La amiga de mi hija
La mejor amiga de su hija es el blanco de un hombre que desea meterla en su cama a toda costa.
Lima - Perú, 2001. Por Marco Alonso
Marzo de 2001
Hace mucho que no me hecho un polvazo como de los buenos. Como el que me quisiera meter con Yossy, la amiga de mi hija, de apenas 18 añitos recién cumpliditos, es que está buenaza. Es una chica de aproximadamente un metro setenta de estatura, un poco más alta que mi hija y más alta que yo también, pues mi hija en un tantito más alta que yo, es muy esbelta, de piel blanca, ojos acaramelados, nariz recta y delgada y labios sensuales, es bien risueña y sensual a la vez, tiene el pelo negro azabache, lacio y muy largo, tiene unas piernas largas preciosas, el culito bien parado y formado y los pechos bien redondos. Me tiene loco desde el primer día en que la vi, cuando la vi llegando a casa de mi ex esposa, Sofía, con Dánica, mi hija, en diciembre del año que pasó, a estudiar para sus exámenes finales, con un polito rayado pegadito, cortito, que le llegaba arriba del ombligo, y una faldita celeste bastante corta y unos zapatos abiertos negros con algo de tacos. "Buenas tardes señor" "Hola preciosa" , fueron nuestros primeros contactos.
Pero no era nada raro que Yossy me gustara, siempre me gustaban las amigas de Dánica, casi todas sus amigas eran lindas.
Pero como Yossy no había visto ninguna tan linda. Durante mi vida me he comido a otras mujeres jóvenes y buenas, a pesar de mi edad, creo que es normal. Soy viejo, pero aún tengo mi encanto, muchas personas me han dicho que tengo cara de pervertido, pero no me interesa. Siempre trato de estar bien arreglado, a pesar de que casi ya no tengo nada de pelo, a pesar de las arrugas y las ojeras que tengo. No soy ni gordo, ni tampoco flaco, sólo tengo algo de barriga, como cualquier hombre de mi edad, pero aún estoy bien parado. Creo que son mis bigotes, lo que más les ha atraído a las nenas que me he comido. Siempre había escuchado hablar de Yossy por lo que Dánica me contaba. Hace un año que Dánica ingresó a la Universidad a estudiar Turismo y Hostelería, siempre me contaba de todos sus amigos, aproximadamente en octubre del año pasado me contaba que Yossy era una chica de 17 años que acababa de conocer, Dánica tenía en ese entonces 19, que habían congeniado bien y que habían empezado a estar juntas todo el tiempo. También me contó que ésta chica meses antes había empezado una relación sentimental con Gino, el amigo de la infancia de Dánica, que vive a la vuelta de la casa de mi ex esposa, que era mi casa también, antes que me separara de ella. Gino ingresó junto con Dánica, ambos estudiaban lo mismo.
Gino siempre me cayó muy bien, era un muchacho jovial, tiene 20 años, pero lo conozco desde que tenía 2 años y también a sus padres por supuesto. Es un chico de buena familia, su padre es dueño de dos hoteles en la capital, es un muchacho carismático, había tenido muchas novias, hasta Dánica llegó a pasar por él, pero cuando eran aún adolescentes, Gino fue el primer amor de Dánica, pero en la actualidad se llevaban muy bien, siempre salían en grupo, tenían el mismo grupo de amigos. Dánica era amiga de todas las novias que había tenido Gino y viceversa. Gino siempre conversaba conmigo, bromeábamos, cuando aún estaba junto a mi esposa lo invitábamos a almorzar, a veces lo invitaba a tomar unos tragos y hasta hablábamos de mujeres.
Desde el año pasado he visto a Yossy muchas veces en la casa de Sofía. Sé que es hija de un coronel. Es desde el año pasado muy amiga de mi hija. El mes pasado las llevé un domingo al club de Santa María a ella y a mi hija. Que increíble fue verla con su tanguita tan pequeña, desde ese día sueño con ella, que me la como, que la hago mía totalmente, que me como su conchita. Rogaba que mi hija se encuentre con alguien y se entretenga por otro lado para que nos deje solos un instante, pero era imposible. Ese día me hice amigo de ella, bromeaba, era jovial, amable, hasta llegué a escuchar que le decía a Dánica que su papá era lindo.
Era increíble verla bañarse en el mar, me fumé como 4 cigarrillos emocionado de verla.
Ese día me enteré que salía con Gino desde agosto del año pasado, pero que recién son pareja formal desde fines de enero. Conociendo a Gino ya no creo que sea virgen. Voy a pensar muy minuciosamente cómo me he de comer a esa mujer .
Abril 2001
Es increíble lo que me pasa cada vez que veo a Yossy, la polla se me pone enorme, el corazón se me acelera y hasta me dan ganas de masturbarme a mi edad, es que camina con una sensualidad que solo las Diosas saben hacerlo, su culito es increíble, sus piernas bellísimas, sus pechos espectaculares, me muero por poner mi mano en esa pequeña cinturita.
Yo creo que va a caer algún día, se nota que le caigo bien, pues ríe muy entusiasmadamente cada vez que le bromeo. Es increíble verla en shorts, en minis, como envidio al pendejazo de Gino.
Hasta el momento sólo he sentido sus manos y sus delicados hombros cuando la saludo o me despido de ella. Se le nota muy enamorada de Gino. Reía muy románticamente cuando le hablaba de él en la playa el día que fuimos a Santa María.
Estoy tratando de impactarla y parece que estoy logrando algo, pues el día que estuvimos en la playa del club, pude notar la atención que me ponía cuando les hablaba a ella y a Dánica, a la hora que almorzábamos, hablaba acerca de mis viajes, de su carrera, de las empresas en las que trabajaba, una de las cosas valiosas que tengo es la facilidad de palabra, a muchas personas he impresionado con eso y Yossy no va a ser la excepción. También hablaba de otras cosas, le hablaba de Gino, le decía que era muy amigo mío, hasta le bromeaba, como si fuera un amigo más, ese día no me acuerdo en qué momento ella empezó a tutearme, Dánica lo tomó normalmente, pues Gino y otros amigos de ellos también me tutean, pero Yossy era la primera amiga que lo hacía y en ese momento supe que había logrado algo importante.
Ese día hablé de muchas cosas para impactarla, la ventaja que tenía de estar con mi hija era que todo el tiempo me reventaba cuetes, y eso lo aprovechaba al máximo. Hablé de lo divertida que había sido mi juventud, de la época en que iba al colegio, de la Universidad, de mis amigos, hasta les hablaba de historia, de literatura, de música, de negocios, trataba de guiarlas para el futuro y Yossy me miraba muy interesada, parecía que nunca había escuchado hablar a alguien así. Y pueda que sea cierto, pues meses antes Dánica me contaba que los padres de Yossy eran separados y vivía con su madre y sus dos hermanos de 21 y 10 años. Su padre radicaba en Estados Unidos y los visitaba cada tres o cuatro meses aproximadamente.
Ese mismo día Yossy me contó que estaba a punto de comprarse un auto de segunda mano, pues tenía guardado unos ahorros de cuando participaba en desfiles de moda como modelo desde que tenía 14 años.
Eso me sedujo aún más de ella, eso quería decir que desde los 14 años tenía ese cuerpo espectacular. Entonces empecé a hablarle de la moda, era un tema que ella dominaba mejor, era increíblemente sensual hasta su forma de hablar, cuando la miraba la alucinaba desnuda, en la cama conmigo, revolcándonos, en fin. Le hablé de autos, de todas las marcas habidas y por haber, ella me dijo que aún no sabía manejar muy bien, pero que estaba tratando de aprender con Gino. Le dije que era algo muy fácil, al instante Dánica me alabó, pues yo le enseñé a manejar y lo hace bien. Le dije que algún día podría enseñarle los secretos del manejo, pero tenía que tomar mis distancias, pues Dánica no debía darse cuenta de lo que pretendía. Sé que ese día se quedó con la boca abierta al escucharme de todo lo que yo sabía y lo gran hablador que era. Luego de haber conversado como dos horas, nos fuimos de regreso. Al subir a mi camioneta daba lo que sea por que Dánica se siente atrás y me deje adelante con Yossy, pero no fue así, me tuve que conformar con verla por el espejo retrovisor lo sensual que se veía cuando el viento soplaba su cabello.
Al llegar a casa de Sofía, las chicas subieron a la habitación de Dánica, Sofía no estaba en casa, así que me puse a ver televisión en su estudio, fumándome un cigarrito, quería esperar que Yossy regrese a su casa para llevarla, pero para mi mala suerte luego bajaron cambiadas y dijeron que iban a salir en el auto de Dánica. No tuve otra cosa que despedirme e irme solo, pero Yossy me despidió con una linda sonrisa, creo que había dado un paso muy importante.
Ese día fue viernes, al día siguiente era cumpleaños de Dánica e iba ver una fiesta en casa de Sofía.
Como no podía ser de otra forma asistí al cumpleaños de Dánica, la casa estaba llena de mocosos, Yossy estaba bellísima con una falda bastante alta, color blanca y un polito bien escotado negro. Sólo la saludé, pero estuve bien alejado de ella, estaba de arriba a abajo con Gino de la mano, veía cómo Gino le acariciaba su pierna, cómo la besaba, la tenía de la cintura todo el tiempo. Era bien excitante verla bailar. Estuve un momento con Sofía, traté de ser amable con ella, pero no llegamos a hablar ni 15 minutos. Ella se fue a dormir, le pedí que no se vaya, pero fríamente me dijo que salga y me busque una chibola como las que me gustan. Sofía nunca me perdonará lo infiel que le fui, y sé que no es para menos. Me estaba aburriendo solo en el estudio con la televisión mientras todos se divertían afuera, pero qué iba a ser con una tira de mocosos, sentía que iba a estorbar si salía, entonces se me ocurrió una idea para entretenerme. Siempre que había una fiesta o se reunían en la casa, Yossy se quedaba a dormir y ésta no sería la excepción, así que entré al cuarto de Dánica y empecé a buscar la ropa interior de Yossy, su maletín estaba lleno de ropa, encontré un jean, unos politos pequeños, un shortcito celeste, se me paró la polla, hasta que encontré la pequeña tanguita lila, con la que me excité increíblemente en la playa, seguí buscando para encontrar más de su intimidad, cuando en eso sentí que alguien subía, guardé todo apresuradamente y salí del dormitorio, era la mucama, me hice el disimulado y le sonreí, a los pocos segundos subió Dánica con una amiga a buscar unos discos y hablar por teléfono. Me di cuenta que esto era muy difícil, así que me despedí de Dánica y me fui.
Al día siguiente las visité como a las 12 del medio día y las encontré a Yossy y Dánica en la piscina. Dánica salió y se prendió de mi cuello, me besaba y me acariciaba, yo miraba de reojo a Yossy como salía totalmente mojadita con la tanguita escurriendo. "¡Estas mojando a tu papá!" dijo Yossy riéndose, al mismo tiempo que para mi desgracia se ponía su salida de baño, se secó la carita de muñeca y me dio un beso en la mejilla. Nos sentamos y me contaban de la fiesta, que bailaron hasta morir, bebieron como nunca y se divirtieron hasta el cansancio hasta altas horas de la madrugada. A los pocos minutos llegó Gino, me saludó entusiasmadamente, en eso me paré y le dije a Dánica que estaba de pasadita y ya debía de irme. Dánica y Gino me pedían que me quede, Yossy me miraba secándose el cabello. "¡Quédate a tomar unos tragos Marco, hace tiempo que no nos vemos!", dijo Gino. "Me encantaría hermano, pero tengo cosas que hacer, en cualquier otro momento nos juntamos y platicamos" . Me despedí.
La semana siguiente del cumpleaños de Dánica, la llamé por teléfono para saber cómo estaba, ella me contaba que acababa de llegar de clases y que estaba acompañada de Yossy, eran como las 11 de la mañana, además me dijo que su madre no estaba en casa, entonces se me prendió el foco, le dije que vengan a almorzar a mi departamento para que me acompañen. Ahí mismo pude escuchar que consultó con Yossy y entonces aceptaron. Mi departamento siempre estaba limpio y ordenado, pero en ese momento empecé a pasar el trapo por todo lugar donde había algo de polvo. No había mucho que esperar, pues mi departamento estaba cerca, así que llegarían en cuestión de minutos. Llamé a la pizzeria, ordené que me traigan fetuccini y lasagna, estaba seguro que le encantaría a Yossy y la impresionaría aún más. Más o menos a los 20 minutos llegaron, Yossy estaba bellísima como siempre, con un pantalón ajustado de jean celeste y un minipolo blanco, totalmente sensual. Puse música suave, nos sentamos y conversamos, en la mesa ya estaban los platos, pero el pedido llegaría en media hora, Yossy estaba risueña como siempre, empecé a hablar de los negocios y los planes que tenía en mente para la fábrica, luego ellas empezaron a hablar de la fiesta de la semana pasada, se reían de algunas que otras cosas que pasaron, de la Universidad, de los cursos, cuando en un momento Yossy empezó a hablar de la foto que se hacía notar en un portaretratos, "¿eres tú?", me preguntó. "Así es", le respondí. Era una foto en donde tenía 20 años, era la que a mí más me gustaba, en la que salía más atractivo. "Estabas bien", dijo en tono de broma y se me ocurrió sacar mi álbum de fotos. Ella miraba las fotos bien detenidamente una por una. De niño era un gordito cachetón, me peinaba con raya al costado y en la mayoría de fotos salía con short y tirantes. "¡Qué rico gordito!", decía cariñosamente, luego llegó hasta la foto en la que aparezco con mi prima Gisel, que en esa foto tenía 17 años y yo 13, la llevaba abrazada con mis dos manos, Gisel siempre fue una chica delgada y muy fina, era blanca, pecosa, castaña, con el pelo largo de ricitos. "De chiquito ya era coquetón", dijo mirándome con una cara inocentemente acusadora.
Y es que Yossy estaba en lo cierto, pues fue con mi prima Gisel, que perdí la virginidad a los 16 años.
Entonces llegó la comida, serví sin dejar que ellas intervengan, Yossy hacía comentarios de lo atento que era y Dánica me reventaba cuetes. Almorzamos y bebimos vino, conversamos y reímos de muchas cosas. Permanecieron en el departamento algo más de tres horas y luego se fueron en el auto de Dánica.
Yossy era demasiado excitante, no podía perderla, iba a empezar a echar un plan. Un día la esperaría fuera de su casa y la invitaría a almorzar o a comer, beberíamos y si se pondría difícil, le aplicaría algo a la bebida para excitarla. Estaba decidido a comérmela.
Días después recibiría una invitación para el matrimonio del hijo mayor de Julián, el hermano de Sofía, que sería a fines de mayo.
Mayo 2001 Ahora si me siento el rey del mundo y no es para menos.
A comienzos de este mes Yossy rompió con Gino, bueno Dánica dice que tuvieron una discusión muy fuerte y fue Gino el que dio la relación por terminada. Traté de sacarle todos los detalles del rompimiento a Dánica pero ella sólo me decía que era culpa de Gino y que Yossy estaba deprimida.
Entonces pensé que en ese momento no era adecuado echar a caminar mi plan, pensaba en consolar a Yossy, pero Dánica decía que ella estaba en su casa sin salir a ningún lado y que hasta faltaba a las clases y que la visitaría el día de mañana para consolarla. Entonces yo no podría hacer otra cosa más que esperar, pensé en recurrir a Gino para averiguar los hechos, pero el pendejo sospecharía al instante. Sólo esperé, pensé en mil formas para ver a Yossy, pero no encontré ninguna forma adecuada.
A las dos semanas Dánica me dijo que Yossy se había recuperado algo, que había hablado con Gino, pero que éste ya no quería saber nada de Yossy. Dánica dijo que iba tener que distanciarse de Gino porque no podía dejar sola a Yossy, pues llevaban algunos cursos juntos los tres e iba a ser algo difícil, pero que ayudaría a Yossy a superarlo.
Llegó el día de la boda, del primo de Dánica, que se realizaría el sábado al medio día, me comuniqué con ella y me dijo que había convencido a Yossy a que la acompañara para que se relaje.
Me encontré con ellas en la iglesia llegaron acompañadas de Sofía. Yossy se había cortado el cabello, lo llevaba más o menos a la altura de la mitad de su cuello, se la veía más niña aún, llevaba puesto un vestido escotado dorado que le llegaba a la altura de las rodillas, un poco más arriba con una abertura en su pierna derecha, las saludé y le dije en el oído que se veía encantadora, ella rió. Me ubiqué algo lejos de ellas, pero no dejaba de observarla, estaba hecha una Diosa, parecía que había olvidado a Gino, pues se le veía normal.
Ya en la recepción, en la enorme casa de Julián, nos ubicamos en una mesa Dánica, Yossy, una prima de Dánica y otra pareja más, su señora y yo. Dánica empezó a lorear imparablemente con su prima, a quien no veía hace mucho. Me senté al lado de Yossy. "¿Qué ha sido de tu vida muñeca?", fue lo primero que le dije. "Más o menos, seguro te enteraste de mi desgracia", me dijo con una sonrisa algo entristecida. Sus piernas estaban increíbles, lindísimas, estaban cruzadas frente a mí y descubiertas por la abertura del vestido, se me paró la polla en un instante. No veía la hora de que empiecen a servir el trago para conquistarla.
Bebimos algo de champagne, luego almorzamos, luego bebimos whisky, luego continuamos con el champagne. Le pregunté lo de Gino. Ella solo decía que ya todo había acabado, pero que aún sentía algo que no se lo podía quitar. La fiesta estaba aburrida, sólo había música de fondo. Le empecé a bromear, ella reía, le dije que la fiesta estaba aburridísima, ella estaba de acuerdo, en eso le dije que debíamos de ir a otro lado para poder conversar y me cuente todo lo sucedido con Gino, ella sonrió, pensó que sólo le bromeaba. Seguía corriendo el champagne, bebíamos y bebíamos, le decía que no debía estar triste, pues ella era una chica preciosa y encontraría un novio en cualquier lugar. Empezaba a reírse y por ratos se ponía melancólica. Hubo un momento que trató de recostarse en mi hombro, pero se dio cuenta que estábamos en una fiesta y al instante se desanimó. Empecé a insistir que debíamos de ir a otro lado, pues en esa fiesta nos dormiríamos. Entonces noté que empezaba a pensar, parecía que el trago empezaba a subirle. "Dánica está muy entretenida hablando, dile que te sientes mal y que yo te dejaré en tu casa", le dije. "No sé, pero a dónde vamos", dijo. "A un lugar más entretenido" le dije. Se le veía algo indecisa, le serví más champagne. Al rato yo mismo me acerqué a Dánica, le dije que estaba aburrido y que me iría a casa y que Yossy estaba algo deprimida y que la llevaría por ahí a su casa.
En eso Dánica como que se sorprendió un poco, se acercó a Yossy y trató de convencerla para que se quedara, Yossy dudó algo, me miró y le quiñé el ojo, por dentro estaba rogando que no le hiciera caso a Dánica. Entonces Yossy le habló a Dánica, pude escuchar que le decía que no se preocupara, entonces Dánica aceptó y se despidieron. Empecé a saltar en un pié por dentro. Lo estaba logrando poco a poco. Traté de calmar mi excitación.
Caminamos hacia mi camioneta riéndonos de lo aburrida que estaba esa fiesta, le contaba que toda fiesta de la familia de Julián siempre habían tenido esas características. Le abrí la puerta del auto muy caballerosamente, al subir yo a mi auto, no podía contener mi erección al verla ahí a mi lado cruzada de piernas. Arranqué el auto y preguntó a dónde iríamos. Le contesté en tono de broma que cualquier lugar sería más divertido que la fiesta esa. Ella rió. Luego de unos segundos de silencio le respondí "¿a mi departamento te parece bien?, tengo una botella de vino que la quiero probar hace mucho". Calló por unos segundos se puso un poco seria y respondió "Ya pues" . Excelente. Creo que hoy era mi día de suerte.
Al llegar al departamento ella entró al baño, estuvo como unos 2 minutos, luego salió y se sentó en el sofá, mientras yo ponía algo de música suave. Abrí el vino, serví dos copas y me senté a su lado. Era increíble, estaba cruzada de piernas, sus preciosas piernas largas y blancas se dejaban ver bajo la abertura del vestido. "Salud" le dije. "Ahora cuéntame lo de tu decepción", le dije. Me contó que un día un ex novio fue a visitarla a su casa, conversaron, luego lo acompañó a ser unas compras, en ese momento Gino fue a buscarla, pero no la encontró. Al llegar ella telefoneó a Gino y le contó la verdad, que había estado con su ex novio de compras, éste se enfureció, le dijo que era una coqueta, que ese tipo la estaba volviendo a conquistar. Ella le decía que ya no sentía nada por él, pero éste le dijo que al día siguiente hablarían muy seriamente en la Universidad. Entonces al día siguiente Gino le dijo que ya todo había acabado, que ella sonreía mucho con todos los tipos y que seguramente hasta se hicieron caricias con el tipo ese. Ella trató de convencer a Gino, pero éste se cerró completamente.
Llamó desesperadamente a Gino como dos días seguidos, a su casa, al celular, pero le colgaba para no oírla. Hasta llegó a esperarlo en la puerta de su casa. Fue entonces que volvieron a hablar, ella le prometió llorando que nunca más iba a ver a su antiguo novio. Gino aceptó. Pero se comportaba demasiado indiferente. Hablaba con otras chicas, hablaban poco. Ese fin de semana fueron a una discoteca ella, Gino, Dánica y otro amigo. Gino se separó de ellos dejando sola a Yossy y bailaba con otras chicas muy entusiasmado. Lo único que hizo Yossy fue irse. Al día siguiente llamó a Gino para pedirle explicaciones, éste fríamente le dijo que no quería saber más de ella. Y fue ese el último día que hablaron.
Al hablarme, me deleitaba mirándole su rostro algo melancólico, luego bajaba la mirada hacia sus formados pechos y luego hacia sus piernas, ella me lo contaba mirando hacia el vacío. Terminamos la primera copa, luego nos servimos otra, encendí un cigarro, le ofrecí pero no aceptó y empecé a dar mi opinión. Le dije que Gino siempre me cayó bien, que me parecía un tipo inteligente, pero que luego de escucharla ya no pensaba lo mismo, le dije que no estaba de acuerdo con él, que había sido demasiado prepotente, que debió escucharla porque ella estaba siendo sincera con él y que en ningún momento le había engañado, fue entonces que se recostó en mi hombro, yo le acaricié sobre sus suaves cabellos, le dije que Gino no la merecía, que ella era preciosa y que pronto encontraría la felicidad, entonces rió melancólicamente se sentó derecha, cogió su copa y la tomó totalmente, yo hice lo propio, serví otra rueda, "salud", le dije "salud", me dijo y bebimos como hasta la mitad de la copa, su vestido se iba subiendo poco a poco, me estaba volviendo loco, hasta que lo jaló disimuladamente con su mano.
Entonces le dije que trate de olvidarlo, que la mejor forma era divirtiéndose, saliendo a pasear, visitando antiguas amistades, que no era la primera persona en el mundo a la que le pasaba esto. Ella dijo que iba a ser difícil. Se la veía algo melancólica pero no lloró en ningún momento, pues dijo que ya había llorado mucho los días anteriores. Volvió a recostarse en mi hombro, entonces le cogí el rostro e hice que se recueste sobre mi pecho, cogí su mano y con la otra la acariciaba sobre su cabello. Le dije que muchos chicos querrían estar a su lado, que un clavo saca otro clavo, "yo creo que eres hermosa Yossy, no deberías estar sufriendo, diviértete, aún eres joven, si quieres llámame el fin de semana para irnos lejos para que te relajes" "gracias", me dijo sonriendo, se separó y volvió a meterse otro sorbo, entonces la tomé de las manos, su vestido nuevamente estaba bien levantado, le besé una de sus manos y le dije "eres bellísima Yossy, seguramente te lo han dicho infinidades de veces", ella sonrió y comprometidamente dijo que no. "Tienes unos ojos lindísimos", le dije acomodándole el cabello detrás de su oreja. Se soltó, cogió nuevamente su copa y bebió lo que quedaba, había bebido más que yo, mi copa aún tenía vino, entonces le llené nuevamente su copa, la botella ya iba por más de la mitad, al instante tomó otro gran sorbo. Se puso de pié y se dirigió hacia el baño, notándose que el trago ya hacía su efecto.
La música estaba bien romántica, al regresar me dijo sonriendo "qué aburrida estaba la fiesta", yo le dije que nunca antes había ido a una fiesta tan aburrida. Volvimos a sentarnos y a beber, ella me dijo que estaba bebiendo mucho, yo le dije que una a las quinientas no le iba a ser daño."¿En verdad crees que soy bonita?", me dijo mirándome a los ojos, "pero por supuesto eres bellísima Yossy, no te has visto en el espejo, acaso Gino no te lo ha dicho", le dije y sólo sonrió y secó la copa, "eres increíble Yossy" le dije cogiéndole una mejilla y acercándome, "pero ¿por qué Gino me dejó?", me dijo, "porque sabe poco de la vida", le dije tomándole la otra mejilla con mi otra mano, entonces la miré fijamente a los ojos y le dije "a mí sí me encantas Yossy", y la empecé a besar, a los cinco segundos sacó la cara, algo sorprendida cogió su copa y se sirvió ella misma más vino, bebió un gran sorbo y nuevamente la besé, volvió a sacar la cara, "no", dijo riéndose. Entonces subí el volumen del estéreo y le dije que bailemos, era una balada en inglés algo sensual, ella dejó su copa, tomó mi mano y aceptó, rodeó mi cuello con sus brazos, cogí de su cintura con mis dos manos y nos empezamos a mover lentamente. Me empezó a decir que iba a extrañar mucho a Gino, pero que no se iba a volver a humillar y me juró que lo iba a olvidar por completo, ya notaba que se estaba dejando llevar por los tragos "me parece muy bien muñeca", le dije y la empecé a besar otra vez, pero ésta vez ella también empezó a besarme, nuestras lenguas se juntaron, el beso era cada vez más intenso, nos separamos y le dije que siempre me había gustado, me agaché y la puse entre mis brazos, sí, la cargué, pude sentir la suavidad de su pierna, juntó sus manos detrás de mi cuello y nos besamos nuevamente y empecé a dirigirme a mi habitación, la recosté sobre la cama, me puse encima de ella, la besé intensamente y le empecé a acariciar las piernas, luego los senos, me separé y la empecé a desvestir lentamente al mismo tiempo que besaba por todo su cuerpo, sus senos eran espectaculares, eran un par de obras maestras, eran redondos y sus pezones rosados se notaban duros, le quité los zapatos y la dejé sólo con su tanguita crema de encajes, yo me saqué la corbata, la camisa, los zapatos y me desajusté el pantalón, empecé a saborear sus pezones, luego le masajeé completamente los senos, primero con mis manos y luego con mi boca, empecé a deslizar mis labios y mi lengua por todo su cuerpo, le absorbía las piernas, las besaba, las lamía, entonces me bajé totalmente el pantalón con trusa y todo, mi pene estaba enorme, le bajé la tanguita lentamente, al fin pude ver esa preciosa conchita, con la que venía soñando hace mucho, esperando ser penetrada, con poco vello y bien rosadita, me puse nuevamente encima de ella, abrió las piernas y la empecé a penetrar en una forma increíble, sintiendo lo jugosita que se encontraba y lo bien que lubricaba recibiendo mi durísimo pene, estaba realizando el mejor polvo de mi vida, en eso Yossy empezó a gemir y a excitarse muchísimo y abrió las piernas aún más, cada vez encajaba mejor mi miembro dentro de ella, entonces empecé a bombearla, ambos lo estábamos disfrutando una barbaridad. Yossy empezó a gritar excitada en el momento que empezaba a eyacular ¡AAAAHHH! ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!! ¡¡¡AAAAAHHHHHHH!!!, fueron sus expresiones mientras eyaculaba dentro de ella, al mismo tiempo que di un grito de júbilo también ¡AAAAAAHHHHHHH! Y terminé. Ambos respiramos aceleradamente y por la boca, recosté mi cabeza sobre su hombro y traté de descansar para apagar la fatiga, me quedé dormido con la pinga dentro de su vagina.
Al despertar Yossy me hizo a un lado, levantó el torso, tapándose hasta los senos con el cubrecamas, empecé a acariciar su espalda, "¿qué tal muñeca?", le dije, me miró y sonrió solamente, se acomodaba el cabello, se pasaba las manos por el rostro y sus ojos, la traje hacia mí, recosté su cabeza sobre mi pecho y me acariciaba los brazos. "¿Te gustó?", le pregunté "¿tú qué crees?", me respondió y nos besamos, entonces me puse nuevamente encima de ella y nuevamente en menos de un segundo me puse totalmente caliente, la estaba penetrando de nuevo, nuevamente su rostro se llenó de placer mientras la bombeaba y sentía cómo presionaba bastante fuerte con sus pies detrás de mi espalda, era increíble el mete y saca que le estaba aplicando a ésta hermosa jovencita, entonces ambos empezamos a movernos al mismo ritmo mientras ambos soltábamos gemidos de placer hasta que soltó un salvaje grito al momento que eyaculé ¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!, expresó cerrando los ojos. Me hice a un costado y caí muerto. Momentos después intenté despertar, estaba la luz encendida y pude con las justas ver que Yossy se estaba vistiendo, "ya me voy", me dijo, pero estaba demasiado soñoliento, así que caí y desperté al otro día, tirado en la cama, solo. No lo podía creer, parecía que había sido un sueño, pero era una realidad, allí estaba yo desnudo, con la cama alborotada, encendí un cigarro y me puse a meditar, el polvo había sido increíble. Ese día no salí para nada de mi casa, todo el día la pasé echado en la cama viendo televisión y por ratos meditando, pedí comida por teléfono, fumaba y recordaba el excelente polvo que me había metido.
El día lunes la llamé como a las 7 de la noche llegando del trabajo, contestó ella misma, "Hola muñeca" le dije "hola" me dijo, "¿Cómo estás?" "bien", me dijo. "El sábado pasé una noche increíble", le dije, sólo rió. "¿Cuándo nos vemos?", le dije "no sé", dijo, "quiero hablarte Yossy, ¿puedo verte mañana?", le dije. "Es que mañana tengo que estudiar" me dijo "y ¿qué tal el miércoles en la noche?" "puede ser" , me dijo.
Entonces el miércoles la llamé de mi oficina como a las 5 de la tarde. "Hola Yossy, podemos vernos como habíamos quedado", pensó por unos segundos "mmm ya pues" contestó. "Si quieres paso por tu casa a las 8", le dije. "No, yo voy a tu depa a las 8 y media" me dijo. "OK", no me falles" le dije "no", dijo riéndose.
Llegué a mi casa como a las 7 y 50, preparé una botella de vino y la esperé, llegó a las 8 y 30, puntualmente, estaba con un jean pegado celeste y un polito pegado rojo, nos sentamos en el sofá, le serví una copa, conversamos una que otra tontería y nos besamos y en segundos estábamos nuevamente en la cama desnudos besándonos apasionadamente, besé todo su cuerpo de los pies a la cabeza, pasé mi lengua por toda su espalda, por sus nalgas, la volví a poner boca arriba y no podía creer tenerla en mi cama y toda para mí, mostrándome esa deliciosa conchita la cual estaba lista para ser saboreada, abrí sus piernas y acerqué mi rostro hacia ese pequeño puñado de vellos, Yossy entendió, entonces se acomodó y abrió más las piernas y empecé a lamer, era encantador ese sabor de jugos jóvenes y calientes, nos excitamos una barbaridad, allí estuve saboreándola, haciéndole gemir y suspirar hasta llegar a sacarle su primer orgasmo, ¡santo cielo!, ¡qué deliciosa conchita!, luego me coloqué encima de ella pues ahora me tocaba terminar a mí, la penetré y la bombeé por varios minutos, pues paraba cuando sentía venirme, era delicioso el estar penetrando en esa jugosa vagina, estaba disfrutando de ese precioso cuerpo como nunca antes había gozado en mi vida, Yossy llegó a venirse dos veces más antes que yo, tuve un orgasmo increíble, ambos gritamos de placer.
Descansamos y luego empezó a besarme el pecho, empecé a masajearle las nalgas, se sentó sobre mí abriendo las piernas, cogió mi verga con sus manos y en instantes estaba dura y grande otra vez, se la acomodó en su entrada vaginal y empezamos a fornicar nuevamente, ella se movía de arriba abajo, saltando, hasta llegar a tenerla totalmente dentro haciendo sonar con el movimiento nuestros cuerpos por los golpes que sus nalgas daban con mis muslos y haciendo también sonidos pegajosos de sus jugos con mi semen pues en un momento empezó a moverse rápidamente poniendo su rostro de muñeca con una expresión de placer excitándose de una manera increíble. Luego caímos muertos de placer.
Al despertar, nos acariciamos mutuamente y nos besábamos, Yossy era una mujer increíble, le preguntaba si disfrutaba mucho, haciéndolo conmigo, ella respondía que sí, que no podía creer estar haciéndolo con el padre de su amiga. Le pregunté qué tal con Gino y sus otros novios, me dijo que Gino era lindo, que la primera vez lo hicieron en el estudio de su papá, me contó que con su primer novio perdió la virginidad a los 14 años, él tenía 20, que estaba algo asustada, pero lo hizo por amor, con el segundo lo hizo unas cuántas veces, tenía lo suyo, pero era muy rutinario. Le pregunté si le gustaba, si me consideraba guapo. "Eres lindo", me dijo, "quizá no seas muy atractivo, pero tratas muy bien a una mujer. Te juro que el sábado no se me pasó ni por un instante por la cabeza hacer el amor contigo, de repente si no hubiera bebido mucho no hubiera pasado nada, pero me pasé de copas, cuando traté de reaccionar ya me lo estabas haciendo, pero al final tuve una noche increíble", me dijo y me besó. Era increíble la forma natural que me hablaba que me excitaba, al momento que ponía una de sus piernas entre las mías y me acariciaba el pecho, entonces nos besamos nuevamente apasionadamente, me puse nuevamente encima suyo empecé a besarle por el cuello y empecé a bajar llegando a sus preciosos senos redondos y erectos, los saboreé por varios segundos, chupando sus rosados pezones agitándolos con mi lengua y chupando a sus alrededores, Yossy empezaba nuevamente a excitarse mientras me deleitaba con esos preciosos melones, bajé mi mano y la metí entre sus piernas y pude sentir lo tan mojada que se encontraba entonces mi índice empezó a hacerse espacio entrando de a pocos, cosa que hizo que nuevamente suelte una serie de gemidos, estábamos nuevamente calientes entonces nuevamente nos besamos salvajemente, me puse de pie al borde de la cama y la arrimé hacia mí, sentada al borde de la cama de frente hacia mí, apoyó sus manos hacia atrás, inclinando su espalda, cogí sus preciosas piernas las puse sobre mis hombros, besé por todas sus pantorrillas, llegando hasta sus pies los cuales besé hasta llegar a que nuevamente empiece con los gemidos, entonces cogí sus piernas con mis manos y en la misma posición, empecé a penetrarla nuevamente, bombeaba rápidamente como un conejo, ella estaba tan excitada que empezó a bombear también, al sentir venirme paré pero Yossy estaba tan excitada que empezó a moverse sola provocando que no me detuviera ni un instante y seguir bombeándola hasta que nuevamente llegué al placer máximo, sintiendo como me presionaba su jugosa vagina absorbiendo todo mi esperma espeso, nuevamente caímos totalmente muertos y nos echamos a dormir.
Luego de dormir, volvimos a hablar. "¿Te gusta hacerlo con alguien mayor?", le pregunté. "Es diferente" me dijo. "Creo que me siento más mujer haciéndolo contigo, eres especial, eres bien cariñoso en la cama, y a la vez eres un pícaro", me dijo muy risueña. "No sé con qué cara voy a mirar a Dánica"
Dormimos largo rato, cuando desperté estaba ella boca abajo, empecé a acariciarla y besarla, me puse detrás de ella y podía sentir esa quebradez que tanto tiempo me tenía loco, era increíble ese culito, veía que Yossy empezaba a excitarse nuevamente, entonces bajé mi cara y empecé a pasar mi lengua en ese precioso ano, cosa que a Yossy excitaba bastante, cuando ya estaba bien húmedo de mis salivas me coloqué poniendo mi verga a la entrada de su culo y di un fuerte empujón, lo que hizo que Yossy soltara un quejido pujando, le di como tres arremetidas más muy fuertes pero sólo llegó a entrar hasta la mitad y llegó a hacer que Yossy se quejara más fuerte, parecía que su culito comía mi pinga, podía sentir sus fuertes latidos, entonces empecé a empujar con más fuerza y más rápido, empezó a gritar muy desesperadamente hasta las lágrimas, se lo empujé como por 2 minutos más, parando de rato en rato, hasta eyacular y dejarle el culo lleno de espermas, pero sólo llegó a entrarle algo más de la mitad, fue alucinante. Al terminar me dijo que por detrás sólo lo había hecho un par de veces con su primer novio y que se molestó mucho con él. Entonces la acaricié como pidiéndole disculpas y nos fuimos a la ducha, nos bañamos juntitos y acariciándonos por todos nuestros cuerpos, nuevamente la tomé en la ducha, Yossy se colgó de mi cuerpo cruzando sus piernas detrás de mi espalda y haciendo fuerzas contra la pared, con las justas tenía fuerzas para responder a este polvo, pero fue espectacular. Luego terminó de bañarse, se empezó a vestir y le pedí que me dejara su pequeña tanga blanco de recuerdo, aceptó, se terminó de vestir y nos despedimos con un intenso beso.
Me sentía un hombre realizado, me sentía dueño del mundo, polvo mejor que éste no habría, a esta edad no sé cómo pude resistir éste polvazo, pero fue espectacular .
No la vi como en dos semanas. Un día la encontré en casa de Sofía, con Dánica, disimuló muy bien. Hablamos poco, sólo estuve unos minutos y luego me retiré.
Desde esa vez no dejamos de hablar por teléfono y ya tenemos planeado tener otra gran cita de placer muy pronto.
Grandísimo el día en que Yossy se conoció con mi hija.