Kristy y un maduro experimentado 1.

Cuando el día de los enamorados, tu plan se fastidia y encima sabes que realmente solo eres un polvo joven para un casado que no le interesa mucho darte alegrías es cuando realmente valoras más el sexo brutal realizado por un hombre que no te atrae fisicamente y que encima aprendes a sentir tu mente

Día 22 de febrero, en una localidad normal y corriente del país. Situación que no es lo que se espera ni la protagonista de la historia ni el protagonista pensaba que iba a tener.

Son las 19:00 y Joan está de guardia en su puesto de trabajo, normal y corriente como cualquier otro, salvo porque este día decían desde hacía semanas que era “el día de los enamorados” por tanto, como otro día cualquiera en la vida de un trabajador.

Suena el teléfono de la central y le indican que tiene que ir a una vivienda para solucionar un problema con la señal wifi. Digamos que no tenía muchas ganas porque se estaba acordando de cuando él se pedía algunos días para poder celebrar dicha celebración con algunas de sus amigas casadas, pero claro, ese día no fue así. Y ante todo el trabajo y dejar satisfechos a los clientes, es lo primero, por eso, agarro todo el material necesario y fue a la dirección que le habían indicado en la incidencia. Menos mal que estaba cerca y cuando llego al Passeig de Sagrera, en frente del puerto, pues digamos que pensaba que buenas vistas tendrían quien viviera allí, lógico y normal.

Llego a la puerta del ático en donde tenía la incidencia y le abrió la puerta una chica joven, de unos veinte años que estaba en ropa interior con una camiseta larga, pero estaba claro que o se estaba preparando para vestirse e ir a alguna cita o que estaba en plan cómodo.

Hasta aquí, todo normal y corriente.

Joan se puso a realizar su trabajo mientras escuchaba como esta joven mantenía una sonora conversación por teléfono con alguien, que estaba claro que iba a tener la cita, pero se torció cuando ella empezó a insultar al comunicante de la conversación y tras comprobar que no estaba a su lado pero que la oía desde la terraza de dicho inmueble, pudo oír como ella indicaba con voz clara y rabiosa:

— Me dices en serio que hoy no puedes quedar conmigo porque tienes que hacer el papel tan bueno de novio con tu chica después de estar follando conmigo desde hace meses? Eso es lo que me quieres decir, ¿no? — mientras Joan iba solucionando el problema técnico que tenía dicha mujer y entonces fue cuando cambio realmente la situación a la que no se esperaba ninguno de los dos. — Entonces, te piensas que me puedes utilizar a tu antojo cuando te pica la polla, ¿no? Bueno, pues te lo voy a decir muy claramente. Vete olvidando que yo vaya a volver a tus brazos, que ni por ningún asomo voy a pedirte que quedemos y follemos como cerdos y me trates como una puta cuando estás salido, y lo más importante, pienso follarme al tío que me encuentre por algún lado, y le voy a decir que me usé a su antojo, cosa que por muchas veces que te lo he dicho ni has conseguido hacerme que disfrutará. Ahhhh, y si me consideras una puta, pienso serlo, pero no por ti que no mereces ese premio sino por mí que para eso tengo cuerpo y mente. Adiós.

Colgó y tiro el móvil en su sofá mientras entraba de la terraza con sus ojos llenos en lágrimas y sin mirar al técnico que estaba acabando de solucionar el problema de su wifi.

Bueno, pues Joan nunca había estado con una joven tan atractiva y la verdad es que esa joven estaba hecha polvo, destrozada sentimentalmente como emocionalmente, cuando vio que se tiraba en el sofá sin acordarse que había un hombre, mucho mayor que ella, bastante, como que le doblaba la edad o incluso más, en el salón de su habitáculo, acabando de recoger todo para irse, ya que funcionaba correctamente todo el router, pero ella empezó a llorar por encontrarse traicionada por unos sentimientos que nunca se lo hubiera esperado.

Cuando Joan estaba a punto de acercarse a ella para tranquilizarla y decirle que su jornada había terminado y si quería que la invitará a tomar algo para olvidarse, fue cuando ella giro su cabeza, quitando el pelo que le tapaba su rostro, de una melena rubia natural y notando que tenía a su lado un hombre que se acercaba a ella.

Esta mujer le indico a Joan:

— ¿Por qué todos los hombres se comportan como críos cuando tienen que una aventura y no son capaces de ir con la verdad por delante? — Kristy entonces se incorporó para seguir diciendo a dicho hombre preguntas que no sabría si las decía con odio o con coraje, — y lo peor de todo, porque los tíos que nos gustan a las mujeres realmente son unos cobardes y no van con la verdad por delante?

Joan podría haberle respondido de miles de maneras, pero al ver que ella tenía los ojos llenos de lágrimas y que necesitaba más hechos que palabras en ese momento, fue cuando se acercó a ella, estando de pie él, bajando su cremallera del pantalón, sacando su polla morcillona, y agarrando con su otra mano, la melena rubia y haciendo que su capullo chocara contra los labios de Kristy. Apretó con su cadera para que ella tuviera que abrir su boca y entonces cuando lo hizo metió toda su polla dentro de ella.

Kristy en ese momento no supo que hacer, por lo que dejo la boca abierta para que ese hombre empezará a hacer lo que realmente quisiera, por eso, cuando el pubis depilado del hombre choco contra la nariz de ella, fue cuando agarro con la mano que tenía libre de la nuca y empezó una salvaje y fuerte follada de boca, tan fuerte era, tan brusca, tan excitante que no paro de usar la cabeza de Kristy como si fuera un agujero de su cuerpo, por eso, estuvo más tiempo de lo normal para violar su boca. Ella intentaba separar su boca de la polla de él que crecía y aumentaba más de como entro en un principio, por eso incluso empezaba a tener arcadas, aparte de que no se lo esperaba y la pillo desprevenida, pero el hombre seguía entrando y saliendo de su boca, como si estuviera follando su coño salvajemente.

Hubo un momento que tuvo una arcada tan fuerte que vomito parte de lo que tenía en su estómago, sobre todo bilis y le salía por la comisura de sus labios, pero este hombre le daba igual lo que ella sacará, seguía metiendo y sacando su polla ya dura, gorda, de esa boca tan joven. Entonces se separó de ella para dejarla que se recuperará y cuando vio que empezaba a tragar aire por ese orificio fue cuando le dijo a ella:

— Mira chica, yo puedo decirte muchas cosas de cómo somos los hombres, sobre todo de las estupideces que hacemos a lo largo de nuestra vida, pero ahora mismo lo que quiero es usarte, que me des placer y dejarte agotada de orgasmos, y me da igual que quieras o no, porque pienso hacerlo, por tanto, si lo que quieres es un hombre de verdad, voy a seguir follandote e incluso te pienso violar para que te pongas las pilas, aprendas a saber que el hombre que conquista tu corazón nunca conquistará tu mente, y el hombre que te folle nunca te sabrá enamorar, porque no sabemos hacer todo para que una mujer se sienta llena en todo, y si lo hay, tú no lo vas a tener nunca, porque te gusta que te usen, como le has dicho a ese gilipollas que te ha jodido la cita de esta noche.

Kristy se empezó a secar las lágrimas que le caían por sus pómulos mientras le escuchaba con su boca abierta, y cuando oyó que la iba a violar, no se preocupó, al contrario, le afirmo con su cabeza, dando consentimiento a que la usará, la forzará e hiciera con sus agujeros lo que quisiera.

Por eso, Joan en ese momento, agarro de la melena de Kristy y la hizo que se levantará. Agarro de un lado de la camiseta y se la rompió, literalmente, para que dejará ver sus pechos, que, por cierto, no tenía sujetador, por eso se movían al compás de los movimientos de su cuerpo, mientras la zarandeaba de un lado a otro.

Saco una silla de madera de la mesa del comedor, e hizo que se sentará. Agarro de su maletín unas cuerdas que tenía, ya que en la bolsa de un técnico te puedes encontrar cualquier cosa. Ato los tobillos a las patas de la silla con dichas cuerdas y como no le quedaba más cuerda para poder atar las manos de Kristy por detrás del respaldo de la silla, pues agarro unos cables que tenía y solo hizo que las muñecas estuvieran juntas, por detrás de su espalda, pero no la ato a la silla, así que le dijo:

— No te voy a atar porque quiero y te obligo a que no muevas tus brazos para nada. Si lo haces, te daré premios, pero si no lo haces, desearás haberme hecho caso, porque vas a sufrir más que nada en tu vida. ¿Entendido? — mientras Kristy le respondía moviendo su cabeza de arriba hacia abajo lentamente. Con cara de asustada, porque no sabía que iba a hacer sentada en la silla.

Joan noto que los pezones de Kristy estaban muy duros, incluso si los hubiera tocado no hubieran perdido la forma, de la excitación que tenía ella por estar en esa posición y siendo obligada a hacer lo que este hombre maduro podría desear. Pero digamos que se asustó un poco cuando este hombre le pregunto dónde estaba la cocina, que ella le indico en que puerta se encontraba. Se asustó más cuando vio que no podía moverse para desatar sus tobillos, porque en la posición en la que se encontraban sus manos, no podía hacer nada, pero le dio más susto cuando vio llegar a ese hombre, con el rodillo de madera que tenía en su cocina, para hacer masa de hojaldre, y cuando vio que también traía una de las paletas que usaba para dar la vuelta a los filetes, de plástico, negra, pues entonces no pudo pensar más que si chillaba sería peor para ella, pero si no lo hacía no sabría realmente que podría hacer ese hombre con lo que llevaba en la mano.

Se acercó a ella, con las piernas abiertas como las tenía por la posición de la silla y sus patas.

Agarro de la nuca para hacer que de nuevo abriera su boca y se tragará la polla que antes había tenido alojada dentro.

Joan agarro la cabeza de ella, y antes de meter su polla fuertemente dentro de la boca, le dijo:

— ¿Quieres que te lo haga suave o duro? Dependiendo de cómo me lo digas, te lo haré de una manera u otra, y por tu bien, piensa que soy el que te va a violar con tu consentimiento o sin él, pero hoy eres mía. Mañana decidirás de quien eres o quien quieres ser, puta de gilipollas o una amiga que le gusta follar con hombres de verdad. Ahhhh, y procura darme placer, porque si no, el rodillo te lo meto todo lo que te entre por tu coño y luego te rompo tu culo con él. ¿Has entendido que voy a usarte hasta que me dé la gana de dejarte tranquila? — mientras Kristy afirmaba con su cabeza, lentamente.

Entonces ella le contesto con su voz dulce y suave:

— Hoy quiero que me uses, por tanto, no me lo hagas suave. Haz que me sienta una puta de verdad. Haz que te desee como mi follamigo maduro. Y, sobre todo, haré lo que me pidas, pero si te cansas de mí, por favor, házmelo saber, porque ya me estoy cansando de tíos que dicen ser hombres y solo son unos maricas que no saben darme placer.

Acto seguido, Joan le metió la polla, toda dentro de la boca de ella.

Kristy se dejó hacer, de tal manera que incluso estando con su boca abierta y siendo follada bestialmente durante más de media hora, seguía con la boca casi desencajada, por la brutal follada de boca. Pero ella pensaba que la llenaría de leche, y sin embargo no lo hizo, por lo que le pregunto casi sin aire y tosiendo:

— ¿Por qué no te has corrido dentro de mi garganta? ¿No soy lo suficiente buena para ti?

Lógicamente, cualquier hombre que se folla la boca de una mujer tan cruelmente y durante tanto tiempo, se hubiera corrido, le hubiera llenado la boca de su semen caliente, pero Joan no era como cualquier otro hombre que esa joven se hubiera follado en su corta vida, y fue cuando le respondió:

— A ver jovencita, que tus amigos, tus supuestos follamigos, esos tíos con los que has follado en tu corta vida, se hayan corrido dentro de tu boca, para someterte y para hacer que vieras que eres solamente un agujero más para depositar su ego grumoso, no quiere decir que los verdaderos hombres nos corramos tras follar a una joven su boca a nuestro antojo. Cuando yo quiera correrme, lo haré, ni te pienso avisar de ello, y puedo hacerlo dentro de tu coño, dentro de tu culo que pienso violar o dentro de tu boca, pero eso será cuando yo quiera, no cuando tú me lo pidas. Espero que entiendas y aprendas que tienes ante ti a un hombre que te va a enseñar a obedecer y no hagas preguntas estúpidas. Tú has dicho a ese tío con el que hablabas que ibas a ser puta, ¿no? Pues ahora lo vas a ser. Y como no tengo que hacer ya nada en mi trabajo, y tu incidencia era la última de mi jornada, pues pienso estar toda la noche follando tu cuerpo, y si no quiere, me da igual, pienso hacerlo. Ahora mismo no eres nada más que tres agujeros para mí. Y por cierto, ¿cómo te llamas? O te llamo puta guarra.

Kristy estaba en un estado que no sabía si era real o ficticio, pero solo supo contestarle:

— Me llamo Kristy y me puedes llamar como quieras, ya que voy a ser tu puta.

Mientras se separaba de ella, Joan agarro la paleta negra y empezó a rozar los pezones de ella, suavemente para luego azotar solo la punta del pezón con la punta de la paleta, casi era como pellizcos, pero realmente eran azotes extremos que hacían que ella sintiera pinchazos en sus pezones. No estaba acostumbrada a dicho castigo, pero notaba como dentro de su coño empezaba a fluir un líquido que incluso le mojaba parte de sus muslos, los que estaban cerca de sus ingles.

Kristy no creía que esa sensación dolorosa iba a mojar su coño, pero realmente si lo estaba haciendo, mientras intentaba cerrar sus muslos, lo poco que le dejaba las ataduras en sus tobillos, y notaba en sus labios que estaban más mojados, más hinchados y abultados de lo normal. Incluso no pensó que dicha situación en la que se encontraba la hiciera excitarse, por eso, cuando ya llevaba más de un cuarto de hora azotando sus pezones, fue cuando noto que su coño estaba completamente encharcado, incluso empezó a notar que necesitaba que la follará, pero no quiso decirle nada a Joan, porque el morbo de no saber realmente lo que le iba a hacer, hacía que ella misma se pusiera aún más cachonda.

Cuando Kristy tuvo sus pezones rojos, junto a sus aureolas, y casi no aguantaba ya el dolor que le estaba haciendo la paleta que Joan le estaba azotando, fue cuando le miro a los ojos, llenos de lágrimas y le suplico que parará un poco, que necesitaba meterse algo dentro de su coño, cosa que realmente deseaba, pero no supo que le esperaba entonces.

Joan le ayudo a sacar su culo del asiento, es decir, la puso sentada al filo de la silla, mientras sus tobillos seguían atados a las patas, por lo que con esa posición en la que se encontraba ella, hacía que abriera más las piernas, tanto que hizo que realmente su coño estuviera abierto y rezumando líquido que le salía. Como el rodillo era algo largo, casi media cincuenta centímetros, pues ni corto ni perezoso, empezó a meter dentro de su coño, parte del rodillo, hasta la mitad y como ella estaba tan caliente y mojada, podría hacer que se resbalará y se saliera, entonces le dijo:

— Ahora vas a ser una buena puta, y vas a hacer que el rodillo no salga de tu coño, es decir, con tus músculos vaginales vas a hacer que se mantenga dentro de tu coño. Si por algún motivo veo que se sale, te rompo la cara, esta cara tan preciosa que tienes, te la destrozo, y me da igual lo que me digas. Pero si eres una buena puta y lo mantienes, te daré tu ración de semen que creo que ya quieres. Dentro de tu boca, para que al menos estés alimentada y degustes mi elixir. Así que, aprieta bien con tu coño y que no se salga. ¿Entendido?

Kristy afirmo con su cabeza como lo había hecho en anteriores veces que le respondía. También hay que decir que el rodillo era de madera, por tanto, al no ser de plástico duro tenía la ventaja de que esa madera no se resbalaría tanto y eso sería incluso más fácil para ella, pero se sentía muy llena, aunque no follada, y ella necesitaba ya que la follara, aunque fuera una violación, aunque fuera una brutalidad, pero necesitaba que la follará ya ese hombre que le estaba dando un placer imposible de describir. Un goce sexual que ningún otro hombre le había dado en su vida y sin haberla apenas follado, solo la boca.

Continuamos en la segunda parte, que es más dura que la está.