La amiga de mi madre

Lo que una mujer a punto de divorciarse es capaz de hacer.

LA AMIGA DE MI MADRE

Bien estimados lectores, este es mi segundo relato y fue también un hecho real aunque está más ligero que el primer relato que subí, esto sucedió hace algunos 3 años.

Todo comenzó por ahí del mes de junio, yo estaba casi terminando el semestre en la universidad y a raíz de eso nos juntábamos en casa de una compañera a hacer trabajos finales. Un día de esos llegué tarde a mi casa y mi madre me pidió que la acompañara a casa de una amiga de ella. No hice preguntas, nos subimos al carro y arrancamos.

Ya en el camino mi mamá me estuvo explicando como estaba el asunto: resulta que esa amiga de ella se estaba divorciando e íbamos a ir a su casa a recoger sus cosas porque se iba a estar quedando en nuestra casa unos días en lo que arreglaba el juicio y la tutela de su hijo, un niño como de 6 años. Le pregunté como se llamaba su amiga y me dijo que Gabriela, se me hizo raro ya que nunca me la había mencionado hasta que me dijo que era una vecina de mi abuela (a la cual casi no visito por cierto).

Total íbamos llegando a casa de Gabriela y ella ya esperaba a mi mamá con sus maletas y con su hijo afuera, yo me comencé a poner un poco nervioso porque me di cuenta que la tipa se estaba fugando y si llegaba el esposo iba a haber problemas dado que el motivo por el cual lo dejaba era porque el tipo la golpeaba. Yo soy de complexión grande, mido 1.86, peso cerca de los 100 kilos y en ese entonces hacia ejercicio diariamente, aun así un encuentro violento con un tipo mayor que yo no era algo que yo deseara para finalizar mi día.

Llegamos y rápidamente le ayudamos a subir las maletas al auto y ya fue ahí cuando pude verla bien: era una mujer de aproximadamente 33 años, de estatura media, cabellos rojos y piel muy blanca. Iba vestida con unos pants algo flojos y una playera, ahí me di cuenta que tenia unos pechos enormes, no se mucho de tallas pero debía ser como un 36. Era una mujer algo atractiva y bien conservada a pesar de ya tener un hijo y andar pasada de los 30. Íbamos ya en el carro cuando mi madre nos presentó, era una mujer bastante agradable y sencilla así que en poco tiempo hicimos confianza y platicábamos constantemente los días que se quedó en la casa.

Así siguieron las cosas en la casa, yo llegaba de la escuela y ella me esperaba con la comida ya hecha. Después de unos días las cosas comenzaron a ponerse raras: ella no dejaba de estar en mi habitación o estarme llamando al celular para preguntarme a que hora regresaba a la casa. Había ocasiones en que yo llegaba de la universidad y ella estaba en mi habitación dormida, cosa que me molestaba un poco al querer yo llegar a descansar pero a la vez me invadía una rara sensación al ver una mujer así en mi habitación.

Por esas fechas hice un viaje a la ciudad de México a una competencia deportiva y andando por allá compré varios souvenirs, y al regresar le obsequie unas cosas "son para que te den suerte en el amor" le dije, a lo cual ella me respondió "Ah ok entonces ya lo encontré" A mi el comentario me hizo gracia y lo ignoré, en eso sonó el teléfono y yo contesté, era un compañero de la escuela y nos pusimos a platicar, en eso al estar yo platicando con el Gabriela se me acercó y me plantó un beso en la boca. Obviamente me quedé helado y le colgué a mi amigo argumentándole que lo llamaría después. Acto seguido le pregunté a Gaby (como todo mundo la conocía) que había significado eso y me dijo que nada, se encerró en el cuarto donde se quedaba y ya no se mencionó el incidente.

Llegó la noche y nos fuimos a dormir todos, yo me fui a mi habitación, me encerré y me acosté como de costumbre pero no dejaba de pensar en ese beso. Total me quedé dormido, no se que hora sería pero ya era entrada la madrugada, yo dormía profundamente cuando sentí que alguien me agarraba el pene y me estaba pajeando, me desperté sobresaltado y ví que era Gabriela, ella al ver mi reacción se acercó a mi y me plantó un beso en la boca. Yo no hice de otra más que quedarme quieto y dejar que ella siguiera pajeandome. Seguíamos besándonos, obviamente la mujer sabia besar, alguien de su edad y con ese físico debía conocer a la perfección el arte del sexo, la tenía encima de mi cuando le levanté la blusa y pude ver por fin esos tremendos senos los cuales ansiaba morder.

Comencé a acariciarlos suavemente, después a besarlos y a chupar enérgicamente sus pezones mientras ella seguía pajeandome cada vez con más fuerza, volvíamos a besarnos y yo regresaba a lamer y morder esos pechos que me estaban volviendo loco. Poco después de eso metí mi mano dentro de sus bragas, pude sentir su vagina húmeda y sin ningún vello, indicio de que se depilaba completamente esa parte del cuerpo y justo en ese momento me dijo que mejor lo dejáramos hasta ahí y que en otra ocasión continuáramos, que tenia unas tremendas ganas de follarme y que eso había sido solo una probadita de lo que me esperaba. "¡Rayos, maldita mujer! Solo vino a calentarme la muy p…" fue lo que pensé. Pues ni modo hasta ahí quedó esa noche me dije a mi mismo, ella se salió de mi habitación mientras yo me decía a mi mismo "Esa mujer tiene que ser mía"

Pasaron 2 días y le llamé a un amigo para contarle lo sucedido y me obsequió un par de condones de un paquete que había comprado días antes para una salida que tuvo con una chica. Yo esperaba con ansias la noche en que Gaby invadiera otra vez mi habitación para poder follármela. Y así fue, estaba yo en mi cuarto cuando la escuché entrar. Para esto mi madre y mis hermanas dormían en sus respectivas habitaciones con el aire acondicionado encendido así que yo aproveché esa situación para que no escucharan todo lo que sucedía dentro de mi cuarto.

Entró Gaby y vestía un camisón semitransparente con el cual se veía espectacular, si bien no era delgada por el hecho de ya ser madre el camisón la hacía ver bastante sexy, más con ese enorme par de tetas que se cargaba. Me paré de mi cama y me puse frente a ella, le dije que se veía tremenda y solo sonrió.

Acto seguido me tomó de la cara y me acercó a ella para darme un beso. Así fue como todo comenzó, empezamos a besarnos pero no con calma sino con una lujuria de locos, pasaba su lengua por mis labios y mi barbilla a la vez que me agarraba las nalgas y yo las de ella. Me recargué en la pared y ella se puso de espaldas para pegarme su culo en mi pija, la cual prácticamente pedía a gritos salirse de mis boxers. Así estuvimos otro rato, ella frotaba su culo contra mí y yo agarraba sus tetas por detrás de ella mientras le besaba el cuello. Comencé a besar su espalda y a quitarle el camisón mientras iba deslizándome lentamente hacia abajo. Al llegar al punto donde estaban sus nalgas comencé a besarlas y lamerlas, después a darle pequeñas mordidas y bajar sus bragas lentamente. Estaba muy oscuro pero pude ver a la perfección la raya de su culo, la cual comencé a lamer. Podía sentir como las piernas de Gaby trastabillaban como queriéndose dejar caer, después separé sus nalgas y comencé a lamer y besar su ano, se sentía increíble pasar mi lengua sobre sus pliegues y mas me excitaba al escucharla gemir y jadear. Mordía sus nalgas y le daba pequeñas chupadas cuando ella se quitó y se acostó sobre la cama.

Ven papito, quiero sentirte

Esas palabras hasta la fecha suenan en mi cabeza, no daba crédito todavía. Me puse arriba de ella para seguirla besando cuando bajé a su vagina, ya no me fui por las ramas y llegué directo a su clítoris el cual estaba ardiendo, era una vagina deliciosa y mas porque estaba completamente depilada. Mordía su clítoris suavemente y lamía sus labios, metía y sacaba mi lengua de su entrada cuando vino su primer orgasmo. Yo no dejé chupar su clítoris y de meter y sacar mi lengua cuando vino su segundo orgasmo. Me dijo después que ahora era mi turno.

Me acosté boca arriba y ella comenzó a lamer y morder mi pecho, iba lentamente hacia abajo cuando llegó a mi pija y rápidamente comenzó a meterla y sacarla de su boca. Lamía mis bolas y succionaba mi pene como loca, ¡que mujer Dios mío! Chupaba y mordía la cabeza de mi pene con tal frenesí que no pude evitar venirme. Al ver ella eso como que se desanimó un poco, así que optamos por esperar algo de tiempo para que yo pudiera "recargar" pilas de nuevo. Pasaron cerca de 50 minutos cuando ella me dijo que ansiaba tenerme dentro de ella, que no podía irse de mi casa sin antes haberme follado, así que de nueva cuenta comenzó a chupar mi pene. No hubo necesidad de esperar más, la manera de succionar y chuparme el pene hizo que rápidamente volviera a estar firme, listo para poder penetrarla. Recordé los condones que me había regalado mi amigo y me puse uno, cosa que a ella le agradó.

Me coloqué encima de ella no sin antes darle otras lamidas en su clítoris y lubricar con saliva la entrada a su vagina. Puse la cabeza de mi pene contra ella y la penetré lentamente, ella se arqueó al sentirme dentro de ella y comencé a bombear mientras nos besábamos y besaba esas enormes tetas que tanto me habían gustado. Las embestidas eran cada vez más rápidas y más profundas, los dos jadeábamos y ella gemía. Después ella se puso en cuatro para poder embestirla por detrás. Volví a poner mi pene en su pepa y seguí bombeando como lo hacía minutos antes, pero al estar así veía lo enorme que se veía su trasero en esa posición. Me ensalivé un dedo, lo puse en la entada de su ano y lo empujé hacia dentro, ella gritó un poco y me dijo que por ahí nunca lo había hecho y que de momento no quería.

No dijo nada después y seguíamos follando así mientras yo seguìa metiendo y sacando mi dedo de su ano, después me ensalivé dos dedos y los introduje a lo cual ella no opuso resistencia, no pude evitar bajarme de nuevo para saborear de nuevo su culo y su ardiente pepa por detrás. Volví a ponerme detrás de ella y seguíamos así cuando yo sentí que ya no iba a aguantar, iba a explotar dentro de ella y así fue, terminé dentro de ella y caímos exhaustos yo con mi pene aun dentro de ella hasta que comenzó a salirse solo, algo que me preocupó un poco por el temor de que algo de semen hubiera caído dentro. Estuvimos un rato acostados cuando me dijo que había estado riquísimo y que ojalá y se volviera a repetir. En efecto pasaron algunos días cuando volvimos a hacerlo otra vez en mi cuarto.

Semanas después ella ganó el juicio legal contra su marido y obtuvo la patria potestad de su hijo, pero el tipo amenazó con quitárselo a la fuerza, por lo cual ella decidió irse a vivir a los Estados Unidos no sin antes agradecernos por nuestra atención. Y así quedó, no volví a saber nada de ella sino hasta hace como 2 meses que llamó a la casa para saludar a mi mamá, ahí me enteré que se había casado con un gringo, que había tenido dos gemelitos y que vivía muy feliz allá. La verdad me alegro mucho por ella. Y hablando con mi madre le dijo que iba a venir de visita a la ciudad durante las fiestas navideñas y que estará aquí cerca de 1 mes, así que veremos que sucede

Espero que les haya gustado. Saludos a todos.