La amante del gladiador

Una hermosa historia de amos y sexo y erotismo, entre la hija de un comerciante romano muy poderoso y un gladiador comprado para dar un combate como espectaculo al emperador.

La amante del gladiador

En una madrugada fría, cuando los rayos del sol todavía no alcanzaban a pegar en los techos de roma, así comienza mi historia, la verdad es muy difícil de contar como llegué a Dacicus, una de las escuelas de gladiadores fundada por el emperador Dominicano, solo diré que las guerras de la expansión del imperio han arrasado muchas tierras y acabados con muchas familias yo solo era un joven cuando ingrese al ejercito griego y no esperaba terminar de prisionero en esta terrible guerra.

Comienza otro día de entrenamiento duro, la verdad siento que mi lanista nos exige bastante, pero lo comprendo a pesar de que somos como mercancía que se vende y se alquila a los más ricos y poderosos romanos que gozan con nuestra lucha, todo tiene su recompensa ya sea ganándose la gloria y el respeto de los asistentes a los juegos públicos y hasta la libertad, la ansiada liberación.

Mientras descanso del duro entrenamiento, veo pasar a una bella mujer digna de llamársele Ninfa, sus cabellos rubios resplandecientes como el sol, su mirada tan pura y cristalina como una esmeralda, tan bella solo la observo pasar tan elegante custodiada por un par de guardias al verla solo pienso en lo lejos que esta ella de m, me causa lastima el no ser libre de salir y tomarla entre mis brazos, llega entonces un gran señor veo que habla con mi maestro yo que siempre he sido allegado a el me acerco cautelosamente a escuchar la conversación , hablan de los próximos juegos y mi maestro ofrece 20 de sus mejores alumnos al señor y veo como se alejan algo llama mi atención es la bella mujer que vi hace unos momentos va con el señor que compro a unos alumnos.

Ya han pasado unas semanas desde lo narrado anteriormente y el lanista convoca a todos los aprendices, elige a 20 de nosotros entre ellos yo y nos escoltan hasta una casa muy grande y lujosa casi un palacio ahí al entrar veo a la bella mujer que había visto hace unas semanas, se ve mas hermosa que siempre, resplandeciente como un sol, ahí nos presentan a nuestro nuevo dueño un comerciante extremadamente rico me entero que la bella mujer que he admirado es su hija después de las presentaciones nos indican ir hacia unas catacumbas debajo de su casa un día extrañamente me permiten salir a los patios provecho para escaparme y corro hasta un riachuelo.

Ahí la encuentro a ella sin su escolta y desnuda bañándose con la cristalina me acerco a ella y la observo detenidamente sus senos su hermoso cuerpo con una piel tan tersa que parece de seda ella asustada intenta cubrir su cuerpo pero es imposible que con sus suaves, delicadas y tersas manos cubra completamente su ser, le veo a los ojos me acerco y le doy un beso, ella forcejea un poco pero luego se entrega a mi, me abraza con todas sus fuerzas yo rápidamente me quito la ropa como puedo me meto con ella al cristalino riachuelo, siento como sus pequeños y rosados pezones están un poco duros no se si por excitación o por lo fría que esta el agua nos damos un apasionado beso y nos sumergimos en un mar de carisias, salimos del agua y nos posamos en un pasto cercano y ahí nos recostamos siento como mi pene se esta endureciendo por la excitación ella se acuesta de espaldas me coloco sobre ella y la penetro poco a poco veo como en su cara se puede notar un poco de temor pero la veo a los ojos y le sonrío ella me contesta igual con una bella sonrisa comienzo un suave vaivén con mis caderas blancas igual que las suyas mis músculos trabajados muy bien por el ejercicio en la escuela son acariciados con sus finas manos ella se abraza a mi pecho en un orgasmo al ver esto comienzo a acelerar los movimientos veo como mi pene entra y sale fuerte y rápidamente de la vagina de mi amada rodamos un poco y ella queda sobre mi yo comienzo a acariciarle sus bellos senos tan tersos y blancos como la leche siento como las paredes de su vagina comienzan a contraerse y con esos movimientos me provocan un orgasmo tan grande como las estrellas los dos pujamos fuertemente de la excitación y acabamos con un suspiro y un beso para quedar acostados en el verde pasto.

Esta experiencia ha dejado que se me olvide mi escapatoria y en un intento de amor ella me sugiere que huya pero ya no puedo la deseo demasiado como para irme y regreso a mis aposentos para esperar la lucha que dará mi amo como tributo al emperador.

Continuará.

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