La agencia del amor. 2

Y la noche apenas comienza...

5 horas de carretera, por detenerse en cualquier lado a comprar algo para tomar y seguía su camino, un camino hacia donde probablemente no había regreso.

20 de mayo de 2012.

Pasea por las calles donde alguna vez jugo, corrió y sonrío. Su primer novio, la angustia de los agarren mientras estaban juntos, el primer beso, los nervios del primer amor, tantos recuerdos y una hermosa sonrisa, y la ve allí su casa y más que eso su hogar. Se estaciona y se baja, va para la parte de atrás y busca las maletas, camino a la puerta de su casa pasando por todo el frente se encienden las regaderas de la casa y empieza a salir agua por todos lados y la mojan completamente.

— ¡RAYOOS! — grita desesperadamente.

En eso una chica se asoma por el garaje de la casa y mira a Natalia mojarse y tirar las maletas en el piso, esta actitud la causa mucha risa y comienza a reírse. Natalia escucha a alguien reírse hasta que la ve, molesta por la actitud le grita.

— ¿Cuál es la risa?

— A mi no me hables así, no tengo la culpa de que pases por el césped y no por el piso como la gente normal. — dice irónicamente pero aun aguantando las ganas de reír.

— ¡Ah con que gente normal! ¿Y quién eres tú? — dice mirándola desafiante.

— Una chica — se vuelve a reír.

— Muy graciosa niña ¿Quién eres y qué haces aquí? — responde muy seria.

— Kelly y trabajo aquí —

— Ah con que trabajas aquí, bueno búscame algo para cambiarme — dice mirándose la ropa mojada.

— No, anda tu, yo no fui la que se mojo por andar descuidada — dice riéndose al verla mojada

— ¿Qué te pasa a ti? ¿Sabes que te puedo despedir cierto? —

— No, no me puedes botar… Aparte no tengo porque cumplirte a ti. — la mira desafiándola.

— ¿No sabes quién soy verdad? —

— Si alguien que parece que no tiene modales. — dice girándose y caminado hacia adentro de la casa.

— Oye que te pasa, parece que quien no tiene modales aquí eres tu, mira me vas a buscar algo de ropa y ya dije sino te vas de aquí — dijo completamente molesta Natalia, agarrándola de un brazo.

— Ella no se va de aquí — intervino la Sra. Ingrid.

— ¡Mamá! Pero ella no… — dijo Natalia, soltando a Kelly.

— Ella nada, primero ¿Por qué estas mojada? Y segundo ella no se va porque no trabaja para ti, trabaja para mí — dijo seria Ingrid.

— Si mamá pero es una mal educada ella me dej… — la interrumpieron de nuevo.

— Tendrá sus razones, anda a cambiarte Natalia estas bastante grandesita para hacer berrinches y bienvenida a la casa hija —

Natalia salió molesta de allí, no estaba acostumbrada a que la trataran así, y mucho menos en su casa, pasa por al lado de Kelly mientras la otra sonríe, Natalia iba muy molesta.

¿Natalia? ¿Kelly?

Natalia llega a su cuarto, y ve su cama, como la extrañaba, ese olor de ella seguía allí como si nunca se hubiera ido, abraza su almohada y se recuesta. Va a su closet, saca ropa seca y va a su baño a cambiarse. Regresa y vuelve a acostarse un rato en su cama y comienza a pensar.

“¿Qué le hace falta a mi vida? Si se supone que lo tengo todo.” “Novio perfecto, trabajo perfecto, vida perfecta” “¿Por cierto quién se cree esta niña para tratarme así?” “¿Y por qué mamá la defendió así?”

Muchas preguntas en la cabeza de Natalia, sin respuestas. Hasta que tocaron la puerta.

— ¡Pase!

—¡HIJAAA!

— Viejo ¿Cómo estás? Tanto tiempo, estas más fuerte, más grandote y más guapo.

—Claro hija, siempre más guapo de quien tú crees que saliste tan hermosa.

— Jajaja de ti papá pues claro.

— Pero que me dices ti, estas más hermosa ¿Qué te hiciste?

— Nada papá cuidándome como siempre, ejercicios y ya.

— Estas hermosa y este chico Christian ¿Cómo esta?

— Pues bien viejo, allá lo deje cuidando la agencia.

—Tu madre me dijo que hablara contigo para ver cuando se casaran, yo todavía no quiero.

— Jajaja tranquilo viejo, que yo tampoco.

— Entonces shh, mantengamos eso entre los dos.

— Jajaja esta bien.

Amaba a su viejo, como le conocían, Don Rafael Martínez, hombre muy inteligente pero con un niño interior que nadie se lo quitaba, vivía siempre feliz y muy enamorado de su esposa Ingrid, es de esos hombres que ya no quedan. Trabajador y luchador, así crio a su hija única, su orgullo nuestra Natalia.

La tarde paso normal, preguntándole cosas a Natalia acerca de su vida, contando anécdotas entre otras cosas. Llego la hora de cenar, están todos en la cocina, Natalia se acerca por detrás y le da un beso a su mamá.

— ¡MMMM, qué rico huele!

— Ya se te paso el mal humor.

— No era mal humor solo que esta niña…

— Esta niña se llama Kelly, Natalia, así que con respeto por favor.

— ¿Pero por qué la defiendes tanto?

— Que trabaje aquí no significa que la debas tratar ¿o sí?

— No mamá.

Esto le estaba incomodando demasiado a Natalia, le estaban dando ¿Celos? Si de que su mamá estaba defendiendo mucho a la chica que recién conocía.  La vio colocando los platos en la mesa y se acerco.

— ¡Por fin te veo trabajando!

— Ah Natalia eres tú, al menos yo si lo hago. — ignorándola y dándole la espalda.

— ¿Perdón? ¿Pero qué te pasa a ti, que te crees tú? Que mi mamá te cuide no quiere decir que estas a salvo aquí.

— No necesito que nadie me cuide, además los comentarios de ti ya veo que son ciertos.

— ¿Qué comentarios?

Kelly se va a la cocina y la deja hablando sola. “Si ella quiere la guerra, la guerra la tendrá” pensó Natalia. Cenaron en la mesa y la joven Kelly los acompañó por órdenes de Ingrid. Conversaron un poco acerca de la agencia de Natalia y del éxito que estaba teniendo, Don Rafael hablaba de lo orgulloso que estaba, y volvieron a tocar el tema de la boda, a Natalia le incomodaba hablar de esto, no se sentía aun preparada para casarse pero su mamá no entendía esto. Creía que con 6 años de noviazgo todo estaba más que listo pero no todo era como parecía. Hasta que Natalia para cambiar el tema pregunto por Kelly.

— Y ¿Qué hay de ti Kelly?

— No hay nada importante que saber de mí.

De manera más directa corto la conversación, se miraron fijamente, las dos estaban jugando con fuego pero no sabía quien se iba a quemar más rápido. Un silencio incomodo reino en esa mesa, hasta que se levantaron, Kelly levanto los platos y cuando paso por al lado de Natalia esta le metió el pie y cayó al suelo. Todos los platos cayeron al piso rompiéndose en pedazos, la joven Kelly se levanto deprisa con mucha vergüenza.

“Perdone, perdone Sra. Ingrid” es lo único que repetía, busco rápidamente para barrer el piso, mientras Natalia se reía por dentro.

— Deberías tener más cuidado — Añadió Natalia con sarcasmo.

Luego de unas horas después de la cena, Natalia sube a la terraza de la casa a mirar el cielo un rato, y ve que un carro se acerca y de la casa sale Kelly, mira detalladamente y se monto en un carro muy llamativo e iba manejando un chico.  Y recordó  “Algo tengo que hacer con esta chica, debo buscar la manera de que la boten, pero primero debo hacerme su amiga, claro eso es primero tengo que ser su amiga”.

Regreso a su cama y se acostó, sin mucho esperar se quedo dormida, ya que el otro día seria bastante fuerte.

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¡PUM! ¡PUUUUUM! Escucha Natalia a lo lejos. ¡PUUUUUMM! Otro golpe se escuchaba desde la parte de atrás de la casa. “¿Y esos golpes?” Se asoma Natalia en la ventana y ve a Kelly hablando con unos obreros, estaba construyendo o destruyendo algo en la parte de atrás. “Esta chica esta en todo aquí” se fue al baño a bañarse y despertarse, se puso algo cómodo para salir a caminar vio la hora y eran las 8:42 am.

— A alguien se le pegaron las sabanas hoy — dijo Ingrid mientras desayunaba.

— Un poco mamá, buenos días. ¿Qué hacen allá atrás?—

— Tu papá quiere una piscina para ti, para que te relajes más aun.

— Ah entiendo, y ¿Qué hace Kelly allá atrás?

— Dirigiendo hija, deberías estar tu pero como te quedaste dormida.

— Bueno, déjame correr un rato.

Natalia salió a caminar y en eso choca la mirada con Kelly, recordó que tenía que ganarse su confianza y la saludo amigablemente de lejos con la mano, Kelly no le prestó atención y la ignoro cosa que molesto de nuevo a Natalia. “Tranquila Natalia, respira”. Empezó a caminar, poco a poco, hasta que llego a una plaza, allí se puso a recordar cuando jugaba allí, esa plaza era muy vieja y sin embargo la recordaba como si hubiera sido ayer la última vez que jugó allí y recordó a Soraya, su gran amiga de la infancia, pasaron tantas cosas juntas, hasta que la mamá de Soraya la asesinaron y se tuvo que ir a otro país con su Abuela. En ese árbol  donde jugaron y se prometieron que serian amigas para siempre, más nunca volvió a saber de ella.

Siguió caminando y decidió ir a la que era la casa de su amiga, y ve que alguien está caminando dentro de la casa, se asombra un poco y decide tocar la puerta.

— ¡Si diga!

— ¿Soraya?

— Si ¿Quién la busca?

No aguanto y se le lanzo encima y la abrazo, aquella pequeña niña era toda una hermosa mujer morena y tal vez lo de amigas para siempre era en serio.

— Disculpa ¿Quién eres?

— Soy yo Natalia, Natty.

— ¡NATALIA!

Y la abrazo pero este abrazo era más fuerte el otro. La mando a entrar a su casa, y se contaron tantas cosas, Soraya ya era toda una mujer, su abuela murió unos cuantos años después que se mudo, fue a parar a una casa de huérfanos, allí estuvo unos años donde después se escapo y para sobrevivir tuvo que trabajar en un restaurante lavando platos, y limpiando piso. Allí conoció a un joven que luego la ayudaría mucho, el joven le pidió matrimonio y ella acepto pero no lo amaba necesitaba de alguna manera salir de abajo. Luego después de estar estable, busco un trabajo decente, que después le pediría el divorcio, el chico le dijo de todo que era una malagradecida, pero ella le hablo con la verdad después de tanto tiempo y le dijo que le quería demasiado pero como amigo, no lo amaba. Se separaron y después, paso por muchas etapas que le ayudaron a darse cuenta de lo que realmente quería, quiso volver a sus inicios y hacer su vida aquí, donde todo era felicidad y alegría.

— Pero éramos chicas Soraya, ya no es lo mismo, pero ahora cuentas con mi apoyo.

— Gracias Natty, pero tengo que luchar sola, ahora no es tan fácil como parece pero esta mucha más segura de sí misma.

Natalia comprendió que mientras ella tenía todo, mucha gente pasaba cosas difíciles y su amiga no se puso salvar de eso.

— Pero háblame de ti Natty, estas hermosa y grande ¿Cuánto tiempo ha pasado?

—  Ya casi 15 años .

Y le comenzó a contar de su vida a su amiga, de cómo después su padre quiso que estudiara en el extranjero, y así se fue, en la universidad conoció a Christian, siempre con detalles, queriendo conquistarla, educado, responsable, inteligente y guapo, lo tenía todo.

— ¿Pero?

— ¿Pero qué?

— No se Natty hablas como si le faltara algo.

— Ese es el problema que no se.

Después, de terminar la universidad le pidió que fuera su novia y ella acepto, lo quería demasiado ya que el estaba siempre para ella, era su apoyo aunque no lo pidiera. Luego la vida le sonreía de nuevo y se le dio la oportunidad de crear su agencia de carros, él la apoyo completamente, y es así como han creado la empresa y la han mantenido tan exitosa.

— ¡Qué diferencia de vida amiga! Y pensar que nacimos en el mismo sitio.

— Si pero ahora estoy aquí para ayudarte.

— Gracias Natty, mi vida se vino abajo desde que murió mamá, todo hubiera sido distinto si no me hubiera mudado.

— Tranquila, todo ya paso, ahora estas aquí y tienes mi apoyo completamente.

— Pero me encontré conmigo misma después de tantas cosas.

— ¿Cómo?

— Amiga yo soy sincera contigo, yo me separe del chico porque me di cuenta que no lo quería y que nunca lo iba a poder querer, porque soy lesbiana…

— Guao amiga, esto no lo esperaba, pero tranquila que yo te dije que seriamos amigas para siempre y así será, no importa como seas yo te quiero.

— Gracias Natty por tu apoyo, pocas personas lo saben, pero no los puedo engañar.

— Yo no soy nadie para juzgarte pero soy tu amiga para apoyarte.

— Después de irme Natty, estando con mi abuela entendí que yo te quería, pero te quería más que una amiga, me gustabas Natalia —

Natalia se quedo blanca, no esperaba que su amiga le dijera dos cosas tan fuertes a la vez.

— Pero tranquila, que ya eso paso… Eres mi amiga y te quiero muchísimo, te respeto.

— Caramba, entiendo que quieras ser sincera pero por los menos debías esperar que asimilara una noticia y después otra jajaja.

— Quita esa cara de pálida Natty, tu eres mi mejor amiga por siempre, y lo de antes era cosas de niñas pero estas aquí, yo estoy aquí deberíamos divertirnos como antes.

— Jajaja es difícil asimilarlo tan rápido pero tienes razón, deberíamos salir.

— Conozco una disco por aquí deberíamos ir, ¿Te parece hoy?.

— Claro que si, así despejo la mente.

Se despidió de su amiga, y con dos noticias en la mente primera que su amiga, su mejor amiga era lesbiana, y segundo que le gustaba. Natty mientras caminaba reía para ella y decía “¿Le guste a una lesbiana? Guao que hermosa eres jajaja” Pero era su amiga y la quería así como era. Esto era algo nuevo para ella, nunca antes había tratado con personas así, o tal vez si pero no sabiéndolo. Llego a su casa, y vio a Kelly dirigiendo para que bajaran unas cosas de la piscina de un camión.

— ¡Llévenlo a la parte de atrás, con cuidado por favor!

— Ya va, esperen debo grabar esto Kelly dijo por favor.

— JA JA JA, no molestar niña rica estamos trabajando.

— Hey espera — la jala del brazo — ¿Por qué tan odiosa conmigo siempre?

— No trato o no me gusta tratar a gente que se creen más que los demás.

— Pero no me conoces yo....

— No lo necesito.

Y se fue caminando hacia la parte de atrás de la casa sin dejarla hablar, Natalia no entendía bien la actitud de la chica ¿Qué le ocurría? Ya no le molestaba tanto, le estaba pareciendo muy curioso más bien tratar de entender su actitud. Paso el día, de vez en cuando se asomaba a la ventana y la veía trabajando y como a la tercera vez se pregunto ¿Qué haces Natalia? Se hizo de noche, Kelly se encargo de despedir a los trabajadores y Natalia volvió a subir a la terraza, y apareció de nuevo el carro del día anterior y se volvió a montar Kelly, vio que le dio un beso al chico y se fueron.

La terraza era una lugar de mucha tranquilidad, poder observar las estrellas, lo que le faltaba era su guitarra, de niña tocaba guitarra le gustaba mucho. Pensó en comprarse una y aprovechar este mes, así ese iba a ser su tarea el día siguiente, pero esta noche era para pasarla bien así que se fue a vestir para salir con su amiga.

Se puso un vestido muy sensual y escotado, quería disfrutar y bailar sin pensar mucho, solo dejarse llevar, llego su amiga demasiado sexy con un vestido rojo que por ser morena le quedaba de encanto, se pregunto Natalia “¿Ella va a disfrutar o a buscar pareja?”.

— Cambios de planes Natty, te voy a llevar a un lugar que te gustara, me invitaron para allá porque me tienen algo bueno.

— ¿A dónde iremos Soraya?

— A una discoteca de ambiente.

— ¿Y eso es?

— ¿No me digas que ni siquiera sabes que es?

— Pues no.

— Discoteca de gays.

— ¿Y por qué me llevaras allá?

— Me invitaron pero no quería dejarte por fuera, pero si quieres no vamos.

— No, vayamos que tan diferente puede ser.

— Yo te cuidare tranquila, estás conmigo Natty.

Y la noche apenas comienza…