La adicción de Tara
¡Ella sabía que ella era adicta, pero si usted tuvo que ser adicto a algo, bien, que podría ser mejor que esto!
La adiccion de Tara
Tara se miraba en el espejo y admiró su cuerpo delgado y bronceado, 115 libras , 5'7 " de estatura, pelo rubio, ojos azules, y ni un defecto que encontrar.
Su mirada no estaba fija en sus pechos , no eran grandes de copa 34b para ser exacta, ni estaba fija en sus rosados y hermosos pezones. Eran realmente sus aureolas, que eran más grandes y esponjosas que cualesquiera que ella halla visto jamas. Eran grandes para el tamaño de sus pechos, pero éso parecía solamente hacerlos incluso más sensuales.
Parecía que a Tara mucha de su sexualidad estaba en sus aureolas y pezones, y como estaban en un estado constante de entusiasmo sexual, no era inusual para Tara que tubiera por lo menos dos o tres veces al día una mamada, y puesto que ella no deseó conseguir la reputación de ser una chica facil, ella siempre tenía unas amigas de entera confianza para sus requisitos especiales.
Tara echó un vistazo en el reloj en su mesita de noche y frunció el ceño. "Kimber deberia de estar aquí ahora," ella pensó, "es casi siete quince, y éso no deja mucho tiempo para llegar temprano a la escuela!" Entonces la puerta del dormitorio se abrio de repente y una Kimber apresurada entro volando en el cuarto. "Siento llegar tarde," , "tuve que llevar a mi hermano a su escuela ."
Bueno, apresurate" apuroTara, "nosotros no tenemos mucho tiempo!" ",Okay, okay, dame un respiro,"dijo Kimber , "yo no lo hize a propósito!!!" Tara realizó que la discusión no llevaria a ninguna parte, en su lugar ella caminó hacia Kim y levantó sus pechos a su amiga "miren, miren," "nuestros dos pequeños queridos necesitan de cierta atención!" En un instante , una de los pezones de Tara estaba en la boca calientes y hambrienta de Kim. Ella es una de las mejores chupa tetas que había tenido. Con mucha destreza se movía de un pezon al otro, Kim agilmente mamo y lamió las aureolas de gran tamaño, finalmente hizo que Tara tuviera un orgasmo agradable. "Desearia que me enseñaras a hacer eso ," Kimber dijo. Y que sera eso, respondio Tara."Oh, ya sabes," Kimber rio, "tener un orgasmo sin siquiera tocar tu clitoris!!!" "eso, mi querida," replicó Tara, "no es algo que usted puede enseñar!" "adelántese," contestó Kimber, "vamos a la escuela!" Los primeros tres períodos pasaron bastante rápido, sin ningun suceso inusual, así que Tara estaba alegre que el período próximo ofrecería una poca de diversidad a otro día embotado.
La gimnasia no era generalmente una clase o requisito mayor, sino que para Tara ofrecia una oportunidad perfecta de conseguir que le mamaran las tetas. Durante la primera semana de la clase de gimnasia, Tara había clasificado a cada una en su grupo, y decidio que Mona, una linda y pequeña peliroja haría agradable su cuarto período de clase. Cuando ella finalmente llevo a la joven a una esquina oculta del vestuario, ella encontró una cómplice muy dispuesta y flexible. Mona era bastante atractiva, pero no era muy popular entre sus compañeras, así que cuando Tara, una de las de curso avanzado y de las mas populares, demostro interés en ella, estaba mas que feliz de hacer apenas cualquier cosa que Tara le pidiera. Ahora tenían una rutina que nunca variaba, ambas muchachas cambiarían sus ropas de gimnasia, y después se deslizaban en la parte trasera de los vestidores que estaba fuera de la vista del resto del cuarto.
Allí, Mona levantaría la camisa de Tara, quita el bra , y después chupa suavemente sus pechos mientras que se daba una emoción increíble cuando hacia venir a Tara, y en varias ocasiones ella se deslizaba la mano dentro de sus propios bragas y se dedeaba teniendo su propio clímax.
Después de que Tara le hacia tener su orgasmo, ambas muchachas se integraban al grupo de gimnasia, satisfaciendo otra vez sus deseos después de la clase en el cuarto de duchas. La escuela secundaria de Tara tenía una ducha comunal, así que todas las muchachas se duchaban juntas en un sitio grande, y más de una vez, las compañeras envidiosas de la clase vendrían donde Tara y ofreciendose a enjabonar sus pechos especiales. ¡Tener dedos resbaladizos y deslizarse sobre su pecho debía generalmente hacer que Tara tubiera otro orgasmo, y aunque nadie a dicho cualquier cosa, era de conocimiento común que el pecho de Tara necesita de mucha atención y por esa razón solamente, la mayoría de las muchachas eran más que felices en dar una mano. Aunque ella conseguia a veces una mamada durante almuerzo. No fue hasta el final del sexto período que Tara comenzó a pensar en conseguir que sus tetas fueran lamidas.
Ella era afortunada de dos maneras, porque el séptimo período era de estudio, y ella podría conseguir un pase y salir si ella lo necesitara y la otra buena cosa era que ella tenía a donde ir, y ése sería el salon de la Srta. Linder! Ella era una profesora de literatura de unos cuarenta y tantos años que nunca se había casado, y que era probablemente una lesbiana. Tara lo habia detectado enseguida. Se puede decir que la Srta. Linder es una mujer hermosa, atractiva en cierta manera, con piernas fuertes y un pecho enorme. Su pelo recogido siempre en un moño, y lentes de bordeados negros pesados de lectura, es decir profesor típico de inglés. En exactamente cinco minutos pasadas las tres Tara entró en el salon de la Srta. Linder y trabó la puerta.
La profesora sentada calificando papeles en su escritorio no miro cuando Tara se movió encima de su escritorio, y mientras que continuaba calificándo los papeles, ella dijo con voz severa, "está mi pequeña en gran necesidad hoy?" "sí, señorita" contesto suavemente, Tara. "Yo la necesito urgentemente!" Finalmente levantando su mirada, la Srta. Linder se inclina hacia atrás y dice, "Enseñame tu cuerpo mí niña, demuestrame tu cuerpo joven y encantador!" En este caso, si Tara deseaba que sus tetas fueran mamadas, ella tendría que quitarse toda su ropa, y como la Srta. Linder amaba el ver la joven desnuda, y siempre tomaba su tiempo en mamar su coñito Tara, tuvo que admitir que aunque ella amó el conseguir que tuviera sus pezones en su boca, la Srta. Linder era una excelente chupa concha y siempre le hacia tener unos orgasmos increíblemente duros! También, esto no era un asunto unidireccional, pues Tara tuvo que devolver el favor mamando el coño melenudo y grande de la Srta. Linder, pero ésto realmente no la incomodó.
Tara se sentó delante de la Srta. Linder, separándose las piernas, mientras que demostraba su cuerpo a la mujer que tuvo gusto de ella. Inclinándose adelante, la Srta. Linder preguntaba, "Quiere mi bebé que su mama chupe su cerezas?" Antes de que Tara pudíera contestar, la Srta. Linder tomó una teta en su boca y la chupaba mientras inducía fervientemente a Tara en un suspiro, mientras Tara acunaba suavemente la cabeza de la vieja mujer en sus brazos. La vieja podía realmente mamar tetas, y pronto a la vagina de Tara se le escapaba el jugo sobre el escritorio.
Detectando que la joven muchacha estaba cerca de su orgasmo, la Srta. Linder bajo y enterro su cara en el coñito suave, mientras que su lengüa que sondaba rápidamente encontró el erguido clitoris, lamiendolo fuertemente, haciendo que Tara se retorciera con cada tiron, ahuecando sus pechos y torciendo sus pezones rosados, mientras que ella miró fijamente a la mujer como le comía su raja caliente. Su cabeza comenzó a girar, mientras que la lujuria se extendia desde su clitoris como fuego sobre todo su cuerpo y un gemido ruidoso señaló que la primera contracción orgasmica rasgaba a través de su coñito mojado. Los músculos de la concha se contraian repetidamente, cada vez dando por resultado otro orgasmo. Cuando todo acabo, la cara de la Srta. Linder relucia con el jugo pegajoso que había salido en erupción con el clímax de Tara.
Tara saltó del escritorio y se puso rápidamente las ropas no deseaba seguir desnuda, en caso de que alguien andubiera cerca y deseara entrar al salon de clase. Cuando estubo lista, la Srta. Linder había tomado su lugar en el escritorio, con sus piernas separadas de par en par, y sin bragas mientras que Tara se sentó en la silla y la levanto de modo que ella pudiera alcanzar fácilmente la vagina de la profesora con su boca. La Srta. Linder jadeaba, obviamente encendida por lo que acababa de hacerle a Tara, así que Tara la desesperaba besando lentamente el interior de sus muslos, Tara espero hasta que la Srta. Linder poderosamente la asió por el pelo y la llevo a su vagina, haciendo que Tara ríera entre dientes, y después entierra su lengüa profundamente en el coño melenudo. Una vez Tara pregunto a la Srta. Linder porqué ella mantiene su conejito tan peludo, esta le dijo que ella tiene un amigo que le gusta de esa manera. Realmente no incomodó a Tara, pero ella tuvo que admitir que la Srta. Linder tenía el conejito más melenudo que ella había visto, y como toda mujer, la Srta. Linder tenía un clitoris muy sensible que no tomó mucho la lamedura para traerla al orgasmo, especialmente puesto que ella acababa de pasar los diez minutos con su boca en la vagina de Tara.
Ahora era el turno de Tara tener la cara cubierta con el jugo del conejito de la Srta. Linder parecía tener una fuente inagotable del líquido dulce, y cada día intentó ahogar a Tara en él. Tara realmente tenia que regresar de nuevo a la sala de estudio, así que ella undio el"pequeño hombre en el barco", y trajo a Srta. Linder a un clímax de estremecimiento. Era igual cada vez que acababan,la Srta. Linder se sentaba en su silla y actuaba como si no hubiera sucedido nada, mientras que Tara le agradeció por su ayuda y salia del cuarto y fue de nuevo a la sala de estudio.
En su caminar por los pasillos, los pensamientos de Tara fueron para sus pezones grandes y esponjosos y como sus tetas brincaban con su caminar, para el momento en que ella alcanzara la sala de estudio ella planeaba cómo conseguiría que fueran chupados más adelante esa noche. ¡Ella sabía que ella era adicta, pero si usted tuvo que ser adicto a algo, bien, no podría ser mejor que esto!!!