La abuela y compañía

Una chica y el encuentro con su abuela...

LA ABUELA Y COMPANÍA

La abuela le lamía la oreja, le mojaba el oído, mordía suavemente el cuello largo y blanco y delgado y fino, de delicada piel.

La amiga de la abuela de ojos celestes claros y profundos, buscaba la boca de la chica dulce y joven, tan joven y ya con esas tetitas hermosas y ricas como fresas maduras. Las puntas erguidas de los pechitos frescos, que la abuela manoseaba fervientemente desde atrás, frotando las puntitas alargadas.

Las tres mujeres arrodilladas en la cama amplia, se prodigaban caricias intensas. Las dos adultas, ya en la tercera edad, pero que mantenían una figura que daba envidia a muchas de su edad.

La nena estaba en medio de las dos hembras hambrientas. Los pechitos de la chica fueron tragados por la amiga de la abuela Francesca, que los chupaba con ansías perversas, gozando de aquellas duraznos frescos y maravillosos.

La abuela mordía y chupaba el cuello y los hombros y con un dedo jugaba en el ojete abierto de la chica que gemía como zorrita.

Gemían largamente mientras la chica tenía un orgasmo tras otro, febril, salvaje, Francesca empezó a chupar el erecto clítoris húmedo y que chorreaba un hilillo de líquido, que luego se mezcló con la saliva de la mujer.

En un rincón de la habitación con sus vergas como tablas el marido de Francesca y el abuelo de la joven observaban a las mujeres jugar entre ellas.

Ahora la lengua de la abuela Mabel se hundía en el culito de la preciosa mujercita que es su nieta de hondos ojos negros, de hermosa cabellera negra .

__¡Ohh abuelita Mabel tu lengua es sabrosa!__ se mete en el anillo y lo abre. Los machos observan la escena y se masajean sus bravas porongas erectas. Las canas bailan en sus cabezas, pero sus fierros están duros y alzados. Imponentes.

Francesca arranca gemidos y un orgasmo tras otro. Las enormes tetas de Francesca se bambolean, Mabel las acaricia alargando sus brazos largos, aún torneados y fibrosos. Sus días de gimnasio han valido la pena.

__¡Ahhh Francesca, eres un demonio!!!

__¡Ohhh mi bella niña, tu me provocas tanta calentura!!!__ le dijo la mujer amiga de su abuela y le comió la cuevita que largaba jugos sin cesar, cataratas, inundando la lengua y los labios de aquella linda mujer de la tercera edad.

Los machos acariciaban sus duras espadas, se miraban y se acariciaban cruzando los dedos las tetillas, franeleándose.

Jazmín, la bella nieta de Mabel es chupada por delante y por detrás por las adultas mujeres que meten lengua a rabiar, con pasión, con ganas, con tremenda calentura. es una miel dulce que no quieren parar de probar, meten la lengua y escarban, arrancando gemidos y orgasmos de la jovencita que se ha rendido a los placeres. No importa con quien, ni la hora, ni el lugar. Es urgente. Es necesario. Es vivir en esta vida y no perderse nada de ella.

__¡Ohhh me vuelven loca, ahhh, ay, ay, siii, ohhh!!!__ gemía entre susurros caliente Jazmín, la bella chica.

__¿Te gusta esta lengua putita?__ pregunta Francesca sin dejar de chupar la vagina húmeda y chorreante, rebasando jugos.

Los hombres en el rincón franelean sus espadas estoicas y turgentes. Paradas, erectas, al rojo vivo. Escuchan el gemido de las mujeres, sienten sus respiraciones y sus jadeos, sus orgasmos salvajes y calientes como el aire que se respira en aquella habitación.

La abuela Mabel hunde su lengua felina en el ojete dulce y caliente de Jazmín, que grita,  que implora por un presencia distinta. Entra un dedo largo, se mueve dentro de aquel túnel que se abre a cada caricia. Entran dos, los separa. Los mueve.  Los frota y la chica se retuerce, hambrienta.

Francesc hace una seña, mientras busca la boca de la joven. Entra con su lengua y dos dedos se hunden en la almeja mojada, suelta líquidos sin parar, se acerca el abuelo de la chica, muerde la nuca de la misma. Lame las orejas. Su vara es encontrada por la joven que la aprieta, la mueve, la acaricia férreamente, no la suelta. Va y viene bamboleándola.

__¡Así perrita, quieres que te la meta tu abuelito, perra, quieres no!!!__ le gime en el oído la mujer amiga de la abuela.

__¡Sí quiero tenerla adentro!__ larga en un suspiro la jovencita caliente.

__¡Eres tan putita como tu abuela, dulce, cariñito, putita, gime, ahhh, si, si!!__ gruñe la mujer sacada y exacerbada por completo.

El abuelo se coloca detrás de la joven, se ha corrido del lugar Mabel que engulle arrodillada en el piso de la habitación, el garrote urgente del esposo de Francesca, que jadea, y suda cada vez más.

__¿Quieres que te la meta puta?__ pregunta divertida Francesca

__¡Si, por favor, siii, ay, ay métela abuelito, en el culo, métela!!!__ casi ruega la jovencita . El hombre maduro y con la estaca dura como mármol se coloca entre las nalgas de la joven que se ha colocado en cuatro patas. Como una perrita. Saca y levanta su hermosa cola paradita y fresca, joven, hermosa, redonda, casi perfecta.

Ronda la cabezota del garrote. Empuja, ella resopla, da un gritito, Francesca muerde los labios de la chica, los lame con perversión y lujuria, es una vieja reina alzada.

El pijón del abuelo hace una primera entrada, la chica se relaja, siente que la están penetrando, despacio, con calma, su ojete está bien lubricado, por eso no tardara mucho en llenar su agujerito ya recorrido más de una vez.

Mabel traga el pedazo del marido de su amiga. Y Francesca come mordisqueando sádica hasta hacerle doler los pezones rojos y gorditos de Jazmín que brama de dolor y placer.

El abuelo ha entrado en su cola por completo. Recorre el canal. Va y viene disfrutando de l entrada que le ofrece su nieta adorada.

__¡Ohh nena como me enloqueces, ahhh, que lindo ojete tienes, me vuelves loco, mi niña, ahhh!!!__ Francesca que no puede con su genio, va a hurtadillas y se coloca detrás del abuelo de Jazmín, muerde suave las nalgas del macho que aúlla de placer. Pasa la lengua ardiente, en tanto, el macho va y viene perforando la cola de la chica, que es su nieta, Francesca abre las nalgas, busca, y encuentra el anillo del hombre, mete su lengua y hace que el hombre se tensé y vibre, y corrientes eléctricas lo surquen de un lado a otro de su cuerpo, su verga se inflama e instintivamente abre un poco más las piernas y la boca de la perversa mujer se apoderan de las bolas gordas, las somete a sus chupadas, eso hace que el macho maduro enloquezca de placer y no puede contener el río de leche que esparce en el ojete receptivo de Jazmín que traga con su cola todo el semen que riega el abuelo en su ojete magnánimo.

Se desmadeja dejando libre el agujero. Mabel deja el garrote que estaba tragando a placer y lo lleva para que entre en el hueco que ha quedado libre de su nieta.

Jazmín se ha acostado de perfil y entonces el macho esposo de Francesca entra de costado, levanta sosteniendo la pierna de la chica que goza y gime, Francesca besa otra vez la boca de la joven y Mabel la abuela chupa el ojete oscuro y húmedo de Francesca que lloriquea de tanta locura. Se retuerce gatuna, sin dejar de meter hasta el fondo su lengua en la boca de Jazmín. Mabel, la abuela de Jazmín, mete un dedo y luego dos y luego tres en el ojete elástico y puton de su amiga, se extasía besando el agujero negro. Lo chupa, lo lame, lo escupe.

Su esposo en tanto recorre el ojete de la chica joven que se retuerce recibiendo el pedazo en su cola. El abuelo mira, observa extasiado, acariciando sus tetillas duras, paradas aún, mientras su verga cabecea débil intentando ponerse en pie otra vez.

Busca un dildo que tiene en una mesita contigua a la cama. Lo baña en un líquido perfumado y aceitoso, y sin más se acerca a Francesca y se lo clava en el ojete, la mujer lanza un grito de satisfacción, plena, gozando, mueve su cola. Lo entierra hasta el fondo. Un orgasmo tras otro, Mabel besa la boca de su amiga, le mete la lengua hasta el fondo, luego baja al cuello y se prende a las tetas hermosas de Francesca que saca la cola para que la claven un poco mas en el trasero húmedo y dilatado. Gritan, se abrazan, se besan buscan sus bocas, sus pechos, Francesca ha abierto las piernas de Mabel y se regodea con la vagina abierta de está, Mabel tiene un orgasmo y otro y otro.

El esposo de Francesca, apura las embestidas y riega con sus jugos otra vez la cola hambrienta de Jazmín que ahora es besada en los labios de fresa por su abuelo. La chica siente que el jugo corre por sus pliegues anales y baja en torrente hasta las nalgas, mojando la vagina candente y cae a las sábanas mojadas y sudadas con todos los olores corporales.

Jazmín se coloca al lado de su abuela y la lengua de Francesca juega con las dos almejas, un ahora y otra después, dedos, orgasmos, abuela y nieta se encuentran y se besan las bocas profundamente, sacando chispas con sus lenguas largas y eróticas y salvajes, así pasarán la noche amándose incansables, jugando y dándose placer.-