La abuela de mi sobrina Julia

Siempre me encantaron las abuelas, pero hasta hoy supe que era joderme a una.

La abuela de mi sobrina Julia.

Julia es mi sobrina de 19 años siempre la he visto como mi hermana menor yo tengo 26 años.

Un día fui a ver a Julia a su casa, pero su mamá (por cierto una señora de 46 años muy sabrosa) me dijo que había ido a dejarle fruta a su abuela Natalia (Mamá de la Mamá de Julia), como vivía a 2 cuadras de su casa la fui a buscar a casa de su abuela, toque el timbre y salió su abuela Natalia (vestida con un camisón de manta y si brasier por lo que resaltaban sus enormes pezones de sus pechos caídos lo cual me ocasiono una pequeña erección) y me dijo que había mandado a Julia por un empaque para su olla de presión pero que pasara a esperarla.

La señora me dijo te quedas en tu casa voy a bañarme y se metió al baño de la planta baja de su casa, a mi siempre pensar en mujeres de la tercera edad siempre me ha excitado mucho por lo que al momento que ella se metió quise espiarla y en efecto su puerta tenia una rendija pequeña por la que pude ver que la señora a pesar de sus 67 años tenia un culo que me encantó, mientras se enjabonaba me excitaba ver sus gigantes senos caídos y para mi mala suerte ella me vio pero no dijo nada, muy avergonzado me fui a la sala.

Mi sorpresa fue que Julia tocó el timbre salí a abrirle la puerta y la salude como siempre de beso en la mejilla y cuando ella se agachó ligeramente se dio cuenta de mi excitación, a parte de que con mi lubricante había manchado el pantalón de tan caliente que estaba, pasamos a la sala y ella no dejaba de mirar el bulto de mi pantalón y como estaba sentada junto a mi solo me bajé la bragueta y salio mi pene lubricado y ella inmediatamente me lo empezó a mamar con furia, se veía que tenia experiencia porque me mamaba muy bien la verga y sus mordiscos me hacían gemir de placer hasta que me vine en su boca dejándola llena de mi semen; inmediatamente se los tragó y se fue corriendo a su casa iba muy avergonzada. Yo me quede en la sala, pero no me percaté que la abuelita lo había visto todo y me dijo que yo era un vulgar, que le había faltado el respeto a Julia y a su casa, se acercó a mi de forma violenta cuando ella se resbaló y cayó sobre de mi y mi pene se puso erecto y como ella solo tenía una bata se la quité, la abuela no decía nada, la recoste sobre el sillón y le empecé a chupar su pepita, mi sorpresa fue que empezó a lubricar, cuando senti su liquido espeso y agrio la penetré lentamente, su panocha ya no apretaba tanto por lo que pude embestirla con fuerza y rapidez, ella gemia de dolor, me dieron ganas de morderle los hombros y la boca me estaba sacando mi lado mas salvaje hasta que se vino la vieja, entonces saque mi verga que queria mas sexo y la puse en cuatro patas, y lentamente empecé a lamerle el ano y se lo empece a dilatar con el dejo ella se quejaba de dolor pero no me decía nada hasta que la penetre, como me salía a chorros el lubricante entró y la penetré con furia y ella solo me gritaba sigue, no pares, le pegaba con fuerza en sus nalgas hasta que me vine y le llené su cola de mi semen, jamás voy a olvidar esa tarde, después de eso me fui de su casa.

Al otro día me fue a ver a mi negocio Julia y me dijo que queria tener sexo conmigo pero esa historia la voy a contar luego, esto es verídico, es la fecha en la que sigo cogiéndome a esa ruca, la hago feliz en sus últimos años igual que a mi Julia.