La amiga de mi mujer minusválida pero ardiente

Se presentaba un fin de semana muy interesante entre la mejor amiga de mi mujer y yo. Ella era minusválida pero enseguida vi que en la cama era una leona.

Mi mujer Patricia me acababa de llamar a la oficina para decirme que comprara mas cosas para la nevera, de lo habitual,ya que tendríamos una visita inesperada durante quince días. Era Susana, su amiga de la infancia que había sufrido un una parálisis en un lado del cerebro y ahora estaba sufriendo las consecuencias en su cuerpo, teniendo un brazo atrofiado y problemas en la pierna izquierda y se encontraba deprimida.

A Susana únicamente la había visto en fotografías. Me parecía una chica atractiva, y se que en hizo sus pinitos como modelo pero lo dejo y se centró en su carrera….todo esto me lo había contado mi mujer…....Ella llegaba en el avión de las 22.45 horas a la isla…en vuelo procedente de Madrid y sería yo quién debería ir a buscarla. Así que adelanté mi hora de salida de la oficina, me fui al supermercado, llené la nevera, me duché y a las 22.30 estaba en el aeropuerto preparado para recibir a Susana.

Mi mujer me pidió que disimulara con Susana la minusvalía que tenía y que la dejara a ella sola actuar cuando lo necesitase, desde acceder al coche como al abrir una puerta, si no ella se sentiría mas inútil de lo que era, y a mi mujer no la podía llevar la contraria ya que era psicóloga y mejor que ella , nadie conoce la mente y el comportamiento humano .

Allí estaba Susana. Me quedé impresionado al ver como pude identificarla entre tanta gente ya que solo la conocía por foto. Ella también me reconoció y nos fundimos en un abrazo como si de toda la vida nos conociéramos. Me Besó y uno de los besos en los labios…cosa que me dejó un poco helado pero lo disimulé hábilmente. La tome el equipaje y me agarró la mano…con ternura…y me dijo que estaba deseando conocerme desde hacía tanto tiempo. La informé que mi esposa no había podido venir porque tenía mucho trabajo en la consulta y que mañana por la mañana la vería. Ella sonrió no importándola mucho y dando su aprobación.

De camino a casa me puso al corriente de su vida sentimental, sus problemas físicos y de que necesitaba un cambio en su vida y que se estaba pensando venir a vivir a la isla ya que la habían ofrecido un trabajo en un centro de discapacitados con un buen sueldo y condiciones pero que ahora solo quería descansar unos días con nosotros. Ella se apoyaba en una muleta pero apenas se apreciaba su minusvalía y su brazo lo escondía hábilmente en la chaqueta. Venía vistiendo unos jeans azul claros muy pegados, un top rojo y una chaqueta blanca de punto muy fina que llevaba abotonado solo el del medio….y la verdad que tenía unos pechos preciosos, ya que al entrar en el coche….los vi de cerca…y me estaba excitando como no hacía tiempo con mi mujer..y creo que ella disimuladamente vio mi bulto en el pantalón y sonrió picadamente.

Eran casi las doce y media de la noche y ambos estábamos agotados. Susana por el viaje y yo por la jornada de trabajo, así que la indiqué su habitación y me fui al dormitorio. Revisé el contestador como es costumbre cada noche y mi sorpresa fue que mi esposa no se encontraba en casa, durmiendo, aunque el coche estaba en el garaje. Me había dejado una nota en la mesita de noche donde me decía que salía de vuelo de madrugada a Las Palmas a un simposium de Psicología infantil con dos colegas del gabinete. Así que me desvestí, me preparé una copa, suspiré profundamente resignándome a dormir solo otra noche mas y nada de echar un polvo y eso que lo necesitaba porque estaba que reventaba del calentón con Susana. Me puse el albornoz, cogí mi vodka naranja y me dí una ducha larga y caliente. Creí oir el ruido de la puerta del cuarto de baño pero seguramente era la gata que se había colado, pero me olía al perfume de Susana…..sería que estaba todavía obsesionado con lo que había pasado en el coche, así que me relaje, me senté en la taza me estiré bien y me hice una paja de campeonato susurrando el nombre de Susana en voz baja. Mi leche salpicó los azulejos del baño, limpié como pude, me terminé de vestir y a dormir. Justo en el momento de abandonar el baño me encuentro con Susana en picardías de raso de color blanco apoyada en su muleta. Me saludo sorprendida y me explicó que quería mear. Yo en ningún momento pensé que le haría falta mi ayuda y menos que me la pidiese. La deje pasar al aseo y en el momento que yo lo abandonaba me dijo:

"¿Carlos me podrías ayudar?, es que no quería despertar a Patricia para que me auxiliara y después de saber que ha tenido una jornada dura….estará dormidita.". Yo enseguida me encargué de informarla que Patricia tuvo que salir y tomar un avión para una convención y que hasta el Lunes noche no regresaba. Ella noto la cara de soledad y decepción que quería poner….así que enseguida surgió su efecto

"¿Estas bien Carlos?, no te preocupes, Patricia te quiere mucho y ya sabes ella siempre está con su trabajo, pero es una lastima desaprovechar la noche de un viernes …." Yo callé y bajé la cabeza. Ella me tocó la cara y me aseguró que lo pasaríamos bien este fin de semana para dar envidia a Patricia y así hacerla ver que es mas importante el ocio con el marido que el trabajo. Me recordó que se meaba y si la podía ayudar. Intenté ser natural y la dije que si que haría lo que pudiera. Ella se apoyó con su brazo sobre mi hombro soltando la muleta derecha, yo la sujetaba como podía a la vez que la sentaba en la taza del water. Así que allí estaba yo, en el baño de mi casa, solos, el fin de semana, con una mujer atractiva aunque con una minusvalía frente a mi, medio desnuda que me miraba con ojos de cordera. Le quité la parte de abajo del picardías, posteriormente el tanguita rosa y traté de no fijarme mucho pero era inevitable ella sonreía por la situación y yo no dejaba de mirarla el coño…..lo tenía casi rasurado se había dejado una pequeña hilera de pelos a modo de bigote en vertical que me estaba haciendo que me empalmara. Tenía un coño rubio muy apetecible. Ella meó con ganas y tocaba lo que no imaginé …limpiarla, así que cogí papel higiénico y con mucho mimo lo acerqué a esa maravilla de coño rubio. Ella cerró los ojos y gritó de placer. Yo no me lo podía creer. Se estaba excitando. Ya no podía ocultar mas mi erección en mi pantalón corto, así que exclame que me tocaba una ducha fría por lo que había sucedido y ella me dijo que no era necesario …aunque no la entendí. La estaba subiendo las bragas cuando cogió su mano izquierda y me cogió de la polla. Me dijo que no me asustara y que estaba agradecida por todo lo que estaba haciendo por ella y que eso merecía su recompensa. Así que se metió mi polla en su boca y la comía como una posesa. Una y otra vez la metía hasta la garganta, me arañaba con los dientes, pasaba la lengua por el frenillo…me estaba poniendo a mil………………….

(Continuará)