Kindan No Koi - I

Una historia que subí por el 2012 y que remasterize en el 2014 y ahora la re-subo. Espero que quienes ya la hayan leído la vuelvan a disfrutar y los que no, que la empiecen a disfrutar.

Esta es una historia que escribí  en el 2012 y remasterice y pulí en el 2014.

Hoy he decidido re-subir la versión remasterizada, en la que me he tomado el tiempo de corregir pequeños errores y faltas de ortografía que había cometido en aquel entonces.

Para quienes no se habían dado cuenta (es decir, TODOS) he eliminado las versiones originales, para no crear confusión.

Además de todas estas buenas nuevas, he perdido la clave de mi FB y mi ask, que estaba ligado a este, creo que mi twitter sigue intacto...

He decidido hacer un nuevo facebook, para alejarme de todo el drama que mi FB solía tener en su página de inicio.

https://www.facebook.com/TRUnlinked

https://twitter.com/UnlinkedTR

Creo que en un futuro hare un Ask, si es que me preguntan muchas cosas por el Twitter y el FB.

Para quienes nunca han leído uno de mis relatos. Bienvenidos.

Para mis antiguos lectores. Es bueno regresar a casa.

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Kindan No Koi I – Una bella amistad.

Sonó la campana, yo estaba ansioso por salir, tome mis cosas y salí, camine hasta la salida y me dirigí a casa, en eso escuche una voz familiar.

-Hey! Me vas a dejar atrás?

Era Oscar, mi mejor amigo.

-Lo lamento, tengo la consola en casa y quiero llegar rápido.

-Puedo ir a tu casa?

-Claro, vamos.

Nos encaminamos a mi casa y al llegar notamos que el auto de mi padre estaba estacionado.

Mi padre es una persona estricta y de muy mal carácter, por lo que prefería mantenerme fuera de casa hasta que el saliera. Solía trabajar de 1pm a 3am, era doctor en un hospital muy prestigioso de la zona. Le dije a Oscar que esperáramos a que él se fuera, porque pasaría la tarde fastidiando y no nos dejaría jugar en paz y así fue. Nos quedamos entre los arbustos y hablamos unos treinta o cuarenta minutos antes de que saliera, cuando por fin salió, subió al auto, lo encendió y salió a su trabajo. Oscar y yo entramos en casa y dejamos las mochilas sobre un sofá.

-Iré a cambiarme ya regreso. – Dije.

-Vale. – Respondió mirando las portadas de los videojuegos que tenía sobre la mesa.

Pasaron un par de minutos y salí de la habitación con una pantaloneta corta y una camisa de tirantes blanca y no me había puesto ropa interior puesto que tenía un plan “macabro” para atraerlo porque aunque yo soy gay el no y me había prometido a mí mismo hacer hasta lo imposible para obtenerlo.

Me senté junto a él y di por iniciado mi plan. Empezamos a jugar y mientras más jugábamos me acomodaba de diferentes maneras para lo que estaba por venir.

-A qué hora tienes que regresar?

-Ah… no sé, no le he avisado a mi mama... Me prestas tu teléfono?

-Claro, míralo -dije señalando el teléfono

Mientras él llamaba yo me acomode el pene para que saliera por uno de los agujeros de la entre pierna obviamente con toda la intención que él lo viera. Ante todo sabía que no iba a ser fácil pero estaba dispuesto a seguir.

El regreso y seguimos jugando y yo me movía con la intención de que el intentara voltear a mirar y pudiera ver algo y así fue, el volteo la mirada y se quedó observándome por unos segundos, lo suficiente para que yo viera por el rabillo del ojo que estaba viendo directamente a mi entre pierna.

-Ves algo que te guste?-dije mientras volteaba a mirarle.

-Nop... Veía que la tenías más pequeña que yo

-Pero qué?... Claro que no.

-Ha lo sabía lo hiciste con intención! – Respondió, deteniendo el juego

-Claro que no... Es... La pubertad.... Si eso la pubertad -dije sarcásticamente intentando dar a ver mi doble intención pero él era demasiado inocente para eso, si quería tenerlo tendría que ser un poco más... Explícito

-Vale como digas en cualquier caso la mía es más grande

-Eso quisieras

-Es la realidad, acéptalo

En medio de la conversación escuchamos que un auto se estacionaba en la casa, mire por la ventana y era el auto de mi papa.

-Escóndete  -le dije apresurado

-Por?

-Mi papa no me deja traer gente a la casa!-dije apurado-.Escóndete en mi habitación, rápido!

El corrió a la habitación, yo apague la consola y corrí detrás de él y cerré la puerta con seguro.

-Mierda, se suponía que llegaba hasta la madrugada que hace aquí?

-Tranquilo no puede ser tan grave

-Confía en mí, es bastante grave.- Dije.- No podrás salir por la puerta…

-Porque lo dices?

-Porque cierra con seguro y pone la alarma cuando llega

-Y las ventanas?

-Las más grandes tienen seguro, solo las pequeñas se pueden abrir.

-QUE!? Tu papa está loco? Porque hace eso?

-Para evitar que mis hermanos y yo escapemos... Hahaha.-Empezamos a reír ambos.

-Bueno no te preocupes por no salir mi mama trabaja hasta tarde hoy y me dejo quedarme aquí hasta mañana.

Esas palabras me tranquilizaron, y pudimos quedarnos en mi habitación hablando de todo un poco.

-Oye te puedo hacer una pregunta?-pregunte

-Claro, dime

-hace rato cuando jugábamos... Es enserio?

-Qué?

-La tienes más grande?

-Jaja no te preocupes por eso, ya la veras en….-dijo Oscar dándose  cuenta del error que había cometido al decir eso.

-A que te refieres con eso?

-Eso que?

-A que ya la veré….

-A nada olvídalo

-Dime!

-Vale... Pero si tú me dices algo

-Que quieres que te diga?

-Lo que paso en la sala de estar? Lo hiciste a propósito?

De verdad quería saber, porque si era verdad podría llegar a hacerlo y claro que quiero ver  el ego de mi mejor amigo. Además jamás le había mentido a Oscar y no quería empezar ahora.

-Si te digo me dirás a qué te referías con eso?- Pregunte algo dudoso.

-Si.- Respondió asintiendo con la cabeza.

-Vale...Si lo hice a propósito

Se quedó mirando fijamente no sé si era deseo, decepción o que era esa mirada, se acercó hacia mí y estando su boca a milímetros de la mía.... Tocaron la puerta, Oscar se alejó con una sonrisa y se escondió en el armario y yo abrí la puerta, era mi papa.

-Es hora de comer.- Dijo mi padre.

-Ya voy.

Mientras cenábamos mi papa me miraba fijamente como sabiendo que estaba pasando.

-Tu madre no volverá hasta dentro de una semana, si quieres podemos ir a ver una película al cine o algo así.

-No gracias-dije terminando la cena y levantándome del asiento-.Tengo que estudiar para unos exámenes, por favor  no interrumpas.- Dije con el tono más Cortez que pude fingir.

-Como quieras.

Antes de irme a la habitación tome un refresco del refrigerador y un paquete de no sé qué al fin y al cabo seria Oscar el que lo comería.

Mientras tanto en la habitación:

Mientras yo y mi padre comíamos en el comedor Oscar estaba en el armario jugando a darse placer, una erección intentaba salir de sus pantalones, no resistía más, si no la sacaba rompería el pantalón, así que se sacó un ego de 18 cm que para tener casi 16 era considerablemente grande, empezó a sobarse la verga rápidamente, sabía que no disponía de mucho tiempo y tenía que correrse rápido o esa erección se volvería más notable después. Se subió un poco la camisa lo suficiente para poder pellizcar y jugar con sus pezones, el ritmo de la paja aumentaba y el placer que Oscar sentía era cada vez más grande, sentía como gotas de precum se desprendían de su verga y pasaban a su mano, estaba a punto de explotar y en el clímax del juego, desprendió todo el semen que contenían sus huevos sobre un abrigo de cuero, se agacho y sin pensarlo demasiado empezó a lamer su propio semen, le gustaba... Quería más, lamió y lamió hasta que el abrigo estaba limpio, se levantó, se guardó su verga flácida por la corrida tan majestuosa que había tenido, cerro su pantalón y justo cuando termino de abrochar el ultimo botón de su pantalón abrieron la puerta del armario, era yo con un paquete de frituras y un refresco.

-Creí que ya te habías olvidado de mi-dijo saliendo del armario

-Nunca.

-Vamos a ver que me trajo mi amiguito...-Dijo haciendo énfasis en amiguito, aun no estoy seguro de porqué.

-Cállate y come cuando mi papa se valla a dormir te traigo otra cosa

-Vale

Mientras Oscar comía y yo hablaba veía una y otra vez en mi cabeza como esos hermosos labios se acercaban a los míos y me provocaba lanzarme hacia él y besarle hasta el último rincón de su cuerpo, ese cuerpo que solo había podido ver desnudo en mis fantasías más retorcidas y eróticas. Mientras él hablaba yo solo podía imaginarlo desnudo frente a mi pidiendo que lo haga mío, de pronto me corto pasando la mano frente a mi cara.

-Has escuchado algo de lo que dije?

-Qué?... Eh si... Si claro

-Que dije?

-Ah… ok.. No… No escuche nada

-Desde cuándo?

-Desde que empezamos a hablar?

-ha pasado un rato… Sabes?

-Lo lamento estaba imaginándote....-dije intentando callarme la boca que hablaba de mas

-Imaginándome? cómo?

-Dije imaginándote? Quise decir imaginándome

-Dime como me estabas imaginando-dijo mientras se lanzaba sobre mí  y en ese instante se desato una pelea amistosa entre él y yo jugando a quien podía tumbar al otro, entre empujones y tirones logre agarrar a Oscar de la camisa y romperla del todo, y, sin detenernos, seguimos jugando hasta que se me acabo la fuerza y me deje tumbar, Oscar se sentó sobre mi abdomen tomando mis brazos dejándome inmóvil del todo.

-Así es como te estaba imaginando- dije sonrojado

-Sin camisa y sobre ti?

-Más o menos

Un silencio un tanto incomodo retumbo en la habitación, pero me dio tiempo para ver ese abdomen escultural con un hermoso camino de vello que iba desde el ombligo hasta debajo de su pantalón, un pecho muy definido aunque no muy musculoso Y unos pezones hermosos, rosados, casi me gritaban que les mordiera.

-Creo que es hora de dormir -dijo levantando su hermoso cuerpo de mí.

-Claro a dormir.

-Me puedes prestar algo para dormir? Y me debes una camisa- dijo sonriendo, pasando su mirada sobre su hombro

-Claro

Del armario saque una camisa y unos bóxeres sueltos ya que no tenía más para darle, mientras sacaba eso note que en uno de mis abrigos de cuero había una macha de algo blanco, yo sabía que era porque no soy tonto y sabía perfectamente lo que había pasado. Mientras él se cambiaba yo preparaba la cama para acostarme, una vez que la organicé me acosté y en seguida sentí como una cálida sensación pasaba por mi pierna.

-No te molesta que me acueste contigo?

-Para nada-dije moviéndome a un lado para darle espacio, mientras se movía note que parecía que se hubiera quitado la ropa interior, mire hacia donde había dejado su ropa y efectivamente, había dejado un calzoncillo de esos que tienen cintas para marcar el trasero y un pedazo de tela para tapar el pene, lo mire con curiosidad y el tapándose con las cobijas me miro sonrojado, me acosté, y, como junto a mi cama estaba el interruptor para la luz la apague. En la oscuridad de la habitación solo con la luz de la luna traspasando la ventana, sentí como las piernas lampiñas de Oscar rosaban las mías, casi parecía que lo hacía a propósito, o tal vez lo hacía a propósito. El roce de sus piernas con las mías me excitaba cada vez más, al punto en el que me acosté de lado solo para que su pierna rozara con mi verga que estaba empezando a ponerse dura. Sin más aguantar me quite el bóxer y empecé a masturbarme bajo las cobijas  mi mano derecha jugaba con mi pene y la izquierda empezaba a quitarme la camisa. Estaba ahí, masturbándome, totalmente desnudo junto a ese hombre que estaba en mis fantasías eróticas mas retorcidas y sexuales y sin embargo el hombre con el que quería estar. De pronto siento una fría mano en mi entrepierna tocando mis huevos, voltee a mirar a Oscar y seguía dormido o sabia fingir que lo estaba, y por respeto o tal vez porque me gustaba, puse su mano sobre mi pecho sobre uno de mis pezones para que no tocara mi ego inconscientemente y seguí masturbándome subía y bajaba jugaba al circunciso halaba la piel de mi verga para que no diera una lubricación extra y que solo mi mano rozara con el glande, lamí mi mano para que lubricara. Estaba a punto y simplemente explote sobre mi abdomen, me puse el bóxer de nuevo pero no la camisa, quería que mi semen se quedara allí hasta que me durmiera, puse mi mano sobre Oscar que ya se había dado la vuelta y pegue mi abdomen a su espalda, untando de mí su cuerpo hasta que quede dormido.