Kim: Serie I - Capítulo (V)

Después de una buena temporada fuera, le di su bien merecida "bienvenida" a mi ahora aún más bella prima

Habia transcurrido un tiempo un tanto largo y la relación entre mi adorada prima Kimberly y yo continuaba, estaba ya convertida en toda una hermosa señorita treceañera, preciosa por donde le veas, vaya que floreció en esos meses que pasé sin verla…

Ahí estaba yo, era 18/12/11, ya habían pasado unos cuantos días desde que mi prima había salido de vacaciones escolares, la última vez que la había visto era hacía meses cuando inició sus clases; pero ahora que llegaban las nuevas vacaciones, por fin podrían cambiarla de escuela y mis tíos junto con ella se mudarían definitivamente a ser nuestros vecinos; yo ya sabía que se vendrían a vivir para “acá” pero ese día no lo tenía muy presente.

Era temprano, quizá las 10 am, estaba en la sala viendo una película, pero entre mi atención a la televisión logré escuchar un parlar de voces fuera de casa, al igual que el motor de un automóvil, así que vi a través de la ventana, miré a mi madre saludando a mi tía y a mi tío, este ultimo la verdad ni sabía que era él, pero pues creo que era lo lógico que lo fuera, y acerté, no tenía ni el más vago recuerdo de él; pero mi atención se desvió a… si, exacto, a mi prima que bajaba del auto y saludaba a mi madre, se veía preciosa aún a la distancia, traía puesta una entallada blusa blanca y unos jeans, se saludaron unos segundos más y entonces reaccioné…, yo estaba nada presentable, ni siquiera la pijama me había quitado, no podía presentarme así por lo menos por educación, así que me levanté rápido y me fui a dar un baño para después cambiarme, tardé unos minutos; finalmente salí del baño y fui a cambiarme a mi habitación, una vez hecho eso bajé escalón a escalón las escaleras, buscando dónde estarían todos, ya una vez abajo, escuché el sonido de las voces en el patio trasero así que caminé hacia allá y mientras me acercaba…

— Hola hola Miguel, ¿cómo has estado hijo? — dijo rápidamente mi tía

— Muy bien tía ¿y usted? — dije mientras la saludaba con un beso en la mejilla — Y él es mi tío supongo ¿no? — dije sonriendo

— Si así es, seguramente no lo recuerdas pues el siempre anda muy ocupado — dijo mi tía sonriéndole a mi tío, ciertamente, si de mi tía tenia pocos recuerdos, de su esposo eran nulos

— Hola muchacho — dijo creo amablemente mi tío — Yo soy Luis, seguro no me recuerdas —

— Mucho gusto, tío — dije mientras le daba un cordial apretón de manos

— Y bueno, ¿dónde está mi prima? no la veo — si, la verdad estaba impaciente por verla

— Kim fue al auto a traer unas cosas, puedes ir a ayudarle, sirve que se saludan… — dijo mi madre

— Si, y le dices a esta niña que se dé prisa porque ya tardó mucho – agregó esta vez mi tía

— Okey, ya vuelvo — dije mientras entraba a la casa para ir a donde el auto

Crucé la casa, salí al patio y ahí estaba frente al auto, sacando unas cosas, estaba de espalda de modo que no me vio salir ni dirigirme al auto, me detuve un segundo y la observé, muchos de los recuerdos venían a mi mente, no pude evitar una leve erección, como era de esperarse seguía siendo una hermosura de muchachita, pero ahora tenía más desarrollado ese precioso cuerpecito; salí del trance mental y me acerqué más a ella, que seguía sin verme aun.

— ¿Te ayudo? — dije ya junto al auto viendola sacar ruidosamente unas bolsas

— ¡Miguel!, ¡pensé que nunca saldrías de la casa!… Antes de poder subir a verte mi mama me mandó por esto…— dijo girándose y mostrándome una sonrisa algo nerviosa en ese angelical rostro

— Bueno pero ya salí, ¿cómo has estado? —

— ¡Muy bien, muy bien! pero ven dame un abrazo que ya quería estar contigo — dijo mientras se abrazaba a mi repentinamente

— Bueno bueno ya, no han pasado años tampoco prima, ¿ahora vamos que cosas hay que llevar? — dije mientras me separaba de ella

— Hay Migue… que malo — dijo con una voz que me calentó bastante

Y en ese instante se pegó a mí y acercó su boca buscando mis labios, pero…

— No no, no seas traviesa prima… — dije evitando el beso, yo también lo quería pero se la iba a poner más difícil

— ¿Pero porque?… no hay nadie viendo — dijo sin saber porque no la había besado — Porfa dame nadamas un besito ¿sí? — dijo acercando sus preciosos labios color cereza una vez más, los cuales me costaba mucha fuerza de voluntad no envolverlos en los míos en ese instante

— Dije que no Kim, no seas caprichosa — respondí risueñamente; evitando una vez más ese beso, aunque me moría por darle algo más que un beso, pero quería ver que tantas ganas tenia ella de un beso o algo más, así que iba a jugar un poco con los deseos de mi prima y ver qué pasaba…

— ¡¿Que ya no me quieres, ya no te gusto?! — dijo molesta

— Te dije que llevemos las cosas, anda vamos — dije evitando su pregunta

— Lo sabía, ya encontraste otra y por eso ya no me quieres ¿verdad? — dijo ahora sí muy molesta, celándome bastante de un momento a otro, pero en fin era lo que yo quería

— No digas tonterías Kim… ven vamos adentro — respondí tomando unas cosas y

encaminándome a la casa

— ¡No me puedes hace esto, tu eres mío y nadamas, así que no creas que me voy a quedar así! — aclaró enérgicamente mi prima dejándome ver parte de lo que en verdad pensaba y sentía; por un instante temí que sus casi gritos los escuchara alguien mas

No respondí nada, solo seguí, entré a la casa y llevé las cosas a donde pudiera colocarlas, dentro de la casa mi prima ya no hizo ningún comentario, mientras dejábamos las cosas se veía molesta y pensativa, además por no poder reclamarme ahí dentro pues nos escucharían, llegamos a donde estaba mi tía con los demás y conversamos un rato de cómo les había ido en el viaje y demás cosassin relevancia alguna, durante eso mi prima se mostraba un tanto esquiva y molesta, creo que

sentía celos de verdad, pero igual sería mejor para mí…

Después de unas horas ya serían las 3 o 4 de la tarde, así que mi tía y tío dijeron que irían a su casa la cual es una propiedad a metros de la nuestra, irían a ir acomodando el apartamento para ir siendo habitado, puesto que tenía bastante tiempo sin alojar a nadie dentro.

— Bueno, pero en cuanto terminen pueden venir un rato para acá si quieren — dijo mi madre

— Claro que si — respondió mi tía — Solo iremos un momento pero volvemos más tarde; ¿vas o te quedas hija? — preguntó mi tía

— Voy ma’ — respondió mi prima

— Bueno volvemos más tarde — dijo mi tía cuando ya salían de la casa

Pasó la tarde normalmente, me fui a mi cuarto y ahí estuve pensativo bastante tiempo, pensaba en cuál sería la reacción de mi prima ante todo lo que le había hecho entender o lo que ella misma había entendido, no quería tampoco que me fuese a meter en un problema, pero lo hecho, hecho estaba, así que no había tanto que pensar.

Llegó la noche, serían las 8 pm más o menos, llegaron mi tía y mi prima solamente.

— ¿Qué pasó con Luis donde esta? — preguntó mi madre a mi tía

— Vendrá en un momento, está terminando de acomodar unas cosas — respondió mi tía

Después de eso esperamos un momento y llegó mi tío, cenamos normalmente y pasamos a la sala para estar ahí un rato viendo alguna cosa en la televisión y platicando tonterías, en dado momento salí de la sala y me dirigí a la cocina por algo de tomar, estaba sirviendo algo cuando llegó mi prima.

— No creas que voy a dejar que alguien más se quede con esto — dijo mi prima mientras ponía su manita sobre mi verga a través del pantalón apretándomela un poco

— ¡¿Que haces Kim?!… — dije quitando su mano — ¿No ves que nos pueden mirar?… —

— Pues no me importa, si es lo que tengo que hacer para que veas que no te voy a dejar para otra así como así — agregó muy decidida y con una sonrisa desafiante en el rostro

— No seas tonta Kim, no hagas idioteces — dije algo molesto

— ¡No me importa! más idiota seria dejándote ir con una de esas zorras ofrecidas cuando me tienes a mí — la verdad los celos de mi prima comenzaban a ser algo molestos así que debía actuar

— Kim ya… — dije mientras me acercaba a ella

Y me avalancé sobre esa preciosa boquita, le di ese beso que tanto había esperado darle desde hacía mucho tiempo, ya no recordaba bien que suaves labios tenia, y el calor de esa boquita era embriagante, mientras hacía eso le apretaba esas nalguitas que tanto extrañaba tocar y hacerlas mías, estaban más firmes que nunca, prolongué lo más posible ese delicioso beso, sintiendo como mi prima ahogaba sonidos de su boquita en la mía, parecía que de verdad deseaba ese beso, pues cuando trate de separarme hizo todo lo posible para evitarlo y retenerme en su boca, sujetando

fuerte sus brazos alrededor de mi cuello, pero al final me separé y vi sus labios humedecidos por nuestras salivas y mi prima intentando volver a llevarme a sus labios, tenía la verga ya un poco despierta por estar besando a mi preciosa prima pero en ese momento no podía hacer nada más.

— Ves Kim, espero eso te aclare que me encantas, así que no vayas a hacer tonterías mi amor, ¿entendido? — dije sonriéndole cariñosamente para evitar las tonterías que pudiera hacer mi prima

No contesto nada, creo que le bastó mi beso, así que me dirigí rápidamente a la sala para evitar que alguien llegase y viera algo.

Durante el resto de la velada ya mi prima se mostraba más amistosa conmigo y platicábamos normalmente, así terminó la reunión y al final se despidieron todos, en especial mi prima que medio un beso en la mejilla, pero creo que lo que buscaba era mi boca pues poco faltó para que fuera ahí, sin duda le gustaba el riesgo.

Los días siguientes fueron escasos los momentos que veía a mi prima por ahí al igual que a mis tíos, pero cada vez que mi prima me encontraba solo, no dudaba en coquetearme, igual que yo quería algo más, pero no había tiempo para nada mas, pero me excitaba verla tan urgidita de verga a mi hermosa y tierna prima, quien llegaría a pensar que tan hermosa criatura pudiera llegar a sentir tales necesidades, tan inocente que deberían creerla todos, si supieran…

Pero en fin, los días pasaron junto con la celebración de navidad y varios parientes más que llegaron a la casa solo para complicar más la posibilidad de estar con mi hermosa nena, pero una vez pasada la celebración, estos se marcharon un día o dos después.

Pero fue hasta dos días después del día de navidad que todo se me sirvió en bandeja de plata.

Ese día salí con mi novia a dar una vuelta y llevarla a algún lugar, después de estar fuera con ella unas horas, la invité a casa, pues mi madre y mis tíos habían salido a arreglar unos asuntos a la ciudad donde vivían antes mis tíos por unos asuntos de compra—venta y mi madre los había acompañado porque ella tenía unas cosas de trabajo que atender, aunque estaba de vacaciones no debía desatender algunas cosas que era mejor no dejar pasar, y como ellos iban a llegar hasta la noche pues podía ir a casa con mi novia; estuvimos un rato en casa “manoseándonos” un poco, pero nada más pasó pues nadie me aseguraba que no regresaría mi madre antes de tiempo, así

que después de unas horas fui y la dejé a su casa que no queda muy lejos, regresé a casa y ya era algo tarde, las 9 p.m. quizá.

Llegué a casa pero aún no había nadie, —igual y llegaban más tarde— pensé, pero estaba cenando cuando veo a mi prima entrar por la puerta, vestía una entallada blusita de tirantes naranja y una minifalda de color blanco, se veía buenísima.

— ¿Qué haces aquí? — dije suponiendo que ella había ido con mis tíos

— ¿Como que qué hago? — respondió cortantemente mientras entraba a la casa —Pues me aburrí en casa y vine para acá, supuse que ya habías llegado de dejar a “esa”… — agregó retadoramente

— ¿De quién hablas? — dije fingiendo demencia

— No te hagas, que vi cómo te metías con esa a la casa ¿Es esa por la que me rechazas? Ni que estuviera tan buena… — respondió bastante enfadada

— Kim… no inventes… no digas lo que no sabes — respondí viendo su rostro algo rígido

Y entonces rompió en llanto, algo que de verdad no me esperaba.

— ¡¿Por qué?!… ¿por qué ya no me quieres a mí? — replicó llorando, lo cual me dolió

demasiado, no me gustaba verla llorar

— Kim, Kim haber no llores, no llores — dije mientras la tomaba por los hombros y la abrazaba sintiéndola temblar por el llanto, seguía llorando bastante desconsolada abrazándose a mi

— Kim no llores, sabes que te quiero mucho, no llores….por favor — dije tratando de tranquilizarla

— ¡¡No Miguel, ¡noo!…porque me haces esto! porque me rechazas, tú me dijiste que iba a ser tuya cuando yo quisiera! ¡Por qué!… por qué ahora me cambias así como así… — dijo entre su llanto mi prima — ¡Yo…yo te amo más que nadie! — añadió, y eso me revolvió todas las ideas, de verdad estaba haciendo sufrir demasiado a mi pequeña prima, pero no pensaba que llegase a ese extremo sus sentimientos

— Kim, ya preciosa no llores por favor… yo también te amo — dije creo sin pensarlo, pero era la única manera de consolarla en ese momento

— ¿De… de verdad? — dijo levantando la cara mostrándome sus hermosos ojitos, llenos de lágrimas que limpie yo mismo

— Por supuesto que si mi amor — respondí sonriendo — Ya no llores princesa —

—…Hacia mucho que no me decías princesa… desde que estaba más pequeña… ¿de verdad me amas? — preguntó dudosa mi prima

— Si mi hermosa te amo demasiado, por eso no me gusta verte llorar — dije al tiempo que le daba un profundo beso, el cual ella correspondió contenta entreabriendo su boquita suave, para ofrecerme su juguetona lengua, prolongando ese beso lleno de ternura, lleno de… amor…

—…Entonces si me quieres deja a esa tipa… — dijo separándose de mi

— Kim, ella es solo una amiga, no hay nada entre ella y yo — mentí…

— ¿De verdad? ¿Entonces por qué la has traído a la casa y estuvieron solos? — preguntó rápidamente mi prima

— Porque ella es una muy buena amiga mía, yo necesitaba venir a casa por unas cosas y ella me acompañó, y después la llevé a su casa, habíamos salido con unos amigos hoy, eso fue todo — mentí aún mas

— Bueno… pero… entonces si no estás con nadie… ¿Por qué me rechazaste las demás veces?… —

— Porque no quiero que vayan a darse cuenta de lo nuestro y nos alejen hermosa, ¿no quieres eso verdad? —

— ¡No!, claro que no, todo este tiempo sin ti ya fue suficiente — respondió —¿Entonces… te sigo gustando como antes? — dijo aun con lágrimas en los ojos

— Mucho más mi amor, mira que hermosa te has puesto en este tiempo — respondí elogiando su precioso cuerpo, dándole una mirada de arriba abajo haciendo que se sonrojara nerviosamente

— Entonces podemos hacer el amor ahorita ¿Si? — dijo melosamente

— No mi amor, tus papas no deben de tardar en llegar, así no podemos, pero si puedes mamármela un ratito — respondí

— Que malo eres, yo quería más que eso… — dijo con su voz sensual, mientras me abría el pantalón y comenzaba a chupármela como solo ella sabe

— Mmm… no sabes cómo extrañaba tenerte así mi amor… ahh… — le dije teniéndola ya comiendo verga

— Y tú no sabes cómo me toque pensando en cómo me comía tu verga — respondió entre chupadas, mientras se acomodaba un cojín bajo las rodillas

Gozaba deliciosamente con la boca calientita de mi prima que envolvía toda mi verga engulléndola por completo, logrando tocar el fondo de esa gargantita suave…mmm… que delicia de boca, ya extrañaba tenerla así… esa lengua húmeda y tibia envolvía y lamia mi verga haciéndome estar al borde de correrme pero aguantaba como podía, se veía preciosa la carita de mi hermosa nena, me veía a los ojos mientras se tragaba una y otra vez toda mi verga.

— ¿Te gusta? — dijo parando de chupar — ¿Te sigue gustando cómo te la mama tu primita? — preguntó con una voz de total deseo

— Claro que me gusta mi amor, tienes la boquita más rica y caliente del mundo…mmm — respondí presionando suavemente su cabeza aún más contra mi verga

Siguió chupando una y otra vez, yo recogía con mis manos su cabello que caía a los lados de su cara, y lo acomodaba detrás de su cabeza para sujetarla y observar claramente como me la comía hasta que se le acababa el aire y la dejaba tomar aire, le encantaba que la ahogara con mi verga.

— Ya primo… dame tu leche que yo me la voy a tomar todita — agregó mientras mamaba y mamaba como recién nacida

— Si mi reina, te la vas a tomar todita y no vas a dejar nada mi amor… ¡ahh! — dije penetrando su boquita bastante fuerte

— Si mmm… dámela toda en mi boquita — respondió impaciente

A cada movimiento de su lengüita sentía venirme, sabía muy bien lo que hacía y le encantaba verme a punto de explotar.

— Ya… mmm… lléname la boca —

— Si mi amor te la vas a tomar todita como la putita que eres… ahh… – dije ardiendo en deseo a punto de vaciarme en esa boca tan tibia, que como me succionaba

— Si dámela… dámela todita… tu zorrita se tomará toda tu leche — dijo excitada

Y entonces no pude más y sujetándola bien, comencé a correrme en su boquita, solo sentía los movimientos de su gargantita tragando todo mi semen, y su lengua succionando todo, dejándome vacío, su boquita se enredaba sobre mi verga y apretaba los labios para sacar mi verga y dejarla limpiecita, completamente humedecida de su saliva.

— Ahh… mi amor… que rica boquita… — dije recuperando el aliento de tal corrida

— ¿Lo ves? ¿Ves lo que te estás perdiendo rechazándome? déjame dormir esta noche contigo ¿Si? — insistió caliente mi hermosa prima con restos de saliva bajo su boca

— No podemos mi amor… no insistas — respondí

— ¡¿Pero porque no?! mira qué hora es y aún no han llegado — insistió

— Es cierto ya son las 11, debería de llamarles para ver si todo está bien — respondí regresando a la realidad

— Seguro no vienen hoy Miguel, anda déjame dormir contigo por favor… – insistió de nuevo, casi suplicando mi linda y caliente prima

Mi prima hizo cara de desilusión y disgusto, pero eso estaba a punto de cambiar.

“Bueno” respondió mi madre tras mi llamada

“Ma’ hola, ¿qué pasa por qué no han llegado? se supone que ya deberían estar aquí desde hace horas…”

“Hijo perdón por no llamar aún, las oficinas estaban cerradas y tenemos que esperar hasta mañana, tu tía estuvo llamando pero nadie contestó…”

“Perdón es que llegue hace apenas unas horas y quizá no estaba aquí cuando llamaron ” respondí

“¿Pero y que pasa con Kim? ¿Ya le avisaron que no van a llegar?…” pregunté, aunque yo ya sabía la respuesta, si ella lo supiera me hubiera dicho; y en cuanto dije esto mi prima me vio y sonrió de gusto, sabía que ahora no tenía razón para que yo dijera que no…

“No hijo, tu tío ha estado marcando al celular de tu prima pero no responde, debe tenerlo apagado esta niña”

“De acuerdo ma ́ yo le digo, ¿y cuando vuelven?” pregunté

“Pues seguramente mañana después de mediodía hijo”

“Esta bien, llaman cuando vengan ¿okey?” respondí, mientras mi prima se comportaba melosa abrazándome

“Claro hijo, y no dejes a tu prima sola, no le vaya a pasar algo, no pensamos que fuéramos a tardar demás hijo” agregó mi madre

“No te preocupes ma’ entonces nos vemos mañana se cuidan”

“Si igual ustedes, no se preocupen mañana llegamos”

“Ok ma’ bai”

“Adiós hijo” clic!

— Bueno creo que no vendrán, así que… no tienes excusa para negarte a hacerme tu mujercita otra vez… — dijo Kim plantándome un beso muy cariñoso, con su mano tomándome de la mejilla

— Pues creo que no… — respondí sonriendo

— ¡Por fin voy a pasar una noche contigo mi amor!, veras que buena mujercita soy para ti, seremos como esposos por lo menos por esta noche — agregó fantaseando y sonriendo bastante

— Claro que si mi amor, mi muñequita que me voy a cojer todo lo que se me antoje —

— Sí, soy tuya, llévame ya y cojeme hasta que me vuelva loca, veras que no necesitas a ninguna otra de esas facilotas, yo soy tu mujercita y me ocupare de ti y todo lo que desees — agregó por demás caliente mi prima, sobándome la verga que ya la tenía dura otra vez

— De acuerdo mi amor, ven vamos a mi cama, “nuestra” cama desde ahora —

— Si llévame y hazme tuya — dijo besándome

Sin más palabras la tome de la mano y subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación, ahí comencé a desvestirla, le quité la blusa dejando al aire unas tetitas muy ricas, redonditas y paraditas sin sujetador, no esperé más y comencé a comerme esos ricos pechos en desarrollo.

— Mmm… siiii… chúpamelas… ahhh… más…más… — gimió hermosamente mi preciosa prima — Ahhh… si mi amor… chúpame más… mmmm… soy tuya completita… mámame mis tetas… siii… —

— Que ricas tetitas mi amor, eres toda una mujercita — dije separándome de sus deliciosos pechitos

— Mmm… no te detengas mi amor, chúpamelas más — gimió mi prima

— Ven quítate esto — dije terminando de desnudarla

Terminé de quitarle la minifalda y quedó ante mí con sus calzoncitos blancos que marcaban muy bien la forma de su panochita y su culito, metí mi mano bajo sus calzoncitos y encontré húmeda esa rajita que hacía tiempo yo había roto, estaba tibia y muy mojada, comencé a acariciar esa parte de su cuerpo escuchándola gemir entre mis manos.

— Ahhh… mmm… mmm… si si, méteme los dedos en mi cochito… más, más mi amor… haz que me corro en tu mano… haz que me corra como tu putita… — vociferó fuera de si por el placer

— Si mi amor, te vas a correr como la zorrita que eres… vamos córrete mi amor… dame tus juguitos… moja mi mano… anda… — dije mientras sentía vibrar su coñito en mi mano, mientras explotaba en un orgasmo dejando salir sus calientes fluidos entre mis dedos que seguían masajeando su panochita que se contraía de placer

— ¡Ahhh…siii…ssiii siiii… que rico!… auuu…ahhhh — gimió fuertemente mientras terminaba de correrse

— Ven mi amor ponte aquí — dije tomándola en brazos pues las piernas le temblaban

La coloqué sobre la cama y puse la verga frente a su carita, obediente sabía qué hacer, aun un poco agitada, que preciosa y sexy se veía ahí sobre la cama de rodillas, entregada al placer comenzando a comerse mi verga, era tan sublime el placer y el morbo que sentía por tenerla ahí…

— Ya… ya espera un momento Kim…quítate estos calzoncitos, me voy a comer esta deliciosa panochita tuya mi amor — agregué separándola de mí y deslizando su única prenda hacia sus tobillos, dejándome ver una vez más esa preciosa y oculta parte de su cuerpo, adornada por una fina capa de vello

— Así hermosa… abre tus piernas… que preciosa estás, déjame chupar este rico cochito — dije mientras le abría las piernitas tumbándola sobre la cama y comenzaba a pasar mi lengua sobre ese tan dulce manjar

— Mmm… pero que dulce panochita… — dije mientras lamia y succionaba cada parte de su rajita, introduciendo mi lengua dentro de su cuevita húmeda y acalorada, que ricura era lamer la conchita de mi nena

— Ahh… sii ahiii… ahii… auu, mas primo, te amo tanto, mmm… ahhh… — gimió mientras yo me enfocaba en ese botoncito del coñito de mi prima, el cual multiplicaba su placer

Sabia delicioso, probar esa vaginita después de tanto tiempo, sentía a mi prima retorcerse del placer, su panochita palpitaba y comenzaba a contraerse anunciando su delicioso orgasmo.

— Si mi amor, córrete, dame tus dulces juguitos… — agregué mientras no paraba de lamer su coñito, mientras mis manos se deleitaban apretando sus preciosas nalguitas blancas dándole una que otra nalgada en ese blanco y redondito culito

— Sii siii… ya me vengo,… mee… ahhh… siiii… — gimió mientras comenzaba a darme sus juguitos en mi boca, mmm que rico beber y beber de esa panochita, sentía a mi prima contraer cada uno de sus músculos, retorciéndose de gusto mientras no paraba de gemir disfrutando de cada latigazo de placer de su orgasmo, sujetando con mis manos sus piernitas tensas

— Mi amor… soy toda para ti… nadie más que tu ha estado conmigo, solo tú me ha dado tanto placer — gimió mi prima agitada por el delicioso orgasmo que me había regalado

— Si hermosa, pero ahora si voy a metértela en este caliente y apretado hoyito, te voy a cojer como nunca mi amor… —

— ¡Si, si! déjame sentir otra vez tu verga hasta el fondo de mí, métemela todita mi amor, cojeme como quieras… — dijo deseosa mi prima

Entonces la coloqué a cuatro patitas sobre la cama y abrí sus piernitas para que quedaran a mi disposición ese delicioso par de nalguitas paraditas con los dos hoyitos más deliciosos, acaricié cada parte de su cuerpo con total deseo, recordando como si fuera esa primera vez que rompí el virguito de mi pequeñita prima.

— Anda ya métemela de una vez… — dijo mi prima inclinando su torso dejando su culito aún más paradito y completamente expuesto para mí, empujándose hacia atrás, rogando que le enterrara mi verga

— Si mi amor, te la voy a meter entera en este apretado cochito… — dije ya con mi verga haciendo presión para entrar dentro de la vaginita de mi prima, sintiendo el calor de esta sobre la punta de mi verga

No tardó mucho en que la cabeza de mi verga se internara dentro de ese caliente y húmedo canalito — Mmm… sii métemela de una vez primo que rico… — gimió mi prima sintiendo como me internaba palmo a palmo dentro ella, gozando de cada centímetro, cada movimiento y contracción de ese coñito que envolvía mi verga queriendo succionarla entera de una vez

— Mmm…¿Te gusta mi amor? — dije a mi prima — Ahh… ¿Te gusta tener a tu primo dentro de ti? —

— Si… me encanta pero cojeme mas… más… ¡Ya!.. — gimió excitada mi prima que se echaba hacia atrás para meterse por completo mi verga

Poco a poco mi verga fue abriendo esas paredes cerraditas, sintiendo los bordes suaves y ajustados de su conchita, abriéndome paso hasta llenar por completo esa caliente y húmeda panochita que palpitaba apretándome delicioso…, entonces comencé a bombear, sacándola suavemente y enterrándosela en un movimiento, gozando de cada roce dentro de ella, mi prima apretaba las sabanas con sus manitas gimiendo y moviéndose hacia adelante debido a mis arremetidas contra ella; me incliné un poco sobre ella, haciendo la penetración más profunda, así pasé una mano por su bajo vientre y encontré su clítoris el cual comencé a masajear para aumentar el placer de mi muñequita, mi otra mano se paseaba por sus pechos que estaban suaves

y paraditos, dándole unos pellizquitos en sus pezoncitos, me encantaba escucharla chillar de gusto a cada movimiento mío…

— Mmm… siii más duro mi amor… métemela todita hasta el fondo, haz que me venga con tu verga dentro… ahhh… mmm… mas a tu putita… —

— Si preciosa ¿así te encanta verdad? ¿Tenerla toda adentro? ¿Si chiquita? — dije deteniéndome un instante con mi verga enterrada hasta el fondo de su panochita

— ¡Me encanta! ahh… así me encanta sentirme tuya… sii métele la verga a tu mujercita… me encanta que me cojas así de rico mi amor… — gimió mi prima casi sin poder dejar de gemir

Me sentía desfallecer a cada movimiento, por el placer que la panochita de mi prima brindaba a mi verga, apretándola y cobijándola en la tibieza de su interior, mi verga entraba y salía una y otra vez salvajemente dentro de mi prima, escuchándola gemir como loca acercándose al orgasmo…

— Mi amor me vengo ya… dame… ahhh… más… ¡Si… no puedo más… mi amor me voy a correr!…— gimió mi prima mientras su vaginita se contraía deliciosamente apretándome, aumentando mi gozo, seguidamente sentí sus fluidos tibios salir de su interior y mojar mi verga haciendo aún más fácil la penetración que ahora yo hacía más pausadamente para dejarla disfrutar de cada segundo de su corrida, de cada uno de sus espasmos y contracciones sintiéndola gritar y chillar de gusto bajo de mí; sus piernitas no le respondieron más y perdió el equilibrio cayendo hacia uno de sus lados liberando mi verga de ella, cayendo sudorosa y agitada sobre la cama

— ¿Que pasa mi amor? aun quiero seguir gozando de este cuerpecito… — dije recostándome sobre la cama y subiéndola sobre mí para que se me sentara encima, sintiendo como mi verga se posicionaba dentro de ella otra vez

— Si mi amor… sigue todo lo que quieras… ahhh… — gimió mientras yo tomaba su rostro y me deleitaba con esa dulce boquita, mmmm me encantaba metérsela una y otra vez mientras su boquita seguía unida con la mía… su lengua se enredaba con la mía haciéndome realmente querer quedarme así por siempre…, liberé su boquita y sus gemidos escaparon rápidamente mientras un hilillo de saliva resbalaba por sus rosados labios

— ¡Ayy… si más mas!… ¡que delicia de verga papacito! cojeme soy tuya… ahhh… quiero estar contigo así toda la vida mi amor… ahhh — dijo entre gemidos mi extasiada prima

— Si mi amor… te voy a hacer el amor por siempre… cada vez que mi hermosa mujercita quiera…—

— Si… mmm… nunca me dejes… ahhh… que rico… —

Era sublime tener el esbelto cuerpo ardiente de mi prima sobre mí, sus pechitos se mostraban preciosos ante mí, mientras les daba unos mordisquitos arrancándole suspiros, al tiempo que miverga entraba y salía una y otra vez de la cada vez más jugosa y caliente panochita de mi preciosa nena…

Mis manos nalgueaban en repetidas ocasiones el culito de mi prima que debía ya estar rojito de tanto azote, mientras ensalivaba mis dedos en mi boca para comenzar a meter dos dedos dentro del culito de mi prima… mmm que rico y apretadito estaba ese hoyito que se apretaba aún más contra los invasores que se abrían paso dentro de él.

— Mmm… que apretadito que tienes aun aquí mi amor… — dije a mi prima

— Ahhh… sii primo estoy apretadita para ti amor… pero aun así puedes metérmela todita por ahí mi amor… ¿eso quieres? ¿Quieres que tu pequeña primita se la meta entera por el culito? anda métemela… — dijo separando con ambas manos sus nalguitas

— Me encantará preciosa… — dije sacándosela del coñito y apuntándola a su culito

— Auu… mmm… auu… ¡si! rómpeme el culito… auu — chillo mi prima mientras mi verga comenzaba a entrar ajustadamente dentro de ella

— Mi amor que apretada estas… pensé que ya no lo estarías tanto mi amor… — dije sintiendo como mi verga entraba con dificultades dentro de ese culito

— Mmm… auu… pues después de tanto tiempo sin que me cojieras, ya mi culito no está acostumbrado… mmm… auuu… — incluso su conchita la había sentido cerradísima, pero ella siempre ha sido así

— Claro que si mi reina… pero ahora te acostumbraras porque me cojeré este culito cuando quiera… —

— Ahhh… si mi amor me encantara acostumbrarme — dijo mientras por fin me posicionaba completamente dentro del culito de mi nenita — Uff…ves mi amor ya me la comí todita… la siento muy dentro de mi culito — agregó mi prima sintiéndose llena

Aquello era delicioso, el culito de mi prima me exprimía la verga, sentía que me la estrangulaba deliciosamente con el anillo de la entrada de su culito, me era bastante difícil moverme dentro deella en esa posición, me perdía besando su irresistible boquita y era delicioso mamar cada uno de sus pechitos que se mostraban deliciosos ante mí, minutos después de tener a mi prima brincando sobre mí, nuevamente sentí que se corría, su culito palpitaba y se contraía apretándose aún más contra mí.

— Ahhh… mmmm… ahh… otra vez siii… vamos Miguel haz que me corra con tu verga en mi culo… — sentí como mi prima tembló, tensándose y apretando todo su cuerpecito desvaneciéndose sobre mí, dejándome sentir sus juguitos calientes sobre mi vientre, sintiéndola menearse y gemir sobre mí, regalándome el gusto de verla tan satisfecha, tan dulcemente llena de gozo perdiendo la respiración

— Ahhh… ya no puedo más mi amor… — dijo desvanecida mi prima

— Bueno mi amor, solo déjame darte otra vez por la panochita y ya… — dije saliéndome de su culito y llenándole la vaginita una vez más acompañado por un suspiro de ella

Comencé a cojer el coñito de mi prima otra vez, sintiendo todo su cuerpecito sobre mí,

escuchándola gemir, besándola una y otra vez, después de tanto cojer yo también estaba a punto de correrme, cada empujón dentro de ella parecía ser el último, el tener a mi prima sobre mí, entregada al placer, al sexo, al deseo, extasiada de gusto, gimiendo y habiéndose corrido varias veces, todo eso era demasiado excitante…

— Ya… no puedo más mi amor… — dije a mi prima

— Hazlo mi amor… lléname de tu caliente semen… dámelo — gimió gustosa

— Pero… no estás en tu periodo… ¿qué hay de eso?… — dije inseguro de hacerlo dentro

— ¡Ahh!… no, no lo estoy, ¡córrete ya! —

Así que no aguante más y sentí mi miembro palpitar y llenar de mi semen el fondo de la conchita de mi prima, era tan rico sentir como la llenaba espasmo a espasmo mientras masajeaba sus nalguitas.

— Mmm… ahhh… que delicia mi amor, me encanta acabar dentro de ti… — gemí terminando de correrme

— Mmmm… Si, a mí me encanta más… —

— Ahhh… espero y no hayas mentido con lo de tu periodo ¿verdad? — pregunté a mi prima, ya recuperándome de la corrida

— Mmm… no, no haría eso… — respondió sonriendo y besándome

— Eso espero… —

— Pero no importa mi amor… me tomo una pastillita y ya… además no me importaría que me embarazaras… me encantaría que lo hicieras… — dijo pícaramente, sorprendiéndome

— Que dices Kim… no digas cosas de ese tipo… si eso pasa nos traería muchos problemas… piénsalo un poco… — dije sobresaltado

— Bueno, tranquilo… solo es porque te amo… pero está bien así por lo pronto… — respondió besuqueandome

— De verdad Kim, debemos cuidarnos de una u otra forma, así que no me mientas, ¿de acuerdo?—

— Ya, no te enojes… no te mentí, siempre que no lo hagas tú, yo me cuidare, pero no te enojes — respondió mientras se abrazaba a mi

— Okey… está bien — respondí más tranquilo

Permanecimos un rato más despiertos, recuperándonos, besándola una y otra vez, algo de lo que quizá nunca me canse, pero al final el cansancio nos venció y nos quedamos dormidos.

Despertamos ya algo tarde, serían las 9 de la mañana, hacía algo de frío, no como el día anterior que no había sido así, este día si hacía algo más de frio, pero no era novedad pues era Diciembre, nos levantamos y nos vestimos, bajamos a almorzar algo, tenía pensado salir a comprar algo de comer pero por alguna razón, capricho o lo que sea, Kim no quiso y ella misma me consintió con sus conocimientos en la cocina… las cuales no eran muy buenos, así que tuve que unirme a ella y así al final terminamos de almorzar, platicar un rato, y después de esto pasamos una rato a la sala para seguir la plática y los “manoseos”, pero pasadas unas horas deberían ser las 11 o poco más, decidí ir a darme un baño, una vez ahí, estaba enjabonándome cuando escucho la puerta del baño abrirse y mi prima entraba totalmente desnuda.

— ¿Que haces Kim?, no deberías entrar en el baño cuando alguien está usándolo — dije riendo

— Ay bueno, solo quería compartir la ducha — dijo sonriendo — Además podemos aprovechar, ya que más tarde llegan “los padres” y yo quiero aprovecharte al máximo — agregó

— Ay primita pero que calenturienta — dije riendo

— Ay no me digas que no quieres — respondió

— Pues claro que quiero mi amor — dije atrayéndola hacia el caer del agua, besándola riquísimamente, al tiempo que mis manos acariciaban su cuerpo, el cual poco a poco se mojaba por el agua que acompañaba mis caricias resbalando sobre todo su cuerpecito

— Mmm… travieso… — gimió mientras paseaba mis manos sobre sus nalgas estrujándolas, y ella hacia lo mismo con las suyas sobre las mias

Su mano comenzó a frotar mi bastante enjabonado miembro y correspondí metiendo mi mano entre sus piernitas, acariciando su tibia intimidad, a lo cual ella respondió cerrando sus piernitas instintivamente atrapando mi mano entre ellas…

— Mmm… mi amor… — gimió dulcemente

Entonces en un movimiento la giré y la puse contra la pared del baño, y haciendo presión sobre su coñito, entré lenta pero firmemente dentro de ella, escuchándola emitir un leve gemido al entrar por completo en ella, atrayendo sus caderas hacia mí para penetrarla lo más profundo posible —Mmmm.. sii… — gimió mi prima mientras yo comenzaba a bombear su cada vez más su lubricado cochito, estuvimos así un momento, oyéndola gemir cada vez más fuerte, pero después de unos minutos las piernas le temblaban debido a la posición así que la giré y la cargué pasando sus brazos detrás de mi cabeza, sus piernas las enredó por detrás de mí, y una vez adoptada la posición use mi mano para ubicar mi verga en la entrada de su panochita y de un movimiento la introduje dentro de ella, mis manos la tomaban del culito y la hacían bajar una y otra vez penetrándola profundamente

— Que rico me aprietas así amor… ahhh… — dije a mi prima que subía y bajaba, su conchita se cerraba tanto que casi era imposible moverme en su interior

— Mmm… ¿Te gusta? ¿Te gusta que te apriete la verga con mi panochita? — dijo sexosamante mi prima

— Esas no son palabras para una niña buena — dije sonriendo

— Mmm… ¿Será porque no lo soy? — respondió juguetonamente

Seguía gozando de las delicias que ese coñito provocaba sobre mí, así pasaron los minutos pero al final comenzó a cansarme la posición, así que la bajé y volví a colocarla contra la pared pero esta vez con su espalda más inclinada y volví a entrar en ella.

— Mmm… amorcito… ya me vengo… — dijo agitadamente

— Si, hazlo, hazlo mi amor… — dije mientras aumentaba el ritmo y apretaba suavemente su clítoris con mis dedos

— ¡Ahhh… mmee… ahhh… mas papito más!… — dijo chillando de gusto mientras se corría, su cuerpecito perdía fuerza y yo la apretaba contra mí para evitar que se desvaneciera en el piso por sus temblorosas piernas — Auuu… siii… que rico mi amor… mmm… — gritó entre gemidos

Una vez que dejó de temblar, la giré y su boquita cobijó mi verga, su boca ya bastante experta no tardó en tenerme al borde de vaciarme.

— Mmm… mi amor, me vengo — dije anunciando que ya no aguantaba mas

— Mmm… Anda lléname la boca… — dijo golosamente

— Ahh… eso haré mi amor… ahhh — dije mientras explotaba dentro de su boquita

— Mmm… que rica lechita — pronunció, mientras mi verga seguía expulsando su carga

— Ahhh… que buena boca que tienes prima… ahh… — dije sintiendo las caricias de su lengua sobre mi verga

— Solo lo hago como me has enseñado todo — dijo sonriendo

Cuando recuperé el aliento la levanté y tenía restos de mi corrida en su boquita, los cuales duraron poco ahí pues se perdieron en su boca.

— Bueno ahora ya hay que apurarnos y salir de aquí Kim… — dije metiéndome nuevamente bajo el agua de la regadera

— Si mi amor… — pronunció cálidamente

Terminamos de ducharnos y salimos de ahí pasándonos a mi cuarto donde terminamos de vestirnos, aunque ella fue a su casa después y se cambió la ropa.

Después esperamos en la sala de la casa “metiéndonos mano” bastante rato, hasta que pasado un buen rato llegaron finalmente mi madre y mis tíos, los cuales venían bastantes fatigados por el viaje así que platicaron un poco, después de contarnos su travesía la cual me importaba bastante poco, mis tíos fueron para su casa y con ellos mi prima, así ese día entre mi prima y yo concluyó…