La adopción (1)

Voy a adoptar un bebé y quiero darle de mamar, así que antes pongo mis pezones a trabajar con el caliente doctor Hernández

¡¡¡Estoy muy muy contenta!!! Me acaban de llamar del equipo de adopción y me dijeron que en dos meses van a tener un bebé para mi ¡estoy feliz! Yo no sé como será en otros países, pero en Argentina el proceso de adopción es realmente lentísimo. Yo hace años estoy esperando, porque si es lento para un matrimonio, para una mujer soltera como yo lo es mucho más. Tengo 37 años, me di tiempo hasta los 35 de encontrar mi príncipe azul que también fuera padre de mis hijos. Cuando llegué a esa edad y vi que seguía sola, le dije a mi otro yo "Listo, hasta acá llegamos", e inicié los trámites de adopción.

Como les decía, me llamaron recién para decirme que en dos meses van a tener un bebé para mi. La situación es un tanto rara, parece que la madre aún está embarazada, pero ya tiene muchos hijos y no puede mantener ninguno más, así que cuando nazca el bebé me lo darán, primero en guarda por 6meses, y pasado ese tiempo, si la madre no se arrepiente, me darán la adopción definitiva.

También me dijeron que será un varón, así que ya mismo voy a empezar a comprar cosas para decorar el cuarto de mi futuro hijo.


Realmente no he perdido el tiempo, compré cuna, pañales, pinté las paredes, puse una lámpara con móvil, compré ropita para los primeros meses. El tiempo se pasa volando y yo no quiero que llegue mi bebé a casa y no tenga nada propio. También me compré unos cuantos libros sobre madres primerizas, adopción, bebés, madres solteras. En fin, tengo literatura para un buen rato.


¿A que no saben qué encontré en uno de los libros sobre adopción? Que la madre adoptiva, con suficiente estimulación puede producir leche. Me encantó la idea, porque eso va a generar un vínculo mucho más fuerte entre Mateo y yo, además de que le voy a estar dando alimento de primera. ¡Ah! me acabo de dar cuenta, ¡todavía no les había contado que ya elegí el nombre que le voy a poner! Se llamará Mateo Sampieri.


Tal como le conté a ustedes que puedo producir leche, se lo conté a un montón de otras personas. Estos días me la he pasado hablando de ese tema, ya debo tener a muchos un poquito hartos, pero la cuestión es ¿cómo me estimulo? Estoy buscando info por internet y las páginas dicen que puedo utilizar sacaleches dobles eléctricos (en mi vida había sentido nombrar eso), suplementadores comerciales, para cuando ya esté el bebé, que por lo que leí son mangueritas que se ponen sobre el pezón y llevan leche, así el bebé estimula mi pecho al mamar, y masajes. Con tanta información nueva y desconocida que hay, he decidido seguir el consejo de una amiga y directamente consultarle a un doctor sobre qué es lo mejor.


-Buenos días doctor Hernández

-Buenos días señora Sampieri, tome asiento por favor, y cuénteme, ¿qué la trae por aquí?

-Yo doctor soy soltera, y estoy en lista de espera para adoptar. En un mes me van a entregar a un bebé recién nacido, y yo leí que es posible que le dé de mamar y quiero saber cómo hacerlo.

-Está en lo correcto, puede hacerlo. Para eso le tengo que recetar prolactina, para que aumenten sus niveles de esa hormona y empiece a producir leche. También puede ir ayudándose con masajes.

-¿Masajes cómo doctor? ¿Me enseña?

-Tengo por aquí un folleto explicativo que lo explica claramente.

-Muchas gracias, pero además, ¿puede mostrarme ud. directamente sobre mis pechos como se hace?

-Mmmmm -dijo pensando- está bien, no es lo habitual que haga esto, pero convengamos que su caso tampoco lo es. Sáquese la remera y el corpiño y siéntese en la camilla.

Lo hice rápidamente, y quedé solamente vestida con uno de esos pantalones de estilo hindú, que son de tela muy finita anchos, y que se unen en los tobillos.

El doctor se acercó a mi, y yo abrí las piernas para que quedara más cerca y pudiese trabajar con comodidad.

-Sus pechos tienen buen tamaño, así que tanto si dan leche como si no, el niño va a estar muy cómodo ahí.

Debe masajearse así, primero con la yema de tres dedos de una mano, presionando.

Hace mucho que no tengo la cara de un hombre tan cerca de mis tetas, y ni hablar de tener a un hombre tocándomelas. Ya ni recuerdo la última vez. ¡Qué lástima que sea un doctor! esto me está gustando, sus manos morenas y grandes sobre la piel sin broncear de mis lolas. ¡Me encanta ese contraste! ¡Oh! ¡Qué bochorno! ¡Se me endurecieron los pezones! va a creer que estoy tan necesitada que hasta unos simples masajes profesionales me ponen.

-Continúe así por varios minutos, y después tómese un pecho con sus dos manos. A ver, levántese porque para mostrárselo tengo que ponerme detrás suyo, sino será incómodo.

El doctor está rodeando una de mis lolas con sus manos, y como es bastante más alto que yo, agacha su cabeza para hablarme. Mmmm siento su aliento en mi cuello, su pecho contra mi espalda y ¡veo que sus manos aprietan cada vez con más ganas! Quiero sentir lo que tiene más abajo, ¿pensará que soy una desubicada si aprieto mi cola contra su pija?

-¿Está entendiendo como es señora Sampieri? ¿Ve cómo se mueven mis manos? ¿Siente la presión que hacen?

-Sí doctor.

Uff, yo me mando, voy a sacar cola, a ver si siento otras cosas interesantes.

¡Así que después de todo el doctor Hernández no es de piedra! Y yo que pensaba que ni se inmutaba por lo que está haciendo ¡pero si a la piedra la tiene entre las piernas! ¿Dejó de mover las manos? uh, ya veo que quiere cortar la muestra práctica acá.

-A ver señorita, ahora vamos a probar juntos en su otro pecho, ¿le parece? así vemos si entendió lo que hay que hacer.

Agarró mis manos entre las suyas y con tanto movimiento se ubicó mejor, muchísimo mejor. ¡Su pija quedó justo contra la raya de mi colita! Bendigo la hora en que me puse este pantalón tan finito ¡se siente todo!

-Vamos a empezar, con tres dedos ¿se acuerda?

Él guía mis manos, así que vamos presionando los dos a la vez. Mmmm quiero prepararme de este modo todos los días. ¿Gemí de verdad? ¿no solo en mis pensamientos? Parece que sí porque lo siento más duro.

-Ahora vamos a continuar con el paso 2. Extienda sus manos y abarque toda la circunferencia de su mama. Relájelas, yo le voy a guiar el movimiento. Así, así.

Estamos estrujando mi teta entre los dos, y mi pezón parece que va a salir disparando. Muevo tentativamente un poco mi cola en círculos. ¡Y él responde moviendo sus caderas un poquito, empujando! No se por qué todavía nos hacemos los disimulados si se nota que los dos estamos calientes.

¡Oh! ¡No! se separó de mi, ¿habrá terminado ya la consulta?

-Ahora déjeme revisarle los pezones. Quiero saber si los tiene bien formados para que el bebé pueda prenderse bien.

Los aprieta entre sus dedos,los retuerce ¡ah! ¡si! este hombre sí que sabe jugar con pezones. Ahhh gemí de nuevo en voz alta, y parece que le gustó porque ahora me los está estirando. Lo hace con los dos a la vez, ¡me encanta! tanto rato masajeando mis lolas, ya necesitaba que me tocara justo ahí.

-Al tacto se sienten bien, de todos modos le voy a dar una especie de molde para pezones, para que todos los días se ponga un rato y se le formen mejor. Aunque claro, no es lo mismo tocar que mamar, y podría en realidad ya estar lista para que el bebé mame.

-¿Y no puede probar usted doctor? Para estar seguros digo

-¿Qué cosa?

-Si no puede hacer ud. como si fuese el bebé que mama, para ver si sirven para la succión.

-Mmmm sí, puede ser, tiene ud. muy buenas ideas señorita Sampieri. Déjeme ayudarla.

Me agarra de las caderas y me sienta en la camilla, así quedo más alta y más cómoda para su boca.

Ahhh su cabeza se acerca a mi, abierta, lista para mamar, y lo primero que hace es apretar mi pezón entre sus labios, y estirar mmmmm.

Sigue así unos momentos, hasta que por fin abre su boca cubriendo todo mi pezón y empieza a succionar. Intercala la succión con pequeños mordiscos y movimientos de la lengua tipo remolino. Ahhhh qué placer, ya se siente el olor que desprende mi vagina por su humedad.

-Este pezón está muy bien. Ahora vamos a probar el otro.

-Sí, sí, por favor, siga así

Su boca no se hace esperar, y repite la operación: succiona, muerde, estira, retuerce, chupa

-¡Basta! necesito más por favor, sino me voy a morir. Le digo jadeando.

-¿Qué es lo que necesitás?

-¡A vos! ¡te necesito a vos!

-Yo estoy acá, así que dígame señorita Sampier ¿qué quiere?

-Quiero...quiero tu pija.

-Mi pija...¿y dónde la quiere señorita?

-En mi cachucha por favor

-Así que con que esas tenemos, no solo quiere que le enseñe como dar leche, sino que además quiere que alimente a su cachucha.

-Sí, quiero que alimente mi cachucha- digo mientras empiezo a tironear su pantalón hacia abajo. Los que inventaron a los uniformes médicos deben haber estado pensando en esto al ponerle elásticos a los pantalones. En medio segundo libero su pija.

-A ver esa cachucha hambrienta, sáquese los pantalones señorita.

Me faltan manos para terminar de desnudarme, me saco el pantalón, y la bombacha juntos.

-Mmm es cierto que esa cachucha tiene hambre, mire como tiene la boca abierta, hasta saliva ha segregado-Me dice mientras mira mi vagina jugosa y dilatada.

-¿Cree que a su cachucha le gustará el chorizo?

-Sí, mi cachucha muere por el chorizo.

-Entonces vamos a darle un poco.

Levanta mis piernas, las pone sobre sus hombros y las deja totalmente abiertas. Con una mano agarra su chorizo y lo apunta a la boca abierta de mi cachucha.

-Aahhhh ¡qué chorizo más gordo! ¿lo podré tragar entero?

-Claro que sí señorita, ud, solo sea paciente.

Empujón, empujón, empujón. Ya medio chorizo llena mi cachucha. Empujón, empujón, empujón. Ahhhhh, solo los huevos quedan afuera.

Siento que me estoy por rajar, pero quiero comer todo lo posible de ese trozo. Contraigo mis músculos, y aprieto.

El doctor Hernández sigue con el mete saca, y lanza bufidos.

Agarro mis tetas hipersensibles después de la atención recibida, y las estrujo.

Ahhhh ahhhhh no puedo pensar más ahhhhhhhh

ahhhhhhhhhhhhhhhhhh

Siento que la pija sale de mi cachucha, que queda goteando. Parece que el doc acabó junto conmigo.

Él se acomoda su ropa, mientras yo me pongo la mía.

-Estaba pensando Señorita Sampieri, si quiere una vez por semana puede venir a mi consulta a que la ayude con los masajes....Y si su cachucha tiene hambre, puede volver a pedir chorizo cuantas veces quiera.

-¡Muchísimas gracias doctor! ¡Hasta la semana que viene entonces!


¡No saben lo que me pasó! ¡No lo puedo creer! Ha pasado el mes, estaba súper ansiosa esperando al bebé, ¡ya hasta tengo leche! y ¿saben qué me pasó? Hoy me llamaron del servicio de adopción. Me dijeron que el bebé nació pero que su mamá se arrepintió. Mateo no va a ser mi hijo.. El bebé que yo tanto esperaba, no va a llegar. Estoy destruida. Encima me dijeron que había otro caso, que no era para adoptar, sino para tener en guarda un tiempo a un chico de 17 años que ya ha pasado por varias casas. Les dije que yo me haría cargo de él el tiempo que fuera necesario ¿En qué estaba pensando? En realidad si se, pensé que tal vez cuidar a Lucas (así se llama el chico) me haría distraer un poco y olvidarme de la angustia que siento. Ahora creo que me equivoqué. ¿Qué hago yo con un chico de 17, seguramente problemático? ¡Ni siquiera tengo cama extra! Además, ¿para qué quiero yo a un chico de 17 si lo que quiero es a un bebé al que darle esta leche que brota de mi pecho?