Klaster 001: Capitulo 3
Kiki y Raquel, hacen todo lo que hacen todos los días, pero aparte hoy se dedican a conocerse un poco más, profundizan un poco en su extraña relación de convivencia, van al zoo juntos y lo pasan bien a pesar de todo, aunque Kiki acaba tan cansado que deja lo del Opalo, para mañana.
Klaster 001:Capitulo 3
Al día siguiente me despertó Raquel, al contrario que normalmente que la despertaba yo, pues era bastante dormilona, pero hoy me sentía bastante cansado dado que me había conseguido dormir a las tantas, pero ella también. También tenía un poco más de hambre que de costumbre, pero claro todo eso era normal, mas horas despierto, más hambre.
.- Hoy se te han pegado las sabanas, ¿eh? (Bromeo Raquel de camino a la cocina)
-. Uf, los chavales esos que no se callaban y no me dejaban dormir (Proteste, tapándome la cara con las manos)
.- Alguien debería bajar y darles una lección (Dijo Raquel, agitando el puño, desde la cocina)
-. Si, debería de haber bajado yo (Dije mientras me levantaba suavemente)
.- Eh dicho alguien, no tú, que quieres hacerlo todo, ya has sido héroe suficientes veces, ¿no te parece? (Protesto Raquel de mis ansias de Heroicidad)
-. No, siempre puede hacer falta una vez más (Dije ya levantado, dirigiéndome al baño para lavarme la cara)
Mientras me lavaba la cara
.- son las doce, estudiamos un poco, comemos y ¿nos vamos? (Me dijo Raquel, asomando su cara por la puerta del baño)
-. Vale, ya se adonde te voy a llevar (Anuncie con una sonrisa)
.- ¿Adónde? (Dijo ella intrigada)
-. Es una sorpresa, si quieres saberlo… no mejor tendrás que esperar (Iba a decírselo, pero luego preferí sorprenderla)
.- que malo eres (Me sonrió desde la puerta)
-. En el fondo soy todo un malote (Dije yo, sintiéndome malote de verdad)
.- No, eres, mi buenote (Dijo ella, entrando en el baño hasta llegar a darme un beso en el cachete y luego irse, dejándome un poco colorado)
Se fue moviendo el culo en un pijama que no le tapaba mucho de ositos, era todo un lujo vivir con ella, era una chica atenta, cariñosa, era buena persona y además quería hacer cosas conmigo, con ella lo difícil era estar solo. Si no fuera por ese recuerdo del maldito callejón sería muy feliz con ella, debía quitármelo de la cabeza y la única manera era, acabando con el tipo del esmoquin.
Nos pusimos como todas las mañanas a hacer el desayuno ambos, mientras ella hacia el café, yo hacia las tostadas y algunos días a viceversa, éramos un buen equipo y al hacerlo juntos, lo pasábamos bien. Luego desayunando juntos…
.- ¿Dame una pista, no? (Era como una niña impaciente)
-. No… que con lo lista que eres, seguro que lo averiguas (No quería arriesgarme ya que estudiando y en casi todo, se notaba que ella era más lista, que yo)
.-Kiki, por fa… se bueno, anda (Poniéndome cara de cordero degollado)
-. No hagas eso, que es chantaje emocional (Dije señalándola con el dedo)
.- Por favor… (Poniendo carita de pena)
-. Empieza por la z… (Sintiéndome frustrado por no poder resistir su chantaje)
.- ¿Me vas a llevar al Zooo? (Abriendo la boca de par en par, de sorpresa)
-. ¿Ves? No tenía que haberte dado ninguna pista (Dije, llevándome la mano a la frente)
Ella agarro mi mano, me la acaricio
.- Gracias, nunca nadie me ha llevado (Mirándome como si fuera una niña pequeña ilusionada)
A veces me preguntaba, si era un poco infantil o de veras estaba intentando tener una especie de relación con una niña pequeña, metida en el cuerpo de una mujer, tenía que sentirme un asalta cunas, ¿a pesar de tener una edad parecida? O tenía que sentirme normal.
-. De nada, me apetecía ir contigo
.- Gracias, a mi también
Terminamos de desayunar, tras recoger entre los dos, nos pusimos con los estudios, ella parecía más motivada que nunca y sin embargo yo estaba más distraído de lo normal, supongo que ella quería merecerse que yo la llevara al zoológico y yo no hacía más que fantasear, como sería ir allí con ella.
.- ¿Qué te pasa hoy? (Me pregunto extrañada)
-. Que me muero de ganas de ir al zoológico contigo (Confesé algo nervioso)
.- (Rio) y yo también, pero primero los deberes, luego los derechos (Dijo con una frase muy bien aprendida)
-. ¿Eso te lo decía tu madre? (Quise saber)
.- si… eso me lo enseño, ella (Dijo aguantando las lagrimas, por lo que le había recordado)
Siempre estudiábamos los dos tumbados en su sofá el uno junto al otro, así que no tuve más que pasar el brazo bajo su cabeza y atraerla contra mi pecho, para abrazarla y reconfortarla un poco. Tras un poco así, ella se separo y mirándome a los ojos…
.- Gracias, Kiki (Aun con los ojos un poco lagrimosos)
-. De nada
Seguimos estudiando hasta que fue la hora de comer, esta vez cocino ella, yo prepare la mesa, comimos y yo recogí, mientras ella se arreglaba. Luego me puse algo decente con lo que ir, un vaquero, una camiseta blanca con un símbolo de un ancla.
Al poco rato, salió Raquel bastante arreglada, llevaba una mini falda militar, un top militar que le hacia un buen escote que ahora que me fijaba tenía una buena talla de pechos, unas medias de red y unos guantes de red, con el pelo rizado castaño suelto.
.- ¿Cómo estoy? (Pregunto Raquel, dando una vuelta sobre si misma)
-. Muy bonita (Dije sonriendo)
.- Tu tampoco estas nada mal (Contesto con media sonrisa, pasando por mi lado)
Llego hasta la puerta, entonces se giro hacia mí y me dijo: ¿vamos?
-. Vamos (Dije con una sonrisa de verla tan contenta)
Salimos a la calle el uno junto al otro por primera vez, no íbamos agarrados ni nada, pero si juntos, íbamos hablando de los estudios, pero cuando pasábamos por la plaza…
Nos fijamos en que una cinta policial cubría media plaza y que mucha gente estaba allí, observando lo que quiera que hubiera dentro.
.- ¿Qué es eso? (Pregunto señalándolo Raquel)
-. No sé, ¿vamos a ver? (Me encogí de hombros y le pregunte)
.- Vale, vamos (Ella tiro de mi brazo hasta allí)
Una vez allí nos abrimos paso a través de la gente abrazados, pidiendo paso muy amablemente, hasta tener a la vista lo que había dentro. Dentro había primero a la derecha un barril quemado, luego estaba el tocón de un árbol totalmente astillado como si más que cortarlo lo hubieran arrancado y a un par de metros estaba el resto del árbol con una marca de unos nudillos bastante grandes y el suelo estaba bastante rajado por donde había caído el árbol, todo esto a parte de la policía y unos operarios que investigaban todo eso.
-. ¿Qué abra causado todo esto? (Pregunte ligeramente asustado)
.- Pues esto no es lo único, allí a diez metros, ahí una marca en el suelo, de unos pies bastante grandes, una talla cincuenta por lo menos y todo el suelo a su alrededor, esta rajado. (Contesto un viejo)
.- ¿y se sabe que lo ha causado? (Pregunto Raquel)
-. ¿Un Big Foot? (yo conteste bromeando y me reí, provocando que ella también riera)
.- No se rían, que esto no es el rodaje de una película, propaganda de un libro o un anuncio de dibujitos, esto es real y además, la policía tiene cinco testigos… (Dijo el viejo muy seriamente)
-. ¿Ah sí, alguien lo vio? (Pregunto Raquel agarrándose fuerte a mí, asustada)
.- Según he oído anoche había tres jóvenes aquí junto a ese barril molestando a todo el barrio, una sombra musculosa callo de la nada y les grito que se callaran, pero cuando los chavales replicaron le dio un golpecito al árbol dejándolo en ese estado, luego los chicos huyeron y de un salto desapareció tal y como había llegado. (Nos conto el viejo)
-. ¿Y si ellos huyeron, quien vio lo demás? (Pregunte al viejo)
.- Creo que una prostituta de ese callejón (Señalando uno cercano) y un hombre que fumaba en esa ventana (señalando una ventana a la derecha)
El viejo empezó a marcharse, como algunos otros
.- ¿Qué miedo, no? (Pregunto Raquel)
-. Al menos se fue lejos, vamos al zoo, anda (Le dije con una sonrisa)
Nos separamos de nuevo, cuando nos habíamos alejado de aquí, de camino al zoo, fuimos hablando de esto, de los estudios y de que no se nos estaba dando mal convivir juntos. Poco después de eso estábamos frente a la puerta del zoo.
.- Estoy emocionada, es la primera vez que vengo a aquí (Dijo mirándolo todo con interés y eso que solo estábamos en la puerta)
-. Tu disfruta (Dije con una sonrisa en la cara)
Hicimos cola mientras ella esperaba impacientemente, moviéndose inquieta.
.- ¿Cuánto quedara? (Dijo pegando saltitos de impaciencia)
-. Quizás media hora más (Dije calculando a ojo, la cola de personas que había)
.- Jo… me gustaría entrar ya (Se quejo)
-. Ya entraremos, cálmate (Me reí)
Tras un rato, Raquel quejándose y yo intentando relajarla, llegamos hasta la taquilla.
.- ¿Buenas, qué desean? (Pregunto la chica de la taquilla)
-. Dos entradas de adulto, creo (Dije mirando a Raquel)
.- ¿Cómo que creo? (Dijo Raquel enfadándose)
-. Dos de adultos (Dije mientras me reía)
.- eso está mejor (Dijo ella abrazándose a mi brazo)
.- son veinte dólares (Dijo la chica de la taquilla sin inmutarse)
-. Aquí tiene (Le pague yo)
.- Tomen sus entradas, disfruten del día (Dijo la mujer sonriendo por primera vez)
Salimos de la cola de comprar las entradas, nos metimos en la cola de entrada…
.- No me digas que tenemos que esperar otra cola… (Dijo mirando hacia arriba con cara de agobiada)
-. Sí, pero esta es más rápida (Le comente con una sonrisa)
.- Si, pero también hay más gente (Contesto suspirando)
-. Sí, bueno pues a esperar otra vez (Me cruce de brazos)
.- Odio esa palabra (Se apoyo con una mano en mi hombro)
-. Yo también (Le guiñe el ojo)
Continuamos charlando hasta que nos toco entrar, había una máquina para introducir las entradas, al meterlas por la ranura, pasamos por la maquina que se abrió dos veces.
.- ¡Guau! Pero que moderno (Dijo alucinando totalmente)
.- y que lo digas… (Dije yo, que tampoco había venido nunca)
Escuchamos a una pareja hablar de que antes regalaban el mapa y de que ahora había que comprarlo en la tienda del zoo.
.- ¿vamos a por un mapa? (Me pregunto Raquel)
-. Si, vamos a comprarlo, para no perdernos (Conteste, viendo que el zoológico parecía muy grande)
Enlazo su brazo con el mío, agarrándose a mí, mirando hacia el lado por lo que al mirarla no le veía la cara, yo mire hacia abajo un poco ruborizado, fuimos hasta la tienda, que estaba a cincuenta pasos de la entrada, estaba bien oculto entre la arboleda, pero lo encontramos siguiendo a algunas parejas que iban hacia la tienda. Al entrar, Raquel alucinaba con cada peluche que veía, con las fotos de animales, con cada recuerdo del zoo, pero entre todo, había un peluche gigante de jirafa, que le encanto especialmente.
.- ohhh, me encanta, quedaría monísimo en el salón (Abrazando a la jirafa)
-. Anda que no pides tu nada (Dije bromeando)
.- Oye que yo no pido nada, solo digo lo que me gusta (Dijo un poco molesta)
-. Ya veo, ya veo (Repetí intentando calmarla)
.- Bueno, ¿compramos el mapa? (Pregunto ella, para variar el tema)
-. Comprémoslo (afirme, encogiéndome de hombros)
Se volvió a agarrar a mí, cogió un mapa y lo llevamos a la barra
.- Queremos este mapa (Poniendo el mapa en la mesa Raquel con una sonrisa en la cara)
.- ¿no quieren comida para animales? (Pregunto la dependienta)
Raquel no me dijo nada, solo me miro con una cara que simplemente no podía rechazar
-. Está bien, compra tres bolsas (Acepte yo)
.- Gracias, Kiki (me dio un beso en el cachete, que hizo que me ruborizara)
.- ¿Hace poco que salen juntos verdad? (Pregunto la dependienta)
.- Verdad (Dijo Raquel, para mi sorpresa, aunque me dio la impresión que no la había entendido bien)
.- Pues le regalo la pulsera para parejas (Metiéndola en nuestra bolsa)
.- ¿para parejas? (Repitió Raquel, ruborizándose al oír eso, ya que acababa de entender a que se refería ella)
.- Si funciona de la siguiente forma, se la ponéis ambos y luego la conectáis con el cable largo o el corto, dependiendo la cercanía a la que queráis estar (Explico la dependienta sin percatarse del error)
.- ah vale, gracias (Raquel no se atrevía a rectificar el error, me miro un par de veces, pero al no hacer gesto alguno, ella tampoco hizo nada)
-. ¿Cuánto es? (Pregunte algo cortado)
.- huy perdón, son: diez dólares por el mapa y dieciocho por la comida, veintiocho en total (Dijo la dependienta con una sonrisa)
Pago Raquel, aunque era lo mismo, ya que el dinero que me habían pagado, era nuestro. Al salir de la tienda, Raquel me miro, busco en la bolsa y miro la pulsera curioseándola.
-. ¿Quieres ponértela? (Pregunte con curiosidad)
.- ¿qui-quien yo? (Respondió con timidez)
-. No, la de al lado (Dije mirando al lado, como si hubiera alguien)
Ella miro inocentemente y luego se molesto un poco de broma, por mi broma.
.- Tengo curiosidad (Confeso con trabajo)
-. Vale, pónnosla (Le ofrecí el brazo)
.- ¿En serio? (Me pregunto incrédula)
-. En serio (Dije con gesto serio, para que no dudara de lo que le decía)
Primero me la puso a mí y luego se la puso ella
.- ¿cable largo o corto? (Pregunto sin mirarme)
.- el que quieras (Le dije quitándole importancia)
.- no, elige tu (Pero ella no consintió, quería que eligiera yo)
-. Por mi corto (Le dije con una tímida sonrisa)
.- ¡entonces corto! (Dijo con emoción)
El cable largo tenía tres metros y el corto solo un metro, vamos que con el largo podíamos separarnos para algo, con el corto, tendríamos que ir a todos lados juntos.
.- Oye que lo de la tienda ha sido un mal entendido, ¿eh? (Quiso explicarme Raquel)
-. No importa, tampoco me hubiera importado (Confesé con la cara seria)
.- ¿ah, no? (Pregunto ella, como si no se esperara eso de mi)
-. No (Dije tranquilamente)
Abrí el mapa, aprovechando que ella estaba conectando las pulseras de pareja, que aunque había sido un mal entendido, nos habíamos puesto igualmente, casi todas las parejas la llevaban, las que iban con el largo eran las que llevaban mucho tiempo, las que eran más independientes o estaban medio rompiendo ya y las mas unidas o las nuevas llevaban el corto.
.- ¿adónde vamos guía? (Me pregunto enérgicamente)
-. Podemos empezar por los herbívoros, por los carnívoros o por los omnívoros, ¿por dónde quieres empezar? (Le pregunte yo a ella, leyendo las secciones del mapa)
.- elige tu, estoy atada a ti (Rio un poco avergonzada, enseñándome la pulsera)
-. ¿Yo mando? (Pregunte alucinando)
.- Tú mandas, pero no te acostumbres, que en casa mando yo (Bromeo)
-. Vamos, como todas las mujeres (Bromee)
.- Exacto (Dijo asegurándolo como si fuera ley)
Tras esta entretenida charla, la guie hasta la sección de carnívoros, estuvimos hasta la hora de merendar allí, alimentamos a algunas bestias con la bolsa de carnívoros, desde el sistema de seguridad, tu lo ponías en una abertura que estaba inclinada, para que callera cerca dentro de la jaula, así podías ver al animal y el no podía comerse tu mano.
.- uf, necesito un descanso (Dijo quitándose el sudor de la frente con la mano)
-. ¿Vamos a la zona de descanso? (Conteste mirando el mapa)
.- Me has leído la mente (Respondió con una sonrisa)
-. ¿Te han gustado los animales carnívoros? (Pregunte con curiosidad)
.- no…me dan mucho miedo (Ella contesto con cara de miedo)
-. (Reí) no pueden hacerte nada, mujer (Comunique con mi sonrisa)
.- ya, pero me dan miedo igual (Dijo agarrándose fuerte a mi)
-. (Volví a reír) la verdad es que algo de respeto da (Dije con total sinceridad)
.- sí, sí que lo dan (Confeso ella)
Tras eso pasamos por un puente en el que había un par de parejas besándose, también con las pulseras puestas. Yo mire una, mire a la otra y baje la mirada, Raquel, miro a ambas parejas y susurro: que envidia, ¿verdad?
-. Si… yo nunca he tenido a alguien (Confesé con tristeza)
.- Yo tampoco, ¿tu porque? (Ella también se estaba abriendo a mi)
-. Bueno, de pequeño me pase la vida enfrentándome a los abusones del colegio, para salvar a mis amigos y a mí en mi casa tenía problemas con mi, (sonido de la garganta) con mis padres que los perdí a temprana edad y tuve que criarme solo, pero luego estaba intentando trabajar, así que…
.- ligar no era una prioridad para ti, ¿verdad? (Pregunto Raquel)
-. Verdad (Respondí, mirándola a los ojos, notando un momento de conexión)
Luego cruzamos el puente, llegando al fin a la zona de descanso, donde había muchos columpios para niños, una heladería, un bar, mesas de merendero de madera y algún banco de piedra.
-. ¿Y tú? (Le pregunte, aunque ya nuestra mirada no estaba conectada)
.- Yo… ya sabes, estuve cuidando a mi madre hasta que murió, así que no tuve tiempo para novios ni nada de eso (Dijo mirando el suelo)
Me hubiera alegrado de eso, si no la hubieran violado, ahora tenía más ganas de matarle que nunca, apreté los puños, sintiendo una energía recorriéndome por dentro, una ansiedad, una ansia de venganza, aunque yo no era así, pero, ese tío tenía que acabar entre rejas y si la policía sola no lo conseguía, lo haría yo. Aunque todavía no sabía si acabaríamos juntos o no, ella empezaba a gustarme y no veía justo que un mafioso violador de mierda, se hubiera llevado su virginidad.
.- ¿me has oído? (Pregunto Raquel)
-. No perdona, me quede pensando en otra cosa, ¿Qué pasa? (Me excuse, recuperando la compostura)
.- Te preguntaba que donde nos sentábamos, ¿en qué pensabas? (Pregunto preocupada)
-. ¿Nos sentamos en el merendero?, nada solo estaba recordando (Mentí para taparlo)
.- Vale ¿y qué recordabas? (Pregunto, dándome la espalda, caminando hacia una mesa de merendero a solas)
-. ¿Por qué? (Pregunte, intentando evitar responderle)
.- Por que te has puesto muy serio (Dijo mirándome ladeando la cabeza desde delante)
-. No era un buen recuerdo (Dije con sinceridad)
.- ¿no me lo cuentas? (Mostrándome que andaba preocupada)
-. Prefiero no hablar de ello (Conteste mirando hacia otro lado)
.- ¿algún día me lo contaras? (Me pregunto aun más preocupada)
-. Si, algún día (Conteste sonriendo, pero ella no varió el gesto)
Intente sentarme enfrente de ella, pero fue imposible la cuerda de las pulseras no llegaba bien al otro lado, luego intente sentarme junto a ella por la parte de fuera, pero obligaba a su brazo a cruzarse. Así que tuve que sentarme al otro lado, por dentro, ella agarro mi brazo y apoyo su cabeza en mi hombro en silencio.
.- ¿sabes? Nunca he tenido a nadie con quien compartir mi vida y ahora que te tengo, me asusta que te vuelvas a marchar… (Hablando con voz bajita, me lo dijo en el oído)
-. No lo hare mas (Conteste mirando a los niños jugar)
.- ¿me lo prometes? (Extendió el dedo pequeño como una niña)
-. Te lo prometo (Cruce mi dedo con el suyo)
.- Gracias (me dio un beso en el cuello, que me hizo sentir cosquillas)
Respiro un poco, cruzo las piernas, dejándome ver un poco mas de muslos, que como normalmente iba vestida con ropa ancha no se notaba pero Raquel, tenía un cuerpazo, había reprimido tanto el recuerdo de la violación, que había olvidado el cuerpo tan exuberante que tenia.
.- ¿sabes? Me preocupa mucho lo que no me cuentas, temo que te pase algo, que te maten, quedarme sin ti. (Dijo otra vez en mi oído)
-. Si te preocupa eso, no te preocupes, no dejare que me maten (La mire, me miro y le guiñe el ojo)
.- ósea que es peligroso, ¿no? (Levanto la cabeza y me miro con cara de te pille)
-. No diré mas, que todo lo que diga puede ser utilizado en mi contra (Dije mirándola serio, al ver que me había sacado información, sin yo querer)
Ella solo sonrió y me pregunto: ¿no podemos solo vivir tranquilos y ya está?
-. Tengo cosas que hacer antes de eso, déjame hacerlo y luego, viviremos en paz (Confesé un poco angustiado)
.- ¿y si sale mal? (Pregunto ella igualmente angustiada)
-. Si ese es el destino… (Dije resignado a que lo que tuviera que ser, seria)
Me rodeo con sus brazos y cruzo una de sus piernas entre las mías y estuvo así, un rato bastante gordo, mientras yo solo disfrutaba del abrazo y ella parecía hacer lo mismo, tras eso, se separo, me puso una sonrisa con ojos tristes y me dijo.
.- ¿merendamos, algo? (Pregunto cambiando de tema)
-. Vamos, tengo hambre y si no te voy a comer a ti (Conteste bromeando)
.- No sé yo si soy comestible (Mirando su cuerpo, mientras nos poníamos de pie y salíamos del banco)
-. Abra que averiguarlo (Le pegue un mordisco juguetón en el hombro, ella reacciono saliendo corriendo)
.- (Rio) no me cojeras
Empezamos a jugar como niños, corriendo yo tras ella, usando arboles para evitarme, hasta que llegamos a un muro del zoo, ella intento correr y yo, la agarre mordiéndole el hombro, el cuello, la oreja de broma, hasta que ella se giro entre risas y nuestras bocas quedaron a unos escasos centímetros, nuestros ojos se miraron a los ojos, nuestras narices estaban la una, junto a la otra. Pero ella, se quito poniendo suavemente su mano en mi pecho, se quito para susurrarme al oído: no hasta que me cuentes tus secretos…
Yo la solté poco a poco, este había sido un palo largo, así que mientras que le guardara secretos no podría tener nada con ella, me costaba creerlo y aunque intente recurrir el veredicto del juez, no las tenía todas conmigo.
-. Pero eso es chantaje emocional, Raquel (Le proteste, mientras ella caminaba moviéndose mucho más sexy de lo normal, hacia la heladería)
.- No, eso es la verdad (Dijo mirándome de lado desde el frente como antes)
No estuvimos mucho tiempo en silencio, ya que la heladería estaba a unos breves pasos al llegar a la barra, tomando ella la iniciativa, ya que a mí me había dejado sin armas, sin argumentos y sin palabras.
.- ¿Qué helado quieres? (Pregunto Raquel)
-. El de galleta (Dije con desanimo)
.- Yo quiero uno de chocolate y el uno de galleta (Pidió a la dependienta)
.- Marchando, son seis dólares (Informo la dependienta)
Ella cogió dos o tres servilletas del mostrador y recogió los dos conos que había pedido, luego se giro hacia mí y me extendió el mío.
-. Gracias (Le agradecí aun serio)
.- De nada (Ella me sonrió, como si no viera mi gesto)
Volvimos a nuestra mesa de merendero, nos sentamos el uno al lado del otro
.- ¿quieres probar del mío? (Dijo sin mirarme)
-. Vale, ¿y tu del mío? (Pregunte, girándome para mirarla)
.- vale (Ella se giro para mí)
Ella extendió el suyo hacia mi boca y empezó a acercar la boca al que yo le extendía, tengo que decir, que en la vida, para hacer las cosas, hay muchas maneras y ella probo mi helado de la peor, le dio un buen lametón sacando toda la lengua para fuera, eso era provocación. Yo me contente con darle algún lametón y algún bocado al suyo, estaba bueno, aunque el mío estaba mejor, no pude evitar excitarme un poco al pensar que ese helado lo había lamido así ella, bueno y ahora el mío.
.- mmm…que rico (Dijo ella gimiendo para provocarme mas)
-. Oye, eso no vale, eso es provocación deliberada (Me queje no pudiendo callarme mas)
.- No, no, yo puedo comerme el helado como quiera y tú puedes contarme tus secretos cuando quieras (Dijo volviendo a sonreír)
-. Eres mala (Proteste con gesto serio)
.- No, el malo eres tú, por no contarme las cosas, que me tienes preocupada (Dijo sin mirarme un poco molesta)
-. Y tú me tienes castigado sin besos (Me queje un poco molesto)
.- ¡¿Cómo?! (Dijo levantando la voz con cara de asombrada)
-. Nada… (Dije lamentando lo que se me había escapado por la frustración)
.- Si quieres un beso, solo tienes que pedirlo (Me lanzo un beso de lejos, haciéndome pensar si estaba de broma o en serio)
-. Todo llegara, no tengo prisa (Dije, refiriéndome a que si quería un beso, tendría que ceder ella)
.- ¿todo, todo? (Lo dijo siguiendo con su tono de broma así, que me supuse, que estaba bromeando)
-. Todo (Dije sin ninguna duda, para que se diera cuenta que iba en serio)
.- Anda, comete el helado, que se te esta derritiendo y te vas a manchar (Me aviso con una sonrisa en su cara)
A pesar de esta mini discusión si es que se podía llamar así, nos seguimos comiendo el helado compartiéndolo de vez en cuando, al terminar. Ella saco las servilletas, primero me limpio la boca a mí y luego con la misma servilleta se la limpio ella, luego saco dos servilletas, me dio una y con la que saco para ella se limpio las manos.
.- Bueno… ¿y adónde vamos, ahora? (Pregunto ella intrigada)
-. ¿Qué te parece a ver a los herbívoros? (Ya que los carnívoros no le gustaban, seguramente le gustarían los vegetarianos o eso pensaba yo)
.- siiiii, mis animales favoritos (Contesto poniendo bastante efusividad demostrando, que no me equivocaba)
-. Venga vamos (Le dije ofreciéndole el brazo para caminar juntos, que ella acepto para levantarse)
Comenzamos a ir caminando hacia la parte de animales herbívoros, como eran animales más inofensivos la seguridad en esta parte era bastante menor, casi podías darle comida en la boca, era una exageración, pero casi, era así. Todo iba bien, aunque estábamos un poco más fríos que antes, ya que el corte de rollo del beso, fue para los dos, no solo para mí, hasta que, llegamos a los gorilas.
La jaula de los gorilas tenia los barrotes suficientemente grandes para que los gorilas sacaran el brazo y la idea era que tu le dieras de comer en la mano, desde el principio me hizo pensar que eso era peligroso. Sin embargo les dimos de comer sin problemas, hasta que a Raquel se le cayó un poco de comida en el suelo, ella se agacho para dársela al gorila, pero este fue a agarrarle los pelos de la cabeza.
Yo como ya estaba alerta de por sí, jale de la pulsera hacia mí, atrayendo a ella hacia mí, aunque como el ya estaba en movimiento para cogerla, la hubiera cogido antes de que yo hubiera podido evitarlo. Si no fuera porque mis reflejos actuaron pegándole un puñetazo en la mano, normalmente siempre creí, que yo sería el que me partiría la mano y que él no notaria nada, pero en este caso fue de al revés, el se quejo, se acaricio la mano y luego se puso hecho una furia.
Pero nosotros ya habíamos dado el paso hacia detrás para que no nos alcanzara, el corazón de Raquel latía a toda velocidad y ella no se soltaba de mí, ni con sus piernas ni con sus brazos. Pronto aparecieron los cuidadores, se fueron para nosotros y se pusieron a hacernos preguntas.
.- ¿Saben que le pasa? (Pregunto nervioso el cuidador)
-. Estábamos dándole de comer y de repente, se ha puesto así (Intente excusarnos para no tener problemas)
.- Debo informarles de que si han cometido alguna infracción, las cámaras le han grabado (Pero el tío, estaba realmente asustado)
-. Y yo de que no deberían dejar a un gorila peligroso que sacara así la mano (Me queje enfadado)
.- ¡Ha intentado agarrarme el pelo! (Se quejo Raquel, cuando reacciono a pesar de no estar nada más tranquila)
.- Bueno, tomen esto, si no toman medidas contra el zoológico, tienen una visita extra al zoo. (Dijo el cuidador algo más tranquilo, aunque un poco nervioso)
Raquel lo cogió, pero, del susto que se había llevado, ya solo quiso, salir del parque, cuando pasamos por la tienda, entre a comprarle la jirafa, me salto encima y me comió a besos, aunque todavía le temblaba todo, de camino a casa, estaba anocheciendo y volvimos a comenzar a hablar.
.- Otra vez me has salvado (Dijo Raquel)
-. En realidad te ha salvado esto (Señale la cuerda)
.- Siempre te quitas merito, eres un héroe (Contesto ella un poco fastidiada)
-. ¿Sabes? yo no creo en héroes (Le explique el motivo, de porque lo hacía)
.- ¿ah, no? pues mira que irónico, porque tu lo eres (Pero ella seguía llamándome héroe)
-. Anda ya, yo solo eh hecho lo que haría cualquiera (Dije con mi típica sonrisa)
.- No, cualquiera no, lo que has hecho, es lo que siempre haces tú (Pegándose un poco más a mí, que cargaba con la jirafa gigante)
-. Solo por ti, Raquel, esas cosas solo las hago por ti (Dije siendo todo lo sincero, que podía ser)
.- ¿Y eso porque? (Pregunto ella, fuertemente intrigada)
-. No lo sé (Pero yo no sabía la respuesta a esa pregunta)
.- ¿Te gusto? (mas que una pregunta por su parte, fue más un sutil intento de adivinanza)
-. Puede (Pero yo no podía confirmarle nada, porque no recordaba la ultima vez, que me había gustado alguien, quizá nunca)
Tras esta pequeña conversación, me dio un beso en los labios, aunque más que un beso, fue un tímido roce entre ambos labios, sentí que lo hizo por el salvamento y fue por eso, que perdió su valor como algo mas, aunque aun así, al menos para mí, fue importante. Por el camino a casa, compramos un par de pizzas, hoy estábamos cansados y no teníamos ganas de cocinar ni siquiera de poner o quitar la mesa, tan solo comer y descansar, tendría que dejar lo del Opalo, para otro día, total el local de allí, no se iba a mover.
Llegamos a casa y por primera vez, cenamos en el sofá viendo en la tele una película, poniéndonos cómodos y terminamos ambos dormidos, recostados en el sofá, el uno junto al otro y ya mañana, sería otro día.