La alumna supero a la maestra

Lucia se quedó sin palabras, sintió algo, no sabía que, si fue miedo, incomodidad, o DESEO y se negaba a pensar en la última opción... Dos mundos totalmente opuestos destinados a chocar una y otra vez.

Primer día de trabajo de Lucia en un centro de idiomas, le emocionaba la idea de enseñarles a jóvenes a hablar el idioma universal, el inglés, nunca pensó en el tipo de gente a la que se encontraría enseñándole.

Lucia es joven tiene 25 años, muy alta 1.75m, una figura muy bien cuidada con unas curvas de muerte, tiene unos pechos grandes y una cabellera castaña que cae hasta la altura de su sostén, siempre tiene una sonrisa en el rostro y es muy divertida siempre encuentra el lado positivo de las cosas. En cambio Emylee con 1.67m, ojos color gris, cabello rubio, labios tentadores, cuerpo perfectamente atlético a sus 17 años, con una actitud soberbia, cree que todo el mundo gira alrededor suyo.

Dos mundos totalmente opuestos destinados a chocar una y otra vez.


Lucia llego a las 3:30, media hora antes para recibir unas indicaciones de su jefa.

-Bien, Lucia hoy es tu primer día de trabajo, será difícil sentirte cómoda con los alumnos los primeros días pero ya verás que al pasar los días ira fluyendo mejor su convivencia-

-Claro que sí, estoy preparada para lo que sea que me encuentre-

-Muy bien, esa es la actitud… me gusta-

Lucia hiso un gesto de agradecimiento con una sonrisa.

-Ahh, Lucia, suerte con los alumnos más grandes, ya sabes son los peores-

Lucia se acomodó en su escritorio y espero a que los alumnos llegaran, después de unos cuantos minutos los alumnos empezaron a llegar, Lucia comenzó su clase a las 4 en punto.

-Good afternoon, class, I'll be your new English teacher, my name is Lucia, and I'll be here for any questions that you have, so let’s start (Buenas tardes, clase, voy a ser su nueva maestra de Inglés, mi nombre es Lucía, y estare aqui para cualquier duda que ustedes tengan, así que comencemos)-

Lucia continuo su clase muy bien, todo iba perfecto sin ningún problema hasta que de pronto entra una alumna sin avisar contoneando sus caderas sin mirar hacia Lucia, la muchacha a la cual Lucia le calculaba unos 19 años vestía unos leggins negros, blusa roja pegada al cuerpo y unos tenis, todo deportivo.

-Disculpe señorita, se da cuenta de lo tarde que usted llega?, son las 4:37, la clase comenzó hace más de media hora-

-Disculpa?, que yo sepa a ti te pagan venga o no venga, si llego tarde o no a ti te llega dinero a tus manos así que mejor continua con la clase-

Los alumnos solo miraban a ambas mujeres y alguno que otro sonreía por la situación, mientras tanto Lucia no pudo evitar sentir una gran ofensa.

-Cuál es tu nombre esta falta de respeto la sabrá la Lic. Victoria-

-Me llamo Emylee… Emylee Estebane- Dijo Emylee con una mirada retadora y con una ceja arriba. –Saluda de mi parte a mi tía Victoria cuando le comentes- Sonrió irónicamente.

Lucia quería estallar de enojo una puberta la estaba retando y lo peor es que Lucia tenía todas las de perder, jamás se imaginó que aquella muchacha seria sobrina de su propia jefa. Al terminar la clase, Lucia aun indignada fue hacia la oficina de la Lic. Victoria Estebane.

-Hola Lucia, que tal tu primer dia?-

-Muy bien aunque tengo una queja de una alumna que tal vez no le agrade mucho-

-Bienes a hablarme de Emylee cierto?-

-Ahh…ahh…Si como lo sabe?-

-Su actitud nunca ha sido buena, mi hermano la descuida mucho, a ella y a su hermana, es raro el tiempo en que le presta atención, por lo cual Emylee hace y deshace lo que quiere-

-Hermana?-

-Si, Kendra, ella es mayor que Emylee por dos años-

-Y por que no viene ella a las clases?-

-Porque ella ya aprendió lo que tenía que aprender-

-Ohh, ahora entiendo, pero Emylee porque es tan soberbia?

-Acaso no la viste?, a sus pocos 17 años es muy bella y eso ella lo sabe muy bien, y como si eso no bastara desde los 5 años va a clases de natación, canto y gimnasia-

-Por eso es que llega con atuendo deportivo-

-Exacto!!-

-Está bien, no es tan malo, tal vez fue solo por ser mi primer día, tal vez mañana sea diferente-

Lucia llego a su casa agotada por el día y se metió a la ducha al salir solo se tomó un vaso de agua y se fue directo a la cama, al estar ahí acostada no pudo evitar pensar en Emylee, en cómo había pensado que tenía 19 cuando solo tiene 17, la forma en que sus grises ojos la miraban con una mirada tan fría y profunda al mismo tiempo de retarla, en la forma en que se podría abrir paso en cualquier cosa que ella quisiera, si lo hiciera para bien.

Al día siguiente Lucia siguió su rutina: llego, se reportó con su jefa, se dirigió a su escritorio, escribió algunas cosas en el pizarrón y espero a que los alumnos llegaran y de nuevo empezó su clase a las 4 en punto. Estaba distraída ya que Emylee aún no llegaba y temía que de nuevo llegara y montara una escena como la del día anterior pero aun tenia las esperanzas de que ese día faltara a la clase, pero valla que estaba equivocada, Emylee llego tarde, un poco menos que el día anterior pero de igual manera TARDE. Al llegar a la clase Emylee se dirigió al escritorio de Lucia.

-Y que tal estuvo la charla con mi tía?- Dijo burlonamente.

-Por favor señorita tome asiento-

-Vamos Lucia, no seas tan dura con una alumna, recuerda que de esta alumna depende que sigas trabajando aquí- Dijo Emylee con una sonrisa maliciosa.

-De que hablas?- Pregunto Lucia al no tener idea de que se refería.

-Digamos que yo fui la encargada de que a la pobre Renata la despidieran-

-Por qué?, no lo entiendo-

-Ella simplemente no cumplía con MIS requisitos- Levanto una ceja. –Espero que tu si los sepas cumplir-

-Yo solo espero hacer que los alumnos aprendan inglés- Dijo con un tono retador.

-Entonces que esperas para continuar la clase!- Le dijo Emylee dirigiéndose a su asiento.

Lucia no tuvo más palabras para decirle así que ignoro su actitud y continuo la clase. Al terminar la clase, mientras recogía sus cosas pensó en las palabras de Emylee “recuerda que de esta alumna depende que sigas trabajando aquí”, ella tenía razón, es la hija de su jefa pero a que se refería con “Ella simplemente no cumplía con MIS requisitos, espero que tu si los sepas cumplir”, Lucia no se imaginaba lo que había hecho Renata o más bien que es lo que no quiso hacer, lo más seguro es que no quiso ponerle una buena calificación a Emylee y las consecuencias fueron su DESPIDO.

Por estar pensando en eso no se dio cuenta de que en la puerta del aula estaba Emylee recargada, cuando se dio cuenta se asustó un poco.

-Vaya así me gusta que me tengan miedo-

-Nn…no es miedo-

-Qué raro yo vi que fue miedo- Dijo mientras dibujaba garabatos en el pizarrón. –No te preocupes estas cumpliendo a la perfección MIS requisitos si eso es lo que te tiene tan preocupada, casi me haces pensar que eres buena maestra-

-Soy buena maestra... Emylee siento que tienes algo contra mí-

-No bromees enserio te crees tan importante en mi vida?- Dijo con una sonrisa sarcástica. –Entiéndelo tú solo eres una empleada más de mi tía a la cual estoy poniendo a prueba-

-No entiendo, a prueba de que? Maldita sea me volverás loca-

-Perfecto, eso es lo que quiero- Dijo con un aire seductor, mirándola intensamente a los ojos. –See you tomorrow, “TEACHER”, at the same time- Remarcando la palabra “TEACHER”

-Tu pronunciación, eee…es perfecta- Dijo sin poder creerlo

-Lo sé-

-Entonces porque bienes a aprender?-

-Quien dice que vengo a aprender?- Sonrió y levanto una ceja, después de esto le dio un beso en la comisura de los labios a Lucia y salió del aula contoneando sus caderas.

Lucia se quedó sin palabras, sintió algo, no sabía que, si fue miedo, incomodidad, o DESEO y se negaba a pensar en la última opción. Tomo sus cosas rápidamente y salió, entro en su auto y empezó a conducir por sin ningún rumbo, no podía dejar de pensar en Emylee y en lo suave que eran sus labios.

-Qué te pasa Lucia tienes que sacártela de la cabeza- Dijo mientras estacionaba fuera de un bar. El bar estaba lleno de gente pero mayormente de hombres, hombres muy guapos, entonces Lucia se empezó a tranquilizar, era buena señal que los hombres de aquel bar le quitaran de la cabeza a Emylee no es cierto?. Después de unas cuantas copas pagadas por un hombre que no se le quitaba de encima, Lucia necesitaba lo que cualquier mujer en esas condiciones necesita, SEXO.

-No quieres acompañarme a mi casa? Estaremos mucho mejor ahí- Dijo Lucia casi cayéndose de los brazos de aquel hombre musculoso.

-Claro que sí, ya no aguanto más-

Llegaron a la casa de Lucia con mucha suerte ya que Lucia no sabía cómo dar las indicaciones en ese estado, al llegar nada lentos entraron a la casa a medio vestir, la ropa salía volando a su alrededor y el hombre el cual se llamaba Max tomo la iniciativa, apretaba sus pechos con locura como si de plastilina se tratara, luego hiso que Lucia se recostara en la cama mientras con su mano jugaba con su clítoris hasta que sus jugos comenzaron a salir lo suficiente para que el miembro de Max entrara sin problemas. Lucia estaba exitadisima, gemía al ritmo de las embestidas con los ojos cerrados, de pronto Lucia abrió los ojos para ver a tremendo hombre adueñándose de ella, pero cuál fue su sorpresa que al abrir los ojos se topó con los ojos GRISES de Max llenos de deseo, inmediatamente esos ojos Grises le recordaron a Emylee, e hicieron traer de vuelta al mundo real a Lucia.

-Aléjate de mí- Dijo empujando a Max. –Lárgate de mi casa, yaaa!!!

-Noo!!, ahora me cumples-

Lucia saco una pistola falsa de el cajón a un lado de la cama que tenía desde que era niña cuando iba con su padre de cacería.

-Lárgate si no quieres que te de un tiro justo en medio de tus bolas!!-

-Joder!, Me largo, estás loca mujer, estás loca!-

-Que mierda te pasa Lucia tenías para ti a tremendo hombre y decidiste pensar el Emylee!!, te estas volviendo loca, no te puede gustar una mujer eres heterosexual, eres tan heterosexual que no dejas de pensar en penes!!- Decía Lucia frente al espejo en su cuarto. Después de esto decidió tomar una copa de vino para luego meterse a duchar con agua fría para despejar su mente de los pensamientos acerca de Emylee, al salir de la ducha se recostó en su cama desnuda no tenía ganas de vestirse y cayo rendida asegurando que al día siguiente se arrepentiría de la malpasada de copas.

Lucia estaba en el centro de idiomas arreglo sus cosas y antes de las 4 en punto llego Emylee a la clase, Lucia estaba sorprendida, era en exceso temprano y ella ya estaba ahí sin ningún comentario negativo hacia Lucia al contrario, acerco una silla al escritorio de Lucia y comenzaron a platicar.

-Lindas ojeras-

-No dormí bien anoche- Mintió.

-Que mal, tal vez necesitabas compañía- Dijo Emylee con una sonrisa pícara.

-Si tal vez eso es lo que necesite- Dijo al mismo tiempo que su mirada se perdía en esos ojos grises.

-Estas bien?, estas un poco fuera de este mundo, se ve que tienes sueño.

Besala!!!, besalaa!!, besala YAAAA!!! Es lo único que pasaba por la mente de Lucia cuando de pronto sus impulsos pudieron más que ella, la beso.

-Sabía que no tardarías en besarme- Dijo Emylee atrayéndola hacia ella.

Sus lenguas no paraban de moverse como si de un juego de hockey se tratara, algo dentro de Lucia comenzaba a encenderse, Emylee jugaba con sus manos pasándolas por la cintura de Lucia, las bajaba hacia su vientre bajo antes de llegar a sus jeans y luego las subía a la orilla del sostén y metía solo la punta de sus dedos, Emylee desabrocho los jeans de Lucia y mientras lo hacia la miraba fijamente a los ojos, entonces la tomo del rostro y le planto un beso más y esta vez puso su mano un poco más dentro de sus bragas alcanzando a tocar su depiladito coño, dejo ahí su mano sin hacer nada, la respiración de Lucia empezaba a entrecortarse.

-Yaaa!! Hazme tuya!!-

-Esas palabras las quería escuchar desde hace mucho tiempo-

Introdujo 2 dedos al instante, Lucia estaba mojadisima lo que facilito las cosas para Emylee, inicio con un ritmo lento para finalizar tan rápido que Lucia se corrió en la mano de Emylee, ella saco los dedos y se los chupo lentamente frente a Lucia…

<>

El celular de Lucia la despertó de ese maravilloso e imposible sueño, se dio cuenta de que su mano estaba entre sus piernas y ella estaba un poco húmeda. –Pero que has hecho Lucia que rayos te pasa- ...CONTINUARA


Este relato tendrá segunda parte, espero sus comentarios sobre qué les parece, besos.