Klaster 001: Capitulo 2
Kiki le da una explicación a Raquel para volver a convivir juntos, al final se organizan fácilmente, porque con medios, casi nunca puede haber problemas, Kiki empieza a meterse en fregados porque quiere investigar ciertas cosas, al final saca información ¿y quién o que será la sombra?
Klaster 001 : Capitulo 2
Pase a casa de Raquel, seguido por ella, me senté en el sofá y ella tras cerrar la puerta entro ella, se puso frente a la mesa justo delante de mí, cruzo los brazos y muy seriamente me pregunto: ¿y bien, que haces aquí?
-. Sé que mereces una explicación… (Dije intentando excusarme)
.- Ya me dieron su versión Alberto y Cristian, pero estoy esperando a oír la tuya
La observe intentando deducir como iba a terminar esto, pero parecía que no todo iba a salir tan bien como yo creía o al menos no tan fácilmente como yo pensaba, yo siempre fui muy directo, así que pasara lo que pasara, lo iba a soltar directamente.
-. Bueno, he dejado que hicieran experimentos conmigo durante tres meses, para poder ayudarte económicamente y de paso que mejoraran mis cualidades por si alguna vez, necesito protegerte, esta vez, poder hacerlo.
Mientras iba hablando, sus ojos empezaron a abrirse milímetro a milímetro, hasta alcanzar el máximo de tamaño de sus globos oculares, su boca también empezó a abrirse poco a poco hasta acabar abierta de par en par y su piel paso de un color blanco que tuve que agarrarla para que no se callera, a rojo de ira, me empujo contra la pared con ambas manos y me pregunto:
.- ¡¿Por qué lo haces, estás loco?!
-. Bueno, ¿estoy vivo, no? (dije con una sonrisa en la cara)
.- Pero te has jugado la vida otra vez por mí, ¿Por qué lo haces? (mientras me soltaba)
-. Supongo, que porque soy así o me caes bien, por cierto, en este tiempo he perdido mi casa, ¿puedo vivir aquí? (dije volviendo a sonreírle)
.- Eres idiota, si has pagado tu todo lo que debía y el alquiler de este mes, casi la que debería de preguntarte eso, seria yo. (Mientras se ponía el pelo bien con la mano, aunque dudo que con su pelo rizado pudiera darle mucha forma)
-. ¿Por qué?, si es tu casa… (Dije no tomando en cuenta mucho las tonterías que decía)
.- Pero la has pagado tú (contesto ella, diciendo toda su opinión)
-. Eso da igual, sigue siendo tu casa (Contestando con el mismo desinterés)
.- Bueno, ¿Cuánto has ganado en estos tres meses? (Dijo ella intentando, averiguar si había valido la pena)
-. No lo he contado, toma hazlo tú. (Pasándole el maletín)
Ella al principio dudo visiblemente si iba en serio o si estaba bromeando
.- ¿Dani, no tienes miedo de que te robe? (pregunto para intentar entenderme)
-. ¿Por qué ibas a hacer eso? Si este dinero ya es para los dos. (Dije yo muy seguro de lo que decía)
.- Bueno, mucha gente en el mundo no necesita un motivo para robar (Aclaro Raquel)
-. Todos merecen una oportunidad (Volviendo a decir tan solo lo que pensaba)
.- Si tú lo dices… (Se puso a contar el dinero)
Mientras ella contaba el dinero, yo me puse a leer el periódico para ver si había pasado algo interesante en estos tres meses que me hubiera perdido, pero solo encontré una noticia que me amargo el día, el criminal del esmoquin blanco había violado y asesinado a una colegiala de catorce años, sabían que era el porqué había dejado una rosa blanca en el lugar del crimen.
Deje el periódico doblado sobre la mesa donde estaba de nuevo, la mire a ella que estaba terminando de contar, entonces el desagradable recuerdo de la violación me hizo apartar la vista, aunque me animo la idea de que estaba viva gracias a mi, esto no podía terminar así, tenía que conseguir que metieran a ese tipo en la cárcel, no solo por nosotros, sino por salvar a muchas chicas, que estaban muriendo por culpa del maldito tipo.
.- Aquí tenemos: ¡¡sesenta y nueve mil seiscientos dólares!!
Me había hecho pegar un bote del susto al sacarme con ese grito de mis pensamientos, sin embargo sabía muy bien que decirle.
-. Tenemos suficiente para que dejes el trabajo, por un tiempo y te pongas a estudiar, ¿no?
Al decirle eso, pareció emocionarse un poco, se quito las gafas y los ojos empezaron a volverse un poco húmedos
.- ¿quieres que estudie en lugar de trabajar? (acostumbrada a tener que llevar desde joven su casa sola y cuidar de su madre, no me extrañaba que se emocionara)
-. Sí, yo también me pondré a estudiar, para poder tener un trabajo decente más adelante
Me abrazo y yo algo cortado por su repentina actitud cariñosa, le di una vuelta con mis brazos rodeando su cuerpo.
.- ¿Nos ayudaremos mutuamente a estudiar? (me pregunto)
-. Vale, pero seguro que me ayudas más tu a mí, que yo a ti, soy un poco inútil en eso de estudiar. (Yo como siempre para no variar, fui todo lo sincero que pude)
.- No te preocupes, yo te ayudo. (Me dijo ella)
Raquel me dio mil dólares para gastos, guardo otros mil en casa y ella cogió otros mil dólares, así que el resto lo llevamos al banco, al guardar tanto dinero nos regalaron una tele nueva, que llevarían a nuestra casa en un par de días, sinceramente a mi me daba igual, pero ella parecía ilusionada por ese regalo, según decía era la primera vez que le regalaban algo.
Tras eso, ella se fue de compras con un par de amigas y yo quede con los míos, para tomar algo, en el bar de siempre, cuando llegue solo estaba Cristian, el mismo que me dio un abrazo y casi me tira al suelo.
.- ¿Qué tal, Dani?
-. Bien ¿y tú?
.- ¿eso es todo?
Sabía que quería que le contara como me fue en los experimentos pero pensaba quedarme con él un poco más.
-. Si ¿Qué más quieres que te cuente?
.- ¿Qué más? ¡Si no me contaste nada!, ¿Qué tal fue eso? ya, sabes
Yo reí con sus comentarios, aunque mentalmente agradecí que no gritara a los cuatro vientos como llegue a pensar que iba a hacer que habían experimentado conmigo.
-. Técnicamente, han trasteado con mi ADN para mejorar mis defectos y ha sido un éxito, lo que yo noto es que veo mejor y quizás me siento algo más fuerte, pero eso puede ser cosa mía o de mi alta moral, ya que vuelto bastante subido en ese aspecto. Lo que recuerdo es que me pinchaban y medicaban todos los días, en el segundo mes me sedaron para operarme de los ojos y trastear con mi ADN, supuestamente
.- ¡¿Supuestamente?! (Pregunto Cristian alarmado)
-. Claro, nada es seguro, si no estaba despierto, ¿no? (dije con total pasividad)
.- Estas loco, tío (afirmo Cristian, dándole un trago a su cerveza)
-. Bueno, sigo vivo, ¿no? (mientras me sentaba a su lado en la mesa y le hacia una señal al camarero para que me pusiera otra)
-. ¿Y Alberto no viene? (Pregunte yo)
.- Ya sabes, últimamente está muy ocupado… (Dijo resignado a lo que había)
Estuvimos tomando cervezas hasta que recordó que tenía que decirme algo importante.
.- Dani, tengo todas las cosas que pude rescatar de tu casa antes que el banco te la quitara.
-. Vamos, ayúdame y las llevo a casa de Raquel.
.- ¡¿Raquel?! ¿Volviste con ella?
Al ver que lo miraba raro, aclaro
.- a vivir con ella quiero decir
-. Si, ¿Por qué no?
.- No, haces bien, (mirando hacia otro lado continuo) ahora solo falto yo por encontrar a alguien… (Dijo más para sí mismo, que para mí)
-. Yo no tengo nada con esa chica, Cristian (aclare a mi amigo)
.- Por ahora… (Recalco el)
-. No tiene porque pasar nada, tío (dije con lo que opinaba, sinceramente)
.- noooo, claro que no, vives con ella, pero no pasara nada… ¿en qué mundo vives, Dani? (Dijo Cristian, tomándose a broma mis comentarios)
-. En el mío (con mi confiada sonrisa)
Hablando así de nuestras cosas, fuimos hasta su casa y volvimos en su furgoneta de reparto a casa de Raquel, ya estaba la luz de casa encendida anunciándonos que estaba en ella, entramos y dejamos mis cosas en el salón, Raquel invito a cenar a Cristian, el cual declino la oferta argumentando que mañana tenía que levantarse temprano, que otro día, así que al final nos dejo solos a Raquel y a mí.
Como ella había cocinado, yo prepare la mesa y mientras cenábamos, estuvimos intentando organizarnos un poco, me dio unas llaves de casa, luego mis cosas ocuparían muebles que estaban vacios en el salón, dormiría en el sofá, a partir de mañana empezaríamos a estudiar, por las mañanas y el resto del día lo tendría libre, pero, las tareas de la casa serian compartidas.
Mi primera noche en el sofá fue dura, pero la mañana estudiando juntos fue bastante interesante, me ayudo a entender varias cosas que jamás había entendido yo solo, a la hora de comer cocine yo, ella me felicito por mi cocina, recogimos entre los dos las cosas, luego ella se acostó a dormir una siesta y yo, recorte la foto que salía en el periódico del tío del esmoquin que aunque parecía antigua y no estaba tomada muy bien, quizás me serviría para averiguar cosas de él.
Me la metí en el bolsillo, vi dormir a Raquel unos segundos y me dirigí al callejón de siempre, pregunte a la gente que estaba estacionada por allí, a la gente que pasaba por allí, pero nadie decía haberle visto, ni saber nada de él. Pregunte por las casas cercanas, las que tenían ventanas que daban al callejón y las que no, pero nadie había escuchado nada, nadie sabía nada o más bien nadie estaba dispuesto a colaborar.
Cansado, compre una botella de agua pequeña, busque un banco por allí cerca para sentarme, estaba anocheciendo, poco después de sentarme, se me sentó al lado un tipo con unas pintas un poco raras.
.- ¿buscas al hombre del esmoquin blanco? (dijo susurrándome)
-. Si…
.- Sígueme, si quieres saber
No hubiera sospechado de él, si no hubiera entrado sospechosamente en el callejón desde ese momento sabía que si que lo conocía, pero que sería amigo suyo o algo así. Prepare los puños, además no le quitaba la vista de encima, pasamos junto al cubo con el que tropecé al salvar a la chica, me pareció como que buscaba algo en su bolsillo, entonces empecé a recordar lo único bueno que me enseño mi padre.
Un día antes de comenzar a beber, íbamos paseando juntos por la calle, tan tranquilos, hasta que nos asalto un tipo con una navaja, yo me asuste inmediatamente, pensaba que íbamos a morir, mi padre me hizo el gesto de que me tranquilizara, agarro la botella cerrada por el culo, el tipo le pidió dinero, pero el se negó y mientras me explicaba…iba golpeando al tío con la parte del tapón de la botella.
.- Cuando coges la botella así, sirve como un arma (En ese momento el tipo intento cortarle con la navaja y el golpeo su mano haciendo que la soltara)
.- Si golpeas con fuerza, puedes romper hasta huesos (El tipo se agacho a cogerla y él, le golpeo en el costado haciendo que se encogiera de dolor)
Mientras todo esto estaba pasando yo miraba aterrado la escena
.- porque toda la fuerza de tu puño, va tan solo en el diámetro del tapón (El tipo se tiro sobre mi padre y mi padre, le golpeo con la botella en el estomago, haciendo que ese hombre se doblara sobre sí mismo)
.- y si no le partes nada, le harás unos bonitos cardenales (El tipo empezó a huir y mi padre le dio un último botellazo en la espalda)
Luego de eso me dijo que era un blando y que si no me espabilaba todo el mundo, abusaría de mí, a partir de ese momento, perdió su trabajo y nuestra vida se convirtió en un infierno. Al volver a la realidad, agarre la botella como me enseño él, vi un brillo detrás de él y entonces sabía que tendría un arma.
Al darse la vuelta tenía una navaja en la mano, yo le di un golpe en la mano con la botella, haciendo que la navaja saliera disparada y mientras él se quejaba de dolor agarrándose la mano, yo me prepare con la botella, ante el, que estaba estupefacto y le dije:
-. ¿Me lo vas a contar, por las buenas o por las malas?
El no respondió se abalanzo sobre mí, recibiendo un botellazo en el estomago y un codazo que lo tiro al suelo
-. Todo esto se acabaría si hablaras, ¿sabes?
El tipo me dio una patada por el suelo aprovechando un descuido en ese momento recordé las palabras de mi padre: “eres un blando”, con un revés me tiro la botella y me dio un par de golpes con los puños cerrados en la cara, cruce las piernas desde atrás en su cuello y lo hice caer de espaldas asfixiándose, luego me puse de lado y lo solté para poder salir.
-. Dímelo de una vez y te dejare en paz (mientras me crujía los puños)
El no respondió, intento correr hacia la navaja, yo me tire sobre él, cerrando mi brazo derecho sobre su cuello y empezando a golpearle con el izquierdo en el costado, el intentaba agarrarme para quitarme de encima al ver que no lo conseguía, empezó a chocarse de espaldas contra las paredes, estábamos haciendo demasiado ruido, lo bueno es que en este barrio nadie parecía meterse en nada, nunca, al final me tiro contra el cubo de basura, derramando todo lo que contenía, el salió corriendo a por su navaja y empezó a acercarse a mí, yo empecé a tantear por el suelo sin perderle de vista
.- Ahora te toca morir (dijo sonriente)
Yo al fin agarre algo duro, mire de reojo y era la tapadera de hierro del cubo, justo cuando el miro, le di en la mano que tenia la bandeja con la tapadera, haciendo que la navaja se perdiera de la vista y que el gritara, se tiro sobre mí, haciéndome perder la tapadera de la mano, que si que hizo un estruendo al caer, rodando, forcejeando con él, me pego una patada en el pecho, provocándome que me diera en la espalda contra la pared.
Al final me canse de recibir golpes en la espalda, le metí una patada a sus piernas, cuando se estaba levantando, desde detrás haciéndolo caer al suelo y provocando que yo, al tropezarme con él, callera de espaldas un par de metros más adelante, menos mal que no fue un metro más o me hubiera tragado la pared, esta vez de cara. Empezamos a levantarnos los dos mientras que el solo decía una cosa: estás loco, tío
-. Dime lo que sepas del tipo del esmoquin blanco y te dejare en paz (Dije con bastante tranquilidad, que incluso a mi me dio algo de repelús)
.- ¡No te diré una mierda! (con algo de duda en su cara y de temblor en su voz, grito)
Me intento dar un puñetazo en la cara con la mano que aun tenia bien, lo desvié con el brazo izquierdo y le di un rodillazo en el estomago, volviendo a hacerlo caer de bruces.
-. No quiero matarte a golpes, pero si insistes en callar, lo hare. (No me reconocía a mí mismo, pero no tenía más opciones que sacarle a este todo lo que pudiera o no descubriría nada y aquí perdería toda la pista)
.- ¡Te voy a matar yo! (Se saco un objeto afilado del zapato e intento clavármelo)
Yo lo esquive por mas suerte que otra cosa, incluso debo admitir que rasgo un poco mi camisa y que por el dolor, llego a tocarme la piel, le di un cabezazo haciendo que callera al suelo y le pise la mano, en la que tenía el objeto para que lo soltara, al soltarlo pude ver que era un cuchillo improvisado, le di una patada al cuchillo para alejarlo de él, comprobé que la navaja estuviera bastante lejos.
-. ¿Tienes más sorpresas ocultas o vamos a hablar ya como hombres?
.- Déjame en paz… (Dijo mas suplicando que otra cosa)
Lo agarre por el cuello preparado para darle un puñetazo en la cara
.- Esta bien tío, ¿quieres saber dónde encontrarlo? Ese será tu funeral, yo le compro mercancía a su gente en el Opalo
-. Si me mientes, te buscare y todo esto abra sido tan solo una caricia, con lo que te hare. (Empezaba a sentir una adrenalina increíble por haber ganado mi primera pelea)
.- ¡Lárgate ya imbécil! (No pude evitar reaccionar así, pues el pobre diablo me recordó a mi padre)
Al oír eso, le di un puñetazo en la cara, dio contra el suelo y callo inconsciente, recogí la botella que tanto me había ayudado, volví a casa satisfecho por el trabajo bien realizado, pensando que como era tarde Raquel estaría acostada, pero no fue así, parece ser que me estaba esperando. Entre intentando aparentar normalidad, pero, ella había hecho la cena y me estaba esperando para cenar juntos, al verme entrar en este estado.
.- ¡Que te ha pasado! (dijo realmente preocupada)
-. Nada, me ducho, me cambio y estoy contigo (dije aparentando tranquilidad)
.- ¿Cómo que nada, algo te habrá pasado? (Pregunto de nuevo preocupada)
-. Una pelea sin importancia (respondí con mi tranquilidad)
.- ¡¿sin importancia?! ¡¡Estas sangrando!! (Grito Raquel)
-. Tranquila, no te preocupes (hable tranquilamente)
.- Te voy a curar… espera aquí (ordeno Raquel)
Trajo un botiquín en las que la mayoría de cosas estaban caducadas, pero pudo curarme al final, con dos o tres cosas que estaban bien, tras protestar un poco y decirme que tendríamos que renovarlo
.- ¿Por qué te has peleado? (ahora más calmada, me preguntaba)
-. No quiero hablar de ello (Tras mirar un rato para abajo, le respondí)
.- como quieras… pero quizás si me lo contaras, te sentirías mejor, ¿no crees? (intento convencerme Raquel)
Tras curarme, cenamos juntos sin decir mucho al respecto, tras un rato de silencio incomodo, intente entablar conversación con ella:
-. ¿Qué hiciste esta tarde?
.- Limpie lo que me tocaba, pensaba dar una vuelta contigo, pero ya no estabas…así que me di una vuelta por el mercado y me volví para hacer de cenar para cenar contigo. (Parecía que más que responderme, me lo estaba tirando a la cara)
Tras otro rato en silencio
.- ¿adónde fuiste? (pregunto finalmente)
-. A hacer unos recados (mentí para que me dejara en paz, con sus preguntas)
.- ¿mañana también tienes que irte a hacer unos recados o podemos hacer algo juntos? (pregunto Raquel)
-. Mañana soy todo tuyo (le guiñe un ojo)
Ella solo sonrió, poco después terminamos de comer, ella me dio un beso en el cachete y me dijo: buenas noches, hasta mañana
-. Buenas noches, hasta mañana Raquel (me puse a recoger y me acosté)
Tras un rato pensando en que ya sabía donde pillar a ese tipo, intente quedarme dormido pero todo fue inútil pues unos chicos estaban molestando con su charla, sus canciones y su griterío a las tantas de la noche, alguien debería de bajar para darles una lección, lástima que si bajara yo, solo sería el que recibiría y ya bastante recibí por hoy, que me dolía todo el cuerpo. Di vueltas en la cama, hasta Raquel, protesto por la ventana y solo la insultaron, la pobre, se tomo un vaso de leche calentita conmigo en el sofá, luego se volvió a acostar, aunque estaba muy frustrado por no poder hacer nada para ayudar, al final con ruido y todo conseguí quedarme dormido.
Mientras tanto en la calle:
Tres chavales estaban junto a un bidón en el que habían prendido fuego para calentarse, charlaban a toda voz, gritaban y cantaban, cuando a no más de diez metros de ellos, callo una sombra, como si hubiera caído desde el cielo, pero no una sombra cualquiera, una sombra con músculos del tamaño de un culturista, casi de dos metros de alto, refiriéndose a ellos, dijo con una voz de estar bastante cabreado: Os quiero callados, ¡Ya!
Uno de ellos, el más gallito, se atrevió a contestarle:
.- ¿y si no queremos, que?
Ese ser no volvió a hablar, solamente le pego un simple revés a un árbol que había a su izquierda y el árbol cayó a un par de metros arrancado de cuajo por la parte que había sido golpeado, los chicos al ver eso, huyeron despavoridos, mirando hacia atrás, alguno incluso se comió alguna pared o señal de tráfico, para luego seguir corriendo y gracias a la sombra musculosa, todo el vecindario pudo dormir, lo que posiblemente ninguno de esos tres, podría volver a hacer, al menos tranquilamente.