaron y calló al piso quedando yo de pie, se voltio quedando de frente a mi, el pezón que antes había estado en mis manos se encontraba muy irritado y de su cueva seguía fluyendo liquido, su cuerpo se movía en pequeños espasmos, el contemplarla así me excito mucho por lo que comencé a masturbarme hasta que eyacule sobre ella quedando toda manchada, con ambas manos Lilia comenzó a embarrar mi semen por todo su cuerpo, me recargue en la mesa y comencé a vestirme, le agradecí el momento que me había dado, ella me dijo que le había encantado como me la había cogido me sorprendí por su lenguaje ya que siempre era muy propia, me aseguro que prepararía el camino con mi novia para que me la tirara, claro que nos prometimos vernos en otra ocasión pero quedamos en tener cuidado ya que los dos teníamos pareja.
Salí de la bodega y ya no entre a clases, ese día ya no visite a mi novia me fui a mi depto satisfecho gracias a Lilia la preciosa secretaria.
Espero me escriban para comentarme acerca de que les pareció este mi primer relato, en breve les contare de cómo pude por fin estar con mi chica y de cómo se me han complicado un tanto las cosas .