La amiga de mi mujer

Ya no soy un chico, y muchos años de matrimonio, toda esa rutina, mata el sexo...

Ya tengo mis años, no soy un hombre joven y tengo algunas limitaciones en la cama, o por lo menos eso pasa cuando estoy con mi esposa, quizás la rutina, el oprobio y el sexo casi, obligatorio por las dos partes, nos inhiben de disfrutar como deberíamos de ese acto tan maravilloso y sublime.

Por todas estas razones un día en que, el acto sexual fue totalmente lamentable, nos pusimos a charlar, a decirnos y a preguntarnos que nos pasaba, que se había muerto entre nosotros, si aun después de 12 años de matrimonio nos amábamos y necesitábamos, porque habíamos llegado a esa situación.

Al principio nos costo, pero nos sinceramos, ella me decía que yo no la estimulaba, que no realizaba lo que a ella la motivaba, que no era lo suficientemente cariñoso en los juegos previos y todo eso que las mujeres exigen a sus parejas, besos, caricias, sexo oral, palabras calientes y sucias, estimulación de los senos y una ambiente erótico acorde a las circunstancias.

Yo por mi parte le reproche que no me practicaba el sexo oral como antes, que no se vestía provocativamente como cuando era mas joven y que la rutina y que el trabajo y que las cuentas y que esto, y que lo otro ,y que... quería probar otra cosa, que siempre lo mismo me estaba matando como hombre, que mis instintos no estaban hechos para ser monógamo, que todo mi ser me pedían probar otras carnes, otros cuerpos, otros brazos, que yo la quería y amaba, pero que no podía sacar de mi mente el tener sexo con otra mujer.

Por supuesto que tanta sinceridad , no fue tomada de la mejor forma, pasaron casi diez días en que no me dirigía la palabra, hasta pensé que en cualquier momento me pedía el divorcio.

Una noche luego de cenar( sin hablarme por supuesto) noto como levanta apresurada las vajillas y luego de lavarlas se encierra en el dormitorio, yo me dirigí a la sala de estar donde tengo la T.V. para ver uno de mis programas favoritos, cuando siento que alguien toca a la puerta, ya con mi humor por el piso, me dirijo refunfuñando por lo bajo, insultando a quien venia a joder a esa hora de la noche, así que abro y veo a una mujer de mas o menos 30 años, vestida con un gran tapado que cubría todo su cuerpo, a todo esto mi cara de culo había cambiado, ahora tenia una de boludo, pero vuelvo a la tierra cuando me pregunta por mi esposa y la hago pasar, (una de las locas amigas de mi mujer, pensé) , la llevo al salón y le digo que espere que buscaría a mi señora, estoy llegando al dormitorio cuando Miriam sale vestida con una mini falda de colegiala, esas tipo escocesa, con tablas y un alfiler de gancho a la altura del muslo para que no se abra, tenia puesto también una camisa blanca de lycra que dejaba ver que no tenia puesto ningún sostén, como la camisa era dos talles menos del que precisaría ella , los pezones estaban traslucidos en todo su esplendor, la aureola amarronada contrastaban con sus pechos blancos y prominentes, yo quede como un tarado viéndola, mi cuerpo reaccionaba distinto que mi mente, no tenia coordinación, ya que no quería que mi pene se parara, por dos razones, una que no le iba a dar el gusto a ella de provocarme una excitación luego de que me ignoró durante tanto tiempo y segundo que la amiga estaba en la sala esperándola y no quería hacer un papelón frente a una extraña .

Ven querido, te presento a una amiga, su nombre es Marta- Me decía mientras me tomaba de la mano y me arrastraba con mi cara de tonto

Hola Carlos- Me saludo esa mujer que yo no conocía pero que ella sabia mi nombre, eso me dejo mucho mas intrigado

Marta en una vieja amiga del colegio secundario, el otro día la encontré por casualidad en el súper, y nos pusimos a charlar, ella me contó de su vida y yo de la mía y de los problemas que estábamos teniendo, luego de esa vez nos volvimos a reunir un par de veces en su hogar y aquí en casa, cuando tu estabas en el trabajo, en esas reuniones me enseño como tratar a los hombres , como ser una mujer diferente y no tener pudor en demostrar lo sexy y salvaje que puedo ser, que tengo que saber sacar a la hembra de mi interior y que no me avergüence de ser una puta para mi hombre- Todo ese monologo de mi mujer me puso a mil, la forma en que estaba vestida, como se expresaba y la forma en que me miraba , pusieron en mi las mas fantásticas fantasías, ya me la imaginaba en cuatro en la cama y dándole por atrás sin asco. Estaba yo con mis calientes pensamientos cuando Marta se levanta del sillón y se quita el tapado, debajo de el tenia la misma vestimenta que mi Sra. parecían dos hermanas gemelas, estaban tan hermosas y putonas las dos que mi miembro se puso como una roca, ¡ Mierda!, pensaba yo, en cualquier momento acabo en mis pantalones, parezco un adolescente, tengo que controlarme, pero la situación era por demás erótica e inesperada, todo me resultaba estimulante y no podía disimularlo.

Marta me hará un favor, querido,... mejor dicho, nos hará un gran favor- Me decía mi mujer mientras yo no podía sacar la vista de el culo de su amiga que para mi deleite se puso de espalda y arqueando el cuerpo me mostraba que debajo de la falda no llevaba nada, !!! Por Diossss!!!, quería gritar, pero no quería parecer baboso, era una situación que me estaba volviendo loco, mis bolas me dolían, parecía que llevara una semana calentándome y que mi semen estaba hirviendo en mis testículos, ya todo estaba pasando de una gran situación erótica/ sexual a una sección de tortura / masoquismo, yo ya quería hacer algo pronto, aunque mas no sea una gran paja, para aliviar mi " Tensión".

Ella me mostrara como tengo que hacer para satisfacer a un hombre, me enseñara la técnica amatoria mas refinada para sacar lo mejor del sexo opuesto- Continuo hablando mi mujer y yo no podía sacarme de la cabeza el como seria tener en una cama a semejante hembra, si Ustedes la vieran , ni una varice, ni celulitis, ni siquiera una mancha de sol en esas piernas perfectas ( aparentemente vivía en el gimnasio), y esa pollerita que apenas le cubría los cachetes del trasero, una verdadera maravilla.

Bueno Carlos- Ahora tomaba la palabra Marta – Quiero que nos acompañes al cuarto y te relajes, todo esto te debe parecer muy extraño, pero en realidad no lo es, es mas, es tan simple que pronto te darás cuenta que esto es lo que siempre hasquerido y sin darte cuenta lo tenias a tu lado - Marta tomo mi mano y me acerco a ella, puso sus carnosos labios en los míos y apenas los rozo, mas que un beso fue una caricia, yo un poco nervioso, miro hacia donde estaba Miriam, para ver como reaccionaba a esa escena, pero solo sonreía, era como si la que me estuviera besando fuera mi hermana, no había en ella ningún síntoma de celo o enojo, eso me tranquilizo un poco, mejor dicho, me quito toda inhibición y ahí fui yo quien abrazo a Marta, pero esta muy cortésmente me aparto y me llevo a la cama, el solo hecho de imaginarme que podía tener algo con esa mujer hizo que tuviera un gran orgasmo , (era toda una señora acabada que no pude contener), me puse mas colorado que tomate de propaganda, y no sabia como continuar, pero Marta era toda una "Experta" y simplemente con una leve sonrisa, me dijo que no me preocupara y que estaba realmente alagada que no pudiera contenerme frente a su presencia, pues eso quería decir que era una mujer deseable y tentadora a la vista de los hombres, yo como todo un Caballero me sonreí y asentí con un leve movimiento de cabeza, pero en realidad en mi mente yo le contestaba que quería romperle el culo, que quería poseerla como un animal, como un cavernícola, como un salvaje .

Dejame que te quite el pantalón, debe estar muy apretado, no?-

Ahora la camisa, pues como esta encendida la calefacción, aquí esta muy "caliente", no te parece?- Decía Marta con voz sensual y susurrando en mi oreja, mi pene palpitaba con cada movimiento, mi corazón latía tan fuerte que movía todo mi cuerpo, ( me pegue un cagazo, pensé que me agarraría un ataque) , sus manos tibias recorrían el contorno de mis brazos, bajando lentamente hasta la cintura y luego tocando el abdomen, que ya a esta altura estaba súper tenso y parecía trabajado en un gimnasio, ( yo lo mas cercano a un GYM que he estado fueron las clases de deporte del colegio primario).

Ahora siéntate en la cama y relajate- Me dijo Marta mientras me mordía el lóbulo de la oreja, paso seguido mi mujer se puso al lado de ella y del equipo de sonido empezó a sonar un tema bastante sensual con el cual comenzaron a bailar y a desvestirse.

Para serles sinceros, yo tenia un poco de miedo, primero porque pensaba que podría ser una trampa de mi esposa, para ver como reaccionaba yo frente a otra mujer , y segundo a no poder "cumplir" con el trabajo de atender a dos mujeres.

Yo no se si por la habilidad de Marta en manejar la situación que, poco a poco, me deje llevar, sus manos, sus besos y caricias lograban en mi, un efecto tan placentero que mi cuerpo volvió a tener la energía de un adolescente , me sentía realmente bien, hacia muchos años que no reaccionaba tan rápido a una segunda erección, normalmente con mi esposa pasaba mucho tiempo entre un acto y el otro, ( y últimamente, solo uno), pero ahora todo era diferente o por lo menos novedoso.

Cierro mis ojos y me dejo desvestir, siento sus manos ( las de las dos), retirando mi ropa interior, yo me encuentro recostado de espalda al borde de la cama, solo tengo que elevar un poco mi cintura para facilitar la extracción, cuando estoy totalmente desnudo siento como las dos se ponen a los costados, una se dedica la parte de arriba de mi cuerpo y la otra a estimular mis genitales, obviamente que mi erección fue casi instantánea, estoy con mis sentidos puestos en las caricias cuando siento la humedad de una boca lamiendo el glande, muy lentamente pasan ( no se quien es, pues sigo con los ojos cerrados), la lengua por el tallo de mi pene y luego sin previo aviso lo introducen en una tibia boca, mi corazón se me sale por la boca, siento que me voy, que mi alma se desprende y me transporta al paraíso, al edén, intento elevar mi cabeza, pero una suave mano me lo impide, y me susurra al oído que me relaje, que me deje "hacer", luego de 10 maravillosos minutos , siento el peso de una de ellas sobre mi ingle, luego la mano tibia que dirige mi miembro a lo que seria el lugar donde uno quisiera morir si pudiera elegir, la penetración se realiza muy lentamente, siento algo raro, al principio no se que es pero me agrada, como puedo y sin abrir los ojos toco la vagina de la que me esta tragando y siento que no tiene bellos pubicos, esta totalmente depilada, ese detalle me pone a mil, pues caí en la cuenta que era Marta la que me estaba "usando", mi pene se puso tan duro, que me dolía, y este cambio lo noto en la vagina quien me montaba ya que se empezó a mover con mas celeridad, en cuestión de unos minutos siento como su cuerpo se contrae en espasmos controlados, es el orgasmo que la sacude, sus líquidos chorrean por mi pene hasta la base, mojando mis hinchados y doloridos testículos.

Pasaron yo calculo tres o cuatro minutos, hasta que se recupero, luego empezó de nuevo, ahora con movimientos circulares de cadera, esto me pareció muy excitante , ya que mi miembro recibía un estimulo envolvente en vez de subí baja, esta diferencia hizo que yo no pudiera contener la eyaculación y la llene con una gran cantidad de semen, pero no fue un orgasmo mas, todo mi cuerpo se fue por el orificio del glande, los latidos o palpitaciones de la eyaculación eran acompañados por todo mi ser.

Me relaje tanto que me dormite, cuando abro los ojos me doy cuenta que tengo una venda de seda en mis ojos, y escucho la vos sensual de Marta que me dice que ahora cuando este listo, probare las mieles del sexo anal, pero que yo tendría que elegir al tacto cual cola probaría, esto me pareció lo mas caliente y excitante del mundo, me imagine que con solo tocarlo descubriría el culo de mi mujer y elegiría el otro, ( ya les dije que me obsesiono el culo de Marta) y así darle duro todo el tiempo que pudiera aguantar a ese trasero de película, pero como aun no estaba "listo" me prepararon un sándwich de atún con tomate y lechuga, también me dieron de beber una copa de vino blanco, luego mientras yo comía siguieron tocándome .

En veinte minutos ya estaba listo para la " batalla", sentía mi sangre fluir por todo mi cuerpo, mi mente acelerada con solo pensar que poseería ese culo tan hermoso que tenia Marta, era todo tan morboso y caliente y mi libido tan alto que me asustaba, me preguntaron al unísono si estaba listo, asentí con la cabeza, entonces las dos se pusieron al borde da la cama, al alcance de mi mano , luego muy lentamente acercaron de a una sus traseros , el primero era durito y suave, ( este es el de Marta pensé), luego el otro, que para mi sorpresa era de igual "calidad", esto me dejo perplejo, pensé que seria mas fácil reconocer el culo de mi mujer, pero no era así, entonces pedí repetir la maniobra, quería asegurarme de no "errar" el blanco, no sabia si podría tener otra oportunidad, con semejante mujer, así que cuando pasaron las dos, me decidí por la primera, ( que para mi. era el de Marta) y para que no me lo cambiaran, la tome con las manos y la traje hacia la cama, sin soltarla ni un segundo.

Ella me beso, paso su lengua por mi pecho y estimulo mis sentidos, con tal delicadeza que mi cuerpo no paraba de temblar, luego muy suavemente fue acercando a mi cara su hermoso y excitante trasero, como yo estaba vendado, solo cuando mis labios sintieron la piel empecé a basarla, con mis manos buscaba con inocultable ansiedad su ano, quería basarlo e introducir mi lengua lo mas profundo que pudiera, quería estimularlo y dilatarlo, quería sentirlo como una rosa en flor, quería con desesperación estar dentro de ella, con mi miembro totalmente erguido ella se sienta en mi regazo, y muy lentamente pone la punta de mi pene en su ano, pero no lo fuerza, solamente se queda ahí viendo mi desesperación para seguir, era toda tan especial, que incluso esa " tortura", me parecía lo mas maravilloso del mundo, "jugo" conmigo unos minutos mas y luego lentamente fue tragando milímetro a milímetro mi deseoso miembro, cinco centímetros y lo sacaba, luego siete y lo volvía a sacar, cuando lo introdujo un poco mas de la mitad yo ahora no le permití que se moviera, quería seguir hasta el fondo , quería llenarla por completo de mi.

Me cabalgo 15 hermosos, maravillosos, sublimes minutos, mi ser, todo mi ser, disfrutaban de ese cuerpo, nunca había experimentado tanto placer, placer que me imaginaba jamás volvería a experimentar, porque como dice el dicho, todo lo bueno acaba, y yo acabe, le llene su culo con tanta leche que no lo podía creer, y ella me correspondió con un orgasmo múltiple, maravilloso y muy, pero muy sensual, sentía como gemía, como gozaba de mi y de mi cuerpo, me hacia sentir un HOMBRE con todas las letras, cosa que no ocurría hacia mucho tiempo.

Estando ella aun penetrada , me quito la venda, quería ver la cara de Marta, quería que me dijera como lo había disfrutado, pero grande fue mi sorpresa al ver a mi mujer relajada y con una sonrisa de oreja a oreja con mi miembro dentro de su ano y a Marta vestida sentada en un sillón al lado de la cama, dirigiendo el espectáculo todo el tiempo, luego me confesaron que solo penetre a mi mujer, que Marta hablaba y solo acaricio, que yo disfrute de la mujer que amaba y goce con el cuerpo de ella.

Marta me dijo en forma de despedida, que si me concentraba podía ,cada noche, tener fantasías, crearme en cada encuentros , estimulaciones que permitieran , sin tocar a otra mujer, salvar el matrimonio, que comprendiera que con solo verla a ella pude volver a tener 20 años, que me imaginara lo que podría lograr con el maravilloso poder de la mente y la fantasía, y desde ese día lo hice y gracias a Marta y la inteligencia de mi mujer, hoy podemos decir que somos una pareja madura, pero llena de " proyectos".