La amante enamorada de su pene erecto
Llevaba años sin verlo, solo con pensar en encontrarse con el sus bragas se mojaban... oh! Cuanto le amaba
Hacía años que no le veía y mientras se ponía su minifalda negra y el ligero adquirido para la ocasión, se sirvió una copa de vino. Estaba tan nerviosa que las manos le temblaban.El exquisito vino blanco le producía un calor agradable y hacía que se sintiera un poco mas segura.
Se abrocho la blusa mas escotada que encontró en su armario, se calzo unos tacones altos, negros y sexys. Y camuflo su atuendo con una gabardina marrón. Ya solo faltaba el carmín.
- Adiós jack! - grito ella ya con el bolso y las llaves en la mano. Me voy con las chicas al Karaoke! Como cada viernes.
- Claro cariño, diviértete.
Salió a la calle sucia y fría de la bella eixample y se permitió lo que tanto tiempo se había negado: pensar en Eric. Su pelo rubio, sus pectorales perfectos, su lengua juguetona y su intelecto claramente superior al suyo. Eso era lo que mas le excitaba de el.
En todo eso pensaba cuando pico a su timbre y Eric abrió.
Los años no le habían cambiado, tenía esa sonrisa cómplice de siempre, ocultando en ella tanto dolor y culpa. Olivia pensó que sus labios seguían siendo del mismo dulce y precioso color.
Se quedaron mirando segundos que a ella le parecieron años, podría haberse acabado el mundo y quizá no se hubieran enterado, que conexión momentánea!
Y él la beso.
Joder, no he podido resistirme, llevaba deseando esto tanto tiempo.. ( Le susurro al oído) Ella no dijo nada, pensaba lo mismo y jack busco desesperada-mente los botones de la blusa para quitársela bruscamente , hacerle el amor allí mismo.
No has cambiado verdad? Tan ansioso como siempre.. Yo te guío! ( le dijo Olivia entre jadeos)
Y el, se dejo hacer. Se besaban en la pared de delante de la entrada, ella lo guiaba despacio, quería saborear tanto amor callado. Olivia le quito la camiseta y se fue hacia sus pezones , sabía que era su punto débil y le encantaba que fuera así. Los lamió lentamente, primero el izquierdo, luego el derecho y Eric jadeaba buscando como podía el culo de ella con sus manos. Ella seguía chupando, dándole el tiempo exacto a cada pezón, pasando la lengua por cada uno de ellos y rodeándolos , mientras acercaba su cuerpo al suyo, notando ya su pene erecto.
Pero todo muy lentamente, aún. Con unas caricias que delataban un amor que ahora ya no podían ocultar y con unos jadeos verdaderos que querían manifestar cada uno al oído ajeno.
Olivia le permitió que la desnudara y se fueron quitando la ropa muy lentamente, lamiendo cada parte del cuerpo, excitados de puro amor , cuando ya no quedaban prendas el la cogió y se la llevo a la cama sin parar de adorar con los ojos, de besarla, de acariciar sus genitales...
Olivia no podía mas . - Penetrame, joder!
Ya no había nada que fuera lento en esa habitación , la penetro con un sucio deseo, le chilló que era suya, que ahora lo era , de él y de nadie mas y en cada postura se alineaban en perfecta sintonía, como dos piezas del puzzle que prácticamente encajan solas.
Hicieron mil virguerias, Olivia sabía que con nadie volvería jamás a tener ese sexo salvaje que pasaba muchas fronteras y que a cada sacudida, algo nuevo pasaba.
Todo lo que allí ocurrió quedara para siempre debajo de esas sabanas , pero él no paro de penetrarla hasta el amanecer.
Olivia, extasiada de tanto placer le dio el último beso de su vida antes de caer en un sueño profundo.
Nunca quise quererte, y cuanto mas lo odiaba, mas te quería. (Dijo Olivia)
Lo siento (Dijo el)
Pero Ella ya no lo oía.