La Alumna del Placer 3

“Esteban tendrá que pagar muy caro el estar espiando, y Alejandra no dudará en hacerlo

La Alumna del Placer. III

"Esteban tendrá que pagar muy caro el estar espiando, y Alejandra no dudará en hacerlo

Esteban acaba de llegar del colegio, estaba cansado y fue a la cocina por un vaso de agua, se sentó y se tomó tranquilamente el agua, le cayó también esa agua fresca, hacia algo de calor ese día. Se acordó de Alejandra, la amiga de su hermano, estaba bien buena, había estado espiando a su hermano, viendo como le metía mano. Un día los sorprendió teniendo sexo oral, Alejandra sabía muy bien como chupar una polla, desde entonces envidiaba a Fernando, desearía ser el a quien le estuviera Alejandra chupando la polla.

No le importaba que fuese mayor que él, o que el fuese virgen y sin experiencia, con Alejandra estaría dispuesto a todo, ya se había hecho unas cuantas pajas pensando en ella.

-¿Qué coño es eso? –Dijo Esteban ante un extraño ruido.

Rápidamente se dirigió hacia la fuente del sonido, era la habitación de Fernando.

-Joder, Fernando tiene que estar follándose a Alejandra, que envidia.

La puerta estaba cerrada, quería ver lo que pasaba en esa habitación, pero sabía que si molestaba a Fernando lo mataría a golpes. Miró entre su entrepierna y estaba súper empalmando, se armó de valor y abrió la puerta. Cuando miró no había nadie, al parecer estaban en el baño. Los sonidos cesaron y oyó como salían del baño, vio a Alejandra desnuda, es tan hermosa, vio cómo se ponía en cuatro y mostraba su chochito a su hermano, no pudo evitar pasarse una mano por su polla, se la tubo que acomodar, no aguantaba la erección.

Vio hasta el final como esos dos follaban salvajemente. Cuando terminaron, le pareció ver que Alejandra se había dado cuenta de su presencia y se marchó lentamente sin hacer ruidos, no quería que su hermano se diera cuenta o lo mataría sin piedad. Se encerró en su habitación, se fue al cuarto de baño y desahogó las tremendas ganas de follar que Alejandra le había provocado, recordando cada momento de la follada, cada uno de sus gemidos imaginando que era el quien la follaba.

Habían pasado unos cuantos días desde que sucedió eso. Una noche alrededor de las 20 horas, la madre de Esteban le toca la puerta:

-Estaban cariño, te llaman al teléfono.

-Ya voy… ¿Quién es?

-No sé, dice ser una amiga del colegio.

Esteban toma el teléfono y se encierra en su habitación.

-¿Aló?

-Hola Esteban, ¿cómo estás?

-Pues bien

-¿No me reconoces la voz? Soy Alejandra, a la que estabas espiando.

A Esteban se le paró el corazón, se quedó en shock. Alejandra sabía que él la estaba espiando ese día, eso quiere decir que Fernando también, lo iba a matar. Pero ¿por qué Alejandra lo llamaría, acaso quería insultarle o algo más?

-Yo… lo siento mucho, no… quería

-¿Qué no querías qué? Si en verdad no hubieses querido, desde un principio no hubieses visto nada.

-Yo no sé qué decir, estoy apenado. Por favor, no se lo digas a nadie.

-No te preocupes, que tu hermano no lo sabe, no le he contado nada. Aunque deberás de hacer algo por mí para que no se lo cuente

-Lo que sea, pero no se lo digas.

-Bien… pero eso dependerá de ti.

Tenía que ser una trampa, Fernando debía de saberlo, pero siguió la corriente.

-¿Y qué quieres qué haga?

-Lo primero es lo primero, quiero que vayas a la esquina de tu casa y me esperes hay.

-¿Ahora?

-Por supuesto que ahora, ¿Cuándo esperabas que fuera?

-Pero es que está de noche… No sé, ¿no puede ser en el día?

-Bien, si tú quieres que sea en el día, pero antes pásale el teléfono Fernando para preguntarle su opinión.

-¡No!, está bien, iré.

-Muy bien, te veo hay dentro de un rato.

Esteban estaba muy asustado, no sabía que pensar, podría ser una trampa, pero si no lo era, ¿por qué lo llamaría Alejandra, por qué lo citaría? Esteban se arregló y se salió sigilosamente de la casa para que nadie se diera cuenta. Se dirigió hacia la esquina. Las personas pasaban igual que el tiempo, estaba tan nervioso, pensó varías veces regresar a casa y contarle a sus papas, así Fernando no podría darle una paliza.

-Hola Esteban, eres muy puntual.

-¿Estás sola? –Dijo algo asustado.

-Por supuesto, con quien iba a venir.

-Es que pensé que

-¿Qué pensaste?

-No, olvídalo, ¿por qué me has llamado?

-Para hablar de eso que has visto.

-Mira Alejandra, lo siento mucho, no volverá a suceder, admito que los estaba viendo, pero no se lo cuentes a Fernando, me matará, es muy enojón, haré lo que quieras, pero no le digas.

-¿Lo que quiera?...

-Bueno, en realidad eso depende de que quieras.

-Lo que yo quiero es algo bien sencillo y creo que me lo puedes dar.

-Haber ¿y qué puede ser eso qué te puedo dar?

-Mmm, no sé cómo decirlo, a ver, qué te parecería si follaras conmigo un rato, así de simple.

¡Qué!, no lo podía creer, Esteban estaba escuchando algo que solo en sus sueños escucharía, definitivamente esto era una trampa. Alejandra nunca se fijaría en él y no le diría tan descaradamente que se acostará con él.

-Pues no, no soy tan idiota de caer en su trampa, vete a engañar a tu madre.

Y se fue a su casa, Alejandra no podía dejar que se escapara y le siguió.

-No es ninguna trampa, la verdad es que si quiero acostarme contigo, ¿qué pasa es que acaso tienes miedo?

Podría ser verdad que Alejandra se quisiera acostar con él, pero había más probabilidad de que fuera una trampa. Así que la pondría a prueba.

-Vale, confiaré en ti, pero antes tendrás que demostrarme que no estás mintiendo.

-¿Y cómo puedo hacer eso?

-Déjame tirarte unas cuantas fotos desnuda y si me dan una paliza las publico en internet.

-Pero que atrevido eres, está bien, me dejaré tirar unas fotos. Acompáñame a mi casa, allí estaremos más cómodos.

Alejandra se llevó a Esteban a su casa, entró sigilosamente para que nadie le escuchase entrar, subió las escaleras a su habitación y se encerró.

-Mmm, hogar, dulce hogar. Comienza a sacar la cámara para que me tomes las fotos que quieras.

Alejandra se desvistió completa, no le dejó nada a la imaginación de Esteban. El pobre chico estaba en shock, nunca había visto a una mujer desnuda frente a él, no sabía qué hacer, le tomó por sorpresa, pero al que no le tomó por sorpresa fue a su polla, la cual creció rápidamente.

-¿Qué esperas? Tira las fotos.

-Yo… claro

Y sacó su celular y comenzó a tirarle unas fotos. Alejandra estaba tan zorra, no vale la pena decir lo mucho que ha cambiado, no era la niña tímida y estudiosa, había liberado su lado oscuro o mejor dicho su puta interna. Se le ponía en muchas posiciones diferentes a Esteban, este comenzó a tomar confianza y hasta le estaba gustando hacer de fotógrafo.

Poco a poco se fue acercando más y más a Alejandra, al parecer sus instintos le hacían actuar. Guardó su celular y se le pegó a Alejandra, pero no se atrevió a tocarle. Solo le miraba las tetas, quería tocarlas, nunca había tocado unas.

-Si quieres puedes tocarlas

-Yo

Y las tocó suavemente. Era como las había imaginado, suaves y excitante. Esteban jugó con ellas como un juguete nuevo, exploraba su anatomía y veía como Alejandra cerraba los ojos por el placer. Alejandra se acostó en su cama y le abrió sus piernas, Estaban estaba viendo el origen de las cosas. Joder, nunca había visto un coño de verdad, siempre tenía que conformarse con ver unas fotos porno de algunas revistas o visitar páginas web, pero ahora lo tenía de frente. No pudo evitar acercarse y comenzar a escudriñar lo que veía.

Parecía comprobar cada parte que tenía la vagina con lo que le habían enseñado en la escuela. Los labios mayores, menores, el clítoris… Sí, todo estaba ahí y era tan hermoso. Tocó con la punta de su dedo el clítoris y observó que Alejandra se arqueaba, lo volvió a hacer, el inexperto chico iba descubriendo como dar placer.

-Espera un momento. Se dijo así mismo al ver que el coño de Alejandra se estaba humedeciendo. No pudo evitar tocar ese extraño líquido viscoso, sabía lo que significaba eso, Alejandra se estaba calentando.

-Muy bien Esteban, me ha dado hambre y quiero comer. –Dijo Alejandra parándose de la cama.

-Yo no tengo hambre, ya cené en mi casa.

-No tonto, no tengo hambre de comida, sino de polla

Alejandra se le puso de frente a Estaban se agachó y cuidadosamente fue sacado su polla de su pantalón. Sorpresa se llevó Alejandra cuando vio la polla que tenía Esteban, era más grande y gruesa que la de Fernando y no pudo evitar reírse.

-Jajaja, quien lo hubiese pensado, que el hermanito ha salido mejor dotado.

Alejandra le quito el resto de la ropa y lo tiró a la cama. Se acercó a su entre pierna y lenta mente se fue metiendo la polla del pequeño en su tibia y rica boca

-Ahh… -Gimió Esteban, no podía evitar hacerlo, nunca se la habían chupado, era algo totalmente alucinante. Su polla estaba acostumbra al placer que le daba su fría mano, pero ahora era diferente, estaba sintiendo el calor de una boca, como la lengua de aquella experta no dejaba nada sin lamer. Alejandra tomó el cuerpo de su polla con una mano y lo masturbaba suavemente al mismo tiempo que le chupaba la punta de su pene.

Esteban estaba como ido, el placer era demasiado, sentía que se iba a correr, no podía con tanto. Alejandra lo intuyó por la expresión en su cara, así que lo dejó, no quería que se corriera tan rápido, no sin que antes probara lo que era una vagina.

Así que se subió encima de él y le dijo:

-¿Estás listo para llevar esto a otro nivel?

-¡Sí! –Dijo Esteban, con un gran entusiasmo.

Alejandra estaba más entusiasmada, deseaba sentir esa gran polla en su interior, su coño estaba que chorreaba de las ganas. Tomó la polla del pequeño y la fue metiendo poco a poco hasta el fondo, quería disfrutar todo sin dejar nada. Alejandra sentía la opresión que le hacía la polla de Esteban a su coño casi nuevo y eso le daba más placer.

En cambió lo que sentía Esteban era indescriptible, el estrecho, caliente y lubricado coño de Alejandra era demasiado, más aun cuando esta empezó a moverse como una fiera. El placer los invadía a ambos, Alejandra brincaba encima de Esteban, estaba loca, había perdido el control, y comenzó a gritar:

-Oh si, fállame toda, rómpeme mi chochito, no dejes nada

Alejandra estaba tan cachonda que no le importó que la escucharan en su casa. Solo quería sentir y disfrutar de su maestro, el placer. Se acercó a la boca de Esteban y metió su lengua en su interior, Esteban le respondió comiéndole la boca. Instintivamente le agarró una teta y comenzó a acariciarle la punta con su dedo pulgar.

El apretado coño de Alejandra era demasiado para un joven inexperto, y Esteban no pudo evitar correrse en el interior de Alejandra.

-¿Te has corrido tan pronto?

-Yo… lo siento, no pude aguantarme

-No importa. –Alejandra se acostó en la cama, no iba a quedarse tan caliente, así que le dijo a Esteban que le hiciese una paja. Este comenzó cuidadosamente a meterle sus dedos en el coño de Alejandra, sus manos eran tan suaves, no se parecían a las manos callosas de Fernando, además la delicadeza de Esteban la hizo gozar de un gran orgasmo.

Ambos se quedaron un rato acostados, cuando miraron la hora, era más de media noche. Estaban había recuperado la razón, se había olvidado por completo del tiempo, necesitaba regresar a su casa, que tal si se dieron cuenta de que se no estaba en su habitación, sus padres lo iban a matar de verdad, ya no era Fernando, ahora eran sus padres. Pero había valido la pena, no sentía culpa o remordimiento, lo volvería a hacer.

-Alejandra muchas gracias, pero mira la hora, tengo que irme.

-Vale, pero antes quiero decirte algo.

-¿Qué cosa?

Alejandra se paró de su cama y encendió la pantalla de su ordenador, lo tenía todo planeado. Gran sorpresa se llevó Esteban cuando vio que toda la follada había sido grabada.

-Será mejor que borres esas fotos que tomaste, o no querrás que Fernando vea este pequeño video de cómo te follas a su chica.

Esteban no podía creer lo puta que era Alejandra, la tenía en otro punto de vista, no tenía más opción, le tenía mucho miedo a su hermano.

-Ah, otra cosa antes de que te vallas, a partir de ahora tendrás que venir a follar conmigo cuando yo lo desee, o Fernando no será el único que se entere.

Esas palabras a Esteban fueron como música para sus oídos, como si volver a repetir esa rica experiencia fuera algo malo. Con una gran sonrisa en su cara le dijo que sí. Alejandra lo acompañó hasta la puerta y le dijo que cuando llegase a su casa le llamara para saber que llegó a salvo, le dio un gran beso en la boca y se despidió.

Subió a su habitación y no pudo evitar reírse, había hecho algo tan perverso y morboso, no se conocía, se miró al espejo y al verse se sintió algo extraña, ¿qué me estará pasando? se dijo así misma. Había técnicamente chantajeado y obligado a Esteban a follársela, ¿cómo había llegado a ese punto? Se acostó en su cama y de un momento a otro pareció recobrar la conciencia. La antigua Alejandra había regresado. Ahora Alejandra tenía un problema, ¿Cómo solucionaría lo que había hecho? Debería de regresar a ser la antigua y aburrida chica nerd de antes, o continuar como la zorra que era ahora.

Continuara