La 521

La 521

Hola este es el segundo relato que escribo para quienes no me hayan leído antes tengo 20 años y soy del DF en México y este si es mió no como el pasado que fue de una amiga que me pidió ponerlo en la red pero bueno vamos a lo que les interesa a todas y a todos el relato.

Aquella tarde nos salimos de la universidad unas amigas y amigos, esa ocasión nos fuimos a un billar y la verdad, en esa ocasión no era mi intención ir en busca de alguna chava para pasar un buen rato mas bien la intención era la de jugar y tomar. Pero esa tarde en el billar se encontraba una chava de la universidad la cual me encantaba pero yo no le hablaba solo sabia que su nombre era Sandra,llevaba una falda blanca larga de mezclilla que marcaba muy bien su figura ya que tiene una bonita cintura y cadera y también llevaba un top negro que la hacia ver en especial esa ocasión muy bien.

Bueno esa ocasión llegamos al billar pedimos dos mesas ya que éramos varios, y mientras los demás se quedaban a comprar los cartones de cervezas yo me fui con las chavas a las mesas, y fue en ese momento cuando la vi, y para mi suerte estaba en la mesa de a lado jugando, con su cuerpo bien torneado, morena, con el pelo largo, y sus ojos color miel...que me prendieron nada mas verlos. Para esto ella solo iba con otras tres chavas que eran amigas de mis amigas lo que me facilito poder acercarme a ella. Ella ya había dejado de jugar y estando ella sentada comenzaron los juegos con las miradas sus amigas ya estaban platicando con las mías y unos amigos de pronto se desaparecieron unos creo que fueron al baño o habían ido a dar una vuelta

En ese momento fue cuando me acerque a ella y le dije: - Parece que te han dejado sola Y ella suavemente me contesto: - Estaba esperándote. Entonces la tome de la mano y la lleve a la barra y nos tomamos una cerveza más y eso nos ayudó a terminarnos de poner a tono... en ese momento yo ya la deseaba. Se puso al lado mió y se recargo de mi y yo en ese momento la abrace, noté su respiración en mi cuello, no podía más. - no te gustaría que vayamos a dar una vuelta.- le dije - claro, porque no- contesto ella

Y al rato nos encontramos en la puerta de un hotel, y como por arte de magia segundos después de eso estábamos en la entrada de una habitación: la 521. Al entrar la aprisione contra la pared y la comencé a besar, la pasión rebosaba, quería sentirla ya, ver su cuerpo, le quite el top que llevaba y allí apareció, ese cuerpo tan perfecto; ella empezó a meter su mano por debajo de mi pantalón, lleve mis manos a sus nalgas las que pude tocar perfectamente ya que llevaba tanga, la tome con fuerza, no fue mas que otra señal de lo cachondo que estaba, después de unos cuantos besos más, me jalo hasta la cama y me empujo . Se sentó sobre mi con las piernas abiertas y empezó a besarme...fue bajando hasta llegar a mi entrepierna, entre todo esto yo ya la había dejado en solo con su tanga. Ella desabrocho mi pantalón y bajo mi bóxer hasta que quedó en libertad, me miro a la cara con una mirada picarona y empezó su trabajo, primero con besitos, luego con lametones, hasta que termino metiéndosela por completo, arriba y abajo, mientras sus manos terminaron de desvestirme por completo. Yo ya estaba a punto de correrme, ella se dio cuenta y acelero, yo deseaba correrme en su cara y así fue, lo que a ella le encanto. Me incorpore y seguí besándola, baje hasta sus pechos y casi le arrancó el sujetador, le bese sus pechos que estaban como pocos, los metí de lleno en mi boca, termino ella debajo de mi. Llegue a su entrepierna y comencé a comerme su rajita, pase primero la lengua por sus labios, luego en círculos alrededor del clítoris, para terminar succionando por entero su rajita mientras metía la lengua en él. Ella estaba a punto ya que sentí como se comenzó a correr en mi boca y me pidió que la cogiera ya, quería sentirme dentro de ella totalmente, así que subí y comencé a sentir la entrada de su rajita con mi palo, llena de líquidos, por lo que entró fácilmente, primero despacio la primera vez, las siguientes fui subiendo el ritmo, mis manos estaban en sus nalgas, agarrándola fuerte, nos mirábamos, nos besábamos, hasta que los dos nos corrimos entre gemidos y gritos. Se recostó a mi lado, los dos estábamos cansados después de aquello, pero aun no se había saciado mi deseo. - ¿No creerás que he acabado contigo verdad? - le dije - Espero que no - me contestó Al rato volví encima de ella, a besarla, empecé por el cuello, la boca, enseguida se me puso dura otra vez, seguro que de recordar las corridas anteriores, esta vez quería que ella jugara conmigo así que la senté encima de mi y poco a poco mi poya se la fue metiendo, me costó un poco mas porque no estaba tan excitada como antes, pero eso se resolvió en cuanto empezo a cabalgar un poco sobre de mi. Jugaba con sus pechos, su cintura, no me aguantaba del placer, y verla así me encantaba y me ponía todavía mas hot, cuando los dos estuvimos muy cachondos la paré y cambié mi posición, ahora era mi palo el que estaba en su boca, pero sus piernas también estaban alrededor de mi cabeza, estábamos formando un rico 69. Los dos empezamos a chupar y lamer, el solo echo de imaginarme su cara haciéndolo y no poder verla... me ponía tal que no me costó casi correrme, y otra vez lo hizo ella. Ahora si estábamos agotados. Nunca olvidaré aquella tarde con ese chava que siempre me había llamado la atención, es más estando en la universidad, muchas veces viene a mi o yo voy a ella y pues eso tal vez se los contare en otra ocasión.

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